Antecedentes históricos y rareza de las enseñanzas

Introducción a los tres tipos diferentes de Dharma

En general, las enseñanzas del Dharma se pueden dividir en enseñanzas Hinayana y Mahayana. La palabra “dharma” significa “algo que sostiene su propia naturaleza”. Sin embargo, pensar en dharmas como algo que toma o sostiene cualquier otra cosa, es una definición demasiado amplia y puede llevar a confusión. Un ojo, por ejemplo, sostiene objetos en el sentido cognitivo de tomarlos como objetos cognitivos. Este no es el significado de algo que sostiene su propia naturaleza, en el sentido de lo que da cuenta de que cualquier cosa es un elemento individual.      

Sin embargo, el Dharma del que estamos hablando hoy no son dharmas en el sentido de cualquier fenómeno que sostenga su propia naturaleza individual. Dharma es una palabra sánscrita que tiene la connotación de “detener” o, en este contexto actual, “refrenar”. Se puede entender en tres niveles:

  • En primer lugar, se refiere a algo que nos aleja del sufrimiento que nadie desea tener. Específicamente, el Dharma es algo que nos aleja, en particular, del sufrimiento de caer a un renacimiento inferior en algún estado desafortunado.  
  • En segundo lugar, desde una perspectiva un poco más avanzada que esta, en general también puede haber Dharma en el sentido de lo que nos aleja del sufrimiento de todos los renacimientos samsáricos incontrolablemente recurrentes.  
  • En tercer lugar, una comprensión aún más avanzada es que es algo que nos refrena de una actitud egocéntrica o del egoísmo y, por lo tanto, trae paz de manera vasta.   

Estas son las tres condiciones diferentes de las que nos refrena, las tres formas diferentes en las que el Dharma puede ayudarnos a evitar que nos causemos sufrimiento.

La práctica del Dharma

Si revisamos más a fondo el significado del Dharma y lo que significa practicar el Dharma, no es, por ejemplo, interesarse por la ropa, la comida, la fama, el estatus y todas esas cosas de esta vida; que estos aspectos sean nuestros intereses exclusivos no es la práctica del Dharma. Si no existieran las vidas futuras, estaría bien preocuparse solo por esta vida, pero ese no es el caso; hay vidas futuras.   

Incluso si no podemos llegar a una conclusión o decisión definitiva de que existen vidas futuras, tampoco podemos llegar a una conclusión decisiva de que no existen. Por lo tanto, si somos alguien que trabaja para beneficiarnos y mejorar las vidas futuras a partir de la siguiente, podemos ser conocidos como “practicantes de Dharma”. 

Con respecto a alguien que está trabajando para mejorar las vidas futuras, esto se puede hacer de dos maneras: podríamos estar trabajando para beneficiar nuestras propias vidas futuras, o podríamos tener el objetivo de beneficiar las vidas futuras de todos los seres. Si no nos preocupamos solo por trabajar para nosotros mismos, sino que deseamos trabajar para liberar a todos del sufrimiento y llevar felicidad a todos a largo plazo, y cualesquiera tipos de acciones positivas que emprendamos están dirigidas a ese propósito, esa orientación es el Dharma Mahayana, el Vehículo Vasto. De eso es de lo que estamos hablando hoy.     

Este tipo de actitud con la que deseamos que todos sean felices y se separen del sufrimiento es, de hecho, algo que se puede desarrollar en nuestro continuo mental. Podemos desarrollar esto a través de la meditación y la práctica en la vida diaria. En otras palabras, podemos desarrollar esta actitud familiarizándonos con ella. 

Desarrollar la bodichita, darse cuenta que discrimina de la vacuidad y conducta correcta

Si tenemos este deseo de que todos sean felices y estén libres del sufrimiento, y si anhelamos alcanzar el logro de la iluminación para ser capaces de hacer que esto suceda, tenemos la actitud conocida como un “anhelo iluminador de la bodichita”. Sin embargo, no basta con desarrollar este motivo o anhelo de la bodichita en nuestro continuo mental. También necesitamos el darse cuenta que discrimina (shes-rab, sabiduría) de la vacuidad (vacío).

Este darse cuenta que discrimina que comprende la vacuidad debe estar libre de los dos extremos del nihilismo y el absolutismo. Por lo tanto, necesitamos una visión correcta, excelente y completamente perfecta de la vacuidad. Para desarrollar esta visión correcta, necesitamos desarrollar una concentración absorta libre de sopor mental y volatilidad mental. Además de una visión pura y correcta y un estado meditativo correcto, necesitamos el tipo correcto y perfecto de conducta o acciones. Necesitamos seguir las acciones de las que habló el Buda con respecto a lo que es beneficioso y no actuar de una manera que el Buda explicó como perjudicial.            

Para ayudarnos a practicar de esta manera, con una síntesis completa de una visión correcta, una forma correcta de meditar y una forma correcta de actuar, y desarrollar estas tres sin que falte ninguna, enseñaré un texto que aborda este tema. Se llama Lámpara en el camino a la iluminación (Byang-chub lam-gyi sgron-ma, sct. Bodhipathapradipa), del maestro indio Atisha.

Motivación adecuada para escuchar una explicación del texto

La actitud que debemos tener al escuchar estas enseñanzas es aquella en la que deseamos escuchar estas enseñanzas, practicarlas y realizarlas para poder beneficiar a todos los seres. Deberíamos tener un deseo muy fuerte de poder realmente comprender por completo estas enseñanzas, realizar todos sus puntos en nosotros mismos y hacerlas realidad dentro de nosotros mismos. Es con esta actitud que debemos escuchar estas enseñanzas.  

