La práctica diaria de un bodisatva

Versos del 32 al 37

No hablar de las fallas de otros

Hemos revisado el texto de Gyalse Togme Zangpo, 37 Prácticas del bodisatva, y llegamos hasta el verso 31. Ahora, revisaremos el resto del texto. 

(32) La práctica de un bodisatva es no hablar acerca de las fallas de una persona que ha entrado en el Mahayana, porque si bajo el poder de emociones y actitudes perturbadoras, hablamos de las fallas de otros que son bodisatvas, nosotros mismos degeneraremos.

Normalmente, sentimos que está muy bien chismear. Cuando alguien nos dice noticias emocionantes o extrañas, no solo escuchamos, sino que estamos desesperados por saber más y más. El simple hecho es que, cuando le damos entrada a este tipo de basura en nuestra mente, automáticamente nos hace juzgar u odiar a otros. Antes incluso de conocer a alguien, ya tenemos toda la información y contenido en nuestro cerebro, formando una imagen muy negativa de la otra persona. Si chismeamos, debe haber darse cuenta de lo que estamos haciendo.  

Hay un dicho sobre Las Vegas, porque las personas van ahí por diversión y hacen travesuras. Entonces, vuelven y dicen: “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”. Es lo mismo aquí. Si chismeamos, entonces hagámoslo, pero – y este es un gran pero – no dejen toda la basura del chisme en su cerebro; para nosotros esto es difícil de hacer. 

Con toda seguridad, los bodisatvas no chismean. Si hablaran mal de los demás, automáticamente las conexiones kármicas positivas que han hecho con los seres sintientes se perderían. Esa es la razón por la que los bodisatvas tratan de ver, no solo las buenas cualidades de sus gurús, sino de todos los seres sintientes. Ignoran las cosas negativas de los seres sintientes. Para poder construir buenas conexiones con los seres sintientes, necesitamos ver su amabilidad, cómo son amables con nosotros. Si menospreciamos a los demás, eso solo nos afecta negativamente a nosotros mismos. 

Renunciar al deseo por fama y respeto 

(33) La práctica de un bodisatva es deshacernos del apego a los hogares de familiares y amigos y a los hogares de mecenas, porque bajo el poder de (desear) ganancia y respeto, pelearemos los unos con los otros y nuestras actividades de escuchar, pensar y meditar declinarán.

Esto es especialmente peligroso para lamas y gueshes y para personas que son famosas. Mi amigo italiano, un monje, solicitó estas enseñanzas, y todos ustedes han venido también. Si mi motivación no fuera buena y asistieran cada vez menos personas, quizás estaría preocupado. Daría las enseñanzas, pero dentro de mí tendría la expectativa de volverme popular y quizás recibir más donaciones, tener una mayor audiencia y más me gusta en Facebook. ¡Esa es la preocupación de esta generación! He visto investigaciones que muestran que la mayor preocupación de esta generación es no tener Wi-Fi. Y tener la batería baja del celular es la segunda mayor preocupación. Es muy interesante cómo estas cosas cambian a lo largo del tiempo. 

Entonces, la motivación es muy importante. Si mi motivación no es correcta, eso sería bastante malo. Por eso es que intentamos hacer plegarias al inicio, para motivarnos a nosotros mismos, para recordarnos por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo. Entonces, si la cantidad de público que tengo disminuye, no me importa porque mi motivación es solo dar lo mejor para las personas que sí acudieron. No estoy diciendo que soy el mejor o el más hábil, pero quiero entregar el mensaje que mis maestros me transmitieron a mí. Trato de ser su mensajero. 

Si tengo un patrocinador desde hace mucho tiempo y luego otro Rinpoche se vuelve muy famoso y mi mecenas de repente empieza a donarme menos a mí y le da mucho dinero al otro Rinpoche, automáticamente surgen los celos, el odio y el enojo hacia el Rinpoche y hacia el mecenas. Esto sucede automáticamente, con seguridad. Así, esto es peligroso para nosotros, los lamas y Rinpoches, si nuestra mente no es tan estable. Eso no solo daña la salud física y mental, sino que también derriba nuestra práctica de muchas maneras.

Abandonar el uso del lenguaje ofensivo

(34) La práctica de un bodisatva es deshacernos del lenguaje ofensivo desagradable para la mente de otros, porque las palabras ofensivas perturban la mente de otros y causan que nuestras formas de conducta de bodisatva declinen.

