El significado de tantra

Definición de la palabra tantra

Las enseñanzas del Buda incluyen tanto sutras como tantras. Los sutras presentan los temas básicos de la práctica para obtener la liberación de problemas incontrolablemente recurrentes (sct. samsara) y, más allá, para alcanzar el estado iluminado de un Buda, con la habilidad de ayudar a los demás tanto como sea posible. Los temas incluyen métodos para desarrollar auto disciplina ética, concentración, amor, compasión y un correcto entendimiento de cómo existen las cosas realmente. Los tantras presentan prácticas avanzadas basadas en los sutras.

La palabra sánscrita tantra significa la urdimbre de un telar, o la hebra de una trenza. Como los hilos de un telar, las prácticas del tantra sirven como una estructura para entrelazar los temas del sutra para tejer la alfombra de la iluminación. Más aun, el tantra combina expresiones físicas, verbales y mentales de cada práctica y las entreteje creando un sendero holístico de desarrollo. Como no se puede integrar y practicar simultáneamente todos los temas del sutra sin previamente haberse entrenado en cada uno individualmente, la práctica del tantra es extremadamente avanzada.

La raíz de la palabra tantra significa estirar o continuar sin descanso. Enfatizando esta connotación, los académicos tibetanos tradujeron el término como gyu (rgyud), que significa continuidad ininterrumpida. Aquí, la referencia es a la continuidad sobre el tiempo, como en una sucesión de momentos en una película; más que la continuidad en el espacio; como una sucesión de segmentos de pavimento. Más aun, las sucesiones que se discuten en el tantra son como películas eternas: no tienen principio ni fin.

No hay dos películas iguales, inclusive dos copias idénticas de la misma película nunca pueden ser el mismo rollo de película. Similarmente, las sucesiones interminables siempre mantienen su individualidad. Más aun, los cuadros de la película corren uno a uno, y todo cambia en cada cuadro. De la misma manera, los momentos en las sucesiones interminables son efímeros, con un sólo momento ocurriendo a la vez y sin nada sólido que perdure a través de las sucesiones.

Continuum mentales como tantras

El ejemplo más sobresaliente de una sucesión ininterrumpida es el continuum mental (flujo mental), la sucesión interminable de momentos de una mente individual. Mente en budismo, se refiere a la mera experiencia subjetiva e individual de algo, y no al objeto físico o inmaterial que tiene la experiencia o es la herramienta que alguien utiliza para experimentar cosas. Además, un continuum mental no es un flujo de experiencias que se acumulan de tal suerte que una persona tiene más experiencia que otra. Un continuum mental simplemente comprende una ininterrumpida sucesión de momentos de funcionamiento mental, el mero experimentar. Lo que se experimente incluye visiones, sonidos, sentimientos, pensamientos, sueño e inclusive la muerte. Mero implica que este experimentar no requiere ser deliberado, o inclusive consciente.

Más aun, el experimentar es siempre individual y subjetivo. Dos personas pueden tener la experiencia de ver la misma película, pero la experiencia de cada persona sobre ella podría no ser la misma; a una le podría gustar, a la otra no. La manera en que experimentan la película depende de muchos factores interdependientes, tales como su estado de ánimo, su salud, quién los acompañe e inclusive el asiento que ocupen en el cine.

Seres individuales son aquellos con continuum mental. Experimentan algo en cada momento de su existencia. Actúan con intención, aunque no sea planeado conceptualmente, y experimentan subjetivamente los efectos inmediatos y de largo plazo de lo que hacen. Así, los continuum mentales de los individuos, su experimentar, cambia de momento a momento, como ellos cambian, y sus continuum mentales continúan de una vida a la siguiente, sin principio y sin final. El budismo acepta como un hecho no sólo que los continuum mentales duran eternamente, sino que además carecen de principios absolutos, ya sea por la obra de un creador, de la materia/energía, o de la nada.

