Detalles de la astrología tibetana: 1 Contexto filosófico y horóscopos

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El contexto de la astrología dentro del sistema educativo budista 

La astronomía y la astrología son unas de las ciencias o campos tradicionales de conocimiento (rig-gnas) que se estudian en el currículo budista tibetano tal como se formula en las grandes universidades monásticas de la India. Hay cinco campos mayores y cinco campos menores de conocimiento. Los mayores son:  

  • Arte y artesanía – pinturas religiosas, elaboración de estatuas de bronce y arcilla, construcción de mándalas en polvo y tridimensionales, retratos de apliques y punto de aguja de figuras de Buda, mándalas y demás y, en el Tíbet, esculturas de mantequilla.  
  • Medicina – incluyendo farmacología.
  • Idioma y gramática – principalmente sánscrito, siguiendo los textos clásicos de Panini, todos los cuales fueron traducidos al tibetano e incluidos en el Tengyur.
  • Lógica – debate formal.
  • Autoconocimiento interno o excepcional – filosofía, psicología y meditación budistas y demás. 

Los cinco temas menores son:

  • Poesía – cómo componerla para que el propio significado se transmita claramente, sin irrelevancias ni contradicciones, en orden lógico, con conexiones apropiadas, referencias consistentes y en palabras y métrica elocuentes.
  • Retórica y sinónimos – el estudio de las expresiones floridas para las palabras que se utilizan en sánscrito, y traducidas al tibetano, tal como “nacido del agua” tanto para el loto como para la luna, “nacido dos veces” para los pájaros, los dientes y los brahmanes, etc., todos los cuales son utilizados en la escritura ornamental. 
  • Prosodia y composición – las diferentes métricas utilizadas en el sánscrito.
  • Teatro y danza – los movimientos en las danzas religiosas con los cuales se representan las actividades en un mándala o un sistema de mundos de una figura de buda, tal como hacer ofrendas. 
  • Astronomía, astrología y matemáticas. 

Al obtener la maestría de los cinco temas menores, se recibe el título de “Pandit”, que significa Maestro Erudito, y al obtener la maestría de los cinco temas mayores, se obtiene el título de “Mahapandit” o Gran Maestro Erudito. En tibetano, el título “Panchen” como en Panchen Lama, es mitad traducción-mitad transliteración de “mahapandit”, mientras que el término buriato “Bandido”, como en Bandido Khambo Lama, translitera “pandit”. Dado que muchos de los materiales para el estudio de estos temas, o al menos sus principios básicos, se derivan de y son discutidos en el Tantra de Kalachakra, a la figura de buda de Kalachakra siempre se le asocia con ello y se le solicita inspiración para su estudio.

El contexto de la astrología en el hinduismo

Es interesante contrastar cómo la astronomía y la astrología se han ajustado tradicionalmente dentro del sistema de educación budista, con el lugar que tuvieron en el esquema védico hindú anterior, en donde el énfasis estaba más en la aplicación ritual. La astronomía y la astrología conformaron una de las cinco divisiones de los Vedas. Estas son: 

  • Rituales – para llevar a cabo las ofrendas védicas. 
  • Fonética – cómo pronunciar correctamente los cánticos védicos.
  • Métrica poética – usada en los versos de los Vedas.
  • Etimología – particularmente de las palabras védicas oscuras. 
  • Gramática – particularmente del sánscrito védico, que es más antiguo que el sánscrito clásico. 
  • Astronomía y astrología – para conocer los momentos adecuados para realizar las ofrendas védicas.  

Así como se pueden ver ciertos paralelismos entre el sistema de organización ayurvédico hindú y el que se usa en la medicina tibetana, pueden encontrarse paralelismos y diferencias similares en el área de los estudios astrológicos. 

Divisiones básicas

El estudio de la astronomía, la astrología y las matemáticas, como uno de los cinco temas menores de la educación monástica budista, se conoce literalmente en tibetano como cálculos estelares (skar-rtsis). Esta tradición se extendió del Tíbet y las regiones Himalayas de la India hacia Mongolia Exterior e Interior, Manchuria, Buriatia, Kalmukia, Tuvá y todas las demás áreas de la influencia cultural tibetana en Asia Central y lo que hoy en día es China. Siempre se ha enseñado en conjunto con la medicina tibetana. Todos los estudiantes de medicina deben estudiar un cierto grado de ciencias astrológicas y astronómicas, aunque los estudiantes de las ciencias astronómicas y astrológicas no requieren estudiar medicina. 

