Los eslabones que nos arrojan al renacimiento samsárico

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Estuvimos hablando acerca del primer eslabón en esta cadena de surgimiento dependiente y vimos que este es el eslabón del no darse cuenta y tiene que ver con el no darse cuenta de cómo existen las personas, tanto nosotros como los demás. Y el principal énfasis que tenemos que poner primero es en términos de nosotros mismos. Vimos que hay dos niveles de no darse cuenta: el nivel basado en la doctrina y el nivel que surge automáticamente. Hemos discutido el no darse cuenta basado en la doctrina y las emociones perturbadoras que se derivan de ello.

No darse cuenta que surge automáticamente

El no darse cuenta que surge automáticamente o ignorancia es algo que nadie tiene que enseñarnos. Todos lo tenemos en todas nuestras vidas, sin importar cómo hayamos renacido. Tenemos no darse cuenta que surge automáticamente también cuando estamos en un renacimiento animal. Esta es la idea equivocada de que existimos como personas, como individuos, que son conocibles de forma autosuficiente – en otras palabras, personas que pueden ser conocidas completamente por sí mismas, sin conocer simultáneamente nada más.

Así que todos tenemos este no darse cuenta que surge automáticamente. Si tenemos también el no darse cuenta basado en la doctrina, pensamos que hay un “yo” monolítico, no afectado, que existe de forma independiente y que puede ser conocido completamente por sí mismo. E incluso si nos damos cuenta que no se refiere a nada real, e incluso si nos damos cuenta de que el “yo” es solo algo imputado sobre un flujo siempre cambiante de continuidad de los agregados, aun así, podemos tener la idea equivocada de que puede ser conocido enteramente por sí mismo.  

¿Qué significa esto realmente? Significaría, por ejemplo, que cuando nos vemos en el espejo pensamos: “Ese soy ‘yo’”. No pensamos: “Hay un cuerpo y sobre la base de ese cuerpo me veo a ‘mí’”. Pensamos que solo nos estamos viendo a ‘mí’, por sí mismo. O – se vuelve muy gracioso – nos vemos en el espejo, pensamos que nos vemos a “nosotros mismos” en el espejo, y después decimos: “Bueno, ese no soy ‘yo’”, si es que nos vemos muy viejos o más gordos o algo así, “¡Bueno, ese no soy ‘yo’!”. Pensamos en un “yo” conocible de forma separada de la imagen en el espejo o del número que aparece en la báscula.

Esta creencia en un “yo” autosuficientemente conocible se manifiesta en muchas situaciones diferentes. Una de las más comunes es: “Quiero que me ames por ‘mí’ – no por mi cuerpo, no por mi intelecto, no por mi riqueza, no por mis posesiones – sólo ámame a ‘mí’, como si hubiera un “yo” que pudiera estar separado de estas cosas. ¿Hay un “yo” que puede ser amado de forma separada de todas esas otras cosas, sólo por sí mismo? O “quiero que me respetes a ‘mí’”, o “quiero que me pongas atención a ‘mí’”. No pensamos: “Quiero que le pongas atención a mi voz, a una voz, o a lo que estoy haciendo, y sobre la base de eso le estarías poniendo atención a ‘mí’”.

No pensamos eso, ¿o sí? Automáticamente se siente como: “Ponme atención a ‘mí’ – conocible de forma autosuficiente. Y esto conduce a toda una serie de visiones extrañas, como: “Necesito ir a la India a encontrarme ‘a mí mismo’”. ¿Qué es eso? O “soy un artista creativo, necesito expresarme ‘a mí mismo’”. O nos emborrachamos anoche y dijimos todo tipo de cosas extrañas e hicimos todo tipo de cosas raras y después decimos: “Bueno, no fui ‘yo mismo’ anoche”. ¿Quiénes éramos? Y luego tenemos todo tipo de pensamientos dualistas también: “Me consentiré ‘a mí mismo’ con un helado hoy”, “me forzaré ‘a mí mismo’ a levantarme”, como si hubiera dos personas.

Por supuesto, tenemos la misma falsa visión sobre otras personas también. Pensamos: “Conozco a Helmuts”. ¿Qué conozco? ¿Puedo conocer a Helmuts separado de conocer cómo se ve o el sonido de su voz? O “Veo a Helmuts”. ¿Qué estoy viendo? No puedo ver a Helmuts separado de ver un cuerpo. O “Estoy hablando con Helmuts por teléfono”. ¿Qué es eso? Eso es realmente raro, si pensamos en ello, “Te habla Helmuts por teléfono”. Bueno, es una voz – ni siquiera es una voz; es la vibración de una membrana que es estimulada por alguna corriente eléctrica, con una persona imputada sobre ella, y nosotros designamos a esa persona con el nombre “Helmuts”. Pero no, no pensamos eso, pensamos: “Estoy hablando con Helmuts”.

Pienso que uno de los ejemplos más comunes para nosotros como occidentales es el de: “Quiero que me ames por mí mismo. Sólo ámame a ‘mí’”. “Quiero que alguien me ame a ‘mí’, alguien que me ponga atención a ‘mí’. Y, por supuesto, basados en esa idea equivocada de un ‘yo’ que puede ser amado completamente por sí mismo, entonces tenemos todo tipo de emociones perturbadoras: “tú no me amas a ‘mí’”, y nos enojamos – y nos apegamos, sentimos codicia, deseo, celos, todo ese tipo de cosas. Eso surge automáticamente; nadie tuvo que enseñarnos eso.

Incluso cuando actuamos de forma constructiva, como al ayudar a otros, hacer cosas amables por los demás, podría estar basado en esta idea equivocada del “yo” que puede ser conocido de forma autosuficiente, de tal forma que “estoy haciendo esto, así que me amarás a ‘mí’”, o “de tal forma que ‘yo’ seré útil”, como si hubiera un “yo” que se puede conocer de forma separada que puede ser útil. Quiero decir, ¿qué es útil? El cuerpo es útil, las manos son útiles, la mente es útil – sobre la base de eso hay un “yo”, pero ciertamente no pensamos eso.

