Lam-rim 3: Las cinco situaciones personales enriquecedoras

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Asentarse antes de meditar

Antes de comenzar a meditar, sea cual sea el tema, es muy bueno, primero, tranquilizarnos y, luego, establecer la motivación, hacer la postración y sentarnos. Pero incluso después de habernos sentado, puede que aún necesitemos tranquilizarnos un poco más. Para ello, existen varias opciones, que dependen de lo avanzados que estemos con la meditación. 

Una forma de hacerlo es simplemente enfocarse en la respiración. Eso nos ayuda a asentarnos, en particular si tenemos muchos pensamientos superfluos pasando por nuestra mente. Enfocarse en el abdomen inferior mientras inhalamos y exhalamos es muy bueno si tenemos mucha divagación mental. Enfocarse en la parte inferior del cuerpo tiende a reducir un poco las energías. Por otro lado, si estamos un poco soporosos o somnolientos, entonces enfocarse en la respiración que entra y sale por la nariz es un poco mejor. Enfocarse en la parte superior del cuerpo eleva un poco el aire. 

Otro método que podemos utilizar si estamos bastante avanzados en nuestra meditación es hacer algo así como una meditación mahamudra en la que simplemente nos enfocamos en la mente misma, es decir, nos enfocamos en los aspectos de creación de apariencias y cognición de cada momento de experiencia.

¿Por qué no hacemos esto durante unos minutos como una forma de prepararnos para nuestra meditación? Lo importante, por supuesto, es no desconectarnos al enfocarnos en la mente en sí, aunque también podemos desconectarnos al enfocarnos en la respiración. En cualquier caso, tratemos de mantenernos alerta.

Al enfocarnos en la respiración, los ojos se enfocan de forma relajada y miran hacia abajo. Al enfocarnos en la naturaleza de la mente, los ojos se enfocan más firmemente y miran hacia delante. También podemos hacer una combinación: primero, enfocarnos en la respiración y, después, cuando nos hayamos calmado lo suficiente, enfocarnos en la mente.

[meditación]

Hemos estado hablando sobre el preciado renacimiento humano, reconociendo y apreciando el hecho de que estamos libres de ocho situaciones en las que no tendríamos descanso para practicar el Dharma. Tenemos un respiro temporal de ellas. Lo que también debemos comprender es que hemos creado las causas para perder nuestros preciados renacimientos. Por lo tanto, lo que finalmente debemos hacer es desarrollar un nivel de apreciación que nos motive a aprovechar al máximo los breves respiros que tenemos. 

Hoy comenzaremos a hablar del segundo grupo de situaciones, que son las diez situaciones enriquecedoras que permiten la práctica del Dharma. Hay situaciones de las que estamos temporalmente libres y que impiden la práctica del Dharma, y hay situaciones de las que estamos temporalmente dotados que permiten la práctica del Dharma –“temporalmente” porque también hemos creado las causas para perderlas. Recuerden, parte de los sufrimientos del samsara es no conseguir las cosas que queremos y perder las cosas que tenemos. 

Mente sin principio, renacimientos sin principio 

Participante: Para apreciar realmente que tenemos un respiro temporal de los peores estados de renacimiento, tenemos que pensar en la naturaleza sin principio ni fin de la mente. Si no tenemos idea de que la mente ha existido desde tiempos sin principio, no tiene sentido hablar de sentirnos aliviados por no estar experimentando estos estados ahora.

Dr. Berzin: Bueno, esto plantea un punto muy importante que generalmente se deja de lado en el lam-rim. 

Una de las cosas que se da por sentado en el budismo es el renacimiento, renacimientos sin principio, dado que la mente no tiene principio ni fin. Por supuesto, hay muchas razones lógicas para creer en la naturaleza de la mente sin principio ni fin, pero no creo que este sea el momento adecuado para analizarlo. Se necesitaría al menos una clase entera para discutirlo. Pero, sin duda, solo seríamos capaces de apreciar el hecho de estar libres de esas situaciones, en particular de las peores situaciones no humanas, si pensáramos en términos de haber tenido ese tipo de renacimientos en vidas anteriores. 

Además, si pensamos en términos de tiempo sin principio, de renacimientos sin principio, tendríamos que decir que – dado que el no darse cuenta, o la ignorancia, es dominante, y dado que nuestras emociones perturbadoras y nuestro comportamiento destructivo se basan en ese no darse cuenta – la mayor parte del tiempo hemos estado en renacimientos inferiores como seres atrapados en un reino sin alegría, fantasmas aferrados o criaturas rastreras.

