Descripción general de las divisiones de fenómenos

El contexto budista para el análisis de los fenómenos  

Esta noche vamos a hablar sobre las diversas formas en que el budismo analiza los fenómenos. 

La razón para comprender los fenómenos y tener un marco conceptual para comprender los fenómenos es poder comprender cómo existen las cosas, tanto qué existe como cómo existe. Y la razón para querer entender eso es porque las cosas parecen existir de manera confusa y engañosa. No es nuestra culpa que las cosas aparezcan así. Nuestra mente las hace parecer así porque, si podemos usar la terminología informática, tenemos un hardware limitado. Si lo pensamos bien, solo podemos ver a través de estos dos agujeros en la parte frontal de nuestro cráneo. No podemos ver las cosas detrás de nosotros. Solo podemos observar las cosas que están sucediendo ahora. No podemos observar cosas que ya sucedieron o aún no sucedieron, y así sucesivamente. El hardware es limitado y, como humanos, incluso el rango dentro del espectro visual está limitado a lo que podemos percibir con nuestro hardware. Las águilas pueden ver cosas diferentes y los perros pueden oír cosas diferentes. Entonces, es un problema de hardware. 

Debido a esa apariencia engañosa que nuestra mente limitada hace de las cosas, tendemos a creer que las cosas existen en la forma engañosa en que se nos aparecen. Por ejemplo, podría parecernos que somos los únicos que existen en el universo. Cerramos los ojos y parece que ya no existe nadie más, entonces nos parece que somos el centro del universo y, por lo tanto, que somos el más importante. Debido a que creemos que eso es cierto, surgen todo tipo de emociones perturbadoras: nos enojamos cuando no nos salimos con la nuestra, nos volvemos codiciosos y egoístas, etc. Esto causa problemas y renacimientos incontrolablemente recurrentes. 

Todo el objetivo en el budismo es obtener la liberación de esto, y luego ir más allá y obtener el estado de iluminación de un buda para que podamos ayudar a todos los demás también a obtener la liberación y la iluminación. Esto se debe a que, como un buda omnisciente, sabremos cuál es la mejor manera de ayudar a cada ser a alcanzar estas metas. Para obtener la liberación o la iluminación, no solo debemos dejar de creer en estas apariencias engañosas (si dejamos de creer en ellas, las emociones perturbadoras no surgirán y obtendremos la liberación), sino que también debemos ir más allá. Tenemos que hacer que nuestra mente deje de proyectar estas apariencias engañosas. Cuando hacemos eso, nos convertimos en un buda omnisciente, porque entonces somos capaces de comprender y conocer todas las causas que, desde tiempos inmemoriales, han afectado a cada persona individual y lo han llevado a sus situaciones actuales. Sabríamos que, si le enseñamos esto o aquello a una persona, eso tendría este o aquel efecto, no solo en ella, sino en todos los demás que interactuarán con ella en el futuro. 

Para poder saber realmente cómo ayudar a los demás, tenemos que lograr que nuestra mente deje de estar limitada de esta manera. Un buda no es un ser limitado, un ser sensible. Como buda, podemos percibir la interconexión de todo, básicamente. Todo el propósito de esta descripción de todos los diversos fenómenos que existen, formas de conocer, etc., no es solo presentar una construcción intelectual, sino que tiene como objetivo ayudarnos a comprender la realidad, deshacernos de nuestra confusión y, finalmente, ser capaces de obtener la liberación y la iluminación y ayudar a otros a alcanzarlas también. Ese es su propósito. 

Fenómenos existentes y fenómenos no existentes  

¿Cómo dividimos conceptualmente las “cosas”? Primero, necesitamos dividir los fenómenos existentes (yod-pa) de los fenómenos no existentes (med-pa), pero no entremos en una discusión completa sobre ¿podemos llamar "fenómenos" a las cosas no existentes? Un fenómeno existente se define como algo que puede ser conocido válidamente. Una cognición válida es aquella que es precisa y decisiva. Un fenómeno no existente es algo que no puede ser conocido válidamente. 

