Desarrollo sustentable de las tradiciones budistas de occidente

Hoy quisiera exponer mis observaciones sobre el tema de proteger el legado cultural budista tibetano. La faceta principal de este legado es el Dharma. A fin de proteger el legado del Dharma en occidente, necesitamos observar el precedente histórico de cómo el Dharma de la India fue preservado en el Tíbet.

Muchos grandes maestros y traductores, tanto indios como tibetanos, estuvieron involucrados en llevar el Dharma al Tíbet. Ellos tradujeron y transmitieron los linajes de los textos tanto del sutra como del tantra, así como los linajes de iniciación de muchas deidades tántricas. Muchos de estos maestros también fundaron monasterios en el Tíbet. Aunque existían muchos diferentes linajes y monasterios individuales, eventualmente un puñado de grandes practicantes tibetanos reunió muchos linajes y los dominó. A través de sus enseñanzas e inspiración, sus seguidores en muchos monasterios se unieron y, de tal unión, surgieron las diferentes escuelas tibetanas: la nyingma, la kadam, la sakya, la kagyu y eventualmente la gelug. Aunque varias de estas escuelas tibetanas tenían subdivisiones, como la kagyu, el número de escuelas se mantuvo reducido.

Muchos de los linajes de los textos e iniciaciones eran compartidos por varias escuelas tibetanas, como el linaje Guhyasamaja de Marpa. Otros linajes fueron transmitidos exclusivamente dentro de una misma tradición, como es el caso del linaje lamdre de Virupa. Ciertos aspectos de la cultura tibetana fueron mezclados con la tradición india, como el uso de banderas de versos de aspiración y las ofrendas de tormas. Muchos maestros tibetanos escribieron comentarios extensivos de los textos, revelando los significados pretendidos. Aun cuando no existían escuelas nyingma, sakya, kagyu o gelug en India, fue de este modo que estas escuelas tibetanas preservaron el legado cultural del budismo indio. Una de las principales razones para la supervivencia del Dharma, entonces, fue que las numerosas transmisiones de linajes y los numerosos monasterios fundados en el Tíbet se combinaron en un pequeño número de tradiciones.

Ahora enfrentamos una situación similar con la transmisión del Dharma del Tíbet a occidente. Muchos maestros y traductores, tanto tibetanos como occidentales, están traduciendo y transmitiendo enseñanzas y linajes. Muchos están fundando organizaciones de Dharma que incluyen centros de Dharma, centros de retiro y monasterios en diversas ciudades y países. Algunos están combinando estilos tradicionales tibetanos con elementos culturales occidentales. Actualmente, sin embargo, existen tantas diversas organizaciones de Dharma, de tantos lamas, gueshes, y maestros occidentales, que resulta muy confuso para los estudiantes occidentales. ¿A qué centro deben asistir? ¿A qué lama deben seguir? El budismo tibetano se ha fragmentado demasiado. Si hay, aproximadamente, trescientos o más diferentes tipos de budismo tibetano en occidente, será muy difícil conservarlos a todos a lo largo de los siglos por venir.

Si lo consideramos desde el punto de vista de la historia, estas organizaciones de Dharma y linajes tendrán que reunirse y consolidarse en una cantidad razonablemente pequeña de escuelas occidentales de budismo a fin de sobrevivir. En vez de que cada nuevo maestro tibetano y occidental empiece nuevas organizaciones de Dharma, ya es tiempo de tratar de pensar en maneras de reducir y evitar el problema de la fragmentación.

Parece haber al menos dos grandes razones para el cada vez mayor número de organizaciones de Dharma. Una es que, por el lado de los maestros tibetanos, ellos tienen la presión de recolectar fondos para reconstruir sus monasterios y alimentar a sus monjes. La otra razón, por el lado de los estudiantes occidentales, es el malentendido de la devoción al gurú. Debido a que piensan que tienen que contemplar a su maestro literalmente como a un buda, entonces cuando su maestro muere, creen que deben buscar a su tulku, aun cuando tal maestro era sólo un gueshe. Si no lo hacen, piensan que esto significa que no creían realmente que su maestro era un buda. Al tener un nuevo tulku, sienten entonces la obligación de continuar la organización de Dharma del predecesor del tulku, a fin de que el nuevo tulku eventualmente la dirija.

Para resolver estos problemas, necesitamos encontrar maneras diferentes de financiar los monasterios en India, Nepal y Tíbet, y necesitamos aclarar las enseñanzas de la devoción al gurú. Después necesitamos pensar en cómo consolidar los estilos y linajes de los varios maestros que han venido a occidente. Es necesario contar con sólo un número reducido de escuelas occidentales de budismo. Similar a lo que se desarrolló en el Tíbet, esto requerirá, por supuesto, de maestros occidentales calificados que dominen varios linajes y enseñanzas. Tal vez aún no existan tales maestros entre los occidentales, pero seguramente los habrá en el futuro.

En resumen, necesitamos tomar responsabilidad por el futuro del budismo y pensarlo cuidadosamente. Necesitamos asegurarnos de que el legado cultural del budismo tibetano no se desvanezca debido a una exagerada fragmentación, sino que sobreviva a lo largo de los siglos para continuar beneficiando a todos los seres.

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