Detalle sobre la perfección de la generosidad

Veamos las seis actitudes de largo alcance en sí mismas. La primera de ellas es la generosidad.

La definición de generosidad

La generosidad se define como la disposición de dar. Es una actitud, un estado mental. Shantideva escribió:

(V. 9) (Después de todo,) si la perfección de dar fuera que la pobreza de los seres errantes desapareciera por completo; entonces, ¿cómo podrían los Guardianes de antaño haberla perfeccionado, si los seres errantes aún tienen hambre?
(V. 10) Se dice que la perfección de dar es a través de la mente que daría a todos todo lo que es mío, junto con sus resultados; por tanto, es la mente misma.

La generosidad no significa que nosotros mismos tengamos que volvernos pobres, al regalar absolutamente todo lo que tenemos. No estamos hablando de la pobreza como una virtud que se podría tener en otras religiones. Significa la disposición de dar sin dudarlo, sin obstáculos, si es apropiado dar. Tenemos que utilizar la discriminación. No le das un arma a alguien para que salga y dispare: “Oh, estoy siendo generoso. Aquí está el arma". "Aquí hay dinero para comprar un arma". "Aquí hay dinero para comprar drogas".

Incluso si somos extremadamente pobres y no tenemos nada, aún podemos estar dispuestos a dar. De lo contrario, la gente pobre no podría desarrollar la generosidad. Por eso, cuando veamos una hermosa puesta del sol, seamos generosos: “Que todos disfruten de esta hermosa puesta de sol. Que todos disfruten de este hermoso paisaje. Que todos disfruten del hermoso clima". Ser generosos con las cosas que no poseemos, así como con las cosas que nos pertenecen. Y es lo opuesto a la avaricia; la avaricia es: “No quiero compartirlo, nada, con nadie más. Quiero quedármelo para mí. Si le doy a otra persona, no habrá suficiente para mí".

Pero, por supuesto, debemos tener cuidado de no convertirnos en fanáticos. Porque también si trabajamos para ayudar a los demás, necesitamos comer, necesitamos dormir, necesitamos este tipo de cosas. Entonces, estamos hablando aquí más sobre compartir. No podemos darlo todo, hasta el punto de morir de hambre. Obviamente, cuando somos bodisatvas súper, súper avanzados, eso es otra cosa, pero no lo somos. Como bodisatvas súper avanzados podemos sacrificar nuestra vida para ayudar a los demás, pero no en nuestra etapa actual. Podemos aspirar a eso. Pero cuando no estamos listos para ello, generalmente desarrollamos una mente muy negativa al hacerlo, por lo que no es lo más beneficioso. No estamos listos. Como el ejemplo del Buda en una vida anterior que alimentó con su cuerpo a una tigresa hambrienta. No estamos listos para hacer eso.

Pero tenemos que estar dispuestos, a nuestro nivel, para dar, estar dispuestos a dar nuestro cuerpo a los demás. Bueno, eso sería como, por ejemplo, ayudarlos a hacer un trabajo difícil, usar nuestro cuerpo para ayudar a otros, no tener miedo de ensuciarnos las manos, este tipo de cosas. O cuando es peligroso salvar a alguien, hacerlo de verdad. Y, por supuesto, dar nuestras posesiones si son necesarias y pueden ser útiles para alguien, y también compartir lo que se llama las raíces de virtud (dge-ba'i rtsa-ba), que básicamente significa los potenciales positivos de la fuerza positiva que hemos acumulado. En otras palabras, solo un ejemplo... Bueno, permítanme usar un ejemplo de mi propia vida: si como resultado de la fuerza positiva de vidas anteriores, he hecho tantas conexiones en todo el mundo y con los grandes maestros de Dharma y grandes maestros en la India y demás: compartir eso con otras personas, no solo guardármelo para mí. Si hay alguien apropiado, hacer la presentación, usar el potencial que he acumulado para poder beneficiar a otros, no solo guardármelo para mí. "Que todo el arduo trabajo que he puesto en mi educación y mis estudios en la India, que otras personas se beneficien de eso". De eso es de lo que estamos hablando. Abrir las puertas para los demás.