Esto es algo que tenemos que entender, que este tipo de “yo”, el “yo” falso, no existe en absoluto, no corresponde a nada real. Existimos convencionalmente como “yo”, “yo estoy hablando”, “yo estoy sentado” y demás. No es que sea alguien más. Pero ¿qué establece que exista tal cosa como un “yo” convencional? Lo único que podemos decir que lo establece es que “yo” es meramente a lo que el concepto o la categoría “yo” se refiere cuando se etiqueta sobre la base de este flujo siempre cambiante de continuidad cuerpo, mente, etc. – los agregados. Y también es meramente a lo que la palabra “yo” se refiere cuando es designada sobre esta categoría y sobre este flujo siempre cambiante de agregados.

Una idea equivocada más sutil acerca del “yo”

Ahora, incluso si entendemos que la persona, o el “yo” o el individuo, el sí mismo, como quieran llamarlo, no puede ser conocido por sí mismo, tiene que ser conocido mientras también se conoce su base de imputación, como un cuerpo o una mente o una personalidad o lo que sea – incluso si nos damos cuenta de que “yo” tiene que ser conocido de esa forma, hay otra idea equivocada más sutil que es afirmada solo por las escuelas teóricas más sofisticadas dentro del budismo.

Esta es la idea equivocada de que, aunque el “yo” es solo algo imputado sobre la base de estos agregados, sin embargo, debe haber alguna característica distintiva o marca, una característica definitoria individual del lado de la base, en otras palabras, del lado de los agregados, que permite un correcto etiquetado del “yo” con la categoría “yo”, y una correcta designación de él con la palabra “yo”. En otras palabras, pensamos que debe haber algo adentro que me hace ser “yo” y no “tú”, algo especial que me hace a “mí” ser un individuo.

Es casi como un código de barras o un código genético que está dentro, que cuando lo etiquetas con un escáner o algo parecido – ¡boom! – aparece el precio o algo así. “Hay una cosa individual adentro de ‘mí’ que ‘me’ hace ser especial y ‘me’ hacer ser un individuo”. Así que eso es más sutil y también es falso. Esto es muy interesante. ¿Cómo es que, cuando miro este cuerpo… estoy escaneando un código de barras desde su propio lado? Y entonces la respuesta surge en mi cabeza: “Helmuts”, ¿y así es como sé que es Helmuts? ¿O qué pasa si veo una serie de fotos de él desde su infancia, ¿cómo sé correctamente que todos son Helmuts? Se ven muy diferentes entre sí. ¿cómo funciona eso?

El budismo, en el nivel más sofisticado, dice: “No hay nada que se pueda encontrar del lado del objeto que lo haga ser lo que es; es puramente en términos de convención”. No podemos establecer que este es Helmuts por nada que podamos encontrar del lado de la base, este cuerpo o mente o algo. Solo podemos establecer que es Helmuts por el hecho de que está este nombre “Helmuts” y está designado sobre esto y otras personas concuerdan.

¿Qué es lo que hace que un objeto sea un objeto conocible? ¿Hay algún tipo de línea alrededor de él que lo separe del aire y cosas así, y luego, del lado de esta línea, ese es el cuerpo y ese es Helmuts? ¿Lo que está afuera de la línea no lo es? No, no hay una línea ahí. Si realmente vemos en un microscopio de electrones, es muy difícil encontrar un límite entre los átomos del cuerpo y los átomos del aire, los campos de energía y demás. Eso es establecido por la mente. Más aún, ¿hay un cuerpo aquí? ¿Hay una persona aquí? Bueno, sí, convencionalmente sí. Todos estarían de acuerdo.

Basados en no darnos cuenta de esto, porque no parece ser así, no se siente así, se siente como si hubiera algo especial acerca de “mí” y algo especial acerca de “ti” que te hace ser tan maravilloso o tan horrible. Entonces, nuevamente, surgen muchas emociones perturbadoras sobre la base de eso: “Quiero esto. Quiero que ‘tú’ me ames a ‘mí’, no a ese otro. No importa si el otro me ama a ‘mí’; quiero que ‘tú’ me ames a ‘mí’”. “Soy especial. Hay algo en ‘mí’”. Y cuando no obtenemos lo que queremos, entonces nos enojamos y nos frustramos.

Eslabón dos: Variables que afectan

Sobre la base de este no darse cuenta, obtenemos emociones perturbadoras; y motivados por estas emociones perturbadoras, obtenemos todo tipo de impulsos – éstos son el karma, el siguiente eslabón, que es llamado “variables que afectan”. El karma se refiere a los impulsos que surgen de hacer algo, sea destructivo o constructivo, basado en el no darse cuenta.

Si lo analizamos más cuidadosamente, lo que surge primero es una sensación. Basado en la codicia, digamos, “se me antoja un poco de chocolate”, basado en un deseo, básicamente. Eso no es karma. El hecho de que tengamos ganas de comer un poco de chocolate no tiene que conducir a ningún lado, ¿o sí? No tiene que llevar necesariamente a ninguna otra acción. Pero luego el karma es lo que viene después de eso, lo cual es el impulso. Es el principio del movimiento de la energía de realmente ir al refrigerador; es lo que de hecho nos conduce al refrigerador. Así que es más que solo tener ganas de comer un poco de chocolate. Y luego realmente vamos y nos atascamos con chocolate, aunque estemos a dieta y demás.