Este tema del conocimiento presenta los cálculos de las efemérides para dar posición a los planetas, así como aquellos para hacer el calendario y predecir eclipses. También incluye los cálculos astrológicos para los horóscopos personales, así como para la información que se encuentra en el calendario anual tibetano con respecto a qué momentos del día y cuáles días son auspiciosos o no auspiciosos para empezar diversas actividades, como la siembra de cultivos. 

Estas son dos divisiones del material astronómico y astrológico. Uno se llama literalmente cálculos “blancos” (dkar-rtsis) y el otro cálculos “negros” (nag-rtsis). “Blanco” y “negro”, sin embargo, son abreviaturas de los cálculos derivados de los “indios” y los “chinos”, porque los nombres tibetanos para la India y China fueron dados en términos de los colores de ropa predominantes que tradicionalmente usaban las personas en esos países. Por lo tanto, la India y China eran conocidas como las vastas tierras en donde las personas usaban principalmente ropa blanca o negra, respectivamente. 

Como en el caso de la medicina tibetana, la astrología tibetana también tiene materiales que son similares o derivados de lo que se encuentra tanto en la India hinduista como en China. Y aquí también son modificados y utilizados de muy diferentes maneras para conformar el sistema tibetano único. Por lo tanto, aunque habrá términos y conceptos que se usen de forma común tanto en la astrología hinduista como en la china, a menudo tendrán una interpretación y forma de aplicación diferentes. 

Material derivado de la India

El material derivado de la India proviene principalmente de dos fuentes, el Kalachakra (dus-‘khor) o Tantra de los ciclos del tiempo, el cual es específicamente budista, y el Svarodaya (dbyangs-‘char) o Tantra del surgimiento a partir de las vocales, que tiene material que es aceptado tanto por los hinduistas como por los budistas. Cuando se hace una distinción entre los dos, el término general “cálculos estelares” (skar-rtsis) a menudo se utiliza para referirse específicamente al material derivado del Kalachakra. 

Contexto filosófico de acuerdo con el Kalachakra

En el Tantra de Kalachakra, el Buda presentó un sistema de ciclos del tiempo externo, interno y alternativo. Los ciclos externos abordan el movimiento de los planetas y el transcurso del tiempo medido por ellos en términos de años, meses, días y demás. Los internos abordan los ciclos de energías y respiraciones a través del cuerpo. 

En el budismo, el tiempo se define como la medida del cambio. Entonces, puede ser indicado por qué tan lejos se mueven ciertos cuerpos -como el sol- a través de los cielos, o por cuántas respiraciones realiza una persona. De la misma manera que las vibraciones de un cristal de cuarzo se usan hoy en día en la cultura europea, cualquiera podría establecerse como la característica definitoria de un periodo. Como consecuencia, los periodos pueden establecerse de tal manera que son definidos de forma equivalente tanto por el movimiento planetario como por un número específico de respiraciones. Esta es la base para la afirmación Kalachakra del paralelo entre el macrocosmos y el microcosmos. Los ciclos alternativos involucran las diversas prácticas meditativas del sistema del tantra relacionados con la figura de Buda llamada Kalachakra, utilizada para obtener control o purificarse a uno mismo de estar bajo la influencia de estos dos ciclos anteriores. 

Los ciclos del tiempo externos e internos, entonces, son paralelos el uno al otro, y suceden debido a los impulsos de energía externos colectivos e internos individuales, o karma. En otras palabras, hay ciertos impulsos de energía que conducen los ciclos planetarios y también los ciclos corporales humanos. Pueden experimentarse de una forma perturbadora o no perturbadora, debido a que existe una estrecha relación entre la energía y los estados mentales. Con las prácticas de Kalachakra se trabaja para superar el hecho de estar bajo la influencia de situaciones externas e internas incontrolablemente recurrentes, de tal forma que, al ya no estar limitados o perturbados por ellas, se es capaz de desarrollar el propio potencial pleno para beneficiar a los demás de la mejor manera.

