19 Disipar la incomodidad con los ocho intereses mundanos

Ciencia de la mente

Ocho cosas transitorias en la vida

La literatura del lam-rim (etapas graduales) habla de ocho cosas transitorias en la vida. Estos “ocho dharmas mundanos” son la alabanza o la crítica, las buenas o las malas noticias, las ganancias o las pérdidas, y que las cosas vayan bien o mal. Podemos ser tanto el receptor como el agente de cada una de las ocho. En cada caso, usualmente reaccionamos de forma exagerada y perdemos el equilibrio. Nos emocionamos, deprimimos o incomodamos al recibir o dar cualquiera de ellas. Si las cosas van bien o mal, nos sentimos igualmente desequilibrados cuando somos los receptores que cuando somos los agentes de estos sucesos pasajeros.

Una forma tradicional de trascender la hipersensibilidad al recibir o dar estas cosas efímeras, es ver la relatividad de lo que experimentamos. Por ejemplo, aunque algunas personas nos elogien, otros siempre verán nuestros errores, y viceversa. Así, podemos deconstruir la escena de recibir críticas recordando las miles de personas que nos han alabado o culpado a lo largo de nuestra vida y que seguirán haciéndolo en el futuro. Cuando necesitemos criticar a alguien, similarmente podemos recordar las miles de veces que hemos tenido que elogiar u ofrecer crítica constructiva a otros, y que sin duda tendremos que hacer lo mismo en el futuro. Tales pensamientos y la ecuanimidad que nos brindan, ponen nuestras experiencias en perspectiva y nos ayudan a no reaccionar de manera exagerada. Seguimos sintiéndonos apropiadamente felices o tristes cuando recibimos o tenemos que dar cualquiera de estas cosas, pero no nos abrumamos emocionalmente ni nos molestamos ante los eventos.

Cuando recibimos estas cosas transitorias en la vida, también podemos considerar qué es lo que hace que las palabras de la persona en ese momento parezcan reflejar sus verdaderos sentimientos hacia nosotros. Por ejemplo, cuando alguien nos grita, ¿por qué inmediatamente perdemos de vista todas las cosas agradables que nos ha dicho antes? Cuando la persona se calma y nos habla amorosamente de nuevo, ¿por qué algunas veces negamos el significado de la perturbadora escena anterior? Por otro lado, ¿por qué en ocasiones nos aferramos al recuerdo de la herida como si ésta tuviera mayor realidad, sin importar qué tanto trate la persona de tranquilizarnos? La alabanza, la culpa, etc., son entidades perecederas, ninguna de ellas permanece.

I. Mientras te enfocas en varias personas de tu vida

Procedimiento

  • Recuerda una situación en la que hayas reaccionado exageradamente ante una persona al dar o recibir una de las ocho cosas transitorias de la vida, trabajando con los siguientes ejemplos:
    • Para practicar en un taller o en casa, trabaja sólo con recibir cada una de las ocho cosas transitorias y elige únicamente los ejemplos que sean personalmente relevantes.
    • Para una práctica avanzada o exhaustiva, trabaja con todos los ejemplos citados tanto para recibir como para dar de cada uno.
    • Para la sección 3b, trabaja con cada paso.
  • Lamenta cualquier dolor que tu falta de equilibrio pueda haber causado a la otra persona o a ti mismo.
    • Determínate a tratar de evitar que vuelva a suceder.
  • Reconoce que tu reacción exagerada provino de proyectar y creer en una apariencia dualista de tu experiencia.
    • Enfócate en el hecho de que un “yo” concreto sentado en tu cabeza y una pérdida o ganancia tan absolutas que establecen la valía o no valía de tal “yo”, son ficciones absurdas que no se refieren a nada real.
    • Imagina que tu comprensión profunda de este hecho revienta el globo de tu fantasía.
    • Experimenta que la explosión del globo te despierta de tu ensoñación y siente que tu apego, aversión y confusión desaparecen en un instante, sin dejar rastro.
  • Observa que, al reventarse tu fantasía, te quedas solamente con la ola de la experiencia que le sirvió como base.
    • Siente esta ola desde la perspectiva oceánica de la actividad de la luz clara e imagina que recibes o das la cosa transitoria sin tensión ni comentarios internos.
    • Sin negar la experiencia de esta ola ni la felicidad o la tristeza que naturalmente produce, permite que se asiente y pase.
  • Exceptuando la Sección 3b, “Recibir o satisfacer expectativas o peticiones”, recuerda haberte sentido tenso con alguien que reaccionó exageradamente cuando él o ella recibió de ti o te dio la misma cosa transitoria, como en los ejemplos de las reacciones relacionadas que se dan después de las formas primarias citadas para cada síndrome.
    • Al comprender la confusión que hay detrás de la hipersensibilidad de la persona, deconstruye tu reacción dualista imaginando que estalla abruptamente como un globo.
    • Acepta compasivamente la reacción hiperemocional de la persona e imagina que respondes sin juicios, con sensibilidad equilibrada.
    • Sin ignorar las emociones de la persona y sin molestarte o sentirte culpable, imagina que te sientes triste con lo sucedido y que le dejas saber a la persona lo que sientes.

