Meditación sobre el cuerpo y los 4 aspectos del sufrimiento verdadero

Otros idiomas

Repaso

Los sufrimientos verdaderos y el verdadero origen de los sufrimientos son las dos primeras verdades nobles. Estas son las cosas de las que necesitamos deshacernos. Hay cuatro aspectos que se asocian a cada uno de estos y, para trabajar con ellos en la meditación, es necesario tener una idea clara de cómo hacer las meditaciones y no solo una comprensión teórica. Estos son tipos de enseñanzas muy prácticas con las que podemos trabajar. 

Vimos que practicamos estos emplazamientos cercanos de la recordación como contexto para meditar sobre las cuatro verdades nobles y los dieciséis aspectos de ellas. Para la comprensión al trabajar con sufrimientos verdaderos, nos enfocamos en el cuerpo, que puede ser el cuerpo en general o diversas formas de fenómenos físicos que experimentamos con el cuerpo. A menudo, la gente hace esto con las sensaciones físicas. Para la verdad noble de los orígenes del sufrimiento, nos centramos en las sensaciones, las cuales se refieren a los diferentes niveles de felicidad o infelicidad que experimentamos.           

Shámata, vipáshana, meditaciones de discernimiento y estabilización

La forma en que meditamos aquí es en términos de las prácticas para alcanzar el shámata y el vipáshana. Shámata es un estado mental tranquilo y estable y vipáshana es un estado mental excepcionalmente perceptivo. Aunque esos nombres, “shámata” y “vipáshana”, se refieren a los estados reales que alcanzamos, también se nombra así a todo el proceso de etapas para alcanzar esos estados. Por lo tanto, llamamos a eso “la práctica de shámata y vipáshana”.             

Pero, en realidad, lo que estamos haciendo es la meditación de discernimiento -que a veces se llama “meditación analítica”- y la meditación estabilizadora. Primero, practicamos la meditación de discernimiento. Esta es la meditación para construir como hábito el discernimiento sutil de algo. El “discernimiento sutil” es el factor mental que escudriña finamente para discernir los detalles específicos de algo. Con el discernimiento sutil escudriñamos algo muy de cerca, con gran detalle, por ejemplo, el cuerpo, y con base en ese escrutinio, lo tomamos en cuenta de cierta manera. Esto se basa en haber pensado y analizado el cuerpo de antemano desde muchos puntos de vista diferentes. Luego, la verdadera meditación de discernimiento es discernirlo de esa manera. Esto se basa en distinguir diferentes rasgos característicos. Así, discernir es ver el detalle de ello. Al hacer eso, nuestra energía en cierto sentido va hacia afuera. Así lo explica Su Santidad el Dalái Lama. Es salir hacia el objeto y ser muy activos.

Una vez que hemos distinguido y discernido una determinada característica y, con entendimiento, hemos tomado en cuenta o considerado a ese objeto de cierta manera -por ejemplo, el cuerpo como sucio-, entonces, estabilizamos esa comprensión con la meditación estabilizadora. Si somos sensibles a nuestra energía, notamos que nuestra energía va hacia adentro con la meditación estabilizadora. Está entrando, en lugar de salir activamente. Si podemos hablar de energía en términos de fluir, salir o entrar, entonces es muy útil ser sensibles a esa energía. Es difícil especificar qué es lo que realmente distinguimos cuando hablamos de energía, pero se refiere a la forma en que la mente está funcionando y lidiando con un objeto. Puede ser muy activa y ver los detalles, o puede ser permitir que una comprensión se asiente. 

Ejemplo de la meditación de discernimiento (analítica) y de la meditación estabilizadora en el cuerpo como sufrimiento verdadero

Por ejemplo, la forma general de discernir el cuerpo es como algo sucio o impuro. Entonces, tratamos de discernir eso, distinguir eso con diversas meditaciones en las que simplemente nos recordamos a nosotros mismos lo que produce el cuerpo, cómo es un cuerpo cuando estás muerto y se está pudriendo, o cómo está el cuerpo cubierto de llagas o acné, qué hay dentro él, los productos de desecho que genera, etc. También es útil enfocarse en el esqueleto.