Hay muchas descripciones, muchos esquemas para analizar el karma. Solo estoy dando el más sencillo, pero lo mismo es descriptivo de: “Tengo ganas de gritarle a alguien porque me está ignorando. ¿Por qué no me está poniendo atención?”. Y entonces ahí está ese impulso que nos conduce a realmente gritar. Existe esta expresión en inglés, que es realmente rara: “¡Podría matarte! ¡Tengo ganas de matarte!”. Bueno, eso no significa que exista el impulso real de ir por una pistola y dispararle a la persona.

Así que hay una gran diferencia entre tener ganas de hacer algo y realmente ese impulso con el que vas a hacerlo. Y es lo mismo que “tengo ganas de besarte”. Eso realmente no significa un impulso de energía de “voy a ir a besarte”. Caminamos por la calle; vemos muchas personas hermosas, lo que sea que nos atraiga. Quizás sienta ganas de ir hacia esa persona y abrazarla, pero eso no significa que esa energía surja y realmente vaya y lo haga, ¿cierto?

En cualquier caso, esto tiene que ver con la conducta constructiva, la conducta destructiva, toda la conducta kármica. Y después de que la acción está terminada, dejará una tendencia de repetir la acción y una tendencia de involucrarse en situaciones en donde alguien nos hace algo similar a nosotros. O, de hecho, aún más relevante a toda esta discusión de los 12 eslabones, es una tendencia a sentirnos infelices por la conducta kármica destructiva o a sentir esta felicidad mundana ordinaria por la conducta kármica constructiva. Así que hay una tendencia para eso que puede madurar en cualquier momento. Estas son las variables que afectan.

“Tendencias” es la palabra que a menudo se traduce como “semillas kármicas”, pero no deberíamos pensar en ello en términos de un objeto físico. No es un objeto físico, como una semilla. Es una tendencia; es más abstracto. Después de todo, ¿qué es una tendencia? Hay muchas instancias de un tipo similar de experiencia, como estar infeliz hoy, mañana, esta vez, aquella vez, estar deprimido. Sobre la base de eso diríamos: “Bueno, esta persona tiene una tendencia a deprimirse, a ser infeliz”. Esa es una tendencia. Es como de lo que hablábamos antes: algo que es imputado sobre una continuidad de cosas similares.

Ese es el segundo eslabón, las variables que afectan – afecta cómo vamos a experimentar las cosas y es una variable, cambia.

Eslabón tres: Conciencia cargada causal y resultante

Si una tendencia es algo que está meramente imputado en diversas experiencias similares, ¿cuál es la base para ello? La base para ello es, por supuesto, la mente, la conciencia. Sin entrar en detalle en lo que significa “mente” en el budismo, solo digamos para nuestros propósitos que conciencia es la facultad con la que experimentamos cosas. Subyace todos los momentos de nuestra vida. Y podemos hablar de ella en términos de – dependiendo del sistema filosófico dentro del budismo – la conciencia mental, la conciencia almacén, incluso podemos hablar de esto en términos de la mente de luz clara.

No importa; cierto nivel de la mente va a ser la base sobre la que estas tendencias son imputadas. Y no solo son “proyectadas”. “Proyectadas”, como dije, implica que es completamente falso. Convencionalmente, están estas tendencias. No son algo inventado. Dado que tenemos tipos similares de conducta, podemos reconocer las tendencias y patrones imputados sobre ellas; podemos ver cómo las cosas encajan.

Es como cuando tenemos la tendencia de beber mucho alcohol; si podemos reconocer esa tendencia, esto nos ayuda a identificar qué tipo de problema podríamos tener y en qué necesitamos trabajar. Así que no hay nada de malo en eso, es de utilidad. El problema, por supuesto, es cuando hacemos algo sólido de estos patrones o estas etiquetas y nos identificamos con ellas y pensamos que son inmutables, no afectadas por nada, eternas, sólidas. Y entonces, por supuesto, se vuelve muy difícil cambiar: “soy una persona deprimida”, “soy una persona irritable, así que cuídate”. “Tienes que aprender a vivir conmigo, porque así es como soy”. Así somos, ¿no es cierto? Pensamos: “soy alguien que necesita mucho afecto” y demás. “En nuestra relación no estás demostrándome el afecto suficiente. ¿No te das cuenta que esa es la clase de persona que soy? Necesito eso”. Así que es posible que exista una tendencia a actuar así, pero esa no es nuestra verdadera identidad para siempre, fija, inafectada por nada. Pero cuando creemos eso, obviamente tenemos muchas emociones perturbadoras.

Así que tenemos este tercer eslabón, el eslabón de la conciencia, el cual es la base para llevar estas tendencias kármicas. Esta conciencia es una continuidad; la llamamos “conciencia cargada” porque está cargada con estas tendencias; tiene dos fases: la fase causal y la fase resultante. La fase causal es en una vida y tiene varias tendencias kármicas imputadas sobre ella. Y está la conciencia cargada resultante, que es en un próximo renacimiento. Estas tendencias son imputadas en ambas fases de la conciencia.

Podemos ver que existen ciertas tendencias en ejemplos de dos vidas de una persona, tendencias que se repiten, que se encuentran en una vida y también en la otra. Para la mayoría de nosotros es muy difícil realmente obtener alguna evidencia al respecto, pero hay algunos tulkus tibetanos, lamas reencarnados, como mi propio maestro, Serkong Rinpoche. Lo conocí muy bien en su vida anterior, lo conozco muy, muy bien en esta vida, su siguiente renacimiento; y existen muchas tendencias que uno puede ver que son continuidades de su vida previa.

Lo vemos también en los niños pequeños, aún infantes, que poseen ciertas tendencias. Hay algunos que lloran todo el tiempo y están muy enojados y otros que son muy callados y plácidos. Podemos verlo incluso entre los pollos, entre animales: tienen diferentes personalidades. Estas son tendencias que llevan de sus vidas pasadas.

