Me han pedido que hable esta noche sobre “¿por qué el budismo?”, la cual es, por supuesto, una pregunta válida, especialmente en Occidente, donde tenemos nuestras propias religiones, entonces, ¿por qué necesitamos el budismo?
Me parece que es muy importante entender que, cuando hablamos de budismo, tenemos muchos aspectos diferentes. Existe lo que se puede llamar ciencia budista, psicología budista y religión budista:
- Cuando hablamos de ciencia budista, nos referimos a cosas como la lógica, cómo conocemos las cosas y, básicamente, la visión de la realidad (cómo ha surgido el universo, etc., este tipo de cosas) la relación entre la mente y la materia. Todo esto aborda temas científicos y el budismo tiene mucho que ofrecer en estas áreas.
- Luego, la psicología budista aborda diversos estados emocionales, especialmente las emociones perturbadoras que nos causan mucha infelicidad (enojo, celos, codicia, etc.). Y el budismo es muy rico en métodos sobre cómo lidiar con los problemas que surgen de estas emociones perturbadoras.
- La religión budista, por otro lado, aborda diversos aspectos rituales, plegarias; trata con temas como el renacimiento. Y esa también es un área muy rica.
Entonces, cuando preguntamos: “¿Por qué el budismo? ¿Qué necesidad tenemos del budismo en Occidente en el mundo contemporáneo?”, creo que debemos revisar específicamente la ciencia budista y la psicología budistas. Si la gente está interesada en los aspectos más religiosos del budismo, eso es muy bueno; no hay problema. Pero, en general, si crecimos bajo una cierta religión, no es muy fácil cambiar a otra religión; esto causa conflictos internos en la mayoría de las personas, conflictos de lealtad y, en particular, puede causar problemas en el momento de la muerte – podemos sentirnos muy confundidos acerca de qué realmente creer.
Por lo tanto, debemos tener mucho cuidado de ser occidentales que crecen con las tradiciones occidentales y recurren a los aspectos religiosos del budismo, porque hay problemas adicionales que pueden surgir, como la superstición y la expectativa de que sucedan cosas milagrosas de los rituales budistas. Por tanto, es mucho mejor, mucho más recomendable, al menos al principio, centrarse en la ciencia budista y la psicología budistas. Estas son áreas que pueden integrarse muy bien en nuestras tradiciones occidentales sin conflictos. Así que veamos algunos de estos aspectos de la ciencia y la psicología budistas.
Ciencia budista
Lógica
La lógica es una parte muy importante del entrenamiento budista, y la forma en que se estudia es en términos de debate. Entonces, ¿cuál es el propósito del debate? El propósito del debate no es ganarle al oponente, demostrar que el oponente está equivocado. En lugar de ello, el objetivo del debate es que hay alguien que es el proponente, quien declara una cierta posición o cierta comprensión de una de las enseñanzas budistas, así que la otra persona desafía su comprensión y trata de poner a prueba a la otra persona para ver cuán consistentes son sus entendimientos. Entonces, si crees esto o aquello, lógicamente eso tiene algún resultado. Y si tal resultado es una tontería o no tiene ningún sentido, entonces hay algo mal en tu comprensión. Así que esto es muy importante porque si vamos a tratar de comprender algo profundamente relacionado con hechos básicos de la realidad, digamos, como la impermanencia, entonces queremos - lo que se llama meditación - queremos pensar profundamente en ello y convertirlo en parte de la forma en que vemos el mundo.
Todo está cambiando de un momento a otro y eso es algo que es importante entender en términos de nuestra paz mental general. Por ejemplo, compramos una computadora nueva y en algún momento se descompone y nos enojamos mucho por eso: “¿Por qué debería descomponerse?" y demás. Pero si lo pensamos lógicamente, la razón por la que se descompuso fue porque fue creada en primer lugar. Debido a que está hecha de tantas partes diferentes y tantas cosas diferentes que están interconectadas, es muy inestable y, por supuesto, en algún momento dejará de funcionar.
Incluso cuando conocemos a alguien y desarrollamos una fuerte amistad o incluso una relación, en algún momento termina. Entonces, ¿por qué terminó? ¿Por qué rompimos? Rompimos porque nos conocimos. En cada momento posterior a cuando nos conocimos, las circunstancias y las condiciones cambiaron en la vida de esta persona y en la mía. Las circunstancias que sustentaron nuestra amistad inicial ya no existen, y la amistad depende de todas estas condiciones, así que cuando termina (bueno, por supuesto que terminará, porque las condiciones que la sustentaron han cambiado), así que el evento final que nos parece causar la ruptura -una discusión, digamos- es solo la condición para que la amistad termine. Si no fuera por esta condición, habría sido otra cosa. Pero la causa real por la que terminó fue porque comenzó.
