Entrenamiento mental para niveles intermedio y avanzado del Lam-rim

Versos 8 al 37

Reafirmar nuestra motivación y repaso

Miren a todas las personas que los rodean, sean cercanos o distantes, ricos o pobres, todos somos iguales en que deseamos felicidad y no sufrimiento. La mejor forma de lograrlo es la práctica del Dharma. Tenemos cuerpos humanos totalmente dotados, nos hemos encontrado con las enseñanzas completas de la disciplina ética, del mahayana y del tantra, y también hemos conocido gurús bien cualificados. Por lo tanto, necesitamos asentar una motivación completamente mahayana para eliminar todas nuestras emociones y actitudes perturbadoras, lograr todas las buenas cualidades y alcanzar la iluminación.

El punto básico es desarrollar un corazón cálido y amable. Esta es la raíz de toda la felicidad para nosotros y para los demás, tanto superficialmente como de forma última. Es la raíz de la determinación de la bodichita, que nos trae la iluminación y, por lo tanto, la habilidad de hacer felices a todos. Así, necesitamos desarrollar un corazón amable tanto como podamos.

No sólo digan palabras como: “Que pueda desarrollar un corazón amable”. Lo que necesitamos hacer de hecho es entrenarnos y practicar las etapas para lograrlo. Necesitamos conocer los métodos y después ponerlos en práctica. Todas las enseñanzas del Dharma se encuentran en los cien volúmenes de las palabras Kangyur del Buda y los doscientos volúmenes de los comentarios Tengyur realizados por los maestros indios. Atisha fue el principal lama que trajo completo el lam rim de etapas graduales para entrenar la mente y limpiar nuestras actitudes. Su texto Lámpara en el camino a la iluminación (sct. Lam-sgron, sct. Bodhipathapradita) es el texto raíz de este texto, 37 prácticas del bodisatva. Como Las treinta y siete es un texto corto y fácil de entender, necesitamos tratar de memorizarlo y después recitarlo con frecuencia, pensando en su significado, y ponerlo en práctica.

Ahora escuchen la continuación de las enseñanzas de este texto. Primero tenemos que reconocer nuestro preciado cuerpo humano y pensar en aprovecharlo. Como es inevitable que moriremos y lo perderemos, necesitamos dar la espalda a nuestra obsesión por esta vida y, con el tiempo, dar la espalda también a nuestra obsesión por las vidas futuras.

Para hacerlo primero necesitamos pensar en la muerte y la impermanencia y en que cuando muramos podemos renacer en uno de los tres peores estados de renacimiento. No podemos ver a los seres atrapados de los reinos sin gozo (los infiernos) o a los fantasmas aferrados (espíritus hambrientos), pero conocemos a los animales y sus sufrimientos. Vemos cómo son abusados, golpeados, explotados para trabajar, usados cruelmente en experimentos médicos, sacrificados por su carne y demás. En el budismo necesitamos desarrollar bondad hacia ellos. En algunas otras religiones, sienten que matar animales no es muy distinto de talar un árbol o recoger vegetales. Pero en el budismo es diferente; de hecho, vemos y tomamos seriamente los sufrimientos de los animales, y consideramos cómo es que fácilmente podríamos renacer como uno de ellos.

La persona que enseña el camino de cómo evitar renacer como un animal es el Buda completamente iluminado. Él enseñó el camino de la causa y efecto conductual, de cuáles acciones deben ser abandonadas y cuáles deben ser adoptadas. Necesitamos tratar de aprender tanto como podamos de las enseñanzas perfectas del Buda, dado que no tienen ninguna falla y ofrecen una dirección totalmente segura en la vida. Como decíamos ayer, el Buda, el Dharma y la Sangha son las Tres Joyas de dirección segura. Únicamente estas tres ofrecen una dirección en la vida segura, protegida, estable y que nunca falla. Aunque no hay error en acudir a los dioses mundanos para que nos ayuden como amigos, es inadecuado buscar refugio último en ellos.

Miren a los monjes de los monasterios de Tailandia y Birmania, son realmente excelentes. En sus templos, sólo tienen representaciones del Buda Shakyamuni y de nadie más. En los templos tibetanos podemos tener una imagen del Buda Shakyamuni pero también hay imágenes de diversos protectores de aspecto exótico y demás. En Japón, hay imágenes sólo de los maestros principales y casi ninguna representación del Buda Shakyamuni. Por supuesto, está el hecho de que el Buda es inseparable de los gurús y aparece en muchas formas, pero eso es algo diferente. El punto es que la principal persona en quien debemos buscar inspiración e influencia iluminadora es en el Buda Shakyamuni. Con frecuencia las personas nos critican y dicen que nosotros los tibetanos nos olvidamos del Buda y sólo tocamos tambores frente a imágenes de los protectores; hay mucho peligro en esto, así que sean cuidadosos. Pero ya es suficiente sobre este punto.