Eslabón cuatro: Facultades mentales nombrables con o sin forma burda  

Cuando hablamos de una próxima vida contamos con el tercer eslabón en su fase resultante, la conciencia cargada; después de eso, los siguientes eslabones son la secuencia de cómo se desarrolla un feto en esa vida. Si vamos a nacer como humano o como animal, de un útero; el siguiente eslabón describe cómo se desarrolla en el útero.

Primero tenemos el cuarto eslabón, las facultades mentales nombrables con o sin forma burda. Esto se refiere al desarrollo de los agregados. Existen cinco agregados y no los daré en su orden tradicional, pero existe la conciencia -es lo que se da cuenta de la naturaleza esencial de las cosas. Pero en este punto no está diferenciada todavía en los diferentes tipos de conciencia sensorial, solamente en general: conciencia mental, básicamente.

Luego existen los diferentes objetos de la conciencia, el agregado de la forma, que incluye, no solamente el cuerpo, sino también los diversos objetos sensoriales de los que nos damos cuenta. Bueno, en el primer momento de la próxima vida todavía no nos damos cuenta de varios objetos, no tenemos los aparatos para eso, así que “con o sin forma burda”, se refiere a una base física para la conciencia.

Y existe el agregado de la distinción, que algunas veces es llamado “reconocimiento”, el cual es solamente la habilidad para distinguir una cosa de otra, como la luz de la oscuridad. No está necesariamente asociado con palabras, nombres, conceptos ni nada parecido. Pero, en esta etapa, el feto o el embrión o como sea que sea quieran llamarlo, no está lo suficientemente desarrollado aún para ser capaz de hacer eso.

Y está el agregado de la sensación, el cual se refiere a una sola cosa: sentir un nivel de felicidad o infelicidad, en algún lugar de ese espectro. Solo se refiere a esto. Y nuevamente, aún no estamos en una etapa lo suficientemente desarrollada como para ser capaces de experimentar felicidad o infelicidad.

Luego está el agregado de otras variables que afectan, que es todo lo demás que cambia, todas las emociones, la concentración, la atención y todas esas cosas que realmente aún no están desarrolladas en esta etapa.

Así, en un principio se le llama facultades mentales nombrables: podemos dar el nombre, existe el potencial para todo esto, pero aún no están operando del todo.

Ahora, dice con o sin forma burda; esto se refiere a los tres planos de existencia descritos en las enseñanzas budistas: el plano de los objetos sensoriales deseables, el plano de las formas etéreas y el plano de los seres sin forma. Así que la forma burda sería un tipo de cuerpo de elementos burdos, este plano de los objetos sensoriales deseables, o también podrían ser formas sutiles etéreas, como en el plano de las formas etéreas. “Con forma burda” es con elementos burdos o con elementos sutiles, y “sin forma” es el plano de los seres sin forma, en el cual el cuerpo es solamente la energía más sutil que sostiene la mente de luz clara. Eso es todo; no está asociado con ninguno de los elementos burdos o sutiles.

Esto se vuelve un problema muy interesante y un punto en el que podríamos tener mucha confusión, no es tan fácil: “bueno, ¿cuál es la relación entre la mente y el cuerpo?”. Digamos que, si vamos a nacer como humanos, tenemos los elementos del esperma y óvulo de los padres, ¿y acaso la conciencia va adentro? Entonces tenemos toda la idea del atman que vive dentro de la casa de estos elementos y luego los utiliza. No es así. Así que ¿cuál es la relación? ¿Qué está ocurriendo aquí?

¿O está de alguna manera contactándolo y poseyéndolo ahora, como cuando se compra una vaca? ¿O es como una de esas grúas (una de esas grandes bocas de metal que bajan y recogen la tierra y la mueven a alguna parte)? ¿La conciencia es algo así? ¿Con una gran tenaza o una enorme boca que agarra y luego se engancha en el esperma y en el óvulo y viaja sobre ellos? ¿O qué? Y el esperma y el óvulo ¿solamente salen de nuestra mente? Bueno, no creo que nuestros padres piensen eso, ¿o sí? Así que no es un problema muy fácil de entender.

Si vemos las enseñanzas, dicen que la conciencia, la mente, es actividad mental. No hablan de una cosa. No hablan de un objeto que hace el pensar y que hace el ver. Es la actividad misma y es individual y subjetiva. No es que exista “una gran mente” a la que estamos conectados. Y si hablamos de actividad mental, debe haber alguna clase de base física para ella. Si vemos solamente el nivel más sutil, el nivel de la mente de luz clara, diríamos que esa es la mente más sutil y que existe la energía más sutil o el viento más sutil, el cual decimos que lo “soporta”. ¿Pero qué significa eso realmente?

La explicación simple de eso es que el viento más sutil es como el caballo ciego y la conciencia es como la persona sin piernas sentada en el caballo, pero que tiene ojos y puede dirigirlo. Sin embargo, ésa es una manera bastante ingenua de explicarlo, como primer nivel de introducción a esta idea. No son dos cosas totalmente separadas que están pegadas una a la otra. Estamos viendo una cosa, un fenómeno, un paquete, y podría ser descrito de dos formas diferentes.

Podríamos describirlo desde el punto de vista de la actividad mental, podríamos describirlo desde el punto de vista de la energía de la actividad mental, pero no existen de forma separada. La actividad no existe separada de la energía de la actividad. La energía de la actividad no existe separada de la actividad. Así, en el reino de la no forma, lo único que se tiene en términos de cuerpo es esta energía más sutil. Es una base física para ello, realmente es la actividad mental desde un punto de vista físico.