Para comprender todos sus puntos y convertirlos en una forma viva de pensar, hablar y actuar, realmente tenemos que ponerlos en práctica. Para poder practicar el camino, primero tenemos que conocerlo. Para conocer el camino, primero tenemos que escucharlo. Sin embargo, no basta con meramente conocer el camino, tenemos que ponerlo realmente en práctica. No basta con ponerlo en práctica, tenemos que seguirlo hasta su punto final.     

No debemos pensar que seremos capaces de lograr realizaciones completas después de unos meses o algunos años; en lugar de ello, es preciso trabajar durante un largo período, mejorarnos gradualmente, vida tras vida tras vida. Con el tiempo, al final de este largo proceso, alcanzaremos la iluminación. Esto comienza con oír las enseñanzas y escucharlas con atención, con la actitud de intentar poner en práctica lo que sea que escuchemos.     

Por ejemplo, los textos afirman que debemos refrenarnos de quitarle la vida a otros y que hay muchas desventajas y resultados terribles que ocurren como resultado de matar. Los textos también afirman que, si nos abstenemos de matar, alcanzaremos una larga vida. Deberíamos pensar: “A partir de ahora, voy a dejar de matar”. De esta manera, deberíamos pensar en implementar inmediatamente todo lo que escuchemos.    

Del mismo modo, dice que tener pensamientos dañinos y albergar animadversión hacia los demás es extremadamente negativo y debemos abandonar esta forma de pensar. Deberíamos pensar: “Voy a abandonar la animadversión y los pensamientos dañinos hacia los demás” y sentir un gran arrepentimiento por lo que hemos hecho en el pasado. También deberíamos decidir no volver a actuar así en el futuro. De esta forma, debemos poner en práctica inmediatamente lo que escuchamos. 

Cuando los textos dicen que debemos tener pensamientos amables hacia los demás y ayudar a los demás, debemos pensar: “Esto es realmente lo que debo hacer. Debo desarrollar este anhelo iluminador de la bodichita en mi continuo mental. Sí, esto es exactamente lo que debo hacer”. Esta es la forma en que debemos abordar la escucha de las enseñanzas.   

Por otro lado, escuchar solo para obtener un conocimiento intelectual de los hechos y el contenido de las enseñanzas no es en absoluto apropiado. Estar muy instruido en las enseñanzas, simplemente conocerlas, no es suficiente. Lo que necesitamos es una combinación de tres cosas: 

  • La primera es estar muy instruidos en el tema.
  • La segunda es ser muy correctos y estrictos en nuestra conducta y ética.
  • La tercera es ser muy amables y bondadosos en nuestra forma de pensar. 

Necesitamos ser eruditos, estrictos y bondadosos. De estos tres, el más importante no es ser eruditos, sino ser estrictos en nuestra ética y ser amables. Por supuesto, es mejor tener los tres, pero si no podemos, entonces es mejor tener los dos últimos. De hecho, si alguien es muy erudito, pero actúa de una manera muy descuidada o indisciplinada, no servirá de nada.

Esta es una introducción al tema y ahora llegaremos al cuerpo principal de la enseñanza.

Introducción al texto

El autor de este texto, Lámpara en el camino a la iluminación, es Atisha, Dipamkara Shrijnana. El texto comienza con el título en sánscrito, Bodhipathapradipa, y en tibetano, Byang-chub lam-gyi sgron-ma, Lámpara en el camino a la iluminación en español. Si tratamos de juntar los dos idiomas, sánscrito y tibetano, entonces bodhi en sánscrito es byang-chub en tibetano, lo que significa un estado purificado, en este caso, la iluminación. Patha es lam en tibetano, que significa camino o, más completamente, una mente que es el camino que conduce a un estado purificado. Pradipa es sgron-ma en tibetano, que significa lámpara.                            

Los cinco caminos: las cinco mentes que son el camino

El estado purificado de la iluminación se refiere a la conciencia omnisciente en el continuo mental de un buda. Esta conciencia omnisciente también se conoce como una “mente que es el camino que no necesita más entrenamiento” (mi-slob-lam, camino de no más aprendizaje). Antes de que alcancemos esta mente que es el camino que no necesita más entrenamiento, necesitamos obtener cuatro mentes que son el camino Mahayana previas, que sí necesitan más entrenamiento.              

Primero está una mente que es el camino de construcción (tshogs-lam, camino de acumulación), seguido de una mente que es el camino de aplicación (sbyor-lam, camino de preparación). De las mentes que son el camino de los seres ordinarios y de los seres altamente realizados, los aryas (los nobles), estas dos primeras son las mentes que son el camino de los seres ordinarios. En el momento en que alcanzamos una mente que es el camino de aplicación, tendremos una realización conceptual de la vacuidad. Sin embargo, antes de eso, está la mente que es el camino de la construcción, con la que construimos un estado unido de una mente tranquila y estable de shámata, que tiene una perfecta concentración absorta, y una mente excepcionalmente perceptiva de vipáshana. Esta mente que es el camino de construcción se divide en tres niveles, cada uno de los cuales tiene tres etapas: las tres mentes que son el camino de construcción inicial, tres intermedias y tres avanzadas.                   

Es cuando hemos obtenido la mente que es el camino de la construcción del nivel avanzado, que obtenemos una cognición conceptual estable de la vacuidad; mientras que, con la mente que es el camino de la construcción inicial e intermedia, solo tenemos casos ocasionales en los que tenemos una realización conceptual de la vacuidad. Sin embargo, una vez que alcanzamos la mente que es el camino de la construcción del nivel avanzado, nuestra comprensión conceptual de la vacuidad será estable.     