Trabajamos no solo con los cuerpos de otras personas si tenemos apego, sino que el enfoque principal debe ser primero en nuestro propio cuerpo. Luego, una vez que tenemos esa comprensión de la falta de pureza del cuerpo, tratamos de discernir nuestro cuerpo de esa manera. Para ello, necesitamos haber examinado cómo consideramos el cuerpo. ¿Lo consideramos hermoso o lo consideramos impuro?   

Ahora, necesitamos tener mucho cuidado con algunas de las actitudes perturbadoras típicas occidentales sobre el cuerpo. Por ejemplo, la actitud perturbadora de que el cuerpo es malo o que yo soy feo y, por lo tanto, no soy bueno, este tipo de cosas en las que nos enfocamos muy fuertemente en “yo, yo, yo”, es identificarse con el cuerpo y juzgarlo. No nos estamos refiriendo a un juicio, estamos tratando simplemente con la realidad de lo que es el cuerpo. Convencionalmente, podemos ser considerados bonitos o no bonitos. Diferentes sociedades lo considerarán de una forma u otra, diferentes personas lo considerarán de una forma u otra, pero ese no es el problema aquí.

No queremos fomentar el odio a nuestro cuerpo, no se trata de eso en absoluto. En realidad, si estamos haciendo la meditación de manera adecuada, no estamos pensando solo en términos de este cuerpo y esta vida. Queremos comprender el renacimiento incontrolablemente recurrente. Este es el sufrimiento verdadero. Queremos enfocarnos con emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo en términos de la verdad noble del sufrimiento verdadero. ¿Qué es el sufrimiento verdadero? Es el renacimiento incontrolablemente recurrente con este tipo de cuerpo, y sin importar qué tipo de cuerpo tengamos, va a tener esta falta de pureza. Que, según los estándares convencionales, seamos extremadamente bellos o guapos o que mucha gente nos considere feos, es irrelevante, porque no importa qué tipo de cuerpo tengamos, se va a caracterizar por ser sucio e impuro.       

Cada renacimiento que tengamos será con ese tipo de cuerpo. En la meditación podemos enfocarnos en nuestro cuerpo actual como ejemplo de eso o en los cuerpos en general, digamos en la categoría de cuerpo, con un cuerpo que lo representa. Puede ser nuestro cuerpo actual, pero con el entendimiento de que es solo una representación de cualquier cuerpo que tengamos. Cuando hablamos de no darse cuenta o ignorancia, estamos hablando de no darse cuenta de cómo existimos nosotros y todos los demás individuos, tanto convencionalmente como en última instancia. Eso tiene que ver con cualquier tipo de cuerpo que alguien tenga en cualquier tipo de renacimiento, desde el reino del infierno más bajo hasta el reino de los dioses más alto.              

En los reinos de los dioses, el cuerpo se vuelve cada vez más sutil, así que tenemos que entender qué significa ser impuro en estos reinos superiores, donde el cuerpo no está lleno de estas sustancias sucias que tendríamos que lavar o limpiar. En el reino del deseo, cerca del momento de la muerte, el cuerpo comienza a oler mal, pero en los reinos superiores no se tiene ese tipo particular de sufrimiento. Por eso es necesario incorporar las cuatro características del sufrimiento verdadero en términos del cuerpo.      

Incluso el cuerpo de un ser divino, un dios, sigue siendo no estático, cambiando de un momento a otro. Aún es desdichado en el sentido de que atraviesa por el envejecimiento y la muerte, tenemos que dejarlo y todo este tipo de cosas. Hay muchos tipos diferentes de sufrimiento y, debido a que hay muchos tipos diferentes de sufrimiento, es impuro. No tomemos la palabra “sucio” o “impuro” de una manera demasiado literal. Lo que queremos reconocer es que cualquier tipo de cuerpo físico burdo o muy sutil que tomemos -y esta es la segunda verdad noble, proveniente de todo el mecanismo de los doce eslabones de surgimiento dependiente-, será sufrimiento verdadero. Esto es lo que queremos detener. El cuerpo es solo representativo de esto, porque queremos detener todos los agregados del renacimiento incontrolablemente recurrente.          

Primero queremos discernir la suciedad o impureza del cuerpo y luego dejamos que eso se estabilice en cierto sentido. Lo estabilizamos y aún tomamos a ese objeto de esa manera, lo consideramos de esa manera determinada. Pero hay una diferencia en la forma en que nuestra energía trabaja con eso: ¿lo está discerniendo activamente o va más hacia adentro? Existe ese tipo de diferencia.

