Las razones de la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano

Revisión de la importancia de trabajar para obtener preciados renacimientos humanos en el futuro 

En la sesión anterior hablamos de la persona de nivel inicial o motivación inicial. El verso del texto decía:  

(3) Cualquiera que adquiera un interés entusiasta por (alcanzar) él o ella misma, por ciertos medios, meramente la felicidad del samsara incontrolablemente recurrente, es conocido como una persona de nivel espiritual mínimo.

El objetivo de alguien del nivel inicial es obtener renacimientos de estatus superior en vidas futuras como ser humano o como ser celestial, un dios. A menos que tengamos un preciado renacimiento humano, no hay posibilidad de alcanzar la iluminación. El simple hecho de mantener la autodisciplina ética de abstenerse de las diez acciones destructivas y trabajar para lograr un preciado renacimiento humano no es suficiente. Necesitamos seguir esta autodisciplina ética para lograr un preciado renacimiento humano como un medio para alcanzar la iluminación. Nuestra motivación no es simplemente el logro del preciado renacimiento humano en sí, sino lograrlo para alcanzar la iluminación con él.                

La mayoría de nosotros, sin embargo, ni siquiera pensamos en desarrollar la motivación de trabajar para obtener un renacimiento humano en la próxima vida, y mucho menos la motivación de trabajar para lograr un preciado renacimiento humano y hacerlo para alcanzar la iluminación.        

En este momento, tenemos un renacimiento humano completamente dotado que puede actuar como una base de trabajo para que podamos alcanzar la iluminación. Debemos reconocer que tenemos esta base con las ocho libertades y los diez dones, como se explicó en la sesión anterior. También tenemos que regocijarnos y ser muy felices y meditar en la felicidad de haber logrado una base de trabajo tan preciosa. El motivo de regocijarnos por nuestro logro es que, a partir de él, podemos cumplir tres grandes objetivos:        

  • El primero es que podemos asegurarnos de no volver a renacer en ninguno de los tres estados de existencia desafortunados, los reinos inferiores, en vidas futuras. 
  • También podemos asegurarnos, sobre la base de nuestro preciado renacimiento humano, que no volveremos a renacer en ninguna parte de la existencia samsárica. 
  • Del mismo modo, alcanzar la iluminación en esta misma vida es algo que también podemos lograr sobre esta base de trabajo que tenemos. 

Entonces, existen estos tres objetivos que podemos cumplir a partir de un preciado renacimiento humano y, dentro de este contexto, podemos clasificar estos objetivos en iniciales, intermedios y grandiosos. Aun así, incluso la parte más pequeña del nivel inicial es algo que aún no podemos lograr. Ni siquiera sabemos cómo lograr el más pequeño de los objetivos más pequeños. Tenemos que pensar y considerar qué estamos haciendo y qué es beneficioso. Sobre la base del renacimiento que tenemos ahora, ¿es mejor trabajar simplemente por esta vida o trabajar por uno de estos tres grandes objetivos? Deberíamos reflexionar sobre cuál es el mejor de estos dos. Si trabajamos simplemente para esta vida, entonces es muy parecido a los niños que construyen castillos en la arena. Al final, solo tenemos que dejar todo atrás.     

En comparación con esta vida, nuestras vidas futuras son mucho más importantes y numerosas. Esto se debe a que deseamos la felicidad, un tipo de felicidad que perdure por mucho tiempo. Dado que eso es lo que deseamos, deberíamos pensar en términos de lograr esto durante todas nuestras vidas futuras. Si no logramos esto ahora sobre la base del renacimiento humano que tenemos actualmente, ¿cómo obtendremos otra base similar en el futuro? Va a ser muy difícil obtener otro una vez más. No es el caso que tengamos este preciado renacimiento humano ahora y al final de nuestra vida lo abandonamos y automáticamente obtenemos otro, y luego lo perdemos y obtenemos otro automáticamente. Si fuera así, podríamos postergar el trabajo por el objetivo más grande hasta una vida futura. No es así. No es tan simple.       

La autodisciplina ética como causa de una preciada vida humana 

El hecho de que tengamos un preciado renacimiento humano en esta vida es el resultado de un gran esfuerzo que hicimos en vidas anteriores. Como resultado de todos los esfuerzos que hicimos y el potencial kármico positivo de eso, tenemos este preciado renacimiento humano en la actualidad. Para lograr un renacimiento humano perfecto como el que tenemos ahora, se requiere mantener una autodisciplina ética muy perfecta y pura; sin ella, el logro de un renacimiento humano simplemente no sucederá sin ninguna causa.     

