Esta noche vamos a hablar de los mandalas. La palabra tibetana para mandala, kyilkor (dkyil-‘khor), significa literalmente “aquello que circula un centro”, que va alrededor de un centro. Y “centro” aquí a lo que se refiere es a “un significado”, y lo que lo rodea es un símbolo, o una representación del significado. Así, un mandala es básicamente un símbolo redondo, o una representación de un cierto tipo de significado profundo. Sin embargo, no todos tienen que ser redondos, esa es solo una expresión que se utiliza. No todos son redondos.
Ahora, hay una diferencia entre un símbolo y una representación – algunos mandalas son símbolos y algunos son representaciones – así que déjenme aclarar eso. Un símbolo es algo cuyo significado es obvio para quien sea que lo encuentre. Realmente no necesitamos que se nos diga qué significa; por ejemplo, un círculo blanco es un símbolo de la luna. Es bastante obvio lo que representa, eso es un símbolo. Mientras que una representación es algo cuyo significado no es tan obvio y nos tiene que ser explicado. Por ejemplo, un vajra es una representación del método y una campana es una representación de la sabiduría. Si solo vemos un vajra y una campana no es obvio en absoluto qué es lo que representan, ¿o sí? Esa es una representación, no son símbolos, se nos debe decir qué significa la representación. De esa forma, algunos mandalas son símbolos, otros son representaciones.
Hay muchos tipos diferentes de mandalas, y son utilizados para muchos propósitos distintos, tanto en el sutra como en el tantra. Así que primero me gustaría dar un breve panorama de cuáles son los tipos de mandalas más comunes que encontramos en el budismo, y luego, si tenemos tiempo, profundizaré aún más en algunos de ellos.
Primero que nada, tenemos mandalas externos. Un mandala externo es una representación de un sistema-mundo y es uno de los tipos de mandalas que se utilizan para hacer ofrendas. Ese es uno de los grandes usos de los mandalas. Entonces, ofrecemos un mandala – un mandala externo, un sistema-mundo – a un maestro espiritual cuando solicitamos enseñanzas, cuando el maestro nos confiere cualquier conjunto de votos, o cuando solicitamos una iniciación. Siempre ofrecemos antes un mandala. Y luego, cuando se termina, ofrecemos un mandala de agradecimiento. Este es el estándar absoluto para todas estas cosas en el budismo.
Lo que se representa con el mandala es que estamos dando el universo entero, todo – tanto lo que nosotros tenemos, como (y más específicamente) solo las cosas en el mundo que no pertenecen particularmente a nadie – lo damos para recibir las enseñanzas, los votos o el empoderamiento. Así, si estamos dispuestos a dar el universo para recibir una enseñanza, entonces, obviamente, dentro de ese universo estamos dispuestos a dar nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro corazón por completo a la enseñanza, a los votos, a la iniciación.
Y, por lo general, representamos el universo en una de dos formas: o tenemos un cuenco con el fondo plano, colocado boca abajo, y ponemos montoncitos de arroz adentro– o si tenemos joyas, ponemos montoncitos de joyas –, con un anillo alrededor, y hacemos tres niveles con él, y ponemos una especie de tapa enjoyada elegante, como una pequeña corona, en la parte superior. Esa es una forma de representar el universo. No es obvio en absoluto que se trata del universo, ¿o sí? Esa es una representación.
Otra forma de representar el universo es con un mudra de manos, con el que nuestros dedos están acomodados de cierta forma que representa el universo. Es muy interesante, cuando lo revisamos: no es que lo que hagamos represente – y en cierto sentido lo representa – al universo, pero si lo vemos de forma un poco más técnica, esta es una base de imputación de un universo. No es solo que visualicemos el universo; para visualizar algo tiene que haber una base. Para imputar algo conceptualmente, tiene que haber una base sobre la cual lo imputamos. Así, este plato con arroz o los dedos son la base.
No estamos ofreciendo solamente un plato de arroz al maestro o nuestros dedos – ¿para qué querría el maestro nuestros dedos? Estamos ofreciendo el universo. Así, como un símbolo, esta es una base apropiada para etiquetar sobre ella el universo entero, que es lo que imaginamos que estamos ofreciendo. No solo imaginamos que ofrecemos dedos o arroz; imaginamos que ofrecemos todo el universo. Entonces, eso es importante cuando hacemos estas ofrendas, visualizar e imaginar que de hecho estamos ofreciendo el universo, no solo la base de etiquetación, no solo la representación que actúa como la base para etiquetar el universo.
El universo está aquí de la forma en la que está representado en el abidharma, esta es una posibilidad, con el Monte Meru y los cuatro continentes alrededor. Los dedos en el mudra tienen las características del Monte Meru, dos dedos en el centro y los cuatro continentes alrededor, con cuatro dedos cruzados alrededor. Así es como puede servir como base para etiquetar un Monte Meru real y cuatro continentes.