Del mismo modo, también tenemos esta cognición conceptual estable de la vacuidad con una mente que es el camino de aplicación, pero ahora aplicamos el estado unido de shámata y vipáshana que hemos obtenido con una mente que es el camino de la construcción para enfocarnos en nuestro entendimiento estable. Cuando este enfoque en la vacuidad es con una cognición no conceptual desnuda, hemos alcanzado una mente que es el camino del ver (mthong-lam, camino del ver). Se le llama “mente que es el camino del ver” porque con ella estamos viendo no conceptualmente algo nuevo que no habíamos visto antes solo con una cognición conceptual de la vacuidad. Después de eso, cuando nos familiarizamos y meditamos más y más en esta forma no conceptual de ver la vacuidad, es con una mente que es el camino de la familiarización (sgom-lam, camino de meditación).                    

Desde una mente que es el camino del ver en adelante, las mentes que son el camino superiores se conocen como “mentes que son el camino de los arya”, las mentes nobles que son el camino, las cuales son la cuarta verdad noble, las verdaderas mentes que son el camino.   

Los diez niveles de las mentes bhumi del bodisatva 

Desde la mente que es el camino del ver Mahayana hacia arriba, entramos en un esquema dividido en diez niveles (sa, sct. Bhumi) de mente de los bodisatvas arya, conocidos como los “diez niveles de las mentes bhumi”, los “diez bhumis”. La progresión a través de estos niveles de las mentes de los bodisatvas arya comienza con el logro de una mente que es el camino del ver Mahayana.

Los nombres de los diez niveles de las mentes bhumi son: 

  1. Extremadamente gozoso (rab-dga’-ba)
  2. Inmaculado (dri-med)
  3. Iluminador (‘od-byed-pa)
  4. Luz brillante (‘od-‘phro-ba)
  5. Difícil de limpiar (sbyang dka’-ba)
  6. Orientado hacia adelante (mngon-du phyogs-pa)
  7. Muy alejado (ring-du song-ba)
  8. Inamovible (mi-g.yo-ba)
  9. El más inteligente (legs-par blo-gros)
  10. Nube de Dharma (chos-sprin).

Los diez niveles de estas mentes bhumi se conocen como “mentes que son el camino que necesitan más entrenamiento”. Los desarrollamos a medida que progresamos de tener una mente que es el camino del ver a una mente que es el camino que no necesita más entrenamiento, la conciencia omnisciente de un buda completamente iluminado.      

Cuando caminamos por un camino o sendero durante el día, tenemos el sol que aclara el camino y lo ilumina. Por la noche, podríamos tener algunas farolas o luces eléctricas o algo así. De manera similar, este texto actúa como una lámpara para aclarar todas estas mentes que son el camino y niveles de las mentes bhumi que acabamos de discutir que conducen al estado iluminado de un buda.   

Esta es la connotación y el significado del título del texto, Lámpara en el camino a la iluminación, o quizás mejor, Lámpara para las mentes que son el camino hacia la iluminación, un título que en sí mismo tiene un gran y vasto significado. Las palabras con las que el texto presenta este tema son pocas, pero el significado es algo de muy largo alcance. Aunque el texto en sí tiene solo siete páginas en esta edición en particular, el significado esencial de todas las enseñanzas del sutra y del tantra se incorpora en él de una forma sumamente condensada. Dado que el punto principal es cómo domesticar a nuestra propia mente, contiene pautas prácticas para que las pongamos en práctica de inmediato.       

Breve introducción a la cosmología budista

Para apreciar la rareza y el valor de la vida humana plenamente dotada que tenemos y nuestra oportunidad de escuchar estas enseñanzas, es útil ver la historia del universo. La era mundial en la que vivimos actualmente se conoce apropiadamente como el “eón afortunado”. En general, hay dos tipos de eones o eras mundiales: una era mundial de luz o un tiempo iluminado y una era de oscuridad. En los eones oscuros, los budas no se manifiestan y el Dharma no está presente. Sin embargo, en los eones iluminados, los budas se manifiestan, están presentes y hay enseñanzas del Dharma. Este eón particular en el que vivimos se conoce como el “eón afortunado” porque en este eón, 1,000 budas se manifestarán y vendrán a nuestro mundo.      

¿Qué constituye un eón, un kalpa en sánscrito? Un gran eón consta de 80 eones intermedios. Un eón intermedio es el tiempo para que la esperanza de vida humana en el continente sur pase de 10 a 80,000 años y de regreso a 10, cambiando un año cada siglo. Estos 80 eones intermedios se dividen en cuatro grupos: eones de evolucionar, eones de perdurar, eones de desintegrar y eones de estar desnudo, 20 en cada grupo.          

Podemos preguntar: “¿Cómo están constituidos?”. Vasubandhu describió esto en “Tesoro de temas especiales de conocimiento” (Chos mngon-pa'i mdzod, sct. Abhidharmakosha). Allí explicó que, durante el primer eón intermedio de los 20 eones intermedios de evolución, el primer conjunto de 20, se forma un sistema-mundo o universo. A partir de una vacuidad, lo primero que se forma se conoce como un “mándala de viento”, la energía del viento. A continuación, encima de esto se forma un mándala de agua o líquido y, encima de eso, se forma un mándala de tierra o sólido. Después de esto, debido a una gran lluvia, se produce la acumulación de océanos. 