El hecho de que sea extremadamente difícil para nosotros lograr un renacimiento humano tan precioso es algo que podemos comprender al examinar su causa. Como se acaba de decir, su causa es principalmente mantener una autodisciplina ética extremadamente pura. Más específicamente, podemos pensar, por ejemplo, en términos de la autodisciplina ética de mantener los votos laicos de refrenarse de cinco tipos específicos de acciones destructivas. Si pensamos en lo difícil que es mantener estos votos, entonces podemos entender lo difícil que es lograr un preciado renacimiento humano como resultado. También podemos darnos cuenta de que ni siquiera somos conscientes de cuáles son estas cinco acciones destructivas específicas a las que debemos renunciar, y mucho menos tenemos la capacidad de salvaguardar los votos para dejar de cometerlos.    

Asimismo, otro aspecto de la autodisciplina ética es abstenerse de las diez acciones destructivas. Hay tres de cuerpo, cuatro de habla y tres de mente. Estas también son extremadamente difíciles de mantener. En lugar de abstenerse de cualquiera de las diez acciones destructivas, ¡a veces parece que en realidad tratamos de abstenernos de las diez constructivas! Dado que es muy difícil tener la causa, es extremadamente difícil, por supuesto, tener el resultado que se derivaría de ella.        

Si vemos este resultado, un preciado renacimiento humano, y lo consideramos algo que deseamos alcanzar, entonces, para lograrlo, tenemos que construir sus causas. Para ello, necesitamos meditar sobre este preciado renacimiento humano como lo describimos en la última sesión y reconocerlo como algo muy difícil de lograr desde el punto de vista de sus causas. 

Tres causas fundamentales para una preciada vida humana

Las causas para lograr un preciado renacimiento humano no son solo mantener una autodisciplina ética pura. En realidad, hay tres causas fundamentales; necesitamos construir un potencial positivo a partir de tres acciones causales. Estos son los potenciales positivos que provienen de:   

  • Practicar la generosidad,  
  • Mantener la autodisciplina ética pura,  
  • Meditar y acostumbrarnos a la paciencia y demás.   

Incluidos en este “y demás” están la perseverancia, la estabilidad mental (concentración) y el darse cuenta que discrimina (sabiduría). En este contexto, el darse cuenta que discrimina se refiere a la capacidad de diferenciar entre lo que es y lo que no es la realidad.        

Estas son las causas básicas; sin embargo, también necesitamos todo esto en relación con las plegarias inmaculadas. Incluso si hacemos plegarias, generalmente no son plegarias inmaculadas. Hacemos aspiraciones simplemente por cosas para esta vida como: “Que tenga suficiente para comer y beber. Que no tenga ninguna enfermedad ni dolor. Que pueda vivir una larga vida”. No tenemos plegarias inmaculadas como: “Que pueda tener un preciado renacimiento humano en vidas futuras, que pueda alcanzar la iluminación y que no haya epidemias, hambrunas o cosas así en el mundo”. No tenemos este tipo de plegarias inmaculadas.    

Para repetir, debemos considerar estas tres causas de un preciado renacimiento humano: 

  • Mantener la autodisciplina ética pura.
  • Construir estos tres tipos de potencial positivo. 
  • Hacer plegarias inmaculadas.  

Debemos considerar que el hecho de que tengamos una preciada vida humana ahora se debe a que hemos construido y acumulado las tres causas en vidas anteriores, y esto es algo extremadamente difícil de hacer. No surgió de un esfuerzo fácil, simplemente así; por lo tanto, debemos considerar que es solo esta vez que tenemos esta oportunidad, y necesitamos meditar en esta oportunidad única que tenemos, la oportunidad única de tener un preciado renacimiento humano ahora.   

Hay tres puntos en cuanto a pensar en la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano, y ahora hemos cubierto el primero, la dificultad desde el punto de vista de sus causas. El segundo punto es pensar en la dificultad de obtenerlo desde el punto de vista de analogías o ejemplos.  

La dificultad de obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de las analogías 

En cuanto a la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de las analogías, el primer punto es pensar en lo que existe y lo que no existe, o lo que es factible y lo que no es factible. Podemos entender esta dicotomía entre lo que es factible o posible y lo que no lo es en términos de preguntarnos si podemos hacer que una flor crezca en el aire o en el espacio. Diríamos que no es factible; que no existe. Sin embargo, si preguntamos si puede aparecer una estrella brillante durante el día, podemos decir que es factible, pero es muy, muy raro. Es con este tipo de ejemplos dicotómicos que podemos comprender la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano.    

