El buda y los sucesos políticos de su época

La vida del Buda histórico aparece en diferentes fragmentos de la literatura clásica budista. La primera versión no aparece en ningún texto, pero puede reconstruirse de versiones registradas en el sutra pali (sct. sutra) y en la literatura vinaya de la tradición teravada. Los textos posteriores de las tradiciones mahasánguika, sarvastivada y mahayana embellecen estas sencillas descripciones de los primeros textos con muchas características, algunas veces súper-humanas. La estampa original que surge de la literatura pali, revela una persona muy humana quien, al vivir en tiempos problemáticos e inseguros, enfrentó numerosas dificultades y desafíos, tanto personales como en su comunidad monástica. Aquí destacaremos esta primera versión de la vida del Buda, basada en la investigación presentada por Stephen Batchelor en su texto Confesiones de un ateo budista. Se utilizarán todos los nombres en su versión pali.

El Buda nació en el 566 a.e.c. en el Parque Lumbini (Lumbi-na’i tshal), lo que actualmente es la parte sur de Nepal. Este parque se encuentra no muy lejos de Kapilavatthu (Ser-skya’i gnas, sct. Kapilavastu), la capital de Sakiya (Sha-kya, sct. Shakya). Aunque su nombre Siddhartha (Don-grub, sct. Siddhartha) no aparece en el canon pali, aquí lo utilizaremos por conveniencia. Gotama, (Gau-ta-ma, sct. Gautama) otro nombre utilizado para referirse al Buda, era el nombre de su clan.

El padre de Siddhartha, Shuddhodana (Zas tsang-ma, sct. Shuddhodana), no era un rey, como se describió posteriormente en la literatura budista. En lugar de ello, fue un noble del clan Gautama, quien probablemente sirvió como gobernador regional en Sakiya. El canon pali no registra el nombre de la madre del Buda, pero fuentes sánscritas posteriores la identifican como Maya-devi (Lha-mo sGyu-‘phrul-ma). La madre de Siddhartha murió poco después de su nacimiento, por lo que él fue criado por su tía Pajapati (sKye-dgu’i bdag-mo chen-mo, sct. Mahaprajapati), con quien su padre se casó como era la costumbre de la época.

Sakiya era una república antigua, pero en la época en que Siddhartha nació, formaba parte del poderoso reino de Kosala (Ko-sa-la, sct. Koshala). Kosala se extendía desde la ribera norte del río Ganges, actualmente Bihar, hasta la base de los Himalayas. Su capital era Savatthi (gNyan-yod, sct. Shravasti).

Haré una breve descripción de la geografía de los principales lugares donde vivió el Buda, para facilitar la comprensión de su biografía. Sakiya se localiza en la parte oriental de Kosala, colindante con la provincia de Malla (Gyad-kyi yul, sct. Malla) por el sur. Al oriente de Malla estaba la república de Vajji (sct. Vrji), cuya capital era Vesali (Yangs-pa-can, sct. Vaishali). La república Vajji era regida por una confederación de clanes, de los cuales el licchavi (Li-ccha-bi, sct. Licchavi) era el más famoso. Al sur de Vajji y Kosala, al otro lado del río Ganges, se encontraba el poderoso reino de Magadha (Yul Ma-ga-dha, sct. Magadha), cuya capital era Rajagaha (rGyal-po’i khab, sct. Rajagrha). Al oeste de Kosala estaba Gandhara (Sa-‘dzin, sct. Ghandhara), actualmente Pakistán, que fue una provincia (satrapía) del imperio persa aqueménida; en su capital Takkasila (rDo-‘jog, sct. Takshashila) estaba la universidad más famosa de la época. Allí las ideas griegas y persas se mezclaban con sus contrapartes indias contemporáneas.

