Lam-rim: Las versiones Dharma-light y Dharma auténtico

Preliminares para escuchar las enseñanzas

Empecemos esta sesión con algunas prácticas preliminares. Primero, para poder calmarnos, nos enfocamos en la respiración. Respiramos de manera normal por la nariz. Si nuestra mente está muy distraída, contamos cada ciclo de respiración. Si está considerablemente calmada, simplemente nos concentramos en la sensación del aire entrando y saliendo por la nariz.

Después reafirmamos nuestra motivación, lo cual significa que reafirmamos cuál es nuestro objetivo. Estamos aquí como un paso para darle una dirección segura y positiva a nuestra vida, que es trabajar con nosotros mismos para superar nuestros problemas y sus causas, y para desarrollar todo nuestro potencial. Queremos aprender sobre estos estados graduales del camino, el lam rim, para ayudarnos a alcanzar dicha meta. Podemos estar haciendo esto con una motivación “Dharma-lite”, en cuyo caso estamos interesados en mejorar esta vida como un escalón para avanzar hacia mejorar nuestras vidas futuras y eventualmente obtener la liberación y la iluminación. Esto, por supuesto, siempre y cuando tengamos un entendimiento rudimentario del significado de las vidas futuras, la liberación y la iluminación, o al menos el reconocimiento de la importancia de tener tal entendimiento y la intención de trabajar para tratar de obtenerlo. O podemos estar haciendo esto con una intención de “Dharma verdadero”: lograr la liberación del renacimiento incontrolablemente recurrente y alcanzar el estado iluminado de un buda, para poder ayudar a todos los demás a lograr lo mismo. Independientemente del nivel de motivación que tengamos, queremos hacer esto no sólo para beneficiarnos a nosotros mismos, sino para ser de la mejor ayuda posible a todos.

Más específicamente, estamos aquí para aprender sobre las etapas graduales del camino para ir en la dirección segura del Buda, el Dharma y la Sangha. En otras palabras, estamos yendo en la dirección del refugio del Dharma. Esto último se refiere a la verdadera cesación de nuestros problemas y sus causas, y a las verdaderas vías mentales (verdadero camino), es decir, al genuino entendimiento de la realidad que traerá verdadera cesación y, que nos permitirá desarrollar y usar completamente todos nuestros potenciales. Aprender sobre el camino gradual nos ayudará a ir en esta dirección, por el camino que los budas han completado y que la arya sangha (aquellos que han percibido la realidad no conceptualmente) han recorrido parcialmente. Lo hacemos con compasión, anhelando ser capaces de ayudar a otros a superar sus verdaderos problemas y las verdaderas causas de los mismos. Para ayudarlos tanto como sea posible necesitamos convertirnos en budas, con lo cual también tendremos la motivación de la bodichita. En resumen, queremos aprender sobre las etapas del camino para ser de la mejor ayuda posible a todos.

Con tal meta en mente, ofrecemos la oración de las siete ramas. Primero nos imaginamos haciendo una postración. Nos arrojamos completamente en esta dirección con respeto por aquellos que la han seguido y que realmente han alcanzado las metas mencionadas, con respeto por nuestra propia iluminación futura, que deseamos lograr con bodichita y con respeto por los potenciales de nuestra propia naturaleza búdica que nos habilitarán para alcanzar la meta.

Hacemos ofrendas. Estamos dispuestos a darlo todo: nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro corazón; para ser capaces de desarrollarnos más y más, para ser realmente de la mejor ayuda posible a otros.

A la manera del maestro, del linaje sakya, Chogyal Phagpa (Chos-rgyal 'Phags-pa), hacemos las ofrendas de concentración, que se refiere a ofrecer varios aspectos de nuestra práctica. Ofrecemos por el beneficio de otros todo lo que hemos leído y estudiado, y lo hacemos en forma de agua. Lo que sea que estudiemos, lo queremos usar para ser capaces de ayudar a otros. A continuación, todo el conocimiento que hemos obtenido de nuestras lecturas y estudio lo ofrecemos en forma de flores. La disciplina de meditar sobre la base de este conocimiento la ofrecemos como el humo aromático del incienso. Los entendimientos profundos que hemos logrado de esa práctica disciplinada los ofrecemos en forma de luz de velas y lámparas de aceite. La convicción firme que hemos obtenido de tales entendimientos la ofrecemos en forma de agua de colonia refrescante. La concentración que somos capaces de aplicar sobre la base de esta firme convicción, libre de dudas, la ofrecemos en forma de comida. Y finalmente, nuestras explicaciones a otros basadas en todo lo anterior, las ofrecemos en la forma de música.

A continuación, siendo perfectamente honestos con nosotros mismos, admitimos abiertamente que tenemos dificultades para seguir este tipo de camino en la vida. A menudo no nos sentimos con ganas de practicar. No entendemos por qué necesitamos practicar. Nos enojamos, actuamos de manera egoísta, nos volvemos ambiciosos y apegados, etc. Algunas veces no sabemos qué estamos haciendo con nuestra vida. Lamentamos eso. Realmente desearíamos no ser así. Haremos nuestro mejor esfuerzo para sobreponernos y no repetir estas cosas. Así que reafirmamos la dirección positiva en la que vamos y, lo que sea que aprendamos sobre estos caminos graduales, lo trataremos de aplicar como antídotos para superar las dificultades y problemas con los que nos enfrentemos.

Nos regocijamos ante el hecho de contar con la naturaleza búdica, de que tenemos la habilidad de desarrollarnos, de vencer nuestras dificultades y sus causas, y de desarrollar nuestros potenciales. La naturaleza de la mente es pura. Nuestras dificultades o confusiones no son muy profundas. Son como el olor a tabaco en el aliento de un fumador. Son artificiales, están allí temporalmente y pasarán. No son nuestra naturaleza más profunda. Todos tenemos naturaleza búdica. Todos tenemos la habilidad de desarrollarnos. Nos regocijamos por esto.

También nos regocijamos por los budas y grandes maestros que han sido capaces de desarrollar todos los potenciales de su naturaleza búdica. Nos regocijamos por el hecho de que ellos nos han enseñado cómo seguir ese camino: “Eso es realmente maravilloso ¡Gracias!”.

Pedimos las enseñanzas: “Por favor, quiero aprender. Realmente quiero hacerlo. Quiero aprender a ser capaz de ayudar a otros y a mí mismo”.

Les pedimos que permanezcan: “Tomo en serio este asunto. No se vayan. Por favor, no me dejen. Quiero seguir todo el camino hacia la iluminación. No soy sólo un turista del Dharma”.

Finalmente, que cualquier entendimiento o fuerza positiva que se acumule gracias a estas prácticas preliminares y a escuchar las siguientes enseñanzas y practicarlas, actúe como causa para volvernos un buda, para realmente ser de la mejor ayuda para todos. Que no sólo sea una causa para mejorar nuestro samsara.

Entonces tomamos la decisión conciente de escuchar con concentración. Si nuestra atención vaga, la traemos de vuelta. Si nos da sueño, tratamos de despertarnos. Para ayudar a nuestra mente a aclararse, corregimos nuestra postura y nos sentamos derechos pero no rígidos.

Para levantar nuestra energía si está un poco baja, nos enfocamos en el punto entre las cejas, con los ojos mirando hacia arriba y la cabeza nivelada.

Finalmente, si nos sentimos un poco nerviosos o tensos, necesitamos aterrizar nuestra energía. Lo hacemos enfocándonos en el ombligo con los ojos mirando hacia abajo pero manteniendo la cabeza nivelada y mientras inspiramos normalmente, mantenemos el aire adentro hasta que necesitemos expirar.

Si realmente entendemos la esencia de estos preliminares y no los hacemos simplemente como un ritual vacío, podemos poner nuestro corazón en ello y obtener mucha inspiración. No son un acto devocional de adoración a nadie, sino una práctica que realmente mueve nuestra energía en una dirección positiva y nos hace receptivos para trabajar con nosotros mismos, aprendiendo, y progresando. Este es propósito. Y por esto se les llama “preliminares”. Cuando estamos estudiando y trabajando con estos estadios graduales del camino, siempre enfatizamos comenzar una sesión de meditación con este tipo de preliminares. Ellos nos ponen realmente receptivos. Realmente queremos tratar de entender algo, de aprender algo. Así que a través de estas prácticas preliminares, ponemos nuestro corazón en ello. Aún si no somos capaces de hacer más meditación, estos preliminares por sí mismos son de mucha ayuda en nuestra práctica diaria.