Entonces, cuando pensamos en la llamada meditación analítica o meditación de discernimiento, pasamos por todas estas líneas de razonamiento, lo que en Occidente llamamos “analizar”. Ese es solo un paso preliminar. Luego, una vez que hayamos llegado a la conclusión de que es sucio, entonces nos concentramos en él, discerniéndolo de esa manera. Esa palabra “analizar” es la misma palabra en tibetano para discernir los diversos detalles de algo. Cuando se vuelve no elaborado, como en el caso de la renuncia o la bodichita, entonces no tenemos que atravesar todas esas líneas de razonamiento ni esforzarnos por alcanzarlo, simplemente lo discernimos. Entonces, tenemos este tipo de meditación.

Escuchar, ponderar, comprender, tener convicción y luego meditar

Primero, practicamos un tipo de meditación shámata, pero para ese estilo de meditación shámata, antes de que podamos meditar, primero tenemos que escuchar sobre el tema de la meditación y luego pensar en ello. “Pensar en ello” significa que lo ponderamos. Tratamos de resolverlo, para llegar al punto en el que no solo lo entendemos, sino que estamos convencidos de que es verdad. Entonces, en este caso, entendemos que el cuerpo es impuro y sucio, y todo sobre las sustancias que hay en él, y cómo hay que lavarlo todo el tiempo, y cómo es cuando se convierte en un cadáver en descomposición lleno de gusanos, etc. No solo entendemos todo eso, estamos convencidos de que es verdad. Solo cuando estamos convencidos de que eso es cierto, podemos discernir sinceramente el cuerpo de esa manera. Discernirlo así es el paso de la meditación, y meditar en ello significa construir esa forma de discernir el cuerpo como un hábito positivo. Nos habituamos a eso una vez que lo hemos entendido y ya estamos convencidos de ello.          

Entonces, hay un largo proceso antes de que realmente hagamos lo que formalmente se llamaría “meditación” en esto. Este es el procedimiento y el proceso. Una vez que hemos entendido y estamos convencidos de la suciedad y la impureza del cuerpo, entonces simplemente tratamos de discernir el cuerpo de esa manera, tomarlo en cuenta de esa manera, considerarlo de esa manera y enfocarnos en el cuerpo. Discernirlo y luego estabilizarlo. La meditación shámata se enfoca en su aspecto estabilizador. Primero tenemos que discernirlo para poder estabilizarlo. Luego nos mantenemos enfocados en esa comprensión y esa forma de considerar el cuerpo.    

Práctica de vipáshana

Luego, si queremos hacer una práctica de vipáshana además de eso, entonces consideramos los cuatro aspectos relacionados con el cuerpo, de modo que, mientras permanecemos enfocados en este cuerpo como sucio, podemos discernir que cualquier cuerpo que tomemos en cualquier renacimiento va a cambiar. No es estático, va a envejecer, tenemos que separarnos de él y tomar otro. Va a atravesar por todos estos problemas en términos de cambios no solo de un momento a otro, sino también en términos de envejecimiento y enfermedad. Pero también hay cambios en términos de una vida tras otra tras otra. Serán los mismos problemas sin importar el tipo de cuerpo que tengamos, ya sea humano, insecto, fantasma o lo que sea.       

Además, discernimos que el cuerpo es desdichado. Es un tipo de sufrimiento que no es muy agradable en el sentido de que tenemos todos los problemas relacionados con cuidarlo y demás, en la enfermedad, etc. Atravesamos todos los diferentes tipos de sufrimiento que existen. Entonces, tratamos de discernir todos estos detalles en el vipáshana. En el vipáshana, discernimos todos los detalles.  

Así, discernimos que el cuerpo está desprovisto de un yo imposible burdo. Entonces, no es algo que sea como la residencia de un “yo” sólido que está separado de todo, al que usamos y ocupamos y que, en cierto sentido, disfrutamos para que nos brinde placer. Eso es un mito.

Nosotros - “yo” – no podemos ser conocidos por separado del cuerpo. Entonces, la cuarta característica es que carece del yo sutil imposible. A pesar de todas estas deficiencias de cualquier cuerpo que tengamos, aún tenemos que lidiar con él. No podemos pensar en nosotros mismos como separados de él, sin que exista alguna base, alguna base física.