Con respecto a la Joya de la Sangha, la práctica en Tailandia y Birmania también es excelente. Los monjes son tratados con gran respeto, son apoyados por los laicos y les son otorgadas dádivas, esto es excelente. Con frecuencia, las personas sienten que sólo existen dos Joyas de dirección segura: el Buda y el Dharma, y que la Sangha es innecesaria, piensan que podemos olvidarnos de ella. No hay necesidad de que todos sean monjes y monjas, pero necesitamos revisar nuestros propias disposiciones, y si se ajusta a nosotros, lo mejor es ser monástico. Pero al menos es importante nunca criticar a los monjes y a las monjas. Necesitamos examinarnos y criticarnos sólo a nosotros mismos. La Sangha es muy importante para poner el ejemplo y para simbolizar las enseñanzas del Buda. Necesitamos ser muy cuidados acerca de nuestro propio karma y acerca de lo que decimos y hacemos.

Refrenarnos de la conducta destructiva

(8) La práctica de un bodisatva es nunca cometer ninguna acción negativa, aun al costo de nuestras vidas, porque el Sabio Capaz ha declarado que los sufrimientos extremadamente difíciles de soportar de los peores estados de renacimiento son el resultado de acciones negativas.

En lenguaje sencillo, si hacemos el bien, recibimos bien, y si hacemos mal, recibimos mal, es muy simple. El efecto sigue en la misma categoría que la causa. Nunca falla y, además, de causas pequeñas podemos experimentar amplios resultados.

De igual forma ocurre en los países: cualesquiera condiciones horribles que sucedan provienen de fuerzas negativas acumuladas por acciones destructivas del pasado. En el Tíbet, por ejemplo, algunas veces tenemos sequía, nuestros cultivos se pierden; algunas veces hay guerras, invasiones, etc. Y todo ello es debido a nuestras acciones destructivas pasadas y a nuestra falta de fuerza positiva. Si no tenemos ninguna fuerza positiva acumulada por nuestras acciones pasadas, entonces, sin importar lo que hagamos, no producirán buenas condiciones. Por lo tanto, necesitamos siempre desear la felicidad de los demás. Como, por ejemplo, con respecto a los chinos, sólo podemos desearles el bien. No debemos desear que les sucedan cosas malas. Lo que ellos experimenten será resultado de sus propias acciones.

La conducta destructiva proviene de nuestras emociones y actitudes perturbadoras y, al actuar de este modo, desarrollamos fuerza negativa que sólo nos trae sufrimiento. Las acciones destructivas pueden ser de cuerpo, palabra o mente. Un ejemplo de una acción del cuerpo podría ser matar, que es tomar la vida de cualquier ser, desde un insecto hasta un humano. Matar es muy negativo, así que necesitamos refrenarnos tanto como podamos.

Todos los seres tienen el mismo derecho a la vida y valoran su vida tanto como nosotros. Si nos pinchamos un dedo con un clavo decimos: “Ouch, me duele”. Todos sienten exactamente lo mismo, todos los seres. Es especialmente terrible sacrificar animales, es una práctica que aún se lleva a cabo en algunos lugares. Anteriormente lo hicieron en Kinnaur, Spiti, y en algunos lugares de Nepal, e incluso en algunos distritos del Tíbet. Superficialmente, las personas ahí toman refugio en mí, el Dalái Lama, y después sacrifican animales; eso es muy malo. Jamás será adecuado decir el mantra de la compasión “Om mani padme hum” y aún así llevar a cabo sacrificios.

La siguiente es robar, lo cual también es muy negativo. La conducta sexual inapropiada es tener relaciones son la pareja de otra persona, o con alguien que tiene una relación con alguien más, y no ver nada de malo en ello. Cuando revisamos la literatura histórica, la mayoría de las diversas discordias y peleas en las familias reales ha sido resultado de conductas sexuales erróneas. Es muy destructivo.

Después está mentir, lo cual también es muy negativo. Por supuesto, mentir para proteger la vida de alguien es otra cosa, pero necesitamos ser siempre honestos. Mentir sólo nos trae infelicidad: tememos que alguien vaya a descubrirnos, lo cual siempre produce una mente muy intranquila, ¿no es así?

La siguiente es el lenguaje divisorio, que causa que los demás se enemisten y se alejen. Escuchamos cosas malas acerca de alguien y después lo divulgamos; eso es muy destructivo. Necesitamos tratar de unir a las personas. Cuando las personas viven y trabajan juntas, su armonía está basada en la confianza y seguridad mutuas. Los chinos, por ejemplo, hablan de todos como si fueran camaradas, pero esto es sólo en la mesa de discusión; afuera, ni siquiera se compartirán una barra de jabón. Esto es debido a que no tienen confianza, no confían los unos en los otros, y esto proviene de causar división en los demás. Por lo tanto, nunca usen un lenguaje divisorio.

La siguiente es el lenguaje abusivo, llamar a otras personas de formas ofensivas, como “ pordiosero” y demás. Hiere sus sentimientos, no produce felicidad en absoluto. El chisme es parlotear, estar siempre diciendo cosas sin importancia; es una completa pérdida de tiempo.

