Fenómenos de afirmación y de negación: definiciones Gelug

Las diversas tradiciones del budismo tibetano y los diferentes eruditos dentro de cada tradición, presentan una amplia gama de explicaciones de los fenómenos de afirmación (sgrub-pa, fenómeno conocido afirmativamente, afirmaciones) y fenómenos de negación (dgag-pa, fenómenos negativamente conocidos, negaciones). Todos se basan en las obras de los grandes maestros indios de epistemología, Dignaga y Dharmakirti. Cada exposición tiene divisiones de amplio alcance que pueden ayudarnos a comprender las otras afirmaciones de esa exposición.

Aquí, nos limitaremos a la presentación Gelug y esbozaremos algunas de sus divisiones con respecto a la cognición válida según la visión Prasánguika Gelug, especialmente de lo no estático (impermanencia) y la vacuidad. Específicamente, seguiremos las definiciones de los fenómenos de afirmación y de negación dadas por Purchog (Phur-cog Ngag-dbang byams-pa rgya-mtsho), autor de varios libros de texto utilizados por el linaje de interpretación de Jetsunpa (rJe-btsun Chos-kyi rgyal-mtshan) dentro de la tradición Gelug. Ellos elaboraron en torno a las presentaciones Gelug tempranas, como la de Kedrub Je (mKhas-grub rJe) y el primer Dalái Lama (dGe-'dun grub). Las explicaciones de Purchog representan la opinión de la mayoría Gelug.

Tipos de fenómenos y formas de aprehenderlos

Los fenómenos existentes (yod-pa) se definen como aquellos fenómenos que son válidamente conocibles (shes-bya). Los fenómenos inexistentes (med-pa) son aquellos que no pueden ser conocidos válidamente, convencionalmente (tha-snyad) o de forma última (mthar-thug), por una mente que se enfoca en las verdades superficiales (kun-rdzob bden-pa) o en las verdades más profundas (don-dam bden-pa). Por ejemplo:

  • Los labios del pollo no pueden ser válidamente conocidos por una mente que se enfoca en la verdad superficial de algo; en otras palabras, por una mente que se enfoca en lo que algo es, de acuerdo con la convención establecida por un grupo de mentes válidas.
  • La existencia verdadera (bden-par grub-pa, existencia verdaderamente establecida) no puede ser conocida válidamente por una mente que se enfoca en la verdad más profunda de algo; en otras palabras, por una mente que se enfoca en lo que establece o prueba la existencia de algo. La escuela Prasánguika Gelug define la existencia verdadera como la existencia establecida por el poder de algo del lado de un objeto, ya sea por sí mismo o en conjunción con ser algo imputable sobre una base.

Los fenómenos existentes incluyen tanto fenómenos no estáticos (mi-rtag-pa, impermanentes) como estáticos (rtag-pa, permanentes). Los fenómenos no estáticos son afectados por causas y condiciones y, por lo tanto, se conocen como “fenómenos afectados” (’dus-byas, variables afectadas, fenómenos condicionados); cambian de un momento a otro y funcionan para producir efectos, por lo que también se denominan “fenómenos funcionales” (dngos-po). Los fenómenos estáticos no se ven afectados por causas y condiciones y, por lo tanto, se conocen como “fenómenos no afectados” (’dus ma-byas, fenómenos no condicionados); no cambian de un momento a otro y no funcionan para producir efectos, en consecuencia, se denominan “fenómenos no funcionales” (dngos-med). Por ejemplo:

  • No estático: un cuerpo humano.
  • Estático: una categoría, como “manzanas”.

Tanto los fenómenos no estáticos como los estáticos pueden (1) tener un principio y un final, (2) tener un principio, pero no un final, (3) no tener principio, pero tener un final, o (4) no tener principio ni final. Los ejemplos de cada una de las cuatro posibilidades incluyen:

  • Entre los fenómenos no estáticos: (1) un cuerpo humano, (2) las emanaciones que emite un buda una vez que ha alcanzado la iluminación, (3) el sufrimiento experimentado en un continuo mental y (4) un continuo mental.
  • Entre los fenómenos estáticos: (1) la ausencia del perro en la habitación mientras ha salido a pasear, (2) la ausencia del perro en la habitación después de ser incinerado, (3) la ausencia del perro en la habitación antes de que fuera concebido, y (4) la ausencia de una existencia verdadera encontrable de un continuo mental.

