Renuncia al aferramiento a cosas placenteras de las vidas futuras

Ahora estamos listos para manejar la renuncia al aferramiento a objetos placenteros de vidas futuras, que básicamente significa renunciar al samsara, y en su lugar, dirigir nuestro interés principal a la liberación. Este es el lugar común, dentro de la estructura de los tres niveles de motivación, en el que ocurre la renuncia. Es en el nivel intermedio de motivación. 

Hemos estado usando un esquema para analizar cada uno de estos niveles de determinación de ser libres, así que continuaremos con dicho esquema, solo de manera general. Ente más precisamente seamos capaces de definir el estado mental que queremos generar, en este caso, la determinación de liberarnos del samsara, más fácil nos será generar verdadera y correctamente el estado mental que se pretende. Nos será mucho más fácil meditar en realidad con eso, enfocarlo e integrarlo como parte de nuestra vida. Si estamos indecisos en cuanto al estado mental que deseamos desarrollar, si somos imprecisos al respecto, nuestra meditación será indecisa e imprecisa, y no muy eficaz.

Atisha señala eso en La guirnalda de joyas de un bodisatva. En referencia a cómo meditar sobre la bodichita, dice: “Que pueda liberar mi mente del titubeo indeciso”. Eso significa estar indecisos sin saber realmente lo que estamos haciendo, no tener una idea precisa del estado mental que estamos tratando de generar. 

¿De qué pretendemos liberarnos? Necesitamos identificar correctamente al objeto de refutación, aquello de lo que queremos salir, y eso es que nuestro interés principal sean los renacimientos incontrolablemente recurrentes.

Es muy importante identificar de qué estamos hablando aquí, porque se refiere a algo bastante común, en general no pensamos muy profundamente sobre esto. Muchas personas, cuando piensan en trabajar para mejorar las vidas futuras, piensan: “Quiero seguir obteniendo preciosos renacimientos humanos, básicamente porque quiero seguir estando con mis amigos, mis maestros y que todo lo bueno de esta vida continúe en vidas futuras”.

Ese es el tipo de apego que más frecuentemente tenemos en términos de estar apegados a renacimientos recurrentes. No es simplemente el estar apegados a nuestros amigos, seres queridos, posesiones, maestros y demás de esta vida; estamos apegados a tenerlos en todas las vidas futuras también, porque esas son nuestras expectativas. Eso es lo que anhelamos para nuestros futuros renacimientos ¿cierto? Es una ligera distorsión del nivel inicial, que después se convierte en un gran obstáculo en el nivel intermedio de motivación. Recordemos, para obtener la liberación, necesitamos tener ecuanimidad hacia todos los seres, nadie es especial. No podemos estar apegados a nuestros amigos, así que necesitamos reconocer correctamente lo que queremos decir en cuanto al objeto del que queremos liberarnos: estos renacimientos incontrolablemente recurrentes, a los que estamos realmente aferrados a un nivel emocional. 

La refutación excesiva de ello sería que, al liberarnos de los renacimientos samsáricos, dejaremos de existir, que nos extinguiremos, como una vela que se apaga. Un gran maestro Teravada, con quien hablé de esto en Tailandia, me explicó que esto no significa literalmente que termine el continuo mental. Significa que el tipo de continuo mental samsárico es lo que se extingue. No es una posición nihilista del Teravada, como algunas personas pueden pensar. 

La refutación insuficiente sería que no nos hemos desarrollado tanto como podríamos y que avanzar hacia la iluminación no es posible. En otras palabras, la liberación como arhat es un callejón sin salida. Aunque existen algunos sutras budistas que explican que el estado de un arhat es un callejón sin salida, que algunas personas no pueden avanzar hacia la iluminación; sin embargo, también está el entendimiento en muchos otros sutras, que se consideran definitivos, de que el estado de un arhat no es un callejón sin salida. Todos pueden alcanzar la iluminación, los arhats pueden seguir avanzando y llegar a ser budas.

La causa para aferrarse a vidas futuras es el aferramiento a los preciados renacimientos humanos con nuestros amigos, etc., como les estaba diciendo. En otras palabras, estamos apegados a la felicidad, al tipo de felicidad que tenemos con diversos tipos de preciados renacimientos humanos. De esa manera, podemos ver más de cerca la causa del aferramiento, que son nuestras emociones perturbadoras y nuestro comportamiento compulsivo, tanto constructivo como destructivo, generado a través del mecanismo de los doce eslabones de surgimiento dependiente, que describe el mecanismo de los renacimientos samsáricos.