Organizar las enseñanzas del Buda

El tema de esta noche es la estructura del lam rim, los estadios graduales del camino. Más precisamente, lam rim significa las vías graduales de la mente, esto es, los niveles progresivos de entendimiento que actúan como senderos para llevarnos a las metas de la liberación y la iluminación. Pero podemos hablar de ellos simplemente como estados graduales del camino.

¿De dónde vienen las enseñanzas de lam rim? Bueno, el Buda enseñó muchos temas diferentes y estos se dividen en los métodos del sutra y del tantra. Los métodos del sutra son los básicos. La palabra sánscrita sutra significa tema de práctica. Los tantras son enseñanzas avanzadas, basadas en los sutras, que nos capacitan para desarrollar aspectos de nuestra naturaleza búdica, juntando simultáneamente todas las enseñanzas de los sutras.

El Buda enseñó los métodos del sutra de varias maneras a sus diferentes discípulos. Muchas de las enseñanzas eran en forma de diálogos: el Buda hablando, otros haciendo preguntas, el Buda dando respuestas, etc. Debido a esto, los sutras no aparecen sistemáticamente organizados. Las cosas que el Buda dijo en un lugar parecen contradecir las que dijo en otro lado. Es difícil ver cómo todas encajan juntas. Además, debido a que nada fué escrito en los tiempos del Buda, la tradición era memorizar y recitar lo que él decía. Por lo tanto hay mucha repetición en los sutras, para ayudar a la gente a recordar los puntos importantes.

Más aún, no es tan evidente, desde los mismos sutras, cómo poner las enseñanzas en práctica. Debido a esto, los grandes maestros indios escribieron varios comentarios a los sutras, explicando con más detalle lo que el Buda pretendía y organizando el material de manera que fuera un poco más fácil de digerir y poner en práctica. Por ejemplo, hay cinco textos de Maitreya, el futuro buda. Sus enseñanzas fueron reveladas a Asangha, quien entonces las escribió. En ellas empezamos a contar con la estructura que veremos más adelante a medida que evolucionaron los métodos de presentar las enseñanzas del Buda. Esta estructura consiste en una suerte de introducción, una presentación breve de las enseñanzas, una presentación más elaborada y, finalmente, un resumen. Las presentaciones elaboradas consisten de varias listas. El Buda mismo listó cosas, lo comento para que no pensemos que esto es un invento totalmente tibetano. Encontramos este tipo de estructura en muchas de las presentaciones del material del lam rim.

El entrenamiento fundamental sutra está compuesto de ciertos temas básicos y se han tenido muchas maneras diferentes de organizarlos. Tenemos “los cuatro pensamientos que dirigen la mente al Dharma”, por ejemplo, que se encuentran en la tradición nyingma, los “cuatro temas de Gampopa” en la tradición kagyu, y la “separación de los cuatro tipos de apego” en la tradición sakya. A veces, esta última tradición también ordena el mismo material de acuerdo a las cuatro verdades nobles. En la tradición kadam, empezando con Atisha, y después de él en la tradición gelug, y también en la tradición shangpa kagyu, se encuentra la presentación de este material organizada de acuerdo a los tres niveles de motivación. Esto es lo que llamamos el “lam rim”. No pensemos que el lam rim es la única manera de presentar el material contenido en él, sino que hay muchas otras maneras de organizar las mismas enseñanzas.

Tres niveles graduales de motivación

¿Cuál es el beneficio especial de presentar el material (preciosa vida humana, refugio, karma, renuncia, bodichita, vacuidad, etc.) en el contexto del lam rim en tres niveles graduales de motivación? Pienso que una de las principales ventajas es que provee un acceso a las enseñanzas sugiriendo pasos previos al “Dharma verdadero”. Déjenme elaborar esta idea.

Cuando hablamos de Budismo estamos hablando de refugio, que es lo que me gusta llamar “tomar una dirección segura en la vida” ¿Qué es lo que indica esta dirección? La joya del Dharma. Ésta se refiere a la tercera y cuarta verdades nobles, conocidas como la verdadera cesación de los problemas y sus causas, y las verdaderas vías de la mente de la realización no conceptual de la vacuidad. Los budas han alcanzado esto completamente en su continuum mental. En otras palabras, los budas tienen en su continuum mental el conjunto completo de la verdadera cesación y de las verdaderas vías de la mente. Por otro lado, la arya sangha ha comenzado a obtener algunas de estas verdaderas cesaciones y verdaderas vías de la mente, pero todavía no tienen el conjunto completo.

Por ejemplo, si pensamos que tenemos una vieja televisión con bulbos en su interior, la remoción de los bulbos fundidos sería la analogía de la cesación verdadera y la instalación de los bulbos nuevos, la analogía de las verdaderas vías de la mente. Con la iluminación, los budas se han deshecho de todos los bulbos fundidos y se han puesto bulbos más funcionales. Los arhats se han deshecho sólo de algunos de los bulbos fundidos y los han reemplazado, esto es la liberación. Con la cognición no conceptual de la vacuidad, nos volvemos un arya y nos deshacemos de los primeros bulbos fundidos y los reemplazamos. La gama completa de logros, desde la de un arya, luego de un arhat, hasta la de un buda, constituye el refugio del Dharma.

Los cuatro pensamientos que dirigen la mente al Dharma (preciosa vida humana, muerte e impermanencia, karma y las desventajas del samsara) se refieren a voltear nuestra mente hacia el refugio del Dharma. Específicamente ellos corresponden a los pasos para conseguir la renuncia, el anhelo de liberación. Si traducimos los cuatro pensamientos que dirigen la mente al Dharma al contexto del lam rim, podremos ver que ellos empiezan con el nivel de motivación intermedio: con la renuncia, el trabajo por la liberación. Los cuatro pensamientos entonces, siempre están seguidos por las enseñanzas sobre el desarrollo de la bodichita y el entendimiento de la vacuidad para obtener la iluminación. La ventaja especial de la presentación del lam rim de los estados graduales del camino, es que tiene un nivel inicial de motivación, el cual consiste en trabajar para mejorar vidas futuras como un escalón para trabajar hacia las verdaderas metas budistas de la liberación y la iluminación.

En la tradición sakya de la separación de los cuatro apegos, también tenemos que voltear la mente del apego a esta vida hacia pensar en vidas futuras, así que esto no es exclusivo de la presentación del lam rim. Pero el hecho de ver el trabajo para mejorar las vidas futuras como uno de los tres niveles de motivación en el lam rim, indica mucho más claramente que este es como un escalón para avanzar. Me parece que esto es muy importante para nosotros, los occidentales que nos acercamos al Dharma.

El Dharma-lite como un escalón para avanzar

En el lam rim, el nivel avanzado de motivación es exclusivo del mahayana, aunque es compartido tanto por el sutra como por el tantra, ambos mahayana. Dicho nivel se refiere a trabajar para lograr la iluminación. El nivel intermedio es compartido por todas las tradiciones budistas, tanto hinayana como mahayana, y consiste en trabajar por la liberación. El nivel inicial es simplemente trabajar por mejorar las vidas futuras, y es un paso en común también con muchas otras religiones.

Muchos textos budistas dicen que la frontera entre el Dharma y lo que no es Dharma es si se hace, o no, algo para mejorar las vidas futuras. Más aún, un budista es descrito como alguien que da una dirección segura a su vida, alguien que toma refugio. Como acabamos de mencionar, el verdadero refugio es la joya del Dharma, que se refiere a la liberación y a la iluminación, o a los estados del arya en dirección hacia la liberación y a la iluminación. ¿Cómo encajan estos puntos entre sí? La respuesta está en el hecho de que las enseñanzas del refugio son presentadas en el nivel inicial.

