Aquietar los pensamientos

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El pensamiento conceptual es indispensable. Sin él, seríamos incapaces de diferenciar ciertos objetos en la tienda, como las manzanas de las peras, y tampoco entenderíamos la frase: "por favor, deme dos entradas para el espectáculo". Si bien es cierto que necesitamos el pensamiento conceptual en la vida diaria, a veces puede ser un obstáculo. Por ejemplo, para concentrarse en la meditación, necesitamos silenciar todo el parloteo mental y las preconcepciones de lo que experimentamos.

Aquietar la mente

Para obtener concentración necesitamos aquietar nuestra mente, para que, tal y como describen las instrucciones de meditación, logremos un estado mental más natural. Para ser claros, nuestro objetivo no es tener una mente totalmente en blanco, como la de un zombi, como una radio que se apaga. Si ese fuera el caso, ¡sería mejor simplemente dormirnos! Nuestra meta es aquietar todos nuestros estados mentales perturbadores. Ciertas emociones son muy perturbadoras, como el estar nerviosos, preocupados o asustados; nuestra meta es aquietar estas emociones.

Cuando aquietamos nuestra mente, el estado mental que lograremos es claro y alerta, con el que somos capaces de generar amor y entendimiento, o expresar la calidez humana natural que todos tenemos. Esto requiere una relajación profunda, no solo de los músculos del cuerpo, sino también de la tensión mental y emocional que pueden impedirnos sentir la calidez natural y la claridad de nuestra mente, o llevarnos incluso a no sentir nada en absoluto.

Algunas personas malentienden que la meditación significa que tenemos que dejar de pensar. Más que dejar de pensar, la meditación debería detener todo el pensamiento superfluo, innecesario, como los pensamiento distractores acerca del futuro ("¿Qué voy a cenar?") y los pensamientos negativos ("Fuiste tan desagradable conmigo ayer. ¡Eres una persona horrible!"). Todo esto se incluye en la categoría de la divagación mental y los pensamientos perturbadores.

Tener una mente calmada, sin embargo, es solo una herramienta, no es la meta final. Cuando tenemos una mente más calmada, clara y abierta, podemos usarla constructivamente. Podemos usarla en nuestra vida diaria, y podemos usarla mientras estamos sentados en meditación para tratar de obtener y alcanzar un mejor entendimiento de nuestra situación en la vida. Con una mente libre de las emociones perturbadoras y los pensamientos superfluos, podemos pensar con mayor claridad sobre los temas importantes, como: ¿Qué he estado haciendo en mi vida? ¿Qué está pasando con esta relación importante? ¿Es saludable o no saludable? Podemos ser analíticos, eso se llama introspección. Con el fin de entender este tipo de asuntos y ser introspectivos de manera productiva, necesitamos claridad. Necesitamos una mente calmada, aquietada, y la meditación es una herramienta que puede proporcionarnos ese estado.

Video: Dr. Alan Wallace — “Meditación para gente ocupada”
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Estados mentales conceptuales y no conceptuales

Muchos textos sobre meditación nos enseñan a liberarnos de los pensamientos conceptuales y asentarnos en un estado no conceptual. En primer lugar, esta instrucción no aplica a todas las meditaciones. Se refiere específicamente a una meditación avanzada para enfocarse en la realidad. Sin embargo, hay una forma de conceptualización de la que todos los tipos de meditación necesitan deshacerse. Pero para entender las diferentes formas de conceptualización abordadas en los textos de meditación, necesitamos entender qué es a lo que el budismo se refiere con “conceptual”.

El pensamiento conceptual no se refiere meramente a la voz en nuestra cabeza

Algunas personas piensan que lo conceptual se refiere a los pensamientos verbales cotidianos que pasan por nuestra mente, la llamada “voz en nuestra cabeza”, y que volverse no conceptual simplemente significa acallar esa voz. Calmar la voz en nuestra cabeza es solo el principio (un principio muy importante), pero solo el primer paso. Es parte del proceso de aquietar a nuestra mente de los pensamientos perturbadores superfluos con el fin de tener una mente más clara y calmada. Otros piensan que para entender realmente algo, necesitamos entenderlo de manera no conceptual, y que el pensamiento conceptual y el entendimiento correcto son mutuamente excluyentes. Este tampoco es el caso.

Para desenmarañar las complejidades acerca de la conceptualización, necesitamos primero diferenciar el verbalizar algo en nuestros pensamientos, del hecho de entender algo. Podemos verbalizar algo en nuestros pensamientos entendiéndolo o no. Por ejemplo, podemos recitar mentalmente una plegaria en un idioma extranjero, ya sea con o sin entendimiento de lo que significa. De manera similar, podemos entender algo con o sin tener que explicarlo mentalmente en palabras, por ejemplo, la sensación de estar enamorado.

Sin embargo, el tema de los estados conceptuales contra los estados no conceptuales en la meditación, no es un tema de entender o no entender algo. En la meditación, así como en la vida diaria, siempre necesitamos mantener el entendimiento, ya sea conceptual o no conceptual, y sea que lo verbalicemos o no mentalmente. A veces verbalizar es útil; a veces no es útil en absoluto o ni siquiera es necesario. Por ejemplo, atarnos los zapatos: entendemos cómo atarnos los zapatos. ¿Necesitamos realmente verbalizar lo que hacemos con este lazo y ese lazo cuando los atamos? No. De hecho, pienso que la mayoría de nosotros tendríamos grandes dificultades describiendo en palabras cómo nos atamos los zapatos. Sin embargo, tenemos entendimiento. Sin entendimiento, no podemos hacer nada en la vida, ¿verdad? Ni siquiera podemos abrir una puerta.