Después está el pensamiento codicioso. Alguien más tiene algo lindo, que nos gustaría tener, y caminamos por ahí dirigiendo toda nuestra atención en el objeto y sólo deseando tenerlo. Si no tenemos cuidado ¡nos estamparemos con una pared!

La siguiente es pensar maliciosamente, lo cual también es muy negativo, sólo nos hace infelices. Con frecuencia no lastima a la otra persona, sino solamente a nosotros mismos. Es muy autodestructivo tener rencores y desearles el mal a otros. Nunca podemos resolver problemas albergando resentimientos. Los problemas sólo pueden resolverse a través de la compasión, el amor y la paciencia; así que nunca alberguen mala voluntad. La última es el pensamiento antagonista distorsionado: negar lo que existe o lo que es verdadero, o inventar algo que no existe o que no es verdadero.

Estas diez, desde tomar la vida hasta el pensamiento antagonista distorsionado, son las diez acciones destructivas. Necesitamos darnos cuenta de sus desventajas y refrenarnos de cometerlas. La práctica propiamente dicha es, tras haber visto sus inconvenientes, refrenarnos de matar, mentir y demás, con esfuerzo consciente y perseverancia gozosa. Aun si no podemos refrenarnos completamente, necesitamos tratar de disminuirlas tanto como podamos. Esto es lo que resulta de tomar dirección segura.

Ahora siguen las enseñanzas de cuando tenemos un nivel de motivación intermedio o mediano.

Trabajar por la liberación

(9) La práctica de un bodisatva es tomar interés entusiasta en el estado supremo de liberación nunca cambiante, dado que los placeres de los tres planos de la existencia compulsiva son fenómenos que perecen en un mero instante, como rocío en la punta de la hierba.

Sin importar en dónde nazcamos de los tres reinos de la existencia compulsiva, es sólo como estar en diferentes pisos de un edificio en llamas. En todos lados hay sufrimiento, así que necesitamos, por todos los medios, alcanzar la liberación de él. El samsara, la existencia incontrolablemente recurrente, se refiere a los agregados sufrientes, mezclados con confusión, que recibimos del karma y las emociones y actitudes perturbadoras. Necesitamos pensar acerca de esto. Aunque tengamos un precioso renacimiento humano, si estamos bajo el poder del karma y las emociones perturbadoras y no tenemos independencia alguna, sólo podemos crear más sufrimiento. Por lo tanto, necesitamos tratar de liberarnos de estos síndromes repetitivos. Cualesquiera sean los placeres mundanos que tengamos, no existen de forma última. Sólo son superficiales y únicamente temporales. Podemos caer en un peor renacimiento en cualquier momento.

Si nuestro sufrimiento proviene de nuestras propias facultades físicas y mentales agregadas, las cuales están bajo el poder del karma y las emociones perturbadoras, entonces, ¿a dónde podríamos huir de nuestros agregados que están manchados de confusión? Piensen acerca de ello. Si nuestros propios agregados son de la naturaleza del sufrimiento ¿cómo podemos escapar de ellos?

La fuente del sufrimiento son nuestras emociones y actitudes perturbadoras, dentro de las cuales, las principales son el apego y la aversión. Estas dos provienen de la falta de darse cuenta (ignorancia), la falta de darse cuenta de aferrarse a la existencia inherente, la cual es una visión distorsionada. Por otro lado, al cultivar su oponente, a saber, la visión opuesta: que la existencia inherente no existe en absoluto, y al acostumbrarnos a ella, entonces, mientras más nos familiaricemos con la visión correcta, menor será nuestra falta de darnos cuenta.

Las manchas de la falta de darse cuenta en la mente son pasajeras, pueden ser removidas. La falta de darse cuenta de aferrarse a la existencia inherente y el entendimiento de la falta de existencia inherente están dirigidos hacia el mismo objeto. Así, cuando tenemos una no podemos tener simultáneamente la otra. Es así como el darse cuenta que discrimina o sabiduría de la vacuidad actúa como el oponente de la falta de darse cuenta. Con este darse cuenta que discrimina, nos liberamos del apego y la aversión y, por lo tanto, obtenemos la liberación del sufrimiento.

Algunas personas dicen que el apego y la aversión u hostilidad son naturales, partes de la naturaleza de la mente. Dicen que si una persona no tiene esos sentimientos es casi como si él o ella no estuvieran vivos. Pero si fueran partes de la naturaleza de la mente, entonces, así como cuando aceptamos que la naturaleza de la mente es mera claridad y darse cuenta, estos sentimientos de apego y hostilidad necesitarían estar presentes todo el tiempo. Pero vemos que el enojo puede ser apaciguado, no dura para siempre. Por lo tanto, es una visión errónea sentir que son partes naturales de la vida y que la naturaleza de la mente es tener apego y aversión.