Kapilavatthu, donde creció Siddhartha, era una gran ciudad del camino norte, la principal vía comercial de la época. El camino norte unía a Kosala con Gandhara en el oeste y pasaba a través de Sakiya, Malla y la república de Vajji, hacia Gandara por el sur. Así que, aunque el canon pali describe poco de la vida de Siddhartha antes de los 29 años, él estuvo expuesto a la influencia de muchas culturas. Es probable incluso que haya estudiado en Takkasila, aunque esto no puede asegurarse.

Siddhartha se casó con Bhaddakaccana, a quien se conoce en la literatura sánscrita como Yashodhara (Grags ‘dzin-ma). Ella era la prima de Siddhartha y la hermana de Devadatta (Lhas-byin, sct. Devadatta). Posteriormente, Devadatta llegaría a ser el principal rival del Buda . Tuvieron un hijo llamado Rahula (sGra-gcan ‘dzin, sct. Rahula). Poco después del nacimiento de su hijo, el Buda dejó Kapilavatthu a la edad de 29 años y se dirigió a Magadha en busca de la verdad espiritual . Viajó a lo largo del camino norte y cruzó el río Ganges para llegar a Rajagaha. En ese tiempo Magadha era regido por el rey Bimbisara (gZugs-can snying-po) y Kosala por el rey Pasenadi (rGyal-po gSal-rgyal, sct. Prasenajit). Como parte de una alianza entre Kosala y Magadha, los reyes se habían casado con la hermana de cada uno. La hermana del rey Pasenadi se llamaba Devi (Lha-mo, sct. Devi).

En Magadha, Siddhartha estudió en las comunidades de dos profesores: Alara Kalama (sct. Arada Kalama) y Uddaka Ramaputta (sct. Udraka Ramaputra). Como venían de la tradición brahmánica le enseñaron cómo lograr la concentración absorta en nada en absoluto y la concentración absorta en ni distinguir ni no distinguir. Sin embargo, Siddhartha no estaba satisfecho con estos logros, por lo que dejó a estos profesores. Luego se sometió a un régimen de extrema austeridad, sin comer casi nada. Nuevamente sintió que esa práctica no lo llevaría a la liberación. Terminó su ayuno y viajó a Uruvela (lDeng-rgyas, sct. Urubilv), actualmente Bodhgaya, donde obtuvo la iluminación bajo el árbol del bodhi a la edad de treinta y cinco años; seis años después de llegar a Magadha.

Después de obtener la iluminación, fue al oeste hacia Migadaya (Ri-dvags-kyi gnas, sct. Mrgadava), al Parque de los Venados en Isapatana (Drang-srong lhung-ba, sct. Rshipatana), actualmente Sarnath, a las afueras de Varanasi. Aunque era al norte del río Ganges, el rey Pasenadi había cedido esta área a Magadha como parte de la dote que dio por su hermana Devi cuando se casó con el rey Bimbisara. El Buda pasó la estación lluviosa en el Parque de los Venados con sus cinco compañeros y pronto atrajo a un pequeño número de seguidores que formaron una comunidad célibe, de la cual se hizo cargo.

Mahali, un noble licchavi de Vesali, se enteró del Buda y le sugirió al rey Bimbisara que lo invitara a Magadha. Así que, después del monzón, el Buda y su creciente comunidad retornaron al este hacia Rajagaha, la capital de Magadha. El rey Bimbisara estaba impresionado con las enseñanzas del Buda y le ofreció un parque abandonado llamado “Veluvana” (Od-ma’i tshal, sct. Venuvana), el “Bosque de Bambú”, en donde podría establecer su comunidad durante la temporada de lluvias.

Pronto se unieron a la comunidad del Buda Shariputra (Sha-ri’i bu, sct. Shariputra) y Moggallana (Mo’u dgal-gyi bu, sct. Maudgalyayana) los principales discípulos de un gurú local. Posteriormente, se volvieron los discípulos más cercanos del Buda. Shariputra le solicito al Buda que formulara los votos para la creciente comunidad monástica y el rey Bimbisara sugirió que adoptaran algunas de las costumbres de los grupos espirituales mendicantes, tales como los jainistas. Específicamente, el rey recomendó que sostuvieran reuniones trimestrales para discutir las enseñanzas. El Buda accedió.