Los fenómenos existentes y válidamente conocibles pueden ser fenómenos de afirmación o de negación. Por ejemplo:

  • Fenómeno de afirmación: una manzana.
  • Fenómeno de negación: no es una manzana (una no manzana).

Tanto los fenómenos de afirmación como los de negación pueden ser estáticos o no estáticos y ambos pueden ser aprehendidos (rtogs-pa) por cognición conceptual o no conceptual. Por ejemplo:

  • Podemos ver o pensar en una manzana (un fenómeno de afirmación no estático) o en una no manzana (un fenómeno de negación no estático).
  • Un arya puede conocer de manera no conceptual o conceptual, el Cuerpo de Naturaleza Esencial de un buda (ngo-bo-nyid-sku, sct. Svabhavakaya) (un fenómeno de afirmación estático)
  • Podemos ver o pensar en la ausencia del perro en la habitación (un fenómeno de negación estático).

No hay un lugar común (gzhi-mthun, común denominador) entre los fenómenos de afirmación y negación; esto significa que ningún fenómeno válidamente conocible es ambas cosas. Además, no existe ningún fenómeno válidamente conocible que no sea ninguno de los dos. Las afirmaciones y negaciones forman una dicotomía real (dngos-'gal), lo que significa que todos los fenómenos existentes deben ser uno o el otro. No son simplemente mutuamente excluyentes ('gal-ba), como los perros y los gatos, ni forman polos opuestos de un eje, como el blanco y el negro, con muchos matices intermedios.

Una aprehensión es una cognición que conoce correcta y decisivamente su objeto involucrado ('jug-yul). Por ejemplo:

  • Cognición válida desnuda (mngon-sum tshad-ma) – de acuerdo con los no prasánguika, es exclusivamente no conceptual, como ver. La escuela Prasánguika define esta forma válida de conocer como una cognición válida directa, que puede ser conceptual o no conceptual, dependiendo de si se apoya o no en una línea de razonamiento en el momento inmediatamente anterior de la cognición.
  • Cognición válida inferencial (rjes-dpag tshad-ma): de acuerdo tanto con el no Prasánguika como con el Prasánguika, es exclusivamente conceptual, hecha solo por el pensamiento.
  • Cognición subsecuente (bcad-shes) según los no prasánguika, ya sea de una cognición válida desnuda o de una cognición válida inferencial, cuando la cognición del objeto ya no es fresca. Los prasánguika no afirman que la cognición subsecuente sea una forma de conocer los fenómenos válidamente conocibles. Por lo tanto, para los no prasánguika, la aprehensión y la cognición válida no son sinónimos, ya que la cognición subsecuente aprehende su objeto, pero no lo conoce válidamente. Para los prasánguika, aprehensión y cognición válida son sinónimos.

La cognición presuntiva (yid-dpyod), la cognición indecisa (the-tshoms), la cognición no determinante (snang-la ma-nges-pa) y la cognición distorsionada (log-shes) no aprehenden sus objetos.

Por tanto, aunque los fenómenos de afirmación y negación pueden ser conocidos por las siete formas de conocer, no son aprehendidos por todas ellas.

Los fenómenos de afirmación y de negación son unidades individuales que pueden contener varios elementos

Los fenómenos de afirmación o de negación pueden ser elementos con varias propiedades o cualificaciones. En tales casos, los fenómenos se clasifican como afirmaciones o negaciones como unidades únicas que abarcan los elementos y las propiedades o cualificaciones. Por ejemplo:

  • Fenómenos de afirmación: “una manzana sobre la mesa” y “una manzana roja sobre la mesa”.
  • Fenómenos de negación: “no hay manzana sobre la mesa” y “no hay manzana roja sobre la mesa”.

Si un elemento de la unidad fuera un fenómeno de negación por sí solo, toda la unidad sería un fenómeno de negación. Ejemplos de tales fenómenos de negación son:

  • “Una mesa sin ninguna manzana sobre ella”.
  • “Un zapato desatado”.

