La decisión de refrenarse del comportamiento destructivo

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¿Por qué no hemos acumulado ya suficiente fuerza positiva para desarrollar la bodichita?

Hemos visto que, para esforzarnos por alcanzar la bodichita por primera vez, necesitamos haber escuchado sobre la iluminación, comprenderla un poco y tener la creencia confiada de que existe y de que es posible que nosotros la alcancemos. Para considerar eso, tenemos que habernos encontrado realmente con las enseñanzas, tener interés en ellas, tener la mente abierta y cierto interés por los demás. Para tener eso, necesitamos al menos un preciado renacimiento humano. Y para tener eso, necesitamos disciplina ética y todas estas otras cosas, plegarias, etc. Y para tener disciplina ética, necesitamos tener darse cuenta que discrimina para discriminar entre el comportamiento destructivo (actuar en nuestra desventaja) y el comportamiento constructivo (actuar de forma beneficiosa), pero esta es la dificultad, ¿cierto? Porque la disciplina ética y el darse cuenta que discrimina se necesitan para lograr un preciado renacimiento humano, pero se necesita un preciado renacimiento humano para desarrollarlos.    

Entonces, ahora hacemos una pregunta: ¿Es un proceso acumulativo, que cuanto más darse cuenta que discrimina construyamos y en más comportamiento constructivo nos involucremos, más preciados renacimientos humanos lograremos? Suena así, ¿cierto? Pero si ese fuera el caso, entonces debido al renacimiento sin principio, a estas alturas ya deberíamos haber acumulado suficiente de esto, suficiente fuerza positiva para desarrollar la bodichita por primera vez y alcanzar la iluminación. Necesitamos tres incontables eones de fuerza positiva para hacer todo esto, pero sin principio es más largo que tres incontables eones, por lo que debería haber habido suficiente tiempo si fuera un proceso acumulativo, pero esto no ha sucedido. ¿Por qué? Entonces tenemos que analizar por qué. Ahora tenemos una lista completa:                

1. El no darse cuenta de la realidad no tiene principio, pero, aunque el hecho de tener este factor de darse cuenta que discrimina tampoco tiene principio, nuestro darse cuenta que discrimina correcto sí tiene principio, tiene que desarrollarse por primera vez. En otras palabras, tenemos la herramienta para entender correctamente y esa herramienta siempre la hemos tenido, pero eso no significa que siempre hayamos hecho un uso correcto de ella. Eso tiene que desarrollarse por primera vez, ¿de acuerdo?         

2. Cada renacimiento hemos tenido cierto nivel de inteligencia, eso no significa que lo hayamos usado, pero solo podemos desarrollar tales tipos de darse cuenta que discrimina correcto durante un preciado renacimiento humano. Y estamos hablando de un darse cuenta que discrimina significativo, no del darse cuenta que discrimina que tiene una vaca para identificar su propio establo y discriminarlo de otro establo; una vaca tiene eso. Tenemos que tener darse cuenta que discrimina de lo que es beneficioso y perjudicial a largo plazo, no solo a corto plazo. El corto plazo sería huir del peligro, los animales también lo hacen.

3. A pesar del renacimiento sin principio, el número infinito de renacimientos inferiores que hemos tenido es un número infinitamente mayor que el número infinito de preciados renacimientos humanos que hemos tenido. Esto viene de las matemáticas. Los infinitos son de diferentes tamaños. Esto es de acuerdo con las matemáticas occidentales e indias. Piensen sobre esto. 

Daré un ejemplo. Si por cada preciado renacimiento humano, hemos tenido un millón de renacimientos inferiores, entonces el número infinito de renacimientos inferiores que hemos tenido es mayor al número infinito de preciados renacimientos humanos que hemos tenido, ¿no es así? ¿Conocen la diferencia?

Quiero decir, no sé cuántas personas estén familiarizadas con las matemáticas. Les daré el ejemplo clásico de las matemáticas, si es que significa algo para ustedes. El número infinito de enteros, es decir 1, 2, 3, 4, 5… es una cantidad infinita, pero es contable. Pero hay un número infinito mucho mayor de lo que se llaman números reales (en otras palabras, fracciones o decimales) que de números enteros, y eso es incontable. Y también todo este concepto de que hay un número limitado de seres, pero son incontables. Eso también lo podemos entender con las matemáticas. ¿Cuántos números reales, es decir, cuántas fracciones, hay entre uno y dos? Es una cantidad limitada (porque está entre uno y dos), pero es incontable. Ahora debo decir que no soy matemático, por lo que hay que analizar más, pero estos son conceptos muy interesantes y difíciles en el budismo. En realidad, esto proviene de los textos jainistas en las matemáticas indias, toda esta clasificación de infinitos, contables, incontables, etc.  

