Muerte, karma y las deficiencias del samsara

Introducción general y revisión 

Las diversas tradiciones tibetanas procedentes del Buda – Kadam, Sakya, Kagyu y Nyingma – todas siguen una presentación de formas de entrenar nuestras actitudes que provienen de una fuente común: Involucrarse en la conducta del bodisatva, de Shantideva. La presentación de Shantideva, a su vez, abarca todos los puntos que se encuentran en las enseñanzas del lam-rim del camino gradual, lo cual significa todas las mentes graduales del camino que conducen a la iluminación. No hay nada en estos caminos graduales que no pueda considerarse entrenamiento de nuestras actitudes. Aun así, los puntos particulares que estamos discutiendo se aplican a una línea específica de enseñanzas llamada "lojong", "entrenamiento mental", "entrenamiento de actitudes". Se condensan en Los siete puntos del entrenamiento mental, tal como se presenta en el texto de Gueshe Chekawa, y en el comentario llamado Los rayos del sol, por Namkapel, discípulo de Tsongkapa.

Los siete puntos para el entrenamiento de actitudes son:

  • los preliminares,
  • el método de entrenamiento en las dos bodichitas – relativa y profunda,
  • transformar las circunstancias adversas en un camino hacia la iluminación,
  • síntesis de la práctica en una vida,
  • la medida de haber entrenado nuestras actitudes,
  • las prácticas de vínculo estrecho para el entrenamiento mental,
  • los puntos a entrenar en el entrenamiento mental.

Muerte e impermanencia

Ahora que todos hemos logrado la base de trabajo de un preciado cuerpo humano, todos deseamos ser felices; ninguno de nosotros desea tener ningún sufrimiento o problemas. La felicidad que deseamos no viene de la nada, viene de causas. Así que tenemos que pensar muy profundamente acerca las causas que provocan nuestra felicidad y eliminan nuestros problemas. Para poder seguir el camino espiritual, debemos aprovechar la preciada vida humana que tenemos. Por supuesto, para vivir necesitamos ganarnos la vida y hacer las diversas cosas que son necesarias para nuestra vida diaria. Pero no podemos poner el énfasis principal en la adquisición de dinero y objetos materiales. Además, el dinero y los objetos materiales no son la única causa de la felicidad. No todos los ricos son felices. Cuando somos conscientes de que hay mucha gente rica con muchas posesiones materiales, que son miserables y tienen un sufrimiento mental severo, no podemos decir que la única causa de la felicidad sean las posesiones materiales.

Para que nuestra felicidad se produzca, debe tener alguna causa previa. La felicidad depende principalmente del estado mental. Si la mente de una persona es feliz, entonces cualesquiera que sean sus circunstancias externas, esta persona sigue siendo feliz. Si alguien es básicamente una persona feliz, educada, considerada con los demás – una persona cultivada y buena – entonces, que realmente crea en la religión o en el Dharma, no hace ninguna diferencia. Si somos refinados y considerados con los demás, acumulamos fuerza positiva (mérito) en cualquier caso. Si, además de eso, estudiamos y practicamos, entrenándonos en los diversos métodos del Dharma, habrá un beneficio aún más fuerte y acumularemos fuerza positiva al ser una persona amable y útil. Eso beneficiará, no sólo a esta vida, sino también a las vidas futuras.

Por lo tanto, esta es una búsqueda muy valiosa en lo que respecta a hacer el mejor uso de la base de trabajo que tenemos. Necesitamos darnos cuenta de que este preciado cuerpo humano no durará para siempre, que por perfectas que sean nuestras circunstancias, esta vida es algo que pasará. Esto se debe a que todo el mundo está sujeto a la impermanencia y la muerte. El punto principal es no perder el tiempo. Por lo tanto, es extremadamente importante pensar en la impermanencia y cómo pasan todas las situaciones.

Existen varias maneras de presentar la impermanencia. Hay una discusión de ello en el contexto de que es uno de los dieciséis aspectos de las cuatro realidades de los nobles, por ejemplo, o podemos hablar de ella en términos de impermanencia general y sus niveles: burdo y sutil. Aquí, hablamos en términos del aspecto más burdo de la impermanencia, el tipo que es visto por cualquiera que muera.

Las desventajas de no recordar la muerte y la impermanencia

Haríamos bien en considerar los beneficios de meditar y construir un darse cuenta de la impermanencia, y las desventajas de no darnos cuenta de ella. El texto habla primero de estas desventajas y luego de la extrema importancia de conservar el darse cuenta de la impermanencia y la muerte. Es importante porque, creamos en ello o no, hay renacimientos futuros: podemos caer en uno de los peores estados o en uno de los mejores. Por lo tanto, es muy importante darnos cuenta de nuestros potenciales negativos que pueden conducir a un peor renacimiento y, a su vez, tener cuidado con nuestras acciones y las cosas que hacemos ahora, ya que afectarán nuestro futuro.

Si no tenemos recordación (presencia mental) de la muerte todo el tiempo (incluso si practicamos el Dharma), no nos involucraremos plenamente en él, ni lo tomaremos completamente en serio. Si nos damos cuenta realmente de la muerte y la impermanencia, y de cómo lo que ocurre en el futuro depende de lo que hagamos ahora, no será necesario que la policía nos controle. Nuestro propio darnos cuenta de la causa y efecto actuará como guardia y nos impedirá actuar de manera inapropiada.

Quienquiera que seamos, mirar las cosas a la luz del hecho de que todos vamos a morir nos hará darnos cuenta de que no tiene sentido engañar a los demás o actuar de una manera descuidada. Al menos veremos que es absurdo engañarnos actuando de forma autodestructiva, ya que en el futuro tendremos que enfrentar las consecuencias de lo que hemos hecho. Por lo tanto, es extremadamente importante darnos cuenta de la impermanencia y la muerte todo el tiempo.

¿Cómo nos entrenamos para adquirir ese darse cuenta de la muerte y la impermanencia? Hacemos esto primero al darnos cuenta del hecho de que ninguna de nuestras posesiones, nuestros amigos, parientes, etc., serán de ayuda en el momento de la muerte. Entonces, tenemos que reflexionar sobre todas las circunstancias que ocurrirán en el momento de la muerte, que todos los objetos que hemos adquirido – tal vez a través de engaños, o haciendo trampa, o pasando muchos problemas– no van a ser útiles en absoluto cuando muramos. Pero vamos a tener que soportar las consecuencias de cualquier medio engañoso que podamos haber utilizado.