Desde varios puntos de vista, la verbalización de hecho es útil; necesitamos la verbalización para ser capaces de comunicarnos con los demás. Sin embargo, la verbalización en nuestro pensamiento no es absolutamente necesaria, pero la verbalización por sí misma es neutra, lo cual significa que puede ser usada de manera útil o destructiva. De hecho, existen algunas meditaciones útiles que implican verbalización. Por ejemplo, repetir mantras mentalmente es una forma de verbalización que genera y mantiene un cierto tipo de ritmo o vibración en la mente. Ese ritmo regular del mantra es muy útil; nos ayuda a estar enfocados en un determinado estado mental. Por ejemplo, cuando generamos compasión y amor, si recitamos un mantra como OM MANI PADME HUM, es un poco más fácil permanecer enfocados en ese estado amoroso, aunque por supuesto podemos permanecer enfocados en un estado amoroso sin decir mentalmente nada. Así que la verbalización por sí misma no es el problema. Por otro lado, por supuesto, ciertamente necesitamos aquietar a nuestra mente cuando está parloteando con verborrea inútil.

El pensamiento conceptual significa clasificar cosas en cajas mentales

Si el tema de la conceptualización no es un tema relacionado con la verbalización o el entendimiento, entonces ¿de qué se trata? ¿Qué es la mente conceptual y a qué se refieren las instrucciones de meditación cuando dicen que necesitamos deshacernos de ella? ¿Esta instrucción concierne a todos los niveles de meditación, así como a la vida diaria? Es importante clarificar estos puntos.

Mente conceptual significa pensar en términos de clasificaciones, mediante colocarlas en "cajas" como "bueno" o "malo", "blanco" o "negro", "perro" o "gato".

Ahora, ciertamente cuando vamos de compras necesitamos ser capaces de distinguir entre una manzana y una naranja, o entre una fruta que no está madura y una que está madura. En tales casos de la vida diaria, el hecho de pensar con categorías no es un problema. Pero hay otros tipos de categorías que sí son un problema. Uno de ellos es lo que llamamos una "preconcepción".

Un ejemplo de preconcepción es: "Yo espero que siempre seas desagradable conmigo. Eres una persona terrible porque en el pasado me hiciste esto y lo otro, y ahora predigo que, pase lo que pase, continuarás siendo una persona terrible". Hemos prejuzgado que esa persona es horrible y continuará siendo horrible con nosotros; esa es una preconcepción. En nuestros pensamientos, colocamos a esa persona en la categoría o caja "persona horrible". Y, por supuesto, si pensamos así y proyectamos sobre alguien el pensamiento: "Es desagradable; siempre es horrible conmigo", entonces habrá un gran bloqueo entre nosotros y esa persona. Nuestra preconcepción afecta cómo nos relacionamos con ella. Así que la preconcepción es un estado mental en el cual clasificamos; ponemos las cosas en cajas mentales.

Ser no conceptual

Hay muchos niveles de no conceptualización, pero un nivel es simplemente estar abiertos a una situación conforme ésta surge. Ahora, eso no significa soltar todo el entendimiento conceptual. Por ejemplo, si hay un perro que ha mordido a mucha gente, entonces, debido a que pensamos en términos de la categoría "un perro que muerde", tenemos cuidado con el perro. Tenemos cierta precaución razonable hacia el animal, pero no tenemos la preconcepción de: "Ese perro definitivamente va a morderme, así que ni siquiera voy a tratar de acercarme". Aquí hay un fino equilibrio entre aceptar la situación que está surgiendo mientras que, al mismo tiempo, no tenemos preconcepciones que nos impidan experimentar plenamente la situación.

El nivel de no conceptualización que se necesita en todas las meditaciones es una mente que está libre de preconcepciones.

Una de las instrucciones más generales es meditar sin expectativas y sin preocupaciones. Las preconcepciones relativas a una sesión de meditación podrían ser que tu sesión de meditación será maravillosa, o la preocupación de que te van a doler las piernas, o el pensamiento: "No voy a tener éxito". Esos pensamientos de expectativa y preocupación son preconcepciones, sea que los verbalicemos mentalmente o no. Tales pensamientos colocan a nuestra próxima sesión de meditación en la caja mental o categoría de "experiencia fantástica" o "experiencia dolorosa". Un acercamiento no conceptual a la meditación sería simplemente aceptar lo que suceda y lidiar con ello según las instrucciones de meditación, sin establecer un juicio de la situación.

Video: Khandro Rinpoche — “Una práctica para principiantes”
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Resumen

Sin el entendimiento de los diferentes tipos de pensamiento conceptual, podemos imaginar incorrectamente que todos son perjudiciales para la meditación, e incluso para la vida diaria. En la mayoría de las meditaciones, necesitamos aquietar la voz en nuestra cabeza y soltar todas las preconcepciones. Pero (con la excepción de los practicantes más avanzados) entender algo, tanto dentro como fuera de la meditación, requiere colocarlo en una categoría mental, ya sea que lo pongamos o no en palabras.

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