Así, necesitamos el darse cuenta que discrimina para ver las dos verdades: desde el punto de vista más profundo, todo está vacío de existencia inherente, pero convencionalmente el surgimiento dependiente nunca es falso. Este es el entrenamiento en el darse cuenta que discrimina superior, y para alcanzarlo, necesitamos el entrenamiento en la concentración superior como su base, con el fin de no tener ninguna divagación mental y demás. Para ello, necesitamos el entrenamiento en la autodisciplina ética superior, ya sea como un monástico o como un laico. Por ejemplo, existen los votos para laicos, los cinco votos laicos, y es importante al menos mantener éstos. Por consiguiente, necesitamos la práctica del triple entrenamiento superior.

A continuación están las enseñanzas para cuando tenemos un nivel avanzado de motivación.

Desarrollar el anhelo de la bodichita

(10) La práctica de un bodisatva es desarrollar el anhelo de la bodichita para liberar a los seres limitados, porque si nuestras madres, quienes han sido bondadosas con nosotros desde el tiempo sin principio, están sufriendo, ¿qué podemos hacer con (solo) nuestra propia felicidad?

Todos los seres limitados, tan amplios como el espacio, desean la felicidad y no el sufrimiento tanto como nosotros. Son tan numerosos que ignorarlos y pensar sólo en nuestros propios propósitos es patético, por no decir injusto. Necesitamos colocarnos a nosotros mismos de un lado y a todos los demás seres del otro. Todos nosotros deseamos felicidad y no sufrimiento; la única diferencia es que nosotros somos uno y los demás son incontables. Así que ¿quién vería como justo o razonable favorecer a una persona por encima de todas las demás?

Los bodisatvas trabajan por y desean solamente la felicidad de los demás. No hay necesidad de mencionar que, por supuesto, alcanzan la iluminación, pero además de eso, mientras están en el camino no se vuelven infelices. Mientras más fuerte trabajan por los demás y mientras más se ignoran a sí mismos, más felices se vuelven, lo cual los anima para trabajar incluso con más ahínco. Pero si trabajamos solamente por nuestros propios propósitos e ignoramos a los demás, lo único que obtenemos es infelicidad, insatisfacción y desaliento. Es curioso que sea así. De tal forma que necesitamos disminuir nuestro egoísmo e incrementar nuestro interés por otros tanto como podamos y, al hacerlo, encontraremos que, paralelamente, seremos personas más felices.

Si estamos trabajando solamente por los propósitos de los demás, como se describe en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, nunca tendremos miedo de en dónde o en qué condiciones podamos renacer. En donde sea que nos encontremos trabajaremos para ayudar a los demás. Nagáryuna enfatizó el mismo punto en Guirlanda preciosa. Trabajar solamente por el beneficio de los demás e ignorar nuestros propios propósitos es el camino para alcanzar la budeidad.

Decimos que somos mahayanistas, pero como dijo Tsongkapa, necesitamos tener una personalidad mahayana para ser considerados mahayanistas. Por lo tanto, necesitamos trabajar por el bien de los demás. Si buscamos alrededor de nosotros formas de ser útiles y si desarrollamos la determinación de la bodichita, entonces automáticamente las cosas se acomodarán para beneficiar a todos. Así que necesitamos seguir el entrenamiento y la práctica mahayana tanto como podamos. ¿Se comprende?

Ahora, ¿qué es un bodisatva? Similar a lo que expliqué acerca de la palabra buda, la primera sílaba del tibetano para “bodhi” es “jang” (byang) que significa eliminar fallas, mientras que la segunda, “chub” (chub), significa lograr todas las buenas cualidades. De hecho existen dos “bodhis” o estados purificados, y al que se refiere aquí no es al estado menor de los arhats, sino al estado mayor de la iluminación de un buda. “Sattva” significa alguien que tiene su mente dirigida hacia este logro del estado purificado superior de bodhi, iluminación, para beneficiar a todos.

Así, necesitamos dos objetivos juntos: necesitamos dirigirnos a los seres limitados con el fin de beneficiarlos y necesitamos dirigirnos hacia la iluminación para ser capaces de lograrlo. Esa es la resolución de la bodichita y eso es lo que necesitamos desarrollar. ¿Cómo lo hacemos?

Intercambiarnos con otros

(11) La práctica de un bodisatva es intercambiar de forma pura nuestra felicidad personal por el sufrimiento de los demás, ya que (todos) nuestros sufrimientos, sin excepción, provienen de desear nuestra felicidad personal, mientras que un buda completamente iluminado nace de la actitud de desear el bien a otros.

¿Cómo es que todo el sufrimiento proviene de desear sólo nuestra propia felicidad? Semejante deseo auto-centrado nos lleva a cometer muchas acciones destructivas con el fin de lograr nuestros objetivos egoístas y, en consecuencia, experimentamos sufrimiento. Por otro lado, la budeidad proviene de ayudar a otros. Por lo tanto, necesitamos intercambiar nuestras actitudes y, en lugar de desear nuestra propia felicidad personal e ignorar el sufrimiento de los demás, necesitamos desear únicamente la felicidad de los demás e ignorarnos a nosotros mismos.