Aunque los fenómenos de negación son fenómenos existentes, pueden ser negaciones de fenómenos inexistentes. Por ejemplo:

  • “No hay invasores de la quinta dimensión”.
  • “Una habitación sin invasores de la quinta dimensión”.
  • “No hay una existencia verdadera encontrable”.
  • “No hay una existencia verdadera encontrable de una mesa”.
  • “Una mesa que carece de una existencia verdadera encontrable”.

Las definiciones de los fenómenos de afirmación y de negación

La definición de Purchog de un fenómeno de afirmación es “un fenómeno (válidamente conocible) que se aprehende de una manera en la que un objeto a ser negado (dgag-bya) no está excluido explícitamente (dngos-su ma-bcad-pa, explícitamente cortado, descartado, rechazado) por los sonidos que expresan el fenómeno”.

Su definición de fenómeno de negación es “un fenómeno (válidamente conocible) que se aprehende de una manera en la que un objeto a ser negado es excluido explícitamente por la cognición conceptual que conoce el fenómeno”.

Para apreciar la distinción trazada en las definiciones, primero necesitamos entender la “exclusión explícita”.

  • “Exclusión” es el proceso conceptual mediante el cual formulamos conjuntos y contraconjuntos, independientemente del número de miembros en cada conjunto.
  • El conjunto y el contraconjunto formulados por la exclusión no solo son mutuamente excluyentes (nada puede ser miembro de ambos conjuntos); constituyen una dicotomía real (todos los fenómenos válidamente conocibles deben estar en uno u otro conjunto).
  • El conjunto y el contraconjunto constituyen una dicotomía real incluso si uno de los conjuntos es un conjunto nulo, que no contiene fenómenos válidamente conocibles (como existencia verdadera y existencia no verdadera).
  • “Exclusión” implica la aprehensión previa de un objeto a ser negado y la exclusión del mismo del conjunto de todos los fenómenos válidamente conocibles distintos de él mismo (si el objeto a negar es un fenómeno existente) o del conjunto total de todos los fenómenos válidamente conocibles (si el objeto a negar es un fenómeno inexistente). En este último caso, lo que se excluye es un aspecto mental de un fenómeno inexistente y no el fenómeno inexistente en sí mismo. El aspecto mental puede ser aprehendido, pero el fenómeno inexistente mismo no puede ser aprehendido.
  • “Explícito” significa que la exclusión es obvia, no implícita.
  • La exclusión no requiere aprehender todos los fenómenos conocibles simultáneamente y luego excluir a un miembro del conjunto.
  • Aunque la exclusión requiere la aprehensión del objeto a ser negado, la exclusión no requiere la aprehensión de todos y cada uno de los miembros del conjunto de todos los fenómenos válidamente conocibles de los que se excluye el objeto a negar. Para derivar el conjunto de “no manzana” no se requiere la aprehensión de todas las manzanas. La exclusión no es un acto mental deliberado y consciente de eliminar el objeto a negar de cada miembro del conjunto uno por uno; de lo contrario, sería imposible formular conjuntos y contraconjuntos.
  • Una vez hecha la exclusión, la aprehensión de cualquier miembro del conjunto de todo lo demás no ocurre con la aprehensión simultánea del objeto excluido.

Adicionalmente,

  • Los fenómenos de afirmación pueden ser aprehendidos sin la exclusión previa de un objeto a ser negado. Esto significa que la aprehensión de un fenómeno de afirmación no depende de un proceso conceptual previo a través del cual se formuló el conjunto al que pertenece el fenómeno de afirmación en contraposición a un contraconjunto.
  • Los fenómenos de negación solo pueden ser aprehendidos una vez que se haya realizado una exclusión conceptual previa. Una vez que un conjunto y un contraconjunto han sido formulados por exclusión explícita, los fenómenos de afirmación también pueden ser aprehendidos de forma correcta y decisiva como miembros de un conjunto apropiado.

Por ejemplo, un bebé recién nacido conoce la leche de su madre como “comestible” (un fenómeno de afirmación) sin necesidad de formular primero, de manera conceptual, el conjunto de “artículos comestibles”, excluyendo de él al contraconjunto de “artículos no comestibles” (un fenómeno de negación). El bebé piensa que todo es comestible; sin embargo, a medida que crece, aprende qué elementos pertenecen válidamente a cada conjunto. Gradualmente, cuando es un niño pequeño, aprende a considerar el cereal como “comestible”, no como “no comestible”, y a su juguete como “no comestible”, no como “comestible”. Aprehende al cereal y a su juguete como miembros del conjunto correcto solo cuando ha obtenido precisión y certeza sobre la distinción. No tiene que probar y comerse todos los fenómenos existentes para aprehender ambos conjuntos.