De todos modos, a pesar de los infinitos renacimientos, hemos tenido más renacimientos inferiores que preciados renacimientos humanos. Ese es el punto aquí. Entonces, que sea sin principio no altera la proporción, ¿de acuerdo? Porque podríamos tener la idea errónea de que “Bueno, no tiene principio, por lo que debería nivelarse”. No es así.

Es muy útil no descartar nuestro tipo de análisis occidental y otros aspectos de la ciencia, las matemáticas. Ayuda a nuestro análisis. Y Su Santidad el Dalái Lama ha dicho a menudo que, si a partir de la ciencia occidental podemos refutar algo en el budismo, lo abandonaremos porque, después de todo, lo que nos interesa es la realidad.   

Entonces, ¿qué sigue del hecho de que hemos tenido, digamos, un millón más de renacimientos inferiores que preciados renacimientos humanos? De hecho, debo compartir con ustedes una hermosa frase de uno de mis maestros, Gueshe Ngawang Dhargyey. Dijo: “Estamos en unas breves vacaciones de los reinos inferiores, y ya hemos reservado nuestro boleto para regresar”; esa es una forma muy bonita de decirlo.  

4. Estamos acumulando fuerza kármica negativa y fortaleciendo nuestra ignorancia y emociones perturbadoras en todos nuestros renacimientos (en el presente también, incluso en el preciado renacimiento humano, ¿cuántas veces te has enojado en tu vida?), pero estamos fortaleciendo nuestra fuerza kármica positiva y nuestro darse cuenta que discrimina solo algunas veces en algunos renacimientos. Entonces, la fuerza kármica negativa y la ignorancia son mucho más fuertes e irresistibles que nuestra fuerza kármica positiva y el darse cuenta que discrimina correcto.                   

Quiero decir, tenemos que entender por qué tenemos muchos más peores renacimientos que preciados renacimientos humanos. Esta es la razón: porque siempre estamos haciendo cosas negativas y muy pocas veces hacemos cosas positivas. Esta es de nuevo una maravillosa meditación de Gueshe Dhargyey: “Consideren a lo largo de su vida cuántas veces se han enojado, han estado apegados, han hecho cosas destructivas y compárenlo con cuántas veces han tenido pensamientos positivos, y entonces está claro cuál será nuestro futuro”. Vale la pena tomarse un minuto para reflexionar.  

5. Ahora, para las enseñanzas sobre el karma. Se dice que el comportamiento constructivo puede debilitar los potenciales kármicos negativos y el comportamiento destructivo puede debilitar los potenciales kármicos positivos, pero dado que la cantidad de nuestro comportamiento destructivo es mucho mayor que la cantidad de nuestro comportamiento constructivo, estamos constantemente debilitando nuestro potencial kármico positivo. Cada uno de los dos puede debilitar al otro, pero como lo negativo es más fuerte siempre va a ganar, porque hemos hecho más cosas negativas que positivas si lo vemos a largo plazo, como acabamos de analizar.  

6. Y aunque los potenciales kármicos negativos y positivos ya no existen una vez que han terminado de madurar, sin embargo, dado que los negativos superan en número a los positivos, siempre nos quedan más potenciales negativos que positivos. 

Entonces, la verdadera pregunta es: ¿Cómo podemos romper este síndrome? ¿Cómo podemos fortalecer estos entramados de fuerza positiva y darse cuenta profundo para que puedan superar a estos potenciales negativos y a la ignorancia, de modo que podamos alcanzar un preciado renacimiento humano para poder desarrollar la bodichita? No hay mucho que podamos hacer en un millón de renacimientos como moscas, ¿verdad? Entonces, ¿podemos simplemente decidir hacerlo con libre albedrío? ¿Está predeterminado o hay alguna otra explicación? Como verán, siempre volvemos a la misma pregunta.    