Cuando hablamos del trabajo por las vidas futuras como la línea divisoria entre el Dharma y lo que no es Dharma, no creo que podamos decir que el trabajo de un cristiano para ir al cielo o el de un musulmán para ir al paraíso sean budadharma. Me parece que el hecho de que el refugio esté en el nivel inicial, nos indica que cuando hablamos de mejorar las vidas futuras como la frontera que delinea al Dharma, en realidad estamos hablando de mejorar las vidas futuras como un escalón para ser capaces de continuar en el camino para trabajar hacia llegar a ser un arya y obtener la liberación y, finalmente, la iluminación. Viéndolo de esta manera, no tenemos ya esta aparente contradicción de que beneficiar las vidas futuras es una meta compartida con religiones no budistas y, a la vez, es la línea que distingue lo que es el budadharma.

La motivación del nivel inicial es un escalón para avanzar en la dirección de trabajar para lograr la verdadera cesación, la joya del Dharma. De esta presentación del nivel inicial como un escalón es que he derivado el concepto de “Dharma-lite” como otro escalón previo al primero. Me parece que la estructura del lam rim permite una etapa anterior al nivel inicial, que facilita el acceso de los occidentales al camino gradual. Este es el nivel de motivación en que trabajamos para mejorar esta vida, como un escalón para llegar a trabajar en mejorar futuras vidas. Con el Dharma-lite trabajamos con dicho nivel de motivación antes de desarrollar incluso el nivel inicial de motivación del lam rim.

El Dharma es como un autobús en movimiento al cual es muy difícil subirnos de un salto. En el lam rim, la meta inicial de mejorar vidas futuras supone un entendimiento básico y una creencia en vidas futuras. Los textos tradicionales ni siquiera se preocupan por explicar la existencia de vidas pasadas y futuras o tratar de probar su existencia. Se asume que todo el mundo ya tiene esta creencia. Es muy difícil para los occidentales que no tienen estos antecedentes simplemente aceptar las vidas pasadas y futuras, y menos aún que estas no tengan principio. Los textos tradicionales budistas no apuntan esta dificultad, pero Su Santidad el Dalái Lama lo explica oralmente.

Tal como el nivel inicial es común a religiones no budistas, si vamos a un paso previo, al paso del Dharma-lite, trabajar para mejorar esta vida se comparte con el mahayana y el hinayana, con terapias, con la filosofía secular, con la filosofía humanista, etc., así como con otras religiones. Es una base común más amplia. Una práctica se vuelve de Dharma-lite si se hace como un escalón hacia el trabajo por vidas futuras, hacia la liberación y la iluminación, en la estructura general del refugio y la dirección segura. Podemos empezar a ir en esa dirección a través de la práctica del Dharma-lite. Si la genuina dirección segura es una autopista entonces el Dharma-lite es como la rampa de entrada a dicha autopista.

El significado de la motivación

La estructura de los niveles graduales de motivación es muy importante. La motivación no se refiere a las razones emocionales para hacer algo. Estamos hablando de nuestro objetivo, nuestra meta. ¿Cuál es nuestra intención detrás del estudio y la práctica? ¿Qué meta estamos queriendo alcanzar por medio de ello? La estructura del lam rim indica un proceso de crecimiento y necesitamos empezar por el principio. Un gran error que comete mucha gente es saltarse los niveles iniciales e ir directo al nivel avanzado, al mahayana. Orgullosamente afirman: “Estoy trabajando para que todos los seres sensibles alcancen la liberación y la iluminación”. Sin embargo, si no tenemos primero los niveles iniciales de motivación, esto trivializa nuestro trabajo por todos los seres sensibles y hace que nuestra práctica sea de Dharma-lite. No estamos trabajando realmente para que todos los seres sensibles alcancen la iluminación porque ni siquiera sabemos lo que esto significa; no tenemos idea de lo que significa la iluminación. ¡Ciertamente no estamos trabajando para liberar a cada insecto del universo del renacimiento incontrolable si ni siquiera creemos en el renacimiento! Si nos examinamos honestamente, veremos que estamos trabajando para ayudar sólo a ciertos seres y solamente para mejorar sus vidas actuales. Aunque tal motivación es extremadamente positiva y benéfica, considerarla una motivación avanzada del mahayana demerita al mahayana. Me parece que el énfasis realmente debe ponerse en desarrollar el objetivo de cada nivel de motivación muy sinceramente, desde nuestro corazón, uno a la vez, en orden progresivo, sin pretender tener un nivel de motivación más avanzado cuando de hecho no lo tenemos.

Practicar Dharma-lite y el nivel inicial como escalones para avanzar significa que tenemos una apreciación muy clara de la importancia de entender el renacimiento, la liberación y la iluminación. Admitimos que no entendemos tales conceptos por el momento pero reconocemos la importancia de entenderlas y tenemos la completa intención de tratar de lograrlo. Si no estamos completamente listos para aceptar el renacimiento y otros asuntos, los ponemos en espera, pero vamos encaminados hacía tal entendimiento.

Podríamos transitar a través de todas las enseñanzas del lam rim con un nivel de motivación Dharma-lite o incluso de nivel inicial. No habría ningún problema con esto. El altruismo, la generosidad, el ayudar a otros, el entender las emociones perturbadas, tener alguna idea de la vacuidad, etc., todo es útil para esta vida, ¿no es cierto? No seremos capaces de tener el entendimiento más profundo de estas cosas sin el elemento del renacimiento sin principio y demás, pero podemos tener una versión Dharma-lite de ello.

Por ejemplo, sin las vidas pasadas y futuras, el karma (las enseñanzas de la causa y el efecto del comportamiento) no tiene realmente sentido. Esto es debido a que podemos actuar positivamente toda nuestra vida y aún así podemos morir en un terremoto. Tales cuestiones no tienen sentido en términos de sólo esta vida. Esto no significa que las enseñanzas sobre el karma no sean útiles en esta vida, lo son, pero no obtendremos un entendimiento profundo del karma a menos que pensemos en vidas pasadas y futuras. Más aún, sin entender el renacimiento, reconocer que todos los seres han sido nuestras madres es un poco absurdo, y mucho de las enseñanzas de la bodichita se basan en tal premisa. De manera similar, a menos que realmente trabajemos con la idea de que la mente no tiene ni principio, ni final, no podemos realmente entender la vacuidad profundamente. Una mente sin principio implica renacimiento, ¿no es así?

Sentir sinceramente la motivación de cada nivel es crucial. Saltarse estos niveles de motivación inicial es perder el quid del lam rim. Tomemos los temas del nivel inicial, por ejemplo, la preciada vida humana, la muerte y la impermanencia, etc., derivados directamente de los sutras. Las diferentes tradiciones budistas y maestros los presentan con muchos esquemas de organización distintos. Estos no son únicos del lam rim. Lo que hace especial al lam rim es la presentación de estos temas dentro de la estructura de los niveles graduales de motivación.

Entender el contexto del lam rim

El tema de la sana relación con un maestro espiritual es explicado por las diferentes tradiciones tibetanas en diferentes momentos de sus presentaciones del material tipo lam rim. Por ejemplo, los lam rim de la tradición gelug ubican el tema de la relación sana antes de la presentación de los estados graduales.

Como un paréntesis, necesito apuntar que el lam rim no es sólo un texto. Dentro de la tradición gelug hay siete u ocho versiones importantes del lam rim. El mismo Tsongkapa escribió tres versiones. También hay versiones del Tercer Dalái Lama, del Quinto Dalái Lama, del Cuarto Panchen Lama y del Quinto Panchen Lama. Una de las versiones más recientes es la de Pabongka. También hay otros varios entre los textos del Quinto Panchen Lama y de Pabongka. Podríamos entrar en una discusión completa sobre el desarrollo histórico del lam rim, pero no lo haremos aquí. Sin embargo, un punto significativo es que el estilo de la presentación ha cambiado con el tiempo.