Tratamos de tener estos cuatro aspectos en nuestro entendimiento simultáneamente. Entonces, cuando practicamos vipáshana en el emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo, mientras mantenemos nuestra concentración, nuestra recordación, el pegamento mental, en algo que representa el cuerpo en nuestra meditación, y luego tomando en cuenta que es sucio, discernimos todos estos aspectos del cuerpo sin blablablá y sin verbalizarlos en nuestra cabeza. Entendemos todo eso y ese es el estado de vipáshana, cuando podemos enfocarnos en ello con esa comprensión de todos los detalles simultáneamente y todo está claro.

Para repasar brevemente, el cuerpo está cambiando de un momento a otro y eso es un problema. Es desdichado porque tenemos que cuidarlo y hacer todo tipo de cosas. No es algo dentro de lo que estemos sentados, pero no es algo de lo que podamos ser conocidos por separado, así que tenemos que lidiar con eso. El verdadero problema es que continuamente, una y otra vez, tenemos incontrolablemente ese tipo de cuerpo con todos estos sufrimientos.

Elegir un punto focal para representar el cuerpo

Eso es en lo que debemos enfocarnos. No es solo el manejo del dolor y cosas por el estilo si practicamos el emplazamiento cercano de la recordación en la forma budista Mahayana completa. ¿Me siguen con esto? Entonces, podríamos intentar hacer la meditación y creo que uno de los puntos no tan fáciles al principio es elegir algo en lo que nos estamos enfocando. ¿En qué nos vamos a enfocar para representar al cuerpo?    

Ayer lo hicimos de una manera muy sencilla, una forma de principiante, de tan solo mirar nuestro pie o nuestra mano. Pero, cuando hacemos estas meditaciones, especialmente el tipo de meditación shámata, entonces, como explica Asanga en su texto del abhidharma, debemos concentrarnos en la conciencia mental, no en la conciencia sensorial y, para empezar, esa conciencia mental será conceptual.         

Podríamos tomar como nuestro objeto la sensación física de nuestra respiración o de otras sensaciones físicas en el cuerpo que estamos experimentando, las cuales cambian constantemente, por lo que es fácil tener recordación de que son no estáticas. Estamos distinguiendo ciertas características convencionales de ellos, como que son no estáticos, que son desdichados, etc. Pero nos estamos enfocando en ellos conceptualmente a través de las categorías de “sensación física”, “no estático” y “desdichado”. También hay una imagen mental, aunque no visual, un holograma mental que representa las sensaciones físicas. La imagen mental podría estar cambiando a medida que la sensación física de nuestra respiración que entra y sale cambia de un momento a otro. Alternativamente, es posible que no estemos tomando como nuestro objeto a estas sensaciones físicas, sino que nos enfoquemos en el cuerpo en general. Aun así, estaríamos haciendo eso conceptualmente, con las categorías “cuerpo” y “no estático”, etc. Y aún habría alguna imagen mental que representa al cuerpo.

Si meditamos así, es bastante difícil tener algún tipo de imagen mental que represente al cuerpo. Sin embargo, meditar solo en el cuerpo en general es quizás más fácil que usar la sensación física de la respiración. Eso es porque, aunque la respiración es no estática, desprovista de un “yo” imposible burdo que está respirando y carece de un “yo” sutil imposible que está respirando - no hay un “yo” sentado en mi cabeza controlando u observando la respiración, pero aún necesito respirar-, sin embargo, no es tan obvio que sea un problema, que sea desdichado. Es un problema cuando tiene enfisema o asma, en cuyo caso es realmente muy pesado respirar. Si mantenemos la cabeza bajo el agua, entonces realmente luchamos porque no tenemos aliento y necesitamos oxígeno. Así pues, dependemos de un suministro de oxígeno. Si estuviéramos en la luna, no podríamos respirar. Necesitamos enfocarnos en la respiración con algún entendimiento de ella como sufrimiento para que se ajuste a este estilo particular de meditación, ¿no es así? 

Creo que tomar el cuerpo en general como el objeto de enfoque de esta meditación hace que sea mucho más fácil relacionar la meditación con el renacimiento incontrolablemente recurrente. Nos damos cuenta de que en cada vida vamos a tener que tener un cuerpo, incluso si es un cuerpo muy sutil. No estoy seguro de que los dioses del reino superior, los fantasmas o los seres del infierno necesiten respirar.  