Los seres individuales, y por tanto los continuum mentales, interactúan unos con otros, pero permanecen distintos, inclusive en la budeidad. Aunque el Buda Shakyamuni y el Buda Maitreya son equivalentes en cuanto a su obtención de la iluminación, no son la misma persona. Cada uno tiene conexiones únicas con diferentes seres, lo que explica el hecho de que algunos individuos pueden encontrar a un Buda en particular y beneficiarse de él y no de otro.

Las películas mantienen su individualidad sin requerir o contener marcas innatas fijas, como sus títulos, siempre presentes como parte de cada momento, dando a la película identidad individual sólo por su propio poder. Las películas sostienen identidades individuales al depender meramente de factores cambiantes entretejidos, tales como secuencias lógicas de cuadros. De la misma manera, los continuum mentales interminables continúan sin marcas innatas fijas tales como almas o personalidades; que permanecen inafectadas y no cambiantes durante una vida y de una vida a la siguiente, y las cuales, por sus propios poderes, les dan identidad individual. Para sostener su identidad individual, los continuum mentales dependen meramente de factores cambiantes entretejidos, tales como las secuencias lógicas de experimentar de acuerdo a los principios de causa y efecto del comportamiento (sct. karma). Aun en un nivel más general, los continuum mentales carecen inherentemente de identidades fijas, tal como humano, mosquito, masculino o femenino. Dependiendo de sus acciones, los seres individuales aparecen con distintas formas en cada vida, algunas veces con mayores sufrimientos y problemas y otras veces con menores.

El término tantra en relación a la naturaleza búdica

Aunque los continuum mentales, y por tanto los seres individuales, carecen de almas innatas que les den identidad por su propio poder, no obstante tienen otras características que les acompañan como facetas integrales de su naturaleza. Estas facetas innatas también constituyen tantras, sucesiones de momentos sin principio ni final. Las interminables facetas innatas que se transforman en facetas de iluminación de un Buda, o que permiten que cada continuum mental se convierta en el continuum de un Buda, incluyen a los factores de la naturaleza búdica de dicho continuum.

Por ejemplo, sucesiones ininterrumpidas de momentos de apariencia física, comunicación, funcionamiento mental (cuerpo, palabra y mente), la operación de buenas cualidades y actividad, acompañan por siempre a la sucesión de momentos de cada continuum mental, aunque las formas particulares de las cinco varían a cada momento. La apariencia física puede ser invisible al ojo humano; la comunicación puede ser no intencional y meramente a través del lenguaje corporal; y el funcionamiento mental pueda ser mínimo, como al estar dormidos o inconscientes. Las buenas cualidades, tales como el entendimiento, la consideración y capacidad, pueden operar a niveles mínimos o bien estar sólo latentes; y la actividad puede ser meramente mecánica. Sin embrago, el experimentar individual y subjetivamente algo en cada momento implica tener continuamente alguna apariencia física, alguna forma de comunicación de alguna información, algún funcionamiento mental, algún nivel de operación de buenas cualidades, y alguna actividad.

El hecho de que las sucesiones ininterrumpidas de momentos de las cinco facetas acompañan al continuum mental de cada ser en cada renacimiento, explica el hecho de que sucesiones de las cinco acompañan al continuum de cada ser incluso como un Buda. Desde otro punto de vista, continúan ocurriendo momentos de los cinco en sucesiones ininterrumpidas incluso después de la iluminación, pero ahora sus formas se manifiestan como las cinco facetas de iluminación de un Buda. Son iluminadoras en el sentido de que son los medios más efectivos para llevar a otros a la iluminación.