Entonces, lo mismo en términos de nuestra vida (esta es la actitud budista hacia la muerte): ¿Cuál es la razón por la que morimos? La razón es que nacimos. La enfermedad o el accidente propiamente dicho fue solo la circunstancia de la muerte. Entonces, si naces, mueres. Es muy sencillo. Esa es la realidad. Estos son los aspectos de la ciencia budista y es lógico. Entonces, en un debate, la otra persona probaría su comprensión de esto y trataría de encontrar huecos en tu argumento:
- “Bueno, podrías decir: 'Si no hubiera comido esto o no hubiera ido a este lugar, no habría muerto'”.
- Mientras que la otra persona diría: “Sí, pero habría otras circunstancias. Dado que naciste, morirás”.
Así, a través de la lógica, a través del debate, se llega a un entendimiento definitivo sin ninguna indecisión (“¿Es así o es así?”). De esa manera, nuestra comprensión se vuelve muy firme, muy estable. Y, sea que estemos haciendo meditación después de eso u otra cosa, se vuelve mucho más efectivo. Entonces, este tipo de discusión, debate, lógica, es muy útil para cualquiera en cualquier situación. Muy a menudo pensamos de maneras que no son claras; no pensamos en las consecuencias de nuestras acciones o en las consecuencias de nuestra forma de pensar. Entonces, si podemos aprender a pensar de manera lógica, tendremos muchos menos problemas en nuestra vida.
Entonces, este es un aspecto de la ciencia budista.
Realidad
Con respecto a la realidad, un punto que ya discutimos es en términos de la impermanencia. Todo está cambiando de un momento a otro y acercándose cada vez más a su final. Esta es la realidad. Es cierto sobre nuestra edad. Podemos pensar: “Oh, todos los días me hago mayor” y pensar: “Bueno, está bien”, pero ¿cuántos de nosotros pensamos todos los días: “Me estoy acercando a mi muerte, esa es simplemente la realidad”? Pero si somos conscientes de eso, que cada día nos acercamos más a nuestra muerte y que la muerte puede suceder en cualquier momento, lo cual es cierto, entonces no perdemos nuestro tiempo. No posponemos las cosas para mañana, mañana, mañana, sino que usamos nuestra vida de la manera más significativa que podamos. Y lo más significativo es intentar beneficiar a los demás. Entonces, esta es la realidad. Y es muy útil pensar: “Si este fuera mi último día, ¿qué querría hacer en este último día? ¿Cómo lo usaría de manera significativa?”. Porque nunca sabemos cuándo será nuestro último día. Podríamos ser atropellados por un automóvil cuando salgamos de esta habitación. Esto no tiene la intención de deprimirnos; tiene el propósito de hacernos usar nuestro tiempo de manera mucho más significativa.
Tomemos otro ejemplo en términos de realidad. Imaginemos que estamos en un ascensor con otras diez personas y el ascensor se atasca. Se corta la electricidad y estamos atrapado en este ascensor con estas diez personas durante un día entero. ¿Cómo se tratarían los unos a los otros? Si empiezan a pelear, si empiezan a discutir, etc., será como un infierno en este ascensor. La única forma de sobrevivir es si todos son serviciales, amigables y amables entre sí, porque todos están atrapados en ese ascensor juntos; están todos atrapados en la misma situación. Entonces esto es lógico, es razonable, ¿no es cierto? Entonces, ampliemos esto a todo el planeta: todo el planeta es como un gran ascensor y todos estamos atrapados en este planeta juntos. Si discutimos y peleamos entre nosotros, se vuelve absolutamente miserable para todos. Entonces, la única forma en que podemos sobrevivir es que todos seamos amigables, amables y serviciales entre sí, porque estamos todos aquí juntos y todos estamos en la misma situación. Respiramos el mismo aire; compartimos el mismo océano, agua, tierra. Estamos todos en el mismo ascensor; es así. Esta es la realidad junto con la lógica.
También tenemos muchas fantasías y proyecciones. Imaginamos que nosotros, los demás y el mundo existen en todo tipo de formas imposibles. Proyectamos eso y parece que así es como existen las cosas, pero no corresponde con la realidad; es solo nuestra fantasía, nuestra proyección.