Así que tienes razón. Esa es la suposición aquí. Por eso a veces sugiero hacer una versión Dharma-light de esto. La versión del Dharma Auténtico es pensar en términos de vidas anteriores. La versión Dharma-light es pensar en situaciones análogas en esta vida. Aunque tal vez nunca hayamos experimentado tales situaciones en esta vida, podríamos. Y ciertamente, hay otros seres que sí las han experimentado. Y cuando pensamos en otros seres que experimentan este tipo de sufrimientos, ya sea que estemos pensando en los seres de estos otros reinos o en humanos que experimentan situaciones análogas, podemos combinar la meditación con sentir compasión por ellos. Si queremos hacerlo de una manera Mahayana, también podemos pensar en lo maravilloso que sería liberarlos de ese sufrimiento y brindarles estos factores enriquecedores. 

Hay muchas maneras de hacer esta meditación. Podemos combinarla con otros aspectos de la práctica. Por eso Trijang Rinpoche dijo: “He estudiado el lam-rim cientos de veces, y cada vez es como leer un texto diferente”. Bueno, ¿qué significa eso? Una de las cosas que significa es que cuanto más nos familiarizamos con todos los diferentes aspectos, más capaces somos de ver cómo se interconectan entre sí. Me gusta mucho esta imagen de la interconexión. Todas las diferentes enseñanzas se conectan y se relacionan entre sí. Y cuanto más podamos ver esas interconexiones y podamos poner todos los diferentes aspectos juntos de diferentes maneras, más profundas serán nuestras comprensiones. Se dice que, si en una palabra del Dharma podemos ver todas las enseñanzas del Dharma, realmente habremos alcanzado una gran realización. Por lo tanto, si podemos conectar cada aspecto con todos los demás aspectos de las enseñanzas, entonces realmente habremos llegado lejos en nuestra práctica del lam-rim. 

Las diez situaciones enriquecedoras que posibilitan la práctica del Dharma

Las diez situaciones enriquecedoras que posibilitan la práctica del Dharma, a veces llamadas las diez “enriquecimientos”, son cinco situaciones personales y cinco situaciones sociales. 

Las cinco situaciones personales

Las situaciones personales son:

  • Ser humano
  • Nacer en una región budista central 
  • Tener facultades completas
  • No seguir experimentando las repercusiones de haber cometido las acciones destructivas más extremas. 
  • Tener una creencia instintiva en lo que es verdad.

Vamos a analizarlas una por una.

Ser un humano

¿Qué significa renacer como ser humano? ¿Qué características especiales o rasgos distintivos tenemos como seres humanos?

Participante: Darse cuenta que discrimina.

Dr. Berzin: Bueno, un darse cuenta que discrimina muy desarrollado. El darse cuenta que discrimina es un factor mental que todos los seres tienen. Es solo que puede ser correcto o no y puede estar muy desarrollado o no. 

El darse cuenta que discrimina se define como el factor mental que añade el factor de certeza a la distinción. La distinción es el factor mental con el que podemos discernir un rasgo característico de algo y diferenciarlo de otras cosas. Esto puede funcionar a un nivel muy primitivo, por ejemplo, al distinguir entre la luz y la oscuridad, entre el hambre y la falta de hambre, entre lo blando y lo duro. El darse cuenta que discrimina simplemente añade certeza a todo eso. 

Los seres humanos hemos desarrollado mucho el darse cuenta que discrimina. Somos capaces de discriminar entre lo que es útil y lo que es perjudicial, lo que es beneficioso y lo que no lo es. Esto requiere un nivel de capacidad superior al que se requiere para discriminar entre lo que representa un peligro para nuestra vida y lo que no, es decir, cuestiones que tienen que ver con la autopreservación. 

También podemos ejercer más el autocontrol porque podemos desarrollarlo basándonos en ese darse cuenta que discrimina. Los animales pueden desarrollar un enorme autocontrol. Por ejemplo, se puede entrenar a un perro para que no coma algo hasta que le digas “come”, lo que podríamos decir que se basa únicamente en la recompensa y el castigo. Sin embargo, los humanos podemos ejercer ese autocontrol basándonos en la comprensión de lo que es beneficioso y lo que es perjudicial. 