La generosidad de dar ayuda material

Hay tres o cuatro tipos diferentes de generosidad. Tenemos ante todo la generosidad de brindar ayuda material. Entonces esto significa dar posesiones, cosas que tenemos, ya sea comida, ropa, dinero, lo que sea que tengamos. Pero de nuevo, quiero decir, llegaremos a esto: dar cuando sea apropiado. Y también podemos dar cosas que no nos pertenecen, que son públicas, por así decirlo. No significa que salgamos a robar. Estamos hablando de dar cosas públicas, como limpiar el medio ambiente para que otras personas puedan disfrutarlo. Eso es un regalo para los demás. Y como estaba mencionando: "Que todos puedan disfrutar del clima, del hermoso clima", etc.

Y no deberíamos pensar solo en términos de cosas físicas reales; nosotros también (como dije en términos de dar nuestro cuerpo) damos nuestro trabajo, damos nuestro tiempo, damos nuestro interés, este tipo de cosas, damos algo de energía, algo de ánimo, todo este tipo de cosas. Eso es ser generosos.

También está dar nuestra familia a los demás. ¿Qué significa eso? Invitarlos a pasar la Navidad en nuestra casa para que disfruten del calor familiar, este tipo de cosas. Es muy bonito. Cuando hay un extraño o extranjero en nuestra ciudad que podría estar muy solo durante las vacaciones y extrañar a su familia, podemos compartir nuestra familia con ellos.

La generosidad de dar el Dharma

Luego, el segundo es dar el Dharma, la generosidad de dar el Dharma. Eso no se refiere solo a enseñar, traducir o transcribir enseñanzas, o hacer que los libros estén disponibles, o hacer estupas y todo eso. Ese es uno de sus aspectos. Hacer centros de Dharma, este tipo de cosas, trabajar en ellos. También implica responder a las preguntas de la gente, darles información cuando la necesitan, todo tipo de cosas como esta.

Y también lo que tenemos de la tradición Sakya, que se llama las ofrendas de samadhi (o concentración), y esto se refiere a ofrecer o dar a otros todos los aspectos diferentes de nuestra práctica, nuestra práctica del Dharma. Entonces, todo lo que hemos leído o estudiado, se lo ofrecemos a los demás, lo usamos para ayudar a otros. Y todo el conocimiento que hemos adquirido, lo ofrecemos, lo usamos. Y la convicción en el Dharma y todo este tipo de cosas. Usamos nuestra concentración. Hay una lista completa de ellos. Estos entrarían en esta categoría de la generosidad de dar el Dharma, dar nuestra práctica.  

La generosidad de dar protección contra el miedo

Luego, el tercer tipo es la generosidad de dar protección contra el miedo. Esto puede referirse, por supuesto, a salvar la vida de otros, animales que están a punto de ser sacrificados o que están encerrados en jaulas - ya sea pájaros o humanos o lo que sea - y salvar a las moscas que se ahogan en la piscina, este tipo de cosas. Y salvar a los animales y demás de ... no tiene por qué ser específicamente de la muerte, ser sacrificados, sino protegerlos del frío o del calor severo. Si hay un escarabajo en nuestra casa, no lo tiramos por la ventana, cinco pisos más abajo, porque: "Bueno, no le hace daño si aterriza así". Si no lo queremos en nuestra casa, lo llevamos afuera; no nos limitamos a tirarlo por la ventana o tirarlo por el inodoro, deseándole buena suerte.

También incluiríamos aquí consolar a otros cuando están muy asustados, ya sean nuestros hijos, ya sea que alguien esté siendo cazado o un animal esté siendo cazado. Tratar de protegerlo. Una mosca está atrapada en una telaraña; si vemos eso, intentamos sacarla. Eso es difícil, porque entonces podríamos decir: "¿No estamos siendo crueles con la araña?". Pero dudo que vayamos a quedarnos allí las 24 horas del día mirando a la araña para que no coma nada. Entonces, cuando tenemos la oportunidad de salvar a estas criaturas, eso es bueno. No tenemos que ser el policía de la araña. Si el gato está torturando al ratón que encontró, se lo quitamos y lo salvamos.