Ahora la pregunta es: ¿qué ocurre en términos de una base física más burda para esta energía? Y como he dicho, esto se vuelve muy difícil porque parece como si este paquete de la mente y la energía más sutiles etiquetadas sobre el “yo” convencional, con todas las diferentes tendencias kármicas y demás etiquetadas sobre él, en un sentido activa o se coloca en la parte superior de los elementos burdos, digamos un esperma y un óvulo, y los afecta y demás. Pero ¿está manipulando los elementos del cuerpo?

Esto conduce a todo el asunto de lo que es separable. La visión incorrecta es que existe un yo por sí mismo que es separable de todo y que activa todo esto. El budismo dice que no existe tal cosa como un yo completamente por sí mismo. El “yo” siempre tiene una base para su imputación; no puede existir ni ser conocido por sí mismo. En última instancia, el “yo” es algo imputado sobre la continuidad de esta mente más sutil y esta energía más sutil. De la misma manera, el “yo” es imputado sobre la continuidad de los elementos más burdos de un cuerpo físico con los que la energía más sutil está asociada y con los niveles más burdos de la mente y los factores mentales con los que la mente más sutil está asociada. En otras palabras, con el renacimiento se tiene una base de imputación del “yo” más grande y más burda. Todas las células del cuerpo, todos los elementos están cambiando todo el tiempo. No tenemos ninguna célula en nuestro cuerpo ahora que somos adultos que sea la misma que cuando éramos un bebé. Todo ha cambiado. Pero existe una continuidad y el “yo” está etiquetado sobre eso. Y no existe un código de barras del lado de ese cuerpo que haya provisto la continuidad que le permitiría ser siempre el mismo yo, solamente ha seguido la causa y el efecto.

Verán, el problema aquí, y esto es difícil de expresar, la confusión yace en lo que mencioné antes, que es confundir la mente de luz clara o el paquete de la mente de luz clara y la energía más sutil con el atman hindú. Si llamamos a eso yo, lo cual es básicamente identificar lo que está siendo etiquetado con la base de etiquetado, si cometemos ese error entonces caemos en el extremo hindú de que esto es lo que está activando o se está apoyando en los elementos burdos.

Permítanme intentar encontrar una analogía para esto. Tal vez no sea una analogía tan precisa, pero quizá sea un poco de ayuda. Con frecuencia utilizo el ejemplo de una película: tenemos una cinta, una película, como Lo que el viento se llevó. “Lo que el viento se llevó” es un nombre, es un título y está etiquetado sobre una secuencia de escenas, y las escenas también pueden estar contenidas en una película o en un artefacto digital, así que también hay una base física, pero está etiquetada sobre toda esa continuidad, sobre toda la secuencia de la película.

Bien, así que tenemos la película, tenemos cierta base física de la película, y tenemos el título. No es que en cada escena de la película haya un pequeño código de barras que dice “Lo que el viento se llevó”, o un sellito. Así que ¿qué es Lo que el viento se llevó? No es la base, no podemos ver todos los momentos de la cinta simultáneamente, ¿o sí? No podemos, obviamente. Y no es el rollo de toda la película que está en el piso. Lo que está siendo etiquetado aquí, “Lo que el viento se llevó”, no es la base, es a lo que el título se refiere en términos de esta base.

En nuestra analogía, la película que es visible y su información digital o su información fílmica, eso sería como la mente de luz clara y la energía más sutil. Y el “yo” sería como “Lo que el viento se llevó”, lo que está etiquetado sobre eso. Pero la película debe ser reproducida en algo, así que podría ser reproducida en una pantalla de cine, en un televisor, en una computadora; puede ser reproducida en muchas bases físicas más burdas. Eso sería como la forma burda de un cuerpo, los elementos.

Quizá en este ejemplo la información digital es más análoga a las tendencias, no lo sé. Es solamente una analogía, así que no es exacta. Pero lo que ven, el contenido real de la película, y alguna clase de base física sutil de ella, digamos luz o alguna cosa similar, es el nivel sutil. Existe siempre lo que es etiquetado como “Lo que el viento se llevó”, indistintamente de qué se está reproduciendo. Y entonces esto podría reproducirse en cualquier pantalla física. En un sentido, lo que veríamos y alguna clase de portador físico de ella, la luz o información o lo que sea, esa es la cosa más sutil, que siempre está ahí, eso es continuidad, y el “yo” está etiquetado sobre eso.

Pero eso no es el “yo”. Entonces ¿qué es lo que se reproduce en la pantalla? Pensamos que es “Lo que el viento se llevó”, pero realmente es la información con alguna cosa física que se está proyectando en la pantalla, etiquetada como “Lo que el viento se llevó”. ¿Siguen la analogía, más o menos? Se me está ocurriendo ahora, no había pensado realmente en esto antes. Entonces, ahora la película “yo” está siendo reproducida sobre la base de este cuerpo y en la siguiente vida la película “yo” se reproducirá de nuevo sobre la base de otro cuerpo, justo como “Lo que el viento se llevó” está siendo mostrada ahora en esta pantalla y en esta computadora y en este cine, etc.

Pero no es un yo completamente por sí mismo que se está reproduciendo sobre la base de este cuerpo. Esa es la falacia hindú, que existe un yo sólido semejante. No es así. Es el “yo” que es etiquetado sobre la mente más sutil y el viento y una película que entonces está asociado con los agregados más burdos, en este caso provenir del esperma y el óvulo de los padres, como la pantalla en el cine.

¿Es el mismo contenido cada vez? No, es una continuidad. Estamos hablando de un “Lo que el viento se llevó” que no tiene principio ni final, como una telenovela que tiene un número incontable de episodios, que continúa para siempre, y es un episodio a la vez en una pantalla diferente, eso es más análogo, “El intrépido y la hermosa” o lo que sea, la telenovela con la que estén familiarizados, sus interminables episodios, sin principio, episodios infinitos del “yo”.