El darse cuenta que discrimina es una de las características más significativas que diferencian a los humanos de otros seres. 

¿Hay algo más?

Participante: Compasión.

Dr. Berzin: Bueno, la mayoría de los animales tienen amor maternal. Una madre pájaro cuidará muy bien de sus polluelos. ¿Han visto la película La marcha de los pingüinos? Es increíble lo que hacen por sus crías.

Participante: Sí, pero eso podría ser solo instinto.

Dr. Berzin: Bueno, ese es un punto interesante. Desde el punto de vista Nyingma, la compasión es una de las características generales de la mente. Sin embargo, ellos definen la compasión como la energía que sale. Está relacionada con la creación de apariencias y el aspecto Sambogakaya de la mente. Usan la misma palabra para esa creación de apariencias que para la palabra que generalmente se traduce como "compasión". 

En cierto sentido, los humanos también tenemos compasión instintiva, por ejemplo, el instinto maternal, pero se podría decir que está más desarrollado. 

¿Hay algo más?

Participante: Somos capaces de recordar cosas complejas durante mucho tiempo. 

Dr. Berzin: Exacto. Sin embargo, los ratones de laboratorio pueden aprender a atravesar laberintos muy complicados.

Participante: Somos capaces de pensar de forma más abstracta.

Dr. Berzin: Eso es cierto. 

Participante: Tenemos memoria.

Dr. Berzin: Los animales también la tienen, pero nosotros somos capaces de recordar mucho más. 

Creo que lo que estamos aprendiendo de esto es que, en lo que respecta a las características mentales básicas, no somos tan diferentes de otras formas de vida. Eso puede ayudarnos a comprender el renacimiento sin principio, a ver que el continuo mental puede manifestarse en cualquiera de estas formas. Es solo que, en nuestro caso, al ser humanos, muchos de los factores mentales están más desarrollados y podemos usarlos de más maneras. Creo que ese es el punto. Podemos desarrollarlos más y podemos usarlos de más maneras.

Participante: También podemos pensar en nosotros mismos. Podemos reflexionar sobre la mente misma. Podemos pensar filosóficamente.

Dr. Berzin: Eso va con el pensamiento abstracto: podemos pensar en el significado de la vida y cosas así.

Además, podemos comunicarnos a un nivel mucho más sofisticado. Los animales también se comunican entre sí: por ejemplo, las abejas hacen un baile para indicar dónde están las cosas; sin embargo, nosotros podemos comunicarnos y pensar de maneras mucho más complejas. 

Como digo, creo que es útil relacionar el hecho de que la mente no tiene principio con todas las diferentes formas de vida. Somos especiales, pero no tan especiales. No somos totalmente diferentes de todas las demás formas de vida. Es solo que ahora tenemos la oportunidad, debido a nuestros renacimientos humanos, de desarrollar mucho más estos factores mentales, lo que se relaciona con tener tiempo libre y la oportunidad de practicar el Dharma. Nuestra práctica del Dharma puede ayudarnos a desarrollar aún más estos factores mentales básicos.

Participante: Lo que considero una diferencia clave entre nosotros y otras formas de vida es que tenemos un equilibrio entre el dolor y el placer o entre estar en una situación en la que no tenemos tiempo para hacer nada más que trabajar y otra en la que no tenemos nada que hacer más que entretenernos y distraernos. Tenemos un equilibrio de estas cosas. A veces la vida nos recuerda, debido al sufrimiento que tenemos, que deberíamos hacer algo por nosotros mismos. Pero, al mismo tiempo, tenemos suficiente tiempo y capacidad para hacerlo.

Dr. Berzin: Correcto. Como humanos, no tenemos ni el sufrimiento extremo de los peores estados de renacimiento ni el placer y ocio extremos de los llamados estados de renacimiento superiores, los de los dioses. No experimentamos ninguno de esos dos extremos. La combinación de sufrimiento y placer es, como usted dice, perfecta.

Participante: Muchos seres humanos tienen el impulso de desarrollarse espiritualmente.

Dr. Berzin: Eso se tratará en algunos de los otros enriquecimientos, por ejemplo, tener una creencia instintiva en lo que es verdad. En términos generales, eso podría referirse a tener un interés en desarrollarnos a nosotros mismos, en buscar la verdad y ese tipo de cosas. Pero centrémonos en las ventajas de ser humanos.