Es cierto que todos vamos a morir porque todos estamos bajo la influencia de las actitudes perturbadoras y los diversos impulsos del karma en nuestra continuidad mental. Incluso los reyes deben morir, y algunos incluso son ejecutados. Si pasamos nuestro tiempo ignorando totalmente este hecho, engañándonos a nosotros mismos, mintiendo, haciendo todo tipo de cosas engañosas, nos espera una sorpresa en el momento de la muerte: mucho arrepentimiento y remordimiento. Si tuviéramos recordación (presencia mental) y darse cuenta del hecho de que moriremos, actuaríamos de una mucho mejor manera mientras estamos vivos, y no tendríamos que morir con pesar y remordimiento.

Aunque es imposible evitar morir, podemos prepararnos para que, en el momento de la muerte, no tengamos que morir en un estado de terror. Es sólo cuestión de tiempo hasta que llegue la muerte, por lo que vale la pena prepararnos para ello ahora.

Estos puntos se presentan en el texto de la siguiente manera:

  • la muerte es definitiva,
  • el momento de nuestra muerte es incierto,
  • excepto por el Dharma, no hay nada que nos ayude en el momento de la muerte.

Estos son los tres puntos a considerar.

La certeza de la muerte

Con respecto al hecho de que la muerte es segura, se dice que, si incluso los innumerables budas y arhats tienen que morir, ¿qué se puede decir de la gente común como nosotros? No importa quiénes seamos, una vez que nazcamos, es cien por ciento seguro que moriremos. No hay nadie que no tenga que morir, así que no tiene sentido que lo evitemos. Y, si revisamos, son muy pocos los diversos budas que, antes de iluminarse, alcanzaron el estado de un cuerpo ilusorio y, posteriormente, lograron la iluminación en ese estado sin realmente fallecer. La mayoría ha demostrado haber fallecido en el parinirvana. Si tomamos ejemplos en la historia – reyes y emperadores, etc.– no podemos encontrar a nadie que realmente haya logrado la inmortalidad.

No hay lugar al que podamos ir para escapar de la muerte y, aunque tengamos un cuerpo muy fuerte, no hay cuerpo lo suficientemente fuerte como para resistir la muerte. Al igual que estar en un lugar rodeado de montañas por todos lados, atrapados sin forma de escapar, de la misma manera, cuando se trata de la muerte, no hay ningún lugar a donde podamos correr para escapar de ella.

Imaginar cosas que podrían pasar, de las cuales no habría manera de escapar, como una guerra nuclear, no nos sirve de nada. En cualquier caso, la muerte es ineludible. No podemos culpar a cosas externas que puedan causar nuestra muerte, ni vivir siempre con miedo a cosas como la guerra nuclear. Las causas de la muerte se acumulan dentro de nuestra continuidad mental – las actitudes perturbadoras, el karma y demás, son las causas internas que provocarán nuestra muerte, junto con circunstancias externas contribuyentes. El punto principal es, al haber nacido en un cuerpo con actitudes perturbadoras y karma en nuestra continuidad mental, es seguro que vamos a morir. Esto se debe a que, en el momento en que se actualiza el cuerpo, al mismo tiempo se actualizan las causas de la muerte.

Hablando de la impermanencia y del sufrimiento de todos los seres, que se discutirá con mayor amplitud más adelante, uno de los sufrimientos que todos podemos ver es la vejez. A medida que envejecemos, por ejemplo, comenzamos a perder el poder de nuestros sentidos, una indicación de la certeza de la muerte que viene.

Existen razones por las que la muerte llegará con certeza. Primero, hay varias cosas que nos pueden pasar, causas dentro de nosotros: envejecemos y todo degenera, el poder de la medicina para curarnos se debilita, y morimos. En segundo lugar, no hay ninguna adición a la duración de nuestra vida, está disminuyendo constantemente. Por supuesto, hay plegarias y ciertas puyas de larga vida y prácticas como esa, pero aumentar la duración de la vida en realidad es difícil.

La expectativa de vida básica que tenemos proviene de la fuerza positiva, el karma y demás que hemos acumulado en vidas anteriores. Así como los días pasan constantemente, si el año pasado nos quedaban cien años de nuestra expectativa de vida, este año sólo quedarían noventa y nueve. Y, sin importar la duración de la vida que podamos imaginar, podemos ver que, entre esta mañana y ahora, parte de eso ha pasado. Nuestra vida pasa con cada respiración, con cada momento. El tiempo pasa constantemente. No va a esperar. No podemos sentarnos y detener nuestra vida, ni siquiera por un momento. No hay lugar al que podamos ir, nada que podamos hacer, para evitar el constante correr del tiempo que nos queda por vivir.

Hay muchas metáforas para el trascurso de la vida. Por ejemplo, como el agua en una cascada, una vez que comienza a pasar por el borde no hay manera de que pueda detenerse, debe seguir cayendo. O, como una corriente, que fluye constantemente, piensa en lo rápido que pasa la vida. Como un destello de relámpago que brilla en el cielo, no se detiene ni un momento. Sólo pasa.

En cuanto al siguiente punto, de toda una vida de, digamos, cien años, la mitad de eso probablemente la pasamos durmiendo, especialmente si consideramos cuánto dormimos este año. Por supuesto, el caso de un insomne es diferente, pero generalmente la mayoría de nosotros pasamos una enorme cantidad de tiempo durmiendo. Si tomamos un período de sesenta años para esta vida, los primeros veinte, de alguna manera, los desperdiciamos tonteando. Piensen en el momento en que uno es realmente capaz de pensar, de dedicarse a alguna cosa: si añadimos todo el tiempo que pasamos en estos sesenta años durmiendo, comiendo y estando enfermos, si descontamos todo ese tiempo, probablemente nos queda un período de sólo unos seis años. En realidad, piensen en cuánto tiempo, durante el transcurso de un día, se desperdicia en todo tipo de actividades triviales del cuidado de nuestro cuerpo.