Cómo otro paréntesis, hay algo que pienso puede ser útil y que debo mencionar sobre la version del lam rim de Pabongka Rimpoché, que fue documentado por su discípulo Trijang Rimpoché. Aunque fue la primera traducida al inglés y por lo tanto es bastante popular, es una aproximación al lam rim bastante fundamentalista. Es fundamentalismo gelugpa. No estoy diciendo que sea buena o mala, sino simplemente identificando lo que es. No piensen que es representativa de toda la tradición lam rim ni de toda la tradición gelug. Por ejemplo, contiene algunas fuertes afirmaciones en contra de los bompos. Además el énfasis que se hace en cosas tales como renacer como un animal con pezuñas si se hacen postraciones con las manos empuñadas, refleja su aproximación fundamentalista. No nos corresponde juzgar si algo es bueno o malo, sino sólo saber en qué consiste. Para mucha gente el fundamentalismo es apropiado, para otra no. Sin embargo, el principal lam rim gelug es el Lam rim Chen-mo de Tsongkapa. Si queremos conocer la tradición gelug, éste es el texto indicado. Su Santidad el Dalái Lama siempre enfatiza esta versión. Ya está disponible en inglés.

Volviendo a mi punto original, al principio del lam rim gelug están los preliminares y la relación con el maestro espiritual. En algunas versiones, la relación con el maestro espiritual viene primero y después los preliminares, en otras es al revés. En cualquier caso, ¿por qué van primero estos dos temas? Si pensamos en ello es muy claro que esta manera de presentarlo no es para principiantes que llegan a un centro de Dharma sin saber nada sobre budismo. ¿Cómo podría empezar un principiante con postraciones, refugio, bodichita y el verso de las siete ramas? ¿Se supone que un principiante debe ver al maestro como un buda tan pronto como entra al centro? Es obvio que los principiantes occidentales no son el auditorio a quien está dirigido el lam rim. Lo que revela esto más claramente es que en la discusión sobre considerar al maestro como un buda, los textos de lam rim citan a los tantras: “Vajradara dijo ...” Aquí está pasando algo que debemos entender.

¿Dónde fueron dadas estas enseñanzas originalmente y cuál fue su contexto? El público estaba formado por monjes, totalmente dedicados al camino budista, habiendo tomado votos y demás. Estaban siendo preparados para tomar empoderamientos tántricos, iniciaciones. Conferir empoderamiento tántrico requiere haber hecho previamente una revisión del camino del sutra, que es el fundamento de la práctica del tantra. Así que el lam rim era dado como una revisión de las enseñanzas básicas del sutra para monjes comprometidos quienes estaban por tomar empoderamientos tántricos. Además, este público provenía de un contexto cultural en el que el renacimiento era aceptado; ellos ya tenían cierta relación con el maestro, y estaban preparados para tomar un empoderamiento tántrico con dicho maestro. En este contexto, todas las enseñanzas sobre la relación con el maestro tienen sentido. Y los preliminares obviamente también tienen sentido porque ellos eran monjes; ya estaban haciendo este tipo de rituales.

Otra clave es que Tsongkapa llama a la relación sana con el maestro la “raíz del camino”. La primera parte que crece en una planta no es la raíz: una planta crece de la semilla. El no llama a la relación con el maestro “la semilla del camino”. Cuando una planta ya ha crecido, la raíz es lo que la soporta y le da sustento. El maestro espiritual no es aquello de lo que crece todo el camino. Así que aunque la relación con el maestro espiritual aparece primero en la presentación de Tsongkapa, esto no significa que debe ser lo primero para los principiantes. Tsongkhapa está presentando el camino para gente que ya está en el camino. Para ellos la base, el sustento del camino, es la relación que ya tienen con el maestro. Por esto él lo pone al inicio.

Estas son mis ideas iniciales sobre lo que debemos saber acerca de la estructura del lam rim: por qué está en niveles graduales, que es posible tener una etapa previa a las tradicionales tres etapas graduales, que la manera en que están organizadas las etapas tradicionales permite incluir un nivel preliminar adicional y, lo que la estructura nos dice en términos de la relación con el maestro y los preliminares.

Qué se requiere antes de entrar en el nivel inicial tradicional de lam rim

¿Qué entendimientos y prácticas necesitamos tener antes de entrar al primer nivel de motivación del lam rim?

Sonam tsemo (bSod-nams rtse-mo), uno de los cinco fundadores del linaje sakya, da una lista de tres requisitos para abordar las enseñanzas. El primero es reconocer el sufrimiento. El segundo es confianza en que es posible salir del sufrimiento. Y el tercero, que el Dharma indica la manera de hacerlo. Si pensamos en ello, nos parecerá perfectamente lógico. Si no vemos problemas en nuestra vida, ciertamente no buscaremos el Dharma. Si vemos problemas pero pensamos que no hay manera de salir de ellos, tampoco buscaremos el Dharma. Y si no pensamos que el Dharma ofrece una solución, ciertamente no buscaremos una en él. Estas tres cuestiones son las que realmente nos hacen querer encontrar y seguir el camino budista. La implicación del tercer punto es que primero necesitamos tener cierto estudio del Dharma para poder encontrar algún indicio de que éste ofrece una solución viable. Así que antes de que podamos poner nuestros corazones en el Dharma, necesitamos aprender algo sobre éste.

¿Puede elaborar más sobre la analogía de la semilla y la raíz en relación al maestro espiritual? ¿Qué es la semilla? ¿Cómo se desarrolla la raíz a partir de ella? Si está diciendo que necesitamos tener cierto conocimiento del Dharma antes de comprometernos con éste ¿Cómo es que nos comprometemos con un maestro espiritual desde el principio?

Déjenme dar un ejemplo. Los tres puntos que Sonam Tsemo explicó son como una semilla. De ella crecerá el entrar al Dharma. Pero para entender cómo una raíz puede crecer de esa semilla, veamos el tercer punto de Sonam Tsemo, la necesidad de tener cierta exposición al Dharma y cierta convicción en su capacidad de ofrecer una solución a nuestros problemas en la vida.

En mi propia experiencia personal, estudié budismo durante siete años en la universidad, muy profesionalmente, estudiando los principales idiomas clásicos. Aunque tenía la sensación intuitiva de que ésta era la dirección correcta, no fue sino hasta que fui a India y conocí a Su Santidad el Dalái Lama, y después a algunos de sus maestros, que me di cuenta de que el budismo existía como una tradición viviente. No era simplemente un tema muerto en los textos, que los profesores trataban de entender como si armaran un rompecabezas. Esa era la manera de aproximarse a esto en los años 60. En India había un maestro vivo, las enseñanzas estaban vivas, seguirlas podría realmente dar resultados. Lo que experimenté fue el propósito principal y la función de un maestro, tal como se explica en los textos tradicionales: dar inspiración. Ver que la práctica budista era posible y estaba viva fue lo que me llevó al punto de realmente dedicarme a la práctica y poner mi corazón en el budismo.

Por esta razón, el maestro espiritual es de mucha ayuda y es necesario para realmente adentrarse en las enseñanzas. No creo que podamos hacerlo de corazón sólo sobre la base de leer libros acerca del Dharma, aunque podamos ser atraídos en su dirección por los libros y derivar de ellos un poco de inspiración. La inspiración más fuerte proviene del ejemplo viviente de un maestro. Entonces al aprender de un maestro (tercer punto de Sonam-tsemo), la semilla se vuelve raíz, ya que la inspiración del maestro espiritual nos sostiene a lo largo del todo el camino. Pero, para que el encuentro con un maestro espiritual se convierta en la semilla y después en la raíz, éste necesita ser un maestro realmente calificado y no un charlatán carismático.

Si acabamos de conocer a un maestro no calificado que “nos deja impactados” y no sabemos nada de budismo ¿es esto suficiente para entrar al camino? Yo argumentaría que no. Así como leer libros de budismo sin un ejemplo vivo nos puede llevar en la dirección del Dharma y darnos cierta inspiración, también lo puede hacer el encuentro con un maestro, aunque no sea uno calificado. Pero nuestro camino en esa dirección no será estable a menos que aprendamos algo del libro o del maestro, no sólo nos inspiremos.

¿Qué es más peligroso? ¿Empezar sólo leyendo acerca de budismo o empezar sólo siendo impresionados por un maestro de Dharma? Ambos comienzos tienen sus peligros. Si sólo leemos, podemos desarrollar nuestra propia interpretación del Dharma que puede no tener nada que ver con las verdaderas enseñanzas. Si sólo seguimos a un maestro, corremos el gran peligro de ser presas de alguien que nos inspira mucho, pero que no está calificado. Podemos ser engañados. Aun si la persona está calificada, podemos proyectar tantas fantasías en ella que nos pueden hacer errar el camino.