Los dos entramados

Para analizar esto, necesitamos ver aún más de cerca estos dos entramados. Como explicamos, estos dos entramados, fuerza positiva y darse cuenta profundo, pueden ser constructores del samsara, constructores de la liberación o constructores de la iluminación. Todo depende de la motivación y la dedicatoria con la que los construyamos. Si no hacemos nada al respecto, la configuración predeterminada es constructora del samsara. Y si no la dedicamos en absoluto o hacemos cosas positivas por ingenuidad, el poderoso ego - “Tengo que ser bueno. Tengo que ser perfecto”- el síndrome perfeccionista de los controladores, eso es muy constructor del samsara. Eso es positivo con un fuerte aferramiento al ego: yo, yo, tengo que ser bueno, tengo que ser perfecto, perfeccionismo. Si tenemos este perfeccionismo, es muy importante analizar: ¿A qué nos va a llevar? ¿Qué hay detrás de eso?        

Lo menciono porque a menudo la gente piensa: “Bueno, solo tengo que ser bueno y hacer cosas bonitas y demás, y eso me iluminará”, pero si lo hacemos de manera perfeccionista, solo nos traerá más samsara. Pensemos en ello. Quizás algunos de nosotros tengamos este problema. Es por eso que siempre se enfatiza que es muy importante que estemos relajados acerca de nuestra práctica del Dharma, no ser un perfeccionista fanático. ¿Conocen este maravilloso koan Zen, mi favorito? “La muerte puede llegar en cualquier momento. Relájate”. Muy profundo en realidad.    

Bien, entonces, ¿cómo salimos de este síndrome en términos de que los aspectos negativos siempre superan a los positivos? Es si nuestra fuerza positiva se construye con bodichita no elaborada, quiero decir, hay dos tipos de bodichita con los que la desarrollamos. Necesito completar esta idea. Elaborada (rtsol-bcas) significa que necesitamos construir la bodichita con esfuerzo (por eso esta palabra elaborada), entonces eso significa que tenemos que ir paso a paso: todos han sido mi madre, han sido tan amable conmigo, todos estos pasos; pero no tiene que ser simplemente repasando las palabras, tenemos que sentir y ser sinceros acerca de esto. Así que es elaborado, tenemos que esforzarnos por lograrlo. Eso es la bodichita real, no estamos hablando de artificial, no es artificial, es la bodichita real. Es solo que tenemos que trabajar para construirla.        

No elaborada (rtsol-med) significa que no tenemos que seguir todos esos pasos, simplemente la tenemos, porque estamos muy familiarizado con ella. Entonces, cuando tenemos una bodichita no elaborada, alcanzamos el primero de estos cinco caminos, el llamado camino de acumulación (tshogs-lam), lo que yo llamo mente que es el camino, porque no es algo sobre lo que caminamos, es un nivel mental que se está construyendo. ¿Qué está construyendo? No se está acumulando; no está consiguiendo cosas. De hecho, está construyendo el combinar shámata y vipáshana, sea que se haya alcanzado el shámata antes o no, puede haber dos formas.            

En cualquier caso, cuando tenemos la bodichita real (y hay una discusión sobre cuál es la que es relevante, elaborada o no), la fuerza positiva que se acumula con la bodichita real (obtenemos esto directamente de nuestro lam-rim) no puede ser destruida por un comportamiento destructivo y no se agota hasta la iluminación; continúa madurando hasta la iluminación. Así que no es como nuestra fuerza samsárica positiva que se puede debilitar y se terminará cuando madure. Tenemos que convencernos de que en realidad es posible salir de esta dialéctica samsárica. Entonces, si la fuerza positiva es con la bodichita real, permanecerá, crecerá cada vez más. Como dice Shantideva, incluso cuando estás dormido, sigue funcionando. Así que tenemos que desarrollar realmente el amor, la compasión, la ecuanimidad, la bodichita reales, todo este tipo de cosas. Entonces, si realmente tenemos eso, la ira no lo debilitará. Solo la fuerza positiva samsárica regular para obtener un preciado renacimiento humano será debilitada por la ira.                    

Tengan en cuenta que cuando un bodisatva se enoja con otro bodisatva, eso devasta o destruye cien o mil eones de fuerza positiva, esto se refiere a que destruye esa cantidad de fuerza positiva constructora del samsara que el bodisatva todavía tiene, por ejemplo, la fuerza positiva para seguir teniendo preciados renacimientos humanos mientras continúa trabajando hacia la iluminación. No devasta ni destruye la fuerza positiva constructora de la iluminación.        