Un gran lama dijo en su biografía: "Pasé mis primeros veinte años sin llegar a hacer realmente mi práctica, los siguientes veinte años diciendo: 'Bueno, llegaré a hacerla cualquier día', y he pasado los últimos diez años diciendo: '¡Oh! ¡Me hubiera gustado haber llegado a mis prácticas antes! Así es como he desperdiciado una vida humana perfecta".

Por supuesto, hay excepciones, las personas que desde la primera infancia están interesadas en estudiar y mejorarse a sí mismas. Pero la mayoría de nosotros no sentimos eso de niños y, en los primeros veinte años, casi nunca nos damos a la tarea de hacer un trabajo serio sobre la superación personal. Los siguientes veinte años de nuestra vida nos involucramos en establecernos, ganarnos la vida y luego siempre procrastinamos, diciendo: "Bueno, primero tengo que establecerme y hacer todas estas cosas diversas". Así, pasan diez años, luego treinta, luego cuarenta. Entonces empezamos a pensar: "Ahora estoy envejeciendo, no puedo hacer nada. Ya no puedo ver tan bien, así que no puedo forzar mis ojos. Y no puedo oír muy bien y tengo que esforzarme mucho para entender lo que alguien está diciendo". Renunciamos a nuestras aspiraciones de aprender.

Esto demuestra lo difícil que es, de hecho, realizar una vida espiritual. Es mucho más fácil simplemente vivir una vida mundana. Así que, si realmente vamos a llevar una vida espiritual, no siempre podemos posponerla o posponerla hasta que seamos mayores. Descubriremos que no podremos hacer lo que esperábamos y sólo tendremos mucho remordimiento, y desearíamos habernos entrenado antes. Si vamos a llevar una vida espiritual, una vida religiosa, esto es algo que tenemos que ver con gran resolución y determinación a partir de este momento, ahora mismo.

Necesitamos pensar: "En esta vida me he encontrado con las enseñanzas Hinayana y Mahayana y, dentro del Mahayana, me he encontrado tanto con el sutra como con el tantra". Necesitamos ver que la responsabilidad recae en cada uno de nosotros. El Buda nos ha mostrado qué hacer, qué camino seguir. No podemos poner la responsabilidad en nadie más. Que lo sigamos o no depende completamente de todos y cada uno de nosotros.

La naturaleza de la vida es la inestabilidad, cambia de un momento a otro. La fuerza de la vida es bastante débil y no se puede confiar en ella. Así que, como seres errantes cuya duración vital está continuamente pasando y desintegrándose, cuando nos damos cuenta de nuestra situación, nos damos cuenta de que estamos en el borde, a punto de caer justo fuera de esta vida. Vivir nuestra vida ignorando completamente esta realidad es verdaderamente patético.

Todo esto apunta al hecho de que la muerte vendrá, con seguridad. Si tomamos a toda la gente en este mundo, no importa cuántos billones haya, ninguno de ellos estará por aquí dentro de unos cuantos siglos, a pesar de que la población de la tierra podría aumentar en gran medida. Y si consideramos a las personas aquí, en esta audiencia, dentro de cien años, tal vez algunos de los bebés aún estén por aquí, ¡pero el resto de nosotros definitivamente habrá fallecido para entonces! Si pensamos en lo que pasará con este edificio y el resto de los edificios alrededor dentro de unos siglos, probablemente se habrán ido también. Tomemos el ejemplo de un árbol: un árbol caducifolio podría estar lleno de hojas, pero cuando llega el invierno caen al suelo. El mundo sigue adelante constantemente. Si nos despertamos muy temprano en la mañana, justo antes del amanecer, es muy fresco. Entonces el sol sale y viaja a través del cielo sin detenerse por un momento. Nuestra vida es así: el día y la noche pasan sin parar nunca.

La falta de certeza del momento de la muerte

En la historia, hay leyendas de inmortales en el pasado lejano. Vivieron una vida inconmensurable, pero en estos días ya no tenemos a nadie así. Si preguntamos, ya que todos vamos a morir, cuándo llegará la muerte, no hay certeza sobre el momento, y ese es el segundo punto. Está muy claro que, sin importar a dónde vayamos en el mundo, no hay certeza de cuándo terminará exactamente nuestra vida. No nos referimos aquí a otros continentes, como se presenta en Tesoro de temas especiales del conocimiento. Aquí en esta tierra, la realidad es que no hay una duración de vida definida.

Si miramos a muchas personas en este mundo, no están dispuestas a enfrentar la realidad de la muerte. Hay muchos lugares donde los ancianos jubilados no están dispuestos a aceptar el hecho de que van a morir. Pasan todo su tiempo como turistas viajando por todo el mundo, vistiéndose muy lujosamente, usando mucho maquillaje y tratando de parecer jóvenes, en un intento por huir de la realidad de su vida. Pero necesitan preparar a su mente en términos de cuándo y dónde llegará la muerte.

Una vez, después de un examen médico, el médico me dijo: "Hay una garantía cien por ciento segura de que vivirás hasta la edad de sesenta años". Pero le devolví la garantía. Lo que es seguro es que nadie puede garantizar lo que sucederá o no sucederá en un período fijo.

Un punto importante es que son muchas más las circunstancias provocan la muerte que las que sostienen la vida, muchas enfermedades y así. En realidad, no tenemos que buscar las causas de la muerte afuera: todas están reunidas dentro de nuestra continuidad mental. Incluso las circunstancias que normalmente sostendrían la vida pueden causar la muerte. Por ejemplo, comemos para vivir, pero comer puede hacer que tengamos dificultades con el estómago, la digestión, el hígado, etc. Al comer algo para sostener nuestra vida, podríamos causar nuestra muerte.