Independientemente de cómo empecemos, necesitamos tratar de tener ambos, estudio e inspiración. La inspiración inicial de un maestro no es lo mismo que una relación saludable con un maestro espiritual. Eso viene mucho más tarde, cuando uno está bien establecido en el camino, está bastante dedicado y ha examinado muy bien al maestro. Los textos dicen que lo que indica una relación formal con el maestro espiritual es tomar votos de él o ella, ya sean de pratimoksha, de bodisatva o tántricos. Para alcanzar ese punto se requiere bastante desarrollo previo para no estar sólo tomando votos porque nos sentimos presionados por el grupo, o por alguna razón neurótica; para no pasar simplemente por una ceremonia sin idea de lo que está sucediendo. Cuando realmente podemos poner nuestro corazón en asumir tal compromiso, es cuando podemos empezar a hablar de la relación con un maestro espiritual tal cómo es discutida en los textos tradicionales. A menudo se dice que el maestro espiritual es importante en el comienzo, a la mitad y al final del sendero. Pero necesitamos entender lo que eso significa en cada nivel. No significa que veamos al gurú como un buda al principio del sendero.

Apreciar nuestra preciada vida humana

No tenemos tiempo de entrar en los diversos puntos del lam rim en detalle. En lugar de esto, veamos meramente la estructura de los estados graduales y hagámoslo en términos de comparar dos maneras diferentes de aproximarse a dichos estados: la manera Dharma-lite, que es la manera en que la mayoría de nosotros nos acercamos a ellos, y la manera del Dharma verdadero.

Empezamos apreciando la preciada vida humana que tenemos. La palabra tibetana preciosa o preciada usada aquí es la misma palabra usada en las “Tres preciosas joyas”. La connotación es que estar dotado de una vida humana no sólo es precioso o preciado sino que también es algo raro. Si pensamos sobre nuestra situación, es increíble. Podría ser muchísimo peor de lo que es ahora. Es tan extraordinario que no tengamos retraso mental, que no seamos deformes, deficientes, dementes, etc. No estamos en una terrible zona de guerra o muriendo de hambre, torturados en un campo de concentración, etc. Mucha gente ha estado y está en tales situaciones. Es extraordinario que estemos libres de todo eso, pero lo damos por sentado.

La situación actual del mundo es realmente muy benéfica para darnos cuenta de nuestra preciosa vida humana. Están disponibles métodos para trabajar con nosotros mismos y estamos interesados en aprenderlos y ponerlos en práctica. Sin embargo, aún estando estos métodos disponibles, la mayoría de la gente no está interesada. Y hay muchas personas que no tienen acceso a ellos. También es increíble que además de nuestro interés, tengamos la oportunidad de estudiar y practicar estos métodos. Si comparamos nuestra situación con la de otros lugares del mundo, podremos darnos cuenta de cómo las cosas podrían ponerse mucho peor.

Cuando sabemos que tenemos una oportunidad preciosa de trabajar con nosotros mismos, esto nos motiva a sacarle provecho. ¡Es tan importante no desperdiciar tal oportunidad! Es muy frágil y muy rara. Pasar la mayor parte de nuestro tiempo yendo a bares, viendo TV, o lo que sea, es un desperdicio increíble. Somos realmente privilegiados al tener la libertad de hacer cosas más productivas y benéficas con nuestra vida. La mayoría de nosotros tenemos algo de dinero, no somos esclavos, tenemos salud. Somos privilegiados. Sea que hagamos Dharma-lite o Dharma verdadero, este punto es exactamente igual.

Éste es el principio. Viene antes de los niveles graduales de motivación. Aunque podemos ir y estudiar el resto del sendero, si este punto inicial no nos llega realmente y se vuelve completamente real para nosotros en un nivel emocional profundo y no sólo intelectualmente, es muy difícil lograr progreso real alguno. Si no se siente de corazón y sinceramente, todo el camino espiritual puede fácilmente convertirse meramente en un deporte. Es simplemente una actividad más como jugar boliche o hacer ejercicio. No encontramos la profunda relevancia que tiene en nuestra vida. De hecho, necesitamos que el trabajar con nosotros mismos sea nuestra vida.

Esto no significa que nos detengamos en este punto y no estudiemos nada más del camino gradual hasta que la apreciación de nuestra preciosa vida humana realmente penetre en nosotros. Nos tomará años lograr tenerlo profundamente en nuestro corazón. El punto es no trivializarlo. Aunque realmente necesitamos trabajar en apreciar y sacar provecho de nuestra preciosa vida humana, no tenemos que volvernos fanáticos del Dharma. Eso nos condenaría al fracaso. Por supuesto, necesitamos relajarnos.

Tenemos esta rara oportunidad; tenemos esta preciosa vida humana. Si hemos tenido la oportunidad de estudiar y conocer maestros calificados, este punto se vuelve aún más real. ¿Cómo podemos simplemente desperdiciarlo? Es un gran privilegio ser capaces de aprender y conocer tales maestros.

Dirigirnos hacia obtener mejores renacimientos

El nivel inicial de motivación consiste en pensar en términos de evitar peores renacimientos y tratar de obtener mejores situaciones en nuestras vidas futuras. Esto se refiere a que existen muchas otras formas de vida además de la humana en las que podríamos renacer. Pero ir a alguno de los reinos de los dioses, evitando los reinos infernales, no es la meta final. Tener esto como meta final no es budismo.

Hablando de manera realista, ¿qué tan lejos podemos llegar en una vida? No lo vamos a lograr todo en una vida. Inclusive tomará largo tiempo hacer un progreso significativo en el camino budista, así que necesitamos continuar teniendo preciosas vidas humanas. Necesitamos continuar teniéndolas como escalones para lograr las más altas metas budistas. Por lo tanto, querer mejorar las vidas futuras está basado en la preciosa vida humana; tenemos una vida humana preciosa y queremos seguir teniéndola en el futuro.

Si realmente no entendemos o no creemos en el renacimiento y menos en la existencia de reinos invisibles como los cielos y los infiernos, una versión Dharma-lite, podría ser querer beneficiar a las generaciones futuras. Así como nosotros hemos tenido una preciosa vida humana, podríamos querer que las generaciones futuras tuvieran oportunidades preciosas, tanto si pensamos tan sólo en nuestras familias como si lo hacemos en términos más amplios. Esta idea de beneficiar generaciones futuras no se encuentra realmente en los textos budistas pero está en armonía con las enseñanzas del Dharma, así que pienso que, como occidentales, nos podemos acercar a este asunto desde tal punto de vista. Me parece que tener esta meta es perfectamente válido y útil, mientras no afirmemos que es lo que plantea el budismo y neguemos aquello que el budismo realmente propone que es beneficiar vidas futuras.

A continuación trabajamos en darnos cuenta de la muerte. Tomamos a la muerte en serio. Es seguro que vamos a morir. Todo aquel que nace, muere y no tenemos idea de cuándo sucederá esto. Sólo pensar en la muerte, sin que haya nada mas allá, podría ser deprimente. En el verdadero Dharma el punto es que habrá vidas futuras después de ésta, pero ¿estamos preparados? Si fuéramos a morir en este instante ¿sentiríamos que realmente nos hemos preparado para lo que viene después? ¿Estamos arrepentidos de lo que hemos hecho con nuestra vida? ¿La hemos desperdiciado? Si ésta fuera nuestra última hora ¿estaríamos contentos con la manera en que vivimos? Estos son asuntos importantes a considerar.

Una versión Dharma-lite es simplemente tomar en serio el hecho de que podríamos morir en cualquier momento. En la situación actual del mundo esto se vuelve aún más palpable.¿Qué legado vamos a dejar a las generaciones futuras? ¿Qué hemos hecho? ¿Estamos simplemente dejando un lío financiero y emocional, o estamos dejando algo positivo? ¿Cómo nos recordará la gente?