De lo que estamos tratando de alcanzar una detención verdadera es del sufrimiento que todo lo impregna. El sufrimiento que todo lo impregna es un renacimiento incontrolablemente recurrente con un cuerpo y una mente que son la base para experimentar todos los demás tipos de sufrimiento. Si no tuviéramos esa base una y otra vez y fuera de control, no experimentaríamos todos estos sufrimientos. Por lo tanto, el solo enfocarnos en las sensaciones físicas de la respiración y en las otras sensaciones que sentimos mientras estamos sentados, puede ser propicio para permanecer enfocados en el momento presente, pero no tanto para aplicar una comprensión completa del sufrimiento que todo lo impregna.

Meditación sobre el emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo

Intentemos hacer la meditación sobre el emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo. Tratemos de hacerla con una conciencia corporal general, lo que sea que eso signifique, o visualizando una imagen de su cuerpo. No es tan fácil decir cuál sería mejor y cuál cada uno de nosotros puede hacer realmente. Pensar simplemente de forma abstracta en el cuerpo, en cualquier cuerpo como sucio, es demasiado abstracto. Tiene que estar representado por algo. A lo que generalmente estamos más apegados es a nuestro propio cuerpo.  

En lugar de pensar en términos de los parámetros de bonito o feo, lo cual es irrelevante para esta discusión, pensemos más en términos de la forma descrita en la literatura del Prajnaparamita. Pensemos en el cuerpo cuando se pudre, cuando es un cadáver, cuando está lleno de gusanos, cuando tiene una enfermedad cutánea horrible o cuando las capas del cuerpo se desprenden del esqueleto. Existen todas estas visualizaciones muy fuertes que se hacen para convencernos de lo que realmente es este cuerpo.  

Pero esto se hace sin generar repulsión. La repulsión o aversión es exagerar las cualidades negativas y agregar cualidades negativas que no existen, tal como que sea malo. Si sentimos repulsión, podríamos estar imaginando que podemos deshacernos de esto como un “yo” que de alguna manera está separado de él, que podría deshacerse del cuerpo y permanecer ahí por sí mismo, pero eso no corresponde con la realidad. 

Ahora, por supuesto, queremos que el “yo” convencional obtenga la liberación y no tenga este tipo de cuerpo, pero no estamos hablando de un “yo” sólidamente encontrable que se siente repelido por todo esto. Solo estamos hablando del cuerpo real convencionalmente verdadero y el “yo” convencional. No hay un juicio de bueno o malo, pero este cuerpo es un problema, nos limita mucho.  

Queremos evitar tanto el apego al cuerpo como la repulsión hacia él, porque, como hemos visto, tenemos que lidiar con él. Tener este cuerpo es un preciado renacimiento humano y podemos alcanzar la iluminación trabajando con él. Como ser humano, el cuerpo tiene los sistemas de energía sutil y demás con los que podemos trabajar en las prácticas del tantra anutarayoga. Entonces, el cuerpo humano tiene muchas ventajas; no lo estamos negando, pero no tiene sentido enfocarse en eso en esta meditación en particular.   

Hay muchas características diferentes del cuerpo humano, pero recordemos que no nos estamos enfocando solo en el cuerpo humano. Nos estamos enfocando en cualquier tipo de cuerpo incontrolablemente recurrente que obtendríamos en cualquier renacimiento y que es la base de los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, la vejez, la muerte, ser separados de lo que nos gusta, encontrarnos con lo que no nos gusta, no tener amigos que puedan acompañarnos, tener que pasar de un estatus más alto a otro más bajo, y el resto de la lista de los sufrimientos. De eso es de lo que estamos hablando con respecto a este tipo de cuerpo.    

El hecho de que este tipo de cuerpo envejezca y se rompa no es muy agradable, pero es la verdad. Este es el sufrimiento verdadero, la verdad. Es un hecho. Entonces, eso es lo único en lo que nos estamos enfocando, por lo que no hay un gran odio hacia uno mismo ni ideas del tipo “odio mi cuerpo”, por favor. 