Cómo ocurre una exclusión explícita

En cuanto a cómo formulamos primero un conjunto y un contraconjunto mediante la exclusión de un objeto a ser negado, no es que la exclusión suceda antes del primer momento de cognición conceptual del fenómeno de negación. Entre el momento de aprehender conceptualmente el objeto a ser negado y el momento de aprehender conceptualmente el fenómeno de negación, no hay ningún momento intermedio de cognición conceptual que elimine el objeto a ser negado. La cognición conceptual misma del fenómeno de negación es la exclusión. No es el agente de la exclusión, porque la exclusión no es un acto mental deliberado y consciente.

Este proceso se asemeja al de aprehender la luz encendida y apagada en una habitación. Después de aprehender la luz, no necesitamos apagar la luz y, solo después de completar ese acto, aprehendemos la oscuridad. Apagar la luz ocurre simultáneamente con aprehender la ausencia de luz.

El primer momento de aprehensión conceptual o no conceptual de un fenómeno de negación está precedido por un momento (fase) de cognición conceptual del objeto a ser negado. El momento inicial de aprehensión conceptual o no conceptual del fenómeno de negación excluye al objeto a ser negado. Este es un punto crítico a comprender para poder meditar correctamente sobre la vacuidad.

Un momento (skad-cig) de ocurrencia de algo es el período requerido para que su naturaleza esencial como él mismo (rang-gi ngo-bo) esté presente. A menudo, el proceso requiere una serie de momentos en el sentido occidental de la unidad de tiempo más pequeña, o incluso más, como en el caso de una tormenta. Una tormenta, como un fenómeno válidamente conocible que tiene la naturaleza esencial de una tormenta, no se manifiesta inmediatamente; para que esté presente como una tormenta y luego cambie de un momento a otro, se requiere un momento (una fase) de construcción.

Lo mismo ocurre con un momento de aprehensión de algo. Su ocurrencia inicial, con la naturaleza esencial de la aprehensión de un objeto específico, requiere más que una pequeña unidad de tiempo para construirse. Por lo tanto, la aprehensión verbal conceptual de un fenómeno de negación como “no es una manzana” requiere varias unidades diminutas de tiempo para establecerse. Necesitamos pensar, uno por uno, en secuencia: “no” “es”, “un”, “a”, “man”, “za”, “na”. El momento inicial de esta aprehensión de “no es una manzana” se extiende a lo largo de las pequeñas unidades de tiempo. Sin embargo, pensamos verbalmente “no es una manzana” como una sola unidad de significado, no como momentos inconexos de pensamiento. Después de todo, el momento de pensar “no” no es el pensamiento significativo “no es una manzana”. Tampoco es lo mismo pensar “zana” que pensar “no es una manzana”.

El papel del lenguaje en la exclusión de un objeto a ser negado

Las definiciones Gelug iniciales de los fenómenos de afirmación y de negación no indican qué constituye una exclusión explícita. Por tanto, el papel que juega el lenguaje en el proceso está abierto a la interpretación. Las definiciones de Purchog ayudan a aclarar este aspecto.

Para apreciar la posición de la mayoría Gelug, examinemos algunos ejemplos de objetos a ser negados. Supongamos que quiero señalar una foto de Tenzin, en mi álbum de fotos de mi visita a la India, a mi nuevo amigo que no conoce a ninguna de las personas que aparecen en él. Mi amigo ni siquiera sabe si Tenzin es hombre o mujer, o incluso si Tenzin es tibetano. Tenzin es un nombre común que los tibetanos le dan tanto a hombres como a mujeres. En lo que a él respecta, Tenzin podría incluso ser el nombre de mi perro o de un pueblo.