Por ejemplo, podría pensar que puedo actuar de cierta manera y que eso no tiene ninguna consecuencia. Entonces: “Puedo no obtener una buena educación, puedo ser flojo y, de alguna manera, eso no va a tener ningún efecto en mi vida; de cualquier forma, tendré éxito”. O “puedo llegar tarde o puedo decirte cosas crueles y eso no tendrá consecuencias”. Mucha gente considera que otras personas realmente no tienen sentimientos, nunca piensan que lo que dicen pueda lastimar a la otra persona. Entonces, “puedo llegar tarde y no importa”. Bueno, esa no es la realidad. Esa es una proyección fantasiosa sobre la causa y el efecto. Pero la realidad es que todo el mundo tiene sentimientos, al igual que yo, y lo que digo y cómo actúo contigo va a afectar tus sentimientos, al igual que la forma en que me tratas y me hablas afecta mis sentimientos. Así que, esa es la realidad, ¿no es cierto? Y cuanto más entendemos eso y lo tenemos en cuenta, más considerados somos con los demás. Nos interesa cómo los afectamos y modificamos nuestro comportamiento en consecuencia.
O podría imaginar que existo independientemente de todos los demás. Esto tampoco es realidad, ¿verdad? Si pensara así, entonces pensaría: “Siempre debería salirme con la mía, yo soy lo más importante, así que siempre me deben servir primero antes que a todos los demás en el restaurante”, y si no nos salimos con la nuestra, nos alteramos mucho, nos enojamos mucho. Pero el problema, por supuesto, es que todos los demás piensan que son la persona más importante y nadie estará de acuerdo en que somos los más importantes. Así que esta es nuestra proyección, esta es nuestra fantasía, esta no es la realidad, nadie es el centro del universo, nadie es el más importante. Todos somos iguales en el sentido de que todo el mundo quiere agradar, nadie quiere desagradar. Todos en el restaurante que esperan ser atendidos quieren comer, no solo yo. Todos los que esperan en el consultorio de un médico quieren tener su turno, no solo yo. Entonces todos somos iguales. Esta es, de nuevo, la realidad.
Ciencia budista y ciencia occidental
Esto es parte de la ciencia budista, comprender la realidad y modificar nuestro comportamiento en consecuencia. Por supuesto, hay otros aspectos de las enseñanzas sobre la realidad. Y es muy interesante cómo los científicos occidentales están empezando a descubrir que muchos de los puntos planteados en la ciencia budista son correctos: diferentes formas de ver las cosas que no habían considerado antes.
Por ejemplo, en la ciencia occidental tenemos la ley de conservación de la materia y la energía: la materia y la energía no se crean ni se destruyen, solo se transforman. Si pensamos en términos de eso, lo que sigue lógicamente es que no hay principio ni fin. Entonces, cuando pensamos en términos del Big Bang, podríamos pensar que el Big Bang surgió de la nada, comenzó de la nada, pero el punto de vista budista es que hubo algo antes del Big Bang. El budismo no tiene ningún problema con el Big Bang como el comienzo de este universo en particular, pero ha habido innumerables universos antes y habrá innumerables universos después. La ciencia occidental también está empezando a pensar poco a poco en estos términos. Y también es lógico desde un punto de vista científico occidental básico. Así que aquí llegamos nuevamente a la lógica. Si crees que la materia y la energía no se crean ni se destruyen, sino que solo se transforman, entonces es totalmente inconsistente afirmar lógicamente: “Pero tuvo un comienzo con el Big Bang”. Así que este es un claro ejemplo de la aplicación de esta lógica y debate budista a las posiciones que tenemos en la ciencia occidental.
Una de las principales afirmaciones de la ciencia budista es la relación entre la mente y la materia. La mente y la materia están interrelacionadas. No se puede reducir la mente al cerebro o a algún proceso químico. El problema es que cuando se usa la palabra mente se tiende a pensar que es una especie de cosa, pero ese no es el concepto budista. El concepto budista habla de actividad mental. Y la actividad mental, que significa conocer cosas, podemos describirla mediante algún proceso químico o eléctrico en el cerebro, pero también podemos describirla desde un punto de vista experiencial, y es este punto de vista experiencial del que estamos hablando cuando hablamos acerca de la mente.