Ejemplos

1. Elogios o crítica

  • Recibir elogios
    • Formas primarias del síndrome – regodearte o sentirte indigno cuando recibes el elogio de que eres un buen trabajador, amable con el resto del equipo.
    • Reacciones relacionadas hacia alguien que tiene el síndrome – sentirte molesto o incómodo cuando alguien alardea o protesta escandalosamente cuanto lo elogias.
  • Al dar elogios
    • Sentirte condescendientemente benévolo, comprometido o incómodo cuando elogias a alguien por un trabajo bien hecho.
    • Sentirte receloso o avergonzado cuando alguien se incomoda al elogiarte.
  • Al recibir crítica
    • Sentir enojo, mortificación o baja autoestima cuando recibes críticas o se te acusa de hacer un trabajo mediocre.
    • Sentirte culpable o insensible cuando alguien reacciona exageradamente ante tus críticas.
  • Al criticar
    • Sentir que vales más que los demás, sentirte nervioso o molesto al ofrecerle a alguien una crítica constructiva por su desempeño en el trabajo.
    • Sentirte molesto o decepcionado cuando alguien es demasiado tímido o educado como para señalarte tus errores cuando solicitas una evaluación crítica de tu trabajo.

2. Buenas o malas noticias

  • Al recibir buenas noticias
    • Emocionarte exageradamente y con falsa autoconfianza, o sentirte supersticioso o nervioso al recibir buenas noticias, tales como que aprobaste el examen.
    • Sentir condescendientemente que alguien actúa como un niño si se emociona de forma exagerada cuando le das buenas noticias.
  • Al dar buenas noticias
    • Sentirte exageradamente importante, emocionado en exceso o celoso al darle a alguien buenas noticias, por ejemplo, que él o ella aprobó el examen.
    • Sentirte avergonzado o molesto ante las muestras de emoción, aparentemente inapropiadas, de alguien que se emociona más que tú al darte las buenas noticias.
  • Al recibir malas noticias
    • Sentir lástima por ti, enojarte o sentir que mereces un castigo cuando recibes malas noticias, tal como que reprobaste el examen.
    • Sentirte emocionalmente rígido o incómodo cuando alguien llora al recibir las malas noticias que le das.
  • Al dar malas noticias
    • Sentirte culpable o regodearte cuando le das a alguien malas noticias, tal como que él o ella reprobó el examen.
    • Sentirte incómodo o impaciente cuando alguien se siente raro o reticente a darte malas noticias.

3a. Ganancias o pérdidas

  • Al ganar algo
    • Emocionarte exageradamente, sentir que eso confirma lo maravilloso que eres o sentirte obligado y despojado de tu independencia cuando ganas algo, como un regalo o dinero.
    • Sentirte frustrado o rechazado cuando alguien se siente intranquilo ante tu oferta de ayudarlo económicamente.
  • Al dar algo
    • Sentir que vales más que los demás o sentirte despojado cuando le das algo a alguien, tal como ayuda económica para un padre anciano.
    • Sentirte encolerizado cuando alguien tiene expectativas de ti o te hace solicitudes no razonables debido a que aceptaste un regalo.
  • Al perder algo
    • Sentirte devastado, indignado o convencido de que perder algo prueba que no eres bueno, por ejemplo, la amistad de alguien.
    • Sentirte culpable o insensible cuando alguien se deprime o se enoja cuando le quitas algo, como al terminar una relación poco sana.
  • Al quitar algo
    • Tener miedo de lastimar a alguien o deleitarte al quitarle algo a alguien, como cuando tienes que decir que no.
    • Sentirte como un tonto o molestarte por haber pedido un favor cuando alguien se siente muy mal por tener que negarse.

3b. Expectativas o peticiones

  • Al agradecerle a alguien
    • Sentirte condescendiente, obligado o subordinado al agradecerle a alguien por iniciativa propia.
    • Sentirte indignado, insultado o culpable cuando alguien espera un agradecimiento de tu parte.
    • Sentirte condescendiente, resentido o menospreciado cuando le agradeces a alguien porque la persona espera un agradecimiento.
    • Sentirte arrogante, enojado o extremadamente culpable cuando alguien te exige una disculpa.
    • Sentirte arrogante, despreciativo o derrotado cuando le agradeces a alguien porque te lo exige.
  • Al disculparte
    • Sentirte superior o avergonzado cuando te disculpas con alguien por iniciativa propia.
    • Sentirte irritado, indignado o culpable cuando alguien espera una disculpa de tu parte.
    • Sentirte obstinadamente engreído, resentido o humillado cuando te disculpas porque alguien lo espera.
    • Sentirte arrogante, furioso o extremadamente culpable cuando alguien te exige una disculpa.
    • Sentirte arrogante, despreciativo o derrotado cuando te disculpas porque te lo exigen.