Esto implica un tema muy difícil, que es el de la eutanasia, particularmente con los animales. El gato o el perro está sufriendo mucho y ¿lo dormimos o no? O se lo damos a otra persona para que lo haga: normalmente no lo dormimos nosotros mismos. Ese no es un tema fácil de ninguna manera. Desde un punto de vista, si el animal -o un ser humano, para el caso- si interrumpimos el proceso natural de la muerte y de experimentar el sufrimiento y demás, interrumpimos la maduración de cierto karma negativo en el sufrimiento. Y si hemos interrumpido eso, bueno, ese ser todavía tendrá que experimentar ese tipo de sufrimiento en alguna vida futura. Entonces, desde un punto de vista, eso no es tan sabio. Pero desde otro punto de vista, si de alguna manera podemos disminuir el dolor que tiene, darle a alguien analgésicos para el cáncer y cosas así, entonces eso parece más apropiado. Pero es un tema muy, muy difícil.

Porque también Su Santidad, en respuesta a cosas como esta... Porque llegamos a estos problemas de alguien que se mantiene vivo gracias a las máquinas; la persona está básicamente muerta. O algo increíble: gastar un millón de dólares para salvar a un bebé prematuro. Su Santidad dice que, nuevamente, si hay recursos ilimitados, eso es una cosa; pero si hay recursos limitados, entonces no se gasta un millón de dólares para mantener vivo a alguien que básicamente tiene muerte cerebral, cuando no se tiene suficiente dinero para tratar a las personas que podrían recuperarse. Depende mucho de las circunstancias. Los mismos problemas con el aborto y demás.

Porque tenemos que evitar el extremo absurdo aquí. Si lo llevamos al extremo de: "Bueno, el animal tiene que experimentar su sufrimiento para quemar el karma negativo que está madurando", llevamos eso a su conclusión absurda, al extremo, eso significaría que nunca le daríamos medicina a nadie: "Bueno, tienen que vivir las consecuencias de sufrimiento del karma negativo de estar enfermos". Y entonces, obviamente, ese no es el significado en absoluto, porque también damos medicamentos y también tratamos de ayudar a otros a mejorar, y si tienen el karma para superar la enfermedad, entonces dándoles el medicamento y demás, lo superarán. Por supuesto que hacemos eso.

Pero en el caso de alguien con muerte cerebral, cuando no hay absolutamente nada que hacer, cuando no hay posibilidad de que mejore, esa es una situación diferente. Ahora, en términos del aborto: si, por alguna razón, alguien realmente tiene un aborto, entonces lo que puede ser muy útil es algo que hace una sacerdotisa Zen japonesa en Estados Unidos. No estoy muy seguro de dónde sacó esto, si se hacía tradicionalmente en Japón o no, pero lo que hace, que ha sido de gran ayuda, es que anima a los padres (o solo a la mujer si el padre no está presente) a darle un nombre al feto que fue abortado, que era un ser vivo -reconocer eso- con un nombre, y tener un ritual y un funeral en honor a esta persona que por alguna razón no se desarrolló; arrepentirse y hacer muchas, muchas oraciones para que tenga un maravilloso renacimiento en una situación que será muy propicia. Y así, de esta manera, desarrollar una actitud muy positiva hacia el feto que fue abortado. Y esto parece ser extremadamente útil, particularmente para las mujeres involucradas -los hombres también, pero particularmente las mujeres- ya que tener un aborto más adelante puede conducir a muchos problemas emocionales y culpa.

La generosidad de dar nuestra ecuanimidad a los demás

En el tantra, la generosidad de brindar protección contra el miedo tiene una interpretación adicional, que se refiere a brindar nuestra ecuanimidad a los demás. En otras palabras: los demás no tienen nada que temer de nosotros, porque no vamos a aferrarnos a ellos con apego, ni a rechazarlos con rabia y hostilidad, ni a ignorarlos con ingenuidad, sino que estaremos abiertos a todos. Así que no tienen nada que temer de nosotros, que nos aferraremos a ellos, que los rechazaremos o los ignoraremos. Maravilloso. Gran regalo.

La generosidad de dar amor

Y el tantra también habla de un cuarto tipo de generosidad, que es el dar amor. Y dar amor no es abrazar a todos, sino que se refiere a dar a todos nuestro deseo de que sean felices, la definición del amor, el deseo de que sean felices y tengan las causas de la felicidad.