Sucesiones sin principio que pueden tener un final

Como tantras, las continuidades interminables de los factores individuales de la naturaleza búdica se trenzan juntos para formar un todo integrado a cada momento, funcionando juntos como una red. En otro sentido, las continuidades interminables constituyen los hilos de la urdimbre sobre los cuales se entretejen las sucesiones de momentos de futuras características acompañanates de los continuum mentales. Muchos factores entrelazados también carecen de principio, pero no todos ellos continúan por siempre. Algunos pueden tener final y por consiguiente no constituyen facetas integrales de la naturaleza del continuum. Los más significativos son las continuidades sin principio de confusión acerca de cómo existen las cosas, los hábitos de tal confusión, y los problemas y limitaciones incontrolablemente recurrentes que producen. Aquí, para simplificar la explicación, estamos usando el término confusión en lugar de no darse cuenta (ignorancia), pero sin ninguna connotación de desorganización, desorientación o demencia.

Las sucesiones sin principio de momentos de diferentes niveles de confusión y sus hábitos, pueden terminar, porque sus opuestos exactos, sucesiones de momentos de entendimiento y sus hábitos, los pueden reemplazar y desplazarlos para siempre. Mientras que las sucesiones de momentos de confusión y sus hábitos acompañan a los continuum mentales, los factores de la naturaleza búdica no pueden funcionar a plena capacidad. Mientras los continuum mentales estén en tales condiciones, los individuos que los manifiestan son seres limitados (seres sintientes). Los factores funcionan plenamente sólo mediante la eliminación total de todos los factores limitantes o “manchas transitorias”, es decir, al deshacerse totalmente de todos los niveles de confusión y sus hábitos. Cuando las continuidades de todas las características limitantes se detienen para siempre, los individuos dejan de ser seres limitados. Sus continuidades sin final como individuos siguen, pero los seres se han transformado ahora en Budas.

Las explicaciones nyingma y kagyu del tantra

Las cuatro tradiciones del budismo tibetano (nyingma, kagyu, sakya y gelug) aceptan el significado de tantra como las sucesiones interminables de momentos de los factores de la naturaleza búdica entretejidos. Las explicaciones especiales de cada tradición vierten nueva luz en el tema y se complementan unas a otras. Veamos primero la presentación general común a las tradiciones nyingma y kagyu, ya que se especializa en discutir el tantra en términos de la naturaleza búdica en general. Sus presentaciones derivan de El continuum interminable , de Maitreya.

Maitreya explicó que aunque las sucesiones de momentos de los factores de la naturaleza búdica continúan por siempre, pueden ser: no refinados, parcialmente refinados o totalmente refinados. La distinción estriba en que, aunque las sucesiones de momentos de todos los niveles de confusión y sus hábitos acompañan al continuum mental sin parar, sólo algunos lo hacen por cierto tiempo, o ninguno lo acompaña más. Estas tres condiciones de las continuidades interminables de los factores de la naturaleza búdica son los tantras de la base, del camino y del resultado.

Como tantras de la base, las continuidades siempre disponibles de los factores de la naturaleza búdica, son los materiales de trabajo para alcanzar la iluminación; desde esta perspectiva, los factores no están refinados o son “impuros” en el sentido de que las sucesiones de momentos de todos los niveles de confusión y sus hábitos, se entrelazan con los factores en todo momento, limitando su funcionamiento en grados variables.

En el camino a la iluminación, los practicantes trabajan para deshacerse de las limitaciones al ir deteniendo, por etapas, las continuidades de los varios niveles de confusión y sus hábitos que se entrelazan con su cuerpo, comunicación, mente, buenas cualidades y acciones. Consecuentemente, durante el proceso de purificación, las continuidades de los factores de la naturaleza búdica, como tantras del camino, están parcialmente refinadas y parcialmente no refinadas. Algunas veces, períodos de completo entendimiento acompañan esos factores; otras veces, hay períodos en los que tan sólo se da un instante de entendimiento. Ocasionalmente, las sucesiones de momentos de confusión cesan temporalmente. Después, se reanudan continuidades de ciertos niveles, pero gradualmente ninguna de ellas regresa mas. Similarmente, los hábitos de la confusión cesan ocasionalmente, dando surgimiento a momentos de confusión; pero eventualmente, las continuidades de los hábitos cesan para siempre.