Esto es lo que describe el texto. Primero, el universo o ambiente material se acumula y, después de eso, durante los siguientes 19 eones intermedios, tiene lugar la evolución de las formas de vida que lo habitan. Ambos ocurren por la fuerza de los potenciales kármicos colectivos generales compartidos por todos los seres vivos que renacerán en ese universo. Así es como surge un universo, tanto el entorno como los seres que lo habitan. Se necesitan 20 eones intermedios para completar el proceso. Hay un sinnúmero de universos que existen simultáneamente, pero todos en diferentes etapas de su vida.

Los seres humanos de este primer período eran de un tipo especial. En ese momento, el sol y la luna aún no se habían formado. Todas las personas se parecían, sin distinciones sexuales, y podían ver solo por el resplandor de sus propios cuerpos, que emanaban luz. La gente tenía percepción extrasensorial y también poderes extrafísicos. No necesitaban comer alimentos burdos, sino que vivían del alimento de la concentración unipuntual. La esperanza de vida de los humanos en ese momento era literalmente casi un número incontable, porque no había ni sol ni luna para delinear el paso del tiempo. En realidad, “incontable” o “innumerable” es el nombre de la unidad finita más grande cuando se cuentan 10, 100, 1,000, 10,000, etc. Así, si aumentamos esto hasta 10 a la sesentava potencia, esta sería de hecho la esperanza de vida de las personas que vivieron durante ese tiempo. Por lo tanto, “incontable” es más como un “trillón”.         

Durante el último de los 20 eones intermedios de evolución, apareció en la tierra cierto tipo de “suelo” comestible, en realidad quizás algún tipo de musgo, junto con algunas personas que desarrollaron un deseo por los sabores debido a potenciales kármicos previos. Esas personas investigaron este crecimiento tocándolo con los dedos, lamiéndolo y, de esta manera, comenzaron a comerlo. Descubrieron que era delicioso, pero al comenzar a lamer y comer este crecimiento, con el tiempo sus cuerpos comenzaron a perder su lustre, brillo y cualidades radiantes. En este punto, el sol, la luna y las estrellas surgieron en el cielo y, debido a la disminución del potencial positivo que los seres habían acumulado, su esperanza de vida disminuyó gradualmente de inconmensurable a 80,000 años.    

Durante este período, este crecimiento comestible en el suelo finalmente se agotó y la gente comenzó a comer las flores de ciertos árboles. Sus cuerpos se volvieron cada vez más burdos y, finalmente, la gente comenzó a comer alimentos cada vez más burdos. Como resultado de comer alimentos más burdos, sus cuerpos comenzaron a producir desechos líquidos y sólidos. Como resultado de esto, desarrollaron un tracto urinario y un tracto digestivo. De esta manera, sus cuerpos formaron órganos sexuales y otros órganos para eliminar los desechos.    

Hasta ese momento, el nacimiento de estos seres humanos era por transformación milagrosa. Simplemente aparecían enteros; sin embargo, una vez que desarrollaron los órganos sexuales y se involucraron en la cópula, las personas comenzaron a nacer desde el útero. Quienes se dedicaban a la cópula eran criticados por quienes no lo hacían, por lo que comenzaron a construir casas para ocultar su actividad sexual a los demás.  

La gente comía cada vez más alimentos, y cada tipo de flor de la que dependían como fuente de alimento se agotaba. Con el tiempo, la gente empezó a pensar en reunir de antemano lo que comerían mañana y pasado. De esta manera, la gente comenzó a acumular y recolectar estas flores. Debido a todo el acaparamiento, inevitablemente las flores se agotaron y no hubo más. 

Después de eso, comenzó a crecer un tipo de cultivo que en realidad no necesitaba ser plantado o cultivado. Era un tipo de cultivo que simplemente crecía de forma silvestre, y también era delicioso. Nuevamente, surgió el acaparamiento y, como resultado, dejó de crecer de forma silvestre como antes, solo crecía si la gente lo plantaba y lo sembraba como cultivo. Esto inició el desarrollo de la agricultura, de la siembra de cultivos. 

Como resultado de eso, la gente comenzó a dividir campos ya pensar en términos de “mi campo” y “tu campo” y surgieron disputas. Necesitaban un oficial para resolver estas disputas, por lo que la gente se unió y eligió a uno. El primer rey se llamó Mahasammata (Kun-gyi bkur-ba), el “Honrado por muchos”. En este momento, la gente comenzó a dividirse en las cuatro principales castas indias.   

Durante todo este proceso, la esperanza de vida de los seres humanos había estado disminuyendo constantemente y ahora había llegado a los 80,000 años. Esto y el comienzo del linaje de los primeros reyes marcaron el inicio del primero de los 20 eones intermedios de perdurar. Es solo durante el período de un eón intermedio de perdurar que la esperanza de vida humana disminuye, un año por siglo, de 80.000 a 10, que los budas se manifiestan y aparecen en ese universo.  

Para repetir, este gran eón presente se conoce como el “eón afortunado” porque durante sus eones intermedios de perdurar, 1,000 budas se manifestarán y vendrán. Cuando la esperanza de vida humana en el Continente Sur alcanzó los 80,000 años, el comienzo del primer eón intermedio de perdurar, este fue el momento de la llegada del primer Buda de este eón, Krakucchandra (‘Khor-ba ‘jig). El segundo Buda, Kanakamuni (gSer-thub), llegó cuando la esperanza de vida humana alcanzó los 60,000 años. El tercer Buda, Kashyapa (‘Od-srung), llegó cuando la esperanza de vida humana alcanzó los 20,000 años. Cuando la esperanza de vida humana alcanzó los 100 años, fue cuando el cuarto Buda, el actual Buda Shakyamuni, se manifestó y apareció.          