Los científicos médicos están descubriendo que es cierto lo que dice el budismo, que nuestro estado mental, la calidad de nuestra experiencia de vida, afectará nuestra salud física. Entonces, si tenemos paz mental, calma interior... Eso significa estar libres de siempre preocuparse, quejarse y pensar de una manera muy negativa, pesimista. Pensar de estas formas negativas es perjudicial para la salud. Mientras que, si somos optimistas, amables, pensamos en los demás, amigables, tranquilos, esto fortalece el sistema inmunológico y es conducente a una mejor salud. Entonces, la ciencia médica, en varios centros alrededor del mundo, está investigando sobre esto y están descubriendo que lo que dice el budismo es cierto, que nuestro estado mental afecta al cuerpo, por lo que afecta a la materia. Tenemos muchos programas en Occidente que ahora utilizan lo que se conoce como meditación “mindfulness” para controlar el dolor y ayudar a las personas a lidiar con el estrés, el dolor y las situaciones difíciles. Básicamente, se trata de concentrarse en la respiración, lo cual nos mantiene tranquilos. Nos conecta con la tierra, en cierto sentido, con un elemento físico, de modo que no estamos tan molestos por pensar: “Yo, yo, yo y mi dolor y mi preocupación” y “estoy tan molesto”. Así que nos calma y es sumamente útil para el manejo del dolor. Ciertamente no tenemos que seguir la religión budista para beneficiarnos de tales métodos.
Entonces, esta es la ciencia budista.
Psicología budista
Ahora bien, la psicología budista aborda cómo conocemos las cosas, en otras palabras, ciencia cognitiva (la diferencia entre psicología y ciencia no es tan estricta). Entonces tenemos el estudio de las formas de conocer (¿cómo conocemos las cosas?) y también tenemos cómo lidiar con los problemas emocionales. Estas son las dos áreas de la psicología budista.
Maneras de conocer las cosas
Lo que es muy importante es poder reconocer cuál es la diferencia entre las formas válidas de entender y las formas no válidas de entender o conocer las cosas. El budismo tiene mucho que decir al respecto. Una forma válida de conocer algo se define como una forma de conocer que es a la vez precisa y decisiva. Precisa significa que es correcta, corresponde con la realidad, puede ser validada por otros. Y decisiva significa que estamos seguros; tenemos certeza. No es el estado mental: “Bueno, tal vez sea así, o tal vez sea así, pero realmente no lo sé”.
Entonces, ¿cuáles son las formas válidas de conocer las cosas? Podemos tener lo que se conoce como percepción desnuda. Esto es ver, oír, oler, saborear y sentir alguna sensación física (y también podemos tener esto en los sueños, y entonces es mental). Así, cuando vemos a alguien, esto necesita ser válido. No siempre es válido: “Pensé que había visto algo allí, pero no estoy muy seguro”. “Pensé que te había visto entre la multitud, pero no estoy muy seguro. Pensé que te había visto, pero en realidad era otra persona”. “Pensé que habías dicho esto, pero tal vez estaba equivocado y escuché de manera diferente”. Eso no es válido, ¿verdad? Eso no es exacto ni decisivo.
Y puede haber muchas causas de distorsión. Como si me quitara las gafas y solo viera algo borroso frente a mí. Pero tú no existes como algo borroso, ¿verdad? Algo está mal con mis ojos y por eso se ve distorsionado. Si le preguntara a alguien más: “¿Ves algo borroso allí?” me dirían que no, así que yo sabría que era algo incorrecto.
Así que tenemos percepción desnuda y aquí estamos hablando de percepción precisa y decisiva.
Y también es válida la comprensión inferencial. Sin embargo, tiene que ser válida, no incorrecta. Inferencia. Razonamiento. “Donde hay humo, hay fuego” es el ejemplo clásico. Vemos que sale humo de una chimenea en la montaña lejana. Así que tenemos una percepción válida, vemos el humo y podemos inferir un incendio (en realidad no vemos el fuego). Donde hay humo, debe haber fuego. Entonces eso es válido.
Pero hay algunas cosas que ni siquiera podemos conocer por lógica, como el nombre de la persona que vive en esa casa, y para eso necesitamos una fuente de información válida. Eso también es un tipo de inferencia: que esta persona es una fuente válida de información y, por lo tanto, lo que dice es cierto. El mejor ejemplo de eso es: “¿Cuándo es mi cumpleaños?”. No hay forma de que podamos saber cuándo es nuestro cumpleaños por nosotros mismos. La única forma en que podemos saber es preguntándole a nuestra madre o viendo los registros, esto es, con una fuente válida de información.
Hay muchas formas de inferencia. Hay inferencias basadas en convenciones muy conocidas: escuchamos un sonido. ¿Cómo sabemos que es una palabra? ¿Y cómo sabemos qué significado tiene? Ese es un proceso bastante sorprendente si pensamos en ello. Básicamente, solo estamos escuchando sonidos, pero debido a que hemos aprendido ciertas convenciones, cuando escuchamos ese sonido, inferimos que es el sonido de una palabra e inferimos que tiene un cierto significado. Por supuesto, tenemos que comprobarlo porque a veces pensamos que una persona quiere decir algo cuando en realidad quiere decir algo completamente diferente.