Hojeamos las páginas, llegamos a una página sin foto de Tenzin, miro una foto y pienso “no es Tenzin” y mi amigo también piensa “no es Tenzin”. Ambos pensamientos son correctos, aunque solo el mío es válido; el pensamiento de mi amigo es solo una suposición, porque no está seguro de cómo es Tenzin. Simplemente hizo una suposición correcta. Luego nos encontramos con una foto de Tenzin y, al no prestar atención, creo que “no es Tenzin”; mi amigo también piensa “no es Tenzin”. Ambos pensamientos son incorrectos e inválidos.

¿Fueron fenómenos de negación los “no es Tenzin” que ambos pensamos en los dos ejemplos? Si ambos lo fueron, ¿cuáles serían sus objetos a ser negados? El “no es Tenzin” que yo pensé se basaba en haber excluido previamente a la persona “Tenzin” como objeto a ser negado. Formulé mi concepto del conjunto “no es Tenzin” con la exclusión de “Tenzin” de todas las demás personas. Mi exclusión anterior fue cognitiva del significado de los sonidos de una palabra (una persona referente para un nombre) ya que tenía en mente a una persona específica a la que se refería el nombre “Tenzin”. El “no es Tenzin” que mi amigo pensaba no se basaba en ese tipo de exclusión previa, ya que no conocía a la persona específica que yo excluí o rechacé en mi uso de las palabras no es Tenzin.

Según la definición, el “no es Tenzin” que yo pensé era un fenómeno de negación. El concepto de “no es Tenzin” que mi amigo pensó, no se derivaba de haber excluido previamente a la persona “Tenzin” que yo tenía en mente; simplemente pensó en las palabras “no”, “es” y “Tenzin” y las aplicó a una persona al azar. No pensó en un conjunto de personas específicamente definido como “no es Tenzin”.

Si el “no es Tenzin” que mi amigo pensaba no era una negación de lo que significaban las palabras en un contexto determinado, sino que su “no es Tenzin” eran meras palabras, como las de un loro, ¿su “no es Tenzin” seguía siendo un fenómeno de negación? El sonido de la palabra “no” en su pensamiento “no es Tenzin” negaba la palabra “Tenzin”. Pero, ¿es útil clasificar su exclusión verbal o cortar la palabra “Tenzin” como el tipo de exclusión lo suficientemente significativa como para determinar la distinción entre los fenómenos de afirmación y de negación? Este es el punto que está abierto a la interpretación; la respuesta tiene muchas ramificaciones con respecto a la importancia relativa de las palabras o sus significados al meditar sobre un fenómeno de negación, como la vacuidad.

¿Qué pasaría si mi amigo pensara que el “Tenzin” al que me refería, aludía a otra persona llamada “Tenzin” a quien él conoce? Miró una foto en mi álbum de alguno de mis “no es Tenzin” o incluso de la persona que no era mi “no es Tenzin”, es decir, mi “Tenzin”. Pensó “no es Tenzin”, pero el concepto de “no es Tenzin” que pensó, se derivaba de haber excluido a su “Tenzin”, no al mío. Según la definición de una negación, los “no es Tenzin” que cada uno de nosotros pensamos eran negaciones; sin embargo, no eran el mismo fenómeno de negación, ya que los objetos negados eran diferentes.

El papel del lenguaje en la aprehensión de un fenómeno de afirmación

Supongamos, por ejemplo, que cuando nos topamos con la foto del “Tenzin” al que me refiero y antes de decir algo, mi amigo -que no conoce a nadie llamado “Tenzin”- piensa “Tenzin”. Una vez más, su cognición es una suposición, una suposición correcta. Pero, ¿es el “Tenzin” que él piensa un fenómeno de afirmación? Pensar en él no es una exclusión de un objeto a ser negado, requiere pensar primero en ese objeto a ser negado; por tanto, según la definición de afirmación, debe ser un fenómeno de afirmación.

Pero, ¿cuál es el objeto que establece la afirmación? ¿Es la persona “Tenzin” o meramente la palabra “Tenzin”? ¿O ambos? Después de todo, las palabras y otros sonidos que comunican (por ejemplo, el sonido del código Morse, los gruñidos y la música) no existen independientemente de sus objetos o significados de referencia. Si son comunicativos, significan algo para la audiencia a la que estaban originalmente destinados, incluso si un loro los habla.