Las cinco degeneraciones

Además, durante todo este procedimiento, todos se fueron haciendo más pequeños. El tamaño de los seres humanos y los animales disminuyó a medida que se redujo la esperanza de vida. El cuarto Buda, el Buda Shakyamuni, llegó durante el tiempo de lo que se conoce como las “cinco degeneraciones” (snyigs-ma lnga, cinco deterioros).  

¿Cuáles son estas cinco? Son la degeneración de:

  • Tiempo.
  • Esperanza de vida.
  • Visiones.
  • Emociones perturbadoras.
  • Seres.

En cuanto a la degeneración del tiempo, podemos entender esto en términos de cómo en el pasado hubo muchos tesoros en el mar y ahora se están agotando. Se refiere al hecho de que los recursos naturales se están agotando o extinguiendo. Esto es lo que se entiende por tiempo degenerado.     

Asimismo, la segunda degeneración, la degeneración de la esperanza de vida, se refiere a la duración de la vida cada vez más corta. Hoy en día, hay muy pocas personas que superen los 100 años. 

Las visiones o perspectivas degeneradas se refieren al hecho de que hay muchas personas que no creen en la causa y el efecto, que dicen que no existen las vidas pasadas y futuras, y que dicen que no tiene sentido practicar ningún tipo de Dharma o práctica espiritual. Piensan que lo único es esta vida y trabajan solo para esta vida. Este tipo de actitud es un ejemplo de visiones degeneradas.

La degeneración de las emociones perturbadoras se refiere al hecho de que incluso las personas que intentan practicar el Dharma tienen una gran cantidad de ira, apego y otras emociones perturbadoras.    

La degeneración de los seres vivos se refiere, por ejemplo, a que los seres humanos se hacen cada vez más pequeños a medida que la esperanza de vida se acorta gradualmente. Esto continuará hasta que los seres humanos vivan una vida completa en solo 10 años; la esperanza de vida será así de baja. Eso ocurre al final del primero de los 20 eones de perdurar. La gente de este tiempo será muy agresiva y peleará constantemente entre sí. Es en este punto que vendrá el quinto de los 1,000 budas de este eón, el Buda Maitreya. Influenciados por sus enseñanzas, la gente comenzará a ponerlas en práctica. Como resultado, la esperanza de vida humana aumentará gradualmente debido a la fuerza del potencial del karma positivo compartido que la gente acumula. La esperanza de vida humana continuará aumentando hasta alcanzar los 80,000. Una vez que alcance este pico de 80,000 nuevamente comenzará a disminuir.      

Este ciclo de aumento y disminución ocurre en cada uno de los 18 eones intermedios siguientes. Estos se conocen como las “18 curvas del tiempo”. A medida que la esperanza de vida humana se reduzca a un período de 10 años en cada uno de los eones intermedios siguientes, el resto de estos 1,000 budas vendrá. Durante el último de estos 20 eones intermedios de perdurar, solo ocurre la parte del ciclo durante la cual aumenta la esperanza de vida humana.   

Veinte eones intermedios de desintegración y estar desnudo

Después de eso, cuando la fuerza del potencial kármico positivo de los seres se ha agotado, esto marca el comienzo de los eones intermedios de desintegración, cuando el medio ambiente se destruye y los seres en él se extinguen. Hay muchas formas en las que un universo se destruye en cada gran eón. Por ejemplo, una de las formas es que debido a la fuerza del potencial negativo colectivo acumulado por los seres en él, aparece un segundo sol en el cielo, luego un tercero, y finalmente siete soles. Por la fuerza del calor de estos soles, todo el universo material primero se seca y luego se quema. De esa manera, se destruye. Todo este proceso de desintegración, por ejemplo, por fuego, tiene lugar durante un período de 20 eones intermedios. Estos se conocen como los 20 eones intermedios de desintegración.    

Cuando no queda nada y todo es solo un vacío completo, que dura otros 20 eones intermedios, estos se conocen como los “eones intermedios de estar desnudo”. De esta manera, hay 80 eones intermedios que componen un gran eón, durante el cual ocurre este ciclo de cuatro fases de evolucionar, perdurar, desintegración y estar desnudo.     

Eones oscuros y eones cual estrellas

Después de que termine nuestro gran eón particular de 80 eones intermedios, una vez más habrá 60 grandes eones de duración similar al nuestro. Todos esto serán eones oscuros, y cada uno durará 80 eones intermedios. Se les conoce como “eones oscuros” porque, durante esta gran cantidad de tiempo, no aparecerá ningún buda en ellos. Después de eso, habrá otro gran eón conocido como el “eón cual estrella”, durante el cual 20,000 budas se manifestarán y vendrán.       

Si consideramos todos estos diferentes tipos de eones, entonces los eones en los que no aparecerá un buda son mucho más frecuentes que los eones en los que sí aparecen los budas. Además, es solo durante los 20 eones intermedios de un universo que perdura que los budas realmente se manifiestan y aparecen en el mundo; no sucede durante ninguno de los otros eones intermedios. Del mismo modo, dentro de los 20 eones intermedios de perdurar, los budas vienen al mundo solo durante la mitad en la que la esperanza de vida humana está disminuyendo, no durante la mitad durante la cual aumenta. Entonces, cuando hablamos de estas curvas de tiempo, es solo durante las partes descendentes de las curvas de los eones de perdurar, cuando la esperanza de vida humana está disminuyendo, que los budas realmente aparecen.  

