La ética es un sistema de valores morales que modela nuestra conducta para producirnos una vida más feliz. Con ética, vivimos de forma honesta, lo cual conduce a una relación de confianza y amistad con aquellos que nos rodean. La ética es la llave de la felicidad.
La ética en el budismo
En el budismo, la ética está basada en el darse cuenta que discrimina: usamos nuestra inteligencia para discriminar entre lo que produce felicidad duradera y lo que causa problemas recurrentes. No se trata de obedecer ciegamente una lista de reglas, sino de estar convencidos de que seguir lineamientos éticos tiene sentido lógico.
Si realmente nos preocupamos por nosotros mismos, tiene sentido tomar decisiones inteligentes en torno a cómo nos comportamos. Todos quieren y merecen ser felices, incluyéndonos a nosotros mismos. [Ver: ¿Qué es la felicidad?] La baja autoestima conduce a una actitud de indiferencia moral, mientras que un sentido de autovalía conduce a la dignidad personal. Con dignidad personal, tenemos un respeto tan profundo por nosotros mismos que jamás nos atreveríamos a actuar de una forma no ética: simplemente no se siente bien.
Como una abeja que recolecta néctar sin lastimar el color y la fragancia de la flor, así se mueve el sabio por el mundo. - Dhammapada: Flores, verso 49
Una actitud de “me da igual” solamente conduce a sentimientos de aislamiento, soledad y depresión. Con un sentido de la ética, superamos semejante actitud. Desarrollamos amistades confiables y estables, lo cual es la base para tener una vida feliz y exitosa.
La ética y los votos basados en el razonamiento
La práctica budista se basa en el sentido común. Si somos egoístas, enojones o arrogantes con los demás, ¿cómo podemos esperar tener una vida feliz y pacífica?
En el budismo existen diferentes niveles de votos que podemos tomar. Por ejemplo, los monjes plenamente ordenados de la tradición tibetana tienen que seguir 253 votos. Muchos budistas laicos toman los “cinco preceptos laicos”, los cuales son:
- Abstenerse de matar seres sintientes.
- Abstenerse de tomar lo que no nos ha sido dado.
- Abstenerse de la conducta sexual inapropiada.
- Abstenerse de decir mentiras.
- Abstenerse de consumir sustancias tóxicas.
Estos son tomados de forma voluntaria por practicantes budistas para crear una vida que sea conducente para la práctica. Estas reglas nos ayudan a permanecer en la dirección correcta y también crean las causas para desarrollar una vida feliz y exitosa.
[Ver: Refugio: Una dirección segura y significativa en la vida]
La ética para una vida exitosa
Algunas personas piensan que una vida exitosa es aquella en la que tenemos una gran cantidad de riqueza material y poder. Aun si obtenemos tales cosas, nunca estamos satisfechos y siempre tenemos paranoia de perderlas. Mientras más tenemos, especialmente cuando lo que tenemos lo obtuvimos a costa de los demás, más enemigos nos creamos. Nadie diría que una vida exitosa es aquella en la que los demás no nos quieren. Una vida exitosa es una en la que hemos creado muchos amigos y los demás se sienten felices de estar a nuestro lado. Así, no importa cuánto dinero o poder tengamos, tendremos el apoyo emocional que nos da la fortaleza para lidiar con lo que sea que suceda.
La guía ética indica los tipos de conducta que conducen a la felicidad, y los tipos de conducta que crean problemas. Cuando somos honestos y deseamos traerles felicidad a los demás, la gente confía en que no los engañaremos, intimidaremos o explotaremos. Esta confianza sirve como una base para nuestra amistad con todos los que conocemos. Se sienten relajados y felices de estar con nosotros, sabiendo que no tienen nada que temer. A su vez, nosotros también nos sentimos más felices. ¿Quién quiere que los demás estén a la defensiva o muertos de miedo cuando nos les acercamos? Todas las personas reciben con gusto un rostro sonriente.
Los humanos somos seres sociales: necesitamos el apoyo de los demás tan solo para sobrevivir. No solo cuando somos recién nacidos indefensos o frágiles ancianos en asilos, sino a lo largo de toda nuestra vida necesitamos la ayuda y el cuidado de los demás. El apoyo emocional que obtenemos de amistades amorosas crea una vida plena. Un fuerte sentido de la ética nos permite crear relaciones de amistad con todos los que nos encontramos.