En el nivel resultante de la budeidad, las continuidades de los factores de la naturaleza búdica, como tantras resultantes, están totalmente refinadas en el sentido de que son totalmente libres para siempre de períodos de cualquier nivel de confusión y hábitos que la acompañan. Por lo tanto, los factores de la naturaleza búdica funcionan interminablemente a su máxima capacidad como las facetas iluminadoras entretejidas de un Buda, por ejemplo, como las facultades iluminadoras físicas, comunicativas y mentales de un Buda; sus buenas cualidades y actividades.

El rol de las figuras búdicas en el tantra

Las figuras búdicas representan a los factores de la naturaleza búdica durante fases refinadas o “puras”, cuando sucesiones de momentos de total entendimiento acompañan a sus continuidades. Como las figuras búdicas tienen cuerpos, comunicación, mentes, buenas cualidades y acciones que trabajan juntos como una red integrada, son apropiadas para representar a dichos factores de la naturaleza búdica. Más aun, a menudo las figuras tienen múltiples caras, brazos y piernas. El conjunto de caras y miembros representan temas del sutra, muchos de los cuales están también entre los factores de la naturaleza búdica. Los practicantes del tantra utilizan a las figuras en meditación para extender el proceso de purificación.

El término sánscrito para figuras búdicas, ishtadevata, significa: deidades escogidas, es decir, escogidas para practicar para convertirse en un Buda. Son “deidades” en el sentido de que sus habilidades trascienden aquellas de los seres ordinarios, sin embargo, ni controlan las vidas de la gente, ni requieren ser adoradas. Por lo que los académicos tibetanos tradujeron el término como lhagpay lha (lhag-pa’i lha), deidades especiales, para diferenciarlas de los dioses mundanos o de Dios, el creador.

El equivalente tibetano más común, yidam (yi-dam), denota la intención del significado más claramente. Yi significa mente y dam viene de damtsig (dam-tshig, sct. s amaya), una unión cercana o estrecha. Los practicantes del tantra se funden con figuras búdicas masculinas y femeninas, tales como las de Avalokiteshvara y Tara, imaginándose a sí mismos como teniendo las facetas iluminadoras de apariencia física, comunicación, funcionamiento mental, buenas cualidades y actividades de dichas figuras. Más precisamente, mientras las continuidades de los factores de su naturaleza búdica están todavía parcialmente refinadas como tantras del sendero, los practicantes las funden o las entretejen con continuidades de los factores imaginados como las facetas totalmente refinadas de las figuras búdicas. Aun cuando los practicantes han obtenido sólo un entendimiento incompleto de cómo existen las cosas, utilizan el método general del tantra para deshacerse de las manchas transitorias de períodos de confusión y sus hábitos, de las interminables continuidades de los factores de la naturaleza búdica, imaginando que sus factores parcialmente refinados funcionan como si fueran las facetas totalmente refinadas de la figura búdica.

En resumen, los factores de la naturaleza búdica son los mismos factores ya sea que funcionen como el tantra de la base, del sendero o del resultado. El continuum mental siempre manifiesta alguna forma de apariencia física, comunicación de algo y funcionamiento mental; así como algún nivel de funcionamiento de buenas cualidades y alguna actividad. La única diferencia es hasta dónde las sucesiones de momentos de diferentes niveles de confusión y sus hábitos acompañan a las continuidades de los factores y limitan su funcionamiento.

De acuerdo a las presentaciones nyingma y kagyu, entonces, el tema sustantivo del tantra es el entretejido de las condiciones de las continuidades interminables de los factores de la naturaleza búdica de la base, del sendero y del resultado; para tejer un método para alcanzar la iluminación. Específicamente, el tantra tiene que ver con métodos para trabajar con períodos de los factores de la naturaleza búdica como tantras del sendero, para purificar sucesiones de factores como tantras de la base, para que ulteriormente funcionen como las continuidades interminables de los tantras resultantes. La práctica del tantra efectúa esta transformación al unir continuidades de factores de la naturaleza búdica sin refinar, con sucesiones de momentos de su situación refinada, como los representados por las facetas iluminadoras de las figuras búdicas.