El cuarto buda, Buda Shakyamuni

Si pensamos en esto, nos damos cuenta de lo raro que es que un buda se haya manifestado y venido a este mundo, que hayamos alcanzado una excelente base de trabajo de una vida humana en una coyuntura tan particular en el tiempo, y que tenemos la buena fortuna de ser capaces de encontrarnos con las enseñanzas de semejante buda. Si preguntamos: “¿Qué enseñanzas particulares de Dharma nos hemos encontrado? Nos hemos encontrado con las enseñanzas que nos dio el cuarto de los 1,000 budas de este gran eón particular, el Buda Shakyamuni.  

Ver simplemente una estatua de buda o un texto budista no constituye un encuentro con el Dharma del Buda. ¿Qué significa realmente encontrarse con el Dharma? Eso es lo que estamos haciendo hoy aquí. ¿Qué significa en términos de que hayamos acudido aquí hoy? Hemos venido porque todos hemos visto que no importa cuánto consuelo material podamos tener, eso no genera felicidad duradera o segura. Hemos venido a buscar un tipo de felicidad que excede con creces aquella que se puede obtener únicamente con el progreso material; hemos venido a encontrar algunas enseñanzas para esto. Esto constituye venir y encontrarse con el Dharma.       

De los 1,000 budas de este eón, se dividirán, en términos de castas indias, entre los que aparecerán en la casta brahmán y los que aparecerán en la casta real. El Buda Shakyamuni llegó en la casta real. El nombre que le dieron al nacer fue Príncipe Siddhartha. Su padre era conocido como el rey Shuddhodana. Su madre fue Mayadevi. En ese momento, la gran riqueza de la familia real era considerable, si pensamos en términos de la riqueza de la India en el pasado.   

En un momento, el joven príncipe Siddhartha hizo un recorrido por el reino para ver qué sucedía afuera. Mientras viajaba, conoció a alguien que llevaba un cadáver. Cuando preguntó qué era eso, le dijeron que alguien había muerto y que se estaban llevando el cuerpo. Siddhartha se puso muy triste. Luego, mientras continuaban el recorrido, vio a una persona enferma. Luego vio a alguien que era muy anciano y estaba encorvado. Después de un rato, vio a un mendicante renunciante, un shramana (dge-sbyong), que vestía escasas túnicas. Pensó que, sin importar cuánta prosperidad material pudiera tener, con el tiempo la condición humana es tal que llega a ese tipo de sufrimiento: muerte, enfermedad y vejez.      

Esta experiencia apartó su mente de toda la riqueza material y el esplendor que disfrutaba en su palacio. Fue con el anciano Namdrag (rNam-grags), se cortó el pelo y se convirtió en un mendicante célibe y renunciante. Se involucró en prácticas ascéticas muy difíciles durante seis años, y luego, el día quince del cuarto mes, en Bodh Gaya, manifestó su iluminación. El cuarto día del sexto mes, el Buda fue a Varanasi (Benarés) y allí hizo girar por primera vez la rueda del Dharma. Después de poner en movimiento este primer ciclo de sus enseñanzas, el Buda enseñó durante muchos años y finalmente falleció en Kushinagar.    

Nagáryuna 

Después de eso, hubo una línea de sucesión de aquellos que sostenían todas las enseñanzas del Buda, comenzando desde Mahakashyapa (‘Od-srung chen-po) hacia abajo en una sucesión de “siete patriarcas de las enseñanzas” (bstan-pa’i gtad-rabs bdun).   

En los siglos siguientes, las enseñanzas Mahayana, que no se habían transmitido públicamente, declinaron en el sentido de que se volvieron cada vez menos disponibles. Pero luego vinieron los “dos grandes maestros que abrieron el camino para el carruaje de la tradición (Mahayana)” (shing-rta’i srol-‘byed chen-po gnyis), Nagáryuna y Asanga. Nagáryuna, vino como lo había profetizado el propio Buda. Debido a Nagáryuna y a sus enseñanzas, el Dharma Mahayana nuevamente comenzó a florecer en gran medida.      

Nagáryuna fue el autor de seis grandes textos sobre Madyámaka o el Camino Medio. Conocidas colectivamente como las Seis colecciones de razonamiento (Rigs-tshogs drug), el principal de ellas es Versos raíz sobre el Madyámaka, llamado “Darse cuenta que discrimina” (dBu-ma rtsa-ba shes-rab, sct. Prajna-nama-mulamadhyamaka-karika). Los otros cinco son:         

  • La guirnalda preciosa (Rin-chen ‘phreng-ba, sct. Ratnavali).  
  • Refutación de objeciones (rTsod-pa zlog-pa, sct. Vigrahavyavarti)   
  • Setenta versos sobre la vacuidad (sTong-nyid bdun-bcu-pa, sct. Shunyatasaptati).
  • Sutra llamado “Finamente tejido” (Zhib-mo rnam-‘thag zhes-bya-ba’i mdo, sct. Vaidalya-sutra-nama).   
  • Sesenta versos de razonamiento (Rigs-pa drug-cu-pa, sct. Yuktishashtika).

Como resultado de estos seis textos, las enseñanzas Mahayana, especialmente las del Madyámaka, florecieron enormemente. De los dos linajes, el linaje de las enseñanzas profundas y el linaje de las enseñanzas generalizadas o extensas, el linaje de las enseñanzas profundas fue transmitido de esta manera a través de Nagáryuna.   

Asanga

El segundo de estos dos linajes, el camino de las enseñanzas generalizadas, llegó a través de Asanga, el segundo de los dos grandes maestros que abrieron el camino para el carruaje de la tradición Mahayana. La madre de Asanga era una mujer brahmán llamada Prakashashila (Rab-gsal ngang-tshul-ma). Cuando era más joven, deseaba dar a luz hijos que hicieran que el Dharma aumentara y floreciera. Por lo tanto, tomó un esposo de la casta real gobernante, y el hijo que nació de esa unión fue Asanga.    