Con frecuencia, las personas están bajo la influencia de su horóscopo personal o son incontrolablemente afectadas por los cambios de las estaciones, el clima, las fases de la luna, o por el momento en el que están en su propio ciclo vital de niñez, adultez o vejez y demás. A menudo están también bajo la influencia de los ciclos de energía dentro de su cuerpo, por ejemplo, el ciclo menstrual o el ciclo de la pubertad, hasta la menopausia.  Tales cosas pueden causar grandes limitaciones a las personas. El sistema Kalachakra brinda un marco meditativo dentro del cual uno puede superar estar bajo el control de estas influencias, así como superar las limitaciones que causan y entonces poder ayudar de la mejor manera a los demás. Este es el marco filosófico general dentro del que se estudian la astronomía y la astrología en el sistema budista tibetano. Así, es muy diferente del sistema védico hindú, en el que se estudian en orden para saber el momento exacto para realizar los rituales védicos. 

Contraste con el contexto filosófico de la astrología china 

En el pensamiento chino clásico, la astronomía y la astrología fueran consultadas para poder mantener la legitimidad política y el gobierno. En la filosofía del confucionismo, el emperador es concebido como el intermediario entre el cielo y la tierra. Si el emperador, la corte imperial y el gobierno actuaban en armonía con los principios generales de cambio en el universo, como lo indican los cambios en los días y las estaciones, entonces todo iría bien en el imperio ya que obviamente tenían lo que se llamaba “mandato del cielo”. Pero si estaban fuera de fase, entonces sucederían desastres naturales, indicando que habían perdido su legitimidad política. Por lo tanto, para mantener la armonía y conservar el poder político, era esencial conocer los momentos exactos de las estaciones y el flujo de las fuerzas astrológicas universales. 

Así, la astrología y la astronomía fueron una de las llamadas seis artes ocultas chinas: 

  • Astrología y astronomía – estudian el movimiento de los planetas, las constelaciones, la ocurrencia de eclipses como presagios de desgracias, etc. Era necesario monitorearlos con cuidado para que no se perdiera inadvertidamente la propia orientación. 
  • El calendario – para ser capaces de acomodar las estaciones, ajustarlas a los equinoccios, los solsticios y demás. Durante la Dinastía Han, del siglo II a.e.c. al siglo II e.c., por ejemplo, el emperador tuvo que cambiar la ubicación de su corte, el color de sus ropajes, su dieta y demás, de acuerdo con las estaciones cambiantes. 
  • Los cinco elementos o agentes – madera, fuego, tierra, metal y agua – cuyos ciclos afectan todo.  
  • Adivinación – por medio de tirar los tallos de milenrama, según es interpretado con el I Ching, el Libro de los Cambios, o perforar hoyos en el caparazón de una tortuga, insertando una varilla de metal caliente e interpretando los diseños de las grietas resultantes. Estos son los métodos para conocer la configuración exacta de las fuerzas del yin y el yang del universo en cualquier momento. 
  • Otras diversas formas de adivinación. 
  • El estudio de las formas – la interpretación de la fisonomía, específicamente la forma de las caras de potenciales oficiales de gobierno, y la geomancia, para disponer edificios y lugares de sepultura en armonía con las fuerzas naturales. 

Así, el contexto filosófico chino para la astronomía y la astrología también fue muy diferente del budista, según está formulado en el sistema Kalachakra. Fue político más que estar dirigido a superar las propias limitaciones y desarrollar los propios potenciales para beneficiar a los demás al máximo. El horóscopo personal no apareció en China sino hasta el siglo VIII, y eso fue más probablemente debido a la influencia budista. 

Los dos sistemas Kalachakra de cálculo

Entonces, es en conexión con la discusión de los ciclos externos del tiempo que el Tantra de Kalachakra presenta las leyes de movimiento del universo y los cálculos de las efemérides, el calendario y el almanaque. Se desarrollaron dos sistemas de cálculos matemáticos, que difieren principalmente en términos de la constante de movimiento diaria (rtag-longs) dada por el sol, en otras palabras, qué tan lejos se mueve el sol cada día con respecto a las estrellas. Del Tantra de Kalachakra Raíz, compilado a partir de las enseñanzas del Buda por el Rey Suchandra de Shambala, de acuerdo con la tradición en el año 880 a.e.c., se deriva el “siddhanta” o sistema completo de cálculos (grub-rtsis). Aunque este es el más exacto de los dos, se perdió, junto con el texto del tantra raíz, en el tiempo de la fundación de la era islámica, en el año 624 e.c., de acuerdo con fuentes budistas, aunque en realidad fue en el año 622. Este sistema completo sobrevivió solo en fragmentos citados en comentarios posteriores tales como Vimalaprabha o Luz inmaculada, compuesto por el Segundo Sustentador de las Castas de Shambala, Pundarika, que gobernó del 176 al 76 a.e.c.  