Para hacer esto nos entrenamos en la práctica conocida como “tomar y dar” (tonglen), a saber, tomar el sufrimiento de los demás y darles nuestra felicidad. Para ayudarnos a hacer esto existe una visualización muy buena y útil: del lado derecho visualizamos nuestra forma ordinaria, egoísta y que desea sólo nuestra propia felicidad. Del lado izquierdo, visualizamos seres infinitos, incontables, todos deseando felicidad. Después, necesitamos dar un paso atrás en nuestra mente como testigos y juzgar: “¿Quién es más importante: esta persona egoísta o todos los demás?”. Piensen qué lado nos gustaría favorecer y a qué lado nos gustaría unirnos: ¿el lado de la persona egoísta o el lado de todos esos seres lamentables, que merecen felicidad de forma igualitaria? Esta práctica y otras que se mencionan en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva son muy beneficiosas.

Conducta del bodisatva: lidiar con los daños

(12) La práctica de un bodisatva es, aun si alguien bajo el poder de un gran deseo roba o provoca que otro robe toda nuestra riqueza, dedicarle nuestro cuerpo, recursos y acciones constructivas de los tres tiempos.

Ahora hemos desarrollado una resolución de la bodichita. Sin embargo, para alcanzar la iluminación, necesitamos comprometernos con el comportamiento del bodisatva. Si alguien nos roba existe el peligro de que nos enojemos. Pero si estamos practicando para alcanzar la iluminación y estamos entregándoles todo a los demás, entonces este llamado ladrón ya posee nuestras antiguas posesiones, las ha tomado ahora porque, de hecho, ya son suyas. Por lo tanto, necesitamos dedicarle, no sólo estas posesiones que ha tomado, o que pensamos que nos ha robado, sino incluso nuestro cuerpo y acciones constructivas de los tres tiempos.

(13) La práctica de un bodisatva es, incluso no teniendo la menor falta nosotros mismos, alguien fuera a cortar nuestra cabeza, aceptar en nosotros sus consecuencias negativas, a través del poder de la compasión.

Si otros nos lastiman necesitamos tener compasión hacia ellos y aceptar sobre nosotros mismos todo el daño que nos hagan los demás.

(14) La práctica de un bodisatva es, aun si alguien fuera a publicar a través de los miles, millones o billones de mundos toda clase de cosas desagradables sobre nosotros, hablar en cambio sobre sus buenas cualidades, con una actitud de amor.

Cuando otros abusan o dicen cosas malas de nosotros, necesitamos no decir nada malo a cambio. Nunca respondan cosas desagradables, sólo hablen amablemente de ellos, como Shantideva explica en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva.

(15) La práctica de un bodisatva es, aun si alguien expone nuestras faltas o dice palabras horribles (sobre nosotros) en medio de una reunión de muchos seres errantes, hacerle una reverencia respetuosamente, distinguiendo que (él es nuestro) maestro espiritual.

Aun si otros nos humillan o nos avergüenzan delante de los demás, necesitamos actuar como se enseña en los métodos para la limpieza de nuestras actitudes (entrenamiento mental). Si otros nos deshonran o señalan nuestras fallas, son de hecho nuestros maestros. Así, necesitamos agradecerles por hacer que nos demos cuenta de nuestros defectos y mostrarles gran respeto.

(16) La práctica de un bodisatva es, aun si una persona de quien hemos cuidado, valorándolo como a nuestro propio hijo, nos considerara como su enemigo, tener especial afecto por él, como una madre hacia su hijo aquejado por una enfermedad.

Si un niño es grosero cuando está enfermo, su madre lo amará sin importar qué tan malo sea. Así es como necesitamos considerar a todos los seres.

(17) La práctica de un bodisatva es, aun si un individuo, igual o inferior a nosotros, (nos) tratara insultantemente por el poder de su arrogancia, recibirlo en la coronilla de nuestra cabeza respetuosamente, como a un gurú.

Lo mismo es cierto cuando otros tratan de competir con nosotros. Necesitamos desarrollar paciencia. Como dice en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, si no tuviéramos enemigos no podríamos desarrollar la paciencia. Por lo tanto, necesitamos alguien irritante hacia quien podamos desarrollar una actitud tolerante. No podemos desarrollar paciencia con nuestra mente dirigida hacia nuestros gurús o hacia el Buda, necesitamos un enemigo hacia quien dirigirla.

Por ejemplo, pienso en mi caso. Si alguien escribe en el periódico o llama al Dalái Lama “refugiado débil” y demás, si practico sinceramente, trato de desarrollar paciencia hacia él o ella. Dado que necesitamos a un maestro que nos ayude a entrenarnos en la paciencia, un enemigo o alguien que nos odie son muy importantes como maestros en este aspecto.

Si pensamos más acerca de ello, los enemigos son extremadamente importantes, ¿no es así? Si estamos practicando el mahayana, necesitamos cultivar paciencia y soportar situaciones difíciles. ¿Cómo podemos practicar realmente el mahayana sin enemigos? En resumen, para intercambiar nuestras actitudes respecto a nosotros y a los demás, necesitamos muchas pruebas y tribulaciones, muchas situaciones desafiantes. Por lo tanto, los enemigos y las personas que son muy irritantes y difíciles son extremadamente importantes y valiosos.