Por ejemplo, los labios humanos son fenómenos existentes; se pueden ver de forma precisa y decisiva. Los labios de pollo son fenómenos no existentes. No podemos ver o imaginar de manera precisa y decisiva los labios de pollo; podríamos imaginar labios humanos en un pollo, pero no labios de pollo en un pollo. Es muy importante saber esta distinción porque, aunque nuestra mente crea apariencias de cosas que existen de maneras imposibles, esas formas reales imposibles no corresponden con la realidad. A lo que corresponden es no existente. No se puede saber de forma precisa y decisiva. Nos parece que somos el centro del universo y que somos el más importante, pero eso es solo imaginario; no corresponde a nada real. Un “yo” o un “tú” que sea el centro del universo y el más importante es un fenómeno no existente. No puede ser válidamente conocido.

Hay muchas consecuencias de eso. Pensamos que “siempre debo salirme con la mía. Siempre debo tener razón. Siempre debo ir primero”, y así sucesivamente. Nadie existe de esa manera, por lo que esa persona, "yo", es un fenómeno no existente. Si pensamos que existimos de esa manera, esa no es una forma válida de conocer. O si pensamos que nuestros problemas desaparecerán por sí solos si nos sentamos y no hacemos nada, esto es imposible. Como digo, tenemos que entender que todo esto está destinado a ayudarnos a enfrentar situaciones difíciles y superarlas. 

Fenómenos válidos, fenómenos no válidos y la presentación budista de los tres tiempos 

También existe la distinción entre fenómenos válidos (srid-pa) y fenómenos no válidos (mi-srid-pa), y ahora empieza a complicarse un poco. Los fenómenos válidos están ocurriendo actualmente en algún lugar ahora, por lo que ahora pueden conocerse de forma correcta y precisa. Los fenómenos no válidos no están sucediendo actualmente en ninguna parte, por ejemplo, el año pasado. Pero el año pasado es algo que existe en el sentido de que podemos recordarlo de forma correcta y precisa; simplemente ya no está sucediendo. 

Para comprender esto, debemos adentrarnos en la comprensión budista de los tres tiempos: pasado, presente y futuro. En primer lugar, pasado, presente y futuro son formas occidentales de ver el tiempo. No es la forma en que los budistas miran el tiempo. Sorpresa, ¿verdad? La forma occidental de ver estos tres sugiere que el pasado existe y sucede en algún lugar y el futuro existe y sucede en algún lugar y que en realidad podemos viajar en el tiempo a cualquiera de ellos. 

Esa es una forma de entender totalmente falsa según el análisis budista. En cambio, hablamos de “aún no acontece” (ma-'ong-ba), “acontece en el presente” (da-lta-ba) y “ya no acontece” (‘das-pa). Esa es la secuencia: aún no acontece, acontece en el presente y ya no acontece. Es al revés de Occidente. Pensamos que el pasado viene primero, luego el presente, luego el futuro, pero aquí aún no es el presente, actualmente es el presente y luego ya no es el presente. 

Demos un ejemplo. Ahora es el año 2010, por lo que está el 2010 que acontece en el presente. Eso puede ser conocido de forma precisa y decisiva ahora, por lo que es un fenómeno existente válido. El 2009 que ya no está aconteciendo es no válido. Ha expirado, pero todavía es un fenómeno existente, no estaba solo en nuestra imaginación. Podemos recordar correctamente y con precisión el 2009 y lo que recordamos es el 2009 que ya no acontece. Pero ahora en el 2010, un 2009 que acontece en el presente es un fenómeno no existente; no existe tal cosa y, por lo tanto, no puede ser conocido de forma precisa y decisiva. 

Quizás un ejemplo más fácil de entender es la batería de una linterna. Podemos saber de forma precisa y decisiva que la batería de una linterna caducada ya no funciona. Ya no es válida, pero todavía existe. Es solo que la batería que funciona en el presente ya no existe. Dejemos de lado la cuestión filosófica de si la batería no caducada y la batería caducada son la misma batería solo que en momentos diferentes. Hay mucho debate sobre eso.

Del mismo modo, también podemos conocer de forma precisa y decisiva el 2011 que aún no ha acontecido en el sentido de que podemos pensar en él, podemos planificarlo, etc., ahora en 2010. Es un fenómeno existente no válido, pero un 2011 que acontece en el presente no existe ahora en 2010. 