Habiendo pensado acerca de la muerte, reflexionamos en lo que podría suceder después de ella. Pensamos en peores renacimientos ¿Queremos renacer como cucaracha y que todos los que nos vean sólo quieran pisarnos? Podemos ir muy lejos imaginando situaciones peores. No tiene que ser necesariamente en el reino animal, sino que puede ser en el reino humano también: ser blanco de prejuicios terribles, no contar con oportunidad alguna y demás. Cuando nos damos cuenta de que contamos con oportunidades preciosas en nuestra vida y de que somos afortunados, y nos imaginamos sin tener tales oportunidades en nuestras vidas futuras ¡sentimos que sería terrible! No queremos que eso suceda. Si realmente pensamos así, trabajaremos con ahínco preparándonos para nuestras vidas futuras. Querremos organizar bien las cosas.

Esta idea es muy difícil para la mayoría de los occidentales porque no tenemos idea de lo que realmente significa el renacimiento. Si tenemos alguna idea, es seguramente una muy simplista, no sustentada por los budistas. Todo este asunto es muy difícil de sentir sinceramente, realmente es muy difícil. Una versión Dharma-lite, como ya mencioné, es pensar en términos de generaciones futuras, pero también podemos pensar en términos de querer evitar que las cosas se pongan peor más adelante en esta vida ¿Queremos terminar sentados en una silla de ruedas en un hogar para ancianos sin haber hecho nada significativo con nuestra vida, completamente deprimidos, solos y sin capacidad alguna para lidiar con los sufrimientos de la vejez? Si lo pensamos un poco, eso sería horrible. Queremos preparar cierta base emocional y de entendimiento para poder ser capaces de lidiar con lo inevitable (a menos que muramos repentinamente mañana): la enfermedad, la pérdida de la memoria, la pérdida de los sentidos físicos, la pérdida del control de esfínteres, la dependencia del cuidado de otros, la muerte. ¿Cómo manejaremos tales cosas manteniendo nuestra dignidad?, en lugar de caer en depresión que es lo que pasa con la mayoría de la gente. Necesitamos tomar esto bastante en serio y no simplemente negarlo. El negarlo no ayuda. Este es un punto importante. El Dharma no es simplemente mirar las cosas bonitas. Estamos viendo cosas terribles y tratamos de hacer algo, ya sea para evitarlas, o para lidiar con ellas de una manera que el sufrimiento se reduzca al mínimo.

El siguiente paso es la dirección segura o la toma de refugio. Tanto si queremos evitar peores renacimientos o peores situaciones al final de esta vida o para generaciones futuras, nos damos cuenta de que Buda, Dharma y Sangha muestran la salida. Los budas se han deshecho completamente de las emociones perturbadoras y de las dificultades, y los arhats liberados y los aryas altamente realizados, lo han logrado en parte. Estamos trabajando hacia esa meta que es realmente la liberación o la iluminación. Si estamos trabajando para obtener una mejor vida futura, el refugio nos indica cómo hacerlo, de manera que en el curso de muchas vidas podamos realmente alcanzar la liberación y la iluminación. Para ponerlo en palabras sencillas: es la dirección del trabajo con nosotros mismos.

En la versión Dharma-lite, trabajamos con nosotros mismos y vamos en esta dirección durante esta vida como un escalón. Es difícil realmente convencerse de que podemos deshacernos de toda la confusión y de desarrollar todos nuestros potenciales, ni siquiera sabemos lo que esto significa. Para realmente trabajar hacia esto necesitamos entenderlo y estar convencidos de que es posible obtener la liberación y la iluminación. Entonces, en una versión Dharma-lite, vamos a trabajar en tratar de entender cómo es posible sobreponernos a toda nuestra confusión y emociones perturbadoras, y convencernos de que esto es posible. Mientras tanto, podemos por lo menos ir en esta dirección. No sabemos si es posible llegar a la meta, pero podemos darnos cuenta de que avanzar en esta dirección es benéfico.

Ahora le hemos dado dirección y significado a nuestra vida. Esa es la razón por la que se hace tanto énfasis en este paso del refugio: realmente marca una enorme diferencia, tanto si estamos haciendo una versión Dharma-lite o Dharma verdadero ¡Realmente sentir que sabemos lo que estamos haciendo con nuestra vida es un gran paso! Provee un enorme nivel de seguridad y madurez. No estamos hablando de la actitud inmadura de “¡Oh, Buda, Buda, sálvame!” mientras nos cruzamos de brazos, eso no es budismo.

Para ir en la dirección segura de Buda, Dharma y Sangha, necesitamos entender el karma (causa y efecto conductuales) y necesitamos modificar nuestra conducta de acuerdo a tal entendimiento. Si estamos actuando destructivamente, necesitamos reconocerlo, abstenernos y actuar más constructivamente. La manera en la que actuamos afectará lo que experimentamos. Si actuamos como idiotas, la gente nos tratará como idiotas. Si somos crueles ¿esperamos que la gente sea amable con nosotros? Si actuamos cruelmente, herimos y engañamos a otros, los demás nos harán lo mismo a nosotros. Si somos amables con nuestra familia, las cosas avanzarán más armoniosamente.

Como una versión Dharma-lite, podemos pensar que la manera en que actuamos va a afectar nuestra experiencia en esta vida, pero no es tan obvio que este sea el caso. Podemos ser muy agradables con nuestra familia y aún así tener un montón de problemas y dificultades. O podemos ser muy corruptos y, a través de la corrupción, volvernos muy ricos y nunca ser atrapados. Así que podemos decir que, en general, las cosas mejoran en esta vida si somos buenas gentes y empeoran si no lo somos, pero no hay ninguna garantía en ello. El Dharma verdadero implica pensar en términos de vidas pasadas y futuras, porque la mayoría de los resultados no maduran en esta vida, y la mayoría de las veces, lo que madura en esta vida no es resultado de lo que hemos hecho en ella.

Otra versión Dharma lite de las enseñanzas sobre el karma es tratar de ayudar a los otros y de no lastimarlos. Esto es consistente con el Dharma pero ¿cómo sabemos cuál será el efecto de nuestras acciones? Una persona puede morir en consecuencia de atragantarse con el hueso de una maravillosa comida que preparamos para agradarla. Lo único que es definitivo es el efecto de nuestras acciones en nosotros mismos, en términos de nuestra experiencia real. Esto es realmente a lo que se refiere el karma.

Todo esto en el contexto de pensar acerca de vidas futuras y de querer evitar que sean deficientes, de manera que siendo preciosas vidas humanas, podamos trabajar más y más en cada una de ellas hacia la liberación y la iluminación.

Nivel intermedio

Con un nivel intermedio de motivación nuestra meta es la liberación de los renacimientos incontrolablemente recurrentes. Si no entendemos o creemos en el renacimiento ¿cómo podremos desear liberarnos de él? Es una broma. Una versión Dharma-lite sería liberarse de cualquier tipo de problemas en la vida, pero esto es bastante vago. En términos del Dharma verdadero, en el nivel inicial simplemente pensamos en evitar los niveles más burdos de sufrimiento, especialmente aquellos correspondientes a los peores renacimientos. Aquí en el nivel intermedio, pensamos en los problemas de nuestra felicidad ordinaria, caracterizada como el sufrimiento de los reinos superiores. Aun en los reinos de los dioses o como humanos, tenemos todo tipo de sufrimientos. También observamos el “sufrimiento que todo lo abarca”, que es la situación general de todo el samsara, que consiste en que todo lo que experimentamos en cualquier renacimiento está condicionado por la confusión, está acompañado por la confusión, y perpetúa y crea aún más confusión. Pero con Dharma-lite, podemos ver estos dos tipos de sufrimiento de manera más general, de modo que sean pertinentes también a esta vida.

Los tipos de felicidad ordinaria que tenemos son deficientes ¿Por qué? Porque nunca son satisfactorios. Nunca tenemos suficiente. No queremos tener sexo sólo una vez. No queremos comer sólo una vez. Lo queremos una y otra vez. Lo realmente terrible es que a veces ni siquiera nos gustan nuestras cosas favoritas. No hay garantía de que nos guste comer el mismo platillo todo el tiempo o que disfrutaremos el sexo cada vez que lo tengamos. Lo que es aún más terrible es que no tenemos idea de lo que vendrá después. En un momento estamos de un humor maravilloso y en el siguiente momento estamos de un humor horrible. Es muy insatisfactorio.