Participante: Pero hasta donde sabemos, los animales no tienen ese impulso.

Dr. Berzin: Bueno, esto, nuevamente, entra en el ámbito del pensamiento abstracto. Pensar en lo que es verdad y lo que es falso es bastante abstracto; por lo tanto, tenemos conceptos que los animales no tendrían. 

Todas las formas de vida tienen un pensamiento conceptual. La vaca tiene un concepto de su establo, el perro de su dueño. Un concepto (rtog-pa) es un término general para una categoría dentro de la cual uno piensa en los elementos que encajarían en esa categoría. Tenemos categorías más abstractas: “verdad”, “justicia”, etc.

Participante: Me resulta útil pensar en mi capacidad de cambiar. Es algo que resulta bastante difícil de hacer en otros ámbitos o en otros estados.

Dr. Berzin: Así es. Tenemos la capacidad de cambiar, de mejorar.

Participante: No nos dejamos llevar solo por los instintos animales.

Dr. Berzin: Hay algunos animales que, sin que se les haya enseñado, han aprendido a fabricar herramientas. Se ha demostrado que los monos y los cuervos, por ejemplo, son capaces de hacerlo. Pero nosotros tenemos una capacidad mucho más desarrollada.

Participante: Podemos alcanzar la iluminación.

Dr. Berzin: Exacto. Eso es aprovechar al máximo las ventajas de ser humano.

Meditemos ahora sobre el hecho de que estamos dotados de una vida humana, reflexionemos sobre lo que significa ser humano y desarrollemos una apreciación de eso. En cierto sentido, combinamos esto con el factor mental del regocijo, que no significa simplemente sentarse y disfrutar. A lo que nos lleva esta meditación es a aprovechar nuestras preciadas vidas humanas, es decir, a tener un fuerte sentido de apreciación, de valorar lo que tenemos. 

Nuevamente, hacemos esta meditación por etapas. Está la etapa de discernimiento, en la que pensamos en todas estas diversas características; las discernimos dentro de nosotros mismos. Luego está la etapa estabilizadora, en la que dejamos que todo eso se asiente y simplemente nos quedamos con el sentimiento, junto con la apreciación, de que "sí, tengo este renacimiento humano". 

[meditación]

¿Tienen algo que compartir o alguna pregunta al respecto?

Participante: Estaba pensando en cómo nosotros, como humanos, podemos hacer arte y lo valioso que es poder hacerlo.

Dr. Berzin: ¿Cuál es el valor de eso?

Participante: Puedes traer más belleza al mundo.

Dr. Berzin: ¿Por qué querrías hacer eso?

Participante: Dar placer a otras personas.

Dr. Berzin: La belleza es algo subjetivo, por supuesto. Pero a través del arte podemos comunicar las enseñanzas del Dharma a los demás. Hay muchas maneras de comunicar el Dharma. Una es a través de las palabras, otra a través del arte, otra a través de la danza... hay muchas maneras. Así que tenemos una gama más amplia de medios con los que comunicarlo.

Participante: Lo que me vino a la mente fue que, como ser humano, uno está en condiciones de salir del ciclo samsárico. En muchas otras situaciones, uno no tiene esa capacidad.

Dr. Berzin: Esto, por supuesto, tiene que ver con las oportunidades que tenemos de practicar el Dharma. Practicar el Dharma es la forma en que podemos aprovechar al máximo nuestros preciados renacimientos humanos. Nacer como un ser humano simplemente se refiere a la forma de vida que hemos adoptado. Las circunstancias de una vida humana pueden, por supuesto, variar mucho. Hay muchos, muchos seres humanos, y muchos de ellos no han renacido completamente dotados. Varios otros factores –que estaremos discutiendo– son necesarios no solo para que tengamos renacimientos humanos completamente dotados, sino también para que seamos capaces de alcanzar la liberación.

Además, si quisiéramos hacer estas meditaciones en un nivel más avanzado, nos enfocaríamos en la vacuidad del continuo mental que tiene estos descansos y enriquecimientos, porque es bastante fácil enfatizar el yo en todo esto: " Soy un ser humano". Reconoceríamos que tanto los descansos como los enriquecimientos han surgido en dependencia de varias causas y condiciones y también que, con el cambio de causas y condiciones, se perderán. Algunas de las causas y condiciones son externas a nosotros, pero muchas de ellas son internas. Aquí, estamos hablando de las internas, que se basan en nuestro propio karma. Cuando lleguemos a la siguiente lista, las cinco situaciones de enriquecimiento social, hablaremos de las causas y condiciones externas, aunque algunos de los factores en ambas listas pueden ser similares. 