La presentación sakya

La presentación sakya del significado del tantra deriva de El tantra hevajra, un texto de la clase más alta de tantra. Esta presentación dilucida la relación entre las figuras búdicas y los seres cotidianos, que permite la unión de las facetas correspondientes de los dos en la práctica del tantra.

Un tema exclusivo del más alto tantra es el continuum de luz clara (la luz clara de la mente), el nivel más sutil del continuum mental de cada quien. Todos los continuum mentales tienen niveles de luz clara de experimentar, los cuales, como la naturaleza búdica fundamental, proveen al continuum la continuidad interminable más profunda. Los niveles más burdos de experimentar, tales como en los que ocurren la percepción sensorial y el pensamiento conceptual, de hecho no continúan sin interrupción entre una vida y la siguiente. Más aun, cesan para siempre con la obtención de la iluminación. Sólo las sucesiones de los niveles de luz clara continúan sin interrupción, aun después de convertirse en Buda. Si hacemos una analogía de los individuos con un radio, entonces los niveles más burdos de su continuum mental son similares al radio sintonizando diferentes estaciones, mientras que los niveles de luz clara serían como el radio simplemente encendido. Sin embargo, la analogía no es exacta. Los radios pueden dejar de sonar, mientras que el flujo de los continuum mentales nunca cesa.

Sin importar el nivel en que esto ocurra, la sola experiencia individual y subjetiva de las cosas, implica dar surgimiento a las apariencias de las cosas (claridad) y a involucrarse mentalmente con ellas (darse cuenta). En otras palabras, uno no percibe objetos externos directamente, sino simples apariencias o representaciones mentales de los mismos que surgen como parte del acto de percibir. Aquí, las apariencias incluyen no sólo la visión de las cosas, también sus sonidos, olores, sabores y sensaciones físicas, y también pensamientos acerca de ellos. La ciencia occidental describe el mismo punto desde una perspectiva física. Al percibir cosas, de hecho uno no percibe objetos externos, sino sólo complejos de impulsos electroquímicos que representan a las cosas en el sistema nervioso y en el cerebro. Aunque todos los niveles de experimentar cosas implican el surgimiento de sus apariencias, el continuum de luz clara es la verdadera fuente que da surgimiento a todas las apariencias.

Involucrarse mentalmente con las apariencias significa: verlas, oírlas, olerlas, saborearlas, tener una sensación física de ellas, por pensarlas, o por sentir algo emocionalmente acerca de ellas. El involucramiento mental, puede ser subliminal o hasta inconsciente. Más aun, dar surgimiento a las apariencias de las cosas e involucrarse mentalmente con ellas son dos maneras de describir el mismo fenómeno. El surgimiento de un pensamiento y el pensar en él son de hecho el mismo evento mental. Un pensamiento no surge y luego uno lo piensa; las dos acciones mentales ocurren simultáneamente porque describen el mismo evento.

La discusión sakya del tantra se enfoca en un factor específico de la naturaleza búdica, la sucesión interminable de momentos del continuum de luz clara, en su actividad innata de dar surgimiento a apariencias por sí misma. La creación de apariencias es automática e inconciente, no es deliberada. Uno puede ver algo deliberadamente; pero al verlo, el continuum de luz clara no construye deliberadamente una apariencia de ello. Más aun, las apariencias que surgen del continuum de luz clara, pueden ser de la base física del continuum, del cuerpo, o de cualquier otro objeto que percibe.

Aquí, el punto principal es que la creación de apariencias ocurre inseparablemente a dos niveles: burdo y sutil. Inseparablemente (yermey, dbyer-med) significa que si un nivel ocurre validamente, el otro nivel ocurre validamente también. En este contexto, apariencias burdas son de los seres cotidianos y sus ambientes; las apariencias sutiles son de las figuras búdicas y sus entornos.