Tenemos que hacer otra distinción. Ahora, en 2010, aunque el 2009 que acontece en el presente ya no existe, hubo un 2009 que acontece en el presente. Esto es diferente al caso de un monstruo. Un monstruo que ya no acontece nunca puede existir porque nunca podría haber habido un monstruo que acontezca en el presente. Entonces, hay una gran diferencia entre algo que ya no acontece y algo que nunca podría haber sucedido. Más detalladamente, hay una gran diferencia entre algo que nunca ha sucedido pero que podría suceder, como colonizar Marte, y algo que nunca podría suceder, como colonizar el sol.    

¿Cuál es la aplicación de esto? La aplicación es que pensé que era el centro del universo y ahora estoy liberado de eso. Me doy cuenta de que lo que imaginaba era una completa basura. Sin embargo, no es que ahora haya un “centro del universo Alex” que ya no acontece. Esto se debe a que nunca hubo un “centro del universo Alex” que aconteciera en el presente. Nunca antes hubo un Alex así, cuando yo no estaba liberado ni iluminado, porque no existe tal cosa como que alguien sea el centro del universo. Nunca hubo y nunca podría haber tal persona, porque no existe tal cosa como una persona que exista de esa manera. No es que fuera algo existente que ahora ya no está aconteciendo. Es algo que nunca existió y, por lo tanto, nunca sucedió. La variable de ser un fenómeno válido o un fenómeno no válido no aplica a eso porque algo no existente nunca podría suceder. 

Por ejemplo, alguien tiene paranoia y cree que todo el mundo está en su contra. Ahora se ha curado de eso, pero no es que esas visiones de paranoia hayan correspondido alguna vez a algo real. Podríamos haber pensado que era real, pero ahora hemos visto la realidad y ya no lo estamos viendo. Entonces, ¿es como el año 2009 que ya no acontece? Podemos conocer un 2009 que ya no acontece, pero sí hubo un 2009 que acontece en el presente. Pero un "monstruo que me está atacando" que ya no acontece –  no era que hubiera un "monstruo que estaba atacándome” que acontece en el presente y ahora ya no está aconteciendo. ¿Me siguen? Hay una gran diferencia aquí. 

Este monstruo ya no me está atacando; pero no es que alguna vez me hubiera atacado, ¿o sí? Ahora sé que ya no hay ningún monstruo atacándome. Como sé que ahora ya no está aconteciendo un 2009, y de manera similar, ahora sé que ya no está aconteciendo que los monstruos me ataquen. Ya no está aconteciendo. “Aconteciendo” es la palabra más importante aquí. Está hablando de experiencia, no solo de “existir” en general. Sin embargo, un 2009 que acontece en el presente fue algo que pasó. Era algo real, un fenómeno existente, pero un "monstruo que me ataca" que acontece en el presente nunca existió en realidad. Ese es un fenómeno no existente. No es que haya un monstruo que ya no está aconteciendo y que fue precedido por uno que acontece en el presente que existió y me atacó.

¿Por qué no nos tomamos unos momentos y digerimos eso? Estos son temas difíciles, y normalmente pasaríamos semanas debatiéndolos para obtener una comprensión firme de ellos. Resumámoslo en uno o dos minutos para tratar de obtener una comprensión aproximada de este concepto: aún no acontece, acontece en el presente y ya no acontece. 

Para repasar: Un fenómeno válido es aquel que está aconteciendo ahora. Es existente y, por lo tanto, puede ser conocido de forma precisa y decisiva. Un fenómeno no válido es aquel que no acontece en el presente, en ningún lugar. Aún no acontece o ya no está aconteciendo. Puede planearse o recordarse de forma precisa y decisiva y, por lo tanto, existe. Un monstruo o una persona que es el centro del universo no existe. También es un fenómeno no válido, pero nunca podría acontecer en el presente, aún no acontecer o ya no acontecer.   

¿Bien? Intenten digerir eso, por favor. Piénsenlo. 

[Pausa]

Un "bebé Alex" que ya no acontece es algo que podemos conocer ahora. Eso es un fenómeno existente, ¿no? Podemos ver una foto de él. Eso es un fenómeno válido. Pero un “bebé Alex” que acontece en el presente no está aconteciendo ahora, ¿verdad? Tampoco está aconteciendo en otro lugar. Entonces, no es válido, pero existe, existió. Mi madre vio al “bebé Alex” que acontece en el presente, pero no está aconteciendo ahora. 