El punto siguiente es lo débil que es el cuerpo, cuan extremadamente frágil, cómo podría romperse en cualquier momento. Nuestro cuerpo no es fuerte, ni duro, ni capaz de resistir todas las cosas. Si consideramos varias estructuras hechas de los diferentes elementos – edificios, montañas, etc.– aunque nos parezcan muy fuertes, desaparecen. El viento y el agua los desgastan, por lo que no hay necesidad de mencionar que nuestro cuerpo se desgasta y fallece. El corazón late todo el tiempo, pero si se detuviera por un minuto, moriríamos. El esqueleto cubierto de piel se ve hermoso, pero dentro de la piel es muy delicado y frágil. Si nos fijamos en la delicadeza y la complejidad del cuerpo humano y realmente lo analizamos, es bastante comprensible pensar que es tan increíble que sólo Dios podría haberlo hecho. Pero si realmente vemos el cuerpo humano, es algo tan frágil y fácilmente rompible. Dado que la vida puede pasar tan rápido – y definitivamente lo hará – tenemos que aplicarnos a la práctica del Dharma.

Nada es de utilidad en el momento de la muerte, excepto el Dharma

El siguiente punto en el esquema es que nada será útil al momento de la muerte, excepto el Dharma. Tenemos que tener muy claro que, en el momento de la muerte, nada es de ayuda excepto el entrenamiento espiritual en el Dharma. Ninguno de los objetos materiales y varias cosas que hayamos reunido será de ninguna ayuda en el momento de la muerte. Tendremos que dejarlo todo atrás. Si hubiéramos sido la persona más rica del mundo, no importa cuánto dinero hayamos tenido en el banco o en inversiones, en el momento de la muerte ciertamente no podríamos llevarlo con nosotros. No hay absolutamente ninguna esperanza.

Lo mismo ocurre con familiares y amigos, que no pueden ser de ninguna ayuda al momento de la muerte. Hay gente que parece tan devota, que está dispuesta a renunciar a su vida por nosotros, pero en realidad no pueden hacer eso. Si todo el mundo tiene que morir, ¿de qué sirve esta gente? Cuando llegue el final de la vida, si digo: "soy un monje" o "soy el Dalái Lama", eso no mantendrá a la muerte lejos de mí. Y tengo que enfrentar mi propia muerte yo mismo, solo. Porque nací, no hay nada más para todos aquí que irse, solos, en el momento de la muerte. Con toda la gente que Mao Zedong tenía a su alrededor, el enorme ejército que acumuló, todo el poder que tenía, en el momento de su muerte, ninguno de sus soldados pudo ayudarlo o ir con él, y tuvo que enfrentar su muerte completamente solo.

Este cuerpo con el que cada uno de nosotros ha estado tan íntimamente conectado, experimentando calor, frío, hambre y sed, en algún momento tendrá que separarse de la mente. Consideramos nuestro cuerpo tan importante, pero se va a convertir en un cadáver. Un cadáver generalmente nos hace sentir bastante nauseabundos. Consideramos que es sucio y contaminante, pero ¿de dónde viene un cadáver? Viene de nuestro propio cuerpo. ¿De dónde creen que viene la inmundicia de un cadáver? El cuerpo que se convierte en un cadáver no nos será de ninguna ayuda en el momento de nuestra muerte. Así que, de esta manera, está muy claro que el cuerpo, la riqueza, los amigos y los familiares, ninguna de estas cosas va a ser de ninguna ayuda al momento de la muerte.

Las personas, sin pensar en la muerte, siguen acumulando y guardando cosas, poniéndolas en cajas de plástico vacías, luego en cajas de madera. Cuando ven una hermosa lata vacía la recogen, y siguen recogiendo, sólo por nada, sólo para dejarlo todo atrás.

Hemos establecido que nuestra continuidad mental sigue desde el pasado hasta las vidas futuras, y es sobre esta base que hemos etiquetado el "yo" y demás. Así que la continuidad mental es algo que continúa, incapaz de llevar cualquier tipo de objetos materiales. Lo único que puede ir en esa continuidad mental son los diversos potenciales acumulados en esta vida. Si acumulamos potenciales constructivos, varios tipos de fuerza positiva, eso va a ser de beneficio para vidas futuras. Los potenciales son algo que podemos acumular a través de la práctica del Dharma.

Consideremos varias circunstancias que pueden ocurrir en el momento de la muerte. Podríamos tener alguna enfermedad e ir a varios médicos que dicen: "No hay nada que se pueda hacer al respecto ahora, va a ser una larga enfermedad". Piensen en lo incómodos que podemos llegar a estar, cómo todo se vuelve cada vez más desesperado a medida que nos damos cuenta de que vamos a morir. En el último día de nuestra vida nos acostamos en la cama, aterrorizados, mientras las señales se reúnen, viendo la vida menguar. No hay nada que podamos hacer: no tenemos control sobre el proceso. Comemos nuestra última comida y la medicina no tiene capacidad para ayudarnos en absoluto. Todo se vuelve cada vez más patético. Queremos hablar, pero no podemos, nuestros labios están secos. Nuestra capacidad de ver, oír y oler pasa, entonces nuestra capacidad de respirar pasa y simplemente fallecemos. Sea cual sea el buen nombre que hayamos tenido durante la vida, ahora se convierte en el difunto Tashi, o el difunto Kunzang, o lo que sea.

Por lo tanto, si pensamos en las circunstancias de nuestra muerte inminente y en cómo va a suceder, necesitamos tener la firme convicción de que sólo algún tipo de práctica espiritual puede ser de ayuda cuando llegue la muerte. La práctica espiritual más eficaz es el desarrollo de las dos bodichitas: relativa y profunda. Por lo tanto, pensando en cómo vendrá la muerte y la impermanencia, tenemos que decidir con mucha fuerza que vamos a desarrollar la bodichita.

Karma: Causa y efecto conductual

El siguiente punto de los preliminares es la discusión del karma: causa y efecto conductual. Después de morir, sólo hay dos direcciones en las que podemos ir, arriba o abajo, a mejores o peores estados de renacimiento. Debido a que la continuidad mental tiene continuidad, definitivamente va a tomar un renacimiento, y ¿bajo qué poder lo hará? Esto tendrá lugar bajo la influencia del karma; en otras palabras, las causas que han sido acumuladas.

Las leyes del karma

Hay varias citas de la Preciosa guirnalda de Nagarjuna sobre la certeza del karma. Si hemos acumulado fuerza positiva después de haber realizado actos constructivos, el único resultado que puede venir de eso es la felicidad. Si hemos cometido actos destructivos y hemos acumulado fuerza negativa, la única posibilidad que puede venir de eso es la infelicidad y los problemas. Esto es algo que es definitivo y seguro. Sea cual sea el tipo de fuerza kármica que hayamos acumulado, los resultados estarán de acuerdo con eso.