Asanga le preguntó a su madre durante su infancia: “¿Cuál era la profesión de mi padre? ¿Qué hizo él?”. Su madre dijo: “No importa lo que tu padre hizo de profesión. Recé para dar a luz a un hijo como tú, no para promover propósitos mundanos, sino para difundir y promover las enseñanzas del Dharma. Además, de las enseñanzas del Dharma, oré para que pudieras promover la causa de las enseñanzas Mahayana”. Con este propósito, Asanga emprendió una práctica meditativa para obtener una visión o realización real de la deidad meditativa Maitreya.         

Después de doce largos años de meditación, finalmente realizó una visión de Maitreya, quien lo condujo al reino celestial de Tushita. Allí Asanga permaneció durante muchos años. Recibió muchas enseñanzas de Maitreya, que luego escribió de memoria. Se les conoce como los Cinco textos de Dharma de Maitreya (Byams-chos sde-lnga). ¿Cuáles son estos cinco textos? Son:        

  • Filigrana de realizaciones (mNgon-rtogs rgyan, sct. Abhisamayalamkara)
  • Filigrana de sutras Mahayana (Theg-pa chen-po mdo-sde rgyan, sct. Mahayanasutralamkara).       
  • Diferenciar el medio de los extremos (Theg-pa chen-po mdo-sde rgyan, sct. Mahayanasutralamkara).  
  • La continuidad interminable (rGyud bla-ma, sct. Uttaratantra).    
  • Diferenciar a los fenómenos y su verdadera naturaleza (Chos-dang chos-nyid rnam-‘byed, sct. Dharmadharmatavibhanga).    

Asanga permaneció en este reino celestial durante el equivalente a una mañana de los dioses. Cuando volvió a la tierra, al reino humano, descubrió que habían pasado 50 años. Después de regresar al mundo humano, el propio Asanga fue el autor de muchos textos. Como resultado de esta actividad, las enseñanzas Mahayana florecieron aún más y el linaje de las enseñanzas generalizadas continuó.    

Atisha

Las enseñanzas de Nagáryuna se transmitieron en el linaje de las enseñanzas profundas al maestro indio Vidyakokala. A través de él, Atisha recibió esas enseñanzas de Nagáryuna. El linaje del lado de Asanga pasó a través de una sucesión de grandes maestros a uno llamado Maitriyogui. A través de él, Atisha recibió el linaje de Asanga. Por lo tanto, Atisha tenía todas las instrucciones de los dos linajes que provenían de Nagáryuna y Asanga.   

El propio Atisha nació en una gran familia real en Bengala. Su familia era extremadamente rica y próspera. Sin embargo, vio que no había esencia en absoluto en estas cosas mundanas. Apartó su mente por completo de estas riquezas y fue a la Universidad Monástica de Nalanda, donde recibió la ordenación de monje. Estudió mucho y se convirtió en un pandita muy erudito.     

Examinó con mucho cuidado cuáles serían los mejores métodos para alcanzar la iluminación lo más rápido posible a fin de poder beneficiar a todos los seres vivos. Sucedió en muchas ocasiones, mientras circunvalaba la gran estupa en Bodh Gaya, que las estatuas en la estupa le hablaron. En una ocasión, una estatua le dijo a Atisha que el mejor método para alcanzar la iluminación rápidamente es desarrollar un motivo iluminador y un anhelo de la bodichita. Atisha ya tenía un cierto nivel de desarrollo de la bodichita en su continuo mental, pero estaba buscando las instrucciones completas para poder llevar este desarrollo a su punto final.     

Por lo tanto, buscó por todas partes a alguien que tuviera las instrucciones completas para hacerlo. Escuchó que estas instrucciones estaban en manos del gran Lama Serlingpa, también llamado Dharmakirti Shri, en lo que hoy es Sumatra en Indonesia. Entonces, fue a encontrarse con este gran maestro en Sumatra para buscar estas instrucciones completas. En ese momento, no tenían grandes barcos como los que tenemos hoy; viajó en los barcos que estaban disponibles en ese momento. Fueron necesarios doce meses para hacer este difícil viaje por mar desde la India a Sumatra para encontrarse con este gurú. Atisha permaneció allí durante doce años y escuchó todas las instrucciones sobre el tema. Luego regresó a la India.   

En el Tíbet, en este momento, ya había habido un florecimiento previo del Dharma, iniciado por los esfuerzos del gran Gurú Rinpoche, Padmasambhava, y del gran abad de Nalanda, Shantarakshita. Gracias a sus esfuerzos, la escuela Nyingma, la “Antigua Tradición”, había florecido enormemente en el Tíbet. No obstante, sus enseñanzas habían declinado. Se estaban practicando de forma errónea y degenerada y, en consecuencia, se había producido una represión del Dharma.     

En la parte del Tíbet occidental conocida como Guge, había dos reyes que eran familiares. Uno era Yeshe Wo (Ye-shes ‘od) y el otro, su sobrino Jangchub Wo (Byang-chub ‘od). Dado que deseaban revivir el Dharma en el Tíbet, ambos habían enviado a muchas personas a la India para poder estudiar el Dharma. Excepto por unos pocos, la mayoría de ellos no pudieron soportar el gran calor y las difíciles condiciones en la India y no pudieron completar sus esfuerzos. En ese momento se habló de quién sería la mejor persona en la India, el maestro más erudito y adecuado que podría hacer que las enseñanzas florecieran y se expandieran una vez más en el Tíbet. En ese momento se dijo que no habría nadie mejor que Atisha. Por lo tanto, estos reyes buscaron muchos medios para invitar a Atisha al Tíbet.        