Un día, Anathapindika (dGon-med zas-sbyin, sct. Anathapindada) un próspero banquero de Savatti, la capital de Kosala, vino por negocios a Rajagaha. Impresionado por el Buda, le ofreció un lugar para pasar la estación lluviosa en Savatthi, la capital del rey Pasenadi. Poco después, el Buda y su comunidad de monjes se trasladaron a Kosala; pero pasarían muchos años antes de que Anathapindika pudiera ofrecerles un lugar adecuado para permanecer.

Mientras tanto, el Buda viajó a visitar a su familia en Kapilavatthu. Su padre, Suddhodana, pronto se volvió uno de sus seguidores, y Rahula, su hijo de ocho años, se unió a la orden monástica como novicio. En los años siguientes, muchos nobles sakiyan se unieron; incluyendo a sus primos Ananda (Kun dga’-bo, sct. Ananda), Anuruddha (Ma-‘gag-pa, sct. Anuruddha) y Devadatta, así como el hermanastro, Nanda (dGa’-bo, sct. Nanda), también conocido como “Sundarananda” (mDzes-dga’, sct. Sundarinanda), o “Nanda el hermoso”.

La tía y madrasta del Buda, Pajapati, le solicitó ingresar a la creciente comunidad, pero inicialmente el Buda se negó. Sin desanimarse, ella se rasuró la cabeza, vistió los hábitos amarillos y, acompañada de un gran grupo de mujeres, siguió al Buda a donde quiera que fuera. Ella siguió pidiéndole la ordenación al Buda pero él se la negó por segunda y tercera vez. Finalmente, pocos años antes de morir, Ananda intercedió por ella ante el Buda y finalmente el Buda aceptó ordenarla. Esto ocurrió en Vesali, en la república Vajji, y fue el inicio de las órdenes de monjas en el budismo.

Anathapindika fue famoso por su gran generosidad y pocos años después de que el Buda regresó a Kosala, pagó una gran cantidad de oro para comprar un parque en Savatthi llamado “Jetavana” (rGyal-byed-kyi tshal, sct. Jetavana) el “Bosque de Jeta”. Aquí construyó una lujosa residencia para que el Buda y sus monjes pasaran la estación lluviosa. Eventualmente, alrededor de veinte años después de su iluminación, el Buda institucionalizó la costumbre del retiro formal de la estación de lluvias (dbyar-gnas, sct, varshaka) para su comunidad monástica, durante el cual los monásticos permanecerían en un solo lugar durante los tres meses del monzón cada año y no deambularían de un lugar a otro como lo hacían el resto del año. En total, el Buda pasó diecinueve retiros de la estación de lluvias en el “ Bosque de Jeta”, durante los cuales enseñó 844 de sus discursos. Anathapindika fue un gran benefactor de la comunidad monástica del Buda, aunque cerca del final de su vida terminó en bancarrota.

El rey Pasenadi de Kosala, conoció al Buda en el “Bosque de Jeta”, cuando el Buda tenía alrededor de cuarenta años. El Buda impresionó gratamente al rey quien posteriormente se volvió uno de sus seguidores y benefactores. Sin embargo, la relación del Buda con el rey Pasenadi siempre fue muy delicada. Aunque el rey era un asiduo participante de las enseñanzas, fue también un sensualista, y a menudo muy cruel. Por ejemplo, en un ataque de paranoia asesinó a Bandhula, su amigo de Malla y comandante de su ejército; por remordimiento nombró a Karayana, sobrino de Bandhula, como cabeza del ejército. Años más tarde, el general Karayana derrocó al rey Pasenadi como revancha por la muerte de su padre. El Buda, sin embargo, toleró las erráticas formas y cambiantes fortunas del rey, indudablemente porque necesitaba protección de los ladrones y los animales salvajes para su comunidad, así como acceso a benefactores generosos que lo apoyaran.