Entonces, este es el problema ahora. Para desarrollar esa (¿la llamamos fuerza positiva firme?) fuerza positiva de la bodichita que no se agotará, necesitamos suficiente fuerza positiva samsárica para que el preciado renacimiento humano sea capaz siquiera de desarrollar eso por primera vez. ¿Se entiende? Esto es lo que tenemos que alcanzar, que es una bodichita real, y luego construimos una fuerza positiva que realmente será capaz de superar ambos conjuntos de oscurecimiento, quiero decir, se necesitan tres incontables eones de ello, pero hay mucho tiempo. No obstante, estamos constantemente subiendo y bajando, subiendo y bajando, entonces, ¿cómo acumularemos suficiente fuerza samsárica positiva para llegar a ese punto en el que realmente podemos construir esa fuerza positiva firme constructora de la iluminación?             

El papel del karma

Entonces, ¿en dónde entra la elección y la toma de decisiones en este análisis? ¿Y qué papel juega el karma en todo esto? Ahora tenemos que introducir el karma.

Lamentablemente, karma se traduce al tibetano con la palabra lay (las), que es la palabra tibetana coloquial para “acciones”, pero karma no significa acciones. Si significara acciones, entonces todo lo que tendríamos que hacer para liberarnos es dejar de hacer cosas. Si lo pensamos: “Oh, tienes que superar el karma. El karma te está causando sufrimiento, samsara y renacimiento”, y demás. Si solo pensamos que se refiere a acciones, ¿por qué las acciones son tan horribles? ¿Por qué tenemos que dejar de hacer cualquier cosa? No tiene ningún sentido que sean acciones. Entonces tenemos que revisar las definiciones, ver cómo se describe en los textos para entender a qué se refiere. No se limiten a seguir lo que dice el diccionario. Y si le preguntamos a cualquier tibetano, la mayoría dirá “acciones”, porque como dije, karma es la palabra coloquial para “acciones” en tibetano.       

Me parece que una forma más precisa de traducir karma, a lo que se refiere, es compulsión; es la compulsión misma. Tenemos dos teorías al respecto. Quizás estén familiarizados con que en la filosofía budista india tenemos los diferentes sistemas filosóficos. Así, tenemos el Sautrántika, Chitamatra, Svatántrika - estos tres dicen que el karma es el factor mental de la compulsión, un impulso compulsivo que nos lleva a pensar, hablar o actuar de una manera determinada. De manera compulsiva, estoy constantemente divagando mentalmente. De manera compulsiva, pienso constantemente en mi ser querido con apego. De manera compulsiva, me estoy enojando, gritando, etc. Es esa compulsión la que nos lleva a este tipo de comportamiento repetitivo. O intentamos compulsivamente hacer el bien para complacer a todos. ¿Han oído hablar de alguien así? “Tengo que complacer a todo el mundo”. Es compulsivo, una gran cosa del ego (por temor al abandono). Es una compulsión positiva, pero sigue siendo una compulsión. Piensen en ello, ese es el más fácil de entender. Y obviamente querríamos superar eso. Esa es una fuerza muy, muy poderosa. Compulsión.      

Cuando empezamos a pensar en el karma en estos términos, entonces realmente comprendemos que ese es el problemático. El karma no es el resultado, el karma es una causa. Una de las leyes del karma: el karma no madura en karma; llegaremos a esto. El karma madura en el deseo o las ganas de enojarse o gritarle a alguien. Al menos en inglés y en español se dice: “Tengo ganas de gritarte”. Eso es lo que madura, este factor mental. Entonces puede llegar la compulsión de gritar, pero tenemos un espacio allí donde podemos decidir, y esto es a lo que nos dirigimos con el tiempo, ese espacio, ese es el lugar al que nos dirigimos. Cuando surgen las ganas o el deseo de gritar y la sensación de no gritar, ahí es donde se necesita el darse cuenta que discrimina. Eso nos impedirá crear más karma a partir de una fuerza compulsiva que conducirá a la conducta.       

Eso no es difícil de entender. “Tengo ganas de ir a la nevera y tomar algo de comida, pero también tengo ganas de refrenarme de eso porque realmente no tengo hambre y es solo la codicia por algo dulce”. Entonces podemos decidir, pero surge la sensación. Eso es lo que madura de los hábitos compulsivos, el comportamiento compulsivo. Surgen dos sensaciones: ir y no ir. Es solo cuando ambas surgen que tenemos una opción, pero vayamos un poco más paso a paso en términos de nuestra comprensión del karma, todo el proceso.     