Pero no, “¡Ah, YO! “YO”, protagonizada por: ¡YO! Y ahí estoy yo”. Déjenme controlarme para no ponerme tonto, pero eso no es tan tonto: este es el “yo” convencional, pero pensamos que esta es la película “YO” estelarizada por el yo especial, “soy la gran estrella y todos deberían verme”, y entonces conseguimos los índices de audiencia: “¿cuántas personas me vieron hoy?” “¿Cuántos likes recibí?”.

Así que el “yo” imputado sobre la mente de luz clara no es eso. Es solo algo imputado sobre la continuidad de la mente de luz clara.

Entonces, este es el eslabón cuatro, facultades mentales nombrables con o sin forma burda – el principio del feto.

Eslabón cinco: estimuladores de la cognición

El siguiente eslabón es el número cinco, los estimuladores de la cognición. Esto se refiere a que, cuando se es un feto, hay tal desarrollo del agregado de la forma -en los elementos- que se comienzan a distinguir los diversos sensores cognitivos, en otras palabras, las células que serán capaces de percibir lo visible, las que serán capaces de percibir sonidos, las que serán capaces de percibir sensaciones físicas, etc. Originalmente no están diferenciadas unas de otras, no están lo suficientemente desarrolladas; pero en esta etapa están diferenciadas unas de otras y también existe la información de los diferentes sentidos. Estos son los llamados “estimuladores de la cognición”. Eso es lo que está ocurriendo en este punto.

Eslabón seis: darse cuenta que contacta

Luego el siguiente eslabón, el siguiente paso en el desarrollo del feto, es llamado “darse cuenta que contacta”. Esto es con frecuencia traducido solamente como “contacto” por lo que muchos de ustedes piensan incorrectamente que se refiere a un acto físico de contacto. No lo es. Este es un factor mental; es una forma de darse cuenta de algo.

Así que en el paso anterior, las bases físicas para los diversos sentidos están diferenciadas unas de otras, aún si es solamente en una forma muy primitiva. Y ahora, cuando existen los diferentes tipos de conciencia sensorial, digamos en el útero, si hablamos de un humano, entonces existe el darse cuenta de cierto tipo de objetos sensoriales como placenteros, desagradables o neutros, así que involucra, en un sentido, una forma de considerar.

Este es un factor mental que es muy difícil de comprender, muy difícil realmente. Pero pensando al respecto -al menos esta es mi comprensión de él hasta el momento- si hablamos de él, no en el útero, sino en cómo funciona también fuera del útero: vemos a alguien y el ver a esa persona, el darse cuenta cuando contacta: “veo a un cierto tipo de persona luciendo de un cierto modo; y el darse cuenta que la está contactando es placentero”. Estamos hablando de la experiencia de placer o displacer.

Literalmente, las palabras que se utilizan en tibetano para ello son que “viene a la mente” o que “no viene a la mente”, así que viene a la mente muy fácilmente, muy placenteramente, o no viene a la mente. Es muy placentero ver a alguien que luce de esta forma y no es tan placentero ver a alguien que luce de aquella forma, lo cual proviene básicamente del hábito, ¿verdad? Es una forma de -no literalmente, porque ellos utilizan la palabra “experimentar otra cosa”- pero es una forma de percibir algo como placentero, desagradable o neutro. Ese es el darse cuenta que contacta.

Eslabón siete: sentir un nivel de felicidad

El siguiente eslabón, sentir un nivel de felicidad, es la respuesta al darse cuenta que contacta. Como dije, el darse cuenta que contacta parece tener que estar asociado con la forma en la que consideramos: “considero esto agradable”, “considero esto desagradable”. Sentir un nivel de felicidad o infelicidad es: “en respuesta a eso, me siento feliz o infeliz”. No es tan fácil realmente distinguir la diferencia.

De nuevo, como Serkong Rinpoche siempre decía: “regresa a las palabras”, las palabras reales, y la expresión que utilizaba era: “Puedes ordeñar”, como ordeñar una vaca, “ordeña el significado de las palabras”.  Bien: “placentero”, “desagradable”, literalmente, “viene a la mente” o “no viene a la mente”. Entonces el objeto, digamos que lo que nosotros consideramos un rostro bonito, bueno, eso es etiquetado mental, por supuesto, basado en hábitos, gustos personales, desagrados, etc. provenientes de hábitos previos, de tal forma que lo consideramos como placentero.

Verán, queremos utilizar en este contexto la palabra “experiencia” y “sentir”. Una experiencia está realmente con el sentir. La sensación, dicen, es cómo experimentamos la maduración de nuestro karma. Ah, esa es la diferencia. Existe una diferencia entre experimentar el objeto y experimentar la maduración de nuestro karma. Al menos esto es lo que pienso ahora. Así que estamos experimentando el objeto como placentero, viene a la mente fácilmente, y ahora: ¿cómo experimentamos la maduración de nuestro karma? En respuesta a esto es que: “Me siento feliz experimentando esta cosa placentera”. O podríamos sentirnos infelices.

Por lo general, dicen que tiene que corresponder: si es agradable nos sentimos felices, si es desagradable nos sentimos infelices. No existe nada engañoso acerca de lo placentero o lo desagradable. La pregunta obvia es: ¿un buda experimenta las cosas como placenteras y desagradables? No lo creo. Un buda experimentaría todo como placentero. Un buda ciertamente no tendría darse cuenta que contacta, el cual es parte de los doce eslabones; es parte de los agregados manchados. Un buda se da cuenta de todo simultáneamente, en forma omnisciente. Y un buda está experimentando la dicha inmaculada de estar libre de todos los obscurecimientos y no experimentar la felicidad o infelicidad que es la maduración del karma.