El otro es el “karana” o sistema resumido de cálculos (byed-rtsis). Proviene del texto posterior, el Kalachakra abreviado, compuesto por el Primer Sustentador de las Castas de Shambala, Manjushri Yashas, quien gobernó del 276 al 176 a.e.c. Como un resumen, está más condensado y, en general, es menos preciso que el sistema completo. Fue codificado como un sistema por el Onceavo Sustentador de las Castas de Shambala, Aja, en el año 806 e.c.  

Entre los siglos XV y XVII, diversos maestros tibetanos reconstruyeron el sistema completo, y actualmente se enseñan ambos sistemas. Aun cuando se favorece al sistema de principios completo, el sistema resumido a menudo se utiliza para calcular los eclipses solares y lunares, dado que da mejores resultados. El material presentado en el sistema completo está organizado en términos de calcular los cinco planetas (gza’-lnga) y las cinco características inclusivas del calendario (lnga-bsdus), mientras que en el sistema resumido solo se calculan comúnmente las cinco características inclusivas del calendario. Esto discutirá más adelante con más detalle. 

El sistema del “surgimiento a partir de las vocales” 

La otra fuente de material astrológico derivado de la India, el Tantra del surgimiento a partir de las vocales, también conocido como el Yuddhajaya (g.Yul-rgyal) o Tantra de la victoria en las batallas, es el único tantra del shivaísmo hindú (shivaísmo significa que se veneran a Shiva) que fue traducido al tibetano e incluido en la colección Tengyur de comentarios indios. Parte del material de este tantra es críticamente discutido y corregido o descartado como superstición en el Tantra de Kalachakra abreviado mismo y en su comentario Luz inmaculada. También se aborda críticamente con más detalle más material derivado de él en comentarios tibetanos posteriores al Kalachakra, tal como aquellos elaborados por Buton y Kedrubje. 

Un ejemplo del sistema “surgimiento a partir de las vocales” (dbyangs-‘char, sct. svarodaya) es la correlación que se hace entre las fechas del mes lunar y las vocales del alfabeto sánscrito. Hay cinco familias básicas de vocales en sánscrito, en donde cada familia tiene una vocal corta y una larga. Cada familia se correlaciona respectivamente con uno de los conjuntos indios de cinco elementos: 

  • a, ā – espacio
  • i, ī – viento
  • ṛ, ṝ – fuego
  • u, ū – agua 
  • ḷ, ḹ – tierra

Cada una de estas dos puede verse fortalecida de una simple vocal a un diptongo, y de eso a una semi-vocal: 

  • a, ha; ā, hā
  • e, ya; ai, yā
  • ar, ra; ār, rā
  • o, va; au, vā
  • al, la; āl, lā

Así, hay en total 30 vocales, cada una de ellas se correlaciona con las 30 fechas de un mes lunar. Los mándalas de tierra, agua, fuego y viento que surgen, respectivamente, de las sílabas semilla lam, vam, ram, y yam se derivan de este esquema. 

Este esquema se encuentra en un sistema de pronosticación en el que uno pregunta, en una cierta fecha, algo acerca de alguien, por ejemplo, el resultado de su enfermedad o su conflicto con alguien más. Se toma en cuenta el elemento de la vocal de la fecha en la que fue realizada la pregunta y también el elemento de la primera vocal del nombre de la persona. El resultado del problema puede ser conocido al analizar la relación entre los elementos de estas dos vocales de acuerdo con un cierto esquema. Este sistema no es usado hoy en día por los tibetanos. 

Horóscopos

Sin embargo, la principal característica que se deriva del sistema del “surgimiento a partir de las vocales” es la elaboración de horóscopos predictivos personales. En la astrología europea, el énfasis principal en un horóscopo individual es revisar la situación de nacimiento y, a partir de ello, analizar y describir la personalidad. Este no es el interés principal en los sistemas indios, ni en el hinduismo ni en el budismo, aunque se aborda. 