No solo el "bebé Alex" que ya no acontece es un fenómeno existente, el "ya no acontece" del "bebé Alex" también es un fenómeno existente. Puedo conocer válidamente que ya no está aconteciendo, ¿cierto? Sé que “ya no soy un bebé”. Eso en realidad es muy interesante porque muchos de nosotros que somos mayores no aceptamos que hay un “joven Alex” que ya no está aconteciendo. Sigo pensando que un “joven Alex” está aconteciendo en el presente, pero no es así. 

¿Ven la aplicación de todo esto? Tenemos que hacer esta distinción aquí entre "existente" y "que acontece ahora". Esas son diferentes categorías. Entonces, esta es la distinción que estamos trazando aquí. Entre las cosas que no están aconteciendo ahora, algunas sí existieron y otras no; nunca existieron. 

Fenómenos no estáticos  

Muy bien, ahora veamos cómo se dividen los fenómenos existentes. Existen estos términos terriblemente confusos que la mayoría de los traductores usan para una división importante, “permanente” (rtag-pa) e “impermanente” (mi-rtag-pa). Evito usarlos en esta discusión técnica. El problema es que estas palabras tienen dos significados diferentes. Un significado es "estático" y "no estático". Estático significa que no cambia; no estático significa que cambia. Luego, hay otro par, que es “temporal” y “eterno”. Desafortunadamente, los términos “permanente” e “impermanente”, al menos en inglés, quizás también en alemán, pueden tener ambos significados, y por eso se vuelve muy confuso cuando los traductores los usan. 

¿A qué significado se refieren? En algunos contextos, es uno y, en otros contextos, es el otro. Es mucho mejor traducirlos de manera diferente en cada uno de estos contextos. Esto se debe a que, como resultado, hay algunos fenómenos no estáticos que son temporales y algunos son eternos. De manera similar, algunos fenómenos estáticos son temporales y otros son eternos. Me río porque entonces, en el debate, lo que también nos preocupa es, de cada uno de estos cuatro, ¿cuáles son fenómenos válidos y cuáles son fenómenos no válidos? La intersección de todos estos conjuntos se vuelve muy, muy compleja. 

Veamos primero los fenómenos no estáticos. Esa división en estático y no estático es generalmente lo que se quiere decir cuando escuchamos la discusión de fenómenos permanentes e impermanentes. No suelen hablar de si algo es temporal o eterno. Los fenómenos no estáticos son aquellas cosas que surgen de causas y condiciones o son sostenidas y afectadas por causas y condiciones. Cambian de un momento a otro y producen efectos. 

Hay cuatro posibilidades. Algunas de estas cosas que cambian de un momento a otro tienen un principio y un final. Algunas no tienen principio ni final; son eternas. Algunas no tienen principio, pero tienen un final. Algunas tienen un principio, pero no un final. Y de esas cosas que tienen un principio y un final, hay algunas cosas que degeneran naturalmente (nyams), que van cuesta abajo, y hay otras cosas que no degeneran naturalmente. 

Eso no es fácil. Tenemos que dar ejemplos para que quizás podamos entender estas distinciones aquí. Este cuerpo presente que tenemos surge de causas y condiciones. Se ve afectado por causas y condiciones. Cambia de un momento a otro. Produce efectos: Podemos recoger cosas, podemos movernos, etc. – el cuerpo puede. Tiene un principio y tiene un final. Se está desmoronando gradualmente, envejeciendo y degenerando. 

Tenemos que entrar un poco en una discusión sobre el karma para el siguiente ejemplo. Por ejemplo, realizamos cierta acción, digamos que lastimamos a alguien, le gritamos a alguien o matamos a alguien. Hay un cierto potencial kármico, un potencial negativo, que se construye a partir de eso. Esto se lleva junto con el continuo mental. (Lamento que este sea un ejemplo más complicado, pero no puedo pensar en ningún otro ejemplo). Con el tiempo, ese potencial madurará en que seamos atraídos, sin saberlo, a una situación en la que alguien nos mate o nos grite o nos hiera. 