El siguiente punto es el incremento de los efectos kármicos. A partir de una pequeña acción, podemos obtener un resultado tremendo. De los actos positivos pueden venir grandes resultados en el lado positivo, y de actos destructivos pueden venir resultados extremadamente negativos. Es muy posible que, a partir de una acción negativa muy pequeña, ocurra un gran desastre. Hemos visto esto en los diversos relatos textuales, donde alguien llamó a un monje por un mal nombre, como mono o idiota y, como resultado, durante cientos de vidas renació como el tipo de animal con el que había llamado el monje. Todos estos son ejemplos del factor expansivo.

Tomemos el ejemplo de las semillas reales de las plantas. Si es la semilla de un árbol o planta medicinal, la semilla en sí tendrá esas cualidades medicinales. Si es la semilla de una planta venenosa, la semilla en sí será venenosa. Por lo tanto, de una semilla de veneno proviene una planta de veneno, y de una semilla medicinal proviene una planta medicinal. Del mismo modo, algo grande, como un roble, sale de una pequeña semilla como una bellota. Estos son ejemplos adecuados para las características del karma.

Como dice Shantideva en Compendio de entrenamientos: "Si algo es útil a largo plazo, pero dañino en las circunstancias inmediatas, vale la pena hacerlo. Esto se debe a que tenemos que pensar en términos de efectos a largo plazo. Pero si algo sólo es útil a corto plazo, pero dañino a largo plazo, entonces es algo que no deberíamos hacer". Por supuesto, no hay necesidad de mencionar si algo es dañino tanto a largo como a corto plazo.

Piensen en el ejemplo de matar a un animal por deseo de su carne o a un enemigo por ira. A corto plazo, sentiremos alivio y podríamos tener una fugaz avalancha de felicidad. Pero, a largo plazo, tal vez tengamos que enfrentar las consecuencias del asesinato. Así que, definitivamente, traerá una gran cantidad de infelicidad y sufrimiento. Por otro lado, si protegemos y salvamos la vida de alguna criatura que va a ser asesinada, esto sólo traerá felicidad como resultado – a largo y a corto plazo. De una pequeña semilla crece un árbol grande y, de la misma manera, de una pequeña acción pueden venir grandes resultados. Así que, es muy cierto que la gran felicidad o el sufrimiento pueden provenir de pequeñas causas.

Aquí hay una cita que muestra cómo el karma y varios potenciales van con nosotros: "Como la sombra de un pájaro lo acompaña dondequiera que va, aunque puede volar muy alto y su sombra puede no estar clara en el suelo, siempre va con el pájaro. Cuando el pájaro aterriza, su sombra se vuelve clara". Del mismo modo, los potenciales del karma que hemos acumulado van y vienen con nosotros dondequiera que vayamos, sobre la continuidad de nuestras vidas. Aunque puede que no esté claro ahora cómo maduran, sin embargo, en algún momento, a medida que avanzamos, esos potenciales se volverán claros de nuevo.

Consideremos varios tipos de acciones que podríamos realizar, digamos, insultar a alguien, lo cual hace que otros sean infelices. A nadie le gusta que lo insulten, así que eso causa infelicidad. Esto acumula en nosotros un potencial negativo para llevar a cabo más acciones destructivas. Esto no simplemente desaparecerá. El punto es que el karma no se desperdicia: es sólo cuestión de tiempo hasta que madura.

Existen varias fuerzas oponentes que podemos aplicar, y diferentes métodos para evitar tener que experimentar las consecuencias negativas de nuestras acciones. Podemos llevar a cabo actos constructivos como oponentes. Estas son cosas que acumulamos gradualmente, no sólo acciones espectaculares de regalar nuestro cuerpo y cosas por el estilo. Como se dice en Involucrarse en la conducta del bodisatva, tenemos que empezar de una manera discreta y acumular actos más vastos. Así que no tenemos que desanimarnos cuando leemos acerca de los actos de los grandes héroes espirituales, los bodisatvas que regalaron su cuerpo y así sucesivamente. Podemos pensar cómo empezaron, al igual que nosotros, haciendo pequeños tipos de acciones positivas. Lo mismo vale para renunciar a nuestras acciones destructivas y hábitos distorsionados. Empezamos con poco y trabajamos hasta liberarnos de los malos hábitos, lentamente. Esto concluye nuestro punto sobre cómo aumentan los resultados en relación con nuestras acciones.

El siguiente punto es que, si hemos hecho una determinada acción, nos encontraremos con el resultado, y si no hemos hecho una determinada acción, no nos encontraremos con el resultado. Si no hemos hecho una acción, no nos encontraremos con las consecuencias, no importa si el resultado puede ser felicidad o infelicidad. A menos que hayamos sembrado las causas, no experimentaremos el resultado. Y, si hemos realizado una acción, no habrá sido en vano. Ya sea que hayamos acumulado potencial positivo o negativo, no madurará hasta que nos encontremos con las circunstancias que harán que madure y, mientras tanto, no solamente desaparecerá. Es sólo cuestión de tiempo hasta que madure.

El siguiente punto nos dice cómo, si hemos acumulado un potencial positivo a partir de acciones constructivas y luego nos hemos enfadado mucho, eso debilitará y devastará enormemente el poder de esa fuerza positiva. Así que, a menos que algo suceda que devaste por completo la fuerza de lo que hemos acumulado, cuando las circunstancias estén alrededor y reunidas, el potencial que hemos acumulado madurará, en tanto que lo hemos acumulado.

Las actuales circunstancias externas de los tibetanos que pierden su país corresponden a causas internas. Una larga acumulación de acciones destructivas nos ha hecho perder nuestro país, vivir en el exilio y experimentar dificultades. Tomemos la situación en África, con la tremenda sequía y la hambruna que ha estado ocurriendo, o millones de personas infectadas y muriendo por un virus. Esto tiene que ver con patrones kármicos en todo el mundo, que provienen de las diversas fuerzas en las continuidades mentales de varios seres humanos. Por supuesto, podríamos incluir animales, pero sobre todo se basa en potenciales en continuidades mentales humanas que pertenecen a la categoría de karma compartido, o karma general. Estos provocan cambios en el karma mundial y causan eventos como la tremenda sequía y la hambruna en África.