Si ya tienen ese tipo de actitud negativa hacia su cuerpo en términos de autodesprecio y baja autoestima o cosas como anorexia o bulimia, no hagan este tipo de meditación. No están preparados emocionalmente para hacerla. Meditaciones como esta sobre las impurezas del cuerpo son solo para aquellos que ya tienen cierto nivel de estabilidad emocional. De hecho, todas las meditaciones budistas están destinadas para quienes tienen cierto nivel de estabilidad emocional, no para quienes son psicológica y emocionalmente inestables. 

Entonces, intentemos hacer esta meditación e intentemos encontrar un objeto en el que podamos enfocarnos para hacerla. Como digo, no es muy fácil elegir un objeto porque queremos un objeto en el que podamos permanecer enfocados.

Primero, traten de entender el cuerpo como impuro y sucio. Solo jugando con eso, permítanme compartir con ustedes lo primero que me vino a la mente. No visualizo mi cuerpo frente a mí. No estoy trabajando con la respiración ni con las sensaciones físicas, sino solamente, es difícil de decir, una sensación del cuerpo como si fuera solo su capa externa o su apariencia, sino que estoy sentado aquí y allí está la piel, están los músculos, está el sistema digestivo, está el sistema circulatorio, hay una gran cantidad de desechos que ya están dentro de los intestinos, está el esqueleto. Traten de ser conscientes de que todo eso es el cuerpo que está sentado aquí, no solo cómo se ve. Eso es lo que me viene a la mente. Hay moco en la nariz y orina en la vejiga y demás. Eso es, de hecho, lo que está sentado aquí.   

[pausa]

Si vamos a hacer las meditaciones imaginando que la piel se cae y los gusanos y demás, eso sería en la primera parte de trabajar para tener el discernimiento del cuerpo como sucio. Funciona del mismo modo que la línea de razonamiento para construir la bodichita - todo el mundo ha sido mi madre y han sido tan amables, etc., etc. Eso es paso a paso. Eso nos lleva al estado mental de la bodichita. Así que, de la misma manera, los gusanos y la piel se caen y lo que hay dentro de los intestinos y todo eso nos lleva a la comprensión y la convicción de que eso es realmente lo que es este cuerpo.   

Ahora tenga en cuenta que no hay nada particularmente limpio o puro en eso, la belleza del cuerpo y demás.

[pausa]

Luego agregamos a eso que cualquier cuerpo que tengamos en cualquier vida será así, simplemente cambiando su apariencia externa. No habrá ninguna diferencia.  

[pausa]

Luego, los cuatro aspectos: primero, está cambiando de un momento a otro. Tengo que tener otro y otro. Envejecerá, se dañará.   

[pausa]

Luego, está todo el sufrimiento que implica tener que lavarlo, alimentarlo y cuidarlo, ponerlo a dormir y hacer todo tipo de cosas que tienen que ver con su mantenimiento.

[pausa]

Luego, no es algo que tenga un “yo” separado que simplemente lo controla y lo usa para el placer sexual o el placer de comer o lo que sea.

[pausa]

Entonces, no puedo pensar en “mí” sin tener que lidiar también con un cuerpo, así que tengo que ocuparme de él.

[pausa]

Aunque quiero poder beneficiar a todos los seres y ayudarlos tanto como pueda, ahora también estaría en mejores condiciones para ayudarlos si no tuviera todas las limitaciones de este tipo de cuerpo.

[pausa]

Pero voy a hacer el mejor uso posible, considerando sus limitaciones. Sin embargo, realmente preferiría no tener este tipo de cuerpo, sino el cuerpo de un buda. Así, combinamos la meditación con la determinación de ser libres (renuncia) y la bodichita. Eso es muy necesario.    

[pausa]

Observación final

Aunque podrían hacer esta meditación para superar el apego a su cuerpo, por ejemplo, si son narcisistas, no estarían haciendo un uso completo de esta meditación. El uso completo de esta meditación es obtener la renuncia al renacimiento incontrolablemente recurrente con un tipo de cuerpo que es la base de los problemas, sin importar el renacimiento que tomemos. El cuerpo actual que tenemos es solo un ejemplo de eso, pero no lo limitemos al cuerpo actual; luego, está el gran peligro de que te odies a ti mismo y demás, ese no es el punto. Es un tipo de meditación muy delicada y no es para personas frágiles. Por eso se presenta como una meditación avanzada.     

Top