Ese potencial kármico negativo tiene un comienzo, por ejemplo, cuando lastimamos a alguien, y ese potencial tendrá un final cuando en realidad – la terminología es "madura"– alguien más nos lastime. Durante ese intervalo de existencia de ese potencial, no degenera por sí mismo; va a continuar. No es que, si esperamos lo suficiente, se va a desgastar como el cuerpo. Podemos afectar ese potencial. Si gritamos más y lastimamos a la gente más y más, ese potencial se vuelve más fuerte. Si nos arrepentimos y ayudamos a otros, ese potencial se debilitará. Cambiará de un momento a otro, pero por sí mismo, no va a desaparecer; no se va a desmoronar como lo hará el cuerpo. 

Según el budismo, existen métodos para purificarse de este potencial negativo para que no madure en absoluto, para que nunca madure. Lo que es importante entender es que la aplicación de esto es que tenemos que lidiar con los potenciales negativos, las consecuencias de las cosas destructivas que hemos hecho. No se van a ir solos. Si hemos lastimado a alguien o al medio ambiente, o algo así, no podemos simplemente esperar a que el potencial kármico desaparezca por sí solo. Estas son cosas que no van a desaparecer. Tenemos que lidiar con ellos. Podemos mejorarlos o podemos empeorarlos. Solo por sí mismos, no van a desaparecer. Esta es la aplicación aquí. 

Si lo pensamos bien, esto realmente es bastante profundo. Hagamos lo que hagamos va a tener consecuencias. El potencial para que ocurra la consecuencia comienza cuando hacemos algo y termina cuando ocurre la consecuencia. El hecho de que va a haber consecuencias no es algo que, si esperamos lo suficiente, caducará y no habrá consecuencias. ¿Me siguen? Esto es realmente muy profundo en términos de lidiar con las consecuencias de nuestro comportamiento. No podemos fingir que van a desaparecer solas. 

Continuemos. Hay ciertas cosas que van a cambiar de un momento a otro que no tienen principio ni final; son eternas. Para ello, el ejemplo que se da es un continuo mental individual. Se vuelve complicado. Desde el punto de vista budista, existe un número muy grande pero finito de continuos mentales individuales. Cuando nos iluminamos, no es la imagen hindú de que todos los arroyos se vuelven uno en el océano, que todos seremos uno. Eso es hinduismo; eso no es budismo. Los continuos mentales son individuales: no tienen principio ni fin. Incluso después de habernos iluminado, nuestro continuo mental retiene su individualidad y continúa para siempre. 

Ese es un punto bastante importante desde el punto de vista budista. Verán, si todos somos uno, una especie de gran "sopa" indiferenciada, entonces no tenemos que asumir ninguna responsabilidad, responsabilidad individual, por lo que hemos hecho y sus consecuencias. Pero, somos individuos. Interactuamos con todos los demás. No es como si existiéramos con paredes sólidas a nuestro alrededor o encapsulados en plástico, existiendo independientemente de todos los demás y todo lo demás. A pesar de ser individuos, interactuamos entre nosotros; sin embargo, eso no nos convierte a todos en una sola sopa. 

Un continuo mental no tiene principio ni fin. Se ve afectado por las circunstancias, pero no se crea de la nada. Hay una gran discusión sobre: "¿Puede una nada convertirse en algo?" o "¿puede un algo convertirse en nada?". Esa es una cuestión filosófica profunda. Podríamos pensar que eso es lindo, pero tiene consecuencias. Por ejemplo, en el caso del aborto, ¿hasta cierto punto el embrión es una nada y luego, de repente, se convierte en algo? Hay cuestiones éticas que están involucradas si pensamos que una nada se convierte en algo. ¿Cuándo se convierte en algo? ¿Cómo se convierte en algo? Preguntas muy, muy interesantes, por lo que estos no son solo juegos filosóficos triviales a los que estamos jugando aquí. 

De todos modos, también hay cosas que no tienen principio, pero que tienen un final, como, por ejemplo, nuestra confusión o ira. Estos estados mentales perturbadores no tienen principio, pero pueden tener un final cuando alcanzamos la liberación. O el aún no acontecer del 2010. Ese aún no acontecer del 2010 no tuvo comienzo. ¿Tuvo un comienzo? ¿Cuándo comenzó este aún no acontecer? Pero tiene un final, cuando hay un 2010 que acontece en el presente.  