Realmente necesitamos ir más allá del estado mental que trata de obtener cualquier placer posible, por cualquier medio. Usualmente, lo que está detrás de esto es el mito, la fantasía, de que vamos a encontrar algún tipo de felicidad perfecta en la comida, el sexo, las amistades, el dinero, o lo que sea. Pero tal creencia proviene de la confusión, acompaña nuestra búsqueda de estas cosas y, cuando experimentamos que estas no nos satisfacen, perpetúa nuestra confusión. Pensamos que quizá la próxima vez que las tengamos, nos darán felicidad perfecta. Necesitamos llegar al punto de tener lo que llamamos “renuncia”. No sólo es la determinación de liberarse de este ciclo perpetuo, sino que está basado en el aburrimiento y en la repugnancia que todo ello nos provoca. Es simplemente estúpido y aburrido golpearnos la cabeza contra la pared y tratar de de obtener un poco de felicidad eterna de este tipo de cosas. Con la renuncia estamos determinados a ser libres y esto está basado en el entendimiento de que existe una posibilidad de ser libres, de que hay una alternativa.

Con la renuncia nos damos cuenta que no hay un lugar en el universo a donde realmente queramos ir. Todo es bastante parecido. Algunos lugares son más lindos que otros, pero todo es basura. No hay ningún centro de Dharma al que sintamos debemos pertenecer para obtener la felicidad. Nos damos cuenta que ningún centro será perfecto y que, inevitablemente, cualquier centro estará involucrado en tonterías de política interna. No hay monasterio alguno al que queramos pertenecer. Cualquier monasterio también estará involucrado en tonterías de política interna. No hay amistad alguna en particular que queramos cultivar, porque cualquier amistad conllevará, inevitablemente, problemas y dificultades.

Sin embargo esto no significa que nos suicidemos porque todo es tan deprimente. Por el contrario, debido a que no somos atraídos por nada y no hay mito alguno de encontrar el centro de Dharma ideal, monasterio, amigos, lugar para vivir, trabajo, pareja, etc., entonces buscaremos aquello que sea lo más conducente a lograr ser capaces de progresar en el camino a la liberación. Con este criterio escogemos un centro de Dharma, un monasterio, un lugar para estar, etc. sin exagerarlo como lo más maravilloso del mundo. Ninguno de ellos lo es. Esto es el samsara. Las situaciones samsáricas nunca son satisfactorias, nunca son perfectas; siempre tienen altibajos. Necesitamos entender la renuncia de esta manera.

La versión Dharma -lite de la renuncia es el anhelo de salir de los sufrimientos de esta vida. La versión del Dharma verdadero es pensar también en vidas futuras, y no sólo en ésta. Los tres tipos de sufrimiento simplemente continuarán en una nueva vida futura después de otra, sucesivamente, a menos que hagamos algo para salir del ciclo incontrolablemente recurrente.

Aquí podemos ver como todas las enseñanzas son como piezas de un rompecabezas, que pueden embonar con cada una de las otras piezas de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, si no embonamos la pieza del rompecabezas de la preciosa vida humana con la renuncia, llegamos a un punto en el que sentimos que ningún lugar está bien, no queremos ir a ningún lado, todo es basura, y no nos dan ganas de hacer nada. Este no es el punto de la renuncia. La renuncia nos ayuda a aprovechar mejor nuestra preciosa vida humana.

La siguiente cosa que necesitamos investigar cuando tenemos un nivel intermedio de motivación es lo que causa todos estos problemas, dificultades y emociones perturbadoras. Todo esto es producto de la confusión. El Dharma da una explicación increíblemente sofisticada del funcionamiento de todo esto. Como un ejemplo simple, el mito de la princesa caramelo o del príncipe azul en el caballo blanco nos hace proyectar todo tipo de idealizaciones en otras personas. Entonces nos apegamos y nos enojamos cuando él o ella no satisfacen nuestras expectativas imposibles, o nos ponemos celosos ante la posibilidad de que alguien más se lleve a nuestro príncipe o princesa. El budismo provee un análisis completo del origen de todo esto. Es fantástico.

La versión Dharma-lite se fija en las causas de estos síndromes sólo en el contexto de ésta vida y quizá lo extiende en busca de causas en las influencias de generaciones pasadas. Entonces la versión Dharma-lite tiende a ser un análisis psicológico, lo cual no es suficientemente profundo. La versión del Dharma verdadero se fija en todos estos síndromes y sus causas en términos de los patrones de vidas pasadas. Considerando esto simplemente en términos de lo que nos ha pasado en esta vida no es suficiente para realmente explicar todo por entero. Es sólo una explicación parcial.

El siguiente tema en el lam rim es la presentación de los doce eslabones de surgimiento dependiente. Es un análisis muy sofisticado y complejo de cómo funciona el renacimiento, de cómo las emociones perturbadoras, junto con el karma, activan ciertos patrones que recurren como propensiones, como rasgos de personalidad, en diferentes vidas una y otra vez. Sólo con este esquema completo conseguimos realmente tener una idea de lo desagradable y absurdo que es todo el proceso de renacimiento samsárico. Aunque podamos tener cierta idea de cómo recurren nuestros patrones en esta vida, desde un punto de vista Dharma-lite, el Dharma verdadero nos habla sobre cómo funciona el renacimiento. Esta es la verdadera profundidad aquí.

Para salir de este terrible ciclo, necesitamos los tres entrenamientos superiores: en autodisciplina ética, concentración y el darse cuenta que discrimina (sabiduría). Aquí, la autodisciplina ética se refiere a tomar votos para la liberación individual (laicos o monásticos). Ya que realmente queremos salir del samsara, nos comprometemos a evitar ciertas cosas que obstaculizan nuestra liberación. En este momento, no necesitamos entrar en una larga discusión acerca de tomar votos. El tomar estos votos para la liberación individual implica que necesitamos tener alguna idea previa de que la liberación personal es posible y que un compromiso absoluto de evitar comportamientos destructivos nos ayudará a dirigirnos en tal dirección. Abandonar comportamientos destructivos es algo basado en la renuncia, porque nos percatamos de que actuar, hablar y pensar destructivamente nos saca de la dirección que hemos elegido seguir.

El hecho de que la discusión sobre la toma de votos es posterior a la discusión sobre las emociones y actitudes perturbadoras implica que no tomamos votos por una razón neurótica, como sería si pensáramos: “quiero ser una buena persona”, “quiero agradar a mi maestro”, etc. Cuando tomamos votos porque sabemos que la liberación es posible y que los votos delinean los límites que necesitamos evitar cruzar para poder alcanzar la meta, ya no nos sentimos indecisos acerca de cómo actuar. Por ejemplo, no tomamos alcohol porque entendemos que nos nubla la mente de manera que no logramos concentrarnos. Necesitamos establecer límites. No tiene nada que ver con ser obedientes. El tomar votos se basa en un poderoso darse cuenta que discrimina que nos indica que seguir el lineamiento de los votos es benéfico. Entonces, sobre la base de esta autodisciplina ética, desarrollamos concentración y con un darse cuenta que discrimina, nos enfocamos en la vacuidad, la visión más profunda de la realidad, para deshacernos de la confusión que causa nuestros renacimientos incontrolablemente recurrentes. La concentración y la vacuidad no se discuten en detalle en el nivel intermedio, sólo se mencionan.

Nivel avanzado

El nivel avanzado de motivación es trabajar para la iluminación. Cuando hemos llegado al punto en que estamos trabajando para lograr la liberación, para deshacernos de nuestro incontrolable renacer, necesitamos avanzar al punto en que queremos ir más allá en nuestro desarrollo para también ser capaces de ayudar a todos los demás a lograrlo. En la versión Dharma-lite de esta motivación, simplemente queremos ser buenos y ayudar a todos. Pero no estamos hablando sólo de eso. Queremos ayudarlos a vencer el renacimiento incontrolablemente recurrente. Esto es mucho más que simplemente ser buenos.

Nuestra concentración y entendimiento de la vacuidad necesitan el empuje de una tremenda energía para llevarnos a la iluminación y esta energía proviene de la bodichita. Puesto de manera simple, la bodichita es el estado mental que piensa: “Tengo que ayudar a todos tan plenamente como sea posible y para lograrlo necesito alcanzar la iluminación, por lo tanto, ese logro será mi meta”.