Hay una descripción ligeramente diferente del Monte Meru y los cuatro continentes en las enseñanzas de Kalachakra. En el Kalachakra ofrecemos el mandala, concebido en términos de la descripción del universo de Kalachakra. Y entonces, debido a ello – debido a que existen estas dos descripciones del universo que ofrecemos en un mandala en el budismo – Su Santidad el Dalái Lama dice que podemos visualizar que ofrecemos el universo como lo representa la ciencia, sea toda la Tierra, o el Sistema Solar, o la galaxia o el universo entero. En otras palabras, necesitamos ofrecer el universo de una forma que tenga sentido para nosotros, para que la ofrenda sea sincera. Si lo ofrecemos con el Monte Meru con una cierta forma y continentes, parece un juego tonto, así que no hay emoción ni sentimiento alguno en ello, por lo que no es muy útil. Por eso, Su Santidad dice: “¡Háganlo! Sistema solar, pequeños planetas alrededor, lo que sea que quieran ofrecer”.
Esta ofrenda de un mandala externo también se hace como parte de las prácticas preliminares especiales que hacemos para acumular una enorme cantidad de fuerza positiva para tener cierto éxito en la práctica tántrica. En este contexto, ofrecemos el mandala cien mil veces, mínimo – no solo para un retiro – lo hacemos para tener éxito en la práctica tántrica en general, aunque -es verdad- si hacemos un retiro de tres años, hacemos nuevamente todos estos preliminares para empezar el retiro de tres años, incluso si los hemos hecho antes. Y, por lo general, cuando ofrecemos el mandala de esta manera lo ofrecemos a una visualización de una reunión de budas, bodisatvas y maestros del linaje.
Es importante que lo ofrezcan a alguien – de nuevo, no es solo un juego. El punto es acumular, mediante estas ofrendas, una enorme cantidad de fuerza positiva, y eso depende mucho del estado mental con el que hacemos las ofrendas. Los tres elementos más importantes que necesitamos en nuestro estado mental son la motivación apropiada, un nivel de concentración y la profundidad de nuestro entendimiento de la vacuidad. Estábamos hablando acerca de la vacuidad de nosotros mismos al hacer la ofrenda, los objetos a los que la ofrecemos, la vacuidad del mandala mismo – lo que estamos ofreciendo – y la vacuidad de la acción de hacer la ofrenda.
No hacemos la gran cosa de ello: “Oh, qué maravilloso soy por ofrecer esto”, o “qué maravilloso eres, a quien le estoy ofreciendo esto” o “qué bello es este mandala” y demás. No solidificamos ninguna de estas cosas. Obviamente, si hacemos la ofrenda del mandala cien mil veces como un viaje egoico solo para aumentar nuestra arrogancia: “bueno, he hecho cien mil”, no va a ser muy efectivo para acumular fuerza positiva, ¿o sí?
Esto puede acumular una enorme cantidad de fuerza positiva si se hace de manera apropiada, y podemos ver esto con el ejemplo de la vida de Tsongkapa. Tsongkapa trabajó muy fuerte para obtener este entendimiento de la vacuidad. Ya había hecho muchos años de retiro intensivo de meditación en la vacuidad y no se sentía satisfecho – y Tsongkapa no era ningún tonto, era muy inteligente – no estaba satisfecho. Así que fue a otro retiro y ofreció dieciocho juegos de cien mil ofrendas del mandala, y treinta y cinco juegos de cien mil postraciones para acumular la fuerza positiva para realmente entender la vacuidad, para obtener un entendimiento no conceptual de ella – y esto no sucedió en la etapa inicial, el punto en el que Tsongkapa empezó a hacer esto era muy avanzado, no hay manera alguna de que nosotros podamos alcanzarlo con nuestra mente limitada. Realmente es muy impresionante e inspirador que, desde su perspectiva, necesitaba acumular mucha más fuerza positiva para avanzar. Así, obviamente esta ofrenda del universo entero tiene un significado sumamente profundo; si tenemos tiempo, veremos con mayor profundidad por qué esto es tan positivo para acumular tanta fuerza positiva – si lo hacemos de forma apropiada, por supuesto.
Hay otros niveles de ofrecer mandalas, y esto está conectado con la clase superior de tantra, el anutarayoga, la cuarta clase de tantra. En esta clase de tantra hay cuatro iniciaciones, cuatro empoderamientos, y paralelo a ellos hay cuatro tipos de ofrendas regulares y cuatro tipos de ofrendas del mandala. Así que tenemos la ofrenda del mandala externo y luego está la ofrenda del mandala interno. Aquí estamos ofreciendo diferentes aspectos de nuestro cuerpo – no el mundo externo, sino el interno, nuestro cuerpo; por ejemplo, el cuerpo también puede ser una representación del Monte Meru y los cuatro continentes. La columna vertebral es el Monte Meru, las cuatro extremidades son los cuatro continentes; hacemos una ofrenda del cuerpo, las cosas internas. Y básicamente estamos ofreciendo todo nuestro cuerpo para la práctica – los agregados, los elementos, todos los canales de energía y esas cosas.