En la astrología europea, con fines predictivos se realiza una carta para cada año de la vida de alguien, simplemente haciendo avanzar el sol un grado cada año. Esto equivale a ver la posición de los planetas en ese número de días después de la fecha de nacimiento como equivalente al número de años de la edad en cuestión. También se dibuja una carta de tránsito para conocer la posición que realmente tendrán los planetas en el día específico en el futuro, o en el presente, que se está revisando. Luego se comparan las cartas de nacimiento, progresiva y de tránsito, tomando en cuenta específicamente los ángulos entre los planetas en una y en las otras, para ver la relación entre las tendencias básicas, la tendencia general de la vida y la situación y ciclos actuales universales, con el fin de predecir lo que puede suceder. 

En el sistema indio “surgimiento a partir de las vocales” que es común tanto para la astrología hinduista como para la budista, lo que resulta de más interés es trazar el desarrollo de la vida de una persona. Esto se hace de una manera muy diferente a la que acabamos de esbozar en la astrología europea. El curso de los acontecimientos de una vida se calcula y analiza en términos de periodos regidos por 9 planetas diferentes a partir del momento del nacimiento. Cada uno de los cuerpos celestes rige secuencialmente un número específico de unidades, lo cual varía para cada planeta en una proporción fija, cuya suma alcanza 120 unidades, como sigue: 

  • El sol – 6 unidades 
  • La luna – 10 
  • Marte – 7 
  • El planeta del nodo norte – 18
  • Júpiter – 16 
  • Saturno – 19 
  • Mercurio – 17 
  • El planeta del nodo sur – 7 
  • Venus – 20. 

La literatura india del Kalachakra contiene un esquema similar, pero solo de 8 periodos, no 9, lo cual suma 108 unidades y omite el periodo regido por el planeta del nodo sur:

  • El sol – 6 unidades
  • La luna – 15
  • Marte – 8
  • Mercurio – 17
  • Saturno – 10
  • Júpiter – 19
  • El planeta del nodo norte – 12
  • Venus – 21.

La esperanza de vida se calcula a partir del momento del nacimiento y la posición natal de la luna, y luego se divide en periodos con estas proporciones de longitud, empezando con el periodo regido por el planeta que gobierna la constelación de nacimiento de la luna determinada en el cálculo de la esperanza de vida. En los sistemas indios hinduistas, la máxima esperanza de vida es de 120 años, mientras que en la tradición textual india del Kalachakra es de 108. En el Tíbet, esto se redujo a un máximo de 80 años y se adoptó el esquema del “surgimiento a partir de las vocales”, no el esquema del Kalachakra. En el siglo XIX, el maestro tibetano Mipam (Mi-pham ‘Jam-dbyangs rnam-rgyal rgya-mtsho), actualizó la esperanza de vida máxima a 100 años. 

Por ejemplo, supongamos que alguien tiene una esperanza de vida de 60 años. Esto se divide en 120 unidades iguales, lo que equivale a seis meses por cada unidad. A partir de la posición natal de la luna, se calcula cuál planeta empezará la secuencia gobernante. Supongamos que es el sol. Dado que el sol rige durante seis unidades, los tres primeros años serán regidos por el sol. El siguiente periodo será regido por la luna, lo cual equivale a 10 unidades y entonces cubre los siguientes cinco años, y así sucesivamente. Hay interpretaciones generales para los periodos de la vida del sol, la luna, Marte, etc., modificados por la etapa de vida durante la cual ocurren. A menudo, el horóscopo más general que se da es solo la interpretación de esto. Para una interpretación más específica de cada uno de los periodos, se debe tomar en consideración la fuerza de cada uno de los planetas regentes en la carta natal.

Además, el periodo regido por cada planeta durante la longitud de vida puede subdividirse en 120 periodos más pequeños, co-regidos por cada uno de los planetas de acuerdo con las mismas proporciones, comenzando con el mismo planeta que rige la porción subdividida. Este proceso de subdivisión puede repetirse hasta que se puedan identificar y especificar individualmente por hora, día y regidor, periodos muy pequeños durante un tiempo de vida. Los eventos durante el transcurso de una vida pueden entonces predecirse de manera muy fina al comparar con la carta natal los planetas regidores, co-regidores, sub-regidores y demás de cada uno de los pequeños periodos y analizar las relaciones. Hoy en día, esto rara vez se hace en un horóscopo tibetano. 