Cómo dar adecuadamente

Con la práctica de cada una de estas actitudes de largo alcance, intentamos incorporar la práctica de todas ellas. Entonces, al practicar la generosidad:

  • La disciplina ética de la generosidad es deshacernos de todos los motivos ocultos incorrectos o impropios.
  • Con paciencia, no nos importan las dificultades que se presenten; podemos tolerar las dificultades.
  • Y disfrutar de dar, no por deber o por obligación. Esa es la práctica de la perseverancia gozosa al dar, con generosidad.
  • La estabilidad mental consiste en concentrarse en la dedicación de la fuerza positiva que se acumula al dar.
  • Y con el darse cuenta que discrimina nos damos cuenta de que el dador (que somos nosotros mismos), el receptor (la persona que recibe lo que damos) y el objeto que se da en el acto de dar, todos ellos carecen de una existencia inherente verdadera desde su propio lado; todos dependen unos de otros. No puede haber un dador sin alguien que reciba.

Hay muchas situaciones en las que la práctica de dar algo no se hace correcta o apropiadamente. Así que debemos evitarlas. La primera sería dar con la esperanza de que otros se impresionen con nosotros, o que piensen que somos tan piadosos y religiosos, que somos maravillosos. Cuando damos, es impropio esperar algo a cambio, ni siquiera un agradecimiento, y mucho menos esperar un gran éxito en mejorar la situación de la otra persona. Si su situación mejora o no se debe realmente a su propio karma. Podemos ayudar, pero no debemos esperar el éxito, y mucho menos un agradecimiento.

Recuerdo que una vez en Dharamsala, en la India, durante la temporada de lluvias, había un ratón que se estaba ahogando en un desagüe, lo saqué y lo puse en el suelo para que se secara. Y mientras estaba allí, secándose, un gran halcón bajó y se lo llevó. Entonces, todo depende del karma del individuo, incluso si tratamos de ayudarlo. Podemos darle a alguien todas las oportunidades y ayudarlo a intentar tener éxito, pero de todos modos pueden ser terribles fracasos. Yo tuve esa experiencia. Y es importante nunca regodearse con la otra persona y recordarle más tarde todo lo que hemos hecho por ella, todo lo que le hemos dado, o esperar que haga algo a cambio.

Y también es una motivación inapropiada dar por obligación, sentir que, dado que alguien más ha hecho una donación, tenemos que hacer lo mismo, o incluso superar a la persona y dar más o hacer más. Ceder por culpa, por competencia o por ese tipo de cosas.

Por lo tanto, nuestro único pensamiento debe ser beneficiar al destinatario, tanto temporalmente como de forma última. Y tratamos de hacer nuestro mejor esfuerzo; tenga éxito o no, al menos lo intentamos.

Y es importante no pensar simplemente en un nivel abstracto: "Sí, quiero ayudar a todos los seres sensibles", pero no ayudamos a lavar los platos. También es importante no menospreciar a las personas a las que les damos algo, sintiendo que les estamos haciendo un gran favor. Nos están haciendo un favor al aceptar y permitirnos construir la fuerza positiva que nos llevará a la iluminación y nos permitirá ayudar a los demás. Entonces nos están haciendo el gran favor de aceptar.

También es muy importante cuando otras personas hacen algo por nosotros. Mucha gente es muy orgullosa y no quiere aceptar ninguna ayuda o no quiere aceptar una invitación ni nada de eso, por ejemplo, cuando alguien se ofrece a pagar algo por nosotros. Los estamos privando de construir alguna fuerza positiva. Eso está en los votos del bodisatva, por cierto, aceptar invitaciones, aceptar cuando la gente se ofrece a ayudarnos, a menos que, por supuesto, sea perjudicial para ellos.

Recuerdo a Serkong Rinpoche una vez, cuando viajaba con él por Italia, alguien fue a su habitación y le hizo algunas preguntas; cuando la persona se fue, dejó un sobre con una ofrenda sobre la mesa que estaba cerca de la puerta. Y luego me dijo: “Esa es la forma correcta de dar. No como las personas que hacen un gran espectáculo de entregárselo personalmente al lama para que el lama sepa quién lo dio y realmente lo aprecie y piense mejor de la persona". Es mejor hacerlo en silencio, de forma anónima, sin hacer un gran espectáculo, y hacerlo con alegría, de manera agradable y respetuosa.