Después está la ofrenda del mandala secreta u oculta. “Secreta” u “oculta” son solo dos formas de traducir las mismas palabras. Esto puede explicarse de dos maneras: o es una ofrenda de nuestro darse cuenta gozoso en general, o podría ser el darse cuenta gozoso de la vacuidad con la mente más sutil, la mente de luz clara. Así, ofrecemos esto para alcanzar la iluminación, básicamente. Ese es un mandala. Y hacemos un mandala de eso, una ofrenda, así que hacemos una representación. Aunque es un tipo especial de mandala, no es como un plato especial o algo así, por lo general no se representa de esa forma. Podría ser representado por una hermosa doncella, una dakini.
Luego, la cuarta es el mandala de la naturaleza misma de la realidad, lo cual a menudo se traduce como “mandala de la talidad”. “Talidad” es una palabra muy rara, significa naturaleza de la realidad. Puede ser tanto la ofrenda del entendimiento de la vacuidad, nuestro entendimiento de la vacuidad -ese es un nivel de significado- o puede ser la ofrenda básicamente de las dos verdades, así que lo que estamos ofreciendo es el entendimiento gozoso de la vacuidad con mente de luz clara y la apariencia simultánea de nosotros mismos como una figura búdica, y eso está conectado con el tantra, el tantra superior. Ofrecemos eso. Así que estas son las ofrendas del mandala que hacemos, cuatro niveles diferentes de ofrendas del mandala, y están básicamente conectadas con cuatro niveles diferentes, progresivamente más avanzados, de práctica tántrica.
También hay mandalas como base sobre la que recibimos empoderamientos o iniciaciones. Siempre podemos decirlo: si se trata de un empoderamiento real (yo prefiero la palabra “empoderamiento” en lugar de “iniciación”, pero cualquiera que quieran usar), la primera parte es conferida sobre la base de un mandala. Si es un permiso subsecuente -eso se llama jenang (rjes-snang) en tibetano – no hay un mandala, sino un torma (gtor-ma), este pastel de cebada, y es conferido sobre la base de ello como representación de una figura búdica. Así que siempre podemos notar la diferencia en la ceremonia.
Hay muchos tipos diferentes de empoderamientos, por ejemplo, el empoderamiento de la vasija; el empoderamiento de la vasija lo encontramos en las cuatro clases de tantra. Es conferido sobre la base del mundo mandala simbólico en el cual vive la figura búdica o un conjunto de figuras búdicas – ese es el mandala de Chenrezig o el mandala de Vajrabhairava o el mandala de Kalachakra –; es el mundo en el que viven, y es conferido sobre la base de una representación de ese mundo. El mandala consiste en lo que se llama un mandala de apoyo – ese es el palacio y el entorno – y el mandala apoyado, que es el conjunto de todas las figuras que viven en él. Es ambos. Un sistema de deidades no es solo una figura; hay muchas de ellas en el mandala.
Durante el empoderamiento de la vasija, puede haber cuatro tipos diferentes de mandalas o bases que representarán ese sistema mundo de la figura búdica, el yidam. El que es más comúnmente utilizado es el mandala de tela. Un mandala de tela – también podría ser de papel – es una tela o un papel en donde está pintada la representación bidimensional de ese sistema mundo. En estos días incluso se utilizan fotografías.
Sobre la base de esta pintura entonces imputamos e imaginamos todo un mundo tridimensional. Cuando ellos dicen: “Ahora entren al mandala”, no es que ahora nos convirtamos en un ser bidimensional y caminemos sobre el papel. Nos imaginamos un mundo tridimensional – gigante, enorme – y es solo sobre la base de este dibujo que es imputado. Este es el tipo de mandala que por lo general vemos, estas pinturas. Muchas personas tienen la idea equivocada de que, de hecho, visualizamos estos diseños bidimensionales. Nadie visualiza estos diseños bidimensionales; todos visualizan edificios tridimensionales en estas pinturas bidimensionales. Es meramente como el anteproyecto de un arquitecto para un edificio.
O si alguno de ustedes está familiarizado con la ciencia, es un poco como un holograma. Para un holograma, tenemos una película bidimensional que contiene toda la información de una imagen tridimensional, y si la luz choca contra la película de una cierta manera, obtenemos un holograma tridimensional. Me parece que eso es mucho más similar a este proceso. Sobre la base de esta película bidimensional que tiene toda la información – como las medidas y el diseño del edificio tridimensional – entonces, con nuestra mente, hacemos un holograma mental del universo. De hecho, me parece que esa es una forma muy útil de explicarlo y de entenderlo. Así es bastante claro que es como una ilusión, y la vacuidad de este mundo tridimensional.