Bien, entonces Sautrántika, Chitamatra, Svatántrika: siempre es este factor mental, el impulso compulsivo que nos conduce, que nos lleva compulsivamente a una forma de pensar, actuar o hablar.     

Según el Vaibáshika y la versión Gelugpa del Prasánguika (la versión no Gelugpa del Prasánguika es bastante diferente, así que tengan en cuenta que esto es Gelugpa Prasánguika): el karma es este impulso mental, este impulso compulsivo, solo de pensar, solo cuando estamos hablando de cosas mentales. En el caso del karma físico y verbal, el karma es la forma compulsiva que toma nuestro cuerpo cuando actuamos, no es la acción. Es la forma de nuestro cuerpo mientras hacemos algo compulsivo, la forma en que lo hacemos. O el sonido compulsivo que toma nuestra voz cuando hablamos. No son muy fáciles de entender, pero hay razones muy profundas por las que se afirma. Entonces ocurre una forma compulsiva o un sonido compulsivo. Ese es un nivel de karma.         

El otro nivel de karma en este caso es una energía compulsiva muy sutil -muy sutil- que perdura durante la acción y luego continúa con nuestro continuo mental siempre que no abandonemos el deseo de repetir la acción. Eso se vuelve bastante profundo si lo pensamos. Hay una cierta compulsividad sutil en nuestra forma de ser. Es como una energía sutil de compulsión que subyace a toda nuestra vida. Si pensamos en ello, en realidad tiene mucho sentido.  

Entonces, en ninguno de los dos casos, en ninguna de estas dos explicaciones del karma estamos hablando de la acción real. Pensemos en eso por un momento.  

Podemos empezar a reconocer dentro de nosotros mismos cuán compulsivamente hacemos las cosas. El problema no es que hagamos cosas, sino que limpiamos compulsivamente nuestra casa, compulsivamente lo que sea. Es muy interesante. Lo queramos o no, de alguna manera sentimos que tenemos que hacerlo. Somos como arrastrados hacia ello, ¿no es cierto? O en discusiones: compulsivamente tengo que tener la última palabra. Compulsivamente tengo que decirte lo que pienso, mi opinión. Es compulsión. Eso es karma. Así que es sencillo ver cómo eso puede ser bastante problemático. No estamos usando el darse cuenta que discrimina: cuando tengo ganas de darte mi opinión, ¿realmente digo algo o no? ¿Será de ayuda? ¿Producirá más discusiones? ¿No escucharás lo que digo, de todos modos?  

Y es muy interesante en realidad con todo este Facebook, las redes sociales, Twitter, todas estas cosas, ¿por qué a alguien debería importarle lo que pienso? Entonces analizamos, lo siento, no puedo resistirlo (así que ahora tengo esta obligación de decirte). Es como si, de alguna manera, en el mundo la gente se sintiera tan impotente en términos de lo que está sucediendo, y tan indefensa, que si dice lo que piensa y lo publica en el Internet, eso establece que existe, nos da lo que imaginamos que es la existencia verdadera. Ese es el análisis desde un punto de vista budista. Piensen en ello, es cierto. ¿Y nos hace existir? No, claro que no. ¿Prueba que existimos? No, claro que no. Es como este dicho en alemán (muy bonito): “Si suena mi celular, entonces existo”. Es verdad. “Recibo un cierto número de me gustas y, por lo tanto, existo”.   

El análisis de tomar la decisión de abstenerse del comportamiento destructivo

Ahora nuestro análisis. Para construir incluso la fuerza positiva constructora del samsara, necesitamos darse cuenta que discrimina correcto, darse cuenta que discrimina correcto para elegir abstenernos del comportamiento destructivo cuando tenemos ganas de actuar destructivamente, cuando la sensación surge. Así que necesitamos darse cuenta que discrimina correcto cuando surgen dos sensaciones, dos deseos: del potencial kármico negativo, las ganas de gritarte, y del potencial kármico positivo, la sensación de callarnos y no gritarle a la otra persona. Así que necesitamos el darse cuenta que discrimina correcto para discriminar las ventajas y desventajas entre actuar estas dos sensaciones, lo que tengo ganas de hacer. Ese es el momento crucial.      