Entonces, de esto es de lo que hablamos con el aspecto de la psicología budista, la ciencia cognitiva. Tenemos que comprobar. “De lo que dijiste, infiero que esto es lo que quieres decir, pero ¿es correcto o no?”. Muy a menudo malinterpretamos el significado de la otra persona, ¿no es así? Alguien dice: “Te amo”, y podríamos pensar que eso significa que está sexualmente interesado en nosotros, mientras que ese no es en absoluto su significado. Pueden surgir muchos malentendidos debido a esa inferencia incorrecta.
Entonces, si es una inferencia válida, es precisa y decisiva.
La suposición es inválida. “Supongo que te refieres a esto, pero no estoy seguro”. La suposición es básicamente una presunción. “Supongo que esto es lo que quieres decir”. Podría estar bien, podría estar mal, pero es incierto. “Creo que esto es lo que quieres decir”. Eso es presunción, pero no estamos seguros.
Luego hay un titubeo indeciso: “¿Te refieres a esto o a aquello?”. Vamos y venimos.
Y luego está la cognición distorsionada, donde pensamos algo completamente incorrecto. Eso no es en absoluto lo que quiso decir la otra persona.
Así es como funciona la cognición y el budismo habla mucho de esto. Es muy, muy útil para nosotros entender, desde cualquier tipo de contexto: “¿Mi forma de conocer esto es correcta o incorrecta?”. Si todavía no estoy seguro, entonces necesito reconocerlo e intentar corregirlo, tratar de descubrir nuevamente cuál es la realidad. Entonces esto es útil para cualquiera. No necesitamos la religión ni los rituales budistas para esto.
Emociones perturbadoras
Luego, el otro tema principal de la psicología budista tiene que ver con las emociones. Tenemos emociones tanto positivas como negativas. Las negativas son emociones perturbadoras; perturban nuestra tranquilidad. Estamos hablando de cosas como la ira. La definición es que este es un estado mental que, cuando surge, nos hace perder la paz mental, por lo que nos sentimos un poco molestos, un poco nerviosos, y nos hace perder el autocontrol. Entonces, cuando nos enojamos, nuestra energía, podemos sentirla, está perturbada. Y decimos y hacemos cosas de las que luego podríamos arrepentirnos. Simplemente actuamos compulsivamente.
Escuchamos mucho en el budismo sobre el karma. Y el karma se refiere a este aspecto compulsivo de nuestro comportamiento basado en hábitos anteriores. Entonces, cuando tenemos un gran apego o deseo o codicia, nuevamente no estamos tranquilos (estamos inquietos porque queremos tener algo) y nuevamente no tenemos autocontrol, como con un chocolate, que simplemente tenemos que comerlo.
Entonces estas son las emociones perturbadoras. Pero, por otro lado, las hay positivas. El budismo no nos dice que nos deshagamos de todas nuestras emociones. Hay cosas como el amor, que es el deseo de que los demás sean felices y tengan las causas de la felicidad sin importar lo que hagan, sin importar cómo me traten a mí o a mis seres queridos. Y está la compasión, el deseo de que los demás estén libres del sufrimiento y de las causas del sufrimiento. Está la paciencia y el respeto. Así que también hay muchas emociones positivas. Por lo tanto, debemos aprender a diferenciar entre lo que es constructivo y lo que es destructivo en nuestras emociones y en nuestra forma de actuar. El budismo es muy rico en enseñar, no solo todos estos diferentes estados emocionales para que podamos reconocerlos, sino también rico en métodos para ayudarnos a deshacernos de estos estados mentales perturbadores.
Entonces, ¿recuerdan que estábamos hablando de concepciones erróneas, de proyecciones de lo que simplemente no es real? Una de las proyecciones más destacadas es acerca de cómo existimos. Como decía de forma muy simplificada, pensamos que somos los más importantes, que existimos sólidamente, por nosotros mismos, que siempre deberíamos salirnos con la nuestra y agradarles a todos. Lo que es muy interesante es pensar en términos de: “No a todo el mundo le agradaba el Buda, así que ¿por qué debería esperar agradarle a todo el mundo?”. Es muy útil recordar este enunciado.