Incluso en tales situaciones, donde hay un desastre a gran escala, encontramos que hay algunas personas que sobreviven y no tienen una enorme cantidad de dificultad, y que esto proviene de sus propios potenciales individuales y karma. Por lo tanto, cuando experimentamos situaciones terribles, tenemos que pensar cómo eso está llegando como resultado de las cosas que hemos hecho en el pasado, potenciales que hemos acumulado. Cuando pensamos de esta manera, nuestra mente puede estar un poco más relajada, menos tensa y perturbada por la difícil situación en la que podríamos encontrarnos.

Desarrollar la disciplina interna

Entonces podemos reflexionar: "Así como ahora en el presente quiero felicidad y no quiero sufrimiento y problemas, también en el futuro voy a seguir teniendo la misma naturaleza, no voy a querer problemas. Voy a querer la felicidad en el futuro también; por lo tanto, es mejor hacer algo al respecto ahora. Con esta forma de pensar, no necesitaremos cárceles, leyes civiles ni policías para evitar que seamos personas rebeldes. Descubriremos que nuestro propio sentido de responsabilidad, al saber que vamos a tener que sufrir las consecuencias de nuestras acciones, nos impedirá robar, engañar y matar, y llevar a cabo los tipos de acciones que sólo nos traerán un gran sufrimiento en el futuro.

Si tenemos disciplina interna, las restricciones externas no son necesarias. Todavía hay muchos lugares en la India donde la gente no necesita cerrar sus puertas, y si hay un robo, sienten que es una desgracia para toda la comunidad porque su disciplina interna de restringirse de tales actividades ilegales significa mucho para ellos. La mejor manera es tener nuestra propia autodisciplina sin tener que depender de que otra persona supervise nuestras acciones. Si nos fijamos en lugares de Occidente, con sofisticadas fuerzas policiales, con radiotransmisores y todo tipo de equipos electrónicos, encontramos que parece que, cuanto más poderosa es la fuerza policial en esos lugares, mayor es la tasa de criminalidad. A las personas que carecen de disciplina interior no se les impide cometer crímenes. Por lo tanto, está claro que las restricciones externas y la fuerza no impiden que se cometan crímenes, sino que son las fuerzas internas las que causan acciones antisociales.

Los chinos realmente han tenido que depender de reforzar las leyes y supervisar las actividades de las personas. Sin embargo, sin entusiasmo y cooperación interna, es muy difícil llevar la ley y el orden a una sociedad. Parece que tratar de llevar a cabo el control a través de las fuerzas policiales y similares se convierte en una causa para más abusos del sistema. Esto se debe a que la policía y los propios carceleros cometen más crímenes. Por lo tanto, es extremadamente importante poner el énfasis en nuestro propio sentido interno de responsabilidad por nuestras acciones, así como los resultados finales de esas acciones.

Divisiones del karma: Las diez acciones destructivas

En Tesoro de temas especiales del conocimiento, hay varias divisiones del karma: karma acumulado a partir de acciones de cuerpo, palabra y mente; acciones cuyos resultados hay certeza que se experimentarán y aquellos sin tal certeza. Hay resultados con certeza de que se experimentarán en esta vida, o en nuestra próxima vida, o en la que sigue, o en la vida más allá de eso. Estas son algunas de las muchas divisiones en la presentación del karma.

Aunque existen muchos tipos de acciones kármicas en relación con los tipos infinitos de seres, todas pueden condensarse en las diez principales. Estas incluyen tres de cuerpo, cuatro de palabra y tres de la mente. Cuando miramos esos diez desde el punto de vista de las acciones negativas, hay diez acciones destructivas, y refrenarnos de cometerlas serían las diez acciones constructivas. Es extremadamente importante tener creencia confiada en las leyes de causa y efecto conductual y en el proceso que sigue, en términos de acciones constructivas y destructivas. Este es uno de los puntos principales en las enseñanzas budistas.

Tomemos la acción destructiva de matar. Se divide en la intención; el reconocimiento del objeto; la actitud perturbadora involucrada, como el deseo o la ira; y el completar la acción. Tomar una vida es una de las cosas más pesadas que podemos hacer. Incluso un pequeño insecto atesora su vida más que cualquier otra cosa. La mayoría de los tibetanos, incluso en la primera infancia, dicen que matar a un pequeño insecto es algo muy malo y negativo. Aunque los niños pequeños no sepan lo que significan estas palabras, sin embargo, desde la infancia conocen la frase: "Matar a un pequeño insecto es una acción mala ". Así que, es muy bueno que los niños pequeños digan cosas así.

En cuanto a matar animales para la carne, debemos evitar ciertamente comer carne que se haya obtenido de cualquier manera que no sean los modos mencionados en los tres reconocimientos. De acuerdo con las reglas vinaya de la disciplina monástica, los monjes enfermos y las monjas pueden comer carne si se les sirve, siempre y cuando tengan los siguientes tres reconocimientos: reconocen que (1) no han visto que el animal haya sido específicamente para asesinado para ellos, (2) no han oído que el animal fue asesinado específicamente para ellos, y (3) no tienen ninguna duda de que la carne fue obtenida de un animal que murió una muerte natural o comprado en el mercado correctamente. No ordenamos que los animales sean sacrificados para nosotros, a propósito. Si se trata de un lugar en donde hay una enorme cantidad de carne disponible, entonces es una cosa, pero si estamos en un lugar donde la carne no está fácilmente disponible, o si pensamos que podría ser asesinada para nuestro beneficio particular, podemos tratar de disminuir nuestra ingesta de carne tanto como sea posible. En cuanto a mí, en 1965, durante dos años dejé de comer carne por completo. Pero desarrollé dificultades con la hepatitis y no pude conservar la restricción de comer carne. Pero si no afecta nuestra salud, dejar de comer carne es mejor.

Robar también es muy negativo, al igual que la conducta sexual inapropiada, como tener relaciones sexuales con la pareja de otra persona. Esto es extremadamente destructivo, especialmente si hay niños como resultado de ella, causando muchas complicaciones. Tenemos que evitar entrar en este tipo de relaciones que no sean con nuestra propia pareja.