Además, no hacer esperar a la otra persona. “Te lo daré, pero más tarde. Te ayudaré, pero mañana”, y luego hacerla esperar y esperar y esperar. Es lo mismo. Solía decir que realmente le parecía muy desconsiderado cuando... Él era uno de los maestros de Su Santidad el Dalái Lama y mucha gente solía acudir a verlo; esperaban afuera de la habitación. Y solía decir que era ridículo que esperaran hasta estar directamente frente a él para hacer una elaborada postración. Decía: “Todo lo que están haciendo es hacerme perder mi tiempo. La forma correcta es... no tengo que verlos postrados; no es para mi beneficio que estén ofreciendo una postración. Todos deberían postrarse antes de entrar en la habitación, así que simplemente vienen y hacen directamente lo que quieran". Quiero decir, normalmente los tibetanos dan katas (bufandas ceremoniales) o algo así, pero no hacemos un espectáculo. No estamos tratando de impresionar a la otra persona dándole algo, ni siquiera una muestra de respeto, como postrarse. Eso es importante cuando los lamas vienen de visita. Las postraciones son para nuestro beneficio, no son para beneficio del maestro.  

Además, cualquier cosa que decidamos dar, es importante que la demos nosotros mismos, personalmente. Atisha tenía un asistente, y el asistente quería hacer todas las ofrendas por el maestro, llenar los tazones de agua y hacer todo eso, y el maestro dijo: “Es muy importante que lo haga yo mismo. ¿Vas a comer por mí también?”. Así que tenemos que hacerlo ... si vamos a dar, si es posible, darlo nosotros mismos, personalmente. Y no cambiar de opinión ni arrepentirse. Una vez que hemos tomado la decisión de dar algo, es importante no cambiar de opinión o sentir arrepentimiento o recuperar algo. O insistir en que, cuando hemos dado algo, lo usen de la manera en que queremos que lo usen, especialmente cuando damos dinero a alguien y luego insistimos en que lo use de esta o aquella manera. O cuando damos algo, como una foto o una pintura, y luego la persona no lo cuelga en la pared, nos sentimos muy heridos. Una vez que hemos regalado algo, es de ellos; no es nuestro.

Recuerdo que una vez en Dharamsala había un monasterio en donde la calidad de la comida era muy mala y los monjes no estaban muy bien. Y así, entre nosotros, los occidentales, juntamos algo de dinero y se los dimos para comprar mejor comida, para que se alimentaran mejor. Y, por supuesto, una vez que les dimos el dinero, lo usaron para comprar más ladrillos y construir un templo mejor y más grande. Esto realmente molestó a muchos occidentales que comenzaron a hacer una gran escena al respecto: "Tienen que comprar mejor comida" y cosas así. Bueno, la solución fue: si queremos que coman mejor, compramos la comida y se las damos. Si les damos la comida, entonces tienen que comerla. No solo les damos el dinero. Entonces tenemos que ser un poco astutos al respecto. Y también comprarles lo que les gusta comer, y para los tibetanos eso significa carne, aunque algunos occidentales puedan pensar que no es muy agradable. Pero comprarles soja o tofu o algo así, que nunca van a comer y no les gusta, eso no es correcto, no es apropiado.

Cuando visitaba a Serkong Rinpoche siempre solía llevar algo, lo veía casi todos los días, pero siempre solía llevar algo. Y después de un rato me regañó y dijo: “¿Por qué me traes todos estos katas e incienso? No necesito esta basura". Lo llamó basura. "Es terrible. Todo el mundo trae toda esta basura. ¿Qué voy a hacer con mil katas, estas bufandas? Y él dijo: "Si me vas a traer algo, tráeme algo que me guste y que pueda usar". Entonces supe que le gustaban los plátanos, así que le llevaba un plátano. Si queremos hacer una ofrenda, llevemos algo que le guste a la persona.  

También es importante llevar cosas de buena calidad, y no algo que: "Bueno, esto no me gusta, así que tú tómalo". Aunque a veces tenemos que ser hábiles con personas que no quieren aceptar nada y decimos: “Alguien me dio esto y no lo voy a usar nunca. Por favor, no quiero tirarlo. Si lo deseas... ". Por lo tanto, debemos usar medios hábiles en términos de darle cosas a alguien. Pero créanme, estos lamas tienen suficiente incienso; no necesitan doscientas cajas de incienso.