Supongamos que mi amigo conociera a otra persona llamada “Tenzin”, entonces, cuando miró la foto del “Tenzin” que yo tenía en mente, la confundió con el “Tenzin” que él conocía y pensó “Tenzin”. ¿Es válida su cognición conceptual de “Tenzin”? Le está imputando a la persona el mismo nombre correcto, así que, desde este punto de vista, pensar simplemente en el nombre “Tenzin” es correcto. Sin embargo, desde el punto de vista de la persona o significado referente del nombre “Tenzin”, su cognición conceptual es incorrecta.

La posición de la mayoría Gelug

La posición de la mayoría Gelug con respecto al papel del lenguaje al trazar una distinción entre afirmaciones y negaciones se hace evidente al desarrollar la definición de Purchog de un fenómeno de afirmación. Al momento de aprehender conceptualmente un fenómeno de afirmación, los sonidos de las palabras que expresan la afirmación (cualesquiera que sean esas palabras) no tienen nada que ver con el tipo de exclusión que se entiende en la definición de un fenómeno de negación. “Exclusión” en ambas definiciones se refiere específicamente, como objetos a ser negados, a los objetos o significados referentes de las palabras.

Los sonidos de palabras, frases, prefijos o sufijos excluyen otros sonidos de las palabras. Algunos ejemplos en español son “no”, “además de”, “no hay ningún”, “no hay tal cosa como”, “ausencia”, “vacuo”, “falta de”, “sin”, “ni (esto) ni (lo otro)”, “ya no”, “aún no”, “(lo) pasado”, “contra”, “inverso”, “contrario”, “negativo”, “des-”, “dis-”, “in- (im-)”, “a-”, “anti-”, entre otros. Sin embargo, sin objetos o significados referentes específicos, los sonidos de estas palabras, frases, prefijos o sufijos de negación no excluyen ningún objeto o significado referentes. Carecen de ese poder por sí mismos, ya sea que expresen un fenómeno de afirmación o de negación.

Los sonidos que expresan un fenómeno de negación contienen necesariamente los sonidos de las palabras, frases, prefijos o sufijos de negación. Los sonidos que expresan un fenómeno de afirmación pueden contener o no dichos sonidos. Un fenómeno de afirmación puede ser simplemente una palabra o el objeto o significado referente de una palabra. Un fenómeno de negación es exclusivamente el objeto o significado referentes de una palabra.

Así, en el ejemplo anterior, yo estaba pensando en “un no es Tenzin”, y mi amigo que no conocía a nadie llamado Tenzin estaba pensando en secuencia las palabras “no”, “es” y “Tenzin”. Mi “no es Tenzin” era una negación de la persona “Tenzin”; su “no es Tenzin” era simplemente una afirmación de las palabras “no”, “es” y “Tenzin”. Mi amigo que conocía a otra persona llamada “Tenzin” también estaba pensando en “un no es Tenzin” basado en la negación de una persona. Pero su “no es Tenzin” y mi “no es Tenzin” eran dos fenómenos de negación diferentes, no el mismo, ya que se basaban en excluir dos objetos diferentes a ser negados.

Cuando yo estaba pensando en “un Tenzin” y mi amigo que no conocía a nadie llamado “Tenzin” estaba simplemente pensando “Tenzin”, mi “Tenzin” era una afirmación de una persona; su “Tenzin” era una afirmación de la palabra “Tenzin”. Eran diferentes fenómenos de afirmación. Cuando mi amigo que estaba pensando en otra persona llamada “Tenzin” pensó en “un Tenzin”, su “Tenzin” y mi “Tenzin” eran fenómenos de afirmación diferentes.

A excepción de la tradición posterior de libros de texto de Kunkyen (Kun-mkhyen 'Jam-dbyangs bzhad-pa), todas las demás tradiciones Gelug aceptan esta interpretación.

La posición de la minoría Gelug

La interpretación de la minoría Gelug formulada por Kunkyen, está en desacuerdo. Como proceso conceptual, la exclusión puede ser simplemente de otra palabra o también del objeto o significado referente de esa palabra.

Según Kunkyen, los sonidos de las palabras que expresan afirmaciones en una cognición conceptual válida de ellas, no deben excluir otras palabras. Por lo tanto:

  • Las negaciones se basan en la exclusión de objetos o significados referentes específicos de las palabras, y se expresan con los sonidos de las palabras que excluyen otras palabras.
  • Las afirmaciones se basan en la no exclusión de objetos o significados referentes específicos de las palabras, y se expresan con los sonidos de las palabras que no excluyen otras palabras.