Participante: Realmente tuve problemas para relacionarme emocionalmente con las características que hemos estado enumerando aquí. Dijiste que la compasión y otros factores mentales e instintos no cuentan del todo porque todos los demás seres también tienen estas características. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un animal y yo? Es solo que tengo un darse cuenta que discrimina altamente desarrollado, autocontrol y un equilibrio entre placer y dolor. Entonces, ¿por qué querría ser un humano? ¿Qué sentido tiene?

Dr. Berzin: Bueno, no. Creo que quizás no me entendiste bien. No es que la compasión y el interés por las cosas espirituales no cuenten. Lo que dije fue que podemos desarrollar mucho más todas estas características básicas. Los animales tienen compasión, al menos por sus crías, y tal vez también se preocupen, si son animales de manada, por los demás miembros de su manada o rebaño. Sin embargo, podemos desarrollar esas cualidades mucho más. Y podemos hacerlo no solo basándonos en el instinto sino también en la lógica y la razón: que todo el mundo quiere ser feliz, nadie quiere ser infeliz, que todos somos iguales, etc. 

¿Y los objetivos espirituales? Creo que el afán de mejorarse a uno mismo podría entrar en la categoría de autoconservación si se combina con una actitud totalmente egocéntrica. Pero ese afán también puede estar motivado por algo más profundo, como cuando se sigue el camino espiritual. La cuestión es que hemos renacido en una forma que, al menos potencialmente, nos proporciona buenas cualidades muy desarrolladas y también la capacidad de desarrollarlas aún más. 

El continuo mental puede incluir tanto aspectos negativos como positivos. Nos enfocaremos en cómo tenemos una cantidad mínima, relativamente hablando, de aspectos negativos. Así, incluso si tenemos una enorme cantidad de deseo, ira, etc., en comparación con los fantasmas, las criaturas del infierno, etc., tenemos una proporción relativamente pequeña de esas cualidades negativas. También tenemos una mayor proporción de buenas cualidades. 

Comprender que el continuo mental incluye aspectos tanto negativos como positivos, tanto en los seres humanos como en los animales, nos ayuda a comprender el renacimiento sin principio. En todas nuestras vidas anteriores, también hemos tenido cualidades tanto positivas como negativas; es simplemente una cuestión de fortalezas diferentes en cada vida.

Nacer en una región budista central

El siguiente punto es el nacimiento en una región budista central. Una región budista central puede definirse geográficamente, es decir, la India, básicamente, en la época del Buda y los grandes maestros indios, cuando las enseñanzas budistas estaban disponibles allí. O puede definirse religiosamente, es decir, un lugar donde hay al menos cuatro personas que siguen el camino budista: un monje, una monja, un laico que sigue los cinco votos y una laica que sigue los cinco votos. Tienen que estar presentes estos cuatro para que una zona sea una región central definida religiosamente. Hay grandes debates sobre el hecho de que ya no hay monjas completamente ordenadas en la tradición tibetana y, por lo tanto, ya no tenemos una región budista central definida religiosamente. No entremos en ese debate. 

En cualquier caso, estamos hablando de haber tenido el karma que arroja para que nuestro continuo mental sea impulsado hacia este tipo de renacimiento y hacia este tipo de lugar. ¿Qué importancia tiene que el lugar donde nacemos esté definido geográficamente y/o religiosamente?

Participante: De lo contrario, no podríamos relacionarnos con las enseñanzas.

Dr. Berzin: ¿Sería suficiente si las enseñanzas estuvieran disponibles solo en libros o en Internet?

Participante: Se necesita una conexión en vivo.

Dr. Berzin: ¿Es necesario encontrarse personalmente con un monje o una monja?

Participante: Lo haces por inspiración.

Dr. Berzin: ¿Para inspirarse? Tal vez. ¿Hasta qué punto debe seguir estrictamente el camino budista y los votos ese monje o monja? Hay muchas personas que visten hábitos que no son muy buenos ejemplos de monásticos.