Un estudiante que conozco siempre dice que se sentiría menos perturbado si su maestro lo golpeara, que si utilizara palabras ofensivas. Las palabras ofensivas se quedan con nosotros durante mucho tiempo. Cada vez que pienso en mi propio maestro, puedo recordar las palabras duras que me dijo, y aún me duelen. Cuando se dicen palabras ofensivas, los sentimientos negativos quizás durarán una semana o dos, pero las recordaremos incluso muchos años después. ¡Por eso es que este estudiante siempre dice que preferiría ser golpeado! 

Conforme aprendemos acerca de las diez acciones constructivas, veremos que hay tres relacionadas con el cuerpo, tres relacionadas con la mente y cuatro relacionadas con la palabra. Las palabras ofensivas son una de estas cuatro. Las palabras ofensivas son como el humo que proviene de un fuego que es el enojo. Deberíamos ser muy cuidadosos. Eso es lo que Gyalse Togme Zangpo está tratando de decirnos. 

Siempre permanecer con recordación (presencia mental) y alerta

(35) La práctica de un bodisatva es hacer que los soldados de la presencia mental y la alerta sostengan las armas oponentes y destruyan enérgicamente a las emociones y actitudes perturbadoras, como el apego y demás, tan pronto como surjan porque, cuando estamos habituados a las emociones y actitudes perturbadoras, es difícil para los oponentes hacerlas retirarse.

La práctica es muy importante, solo quiero recordarles el verso 31.

(31) La práctica de un bodisatva es continuamente examinar nuestro autoengaño y después liberarnos de él, porque si no examinamos nuestro autoengaño nosotros mismos, es posible que con una forma dhármica (externa) podamos cometer algo no dhármico.

El verso 31 depende totalmente del verso 35. Es difícil reconocer nuestras emociones negativas. Una vez que las hemos reconocido, es realmente difícil deshacernos de ellas. Algunas veces, incluso sentimos que las necesitamos. Muchas de las emociones destructivas parecen estar ahí para protegernos, por lo que ponemos muchas excusas. Decimos: “Si no hubiera dicho eso, yo no habría hecho esto”. Muchas excusas. Si sentimos que tenemos emociones destructivas que realmente no queremos en nuestra vida, deberíamos hacer nuestro mejor esfuerzo por alejarnos de ellas. De hecho, si realmente es una emoción negativa, deberíamos desear deshacernos de ellas por completo. 

Gyalse Togme Zangpo dice que, siempre que sintamos que surgen emociones destructivas en nosotros, tenemos que cortarlas inmediatamente. De lo contrario, nos familiarizamos cada vez más con la emoción destructiva y se volverá parte de nosotros. Sentiremos que necesitamos el enojo para protegernos. No necesitamos al enojo para protegernos a nosotros mismos, lo que necesitamos es paciencia y amor. En tibetano, decimos que, si hay un incendio, no agreguemos más fuego, echemos agua y bajará. 

Trabajar continuamente en beneficio de los demás

(36) En resumen, la práctica de un bodisatva es (trabajar) para satisfacer los propósitos de los demás al continuamente poseer presencia mental y alerta para saber, sin importar en dónde o qué curso de conducta estemos siguiendo, cómo es la condición de nuestra mente.

El verso 35 está relacionado con el verso 36. ¿Cómo sabemos que está surgiendo una emoción negativa? Necesitamos recordación (presencia mental) y alerta, con la que vigilamos a nuestra mente. La principal enseñanza del Buda para nosotros, la gente común es que, si no somos capaces de ayudar a los demás, al menos debemos tratar de no hacerles daño. Esta es la base fundamental del budismo, e incluso esto es realmente difícil.

No necesariamente dañamos a los demás a propósito, pero de alguna manera dañarlos es algo automático. Por lo tanto, debemos poner atención en verificar si las emociones destructivas están surgiendo o no. ¿Cómo funciona esto? Bueno, al hablar con los demás, podemos detenernos y pensar que, si decimos algo en particular, la otra persona se sentirá infeliz. Y así, no lo decimos. Es el darse cuenta de las acciones propias y ajenas. Es por eso que los bodisatvas siempre están listos para ayudar a los demás. Eso es porque tienen un gran darse cuenta. Nosotros también necesitamos un poderoso darse cuenta. 