También hay ciertas cosas que es inapropiado regalar. Como si alguien está siguiendo una determinada dieta, un régimen alimenticio, no le damos la comida que no considera apropiado comer. No le das una hamburguesa a un vegetariano; y si alguien está a dieta, no le llevas pastel.

Y si alguien desea debatir con nosotros motivado por la ira, el apego o el orgullo, o simplemente por curiosidad ociosa, no es apropiado debatir o darles el texto budista, etc. Solo enseñamos y discutimos el Dharma con personas receptivas. Si no son receptivos y solo quieren discutir con nosotros y tratar de menospreciarnos, es inapropiado enseñarles o discutir con ellos. Es una pérdida de tiempo y lo único que hace es contribuir a su estado mental negativo, a su hostilidad. Enseñamos a los que tienen la mente abierta, a los que quieren aprender.

Y también, si enseñamos, es importante enseñar al nivel de la otra persona; no volcamos todo el océano de nuestro aprendizaje y conocimiento sobre ella solo para demostrar lo inteligentes que somos. Por lo tanto, es importante no dar enseñanzas demasiado avanzadas, aunque a veces es útil dar enseñanzas un poco más avanzadas de las que la gente tiene, en el sentido de inspirarlos a trabajar más duro, tratar de hacerlas un poco más accesibles. Y también si la gente es un poco arrogante. A veces, Su Santidad el Dalái Lama enseña de una manera muy complicada a profesores universitarios, etc., para demostrar cuán sofisticadas son las enseñanzas budistas, porque piensan: "Oh, esto es primitivo" o algo así.

También recuerdo una vez que fui con Serkong Rinpoche a un centro occidental, y la gente quería que Rinpoche enseñara el capítulo sobre la vacuidad del texto de Shantideva en dos días. Y esto es absolutamente absurdo; es algo que realmente lleva alrededor de un año analizar a fondo. Rinpoche enseñó durante una parte del tiempo, al principio, a un nivel tan avanzado que nadie podía entender lo que estaba diciendo, solo para señalar lo arrogantes que eran al pensar que esto era algo tan simple que en dos días podían concluir. No pidieron una introducción o una descripción general: "Enséñanos el capítulo".

Entonces, a veces es necesario, para poder enseñar a la gente algún tipo de lección, enseñar de una manera más avanzada. Pero en general, a menos que queramos inspirarlos o algo así, es importante enseñar a un nivel en el que otras personas puedan entender. Pero en una gran multitud, especialmente... quiero decir, cuando Su Santidad el Dalái Lama enseña, enseña un poco para cada nivel de las personas que están allí. Y lo que es más importante... La mayoría de las veces, enseña a un nivel muy avanzado. Bueno, está enseñando a un nivel muy avanzado porque en realidad está enseñando a los grandes lamas, gueshes y khenpos que están allí. Porque él es el único que está más avanzado que todos, que puede enseñarles, y luego ellos pueden enseñar y explicar a sus alumnos. Entonces no se enseña al mínimo común denominador, porque otros pueden enseñarles. En ese tipo de situación, enseñas al más alto nivel, para que baje a través de los diferentes rangos, por así decirlo.

Esta historia de Serkong Rinpoche, explicó en un nivel tan avanzado y complicado, solo las primeras palabras del capítulo (no todo), solo para mostrar cuán complicada era cada palabra.

También, obviamente, es inapropiado dar a la gente veneno y armas, y este tipo de cosas que puedan usar para lastimarse a sí mismos o lastimar a otros. También es importante dar cosas solo a otras personas que las necesiten. Si alguien no las necesita y solo las quiere por codicia y apego, como nuestros hijos que quieren chocolate todo el día, no es apropiado dárselos. Y no ven televisión todo el día. Entonces, necesitamos tener este darse cuenta que discrimina: qué es apropiado, qué es inapropiado, cuándo no es apropiado dar, cuándo es apropiado, a quién es apropiado dárselo, etc. No practicar lo que ... Trungpa Rinpoche acuñó esta maravillosa palabra compasión idiota: no piensas “¡Aaah! Tengo que ayudar a todos a hacer todo” cuando a veces es bastante inapropiado o estúpido.  

Top