Dos situaciones críticas que requieren la práctica del Dharma

(18) La práctica de un bodisatva es, aun si somos indigentes en el sustento e insultados siempre por la gente, o enfermos con terribles enfermedades, o afligidos por fantasmas, aceptar en nosotros, a cambio, las fuerzas negativas y sufrimientos de todos los seres errantes, y no desanimarnos.

Existen dos situaciones muy críticas para la práctica del Dharma. Una es cuando, debido a causas pasadas, estamos en situaciones muy difíciles: pobres y demás; entonces nos desanimamos. La otra es cuando estamos extremadamente cómodos y con riquezas; entonces nos volvemos orgullosos y arrogantes.

Necesitamos ser cuidadosos en ambos casos. Si estamos muy enfermos, por ejemplo, y practicamos el intercambiarnos con los demás y también el tomar y dar, nos sentiremos muy felices de estar enfermos. De hecho, desearemos tomar la enfermedad y el sufrimiento de los demás.

(19) La práctica de un bodisatva es, aun si somos dulcemente alabados, reverenciados por muchos seres errantes, o hemos obtenido (riquezas) comparables a la fortuna de Vaishravana (el Guardián de la Riqueza), nunca ser presuntuosos, al ver que la prosperidad mundana no posee esencia.

Este es el otro extremo, la otra situación potencialmente peligrosa. Si somos altamente apreciados y todo nos sale bien, podemos volvernos muy orgullosos de ello, flojos y arrogantes. Como esto bloquea nuestra práctica, necesitamos ver que tan buena fortuna mundana no tiene ninguna esencia.

Superar la hostilidad y el apego

(20) La práctica de un bodisatva es domar nuestras continuidades mentales con las fuerzas armadas del amor y la compasión porque, si no hemos derrotado al enemigo que es nuestra propia hostilidad, entonces, a pesar de haber subyugado a un enemigo externo, vendrán más.

No hay enemigo peor que el enojo. Si observamos el mundo, como por ejemplo la situación de la Segunda Guerra Mundial, podemos ver que todo sucedió debido al enojo y al odio. En ese tiempo, las naciones occidentales y Rusia eran aliadas y, pese a que ganaron la guerra, ¡eso no conquistó su propia hostilidad! Dado que aún conservan ese veneno, encontramos que la Unión Soviética ahora considera al Occidente como su enemigo. Si en el futuro surge nuevamente una guerra sucederá de nuevo por el enojo y el odio. Si deseamos la paz y la felicidad, esto no puede ocurrir nunca sin la eliminación de estas actitudes negativas. La paz y la felicidad se producirán solamente si desarrollamos amor y compasión. Por lo tanto, necesitamos entrenarnos en las artes marciales del amor y la compasión para superar el odio.

(21) La práctica de un bodisatva es abandonar inmediatamente cualquier objeto que cause que nuestro aferramiento y apego se incrementen, porque los objetos de deseo son como el agua salada: mientras más nos hemos complacido (en ellos, nuestra) sed (por ellos) se incrementa (a su vez).

No importa hacia qué nos sintamos atraídos, nunca estamos satisfechos con ello, nunca tenemos suficiente. Es como beber agua salada: nunca nos saciamos, como se describe en La guirnalda preciosa. Piensen en un ejemplo: como cuando tenemos un sarpullido. Si nos rascamos, se siente bien, pero si nos apegamos a esa sensación agradable entonces, mientras más nos rascamos, el sarpullido sólo empeora: se irrita, empieza a sangrar, se infecta y es un desastre. Lo mejor es curar el sarpullido desde su raíz, de tal forma que no tengamos deseos de rascarnos en absoluto.

Desarrollar la bodichita más profunda, la realización de la vacuidad

(22) La práctica de un bodisatva es no imputarle a la mente características inherentes de los objetos aprehendidos por la mente ni a las mentes que los aprehenden, al comprender realmente cómo existen las cosas. Sin importar cómo aparecen las cosas, son de nuestra propia mente; y la mente misma está, desde el principio, separada de los extremos de la fabricación mental.

Esta parece ser una expresión de la visión svatántrika que las características inherentes existen convencionalmente, pero no existen en absoluto desde la perspectiva de la verdad más profunda, pero no es necesariamente así. Cuando dice aquí que las apariencias son “de nuestra propia mente”, significa que son obra de nuestra mente en el sentido de que el karma acumulado a través de nuestra mente produce todas las apariencias. La mente misma, desde el principio, está libre de los extremos de la existencia inherente.

Si entendemos esto, entonces no aprehenderemos que “esto” es la conciencia que entiende la vacuidad y “eso” es el objeto de esta conciencia, a saber, la vacuidad. En lugar de ello, simplemente colocaremos a nuestra mente en total absorción en la anulación no implicativa pura (negación no afirmativa) que es la vacuidad – la ausencia absoluta de todas las formas imposibles de existencia. Esta es la práctica que se subraya aquí.