Para asegurar la sucesión de su dinastía, el rey Pasenadi necesitaba tener un hijo. Su primera esposa, la hermana del rey Bimbisara de Magadha, aparentemente no le dio hijos. El rey desposó entonces a Mallika (Ma-li-ka, sct. Mallika) como segunda esposa, una hermosa seguidora del Buda de casta inferior. Los sacerdotes brahamínes de la corte real estaban escandalizados por el nacimiento inferior de la mujer. Mallika le dio al rey Pasenadi una hija, Vajiri (rDo-rje-ma, sct. Vajri).

El rey sintió entonces la necesidad de tomar una tercera esposa que le diera un hijo. Así que se casó con Vasabha, la hija del primo del Buda, Mahanama (Ming-chen, sct. Mahanama), quien se había vuelto el gobernador de Sakiya después de la muerte del padre del Buda. Mahanama era el hermano de Ananda y Anuruddha, los discípulos más cercanos del Buda. Aunque Mahanama hizo pasar a Vasabha como de la nobleza, en realidad era hija ilegítima de una mujer esclava. Aunque Vasabha le dio al rey Pasenadi un hijo, Vidadabha, su posición como heredero del trono de Kosala fue precaria, debido a la latente decepción por el linaje de la madre. Esta decepción también puso al Buda en una situación difícil, por su relación con Vasabha. Sin saber de su condición de ilegítimo, Vidadabha visitó Sakiya y a su abuelo Mahanama por primera vez a la edad de dieciséis años. Mientras estaba allí, Karayana, el comandante del ejército de Pasenadi, conoció los verdaderos antecedentes de la madre de Vidadabha. Cuando el comandante del ejército le contó a Pasenadi que su hijo era el nieto ilegítimo de una esclava, el rey montó en cólera en contra de los sakiyanis. Despojó a su esposa e hijo de la posición real y los volvió esclavos. El Buda intercedió por ellos y finalmente el rey les restauró su posición.

Sin embargo, después de esto, la posición del Buda en Kosala se volvió insegura y, alrededor de los setenta años, regresó por primera vez a Rajagaha y su capital Magadha. Allí, se hospedó en el Bosque de Mango que pertenecía a Jivaka (Tsho-byed, sct. Jivaka), el médico de la corte, en lugar de en el Bosque de Bambú del rey. Esto indica que quizás el Buda ya estaba enfermo en ese momento.

Cuando el Buda tenía setenta y dos años, su primer benefactor, el rey Bimbisara de Magadha, fue forzado a abdicar en favor de su hijo Ajatasattu (Ma-skyes dgra, sct. Ajatashatru). Ajatasattu envió a su padre a prisión y lo dejó morir de hambre. Devi, la viuda de Bimbisara y hermana del rey Pasenadi, murió de tristeza. Para vengar su muerte, Pasenadi declaró la guerra a su sobrino Ajatasattu, para recuperar los pueblos alrededor de Varanasi al norte del Ganges, que él había cedido a Bimbisara como parte de la dote de Devi. La guerra no concluía y para asegurar la paz, Pasenadi fue obligado a dar en matrimonio a Ajatasattu a su hija Vajiri.

En la misma época, Devadatta, el primo del Buda, quien era el maestro de Ajatasattu, trató de controlar la orden monástica del Buda. Devadatta intentó convencer al Buda para imponer algunas reglas de disciplina adicionales para los monjes, tales como el tener que vivir en los bosques, dormir sólo bajo los árboles, no entrar en la casa de los laicos, vestir sólo harapos, no aceptar ropa regalada de los laicos y ser vegetarianos estrictos. El Buda se negó, porque creyó que esto haría a su orden muy ascética y la alejaría de la sociedad. Devadatta desafió la autoridad del Buda y atrajo a muchos de los monjes jóvenes con sus ideas, creó un cisma al formar su propia comunidad monástica rival. De hecho, Devadatta intentó asesinar al Buda en forma repetida e infructuosa. Al final, Shariputra y Moggallana persuadieron a los monjes para que regresaran a la comunidad del Buda.

