¿Qué es la iluminación?

La iluminación significa convertirse en un buda – el pináculo del desarrollo y potencial humano – y es el objetivo último en el budismo. Es algo que absolutamente todos los seres sobre la Tierra tienen el potencial de alcanzar.

Ahora mismo no somos budas; en lugar de ello, experimentamos una vida llena de problemas y altibajos constantes. Estamos atrapados porque automáticamente nuestra mente proyecta absurdos sobre todas las cosas, y realmente creemos que esa es la realidad. Actuamos de formas que pensamos que nos producirán felicidad verdadera, pero que solo terminan produciéndonos sufrimiento.

[Ver: ¿Qué es la ética?]

Por lo general, hacemos lo que queremos sin pensar mucho en cómo eso puede afectar a los demás, porque sentimos que somos el centro del universo, lo único que importa. Este tipo de pensamiento no corresponde con la realidad: es egoísta y nos produce infelicidad a nosotros mismos y a los demás. Para convertirnos en seres iluminados, primero necesitamos empezar a:

• Entender los efectos que nuestra conducta tiene en nosotros y en los demás, y así refrenarnos de actuar de forma destructiva.
• Darnos cuenta de cómo es que todo existe realmente y ya no dejar que nuestras proyecciones nos engañen.

Cuando dejamos de creer en las proyecciones de nuestra mente, también impedimos que las emociones perturbadoras tales como el enojo, el odio, la codicia y los celos, surjan sobre la base de esa confusión. Nunca más actuaremos compulsivamente por nuestros sentimientos negativos. Todo esto requiere:

• Autodisciplina ética, con la fortaleza de refrenarnos de la conducta imprudente.
• Concentración, para evitar la distracción o el abotagamiento.
• Sabiduría, para discriminar entre lo que es útil y lo que es dañino, y entre lo que es verdadero y lo que es falso.
• Equilibro emocional, como resultado de cultivar cualidades positivas, como el amor y la compasión.

Incluso si obtenemos paz mental a partir de esto, no es suficiente: aún no seremos capaces de ver la interdependencia y la interconexión entre absolutamente todos y todo. Por lo tanto, nunca estaremos lo suficientemente seguros de cuál es la mejor forma de ayudar a los demás.

Para ello, necesitamos convertirnos en budas plenamente iluminados, en donde nuestra mente no proyecta nada en absoluto. Vemos claramente la interdependencia de todo lo existente y, por lo tanto, sabemos exactamente cómo ayudar a los demás. Nuestro cuerpo tiene energía ilimitada, podemos comunicarnos perfectamente con todos, y nuestra mente comprende absolutamente todo. Nuestro amor, compasión e interés igualitario por todos los seres es sumamente fuerte, como si cada uno de ellos fuera nuestro único hijo amado. [Ver: ¿Qué es la compasión?] Trabajamos para beneficiar a los demás sin esperar nada a cambio. Cuando alcanzamos la iluminación, es imposible que perdamos nuestra paciencia o nos enojemos, que nos aferremos a la gente o la ignoremos por estar muy ocupados o cansados.

Como budas también somos omniscientes, pero no somos omnipotentes. No podemos eliminar el sufrimiento de los demás, pero podemos mostrarles el camino a través de enseñarles y ser un ejemplo vivo. Para recorrer todo el camino hasta la iluminación necesitamos:

• Acumular una increíble cantidad de fuerza positiva: beneficiar a los demás desinteresadamente de la mejor forma que podamos.
• Trabajar para entender la realidad: dejar de proyectar absurdos sobre el mundo.

Todos tenemos los materiales de trabajo – nuestro cuerpo físico y nuestra inteligencia humana básica- para acumular las causas para la iluminación. Como el cielo, nuestra mente y nuestro corazón están, por su misma naturaleza, libres de agitación emocional y de pensamientos perturbadores. Lo único que necesitamos hacer es desarrollarlos de tal forma que puedan alcanzar su máximo potencial.

La iluminación puede parecer como una meta casi imposible de alcanzar y, de hecho, es muy difícil de alcanzar – ¡nadie dijo que fuera fácil! Pero anhelar ir en esa dirección le da un increíble significado a nuestra vida. Al comprender nuestra interconexión con todos, nos protegemos a nosotros mismos de la depresión y la ansiedad. Nuestra vida se vuelve plena al embarcarnos en la aventura más maravillosa que existe: alcanzar la iluminación en beneficio de todos.