Los seres cotidianos y las figuras búdicas son como niveles cuánticos de los continuum de luz clara. Las partículas subatómicas tienen distintos niveles cuánticos de energía ante los cuales resuenan de forma igualmente válida. En todo momento, el nivel en el que está resonando una partícula es una función de probabilidad: no se puede asegurar que tal partícula esté resonando sólo a un nivel y no a otro. De hecho, de acuerdo a la mecánica cuántica, una partícula puede resonar a varios niveles simultáneamente. De igual manera, ya que el nivel en el que está apareciendo el continuum de luz clara en todo momento, es una función de probabilidad, no se puede decir que un individuo tiene sólo una apariencia y no otra, en un momento particular.

La continuidad interminable de actividad mental que produce este par de apariencias innatamente unidas, puede ser no refinado, parcialmente refinado o totalmente refinado, dependiendo de las sucesiones de momentos de confusión y los hábitos que los acompañan. El proceso mediante el cual la continuidad de la práctica con figuras búdicas purifica este factor de la naturaleza búdica para que produzca una sucesión interminable de apariencias completamente libres de los períodos acompañantes de confusión y sus hábitos, es el tema principal del tantra tal como se ve en la escuela sakya.

La explicación gelug

La tradición gelug sigue Apéndice del tantra de Guhyasamaja para explicar el significado del tantra como una continuidad interminable. El principal aspecto de la naturaleza búdica que se enfatiza aquí, es la vacuidad (vacío) del continuum mental, su ausencia de existencia en formas imposibles. Los continuum mentales no existen inherentemente impuros o con defectos por naturaleza. Nunca han existido ni existirán así. Ninguna continuidad interminable de características innatas los acompaña para que, por su propio poder, existan de esa manera imposible. Como esta ausencia total es siempre el caso, cuando los practicantes entienden completamente este hecho, pueden lograr que sus continuum mentales dejen de estar acompañados por continuidades de confusión y sus hábitos, para que los factores de su naturaleza búdica puedan funcionar plenamente como las facetas iluminadoras de un Buda. Ya que los continuum mentales permanecen existiendo como continuidades interminables, su vacuidad sigue siendo un hecho siempre, permitiendo la purificación y la transformación.

Los métodos de purificación se refieren a niveles de práctica con figuras búdicas. A diferencia de la gente ordinaria, las figuras búdicas no se desarrollan a partir de fetos, no envejecen ni mueren. Como siempre están disponibles en la misma forma, meditar con ellos puede formar una continuidad interminable. El resultado del proceso de purificación es la continuidad interminable de la budeidad.

En resumen, a través de una continuidad interminable de la práctica de meditación de unirse con figuras búdicas, los practicantes del tantra obtienen la continuidad interminable de la budeidad, basados en el hecho interminable de la vacuidad de sus continuum mentales. Ya que la práctica del tantra implica producir apariencias de uno mismo como una figura búdica, lo que se parece al estado resultante de la iluminación, el tantra es llamado el vehículo resultante.

Resumen

El tema principal del tantra concierne a continuidades ininterrumpidas, conectadas con el continuum mental. Las continuidades incluyen factores de la naturaleza búdica, tales como: buenas cualidades, un cierto nivel de luz clara para experimentar cosas, su actividad de producir auto-apariencias, y su vacuidad. Las continuidades también incluyen figuras búdicas y el estado iluminado. Las cuatro tradiciones del budismo tibetano explican varias formas en las cuales las sucesiones de momentos de estas continuidades interminables se entretejen como la base, el sendero y el resultado. Comparten la característica de que el tantra involucra un sendero de práctica con figuras búdicas para purificar la base y poder alcanzar la iluminación como resultado. También están de acuerdo en que las características físicas de las figuras búdicas sirven como representaciones multivalentes, y proveen los hilos para entretejer los varios temas de la práctica del sutra. El término tantra se refiere al tema de este entretejido tan intrincado y los textos que lo abordan.

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