Luego tenemos las acciones negativas de palabra, que son mentir, hablar lenguaje divisorio, lenguaje abusivo y charlas ociosas como los chismes. Este último no parece tan malo, pero arruina la reputación y es una enorme pérdida de tiempo. Y luego vienen las acciones negativas de la mente, que incluyen ser codicioso, tener pensamientos maliciosos y pensamiento antagónico distorsionado.

Con respecto a la codicia, es muy difícil de controlar. El vecino de una persona tenía una hermosa radio y grabadora de cintas. Preguntó: "Oh, déjame verla por un tiempo", y luego desarrolló un tremendo deseo de poseerla. Pensar con mala voluntad hacia los demás es pensamiento malicioso, como cuando alguien nos cae mal y, al verlo pasar, generamos el deseo de que tropiece y caiga. Los puntos de vista distorsionados antagónicos son aquellos que repudian lo que realmente existe y adoptan aquellos que inventan lo que no existe.

Por ejemplo, los chinos no aceptan varias cosas que realmente existen y tienen una perspectiva completamente materialista. Algunas personas no aceptan la conciencia, e incluso si la aceptan, no aceptan que la conciencia tenga continuidad en vidas anteriores y futuras. Sobre la base de eso, niegan el valor de las acciones positivas y niegan la existencia de la liberación, etc.

En cuanto a las acciones constructivas, por ejemplo, cuando surge la situación real en la que estamos a punto de matar, y en ese momento pensamos en las desventajas y nos contenemos de realmente hacerlo, esa es la acción constructiva real de abstenernos de matar. La acción constructiva de evitar matar no ocurre sólo en general cuando no hay ninguna situación en la que podamos matar. Tiene que ser en un momento en que realmente podríamos matar algo y surge el pensamiento que nos impide hacerlo. Las diez acciones constructivas son este tipo de actos.

Con respecto a la calumnia y la mentira, hay algunas personas a las que siempre les gusta decir mentiras o simplemente añadir unas palabras. Pero, incluso si no nos importa la práctica del Dharma, tenemos que cuidar nuestra propia reputación. Además, es importante no engañar a los demás, por lo que es muy negativo desarrollar el hábito de mentir. En ese caso, sin importar lo que hagamos, es extremadamente relevante ser cuidadosos con nuestro comportamiento, tener autocontrol y estar tranquilos, ser alguien amable y útil para los demás. Miren el ejemplo de las hormigas y abejas, en inglés se les conoce como "insectos sociales" porque viven en grandes comunidades. Tenemos que decir que los humanos también somos animales sociales. Vivimos en sociedad y, por lo tanto, es necesario ser considerados hacia los demás.

Los animales sociales y los insectos, ante un enemigo externo, se defienden. Tienen pocas peleas entre ellos, y cuando lo hacen, lo resuelven de inmediato. Tenemos que tratar de practicar la tolerancia desde dentro, y luego ampliar esto a otras comunidades. Cuando todos tenemos que trabajar y vivir juntos, timar y engañarnos unos a otros no sirve de nada, ¿verdad? Si fuéramos totalmente independientes, si pudiéramos vivir como cabras de montaña que no tienen que depender unas de otras para sobrevivir, entonces eso sería excelente. Pero, mientras debamos depender de otros seres humanos para obtener ayuda y bondad, tendremos que aprender a vivir con ellos. Necesitamos aprender los medios de la coexistencia pacífica.

Como vivimos en sociedad y todo el mundo quiere la felicidad, la única manera en que obtendremos felicidad es que todos cooperen, para que haya lazos estrechos y armonía entre todos. Donde eso no existe, incluso dentro de una familia, cuando no hay un vínculo estrecho y armonía, simplemente no funciona. Causa mucha infelicidad y discordia. Si todo el mundo es armonioso, entonces hay una buena posibilidad de que la felicidad llegue a todo el grupo.

Este es el peor error que los comunistas chinos han cometido al sembrar la duda y la sospecha entre los parientes, entre los niños y los padres, entre las personas. Aquí es donde no han logrado difundir los objetivos ideales del socialismo y el comunismo. Los chinos son realmente lamentables. Niegan la religión; niegan otras cosas por ignorancia y no saben lo que están haciendo. No hay nadie en este mundo que no se preocupe y se valore a sí mismo. Pero cuando los gobiernos comunistas tratan de llevar el socialismo al punto de un arma o un club, muestra que no tienen ningún respeto o consideración por el individuo y poca preocupación sincera por los demás. Entonces, ¿cómo pueden lograr sus metas?

Es importante hacer realmente un cuidadoso estudio e investigación de la causa y el efecto conductual. Hay muchas personas eruditas aquí, gueshes y otros, que están involucrados con esto. Pueden tener un gran interés e investigar cuál es la conexión entre los elementos externos y los elementos internos, los procesos externos de causa y efecto y los procesos internos de causa y efecto. Todos estos tienen que ser investigados con mucho cuidado. Esto completa nuestra discusión sobre la causa y el efecto conductual.

Las deficiencias del samsara

Ahora, el cuarto preliminar es sobre los sufrimientos o problemas del samsara, el renacimiento incontrolablemente recurrente. De los dos tipos de sufrimiento, el de las clases individuales de formas de vida y el sufrimiento general, se refiere a la experiencia general de sufrimiento. Se puede dividir en seis tipos de sufrimiento y problemas.

El primer punto es que no hay certeza en el samsara. Nuestro estatus siempre puede cambiar. Hemos tenido infinitas vidas, por lo que los amigos de vidas anteriores se convertirán en enemigos en esta vida, y los enemigos de vidas pasadas serán amigos en esta. Podemos ver que lo mismo sucede dentro de una vida también. Así que tenemos que pensar en los que son agradables y los que son desagradables hacia nosotros, y ver cómo los etiquetamos como amigos y enemigos sobre esa base. No hay certeza de que alguien actúe bien o ingenuamente hacia nosotros – puede cambiar. Esto es muy fácil de ver cuando alguien a quien llamamos nuestro amigo más querido nos dice algo y, sobre la base de eso, nuestros sentimientos acerca de esa persona cambian muy rápidamente. Primero, tenemos dudas sobre cuáles son realmente sus sentimientos, y luego empezamos a tener todo tipo de prejuicios sobre esa persona. Muy rápidamente, esta persona se convierte en un enemigo que podemos odiar. Así que tenemos que darnos cuenta de que nadie es un amigo absoluto o un enemigo absoluto que siempre permanecerá en esa categoría.