Nuevamente tenemos que revisar la definición según Vasubandhu. Él da las definiciones de todas estas cosas. Lo que llamo un deseo (’dod-pa, sct. iccha) (en realidad es la palabra para deseo en tibetano y sánscrito que, en nuestro idioma normal, al menos en inglés y en español, es tener ganas de hacer algo) lo define como equivalente de una intención (’dun-pa), y la intención es el factor mental de hacer algo, o de obtener un objeto o meta, o de hacer algo con ese objeto o meta una vez que lo obtenemos. Entonces, “tengo ganas de ir al refrigerador”. Eso es como una intención. “Realmente me gustaría ir al refrigerador y comer algo”. Así que es una intención. Que actuemos en consecuencia o no, es otra cosa. Eso es lo que madura de las repercusiones kármicas, no del karma en sí, de lo que queda (las tendencias, los hábitos, etc., los potenciales). ¿De acuerdo?           

Pero la oportunidad de siquiera tomar esta decisión solo surgirá si, cuando madura el potencial kármico negativo, también madura un potencial positivo. El potencial negativo madura para gritar, luego, al mismo tiempo, el potencial positivo madura para no gritar. Solo entonces podremos tomar la decisión entre los dos. De lo contrario, solo tenemos ganas de gritar y no hay nada más, nunca se me pasa por la cabeza no gritar, entonces solo gritamos compulsivamente. Solo cuando surgen ambos, podemos tener lo que se llama titubeo indeciso (the-tshoms) entre uno y el otro. Ahí es cuando se toma una decisión. Titubeo indeciso: ¿debería hacer esto, debería hacer aquello? Este es el meollo del asunto en el que interviene la decisión. Toda nuestra discusión sobre el libre albedrío y el determinismo se reduce a este punto crucial.                 

Ahora tenemos que analizar más. ¿Qué hace que madure un potencial kármico? No solo madura de la nada. Nada sucede sin causas y condiciones. Entonces, hay muchas circunstancias y condiciones que harían madurar un potencial negativo y muchas que causarían uno positivo. Entonces, ahora tenemos que evaluarlos.    

Espero que aprecien el método que se está utilizando aquí en términos de cómo se analiza. Tenemos esta enorme cantidad de conocimiento del Dharma que afortunadamente hemos adquirido, y ahora tenemos que tomar todas las piezas y unirlas. Entonces, las personas que han estado yendo a un centro de Dharma durante años y años y dicen: “Oh, ya no quiero venir, he escuchado todo eso antes”, cometen un gran error, se aburren del Dharma. No están llevando el Dharma a donde se supone que debe ir, que es unir todas estas cosas que aprendemos. Cada vez que lo escuchamos, se forman nuevas asociaciones, nuevas vías neuronales para unir las cosas. Trijang Rinpoche lo dijo muy bien: “He leído el Lam-rim chen-mo (este gran texto del lam-rim de Tsongkapa) cientos de veces. Cada vez que lo leo, es como leer un texto diferente”.              

Entonces, para que madure el potencial negativo, ¿cuáles son las circunstancias que incluyen? Tenemos una lista en el lam-rim. No se molesten por las listas. Las listas son importantes porque nos brindan más y más entendimientos, más material con el que trabajar.    

  • Un potencial negativo madurará si tenemos una emoción perturbadora (ira, codicia y demás). La ira está ahí, por lo que el potencial madura para gritarle a alguien. Hay unas ganas de gritarle a alguien porque estás enojado.       
  • También puede surgir de la influencia negativa de otros. Todos los demás están gritando, así que nosotros también gritamos. Si la persona que nos está hablando nos está gritando, le gritamos.    
  • Consideración incorrecta. Una muy importante. Eso sería como pensar que “si te grito, todo mejorará”. Gritarle a alguien: “Deberías amarme. Deberías prestarme más atención”. La otra persona solo quiere huir, se obtiene el efecto contrario Entonces, esa es una consideración incorrecta, considerar el sufrimiento como felicidad, etc.      
  • También podría ser una situación física que puede hacer que madure un potencial negativo. Por ejemplo, me muero de hambre, soy pobre, y por eso tengo ganas de robar algo de comida.    

Hay una lista completa, hay muchas más, pero estas son las más importantes. Alguna combinación de ellas haría madurar el potencial negativo.  