4. Que las cosas vayan bien o mal

  • Cuando te va bien
    • Sentirte engreído o sentir que es demasiado bueno para ser verdad cuando eres el receptor de que las cosas vayan bien, por ejemplo, en una relación con alguien.
    • Sentirte impaciente o molesto cuando alguien se siente inseguro en una relación contigo que es buena.
  • Al hacer que las cosas vayan bien
    • Sentir que eres el mártir que se sacrifica o sentir preocupación de que inevitablemente arruinarás las cosas cuando eres el agente de que las cosas vayan bien, como en una relación.
    • Sentirte exasperado cuando alguien siente baja autoestima, a pesar de que él o ella esté actuando perfectamente bien en una relación contigo.
  • Cuando te va mal
    • Sentir lástima por ti mismo o sentir que obtienes lo que mereces cuando eres el receptor de que las cosas vayan mal, por ejemplo, en una relación.
    • Sentirte decepcionado o enojado cuando alguien se queja constantemente de que las cosas van mal en una relación contigo, pero no hace nada constructivo para tratar de mejorar la relación.
  • Al hacer que las cosas vayan mal
    • Sentirte deprimido, culpable o satisfecho de ti mismo cuando eres el agente de que las cosas vayan mal, como en una relación.
    • Sentirte insensible o sin poder perdonar cuando alguien se siente muy mal por haberte lastimado.

II. Cuando te enfocas en alguien en persona

1. Mientras estás frente a un compañero, haz lo siguiente sin sentirte tenso, preocupado por ti mismo, tonto, eufórico, glorificado, deprimido o lastimado, sino con sentimientos apropiados de felicidad o tristeza, y sigue el procedimiento previo para deconstruir las emociones perturbadoras en caso de que surjan:

  • Elogia a la persona, por ejemplo, dile que su cabello luce bien, y después recibe un cumplido similar.
    • Ofrece una crítica constructiva, como que la persona tiene sobrepeso y necesita ponerse a dieta, y después recibe una crítica similar.
  • Dale buenas noticias a la persona, tal como que mañana no se trabaja, y después recibe buenas noticias similares.
    • Dale a la persona malas noticias, tal como que perdiste el libro que te presto, y después recibe malas noticias similares.
  • Dale a la persona alguna ganancia, por ejemplo, algo de dinero, y después recibe una ganancia similar.
    • Dale a la persona una pérdida, por ejemplo, quítale el dinero, y después recibe una pérdida similar.
  • Agradece a la persona por iniciativa propia, pide que te dé las gracias y recíbelas.
    • Recibe un agradecimiento por iniciativa de la otra persona y su petición de que tú le agradezcas, y satisface su solicitud.
  • Discúlpate con la persona por iniciativa propia, solicita una disculpa y recíbela.
    • Recibe una disculpa por iniciativa de la persona y una solicitud de que tú te disculpes con ella, y satisface su petición.
  • Reconoce el éxito de tus esfuerzos por mejorar la relación con la persona y también admite ante ti mismo sus exitosos esfuerzos.
    • Reconoce tu parte de responsabilidad en el deterioro de la relación y admite también la responsabilidad de la persona.

III. Mientras te enfocas en ti mismo

1. Mientras te enfocas en ti mismo sin espejo, haz lo siguiente de forma no dualista, repitiendo el procedimiento de deconstrucción cuando sea necesario.

  • Elógiate por tus esfuerzos positivos y después critícate por los errores que estás cometiendo.
  • Date buenas noticias, como que sólo falta un día para el fin de semana, y después date malas noticias, como que mañana tienes que volver a trabajar.
  • Imagínate experimentando una ganancia, como encontrar una solución a un problema personal, y después experimentando una pérdida, como ser incapaz de recordar el nombre de alguien.
  • Imagínate haciendo algo agradable por ti mismo, como tomar un baño caliente, y después restringiéndote algo, como no comer postre porque estás a dieta.
  • Piensa en las cosas que han salido bien en tu vida, y luego en las cosas que han salido mal.

2. Repite el procedimiento mientras ves una serie de fotografías de ti mismo que abarquen toda tu vida

  • Elógiate por tus puntos fuertes durante aquellos tiempos y critica tus errores.
  • Date tanto las buenas como las malas noticias de lo que sucedió como resultado de tu comportamiento de entonces.
  • Piensa en las ganancias y las pérdidas que has experimentado debido a esas acciones.
  • Reconoce las cosas que salieron bien y las que salieron mal en aquellos tiempos.
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