(23) La práctica de un bodisatva es, al encontrarnos con objetos placenteros, no considerarlos como verdaderamente existentes, aunque aparezcan bellamente, como un arcoíris de verano, y (por lo tanto) deshacernos del aferramiento y el apego.

Aunque las cosas aparezcan hermosas como un arcoíris necesitamos ver que están desprovistas de existencia inherente y no apegarnos.

(24) La práctica de un bodisatva es, en el momento en que nos encontramos con condiciones adversas, verlas como engañosas, porque diversos sufrimientos son como la muerte de nuestro hijo en un sueño y tomar (tales) apariencias engañosas como verdaderas es un desperdicio agotador.

Así, necesitamos verlo todo como apariencias engañosas y no deprimirnos por las condiciones difíciles. Estas son las enseñanzas sobre desarrollar la bodichita convencional y la más profunda. La siguiente es la práctica de las seis actitudes de largo alcance (seis perfecciones).

Las seis actitudes de largo alcance

(25) La práctica de un bodisatva es dar generosamente sin esperar nada a cambio ni que madure algo kármico, porque si aquellos que desearían la iluminación deben renunciar incluso a su cuerpo, ¿qué necesidad de mencionar las posesiones externas?

Esta es la práctica de la generosidad de largo alcance.

(26) La práctica de un bodisatva es salvaguardar la autodisciplina ética sin propósitos mundanos porque, si no podemos satisfacer nuestros propios propósitos sin disciplina ética, el deseo de satisfacer los propósitos de los demás es una broma.

Lo más importante es tener autodisciplina ética, especialmente la disciplina de refrenarnos de las acciones destructivas. Sin ella, ¿cómo podemos ayudar a alguien?

(27) La práctica de un bodisatva es desarrollar la paciencia como un hábito, sin hostilidad ni repulsión hacia nadie, porque para un bodisatva que desea riqueza de fuerza positiva, todos aquellos que causan daño son iguales a tesoros de joyas.

Necesitamos mucha paciencia. Para un bodisatva que desea desarrollar la fuerza positiva para ser capaz de alcanzar la iluminación, aquellos que hacen daño, nuestros enemigos, son tan preciosos como joyas. Esto es porque con ellos podemos practicar la paciencia. Esto desarrolla y fortalece nuestro entramado de fuerza positiva, que producirá nuestro logro de la iluminación.

(28) La práctica de un bodisatva es ejercer perseverancia gozosa, la fuente de las buenas cualidades para los propósitos de todos los seres errantes, ya que podemos ver que incluso los shrávakas y los pratyekabudas, quienes lograrían solo sus propios propósitos, tienen tal perseverancia que ignorarían un incendio que ha estallado en su cabeza.

Esto se refiere a ejercer perseverancia gozosa con vigor entusiasta por la conducta constructiva. Si los practicantes hinayana pueden trabajar tan duro para lograr sus metas para sí mismos, entonces, nosotros como mahayanistas necesitamos trabajar aún más arduamente dado que lo hacemos por el beneficio de todos.

(29) La práctica de un bodisatva es desarrollar como un hábito una estabilidad mental que supere puramente las cuatro (absorciones) sin forma, al comprender que un estado mental excepcionalmente perceptivo, totalmente dotado de un estado tranquilo y estable, puede vencer totalmente las emociones y actitudes perturbadoras.

Esto se refiere a la actitud de largo alcance de la estabilidad mental (concentración) en el contexto del sutra. Así, para lograr un estado mental excepcionalmente perceptivo de vipáshana (darse cuenta profundo especial), necesitamos haber obtenido de antemano un estado tranquilo y estable de shámata (quietud mental, calma duradera) para sostenerlo. Entonces tendremos el par unido, shámata y vipáshana inseparables.

(30) La práctica de un bodisatva es desarrollar como un hábito el darse cuenta que discrimina que está unido a los métodos, mismo que no tiene concepciones acerca de las tres esferas, porque sin darse cuenta que discrimina, las cinco actitudes de largo alcance no pueden producir el logro de la iluminación completa.

No podemos alcanzar la iluminación sólo con el lado del método, es decir, sólo con las primeras cinco actitudes de largo alcance. También necesitamos el lado de la sabiduría. Así, necesitamos cultivar el método y la sabiduría de forma inseparable. Necesitamos el darse cuenta que discrimina para ver que los tres círculos de cualquier acción constructiva basada en estas actitudes de largo alcance, a saber, el agente, el objeto y la acción misma, están todos desprovistos de existencia inherente.

Lo siguiente se refiere a la práctica diaria de un bodisatva.

La práctica diaria de un bodisatva

(31) La práctica de un bodisatva es continuamente examinar nuestro autoengaño y después liberarnos de él, porque si no examinamos nuestro autoengaño nosotros mismos, es posible que con una forma dármica (externa) podamos cometer algo no dármico.

En otras palabras, necesitamos siempre revisar nuestras propias emociones y actitudes perturbadoras cada día porque, como dice aquí, es muy posible que externamente aparezcan como apropiadas pero que de hecho no lo sean en absoluto.