Entonces, de todos modos, pensamos en términos de: “Soy esta cosa sólida sentada dentro de mi cabeza, el autor de la voz de mi cabeza que se preocupa por: ‘¿Qué debo hacer? ¿Qué piensa la gente de mí?’”. Como si hubiera un pequeño yo sentado en mi cabeza, viendo toda la información que ingresa en una pantalla y por los altavoces de los sentidos, y presionara los botones que hacen que el cuerpo se mueva o el habla funcione: “Ahora voy a hacer esto. Ahora diré eso”. Este es un concepto erróneo perturbador sobre nosotros mismos. ¿Cómo sabemos que es perturbador? Porque todos nos sentimos inseguros. Al pensar así, existe esta inseguridad y preocupación por nosotros mismos: “¿Qué piensa la gente de mí?”, etcétera.
Entonces, lo que sucede es que tenemos estas proyecciones no solo sobre nosotros mismos, sino también sobre todo lo que nos rodea. Vemos varios objetos y exageramos las buenas cualidades que tienen, proyectamos incluso buenas cualidades que no tienen. Como cuando nos enamoramos de alguien: “Es la persona más maravillosa del mundo”. Ignoramos totalmente las deficiencias que pueda tener. “Es la persona más hermosa y deseable que he visto”. Y luego, si no estamos con esa persona, experimentamos deseo anhelante: “Tengo que conseguirla como mi pareja, como mi amiga”. Y si la tenemos como amiga, sentimos apego (no queremos soltar) y codicia (queremos más y más de su tiempo).
Así que este es un estado mental perturbador, ¿no es cierto? Necesitamos ver la realidad: todo el mundo tiene puntos fuertes, puntos débiles. A menudo pensamos, y esto es completamente irreal: “Soy el más importante, soy el único en tu vida, deberías dedicarme todo tu tiempo”, y nos olvidamos por completo de que los demás tienen otras personas en sus vidas, otras cosas en las que están involucrados, no solo nosotros. Entonces nos enojamos, nos sentimos inseguros. Y si no nos llaman, exageramos la cualidad negativa de eso y no queremos ver ninguna de las buenas cualidades de nuestra relación con esta persona. Nos enojamos; queremos quitarnos esto, así que le gritamos a la otra persona: “¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué no viniste?”. Así que eso se basa en que hay pequeño yo, que siempre debería salirme con la mía, debería ser el más importante y la irrealidad de que soy lo único en la vida de esta persona.
El budismo da un análisis muy claro de lo que es perturbador, lo que es incorrecto en esta forma de pensar y sentir. Porque, verán, nuestra mente hace que las cosas parezcan así y el problema es que creemos que corresponden a la realidad. Así que tenemos todos estos métodos para, en cierto sentido, hacer estallar el globo de nuestra fantasía. Puede parecer que soy el único que existe, porque cuando cierro los ojos ya no veo a nadie más y todavía está la voz en mi cabeza, pero esto es una tontería. Esa no es la realidad. Eso no corresponde con la realidad. No dejas de existir cuando cierro los ojos. Así que, esta es la psicología budista básica.
Desarrollar amor y compasión
O en términos de amor y compasión. Tenemos muchos métodos para desarrollarlos que se enseñan en el budismo, y cualquiera puede beneficiarse de ellos (nuevamente, sin seguir los aspectos religiosos del budismo). El amor y la compasión se basan en que todos son iguales: todos quieren ser felices; nadie quiere ser infeliz. A todo el mundo le gusta ser feliz. A nadie le gusta ser infeliz. Todos somos iguales.
Todos estamos interconectados. Toda mi vida depende de la bondad y el trabajo de los demás. Pensamos en todas las personas involucradas en cultivar los alimentos que comemos, transportarlos, llevarlos a nuestras tiendas. Luego están las personas que construyeron las carreteras y las personas que construyeron los camiones que transportan la comida. ¿Y de dónde vino el metal? Alguien tuvo que extraer el metal para hacer los camiones. ¿Qué pasa con el caucho de los neumáticos? ¿De dónde vino eso? Tanta gente involucrada en esa industria también. ¿Y qué hay de la gasolina y los dinosaurios y demás, cuyos cuerpos se descompusieron y produjeron esta gasolina? Entonces, si pensamos así, vemos que estamos totalmente interconectados y dependemos de todos los demás. Y esto se vuelve aún más evidente en términos de nuestra economía global.
Entonces, sobre la base de comprender la igualdad de todos y nuestra interdependencia con todos, pensamos en términos de: “Cualesquiera sean los problemas que haya, tienen que ser resueltos”. Porque como dijo un gran maestro budista indio: “Los problemas y el sufrimiento no tienen dueño; el sufrimiento debe ser eliminado, no porque sea mi sufrimiento o el tuyo, tiene que ser eliminado solo porque duele”. Entonces, cuando hay un problema con el medio ambiente, digamos, no es solo mi problema o el tuyo; es un problema de todos. No hay propietario del problema. Tiene que resolverse porque es un problema, simplemente porque es un problema y causa problemas a todos.