Desafortunadamente, en los alrededores de las tierras fronterizas del Tíbet, había otro rey que se apoderó de Yeshe Wo y lo arrojó a la cárcel. Su sobrino, Jangchub Wo, se acercó a este rey y le pidió que liberara a su tío Yeshe Wo. El rey dijo: “Si me traes la cantidad de oro equivalente al peso del cuerpo de tu tío, lo soltaré”. 

Jangchub Wo anduvo por todas partes buscando recolectar suficiente oro para cumplir con este requisito, pero solo pudo traer oro que era igual al peso del cuerpo de su tío por debajo del cuello. El rey que tenía cautivo a Yeshe Wo le dijo que también necesitaba traer más oro para igualar el peso de la cabeza. Jangchub Wo tendría que salir y recolectar aún más oro. 

Antes de partir de nuevo, Jangchub Wo fue a hablar con su tío Yeshe Wo, donde estaba recluido. Golpeó la puerta y dijo: “Si quisiera, podría llevar a cabo una guerra con este reino y de esta manera obtener su liberación. Pero esto causaría mucho daño a las vidas de los seres en esta área, así que no pienso hacer eso”. Luego continuó y dijo: “Entonces busqué un método pacífico para obtener tu liberación. El rey me dijo que tenía que traer suficiente oro igual al peso de tu cuerpo. Todavía no tengo suficiente oro para completar esa solicitud, aún necesito suficiente para tu cabeza, voy a salir a hacer otra expedición. Espera aquí hasta entonces”.

El familiar mayor, Yeshe Wo, le dijo a su sobrino: “No pensé que fueras capaz de tales tareas porque eres muy joven, pero eres extremadamente valiente al buscar los medios para encontrar todo ese oro con el fin de obtener mi liberación. Pero usar todo este oro que has recolectado en mi propio bienestar, sería un desperdicio. No sería un gran beneficio para la Triple Joya. Por lo tanto, no lo desperdicien conmigo. Más bien, usa ese oro para poder enviar algo a la India e invitar al gran maestro Atisha al Tíbet. Esto hará que el florecimiento del Dharma vuelva a ocurrir. Por favor, dile también a Atisha que debe venir porque he sacrificado mi vida por esta causa, para invitarlo y traerlo al Tíbet”.   

Jangchub Wo miró a su tío a través de una pequeña rendija en la puerta. Vio cómo estaba completamente atado y encadenado y en una condición física muy lastimera y difícil. De esta manera, el rey Yeshe Wo sacrificó su vida para poder beneficiar a las enseñanzas. Jangchub Wo envió al traductor, Nagtso, para invitar a Atisha al Tíbet. El nombte de Nagtso era Lotsawa Tsultim Gyalgua (Nag-mtsho Lo-tsa-ba Tshul-khrim rgyal-ba).   

En la India, Atisha recibió visiones de Tara, quien hizo varias profecías: “Si vas a la tierra del norte, al Tíbet, harás que las enseñanzas del Dharma florezcan y se expandan allí. Tendrás un discípulo en el Tíbet cuyo nombre será el Upasaka (que significa “laico”), y él especialmente hará que las enseñanzas florezcan mucho allí. Sin embargo, si vas al Tíbet, tu esperanza de vida se reducirá veinte años; no obstante, llevarás un gran beneficio a los seres vivientes y a las enseñanzas allí”.    

Atisha sintió que, si podía ir y ser de gran beneficio para las enseñanzas y los seres vivos, no importaba si su esperanza de vida se reducía veinte años; sintió que debía ir. Realizó la ardua expedición al Tíbet, pasando por Nepal, y luego permaneció en el Tíbet durante diecisiete años antes de fallecer.

En el Tíbet, tal como fue profetizado por Tara, conoció a su discípulo, el Upasaka Dromtonpa, Gyalgua Jungne (‘Brom-ston rGyal-ba’i ‘byung-gnas), que era una encarnación de Chenrezig, Avalokiteshvara. El rey del Dharma, Jangchub Wo, le pidió a Atisha que le diera enseñanzas sobre refugio y causa y efecto. Este texto, Lámpara en el camino a la iluminación, fue compuesto por Atisha para satisfacer esta petición. Por eso dice en el primer párrafo del texto: Después de haber sido instado por mi excelente discípulo, Jangchub Wo. Esto es en referencia al hecho de que esa enseñanza fue solicitada por este gran rey.             

El linaje de estas enseñanzas se transmitió principalmente al discípulo Dromtonpa. El linaje continuó a través de Dromtonpa y a través de varios gueshes Kadampa eruditos muy famosos, como Gueshe Potowa y sus discípulos. El linaje ha continuado transmitiéndose hasta nuestros días.    

De esta manera, podemos ver cómo los reyes de antaño hicieron un gran esfuerzo para que acudieran al Tíbet varios maestros eruditos y traductores. No les preocupaba cuánto dinero, riqueza y dificultad se gastara en estos esfuerzos. Todo esto fue hecho para hacer que la enseñanza del Dharma llegara al Tíbet y floreciera.

La rareza de encontrarse con las enseñanzas del Buda

Hay algún propósito para explicar toda esta historia y es algo en lo que deberíamos pensar más. El punto es obtener una sensación y valoración de lo raro que es realmente encontrarse con las enseñanzas del Buda. Esta historia también es buena como introducción para adentrarse en la enseñanza y conocer sus antecedentes históricos.

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