Y el potencial positivo madurará –tener ganas de abstenerse de gritar- también por varios factores:  

  • Un factor mental constructivo. Paciencia: La otra persona nos está gritando, así que tenemos paciencia, tenemos comprensión. Eso causaría que queramos refrenarnos de gritar. Desapego: No estoy tan apegado como para tener que decir lo que pienso.      
  • La influencia positiva de los demás. Nuestro amigo está con nosotros y dice: “Oh, cálmate. No es tan malo”.
  • Inspiración de los budas y de nuestros maestros. 
  • Recordación - eso significa recordar sus enseñanzas - que podría causar que queramos refrenarnos. 
  • Y concentración en ellas. Solo recordarlas y luego olvidarlas no es tan poderoso, tenemos que recordarlas y conservarlas en nuestra memoria.  

Entonces, es necesario que existan muchas circunstancias incluso para encontrar la situación en la que podamos tomar una decisión entre actuar destructivamente o abstenernos, y cada una de estas condiciones surge de otras condiciones. ¿Pueden ver a dónde nos lleva esto? ¿Recuerdan este hermoso término surgimiento dependiente? A esto es a lo que conduce todo esto. Todo lo que está involucrado aquí surge de causas y condiciones, y cada causa y condición surge de otras causas y condiciones. ¿Ven nuestra línea? Cuando hayamos analizado, retrocediendo desde lo que necesitamos para alcanzar la iluminación, que tenemos que tener la bodichita por primera vez, ¿qué necesitamos para eso? etc., etc., retrocediendo más y más. Digieran eso por un momento, mastíquenlo por un momento.       

Para tomar la decisión, deben surgir ambas sensaciones, ambos deseos. No es tan fuerte como un deseo, pero esa es la palabra que se usa. Creo que la palabra Lust en alemán lo cubre. ¿Qué tienes ganas de hacer? Tengo ganas de gritar; no tengo ganas de gritar. Solo si estas dos surgen se puede tomar la decisión entre las dos, y para que cada una de ellas surja tiene que haber circunstancias que lo sustenten. No estamos hablando de una situación más complicada de hacer esto aquello. Estamos hablando de hacerlo o no hacerlo. Antes de que podamos decidir hacer otra cosa, tenemos que decidir no hacer la primera alternativa, que es gritar.         

Pero incluso si las circunstancias están presentes (esto se vuelve aún más terrible), si el potencial kármico positivo es demasiado débil, no dará lugar al deseo de abstenerse de actuar destructivamente. Esta es la situación más habitual. Normalmente nunca se nos ocurriría no gritarle a la otra persona si nos está gritando, ¿cierto? Solo gritamos compulsivamente. Los niños están siendo traviesos, están haciendo un lío, no se van a dormir y yo les grito: “¡Váyanse a dormir!”. Pero incluso si recordamos las enseñanzas: “Está bien, no voy a gritar. Simplemente están cansados. Me calmaré y los llevaré a dormir”, luego tenemos la situación: “Sé que no debería gritar, pero no pude evitarlo”. ¿Están familiarizados con esa situación? Eso es porque la fuerza del potencial kármico es demasiado débil, lo que madura es demasiado débil. Por lo general, ni siquiera tenemos la oportunidad de deliberar: “¿Debo hacer esto, debo hacer aquello?”, e incluso si deliberamos, realmente no ayuda, ¿cierto?    

Entonces, ¿qué necesitamos? Cuando los potenciales negativos maduren y tengamos ganas de gritar, necesitamos que también madure el potencial positivo de refrenarnos, y ese potencial positivo tiene que ser lo suficientemente fuerte como para que pueda dominar la sensación negativa, el deseo negativo. Entonces tendríamos darse cuenta que discrimina correcto para discriminar que es mucho más beneficioso refrenarse que gritar.        

Luego, viene la horrible situación del samsara. Entra aquí porque solo podemos tener potenciales kármicos positivos lo suficientemente fuertes si los hemos construido ya a través de refrenarnos del comportamiento destructivo. Y para eso necesitamos haber tenido antes ese darse cuenta que discrimina correcto lo suficientemente fuerte. Así que es un horrible “círculo vicioso”, como lo llamamos. Dado que ese darse cuenta que discrimina necesario para construir esa fuerza positiva solamente se construye durante un preciado renacimiento humano, y para obtener el preciado renacimiento humano necesitamos fuerza kármica positiva, y siempre estamos debilitando nuestra fuerza positiva a través del enojo y demás, salir del samsara es como tratar de llenar con agua un cubo que tiene un agujero.              