“Pausa en las noticias” sobre las tres causas para escuchar correctamente las enseñanzas

En términos de una explicación del lam-rim o del camino gradual, no importa quién explique el camino gradual, encontramos que es muy similar. No vamos a encontrar formas completamente diferentes de explicarlo. Sobre la base de una explicación, podemos comprender qué son las enseñanzas. No importa quién lo explique, podremos entenderlo como si se refiriera al mismo material. Sin embargo, sobre la base de haber escuchado una explicación y sentir que ya lo sabemos todo, no deberíamos pensar que la próxima vez que escuchemos una explicación, podremos anticipar lo que se va a explicar, en otras palabras, estar sentados allí y asumir que el lama ha explicado esto y ahora lo siguiente que va a decir es aquello. Pensar que podemos anticipar la forma en que se explicará es inapropiado.         

Incluso si las palabras que se usan en la explicación son exactamente las mismas, si las escuchamos cien veces, cada vez deberíamos tener un nivel diferente de comprensión de lo que significan. Podemos pensar en el ejemplo de Rinpoche y de mí cuando varias personas diferentes nos dijeron que tomáramos un trago de agua. Podríamos entender esto de muchas maneras diferentes en muchos niveles diferentes en distintos momentos. Podría entenderlo en el sentido de que beber un poco de agua calmará mi sed. Rinpoche podría entenderlo en términos de que beber un poco de agua mejorará la sangre y, de esta manera, mejorará su salud. Cualquiera de los dos también podría pensar que beber un poco de agua nos dará un estado de ánimo más claro, o algo así. Hay muchos niveles diferentes en los que podemos tomar exactamente la misma afirmación de beber un poco de agua expresada a diferentes personas. Así, no deberíamos pensar que escuchar una explicación del Dharma es suficiente y que lo hemos entendido todo; esta no es una actitud beneficiosa.          

Para escuchar correctamente las enseñanzas, hay tres causas perfectas. Necesitamos escucharlas:

  • Muchas veces.
  • De muchas fuentes diferentes.
  • Junto con un grupo numeroso. Hay una gran diferencia entre escuchar las enseñanzas individualmente y escucharlas en un grupo grande.      

Como prueba de lo bien que han estado escuchando, me gustaría ver qué notas escribieron sobre lo que acabo de decir en torno a cómo escuchar correctamente estas enseñanzas. En cualquier caso, esto ha sido solo un breve receso de nuestro tema principal. Así como anoche en la televisión hubo una pausa en las noticias, les estaba dando una “pausa en las noticias” y ahora podemos volver a nuestro programa principal.   

Más sobre la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de las analogías 

Volviendo a la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano, hemos comentado la dificultad desde el punto de vista de qué es y qué no es factible. El siguiente punto es comprender lo difícil que es obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de las analogías.  

Como viajamos aquí en barco desde Holanda el otro día, podemos pensar en el ejemplo de estar en un gran océano. En este ejemplo, flotando en la superficie de este gran océano, hay un yugo dorado para el arado. Shantideva da este ejemplo en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva. ¡Por supuesto, no da el ejemplo en términos de cruzar el Canal de la Mancha en barco!  

En este ejemplo, podemos pensar en una tortuga marina que vive en el fondo del Canal de la Mancha. La tortuga marina es ciega y solo sale a la superficie una vez cada cien años y, de alguna manera, en una ocasión logra salir a la superficie en el punto exacto donde asoma su cabeza a través del agujero de este yugo dorado. Realmente el océano en el que estamos pensando debería ser un océano extremadamente amplio, y solo hay un yugo dorado con un solo agujero en él. Esta tortuga marina del fondo del océano ni siquiera tiene ojos y no sale a la superficie todo el tiempo, sino solo una vez cada cien años. Además, el yugo no está anclado, por lo que no se queda en un solo lugar, flota por toda la superficie del agua. Podemos ver claramente que las posibilidades de que la tortuga marina se acerque al lugar exacto donde asomará la cabeza a través del agujero del yugo, son bastante escasas.   