Es una pregunta muy interesante. Está un poquito fuera del tema, pero completa lo que hablamos justo hace un momento sobre el cuerpo. El Buda no posee agregados manchados. El Buda posee lo que se llaman “agregados no manchados”, los cuales no son recibidos de la falta de darse cuenta. Lo que experimenta un buda es generado por compasión, no por karma. ¿Y qué hay acerca de los elementos del cuerpo de un buda, los elementos burdos del nirmanakaya? Esta es la pregunta interesante.

Me parece que no podemos decir que los elementos por sí mismos sean manchados o no manchados. Se vuelven manchados o no manchados en términos de la mente, de la continuidad mental que está asociada con los elementos físicos del cuerpo. Así que, si los elementos de un cuerpo burdo están asociados con una conciencia manchada, manchada con no de darse cuenta, entonces los elementos del cuerpo serán una base física para experimentar el sufrimiento de la infelicidad y el sufrimiento del cambio, de nuestra felicidad ordinaria. Si los elementos están asociados con una conciencia no manchada de un buda, no son la base para experimentar el sufrimiento del sufrimiento o el sufrimiento de la felicidad ordinaria.

Algunas veces dicen que el Buda no tiene conciencia, pero eso significa los niveles burdos de la conciencia. Un buda solamente tiene la mente más sutil, la mente de luz clara; pero, en cualquier caso, la pregunta es: ¿los elementos del cuerpo de un buda están sujetos a las leyes físicas de la impermanencia? Y me parece que tendríamos que decir que sí, que hay una diferencia entre afirmar que “todo lo que se une inevitablemente se separará por haber dependido de causas y circunstancias, las leyes básicas de la impermanencia” y preguntar “¿se enfermará inevitablemente un buda?”. Eso es otra cosa.

Bueno, los budas sí tienen control sobre los elementos. Si un buda quisiera que los elementos del cuerpo vivieran una vida muy, muy larga, podría hacerlo. Sin embargo, si un buda no lo hace, entonces simplemente los elementos se separarán de forma natural… lo que sea que se une se separará. Aryadeva lo dijo muy claramente. De esa forma, el Buda tiene agregados no manchados.

¿Un buda tiene darse cuenta que contacta basado en hábitos, ver algunas cosas como placenteras y algunas como desagradables? Tendríamos que decir que no, que eso está mezclado con confusión, basado en el hábito, costumbre, información de la sociedad, toda clase de cosas. Un buda no está sujeto a eso. Un buda experimentaría todo simultáneamente, como dije, con un darse cuenta dichoso no manchado que no proviene del karma, sino de estar libre de todos los obscurecimientos.

Pero en términos de la situación samsárica de nuestros 12 eslabones, ahora el feto está totalmente desarrollado y experimentando los resultados del karma como un nivel de felicidad, el agregado de la sensación, tanto la infelicidad -este es el primer tipo de sufrimiento- como el resultado de las tendencias negativas de la conducta destructiva, como nuestra felicidad ordinaria, la cual es el sufrimiento del cambio, como la maduración de las tendencias kármicas positivas provenientes de la conducta constructiva.

Este es un buen lugar para detenernos por hoy, ya que los siguientes eslabones describen cómo activamos estas tendencias kármicas. Las activamos en nuestra respuesta a estas sensaciones de felicidad e infelicidad. Este es realmente un punto muy importante, pues realmente el problema no es tanto: “encuentro que el chocolate es un sabor agradable y me siento feliz cuando lo pruebo”, ese no es realmente el problema. El problema real es todo el apego y otras cosas que surgen a partir de eso.

La razón por la que es importante es para saber en qué trabajar. El problema no es que “me gusta el chocolate”. Me gusta el chocolate; te gusta la fresa, te gusta esto, te gusta aquello. ¿Y qué? Todas esas son varias cosas de las que tenemos un darse cuenta que contacta placentero y nos sentimos felices cuando las experimentamos. El problema es el apego y demás que está involucrado en la respuesta. En eso es en lo que tenemos que trabajar, no sentirnos mal porque “me gusta esto” o “me gusta aquello”. Algunos practicantes fanáticos piensan: “no me debería gustar nada. Solamente debería gustarme sentarme aquí en perfecta meditación, como una estatua”. Este es un extremo fanático.

A todos los grandes lamas les gustan ciertas cosas. ¿Están apegados a ellas? No. A Su Santidad el Dalái Lama le gustan las papayas, ¿y qué? Eso es muy bueno. Le pueden conseguir papaya cuando él viaja y le gusta eso, lo disfruta, sentirá felicidad comiendo la papaya. Si no consigue la papaya, no hay problema. Así que ese no es el problema, que les guste esta u otra clase de comida.

¿Hay alguna pregunta acerca de lo que discutimos hoy?

Preguntas

¿Entonces para qué sirve la liberación o la iluminación? Si no hay atman, no hay alma, no hay “yo”, no hay nada básicamente. ¿Entonces por qué hacemos todas estas prácticas y todo esto?

Esta es la confusión que muchas personas tienen acerca de estas enseñanzas, la cual es que “es una posición totalmente nihilista que está negando y refutando todo”.

Aún existimos, convencionalmente existe un “yo”. Simplemente no es algo que exista en formas imposibles. No existe como algo por sí mismo, totalmente independiente de todo, no afectado por nada, o que puede ser conocido por sí mismo, o que tiene algo desde su propio lado que lo hace especial. Esa clase de yo no existe. Pero el “yo” convencional sí existe.

Existe la experimentación subjetiva, individual de las cosas y sobre esa base etiquetamos “yo”, “yo estoy experimentando”. ¿Qué establece el “yo?” Bueno, nada del lado de la mente o de la experiencia. La única cosa que establece que existe un “yo” es la palabra “yo” que puede ser etiquetada. Así que esa clase de “yo” es la que existe.

Pero ese es solamente el nombre, la etiqueta, ¿correcto?