(32) La práctica de un bodisatva es no hablar acerca de las fallas de una persona que ha entrado en el mahayana, porque si bajo el poder de emociones y actitudes perturbadoras, hablamos de las fallas de otros que son bodisatvas, nosotros mismos degeneraremos.

Necesitamos dejar de ver a los demás con la idea de tratar de elegir o encontrar fallas en ellos. Nunca sabemos quiénes pueden ser los otros o cuáles son sus logros. Especialmente como practicantes mahayana, necesitamos tener solamente pensamientos de ayudar y beneficiar a los demás, no de encontrarles fallas.

(33) La práctica de un bodisatva es deshacernos del apego a los hogares de familiares y amigos y a los hogares de mecenas, porque bajo el poder de (desear) ganancia y respeto, pelearemos los unos con los otros y nuestras actividades de escuchar, pensar y meditar declinarán.

Es muy peligroso que siempre estemos en las casas de mecenas, familiares y demás. Inevitablemente nos enredamos en situaciones complicadas de discusiones, disputas, etc. Por lo tanto, necesitamos tratar de evitar el apego a tales lugares.

(34) La práctica de un bodisatva es deshacernos del lenguaje ofensivo desagradable para la mente de otros, porque las palabras ofensivas perturban la mente de otros y causan que nuestras formas de conducta de bodisatva declinen.

La raíz del enojo es el apego a lo que a nosotros nos parece. Pero aquí el enojo mismo se enfatiza, especialmente cuando conduce al lenguaje abusivo. Tales palabras altisonantes e hirientes destruyen nuestra fuerza positiva, perturban a otros y causan daño.

(35) La práctica de un bodisatva es hacer que los soldados de la presencia mental y la alerta sostengan las armas oponentes y destruyan enérgicamente a las emociones y actitudes perturbadoras, como el apego y demás, tan pronto como surjan porque, cuando estamos habituados a las emociones y actitudes perturbadoras, es difícil para los oponentes hacerlas retirarse.

Tan pronto como surjan el apego o la aversión, necesitamos emplear inmediatamente la presencia mental y la alerta para contrarrestarlas.

(36) En resumen, la práctica de un bodisatva es (trabajar) para satisfacer los propósitos de los demás al continuamente poseer presencia mental y alerta para saber, sin importar en dónde o qué curso de conducta estemos siguiendo, cómo es la condición de nuestra mente.

Como dice en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, necesitamos examinar continuamente nuestra mente y ver su condición. Entonces, con presencia mental, necesitamos aplicar inmediatamente los diversos oponentes a cualquier emoción o actitud perturbadora que pueda estar presente. Por ejemplo, si fuéramos en una caravana y llegáramos a la meseta del norte del Tíbet, tendríamos mucha presencia mental y estaríamos muy alertas de no sólo ir por cualquier lado. Escogeríamos el camino correcto muy cuidadosamente, de otra forma, fácilmente podríamos perdernos. De la misma manera, necesitamos no permitir que nuestra mente vaya por cualquier parte.

(37) La práctica de un bodisatva es, con el darse cuenta que discrimina de la completa pureza de las tres esferas, dedicar a la iluminación las fuerzas constructivas logradas por esfuerzos como estos, con el fin de eliminar los sufrimientos de los ilimitados seres errantes.

Así, la última práctica del bodisatva que se menciona aquí es dedicar la fuerza positiva de todas estas acciones a la iluminación y al beneficio de los demás. Esto completa el cuerpo propiamente dicho del texto. Lo siguiente es la tercera parte del esquema: la conclusión.

Conclusión

Al haber seguido las palabras de los seres sagrados y el significado de lo que ha sido declarado en los sutras, tantras y tratados, he arreglado (estas) prácticas de bodisatvas, treinta y siete, para los propósitos de aquellos que deseen entrenarse en el camino del bodisatva.

El autor ha tomado estas enseñanzas de varias fuentes y las ha condensando en treinta y siete prácticas.

Dado que mi inteligencia es débil y mi educación pobre, quizás no tengan la métrica poética que complacería al erudito. Sin embargo, dado que me he apoyado en los sutras y en las palabras de los sagrados, pienso que (estas) prácticas del bodisatva no son engañosas.

A continuación, el autor se disculpa por si ha cometido alguna falla.

Sin embargo, puesto que es difícil para alguien de poca inteligencia como yo desentrañar la profundidad de las grandes olas de la conducta del bodisatva, solicito a los sagrados ser pacientes con mi gran cantidad de fallas, tales como contradicciones, falta de conexión y similares.

Después termina con la dedicatoria final.

Por la fuerza constructiva que proviene de esto, puedan todos los seres errantes, a través de las bodichitas supremas convencional y más profunda, equipararse al Guardián Avalokiteshvara, quien nunca mora en los extremos de la existencia samsárica compulsiva ni en la complacencia nirvánica.

Esto concluye 37 prácticas del bodisatva por Togme Zangpo.

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