Este palacio es cuadrado, por lo general tiene dos historias, algunas veces más, y a la mitad de cada uno de estos cuatro lados hay un portal muy grande y un pasillo de entrada – es bastante elaborado – y afuera de este elaborado portal, en el exterior del edificio, hay un arco, en cada uno de los cuatro lados. El edificio tiene características arquitectónicas muy detalladas. Todo esto es al estilo indio antiguo; de hecho, podemos ver cosas un poco como estas en los templos del sur de la India, especialmente los arcos. Pero los techos de los templos son un poco estilo chino, así que hay cierta mezcla, como sucede a menudo con ciertas cosas en la cultura tibetana – esta mezcla de un poco de indio, un poco de chino y un poco de tibetano nativo. Este universo, este sistema mundo para la iniciación de la vasija, puede ser representado por un mandala de tela, así que ese es el primer tipo de mandala utilizado en los empoderamientos de la vasija.
El segundo tipo sería el mandala de arena. Este consiste en hacer una representación bidimensional del sistema mundo que, en lugar de estar pintado, está hecho con diferentes tipos de minerales pulverizados de colores. Así que tiene un poco de profundidad, tiene unos cuantos centímetros de grosor. Por lo general, durante la ceremonia, tanto el mandala de tela como el mandala de arena, son colocados en una mesa que se arregla un poco como un palacio, con un marco de madera, un pequeño techo sobre él y cortinas en los cuatro lados – así que es muy obvio que este es un empoderamiento, una iniciación. Si se trata de un permiso subsecuente, no se tiene nada de eso, se coloca la torma a un costado.
La tercera base desde la que puede ser otorgado es un mandala corporal – esto es solamente en algunos de los tantras anutarayoga madre, así que solo estamos hablando de la cuarta clase de tantra, dentro de ellos solo el tantra madre y dentro del tantra madre solo algunos de ellos –. El maestro tántrico ha “actualizado” – este es el término técnico; “actualizado” significa realmente haber transformado diferentes partes de su cuerpo sutil – los canales de energía y esas cosas – en los mandalas de apoyo y apoyados: las diversas partes del edificio y las diversas figuras que hay adentro. Y es sobre esa base – con esa transformación que el maestro tántrico realmente ha hecho – que la iniciación es otorgada. Ese es el sistema mundo. Encontramos esto en Chakrasamvara, que también es llamado Heruka; lo encontramos en Vajrayoguini, lo encontramos con Tara Chittamani, lo encontramos con Hevajra. Estos son los principales que tienen esta iniciación de un mandala corporal. Para recibir un empoderamiento de un mandala corporal, necesitamos haber recibido primero un empoderamiento de uno de los otros mandalas. Eso se sigue de forma muy estricta en la tradición guelug y también en la tradición sakya.
La cuarta base para recibir un empoderamiento vasija es llamado mandala de la constancia mental, nivel mental constante o un mandala de concentración. Eso se encuentra en todas las clases de tantra. Lo básico aquí es lo que el maestro tántrico ha actualizado de su propio samadi, de su absorción meditativa; no solo imaginando, sino realmente siendo capaces de hacerlo desde su concentración. Quizás no seamos capaces de verlo, pero de hecho lo hacen desde su propia concentración y puede ser ofrecido sobre la base de eso, para discípulos sumamente especiales que son sumamente pobres y no tienen nada que ofrecer, como sucede en medio del desierto del Tíbet.
Algunos maestros realmente son capaces de sostener una imagen tan vívida… en realidad no es una visualización, porque de hecho está ahí. Recuerdo que Ling Rinpoche, el difunto tutor principal de Su Santidad, era el experto por excelencia de Yamantaka, Vajrabhairava. Una vez asistí a un discurso que ofreció sobre él, estaba describiendo el palacio mandala y simplemente señaló las características arquitectónicas: “Allá se ve así, y aquí es así”. Y simplemente señaló; quiero decir, estaba realmente tan ahí para él todo el tiempo, que podía simplemente señalarlo, como cuando nosotros señalamos algo que vemos en la pared. Esa fuerza es necesaria para dar semejante empoderamiento basado en la constancia mental. Es sumamente impresionante, debo decir.
Algunas veces, aunque no se cuenta entre los cuatro diferentes tipos de bases, hacen un mandala tridimensional real. Pueden verlos en Dharamsala, los tienen en la biblioteca. Están hechos de madera o de plástico, en algunos lugares están hechos de bronce. Es como una verdadera casa de muñecas tridimensional. Esta es una de las grandes cosas que Tsongkapa tenía en el monasterio de Ganden, enormes palacios tridimensionales de los tres principales tantras guelug. Así que también puede ser ofrecido sobre la base de eso.