Parece que Devadatta se arrepintió de sus acciones, pero murió antes de poder pedirle perdón al Buda. De cualquier forma, el Buda nunca albergó rencor hacia él ni le deseó el mal. El rey Ajatasattu también se arrepintió de haber matado a su padre y, por consejo de Jivaka, el médico real, admitió su parricidio ante el Buda y pidió perdón.

Alrededor de un año más tarde, el Buda viajó una vez más a Sakiya, su tierra natal. Durante la visita del rey Pasenadi para presentar sus respectos al Buda, el general Karayana hizo un golpe de estado y colocó al príncipe Vidadabha en el trono de Kosala. El depuesto rey Pasenadi, sin tener un sitio a donde ir, huyó a Magadha a buscar la protección de su yerno y sobrino, el rey Ajatasattu en Rajagaha. Sin embargo, a Pasenadi se le negó la entrada en la ciudad y fue encontrado muerto al día siguiente.

Mientras tanto, el nuevo rey de Kosala, Vidudabha, declaró una guerra contra Sakiya en venganza por el engaño de su abuelo Mahanama acerca de su linaje. Mahanama, como se recordará, era el primo del Buda y el gobernador de Sakiya. Aunque el Buda intentó en tres ocasiones convencer al rey de no atacar, en última instancia sus esfuerzos fueron infructuosos. El ejército de Kosala tenía la orden de masacrar a todos los habitantes de la capital de Sakiya, Kapilavatthu. Incapaz de evitar la masacre, el Buda escapó a Rajagaha en Magadha, en busca de la protección del rey Ajatasattu, como lo había hecho sin éxito, antes que él, Pasenadi.

El camino a Magadha pasaba a través de la república de Vajji, donde Shariputra, el discípulo más cercano del Buda, lo estaba esperando en Vesali, su capital. Allí, uno de los antiguos asistentes del Buda, Sunakkatta (Legs-pa’i rgyu-skar, sct. Sunakshatra), un noble de Vesali que previamente había dejado los hábitos y la comunidad budista, desacreditó al Buda ante el parlamento de Vajji. Les dijo que el Buda no tenía ningún poder sobrehumano, que enseñó de acuerdo a la lógica cómo detener el apego, pero no cómo obtener estados trascendentales. El Buda tomó esto como un cumplido. Sin embargo, esta denuncia, aunada probablemente a la fundación de la orden de monjas en aquel tiempo, causaron que el Buda perdiera el apoyo y la buena posición en Vajji. Posteriormente, el Buda cruzó el Ganges y siguió hacia Rajagaha, donde permaneció en las cuevas del Pico del Buitre cerca de Gijjhakuta (Bya-rgod-kyi phung-po, sct. Grdhrakuta).

Vassakara, primer ministro del rey Ajatasattu, fue a visitar al Buda. Le informó que Ajatasattu planeaba expandir su reino e invadir la República de Vajji. Aunque el Buda le aconsejó que los vajjians no podrían ganar por la fuerza y que mantuvieran sus tradicionales y honorables costumbres, no pudo impedir el inicio de la guerra, como pasó con la invasión de Kosala a Sakiya. Adicionalmente, sus discípulos más cercanos, Shariputra y Moggallana, murieron en esa época. El anciano Shariputra murió de una enfermedad y Moggallana fue muerto a golpes por bandidos mientras se encontraba en un retiro solitario.

Sin apoyo y simpatía en Magadha, el Buda decidió regresar al norte una vez más, hacia su país Sakiya, tal vez para ver lo que había quedado después del ataque de Kosala. Antes de salir, el Buda le pidió a Ananda que reuniera a todos los monjes en el Pico del Buitre, donde iba a entregar un último consejo para ellos. Los instruyó para construir la comunidad monástica de acuerdo con el sistema democrático del parlamento de Vajjian. Debían celebrar asambleas regulares, vivir en armonía, compartir sus limosnas y respetar a los mayores.