Así es realmente, si lo pensamos. Muchas circunstancias positivas deben coincidir y estas sí tienen principio. Las circunstancias negativas surgen por causas sin principio, y las causas negativas constantemente debilitan o destruyen las causas positivas que hemos construido. Eso describe el samsara con mucha precisión. Tenemos el mecanismo para desarrollar las causas positivas, pero las positivas no están ahí, eso tiene que tener una primera vez. Y las causas negativas siempre han estado ahí, y siempre están debilitando las causas positivas que construimos. Así que es como intentar llenar un balde que tiene un agujero.     

Por qué la iluminación es posible

Entonces preguntamos: Bueno, ¿acaso es posible la iluminación? Y la razón por la que es posible es que el darse cuenta que discrimina incorrecto puede ser perjudicado por el darse cuenta que discrimina correcto. Lo incorrecto puede verse perjudicado por lo correcto. Lo correcto no puede ser dañado por lo incorrecto, pero lo incorrecto puede ser dañado por lo correcto. Mi correcta comprensión de la realidad se sustenta en la lógica, en el razonamiento, en la experiencia, porque produce su efecto. Cuando comprendo la realidad, la vacuidad, etc., puedo eliminar el sufrimiento, mi sufrimiento. Mientras que la confusión, la comprensión incorrecta, no tiene nada que la respalde y cuanto más crea en ella, más sufrimiento produce, y la comprensión correcta de la realidad puede destruir esa confusión. La confusión no puede destruir la comprensión correcta.        

Lo correcto puede destruir la confusión siempre que tengamos el factor mental de la convicción firme (mos-pa), la decisión. Está de nuevo en nuestra lista de cincuenta y un factores mentales; necesitan tenerlos a la mano para trabajar con ellos. Asanga - Abhidharmasamuccaya - da una definición muy hermosa: la convicción firme se enfoca en un hecho que hemos comprobado válidamente que es así y no asá. Su función es hacer que nuestra creencia de que un hecho es cierto sea tan firme que los argumentos u opiniones de los demás no nos disuada.          

Este es un punto muy difícil. ¿Cómo te convences de algo? ¿Qué significa realmente estar convencido? Eso es muy difícil de entender, ¿no es cierto? ¿En qué punto estaría realmente lo suficientemente convencido de tal forma que afecte mi comportamiento, convencido de que si grito solo me va a producir más infelicidad y sufrimiento a largo plazo, en el futuro? Puede que me haga sentir mejor ahora mismo, pero ese no es el efecto a largo plazo. Es muy difícil, ¿no es así?    

Perdiste algo en tu casa, no puedes encontrarlo, tus llaves o lo que sea, y estás buscando y buscando y buscando. ¿Cómo te convences realmente de que “no las dejé en ningún lugar de la casa”? Todos hemos experimentado esto, ya sean las llaves o algo, estoy seguro. No queremos darnos por vencidos: “Tengo que haberlas dejado en alguna parte, no estoy convencido de haberlas perdido”, y revisamos de nuevo y revisamos de nuevo, ¿cierto?

Hay convicción, convicción firme, un factor mental. No es tan fácil. Todos estos factores mentales están en una escala, por así decirlo, más fuertes, más débiles, etc. Entonces, para que el entendimiento correcto domine al incorrecto, realmente tenemos que estar convencidos de ello para no tener más dudas - o pensar “bueno, tal vez sería mejor gritarte”.  

Así que tendremos nuestra pausa para el té. Y lo que tenemos que analizar a continuación es: cuando surgen estas dos sensaciones, gritar o no gritar, y tenemos el titubeo indeciso (es una forma de conocerlas a las dos: ¿hacer esto, hacer aquello?), ¿cómo se toma una decisión? Hay dos formas:     

  • Suposición. “Supongo que esta es la mejor forma de actuar. Realmente no lo entiendo, pero supongo que es así, así que no voy a gritar”.
  • O tenemos una cognición válida. La inferencia: “El Buda es una fuente válida de información. No hay ninguna razón por la que el Buda mentiría sobre esto. Por eso estoy completamente convencido”.   

Porque, quiero decir, no sabemos cuál será el efecto a largo plazo de las cosas. Tenemos una mente limitada, ¿cierto? De modo que existen dos formas de tomar la decisión: suponer que es correcto o estar realmente seguros de que el Buda sabía lo que estaba diciendo. Porque en cualquier caso experimentamos la ocasión de una decisión que surge como hacer una elección: “Yo tomé la decisión”. Así es como lo experimentamos. “He decidido, tomé la decisión”, ¿cierto? Así es como lo experimentamos. ¿Entonces, cómo sucede esto? Eso es lo que analizaremos a continuación. 

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