Luego, en el tantra existen los cuatro empoderamientos, la vasija es solo la primera. Hay otros tres empoderamientos que son ofrecidos sobre la base de otros tipos de mandalas más profundos. Permítanme enlistarlos brevemente:
- El empoderamiento secreto es conferido de un mandala simbólico redondo de la bodichita convencional. Esto se refiere a gotas, usualmente de yogurth y té, que sirven como la base para etiquetar las gotas sutiles de energía de la bodichita blanca y roja, mismas que se dan a probar.
- El empoderamiento del darse cuenta que discrimina profundo es conferido de un mandala simbólico redondo de un útero.
- El cuarto empoderamiento o empoderamiento de la palabra es conferido de un mandala simbólico redondo de la bodichita más profunda. Este mandala se refiere al entendimiento más profundo de la vacuidad.
En la iniciación de Kalachakra, hay todavía otro conjunto de cuatro mandalas desde donde son conferidos estos empoderamientos:
- El empoderamiento de la vasija es conferido de un pecho simbólico redondo con forma de vasija, en lugar de hacerlo de una vasija que contiene agua consagrada, como en otros sistemas de anutarayoga.
- El empoderamiento secreto es conferido de un mandala simbólico redondo de un útero, la fuente de las gotas simbólicas a probar, en lugar de hacerlo de un mandala de gotas de la bodichita convencional, como en otros sistemas de anutarayoga.
- El empoderamiento del darse cuenta que discrimina profundo es conferido de un mandala simbólico redondo de la bodichita convencional – gotas de energía sutil que descienden dentro del cuerpo –, en lugar de hacerlo del mandala de un útero como en otros sistemas de anutarayoga.
- El cuarto empoderamiento o empoderamiento de la palabra es conferido de un mandala simbólico redondo de la bodichita más profunda, como en otros sistemas anutarayoga.
Ahora, cuando nos involucramos en la práctica tántrica, visualizamos diferentes niveles de mandalas. Así que primero tenemos el mandala de discos simbólicos. Algunos de ellos son símbolos, como por ejemplo una luna y un sol, como un asiento – un cojín redondo como una luna, una luna blanca y un sol rojo. Estos son mandalas, son llamados mandalas, un mandala luna y un mandala sol. Son símbolos en los que nos sentamos. Y, de hecho, para la mayoría de las figuras búdicas, estamos en el loto, un sol y una luna, o una luna y el sol arriba. El loto también es un símbolo y también representa algo. El loto representa la renuncia, la luna representa la bodichita y el sol representa el entendimiento de la vacuidad. Así, el surgimiento de las figuras búdicas es siempre sobre la base de los tres caminos principales: renuncia, bodichita y vacuidad. Así que aquí la luna y el sol son llamados mandalas.
También tenemos mandalas de los elementos: un mandala tierra, un mandala agua, un mandala fuego, un mandala viento y un mandala espacio. Estas son representaciones; por ejemplo, el mandala tierra es un cuadrado amarillo. Los visualizamos en diversas partes de la práctica tántrica. A menudo están debajo del sistema mundo, el palacio y las cosas alrededor del palacio. Y con frecuencia, como en la práctica de Yamantaka, esto viene inmediatamente después de la meditación en la vacuidad de la luz clara de la muerte, la cual es básicamente la meditación en la vacuidad hecha en analogía con lo que pasa cuando morimos. Y cuando nacemos de nuevo, entonces la mente de luz clara conecta con los niveles más burdos, el cuerpo físico, conecta por etapas con los elementos de un cuerpo burdo, y así eso es representado por estos mandalas de los elementos debajo del mandala en el que aparecemos, como un renacimiento. Para purificar todo ese proceso, visualizamos esos elementos debajo de nuestro palacio, para mostrar que ha surgido de la luz clara.
En el sistema Kalachakra, tenemos mandalas de diferentes cuerpos celestiales, así que visualizamos un mandala de una luna y un sol y los dos planetas que están involucrados con el eclipse del sol y la luna, llamado Rahu y Kalagni, y estos representan las cuatro gotas sutiles dentro del cuerpo que tienen que ver con cómo la mente crea las apariencias. Representa eso, y nos apoyamos en eso como Kalachakra.
De cualquier forma, el punto es que en todas estas visualizaciones que hacemos, estamos sentados o parados, o el palacio está sentado en diversos mandalas de cosas – el sol, una luna, los planetas, los elementos y demás – y todas representan cosas muy significativas, no están ahí solo como decoración. Dado que representan algo, se llaman mandalas. Algunas veces los tenemos en nuestro corazón, soles y lunas. Todo representa algo, todos se llaman mandalas – por lo general, la vacuidad y la bodichita, esa es la más común, el sol y la luna.