El Buda pronto abandonó el Pico del Buitre y Magadha, y al llegar a Vesali en la república de Vajji, paró para hacer el retiro de la temporada de lluvias. Encontró a la sociedad en decadencia a pesar de la inminente amenaza de guerra. Después de perder el apoyo del parlamento de Vajji, el Buda pasó el monzón solo y le pidió a los monjes que buscaran refugio entre sus amigos y benefactores.

Durante el curso de las lluvias del monzón, el Buda de ochenta años, enfermó y estuvo a punto de morir. Ananda le pidió un último consejo para los monjes. El Buda les dijo que les había enseñado todo lo que sabía y que, en el futuro, las enseñanzas debían ser su primer refugio y fuente de dirección. Para obtener la liberación del sufrimiento, debían integrar las enseñanzas en sí mismos y no depender de un líder o comunidad que los salvara. Luego, el Buda anunció que pronto iba a morir.

Con sus discípulos y primos, Ananda y Anuruddha, el Buda salió una vez más después de las lluvias. En el camino a Sakiya, se detuvo en Pava, una de las dos principales ciudades de Malla. Allí en la fiesta se sirvió carne de cerdo envenenada por un herrero llamado Chunda (Tsu-nda, sct. Cunda). Ante la sospecha de algo malo, el Buda les pidió a sus primos que no comieran el cerdo; en lugar de ello, se lo comió él y les pidió que enterraran el resto. Malla era la patria del general Karayana, quien dirigió la matanza de Sakiya, y es muy posible que el veneno estuviera destinado para Ananda, quien era famoso por haber memorizado todas las enseñanzas del Buda. Si Ananda fuera asesinado, las enseñanzas y la comunidad del Buda no perdurarían.

Al sufrir el Buda una diarrea hemorrágica aguda, le pidió a Ananda que lo llevara cerca de Kusinara (Ku-sha’i grong-khyer, gNas-rtsva-mchog, sct. Kushinagara). Allí, en una cama tendida entre dos árboles (hamaca), les preguntó a los pocos monjes que estaban con él si tenían más preguntas o dudas. Abrumados por el dolor, Ananda y los otros monjes permanecieron en silencio. El Buda murió a la edad de ochenta años, en el 485 a.e.c.

Justo antes de que los restos del Buda fueran incinerados, llegó un grupo de monjes de Pava. Eran encabezados por Mahakassapa (‘ Od-srung chen-po, sct. Mahakashyapa), quien insistió en que esperaran para cremarlo hasta que ellos le presentaran sus últimos respetos. Mahakassapa era un brahmán de Magadha, que se había convertido en monje en su vejez, unos pocos años antes. Cuando el Buda lo conoció, le dio su viejo y desgastado hábito a cambio del hábito nuevo del brahmán. Posteriormente este hábito del Buda se utilizó para representar la transmisión de la autoridad y el inicio del linaje de los patriarcas budistas.

Sin embargo, el Buda les indicó claramente a sus discípulos en varias ocasiones que, después de su muerte, el Dharma mismo les serviría como su maestro. Él deseaba que su comunidad continuara en el modelo del sistema parlamentario de Vajji. No pretendía para ellos que se organizaran en un modelo como el de los reinos de Kosala y Magadha, con un solo monje como jefe.

Sin embargo, después de la muerte del Buda, parece haber habido una lucha por el poder entre Mahkassapa y Ananda, en otras palabras, una lucha entre el sistema tradicional indio de transmisión de la autoridad autocrática del gurú al discípulo, y un sistema más igualitario y democrático de los monjes mendicantes que vivían en pequeñas comunidades y seguían un conjunto común de prácticas y principios. Mahakassapa ganó.