Aunque existe un cálculo de la esperanza de la vida de una persona, no debemos pensar que es un sistema fatalista de predeterminación. También existe un cálculo de cuánto tiempo más podemos ampliar la propia esperanza de vida si se llevan a cabo muchas acciones constructivas, positivas y, de hecho, para diferentes formas de calcular la esperanza de vida. Un horóscopo tibetano es básicamente una predicción general de lo que podría pasar en una vida si no se realiza ninguna acción positiva o negativa relevante. Muy similar a un horóscopo europeo, indica los potenciales generales con los que se nace. Pero, por supuesto, las cosas pueden cambiar de acuerdo con las propias acciones y prácticas, en otras palabras, de acuerdo con cómo se usen los propios potenciales. La filosofía budista enfatiza aprovechar al máximo las buenas oportunidades y refrenarse de actuar según nuestros impulsos y tendencias negativos. Incluso en una carta europea, los aspectos tienen un significado superior o inferior dependiendo de las propias acciones y estilo de vida. Esto es aún más cierto en una carta tibetana. 

Diferencia con un horóscopo hindú

Como se mencionó, este sistema “surgimiento a partir de las vocales” tiene tanto un aspecto clásico hindú como uno budista, y estos tienen un número de diferencias significativas. Por ejemplo, con respecto a los métodos anteriores para calcular los horóscopos predictivos personales, en los sistemas hinduistas más estandarizados, la proporción de 120 unidades de las regencias de los planetas se toma en términos de 120 años en lugar de la duración de la vida de una persona. Sin embargo, la secuencia de los planetas y las proporciones de los periodos que rigen son las mismas. A partir de la posición natal de la luna se calcula en qué parte de ese periodo de 120 inicia el ciclo de vida de la persona, y luego los periodos regidos por cada planeta tienen una longitud estándar para todos. 

Si, por ejemplo, el primer periodo en una vida es regido por el sol, esto sería por un periodo estándar de seis años. Sin embargo, de hecho, de acuerdo con la posición natal de la luna, la vida podría empezar en cualquier punto dentro de tal periodo solar de seis años. La primera fase de vida, entonces, sería la cantidad de este periodo que queda de seis años después del punto de nacimiento. Sin embargo, la segunda fase, la de la luna, sería por 10 años fijos. Cada fase se puede subdividir e interpretar como antes. En contraste, en el sistema budista tibetano, si la primera fase de una vida es regida por el sol, siempre es un total de 6 de las 120 unidades de la duración de esa vida. 

En los ejemplos anteriores en los que la segunda fase es la de la luna, en el horóscopo hindú eso sería por 10 años y, dependiendo del momento del nacimiento, podría cubrir, por ejemplo, de los 5 a los 15 años. En el horóscopo tibetano, cubriría 10 de 120 unidades de la esperanza de vida de 60 años, así que solo 5 años, de los 3 a los 8. En un horóscopo tibetano, todos tienen periodos regidos por cada uno de los nueve cuerpos celestes, mientras que, en el hinduista, del ciclo anual de 120, solo los que caben dentro de la duración de una vida. 

Material compartido entre los sistemas hindú y griego: 12 signos y casas

Es a través de esta base paníndica común que se comparten también ciertas características con los sistemas griegos astrológicos antiguos, tal como la división del zodíaco en 12 signos y 12 casas, con los mismos nombres de los signos que se utilizan en el sistema europeo moderno, pero con la traducción tibetana. Sin embargo, en tibetano a los signos se les llama casas (khyim) y a las casas se les llama periodos (dus-sbyor).

El origen de las características astrológicas indo-helénicas es controversial. Algunos académicos postulan que la influencia astrológica griega llegó a la India a través de comerciantes romanos que viajaban entre Alejandría y los puertos de la India oriental a partir del siglo I e.c., y no a través de los primeros reinos griegos de Asia Central. Otros dicen que la influencia astrológica fue al revés, de la India a los mundos griego y romano, lo cual es difícil de decidir. La influencia pudo haber sido en ambos sentidos. 