Todo esto surge de nuestro no darnos cuenta de cómo existimos y cómo existen los demás. En otras palabras, pensamos en nosotros mismos en términos de ser un “yo” sólido y encontrable, y pensamos de la misma manera en nuestros amigos y seres queridos. Queremos ser felices, así que estamos sedientos de esa felicidad y de no separarnos de ella. Así que “Yo, yo, yo, no me quiero separar de eso”. Esto activa el karma que arroja, que a su vez produce los renacimientos incontrolablemente recurrentes. 

Es muy importante entender los doce eslabones de surgimiento dependiente. ¿Entienden la idea? El pensar en el “yo” sólido: “yo quiero ser feliz, yo voy a obtener esta felicidad al estar siempre con mis amigos y yo quiero continuar teniéndolos y seguir estando con ellos”. Este tipo de aferramiento nos arroja a otro renacimiento samsárico, eso es lo que impulsa todo el mecanismo, si tratamos de simplificar la manera en que funciona.  

Las desventajas de aferrarse a renacimientos bajo la influencia de emociones perturbadoras y comportamiento compulsivo es el experienciar repetidamente los altibajos de la vida. A veces nos sentimos felices y otras infelices. La felicidad que tenemos nunca nos satisface y no sabemos lo que vendrá. Y ahí están los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte; no conseguir lo que queremos, que nos sucedan cosas que no queríamos que sucedieran y demás. Esta es la clásica lista de todas las desventajas de un renacimiento samsárico.

Si lo pensamos, es realmente aburrido. Trabajamos tanto en esta vida para educarnos, para practicar el Dharma y luego envejecemos y comienza a desaparecer nuestra memoria a corto plazo, yo puedo platicarles sobre eso, es realmente terrible, luego comienza a desvanecerse nuestra memoria a largo plazo. Más adelante, no tenemos energía para practicar y lo perdemos todo cuando morimos y tenemos que comenzar otra vez en nuestra nueva vida, eso si somos lo suficientemente afortunados como para volver a tener una preciada vida humana.

Quizá nuestros instintos serán un poco mejores en nuestra próxima vida, pero tenemos que pasar por todo el viaje de la educación etc., etc.; aburrido ¿verdad? Todo esto evita que obtengamos paz mental y limita nuestra habilidad para ayudar a otros. En este momento, después de 70 años, estoy haciendo algo que es un poco de ayuda para otros, pero muy pronto, con suerte, si no resulto ser una cucaracha, si obtengo un preciado renacimiento humano, voy a ser un bebecito y no tendré siquiera control de esfínteres. ¿De cuánta ayuda seré en ese momento? Cuando lo pensamos es terrible.  

Así que es muy importante tomar en serio todo lo que tenemos que atravesar en cada vida como humanos, ni qué decir como cucarachas. Por tanto, ¿qué es lo que anhelamos? Anhelamos la liberación. Bueno, necesitamos saber lo que significa liberación ¿cómo será? Hay dos posibilidades: una es que estemos en un tipo de tierra pura y no tengamos este tipo de cuerpo que proviene del no darse cuenta, por lo que está sujeto a todos estos problemas de los que estamos hablando: nacimiento, enfermedad, vejez, etc. Se le conoce como cuerpo mental, que solo es visible a nuestros ojos y a los de otros arhats y budas. Los demás no pueden verlo, así que es un poco como un cuerpo de sueño, aunque no exactamente igual; es un cuerpo muy sutil, formado por una energía muy sutil.

Si permanecemos en una tierra pura como un arhat, podemos pasar nuestro tiempo ya sea totalmente enfocados en la vacuidad o podemos ir a estos estados superiores o dhyana de concentración absorta, en los que no tenemos sensación o sentimiento alguno. O bien podríamos estar en un periodo de logro subsecuente en el que básicamente todo aparece como una ilusión. En esas ocasiones, seríamos siempre felices, nunca infelices. Esa es la situación de ser un arhat que permanece en una tierra pura.

