Establecimiento de nuevos imperios en Asia Central

La fundación del Imperio Karajánida

Cuando los turcos uigures de Orjón fueron expulsados de Mongolia por la toma de poder de los kirguises en el año 840 e.c., perdieron la posesión de la montaña sagrada de la diosa de la tierra Otuken, cerca de su antigua capital, Ordu-Baliq. Según las creencias tengristas prebudistas y premaniqueas de los antiguos turcos, quien controlara esta montaña era el gobernante teórico de todo el mundo turco. Solo él y sus descendientes tenían la autoridad espiritual para asumir el título de qaghan, y solo su tribu podía proporcionar líderes políticos para las otras tribus turcas. La fuerza espiritual (qut) que representaba la fortuna de los turcos en su conjunto residía en esta montaña y se encarnaría en el qaghan como su propia fuerza vital o poder carismático responsable de su éxito o fracaso.

Los gobernantes de los dos grandes reinos constituidos por refugiados uigures, los uigures qocho en la cuenca norte del Tarim y los yugures amarillos en el corredor de Gansu, no cumplían los requisitos para obtener ese título político-religioso, ya que sus dominios no se extendían a Mongolia. Tampoco lo cumplía el gobernante kirguís de la propia Mongolia, ya que los kirguises eran racialmente un pueblo mongol y no hablaban originalmente una lengua túrquica. Eran un pueblo del bosque siberiano, no de la estepa, y no creían en la santidad de Otuken.

Sin embargo, había una segunda montaña sagrada, Balasagun, en el río Chu, en el norte de Kirguistán, cerca del lago Issyk Kul. Había estado bajo el control de los turcos occidentales, que habían construido varios monasterios budistas en sus laderas. Como la montaña ahora se encontraba dentro del dominio turco de los carlucos, el gobernante carluco, Bilga Kul Qadyr, en el 840 se declaró a sí mismo “qaghan”, el legítimo líder y protector de todas las tribus turcas, y cambió el nombre de su reino y dinastía a Karajánida (Qarajánida).

Poco después de su fundación, el Imperio Karajánida se dividió en dos. La rama occidental tenía su capital en Taraz, a orillas del río Talas, e incluía la ciudad-estado de Kasgar, al sureste, al otro lado de las montañas Tian Shan, en el extremo occidental de la cuenca del Tarim. La división oriental, al norte, al otro lado de la cordillera kirguisa, se centraba en torno a la montaña sagrada de Balasagun, en el río Chu.

Mapa 22: Asia central septentrional, aproximadamente 850 e.c.
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