¿A qué se refieren estas analogías? Primero, debemos pensar en cómo, desde el tiempo sin principio, hemos estado vagando, sin ningún control, en la existencia samsárica recurrente por la fuerza de nuestras emociones perturbadoras e impulsos kármicos. No tenemos el control del proceso ni del gran océano de existencia samsárica incontrolablemente recurrente en el que hemos estado vagando. Es como este océano extremadamente amplio y profundo descrito anteriormente, es insondable, no podemos describir el alcance del mismo.  

El hecho de que la tortuga marina sea ciega es un símbolo del hecho de que estamos cegados por la ignorancia y, como no somos conscientes de la realidad, deambulamos sin rumbo fijo en la existencia samsárica. El hecho de que la tortuga permanezca principalmente en el fondo del océano y solo suba una vez cada cien años significa el hecho de que, la mayoría de las veces, estamos en los desafortunados estados de renacimiento en los reinos inferiores. Es muy raro y solo en ocasiones, una vez cada cien años simbólicamente, salimos a respirar; en otras palabras, tenemos un renacimiento humano, pero no necesariamente uno preciado.         

Del mismo modo, como se describió anteriormente, las enseñanzas budistas solo están disponibles en ciertos momentos y se extinguen en muchos otros momentos. Es muy raro que las enseñanzas budistas estén disponibles, y este punto está simbolizado en que solo existe un yugo dorado. Además, no es suficiente simplemente que existan las enseñanzas del Dharma, sino que en realidad tenemos que entrar a través de la puerta de tomar refugio en ellas. Esto está representado por el agujero en el yugo dorado. Por lo tanto, debemos pensar en términos de esta analogía y comprender cuán raro y difícil es lograr un preciado renacimiento humano y debemos meditar sobre esto.  

También hay otro buen ejemplo del Tíbet. Hay un tipo de pescado en el Tíbet que es delicioso y había un niño que comió demasiado de él. Se enfermó y estuvo a punto de vomitar, por lo que inmediatamente tomó la correa que se usa para atar las botas tibetanas y se la ató al cuello para no vomitar. Esta comida era tan deliciosa que no quería desperdiciarla vomitándola. Asimismo, si tenemos un preciado renacimiento humano, sería una lástima desperdiciarlo de la misma manera en que no se quiere desperdiciar el pescado vomitándolo.  

En otra historia sobre el Tíbet, en un distrito conocido como Penbo, había un niño de una rica familia minera, extraían oro de la montaña. Sin embargo, este hijo no quería trabajar en las minas de oro de la familia, por lo que se fue para dedicarse a los negocios y al comercio. Viajó lejos como vendedor, vendiendo diversos artículos. Mientras se movía, se enteró de que su familia, la familia Lungding, en realidad era bastante famosa, muy conocida por ser una familia extremadamente rica. La gente no reconocía que era el hijo de la familia Lungding y, en una ocasión, estaba haciendo negocios con otro vendedor que mencionó que deseaba ser de la familia Lungding porque así no tendría que viajar vendiendo cosas y trabajando tan duro. Entonces el hijo se dio cuenta de lo afortunado que era y se fue a casa con su familia. 

Otro ejemplo en el que podemos pensar es el de un hombre que había perdido parte de ambas piernas. Estaba sentado al borde de un pequeño precipicio y se dormía. Abajo, en el fondo del precipicio, había un ciervo almizclero y, cuando el hombre cabeceó, cayó y aterrizó exactamente sobre el lomo de este ciervo almizclero. El ciervo se asustó mucho, por supuesto, y salió corriendo. El hombre se agarró muy fuertemente del ciervo. 

Pasaron por una zona donde había más gente y, para entonces, el hombre estaba cantando de alegría por este paseo. La gente le advirtió que tuviera mucho cuidado, diciendo: “No deberías cantar así porque podrías caerte. Deberías agarrarte muy fuerte”. El hombre respondió: “Es solo esta vez en mi vida que voy a montar un ciervo almizclero, y si no canto de alegría ahora, ¿cuándo volveré a tener esta oportunidad?”. Del mismo modo, es solo esta única vez que tenemos este preciado renacimiento humano y, si no lo usamos ahora para hacer una práctica intensiva del Dharma, ¿cuándo tendremos la oportunidad de nuevo?        

Pensar en estos diversos ejemplos es la manera de meditar sobre la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de las analogías. También podemos pensar en varios ejemplos de cosas de nuestra vida diaria que podemos aplicar para comprender la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano.   