Por lo tanto, pensar en “no es un Tenzin” y pensar en “no Tenzin” son pensamientos de negación, aunque no pensamientos del mismo fenómeno de negación. El primero es la negación de un objeto o significado referentes de una palabra; el último es una negación de una palabra. Sin embargo, como afirma la posición de la mayoría Gelug, pensar en “un Tenzin” y pensar “Tenzin” son ambas afirmaciones, pero afirmaciones diferentes. La primera es una afirmación del objeto o significado referentes de una palabra; la última es una afirmación de una palabra.

La diferencia básica, entonces, en las dos interpretaciones Gelug es que:

  • El punto de vista de la mayoría: si las palabras que expresan un fenómeno se formulan con una palabra, frase, prefijo o sufijo de negación, es solo un fenómeno de negación si el concepto para ello se formula excluyendo un objeto o significado referente específico de la palabra a ser negada.
  • El punto de vista de la minoría: si las palabras que expresan un fenómeno se formulan con una palabra, frase, prefijo o sufijo de negación, se trata de un fenómeno de negación, ya sea que el concepto se formule o no al excluir un objeto o significado referente específico de la palabra a ser negada.
  • Con base en esta diferencia, la opinión de la mayoría es que la “impermanencia” y lo “no estático” son fenómenos de afirmación, mientras que para la minoría son fenómenos de negación. Esto se debe a que los conceptos para ellos se formulan excluyendo meramente el sonido de las palabras permanencia y estático, pero no sus significados referentes. No necesitamos conocer el significado de “permanente” o “estático” para saber que algo es impermanente cuando lo vemos romperse.

Aquí trataremos con más profundidad solo la posición de la mayoría.

Aprehensión de un objeto de afirmación

Puede surgir una pregunta. Si la aprehensión de un fenómeno de negación requiere aprehender previamente el objeto a ser negado y la aprehensión de un fenómeno de afirmación no tiene el mismo requisito, ¿la aprehensión de un fenómeno de negación o de afirmación requiere aprehender previamente ese fenómeno de negación o afirmación en sí mismo?

Es cierto que no podemos etiquetar un objeto frente a nosotros y pensar “una manzana” sin haber visto una forma física, oler un olor o probar un sabor en el momento inmediatamente precedente para luego aplicar la etiqueta mental manzana. Tales objetos como una forma física, etc., son una base para el etiquetado o para la imputación (gdags-gzhi). Del mismo modo, incluso si no hay ningún objeto frente a nosotros, no podemos pensar en una manzana sin previamente haberla visto, olido, probado o simplemente haber oído de una manzana. Como los bebés, ni siquiera podemos pensar en la palabra mental manzana sin haberla aprendido primero, al escuchar el sonido manzana. Sin embargo, ¿es necesario que un bebé haya visto previamente una manzana para que le enseñen “una manzana”, o se le puede mostrar algo que nunca antes había visto y aprender directamente qué es? ¿Puede un bebé aprender una palabra nueva que nunca antes había escuchado?

La respuesta es sí; de lo contrario, seguiría la conclusión absurda de que nunca podría haber nuevos inventos y nuevas palabras para ellos, porque tendríamos que haberlos conocido antes, al menos en alguna vida anterior, y cada palabra en cada idioma tendría que ser eterna y nunca haber cambiado.

Por tanto, la aprehensión de un fenómeno de afirmación no requiere una aprehensión previa del mismo. Podemos aprehender cosas nuevas por primera vez, como cuando escuchamos o vemos un nuevo invento, y podemos aprender nuevas palabras, sin necesidad de haber sabido nada previamente. No necesitamos conocer la definición o el significado de una nueva palabra del vocabulario o de las palabras de una oración tibetana, latina, hebrea o árabe que aprendemos para cantarla, antes de ser capaces de conocer las palabras correctamente. Lo único que necesitamos es una mente válida.

De manera similar, la aprehensión de un fenómeno de negación no requiere una aprehensión previa del fenómeno de negación. Si un bebé piensa que todo es comestible, puede aprender el concepto de no comestible cuando intenta por primera vez comer algo que no satisface su hambre.

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