El siguiente punto es que no hay satisfacción en el samsara. Uno de los frutos más maravillosos que podríamos tener es la alegría o la satisfacción. Pero eso es muy raro. Alguien podría tener enormes sumas de dinero o riqueza material, pero si en su mente no está contenta con eso, experimenta el mismo tipo de sufrimiento que si fuera pobre. No importa cuánto tenga, en su mente es pobre y sufre.

También tenemos que pensar en todas las diversas vidas y cuerpos que hemos tenido. Pensemos que, si hemos tenido vidas humanas todo el tiempo, desde la época del Buda hasta ahora, ¿cuántos cuerpos habremos tomado? Cuando pensamos en ello, nacemos, tratamos de acumular una enorme cantidad de posesiones, morimos; entonces nacemos de nuevo, acumulamos más cosas, morimos de nuevo; nacemos, acumulamos más cosas, morimos una vez más. Sigue y sigue y sigue. Si pensamos en toda la leche que hemos bebido, el océano no es lo suficientemente grande como para sostenerlo todo. Si tuviéramos cincuenta años, traten de imaginar toda la comida que habremos comido en esos cincuenta años, probablemente suficiente para llenar este templo. Y todo ha salido como heces. ¿Cuántas heces has liberado en esta vida también?

Si no hemos sido capaces de aprovechar esta existencia, entonces es como desperdiciar nuestra energía y nuestros dientes, y hemos causado innecesariamente mucho dolor a nuestras mandíbulas, masticando cosas. Así que, como verán, es muy importante tratar de ver la verdadera realidad de la situación en la que vivimos, porque no darnos cuenta de la realidad causa muchos problemas. Si nacemos en esta vida como cerdo, ¿qué buenas cualidades tienen? Dicen que los cerdos nacieron para ser sacrificados y esto parece bastante cierto. Incluso si no se sacrifican, podría tener sentido mantenerlos para disfrutarlos un poco, pero ¿qué hacer con los cerdos o los lechones? No hay belleza en su forma, son tan sucios, patéticos y muy lamentables. Cuando la gente ve un cachorrito o un gatito, dice: "¡Oh, qué lindo!". Pero cuando ven cerditos comiendo basura y heces, no dicen: "¡Qué lindo!". Sólo se tapan la nariz. Así que, si no hemos hecho ningún uso de nuestra vida y simplemente la hemos gastado comiendo una tremenda cantidad de basura, como un cerdo, comida o lo que sea, ¿cuál fue el punto de todo lo que hemos hecho? Y hemos estado haciendo esto durante vidas sin principio.

Veamos todas las veces que los tibetanos han estado en guerra con los chinos. A veces los tibetanos atrapaban a los chinos, los amarraban por el pelo y se sentaban sobre ellos. También usaron muchas otras formas brutales de tortura. Esto está en los libros de historia. Si nos fijamos en algunos relatos del pasado, podemos encontrar algunas cosas increíbles y horribles que ocurrieron.

En la colección de obras del Quinto Dalái Lama, encontramos el relato de un asistente particular del Primer Dalái Lama que renació como ave. Si podemos creer algunos relatos, esta persona más tarde nació de nuevo como el gran gurú Suchicho a través de diferentes renacimientos. Así, a partir de este tipo de ejemplo, podemos ver que hemos nacido aquí y luego allá, en todo tipo de situaciones, al igual que en un juego infantil, aterrizando en diferentes lugares en un tablero. O, como en el juego con dados, surgen diferentes lanzamientos y constantemente estamos tomando renacimientos por la fuerza de nuestros engaños y nuestro karma.

Si esta situación fuera como una planta o un árbol en un campo – lo cortamos y crece, lo cortamos y crece – no tiene sentido. No hay nada que el árbol pueda hacer, excepto crecer constantemente y ser talado, crecer y ser talado. Mientras que, en nuestro caso, algo se puede hacer al respecto porque nuestras situaciones cambiantes de renacimiento están bajo la influencia de nuestra continuidad mental, y la continuidad mental está bajo la influencia de diversos impulsos y potenciales kármicos que se acumulan en ella. Así que podemos hacer algo para cambiar el potencial con el fin de romper el patrón. No somos sólo marionetas.

Hemos tomado muchos tipos diferentes de renacimiento, pero ¿cuántas veces hemos sido capaces de tomar la esencia de un renacimiento significativo y hacer que valiera la pena; y ¿cuántas vidas las hemos simplemente desperdiciado? Los millones y miles de millones de renacimientos que hemos tenido sin aprovechar ninguno de ellos, es realmente patético. Tenemos que pensar en cómo hemos tomado innumerables cuerpos, pero hasta ahora nunca los hemos aprovechado y, de esta manera, necesitamos desarrollar un sentimiento de desagrado con nosotros mismos.

Nacer una y otra vez, sin respiro, tomar innumerables cuerpos, buenos y malos, una y otra vez – tratar de comprender esta interminable ronda de nacimientos, contemplándola, puede ser una base para desarrollar la renuncia, una determinación de estar libre del ciclo incontrolablemente recurrente del nacimiento y la muerte.

El siguiente punto se refiere a cómo las personas pueden perder su estatus e ir de alto a bajo, o de bajo a alto. Los seres nacidos como humanos pueden ser grandes gobernantes, altos funcionarios, etc. Luego, debido a las circunstancias, caen en ser esclavos. O los seres nacidos como dioses pueden caer a los peores reinos. Podemos ver muy claramente, de los ejemplos de personas que nos rodean, cómo se puede caer de alto a bajo, o elevarse de bajo a alto. Así que tenemos que mirarnos a nosotros mismos y considerar nuestra situación: tenemos una base de trabajo de un cuerpo con un estatus de renacimiento superior, y de los renacimientos de estatus superior de ser un humano o un dios, tenemos un renacimiento humano, que es el mejor.

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