La dificultad de obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de su naturaleza

No es solo desde el punto de vista de las analogías que es difícil obtener un preciado renacimiento humano. Por la naturaleza misma de lo que está involucrado aquí, es difícil de obtener. Es mucho más difícil obtener un preciado renacimiento humano que lograr un renacimiento en uno de los peores estados.  

Pero, nuevamente, necesitamos tener las causas para obtener un preciado renacimiento humano. Si hemos cometido una gran cantidad de acciones constructivas y nunca hemos acumulado ningún potencial kármico negativo, entonces, de hecho, no sería tan difícil obtener un preciado renacimiento humano. Pero, si nos vemos a nosotros mismos con honestidad, nos daremos cuenta de que solo nos hemos involucrado en acciones destructivas y casi en nada constructivo.   

Tomemos el ejemplo de algún tipo de insecto que nos muerde el brazo y examinemos cómo abordamos esto. Primero, vemos a este insecto, un mosquito o algo, y pensamos o decimos: “Lo voy a atrapar. Voy a matarlo”. Luego, lo quitamos de nuestro brazo, lo agarramos entre nuestros dedos y realmente lo apretamos, pensando: “Ah, ya lo atrapé”. Después, pensamos que realmente lo atrapamos y estamos felices por ello. Desde el punto de vista del comienzo, la acción real y el pensamiento que tenemos después de aplastarlo, es completamente negativo.   

Consideremos alguna acción positiva que también podríamos hacer. Digamos que alguien tiene mucha hambre, un pobre mendigo, se nos acerca y nos pide algo de comer. Al principio, no estamos dispuestos a darle nada, pero se lo damos a regañadientes. Durante el acto real involucrado, no se lo damos amablemente o cortésmente, simplemente se lo lanzamos, y al final no estamos contentos con eso y sentimos que no fue realmente bueno darle algo. Desde el principio, durante la acción real y al final de la misma no lo hemos hecho de una manera muy positiva en absoluto. 

Podemos ver que nuestras acciones habituales acumulan mucho potencial kármico negativo. El resultado del potencial kármico negativo de nuestras acciones destructivas es que renaceremos en uno de los tres reinos inferiores como una criatura del infierno, un espíritu hambriento o un animal. Si lo pensamos bien, tenemos muchas causas para renacer, por ejemplo, como animal. Desde una perspectiva externa, podemos ver, por ejemplo, incluso cuando estamos sentados en un césped, cuántos insectos pequeños hay en una sola parte del césped. Si revisamos internamente, también podemos entender que, en términos de las causas para nacer como ser humano o las causas para renacer como un animal, tenemos muchas más causas para renacer como un animal que como un humano. Y más que las causas para renacer como animal, tenemos las causas para renacer como espíritu hambriento, y más aún para renacer en uno de los infiernos.            

En el pasado, hubo grandes maestros espirituales que meditaron de acuerdo con varios ejemplos para este punto. Por ejemplo, un maestro meditaba sobre la cantidad de causas que había construido para renacer en uno de los infiernos, siendo tan numerosas como la cantidad de copos de nieve que caería en un área enorme como un continente. La cantidad de causas para renacer como un espíritu hambriento sería la cantidad que caería en un país en particular o en un área en particular, digamos, como esta parte de Inglaterra. El número de causas para renacer como animal sería el número de copos de nieve que caerían, por ejemplo, sobre el techo de la casa de una persona.       

Debemos meditar así sobre la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano desde el punto de vista de sus causas, analogías y la naturaleza de los tipos de renacimientos que se producen. Si pensamos mucho en esto, entonces desarrollaremos una actitud similar a la que podríamos desarrollar si tuviéramos un trabajo bien remunerado en el que nos pagaran específicamente por la cantidad de trabajo que hacemos o los objetos que producimos. Si ese fuera el caso, con el incentivo de ganar una gran cantidad de dinero, intentaríamos ser lo más productivos posible. Asimismo, al pensar de esta manera en la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano, trabajaremos muy duro para aprovechar al máximo la oportunidad que tenemos para construir tanto potencial kármico positivo como sea posible y no desperdiciarlo.    

Si pensamos en los tres grandes objetivos, como se describió anteriormente, que podríamos lograr sobre la base de nuestro preciado renacimiento humano, entonces no nos limitaremos a holgazanear sin sentido ni perderemos nuestro tiempo. Si tuviéramos la posibilidad de ganar £10,000 cada mes, no nos tomaríamos un mes libre sin hacer nada. Por consiguiente, estas son las meditaciones que están involucradas en términos del preciado renacimiento humano.

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