Después están los palacios de mandala que visualizamos en la práctica y ya los he descrito, el cuadrado, los cuatro portales y demás. En eso, cada una de las características arquitectónicas representa algo, representa un entendimiento vivencial profundo que necesitamos tener a lo largo del camino, como todos los brazos y las piernas de la figura también representan algo, cierto entendimiento vivencial en el camino. Por ejemplo, los cuatro lados representan el entendimiento de las cuatro verdades nobles, esa es la razón por la que tiene cuatro lados; y tiene cinco colores, el piso siempre está dividido de tal forma que cada lado es un color diferente y el centro es el quinto color; así, los colores de las paredes son por lo general cinco capas de espesor de los mismos cinco colores. Y eso representa los cinco tipos de conciencia profunda: la conciencia profunda como espejo, la conciencia profunda de igualdades… estas cosas que necesitamos desarrollar.
Cuando nos visualizamos a nosotros mismos, nos visualizamos como el mandala que apoya y como el mandala apoyado, somos ambos. Es como si fuéramos la piel y lo que está adentro del cuerpo, somos ambos. Es como un dispositivo que nos ayuda a mantener todas estas cosas en nuestra mente, tener presencia mental de todas ellas al mismo tiempo: “Ah, los cinco colores, las cinco conciencias profundas y las cuatro verdades”, todas estas cosas al mismo tiempo. Un mandala es utilizado para eso. En realidad, ese es su uso más significativo.
El tipo final de mandala que quiero abordar es el mandala corporal. Ya tocamos este tipo un poco en términos de que el empoderamiento de la vasija puede darse del mandala corporal del maestro espiritual, pero también – en algunas prácticas tántricas – imaginamos que tenemos un mandala corporal. Tenemos el mandala corporal en algunos tantras padre, no en todos; por ejemplo, lo tenemos en el Guhyasamaja y lo tenemos en algunos tantras madre, no en todos, por ejemplo, en Chakrasamvara y Vajrayoguini. Pero solo en el tantra madre puede darse una iniciación de un mandala corporal, no en el tantra padre. En el tantra padre, un mandala corporal está hecho del cuerpo burdo – los agregados, los elementos, los miembros, los brazos y las piernas – estas partes del cuerpo burdo son generadas como partes del edificio y las diversas figuras búdicas, mientras que en el tantra madre son los diversos canales del sistema de energía sutil que se transforman en las deidades y el palacio. El énfasis principal en el tantra madre está en las deidades. Realmente no me he encontrado con que hagan el palacio también. Y Hevajra, que en la escuela sakya es clasificado como no dual, tiene el mandala corporal de ambos: partes del cuerpo burdo y partes del cuerpo sutil. Esa es la razón por la que es llamado no dual en la escuela sakya; la escuela guelug lo llama madre.
Ahora, permítanme añadir un punto técnico aquí, para que tengan una idea clara. Hablan de transformar el cuerpo, nuestro cuerpo ordinario, en ésto. Estamos hablando del cuerpo ordinario, como nuestros agregados, o nuestros elementos, usemos eso como ejemplo. Son lo que se conoce como causa que se obtiene (nyer-len-gyi rgyu) – existen alrededor de seis tipos diferentes de causas en el budismo – y “de la que se obtiene,” es lo que obtiene o llega al resultado. Así, por ejemplo, una semilla es la causa que se obtiene del brote; en otras palabras, la semilla es de donde proviene el brote, y cuando obtienes el brote, la semilla ya no existe. Esa es una causa que se obtiene. Así, el agregado da surgimiento a esta figura búdica y entonces ya no tienes este agreado ordinario, impuro, como una semilla que da surgimiento a un brote. Es útil saber en términos de lo que realmente estamos haciendo con un mandala corporal.
Eso es muy diferente del tipo de causa que es, por ejemplo, el barro que se convierte en olla, una pieza de cerámica, o la masa que se convierte en pan. Aún es masa, el material todavía está ahí. No estamos hablando de ese tipo de causa, en donde el material está ahí y simplemente cambia su forma en términos del resultado. El budismo hace muy cuidadosas distinciones de diferentes tipos de causas. Entonces no es que se transformen partes de nuestro cuerpo, como el barro que se transforma en una vasija de barro, en términos de estas figuras búdicas. Es como una semilla que da surgimiento al brote: ya no son los agregados ordinarios, ahora es todo este sistema mundo de estas figuras búdicas, que es lo que queremos hacer a partir del cuerpo, como un sustituto del cuerpo en términos de volverse un ser iluminado.
Ese es un mandala corporal y trabajamos con él en nuestra visualización. Es bastante profundo, si entendemos de qué tipo de causa estamos hablando. Así que lo que queremos hacer, no es que nuestro cuerpo ordinario se convierta en el cuerpo iluminado de un buda, como la masa que se convierte en pan. El cuerpo iluminado de un buda, en un sentido, es como una semilla que da surgimiento a un brote, este cuerpo está completamente terminado, no tenemos este cuerpo ordinario como buda, en absoluto. De hecho, es algo que nos da mucho en qué pensar, y hacer la práctica del mandala corporal ayuda mucho a entender esto y trabajar con ello. Todas son representaciones, así que eso es un mandala.