Es una pregunta interesante. Aquí estamos hablando de haber nacido en ese tipo de situación, donde existe la posibilidad de encontrarse con las enseñanzas y los maestros budistas. Creo que de eso es de lo que estamos hablando aquí: de posibilidades.

Participante: ¿Podría tratarse también de la oportunidad de ser ordenado o de convertirse en un seguidor laico?

Dr. Berzin: Eso es muy bueno. Eso también es muy significativo. Tenemos la oportunidad, entonces, de recibir la ordenación completa o de tomar los votos laicos. Hemos nacido en una tierra donde esa oportunidad está disponible. Hoy en día, podemos viajar con bastante facilidad. En la antigüedad, cuando uno tenía que caminar o montar un animal, reunirse con los maestros budistas no era tan sencillo.

Participante: No entiendo la lógica de eso. Por ejemplo, si hubieras nacido en Alemania del Este, no habrías tenido esa oportunidad.

Dr. Berzin: Bueno, no estamos hablando de nacer. Estamos hablando de renacimiento, de nuestra vida como seres humanos. El renacimiento no se refiere únicamente al momento en que nacemos: es un estado de renacimiento, una situación de renacimiento. Es todo, desde la concepción hasta la muerte.

Participante: De lo contrario, significaría que aquellos que nacieron un día antes del Buda y vivieron para verlo no habrían tenido una vida humana preciosa.

Dr. Berzin: Así es. 

Participante: Si solo hubiera monjes y monjas, es decir, no laicos, no habría nadie que los apoyara. Les resultaría difícil sobrevivir y tendrían que marcharse.

Dr. Berzin: Exacto. O tendrían que trabajar para ganarse la vida y entonces no podrían dedicarse plenamente al camino espiritual. Eso fue exactamente lo que ocurrió en los monasterios Chan de China. Chan, por cierto, es la palabra china que los japoneses pronuncian como “zen”. Estos monjes chinos Chan tenían que mantenerse a sí mismos para adaptarse a la ética confuciana que prevalecía allí en esa época. 

En lo que necesitamos enfocarnos aquí es en que hemos nacido como humanos; tenemos vidas como humanos. No solo tenemos vidas como humanos, tenemos vidas como humanos en una región budista. ¿De acuerdo? Así que, por nuestra parte, hemos acumulado el karma para ser arrojados a ese tipo de situación en esta vida. Tenemos que apreciar eso. Podríamos haber nacido en diferentes momentos y lugares. Así que centrémonos en esto.

Creo que también es útil pensar en esto: ¿qué pasaría si no hubiera monjes ni monjas? ¿Qué pasaría si solo hubiera monjes y monjas y no hubiera laicos? O al revés: ¿qué pasaría si solo hubiera monjes y monjas y no laicos? Creo que un aspecto fundamental que subyace a esta situación personal particular es que hemos nacido como humanos con una conexión con el budismo. 

Así que podemos juntar estas cosas: tengo un respiro de ser un ser atrapado en un reino sin alegría, un fantasma aferrado desesperadamente, una criatura rastrera o un dios de larga vida; en cambio, tuve el karma de nacer como un ser humano. Tampoco nací como un bárbaro en una región fronteriza salvaje o donde el Dharma no está disponible. Nací en un lugar donde el budismo está disponible, así que tengo una conexión con el budismo. 

[meditación]

Tener facultades completas

Como ya he dicho, hay muchos seres humanos, y también muchos nacidos en una tierra budista central. ¿Qué es lo que me distingue aún más? Bueno, no tengo graves discapacidades de aprendizaje. La siguiente característica es que tengo plenas facultades mentales y físicas. Hoy en día, por supuesto, incluso si uno es ciego o sordo, puede tener acceso al Dharma. Sin embargo, sería más difícil de conseguir y no hay tanto material disponible. En los viejos tiempos, no habría habido acceso en absoluto. Si tuviéramos algún tipo de discapacidad intelectual, como el síndrome de Down, estaríamos completamente incapacitados. En cambio, tenemos plenas facultades. 

Pensemos en ello por un momento. Sería bueno poder repasar al menos esta lista de cinco hoy.

[meditación]

Estas cosas son acumulativas: soy un humano; soy un humano que nació o ahora vive en una región budista central, lo cual es una oportunidad que no todos los humanos tienen; no solo soy un humano en una región budista central, tengo facultades completas, que no todos los humanos que están en una región budista central tienen. 