Bueno, la etiqueta se refiere a algo. Lo que el viento se llevó no es solamente el título. Lo que el viento se llevó es una película real a la que el título se refiere. Lo mismo ocurre con la palabra “yo”.

¿Entonces exactamente qué es imputado o etiquetado por el nombre “seres sensibles”?

Un ser sensible es, como estaba explicando, una persona con una mente limitada. Y es una categoría, porque existen muchos seres sensibles individuales y todos ellos son individuos, pero no existen totalmente aislados unos de los otros. Todos tenemos nariz, pero mi nariz no es tu nariz. Así que ¿qué es una nariz? No es que todos compartamos la Gran Nariz en el cielo. No es así tampoco. Pero podrían decir las características definitorias de una nariz. ¿Cuáles son las características definitorias de una nariz?

“Sobresale de entre los ojos y puedes usarla para respirar”. ¿Un pollo tiene nariz? ¿Un gusano tiene nariz? ¿Un gusano respira? Entonces, ¿qué es una nariz? Esto es muy interesante. Y ¿dónde comienza la nariz en nuestra cara? ¿Hay una línea que separe la nariz de la mejilla? La gente inventó una definición, la escribió en el diccionario y eso es lo que es una nariz, pero no podemos realmente encontrar eso del lado de la cara de alguien. Pero convencionalmente todos tenemos nariz y son individuales.

Entonces es lo mismo con “nariz,” es lo mismo con “ser sensible”, es lo mismo con “yo”. A Su Santidad el Dalái Lama le encanta utilizar la nariz como ejemplo, porque es un ejemplo tonto y, dado que la gente tiende a reír cuando se utiliza el ejemplo de la nariz, esto aligera un poco el ambiente. De lo contrario, algunas veces se ponen muy tensos tratando de comprender algo difícil. Así que es un buen ejemplo.

Pero este es un punto muy, muy difícil. ¿Cómo es que existe un “yo” convencional, aunque estemos hablando mucho de la vacuidad, la ausencia de un yo imposible? Y este es un punto central de toda la discusión filosófica: ¿cómo se establece el “yo” que realmente existe? La solución zen para alguien que hace esa pregunta de: “bueno, nada existe, yo no existo, etc.” ¡es pegarles con un palo! Y después cuestionan: ¿quién sintió eso? ¿Sentiste eso? ¿No existe el ‘tú’?”.

Dijo que no existe una clase de Gran Mente a la cual todos estamos conectados. Pero entonces la pregunta es ¿todas las mentes son del mismo tamaño?

Cuando hablamos de la mente, estamos hablando de actividad mental, así que el tamaño es irrelevante; el tamaño es una cualidad de algo físico. ¿Todas tienen la misma capacidad? Sí, pero la capacidad puede ser limitada por el hardware en el cual está funcionando. Lo que una mente puede comprender sobre la base de un cerebro humano es  muy diferente de lo que puede comprender sobre la base de un cerebro de gusano.

Ahora, si empezamos a analizar esto más a fondo nos meteremos en cosas raras. No sé si realmente queremos ponernos raros ahora. Pero la mente de luz clara tiene una cierta energía que está asociada con la energía más sutil. Después, esto se va a asociar con los elementos burdos del cuerpo. Basados en eso, podemos tener sensaciones en todo el cuerpo, en diferentes partes del cuerpo. Así que no voy a entrar en un análisis detallado de todo esto, pero la pregunta entonces es: ¿cómo es que se dan cuenta de algo que está fuera de su cuerpo? ¿La energía sale hacia eso? ¿La energía de ese objeto entra al cuerpo?

Como un buda es omnisciente, eso quiere decir que la energía más sutil de un buda está en la base de todo. Y si está en la base de todo, entonces esa es la explicación de cómo un buda puede manifestarse simultáneamente en todas partes. Ahora comienza a ponerse muy extraño, porque entonces debemos ser muy cuidadosos de no caer en el extremo del atman, de que el atman es del tamaño del universo. Entonces nos metemos en cosas sutiles muy, muy extrañas. Vean el problema: la mente de luz clara de un buda es omnisciente toma todo como su objeto, así que la energía penetra en todas partes. Si pueden etiquetar el “yo” de un buda sobre eso, ¿están etiquetando el “yo” de un buda sobre el universo? ¿Tienen una cosa atman/Brahma?

Bueno, no, no la tienen. Y es el mismo asunto de lo que estaba diciendo en términos de la conexión de la mente de luz clara y la mente más sutil con los elementos burdos del cuerpo. Así que necesitamos ser muy, muy cuidadosos en este punto. También tenemos que tener en cuenta que toda esta discusión es dentro del contexto de la filosofía india y básicamente todos ellos están hablando de los mismos asuntos y solamente los resuelven de manera diferente. Para realmente apreciar el budismo indio, tenemos que comprenderlo dentro del contexto del hinduismo, el jainismo y todas esas otras filosofías.

El budismo y todos los demás sistemas indios dicen que la energía sale a percibir los objetos, así que mi atención va hacia al objeto. Los sistemas occidentales dicen que la información entra, así que es muy, muy diferente. Y debo decir que no recuerdo cómo opera eso realmente. Una vez escuché una explicación de ello, pero no la recuerdo. Tengo que buscarla. Es un punto difícil; es un punto muy difícil.

Existen muchas discusiones acerca de: ¿podría esa conciencia o esa energía ser una cosa sólida, verdaderamente existente, que sale? ¿Y cómo sale? ¿Primero notó que había algo y entonces sale a mirarlo? Eso no tiene ningún sentido. ¿O no notó nada, sale ciega y entonces de pronto ve algo? Esto comienza a ponerse muy extraño y estos son los argumentos que se utilizan para refutar que esta conciencia o sensores cognitivos o poderes y demás, sean una cosa sólida que se puede encontrar. Pero esa es una discusión más avanzada acerca de la vacuidad.

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