Los tres entrenamientos

La práctica budista básica implica entrenarnos en tres áreas. Podemos entrenarnos en ellas para superar nuestros problemas y sufrimientos, porque nos preocupa nuestro bienestar. O podemos entrenarnos en ellos con amor y compasión para ser de mayor beneficio a los demás.

¿Qué son los tres entrenamientos?

  • Disciplina ética – la habilidad de abstenerse de la conducta destructiva. La desarrollamos involucrándonos en la conducta constructiva. El primer entrenamiento es acerca de la autodisciplina, pues no tratamos de disciplinar a otras personas.
  • Concentración – la habilidad de enfocar nuestra mente de tal forma que no experimentemos vagabundeo mental con todo tipo de pensamientos superfluos. Hacemos que nuestra mente sea aguda y esté enfocada, no adormecida. Además de la estabilidad mental, también es necesario desarrollar estabilidad emocional, de tal forma que nuestra mente no se vea avasallada por el enojo, el apego, los celos y demás.
  • Darse cuenta que discrimina – la habilidad de discriminar o diferenciar entre lo que ha de ser adoptado y lo que ha de ser abandonado. Como cuando vamos a comprar verduras, discriminamos: “ésta no se ve bien, pero aquella sí”. En este contexto, discriminamos en términos de la conducta: lo que es apropiado y lo que es inapropiado, dependiendo de las circunstancias en las que nos encontremos y las personas con las que estemos. A un nivel más profundo, discriminamos entre lo que verdaderamente es la realidad y lo que son solamente nuestras proyecciones fantasiosas.
Top