Después de que el Buda fue incinerado y se distribuyeron sus reliquias, los monjes aceptaron la propuesta de Mahakassapa de celebrar un concilio en Rajagaha en la próxima temporada de lluvias, para contar, confirmar y codificar las enseñanzas del Buda. Mahakassapa elegiría a los ancianos que podían asistir. Eligió solamente arhats, aquellos que han alcanzado la liberación, mismos que sumaron 499. Inicialmente, Mahakassapa no incluyó a Ananda, porque no había obtenido el estado de arhat. Mahakassapa lo excluyó a pesar de ser el que mejor conocía de memoria los discursos del Buda. Además, Ananda era un firme partidario y ruidoso defensor de los deseos del Buda de no tener un líder único. Tal vez otro factor involucrado en la aversión de Mahakassapa hacia Ananda fue el hecho de que Ananda fue quien convenció al Buda de ordenar a las mujeres. Esto pudo haber ofendido los antecedentes de brahmán conservador de Mahakassapa. Al final, sin embargo, los ancianos monásticos protestaron por la exclusión de Ananda, por lo que Mahakassapa cedió y le permitió a Ananda asistir. De acuerdo con la tradición teravada, Ananda obtuvo el estado de arhat la noche anterior al concilio.

Mientras esperaba el inicio de la reunión del concilio, Ananda se reunió con el primer ministro del rey Ajatasattu, Vassakara (dByar-gyi rnam-pa, sct. Varshakara). Ananda se enteró de que, además del ataque que estaba preparando el ejército de Magadha sobre Vajji, ellos estaban preparándose para un posible ataque del rey Pajjota ( Rab-gsal, sct. Pradyota) del reino Avanti (A-banti’i yul, sct. Avanti) al oeste de Magadha. Así, aunque el Buda no tenía la intención de que hubiera un linaje de patriarcas al frente de su comunidad, el hecho de que Mahakassapa tomara el liderazgo, indudablemente contribuyó a la supervivencia de las enseñanzas del Buda y de la comunidad monástica a través de esos difíciles e inciertos tiempos.

Quinientos arhats asistieron a este primer concilio budista, celebrado en Sattipanniguha (Lo-ma bdun-pa’i phug, sct. Saptaparnaguha), la cueva de las siete hojas, cerca de Rajagaha. Mahakassapa lo presidió, Ananda recitó de memoria la mayoría de los sutras y Upali (Nye-bar ‘khor, sct. Upali) recitó las reglas vinaya de la disciplina monástica. De acuerdo con la versión teravada de este concilio, el Abidharma (chos mngon-pa, sct. Abhidharma), o enseñanzas sobre temas especiales de conocimiento, no se recitaron en ese momento. En la tradición sarvastivada, la versión vaibáshika relata que Mahakassapa recitó algunas, pero no todas las enseñanzas del Abidharma. Pero de acuerdo con la tradición sautrántica, estas enseñanzas del Abidharma no eran realmente las palabras del Buda, sino que fueron compuestas por siete de los arhats.

De acuerdo con las tradiciones tibetanas, Mahakassapa comenzó un linaje de siete patriarcas (bstan-pa’i gtad-rabs bdun). La tradición chan de China, seguida por el hijo de Corea y las tradiciones zen, trazan un linaje de veintiocho patriarcas en India con Bodhidharma como el número veintiocho. Bodhidharma fue el maestro indio que llevó las enseñanzas chan a China y en Asia oriental lo consideran el primer patriarca chan.

En resumen, la literatura pali de los teravadas revela una imagen del Buda como un líder espiritual carismático, casi trágico, que luchó por establecer y mantener su siempre creciente comunidad de discípulos y seguidores en circunstancias extremadamente difíciles. Tuvo que enfrentar las intrigas políticas, varias guerras, la masacre de la gente de su tierra natal, una denuncia personal ante un gobierno, el desafío de su liderazgo entre sus discípulos, la muerte de uno de sus discípulos más cercanos y, al final, la muerte por envenenamiento. Sin embargo, durante todas estas duras pruebas, el Buda mantuvo la paz mental y no se desanimó. A lo largo de los cuarenta y seis años durante los cuales enseñó después de lograr la iluminación, se mantuvo firme en su compromiso de mostrar al mundo el camino de la liberación y la iluminación.

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