Ahora, hay un punto más que me gustaría explicar. Cuando hacemos la ofrenda del mandala, decimos un verso, y este verso da mucho en qué pensar. El verso es: “Esta base, la cual es purificada”, salpicada, de hecho, “con agua con incienso”, eso es agua consagrada con el humo del incienso, la cual está “cubierta con flores”, una vez que es purificada, entonces se le ponen las flores y es “adornada con el Monte Meru, los cuatro continentes, el sol y la luna”, eso significa que tiene representaciones de estas cosas en el sistema mundo: “me imagino estas como una tierra búdica” y “por medio de esto, que todos los seres vengan a disfrutar la tierra búdica”. La tierra búdica es otro nombre para una tierra pura. Así, este verso es utilizado para solicitar enseñanzas y para acumular fuerza positiva, mérito.
Lo que es significativo aquí son las tierras búdicas ¿Por qué se habla aquí de tierras búdicas? ¿Qué es una tierra búdica o una tierra pura? Esta es una situación en la cual todo es absolutamente conducente para hacer práctica muy intensiva – no tienes que hacer nada más –para alcanzar la iluminación. No necesitas comer, no necesitas dormir, no necesitas trabajar, no necesitas ir al baño, no necesitas hacer nada más. No solo te sientas y te relajas. El punto es que no necesitas hacer ninguna de estas cosas samsáricas habituales y puedes estudiar, aprender y practicar veinticuatro horas al día, todo el tiempo – esa es una tierra pura. De hecho, es un lugar para el trabajo duro, no es un lugar para pasar unas vacaciones. Cuán maravilloso sería eso. No tienes que trabajar, no tienes que comer, no tienes que dormir, no tienes que hacer ninguna de estas cosas samsáricas.
¿Y quiénes están en estas tierras puras, en estas tierras de los budas? Los arya bodisatvas. Ahí necesitas ser un arya bodisatva, un bodisatva que ha tenido cognición no conceptual de la vacuidad. Esos son los discípulos en las tierras búdicas y estudian con budas sambogakaya, ciertas formas sutiles de los budas. Estos budas sambogakaya siempre están enseñando solo mahayana y lo enseñan para siempre – ni siquiera necesitamos pedirles que lo enseñen – lo enseñan para siempre, hasta que todos los seres sientientes estén iluminados, de tal forma que cada ser sintiente esté libre del samsara.
Así, cuando ofrecemos esto a un maestro para que nos enseñe, esto es mucho del estilo de la Universidad de Nalanda, que cuando recibimos enseñanzas necesitamos visualizar o imaginar que el maestro es un buda, y donde estamos estudiando, el salón, es una tierra búdica, una tierra pura, y que nosotros y todos los demás que se encuentran ahí son bodisatvas aryas. Así que esto encaja con ese estilo. Esto también puede conectarse con el tantra, puede ser cualquiera – no es una práctica exclusivamente tántrica visualizar una tierra búdica.
Estamos ofreciendo una representación de esto con el mandala de plato. Así que recordemos que esta representación es realmente una base para etiquetar, una base para imputar, de la que se puede obtener un holograma, porque tiene ciertas características definitorias, como la información para un holograma. Así que hay muchos hologramas que podrían ser generados de esta base como una representación, dependiendo de cómo le dé la luz, lo cual es análogo. Depende de cómo la mente lo impute, qué angulo esté viendo. Desde esta representación podemos obtener un sistema mundo samsárico ordinario, podríamos imputar en él un verdadero Monte Meru y cuatro continentes – como en el abidharma o en el Kalachakra – o como el sistema solar de acuerdo con la ciencia occidental, podríamos generar ese holograma para esta representación.
Todos ellos serían el nivel de las apariencias impuras, no solo es la forma samsárica, sino también las apariencias de existencia verdadera. (El traductor alemán pide que se repita la última frase): no solo es una apariencia samsárica, impura, en términos del contenido, sino también impura en el sentido de que parece ser verdaderamente existente. Cuando hablamos de apariencias puras e impuras, tiene ambas, en términos de lo que parece ser el contenido, así como la manera en la que parece existir.
O esa misma base, puedes imputar sobre ella – generar un holograma de – una tierra búdica pura, ese sería un nivel camino, o en el nivel resultante, el ambiente de un buda. Así que generamos las apariencias base, camino y resultado a partir de él. Es sumamente interesante. Luego, por supuesto, simboliza todo eso: “purificado con agua incensada, elevada con flores” y demás, así que de la misma forma tenemos que purificar la naturaleza de buda, porque de la naturaleza de buda podemos obtener todos estos niveles de hologramas, base, camino y resultado.
Y podemos hacer esto con la ofrenda del mandala interno, así que estamos trabajando aquí con los vientos de energía del cuerpo – que también puede ser nuestro cuerpo ordinario, pero podría ser como el cuerpo ilusorio, puro, de un arya bodisatva en una tierra pura, en términos del tantra anutarayoga, o podría ser el cuerpo verdadero de un buda. Es lo mismo con darse cuenta gozoso – nuestro gozo ordinario, estamos hablando del gozo natural de la mente de luz clara, gozo de estar libre de todas las manchas – eso también puede aparecer en estos tres niveles. Es el mandala secreto.