El zodíaco es el cinturón en los cielos a través del cual pasa la eclíptica, o camino aparente del sol durante el transcurso del año. Forma el trasfondo para el movimiento del sol, la luna y los planetas, los cuales, desde el punto de vista de la tierra, parecen rodear la tierra a través de este cinturón. Las 12 constelaciones más importantes a una equidistancia aproximada entre sí en este cinturón son conocidas como los signos del zodíaco, tal como Aries, Tauro, etc. Así, para ciertos cálculos, particularmente para dibujar una carta natal, el zodíaco se divide en 12 secciones o signos de 30 grados cada uno, en los sistemas tibetano, hindú y griego. Desde el punto de vista de la tierra, los 12 signos giran completamente una vez cada día, por lo que cada dos horas hay un signo diferente en el horizonte oriental. Si se toma el cinturón del zodíaco y se divide en 12 secciones, el espacio físico estacionario real que ocupa con relación a la tierra, desde el horizonte oriental hasta el cielo medio, hasta el horizonte occidental, hasta el punto nadir debajo de la tierra y de regreso al horizonte oriental, esas son las doce casas.   

Si uno piensa en el modelo de un tocadiscos que gira, quizás sea más fácil de entender. Si el disco mismo estuviera dividido en 12 secciones, eso correspondería a los 12 signos. Si la superficie estacionaria del tocadiscos sobre el que gira el disco estuviera dividida en 12 secciones, esas corresponderían a las 12 casas. Si el tocadiscos estuviera ubicado perpendicular a la superficie de la tierra, nuestro punto de vista sobre la tierra sería como en el centro de la mesa del tocadiscos y el disco estaría girando verticalmente sobre nuestra cabeza, de horizonte a horizonte, y solo la mitad del disco y del tocadiscos serían visibles en cualquier momento. 

Al igual que en los sistemas hinduistas, el ascendente natal preciso no es un punto particularmente importante. El ascendente es el punto en el zodíaco en el horizonte oriental en el momento del nacimiento y es el inicio de la primera casa. Si la analogía del tocadiscos continúa, el ascendente correspondería al punto en donde la aguja del tocadiscos toca el disco que gira. 

Tanto en los sistemas hinduistas como budistas, el día se divide en 12 periodos de dos horas, conocidos como periodos astrológicos del día, y se utiliza un sistema de casas iguales, en donde cada casa cubre un signo completo. Si alguien nace en cualquier momento durante el primer periodo de dos horas de acuerdo con la hora local, el signo del sol natal, al estar cerca del horizonte, se toma como el signo para la primera casa. 

En otras palabras, el primer periodo astrológico del día empieza al amanecer. Hoy en día, esto se considera de forma estándar de las 5 a las 7 horas del reloj de pulsera, independientemente del momento del año o cuando el cielo realmente empieza a aclarar. No importa en qué momento ha nacido alguien durante ese periodo de dos horas. Cualquier signo en el que el sol haya estado al comienzo de ese periodo de dos horas es tomado como el signo para toda la primera casa. Así, por ejemplo, la primera casa se toma en cuenta sin ninguna consideración para el ascendente. Por ejemplo, si el sol hubiera salido en cualquier lugar dentro de Aries, el ascendente estará al inicio de Aries y todo Aries sería la primera casa. 

Entonces, el ascendente siempre está al inicio, no solo de la primera casa, como en la carta europea, sino también de un signo. En el sistema europeo, por otro lado, el ascendente puede ocurrir en cualquier punto dentro de un signo. Además, en el sistema tibetano, la ubicación del lugar de nacimiento no se toma en consideración en absoluto. En el sistema europeo, es muy importante dado que el sol sale en diferentes momentos en diferentes lugares, tanto de norte a sur, como de este a oeste. Esto se vuelve principalmente insignificante si la posición del ascendente no está directamente relacionada con la posición exacta de las estrellas en el momento de la salida del sol. 

Principios generales de interpretación

La interpretación de las casas es similar a la de los antiguos sistemas griego e hindú y, aunque tiene algunos cambios en el énfasis, difieren solo ligeramente de la que se encuentra en la astrología europea moderna. Las áreas a las que se refiere cada casa son las siguientes: 

  • 1ra. casa – el cuerpo
  • 2ª. – riqueza
  • 3ª. – hermanos y familiares
  • 4ª.  – amigos
  • 5ª. – hijos y nietos 
  • 6ª. – enemigos y enfermedad 
  • 7ª. – familia y hogar 
  • 8ª. – muerte 
  • 9ª. – religión
  • 10ª. – trabajo 
  • 11ava – ganancias o donde uno se desarrolla
  • 12ava – pérdidas o gastos o, en un plano superior, lo que causará que uno pierda o se libere de todas las preocupaciones mundanas. Es en este sentido que la doceava casa representa los asuntos espirituales. 