Así, desarrollamos el amor y la compasión en un método que no tiene nada que ver con la religión, sino que está totalmente basado en la lógica y la realidad.
Religión budista
Entonces, cuando preguntamos: “¿Por qué el budismo?”, estos son los aspectos que hacen que el budismo sea relevante para nosotros en el mundo occidental, los aspectos científicos y los aspectos psicológicos. Luego, algunos de nosotros occidentales podríamos también encontrar beneficiosos los aspectos religiosos del budismo: los rituales, las enseñanzas sobre el renacimiento, las plegarias, etc. Pero como dije, es muy importante examinar con mucho cuidado cuál es el motivo de esta atracción. ¿Es simplemente fascinación por lo exótico? ¿Buscamos algún tipo de milagro? ¿Lo estamos haciendo como una rebelión contra nuestros padres o nuestras tradiciones? ¿Lo estamos haciendo solo porque es la tendencia actual? ¿Es “genial” o “en onda” estar involucrados con el budismo? Estas no son razones válidas, porque no duran; no son estables. Si nos atrae y encontramos que es beneficioso para nosotros (me ayuda a ser una persona más amable y compasiva) y complementa los aspectos científicos y psicológicos (eso es muy importante, debe complementar a la ciencia y la psicología, no sustituirlas), si los aspectos religiosos tienen esas características para nosotros, entonces está bien.
Así diferenciamos la ciencia budista, la psicología y la religión.
Preguntas sobre la mente y el renacimiento
Cuando hablamos de renacimiento, usamos la noción de mente. ¿Cuánto se superpone con la idea de un alma?
Cuando hablamos de renacimiento, hablamos de mente. ¿Cuánto se superpone eso con el alma? Necesitamos entender lo que queremos decir con mente y lo que queremos decir con alma.
El renacimiento habla de continuidad. Así como la materia y la energía no pueden crearse ni destruirse, sino solo transformarse, de manera similar nuestra actividad mental individual y subjetiva no puede crearse ni destruirse. Es ilógico que comience de la nada. Y si cada momento genera un momento siguiente en la continuidad, entonces es ilógico que simplemente llegue a su fin y se convierta en nada. Por supuesto, siempre hay algún soporte físico para la actividad mental, pero puede ser una energía muy, muy sutil; no tiene por qué ser un cuerpo burdo con cerebro. Así que esto es lo que va de una vida a otra, incluso a la budeidad, la continuidad de la actividad mental subjetiva individual, que puede ser muy sutil o muy burda, en muchos niveles diferentes, pero continúa momento a momento sin descanso.
Ahora, cuando hablamos de alma, por supuesto que es una palabra occidental. Y en diferentes idiomas, también en los idiomas occidentales, tenemos palabras para la mente, tenemos palabras para el espíritu, tenemos palabras para el alma. No se corresponden entre sí, incluso en nuestros idiomas occidentales, y diferentes religiones definen el alma de manera diferente en distintos idiomas. Y luego, en las religiones occidentales, existe la relación entre el alma y Dios. En las religiones indias tenemos el atman, nuevamente con diferentes ideas sobre el atman. Así que es difícil generalizar en términos de la palabra alma.
Pero lo que es mucho más fácil de discutir es el yo, no el concepto de yo, sino ¿qué es el yo? El yo o el sí mismo es algo que todos tenemos, pero proyectamos sobre él formas en las que existe que no se corresponden con la realidad. Como si hubiera una especie de yo sólido, como una pieza de equipaje en una cinta transportadora, que atraviesa toda nuestra vida y también nuestra próxima vida. Es muy interesante: vemos una foto de nosotros mismos cuando éramos un bebé y decimos: “Ese soy yo”. ¿Qué es yo de eso? Cada célula del cuerpo ha cambiado. La forma de pensar, la forma de conocer las cosas, es completamente diferente a cuando éramos un bebé. Y, sin embargo, decimos: “Ese soy yo”. Entonces, ¿qué es yo? Yo es una palabra que está etiquetada en todas estas instancias cambiantes de nuestra vida. Y yo no es ninguna de estas imágenes, pero la palabra yo se refiere a algo sobre la base de todos estos diferentes momentos de nuestra vida, que está cambiando de un momento a otro.