Y, en términos del mandala de la naturaleza de la realidad, podría ser nuestro entendimiento ordinario de la vacuidad, pero también esa mente de luz clara tiene una apariencia de vacuidad, no la entiende, pero tiene una apariencia que parece como la vacuidad apareciendo a ella, así que eso también puede desarrollarse desde estos niveles. Así que tenemos estos cuatro tipos de mandalas, y en un nivel del camino serían estos logros de los arya bodisatvas en el tantra superior – con el cuerpo ilusorio y la luz clara, y este par unificado y todas estas cosas – se refiere a eso – muy significativo, estamos ofreciendo esto. “Ofreciendo esto, que todos puedan alcanzar la iluminación” – “que todos lleguen a esta tierra pura” – así, tenemos que traer todo lo que dije junto con bodichita, y todo eso se junta.
La bodichita es una mente que está dirigida a nuestra iluminación individual futura que aún no acontece. Es una ausencia; esa iluminación futura no existe ahora. Lo que existe ahora es su no acontecer aún, y eso es imputado sobre nuestra continuidad mental en este momento– este momento de él, dado que solo un momento de una continuidad mental existe en cualquier momento: el momento presente – el momento pasado no existe ya, el momento futuro no ha acontecido aún. Así, sobre la base de la naturaleza de buda – todos los factores que permitirán que suceda esa iluminación futura aún no acontecida – sobre la base de todos esos potenciales de buda y esa iluminación futura aún no acontecida, alcanzamos la iluminación – así que con la bodichita nos dirijimos a eso.
No nos dirigimos a la iluminación del Buda, no nos dirigimos a una iluminación general, nos dirigimos a nuestra propia iluminación, pero esa no existe ahora. ¿En qué nos estamos enfocando cuando nos enfocamos con la bodichita? Es una pregunta muy importante. Nos estamos enfocando en el no acontecer aún de nuestra iluminación futura y eso sucede en este momento de nuestra continuidad mental y en los potenciales de naturaleza de buda en este momento de nuestra continuidad mental, lo cual es como enfocarnos en un mandala, esta representación, este plato, y sobre la base de esto imputamos, como un holograma, nuestra iluminación futura, nos dirigimos a ello, lo anhelamos. Así que la ofrenda del mandala está totalmente conectada con la bodichita.
Sobre la base de nuestro momento presente podemos generar un holograma de nuestra basura samsárica ordinaria – en un nivel base – o podemos generar un holograma de la situación en una tierra pura como un arya bodisatva, estamos parcialmente purificados o podemos generar nuestra iluminación futura. Así que hacemos esta ofrenda del mandala y ofrecemos con bodichita básicamente esta representación de la naturaleza de buda y todos los potenciales que tenemos. Y, “al ofrecer todo eso a los budas, alcanzando una tierra pura” y todo, “que todos puedan hacer eso”, sobre la base de su naturaleza de buda. Así que esta ofrenda del mandala tiene un significado sumamente profundo.
Ahora, debo confesar que resolví esto en el avión camino acá. Nadie me enseñó esto, pero está básicamente elaborado a partir de todas las enseñanzas que recibí. Todo encaja y explica esto perfectamente. No escuché esta explicación así. Así que la ofrenda del mandala es realmente, pienso, una ofrenda de la bodichita, esa es la razón por la que produce tanta fuerza positiva. Así que eso es lo que qería explicar. Dado que está muy fresco en mi mente, estoy muy emocionado por ello.
Así, pensamos que cualquier entendimiento que hayamos obtenido – de nuevo, esta es la misma cosa, sobre la base de ese entendimiento, ¿qué holograma vamos a hacer, qué vamos a imputar? Vamos a imputar: “Oh”, confusión, confusión samsárica, “no entendí nada”, podríamos dar surgimiento a ese holograma a partir de ello, pero eso no es muy útil. O podemos imputar sobre él – la luz de la mente crea otro holograma, sobre la base de eso – que pueda construir mucha fuerza positiva, que pueda profundizar cada vez más y actuar como una causa – y es solo el principio, por supuesto, está confundida ahora, pero – que pueda profundizar cada vez más y actuar como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos – que se vuelva una base para un holograma de un buda en ese momento.
Esta es la aproximación sakya del samsara y el nirvana inseparables. Sobre esta base podemos obtener un holograma samsárico o un holograma nirvánico. La misma base, es nuestra elección – es la elección de todos, así que: que pueda esto actuar como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos. Ofreceríamos eso con un mandala, normalmente, es lo mismo, y “sobre esa base, alcanzar una tierra pura y, de hecho, la tierra de un buda, y que todos puedan alcanzarlo también”. Ese es el verso. Muy profundo.