No seguir experimentando las repercusiones de haber cometido las acciones destructivas más extremas

Ahora bien, incluso entre los seres humanos que se encuentran en una región budista central y que tienen facultades completas, hay quienes todavía están experimentando las repercusiones de haber cometido las acciones destructivas más extremas. El resultado de cometer las acciones destructivas más extremas es renacer en los peores estados. Pero también es posible continuar experimentando las consecuencias –restos, por así decirlo– de tales acciones en un renacimiento humano posterior. 

Por ejemplo, podríamos nacer como humanos en un lugar budista central –ya sea geográfica o religiosamente definido– y tener todos nuestros sentidos, pero al mismo tiempo podríamos estar enfermos todo el tiempo. También podríamos ser extremadamente pobres o perder todo lo que tenemos o sufrir robos constantemente. Nuestras relaciones podrían romperse constantemente; la gente podría engañarnos, mentirnos o estafarnos constantemente; podríamos encontrarnos con maestros abusivos que se aprovechen de nosotros. Todos estos serían los tipos de repercusiones que podríamos experimentar en un renacimiento humano. 

Entonces, nos enfocamos en el hecho de que nacimos sin el karma para experimentar ese tipo de repercusiones. 

[meditación]

Tener una creencia instintiva en lo que es verdad 

Recordarán que la última de las cuatro situaciones humanas en las que no hay tiempo para descansar era la de tener una visión distorsionada de la vida, negando lo que es verdad. En cambio, lo que tenemos aquí es el factor enriquecedor de tener una creencia instintiva en lo que es verdad. 

Así que estamos libres de todas estas situaciones horribles. No somos criaturas del infierno, fantasmas, animales o dioses. Somos humanos. Hemos nacido en un lugar central. No hemos nacido como bárbaros en una región fronteriza salvaje. Tampoco hemos nacido donde el Dharma no está disponible. No estamos severamente discapacitados; tenemos todas nuestras facultades. No estamos experimentando terribles repercusiones del karma negativo, experimentando todo tipo de desastres que nos suceden. Además de todo eso, tenemos una creencia instintiva en lo que es verdad -aquí es donde entran en juego tus objetivos espirituales-. Estamos buscando lo que es verdad, lo que es beneficioso, ya sea en el ámbito de la ciencia, la filosofía o las cosas espirituales. Es en el siguiente conjunto, los factores de enriquecimiento social, donde el contexto para la creencia instintiva en lo que es verdad es específicamente budista. Aquí, es más general. No somos antagónicos, obstinados y de mente cerrada. 

Así que enfoquémonos en esto último: tener una creencia instintiva en lo que es verdad.

[meditación]

Si lo pensamos, somos realmente afortunados de haber nacido como humanos en lugares donde el budismo está disponible. No nacemos en algún pueblo remoto de África o Alaska, lejos de las regiones budistas centrales. No estamos severamente discapacitados mental o emocionalmente. Tampoco estamos discapacitados por las repercusiones del karma negativo. También buscamos cosas espirituales y tenemos una creencia instintiva en lo que es verdad. Es increíble que tengamos esto. Eso es muy raro.

Participante: ¿Por qué la liberación de las secuelas kármicas negativas se considera un enriquecimiento?

Dr. Berzin: Debo decir que no lo sé. Tenemos una vida libre de eso.

Como digo, relaciono este enriquecimiento con el karma que nos arroja en el momento de la muerte en nuestros últimos renacimientos, es decir, que no salimos de un renacimiento terrible. Si nuestros últimos renacimientos hubieran sido en uno de los peores reinos, todavía estaríamos experimentando estas repercusiones. Es bastante raro salir de un renacimiento terrible y que el karma tenga una conexión con el budismo activada. 

Participante: ¿Podría entonces decirse que los demás enriquecimientos son karma que completa?

Dr. Berzin: Sí, todos estos, excepto el hecho de nacer como humano, son el resultado del karma que completa. Existe el karma que arroja ('phen-byed-kyi las) y el karma que completa (rdzogs-byed-kyi las). El karma de maduración y, más específicamente, el resultado madurado (rnam-smin-gyi 'bras-bu) tiene que ver con la forma de vida real que adoptamos: humana, animal, etc. Todo el resto del karma es el karma que completa las circunstancias de ese renacimiento.

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