El ejemplo que siempre uso es una película, digamos Star Wars. ¿Qué es Star Wars? Decimos: “Vi Star Wars”, pero ¿podemos ver la película completa en un momento? No. Cualquier momento de la película, ¿es Star Wars? Bueno, sí. Es un momento de la película Star Wars. Entonces Star Wars no es igual a cada momento de la película. Star Wars no es solo el título "Star Wars". El nombre "Star Wars" sí se refiere a una película (hay una película de Star Wars, existe), pero no podemos encontrarla en ninguna parte del plástico de la película, no podemos encontrarla en ninguna escena, pero existe conforme cambia de un momento a otro.
Así que el yo o el sí mismo es así. Está la palabra yo. Se refiere a algo: estoy sentado aquí; estoy haciendo esto; estoy hablando contigo, pero no es idéntico a mi mente ni a mi cuerpo ni a ningún momento de él. Sin embargo, sobre la base de la continuidad del cuerpo y la mente, podemos etiquetarlo como yo. No eres tú. Está cambiando de un momento a otro y no es nada sólido. Entonces, ¿quieres llamarlo alma? ¿Cómo quieres llamarlo?
¿Cuál fue el término que usó el Buda Shakyamuni en sánscrito o pali sobre esto mismo?
El término que usó el Buda fue anata en pali o anatman en sánscrito, el cual “no es el atman” afirmado por las otras escuelas de filosofía india. Las otras escuelas de filosofía india afirman que el atman es algo estático (nunca cambia y no se ve afectado por nada), sin partes (lo que significa que es del tamaño del universo, atman es lo mismo que Brahma, todo el universo, o el atman es como una pequeña chispa de vida), y que puede existir totalmente separado de un cuerpo y una mente en un estado de liberación.
Algunas filosofías indias afirman que ese tipo de atman tiene conciencia. Esa es la escuela Samkhya. Y la escuela Nyaya dice que no tiene conciencia. El que dice que tiene conciencia dice que simplemente habita este cuerpo y usa el cerebro. Y el que dice que no tiene conciencia afirma que entra en el cuerpo y la conciencia simplemente surge de la base física del cuerpo.
Así que estas son las posiciones que el Buda estaba refutando cuando dijo: "No atman". No se refiere a atman en la forma en que lo definen y afirman estas otras escuelas, pero hay un atman, hay un yo, pero existe de una manera diferente, lo que se llama el "yo convencional", el "atman convencional".
Si alguien cree en el renacimiento y dice que renacerá, ¿qué tan seguro puede estar de que todas las características y toda la información almacenada en su conciencia continuarán en su próxima vida?
En primer lugar, el budismo afirma que el renacimiento no tiene comienzo – sin principio-, lo que significa que tenemos hábitos e instintos de vidas infinitas. Entonces, dependiendo de muchos, muchos factores diferentes, solo algunos de estos instintos y tendencias se manifestarán en una vida en particular. Ciertamente no es el caso de que todos los instintos y el aprendizaje de la vida inmediatamente anterior se manifestarán nuevamente en la próxima vida, incluso si renacemos como humanos con un renacimiento humano precioso, lo cual es raro. Mucho depende de lo que estábamos pensando y de nuestro estado mental cuando morimos. Y luego todas las circunstancias y condiciones de nuestra próxima vida, que no se limitan solo a las condiciones de nuestra familia, sino que podría haber una hambruna en el país, podría haber una guerra, podría haber tantas cosas que podrían afectar lo que se vuelve manifiesto.
Es muy importante, entonces, tratar de poner el énfasis principal en nuestra vida en pensamientos positivos, no pensamientos o comportamientos negativos, y morir con calma, tranquilidad y pensamientos e intenciones positivas para poder continuar en el camino espiritual.
Dedicatoria
Quizás este sea un buen lugar para terminar. Así que pensamos que cualquier comprensión, cualquier fuerza positiva que haya surgido de esto, sea cada vez más profunda.
Eso puede parecer de la religión budista, pero también es bastante científico. Si tenemos una buena reunión con alguien y estamos teniendo una conversación positiva y significativa, y termina de pronto con el teléfono sonando, entonces la energía simplemente se reduce por completo y nos olvidamos por completo de la conversación positiva que tuvimos antes. Por el contrario, si terminamos una interacción pensando: “Que esto tenga una influencia positiva en mí”, entonces ese sentimiento positivo, esa comprensión, viene con nosotros y puede ayudarnos en nuestras vidas. Así es como terminamos nuestra presentación, y esa es una forma muy útil de terminar cualquier interacción positiva con alguien.