Dedicatoria

Al final del texto, Gyalse Togme Zangpo termina con una dedicatoria. Tratemos de seguirlo y dediquemos cualquier conocimiento que hayamos recibido de él. Entonces, su dedicatoria y la nuestra se unen muy bien.

(37) La práctica de un bodisatva es, con el darse cuenta que discrimina de la completa pureza de las tres esferas, dedicar a la iluminación las fuerzas constructivas logradas por esfuerzos como estos, con el fin de eliminar los sufrimientos de los ilimitados seres errantes.

En los últimos días, hemos estado hablando sobre las prácticas de los bodisatvas y cómo podemos incluirlas en nuestra propia práctica. Traté de expresar las cualidades y los beneficios de practicar la vacuidad y la bodichita. Todos los que estamos aquí siguiendo este precioso texto hemos acumulado una enorme cantidad de potencial positivo. En los sutras, el Buda mismo dice que solo escuchar o leer textos sobre la vacuidad genera un inmenso beneficio. Esta es la única manera de obtener la iluminación. El simple hecho de tener una pequeña duda sobre la solidez de la existencia resquebraja los cimientos del samsara. Hemos hecho un gran trabajo juntos.

Por favor, dediquen cualquier fuerza positiva que hayan acumulado para que no sea solo para ustedes o solo para esta vida, sino con la fuerte aspiración de que podamos regresar en vidas futuras y estudiar este hermoso texto hasta que seamos iguales a Gyalse Togme Zangpo. Podemos aspirar a ser capaces de beneficiar a todos los seres sintientes al conocer la vacuidad de manera no conceptual.

También deberíamos dedicar nuestro potencial positivo a la larga vida de Su Santidad el Dalái Lama. Deberíamos saber que la persona que dedica y la fuerza positiva dedicada son ambas como todas las ilusiones. El objeto al que dedicamos el potencial positivo también es como una ilusión. Su Santidad es como una ilusión, sus acciones positivas son como una ilusión y ustedes mismos son como una ilusión. Entones, ¿por qué dedicarlas a Su Santidad? Para que viva una vida larga, saludable y pueda continuar enseñándonos. Todos los demás maestros también. También hay muchos monjes humildes y muchos grandes maestros sin títulos. Solo buscamos los grandes títulos, pero tenemos que ser tener cuidado de encontrar tesoros ocultos. Podría ser una simple persona laica, una monja, quien sea. No necesitan ser budistas, podrían ser musulmanes, cristianos o hinduistas. 

La plegaria de un bodisatva no es renacer como un ser humano con una forma física perfecta y una forma mental perfecta. No, hacen plegarias para renacer cuando y donde sean de mayor beneficio. Incluso si esto significa renacer entre pequeños insectos.

En el Discovery Channel podemos ver muchas cosas hermosas que no deberían suceder, hablando biológicamente. Los científicos dicen que no es posible, pero algunas veces vemos cosas más allá de lo común, que son extraordinarias. Los leones matan becerros para comer, pero he visto leones que adoptan becerros. Las grullas normalmente comen peces, pero he visto a grullas alimentando peces, lo cual es increíble. Como estos ejemplos, los bodisatvas hacen fuertes plegarias para renacer en donde sean del mayor beneficio a los demás. Quién sabe, quizás algunos de estos animales son manifestaciones de los bodisatvas. 

Finalmente, no sabemos cuándo moriremos. He visto morir a personas más jóvenes que yo. La edad no es una preocupación, no lo sabemos. He visto morir a grandes maestros, grandes Rinpoches que han muerto de cáncer y otras enfermedades. Recuerdo que Su Santidad el Dalái Lama compartió una historia del Primer Dalái Lama. Fue alumno de Lama Tsongkhapa y un gran practicante. En un momento, se sintió listo para dejar el mundo, por lo que sus alumnos estaban muy preocupados y tristes. Uno dijo: “Eres un gran practicante, no necesitas preocuparte, irás a una Tierra Pura”. Con una mirada seria, el Primer Dalái Lama dijo: “Nunca he rezado en mi vida para renacer en una Tierra Pura. Solo he orado para renacer donde pueda ser de beneficio para cualquier ser sintiente, incluso si tengo que sufrir mucho”. Esto es lo que debemos hacer. Si hay próximas vidas, no tenemos que preocuparnos porque podremos seguir aprendiendo hasta la liberación.

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