En los sistemas hindú y europeo moderno, la cuarta casa tiene más énfasis en el hogar y la séptima en el matrimonio y las parejas. 

Asimismo, al igual que en los sistemas hinduistas, los planetas simplemente están colocados en sus signos y casas natales, y los ángulos específicos entre ellos no son considerados en la interpretación. En la astrología europea, por otro lado, uno de los puntos principales que se toma en cuenta cuando se hace una interpretación, son los ángulos o aspectos entre los planetas –que estén en conjunción, en sextil, en cuadratura, en trígono o en oposición entre sí. Los sistemas tibetano e hindú sí consideran, sin embargo, los ángulos generales entre los diversos signos y casas en los que se encuentran los planetas, pero estas relaciones varían para cada planeta involucrado y no son universales para todos los planetas, signos y casas. 

Reconocimientos

Este artículo y los siguientes en esta sección del sitio de internet Study Buddhism se derivan de una serie de conferencias que impartí en la Unión Soviética hace muchos años. En marzo de 1990, como parte de un recorrido de enseñanzas e investigación por la Unión Soviética y Mongolia, impartí una serie de conferencias en Moscú en la Biblioteca de Medicina del Ministro de Salud de la U.R.S.S. Las conferencias fueron organizadas y co-patrocinadas por el Centro de Medicina Tradicional del Departamento de Información Médica (Soyuzmedinform) del Ministro de Salud de la U.R.S.S., bajo la dirección de la Dr. Natalia Lukyanova, y la Junta Espiritual Central de Budistas de la U.R.S.S., bajo la guía de su representante de Moscú, Tom Rabdanov. Las conferencias fueron dadas en inglés y traducidas oralmente al ruso por Andrey Terentyev. Con revisiones y ampliaciones que realicé posteriormente, fueron preparadas para su publicación en ruso, bajo el título Cultura y budismo tibetano desde una perspectiva moderna: Una serie de conferencias en la Unión Soviética, por Slava Komarovskiy, Elena Shelingovskaya y Andrey Terentyev. Serán publicadas por Soyuzmedinform del Ministerio de Salud de la U.R.R.S. El presente trabajo es una ampliación y reorganización adicional basada en ese texto. 

Deseo expresar mi agradecimiento y gratitud a Su Santidad el Dalái Lama y Lodi Gyari Rinpoche por su apoyo en este proyecto. También me gustaría reconocer toda la ayuda y la información que he recibido durante el curso de la investigación de este material por parte de la Dra. Natalya Lukyanova, Tom Rabdanov y Andrey Terentyev en Moscú; el Venerabilísimo Bandido Khambo Lama J.J. Erdyneev, Ven. Cho Dorji, Ven. Sherab Jamtso, Ven. Bazarsada, Prof. Regbi Pubayev, Dr. Elbert Bazaron y Dr. Viktor Poopyshev en Buriatia; Ven. Gombo Badmaevich Tsybikov y Ven. Jinba Jamtso Tsybenov en Chita; Ven. Tuwang Dorji, Dr. Petr Bitkeev, Dr. Juli Oglaev, Alevtina Ulanova y Elsa Bakaeva en Kalmukia; Ven. Lama Shinbayol, Dr. Uriy Aranchyn, Dr. Kaadyr-ool Bicheldei, Mongush Kenin-Lobsan y Damdin Kuular en Tuvá; el Venerabilísimo Gaadan Gambajov, Ven. Choji Jamtso, Ven. Divasambuu, Ven. Dambajov, Ven. Dr. Mugh Tembrel, Ven. Dr. Natsogdorj, Ven. Nasambogh, Dr. Lubsantseran, Wangchindorj y L. Terbish en Mongolia; y Ven. Yeshe Lodro Rinpoche, Gyatsho Tshering, Dr. Tenzin Choedrak, Dr. Namgyal Qusar, el fallecido Prof. Lodro Gyatso, Prof. Jampa Gyeltsan Dagthon, Tenzin Choegyal y Aleksandar Kocharov en Dharamsala, India. También deseo agradecer a Ven. Thubten Chodron por sus sugerencias para simplificar el estilo y el uso del idioma en el texto. Cualquier error involuntario o confusión que quede en este trabajo es mi exclusiva responsabilidad.

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