Otra posibilidad podría ser desarrollar la bodichita de un arhat, en cuyo caso podríamos querer permanecer en una tierra pura y seguir trabajando hacia la iluminación, o bien, podríamos manifestarnos en este mundo ordinario y trabajar en beneficio de otros mientras avanzamos en nuestro camino hacia la iluminación. No tendríamos infelicidad alguna, no tendríamos ningún tipo de sufrimiento en esos tipos de vida. Y a menos de que estemos totalmente absortos de manera no conceptual en la vacuidad, en otros momentos nuestra mente seguiría haciendo aparecer una existencia autoestablecida. En otras palabras, haría que las cosas aparecieran encapsuladas en plástico, independientes, aisladas de todo lo demás, por ponerlo en términos muy simples. 

Sobrestimar el significado de obtener el estado de un arhat sería pensar que en ese estado la mente está libre de crear apariencias de existencia autoestablecida. Como arhats, nuestra mente todavía proyecta esas apariencias engañosas, pero ya no caemos en el engaño; no las creemos ni nos aferramos a ellas como si correspondieran a la realidad verdadera, sabemos que son como una ilusión. Sobrestimarlo sería pensar que nuestra mente ni siquiera proyecta estas apariencias ilusorias. 

Otra sobrestimación del estado de un arhat es pensar que ya estamos iluminados, que tenemos cuerpo, palabra y mente iluminados, y que estamos totalmente absortos en la vacuidad todo el tiempo y que todo el tiempo tenemos una experiencia de felicidad. Ese no es el caso, eso es sobrestimar el estado de arhat.

Subestimar el estado de un arhat sería pensar que seguimos teniendo sufrimiento e infelicidad cuando nacemos en un cuerpo ordinario para continuar en el camino a la iluminación. En esa situación, no hay infelicidad ni sufrimiento. Los arhats pueden experimentar dolor, como una mera sensación física, pero el factor mental de la infelicidad no acompaña su experiencia. 

El beneficio de alcanzar la liberación es que no creemos que las apariencias ilusorias de una existencia autoestablecida que proyecta nuestra mente, correspondan a la realidad. Por eso mismo, no tenemos emociones perturbadoras, ni comportamiento compulsivo, ni el sufrimiento que conllevan.  

Además, cuando tenemos esta renuncia de ser libres de todos los sufrimientos del samsara, tenemos las bases para desarrollar la compasión que necesitamos para alcanzar no solo la liberación, sino también la iluminación. Esto es así porque la gran compasión es simplemente la mente de la renuncia dirigida a nuestro propio sufrimiento, transferida al sufrimiento de otros. Además, como un arhat, cuando desarrollamos la bodichita, estamos ya en el octavo de los diez bhumis; esta es la visión Prasánguika dentro del Gelugpa. 

¿Qué haremos una vez que obtengamos el estado de un arhat? Seguiremos trabajando hacia la iluminación, no solo pasaremos el rato en una tierra pura. 

El método para alcanzar la liberación es reconocer el sufrimiento de los renacimientos incontrolablemente recurrentes con todas sus desventajas. Necesitamos entender los doce eslabones de surgimiento dependiente, en otras palabras, la manera en que funciona el samsara, y entonces desarrollar los tres entrenamientos superiores: la autodisciplina ética, la concentración y el darse cuenta que discrimina. Necesitamos discriminar correctamente la manera en que existe y no existe el yo, para poder refutar la manera en que no existe. Necesitamos tener concentración para permanecer enfocados en eso, y la autodisciplina ética para poder disciplinar a nuestra mente a permanecer enfocada. 

No pensemos que eso es suficiente para alcanzar la liberación. En todas las enseñanzas Teravada, siempre están presentes las prácticas de los cuatro inconmensurables: el amor, la compasión, el gozo y la ecuanimidad. Así que definitivamente hay una construcción de fuerza positiva, el llamado “mérito”, que necesita acompañar a estos tres entrenamientos superiores. No hay que subestimar al camino Teravada, uno de los votos del bodisatva es no menospreciar a las llamadas enseñanzas Hinayana, que abarcan no solo las Teravada sino también a muchas otras tradiciones Hinayana. 

El último punto que vemos es la confianza en que podemos alcanzar la liberación, y esta la obtenemos porque estamos convencidos de la pureza natural de la mente y de que es posible alcanzar las verdaderas detenciones, la tercera verdad noble, con base en la naturaleza búdica.