Los sutras y los tantras instruyen a los discípulos a considerar las buenas cualidades y la amabilidad de sus mentores como las de un buda. Cuando los textos recomiendan ver que un mentor es un buda, necesitamos entender que esto significa ver a la persona solo contingentemente como un buda, en tanto que él o ella funciona válidamente como un buda para los discípulos. Conforme los discípulos avanzan en su práctica, obtienen un entendimiento progresivamente más profundo de la relación entre sus mentores y los budas. En algún momento, como practicantes del tantra superior, necesitan distinguir a sus maestros tántricos como budas, para ser capaces de distinguirse a sí mismos como figuras búdicas al sostener el orgullo de la deidad.