Ahora nuestras mentes son limitadas; nuestro cuerpo es limitado. Es como si estuviéramos en un submarino viendo a través de un periscopio. Lo único que podemos ver es lo que está justo en frente de nuestros ojos. No podemos ver la interconexión entre absolutamente todo lo que ha existido y existirá. Cuando vemos a otras personas, no nos percatamos de como sus estados mentales actuales han sido afectados por cada ser humano o cada animal que ha existido, por la historia, la economía, la sociedad, etc. Necesitaríamos conocer todo eso para escoger la enseñanza correcta que les fuera apropiada. Tampoco conocemos el efecto que tendrá nuestra enseñanza en todos los que la escuchan y, habiendo sido influenciados por dicha enseñanza, el efecto que esto tendrá sobre todas las personas con las que ellos eventualmente tengan contacto. Pensemos en esto. Sólo vemos por el periscopio. No vemos la interconexión, sin mencionar siquiera las vidas pasadas y futuras de todos. A menos que nos diéramos cuenta de todo esto ¿cómo saber cuál es la mejor enseñanza para alguien?

La versión Dharma-lite de esto, considera que cada quien tiene una vida, de manera que se piensa sólo en las causas y efectos dentro de esta vida. La versión del Dharma verdadero toma en cuenta que todo el mundo tiene infinitas vidas, así que se vuelve mucho más complejo. Para ser capaces de saber cómo ayudar a todo el mundo de la mejor manera posible, tenemos que deshacernos del estúpido periscopio, lo cual significa que necesitamos iluminarnos. Aun cuando nos liberemos del samsara, estaremos todavía mirando a través de un periscopio, aunque a esas alturas ya no nos dejaremos engañar, no creeremos que las cosas existen de la manera en la que parecen existir. Cuando nos deshagamos del periscopio, ya no seremos seres sensibles submarinos. ¿Cómo podríamos desarrollar la bodichita sin, al menos, el entendimiento de una idea simplista de lo que es en realidad la iluminación y de por qué tenemos que alcanzarla? En esto es en lo que trabajamos.

Una versión Dharma-lite podría ser: “¡Quiero volverme un buda porque es tan maravilloso! ¡Es el mayor de los logros y podré ser capaz de ayudar a todos”. Eso es un cuento de hadas. Quizá podamos empezar con eso, pero necesitamos darnos cuenta que algo mucho más profundo está teniendo lugar.

Entonces tomamos los votos del bodisatva. Estos indican las acciones y actitudes que necesitamos evitar y las cosas que necesitamos hacer para ser del mayor beneficio a los demás y para alcanzar la iluminación. Es maravilloso. Sabemos lo que nos impedirá avanzar en este camino así que lo evitamos.

A medida que avanzamos en el camino, trabajamos con las seis actitudes de largo alcance, usualmente llamadas las seis perfecciones. Podemos pensar en ellas de dos maneras: en términos de beneficiarnos nosotros mismos para ser capaces de beneficiar a otros y en términos de beneficiar directamente a otros. Tenemos que estar dispuestos a darlo todo. Esto es generosidad. Sin esta actitud ¿cómo seremos capaces de seguir este camino? Necesitamos disciplina, si no ¿cómo usaremos toda nuestra energía y todo nuestro tiempo? La disciplina nos mantiene enfocados en la meditación, en la práctica y demás, y nos sujetamos a ello. Va a ser difícil. Necesitamos paciencia para no frustrarnos y enojarnos tratando de practicar el camino. Entonces necesitamos perseverancia gozosa porque, por supuesto, mientras practicamos y trabajamos en nosotros mismos, sufriremos altibajos. Necesitamos que esto no nos saque del camino. Sin importar lo que suceda continuaremos y disfrutaremos las prácticas de Dharma que hagamos, porque vemos gran beneficio en ellas.

¿En qué aplicamos nuestra perseverancia? Primero, en el trabajo con la concentración. Realmente éste término aquí se refiere no sólo a concentración sino a estabilidad mental en general. Con ésta, no sólo no divaga nuestra mente ni se embota, sino que tampoco tiene altibajos con tonterías emocionales. Nuestra mente y estados mentales son estables. Entonces, cuando estamos en una situación emocionalmente difícil, no perdemos la concentración. En la situación mundial actual en medio de toda la tensión y ansiedad, somos capaces de reconocer que las cosas son tristes o difíciles, pero no perdemos la concentración. No estamos usando esta concentración sólo para enfocarnos en la respiración, sino para enfocarnos en el darse cuenta que discrimina la realidad, para deshacernos de todas las proyecciones de formas imposibles de existencia, de todas nuestras fantasías y para permanecer enfocados en lo que realmente sucede.

En términos de realmente ayudar a otros, con generosidad damos a otros no sólo objetos materiales sino también respeto y oportunidades de aprender. Ayudamos enseñando a otros. Les damos la libertad de no tenernos miedo, miedo de que los ignoremos, de que los abandonemos, rechacemos, o nos peguemos a ellos, etc. Les damos nuestro amor sincero. Realmente queremos que sean felices. No estamos simplemente usándolos para nuestro propio placer. Utilizamos la disciplina para realmente ayudarlos y no dañarlos, tanto como podamos. Hacemos todo lo posible. Tratamos de ayudar, en lugar de decir: “Lo siento, estoy ocupado, no te puedo ayudar hoy”. Necesitamos ser pacientes porque será difícil. La gente nos dará problemas. Necesitamos ser pacientes para no enojarnos o frustrarnos porque no somos Dios y no podemos hacer que los problemas de todo el mundo desaparezcan con un chasquido de nuestros dedos. Necesitamos la perseverancia gozosa para seguir adelante, para seguir ayudando, seguir tratando, sin importar si la gente mejora y sin importar los altibajos.

Necesitamos la concentración para mantenernos enfocados en ayudar a la gente, sin distracciones, a pesar de sentirnos atraídos por unos y repelidos por otros. Entonces necesitamos un darse cuenta que discrimina para diferenciar entre nuestras proyecciones y fantasías sobre las personas y la manera en que realmente existen. Necesitamos discriminar entre lo que ayuda y lo que daña.

Con Dharma-lite estamos practicando ayudar a la gente en esta vida. El Dharma verdadero es ayudar a otros y dedicar la fuerza positiva que generamos con ello para llegar a superar nuestra visión de periscopio de manera que realmente podamos ayudar tanto como sea posible con amor, compasión y demás.

Video: Khandro Rinpoche — “¿Qué es la compasión?”
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Conclusión

Esta es una presentación general de la estructura básica del los estados graduales del camino. Esta metodología requiere una tremenda cantidad de trabajo. No hay que sentirnos mal o avergonzados si estamos en un nivel Dharma-lite porque, de hecho, es ahí donde la mayoría de nosotros estamos. Traten de poner su corazón en el Dharma-lite, si es ahí donde están, y háganlo sinceramente, pero siempre con la visión de que se trata de un escalón para ir más adelante. Necesitamos entender y reconocer la importancia de trabajar con el renacimiento y demás, de manera que finalmente podamos realmente trabajar para la liberación y la iluminación. No debemos trivializar estas enseñanzas, ser pretenciosos o fingir que estamos en un nivel más avanzado de motivación del que realmente estamos. En cualquier estado en el que nos encontremos, tratemos siempre de ser de la mayor ayuda a todos.

Dedicatoria

Como he dicho muchas veces, si hemos logrado algún entendimiento, alguna fuerza positiva a partir de la discusión de estos temas y lo dejamos así, tal fuerza positiva actuará automáticamente como una causa para meramente mejorar el samsara. Esto es muy lindo, pero podemos hacer mucho más con dicha fuerza. No queremos que simplemente contribuya a que nuestra vida sea un poco más fácil, eso sería Dharma-lite. Lo que queremos es dedicarlo conscientemente cómo una causa para alcanzar la iluminación, para vencer no sólo nuestras emociones perturbadoras sino también nuestra visión de periscopio, de manera que podamos ser, verdaderamente, de la mayor ayuda para todos. Gracias.

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