También hay cosas que tienen principio, pero no fin. Como la muerte de mi padre. Tuvo un comienzo cuando él murió; mi padre murió hace muchos años. Sin embargo, ¿tiene eso un final? Él está muerto para siempre. ¿Deja de estar muerto? Podría renacer, pero no es mi padre. 

Nuevamente, no tenemos tiempo para tratar todas las implicaciones de este esquema para analizar las cosas. Sin embargo, no nos desanimaremos si nos damos cuenta de que, aunque tenemos cierto problema como la ira, es posible que termine, aunque no tenga principio. No es que alguien haya creado ira en nosotros o algo así. No tuvo comienzo. Esa ira también es una de esas cosas que cambia de un momento a otro, pero no se va a ir sola. Tenemos que aplicarle algunos oponentes para que termine, y puede terminar, como el aún no acontecer del 2010. Deshacerse del enojo es algo que podría durar para siempre. Podría tener un comienzo, cuando realmente nos deshacemos de él, y entonces el hecho de habernos liberado de él no tendrá fin. 

Fenómenos estáticos  

Hemos hablado de fenómenos no estáticos. Ahora, llegamos a los fenómenos estáticos; son fenómenos que no cambian. Los fenómenos estáticos también tienen estos tipos diferentes: algunos son para siempre, otros son temporales, etc. No hay ejemplos fáciles. Un ejemplo serían los hechos. Un hecho es un hecho. No cambia, como uno más uno es igual a dos. No tiene principio ni fin. Pero el hecho de “estar libres de la confusión para que nunca más surja” tiene un comienzo. Ese hecho tuvo un comienzo cuando nos liberamos para siempre de la confusión, y ese hecho nunca cambiará después de eso; es estático. Siempre será el caso. 

Otro ejemplo sería la vacuidad, el vacío. La vacuidad es la ausencia de formas imposibles de existencia de algo, por lo que es un hecho acerca de algo. Ese algo no existe de alguna manera imposible. Eso está ausente, no está ahí, no es el caso, y el hecho de su ausencia no cambia. Es un hecho, siempre el mismo, pero puede tener un principio y puede tener un final. La ausencia de este vaso existiendo de manera imposible tuvo un comienzo cuando se hizo el vaso. No existía antes de que se hiciera el vaso, y terminará cuando el vaso se rompa. Mientras exista el vaso, es un hecho cierto acerca de él. 

Permítanme explicar más. Este vaso me parece como si: “Este es mi vaso, no lo uses. Será mejor que no lo uses. Vas a dejar gérmenes en él”. “Esto es mío”, como si fuera inherentemente mío. Me molestaría mucho si lo usaras y tuviera tus gérmenes. Esto no corresponde a nada real. Este vaso no existe por su propio lado como “mío”, ¿o sí? Sucede que está aquí sobre la mesa durante esta charla. Ya saben, “¡MI vaso!”. Esa es una forma imposible de existir. Aunque convencionalmente ahora lo estoy usando, pero no es como si fuera mío sólidamente.

El hecho estático de que este vaso no sea verdaderamente mío solo es cierto cuando hay un vaso que acontece en el presente. Comienza cuando se hace el vaso que acontece en el presente y termina cuando se rompe el vaso que acontece en el presente. El hecho estático de que el vaso que aún no acontece no es verdaderamente mío no tiene principio, pero tiene un final cuando se hace el vaso que acontece en el presente. El hecho estático de que el vaso que ya no acontece tampoco es verdaderamente mío tiene un comienzo cuando se rompe el vaso que acontece en el presente, pero no tiene fin. 

Puede volverse aún más complicado, pero esto probablemente sea lo suficientemente complicado. ¿Por qué no nos tomamos un momento para pensar en todo esto? 

[Pausa]

En un lenguaje muy simple, todo lo que decimos es que hay ciertos hechos acerca de las cosas que nunca cambian mientras esa cosa exista. Ese hecho comienza a ser el caso cuando se crea esa cosa, y deja de serlo cuando esa cosa ya no está allí. El hecho sobre eso solo puede existir con relación a y en dependencia de la cosa sobre la que es un hecho. 

También podemos hablar sobre vacuidad, la ausencia, de que todos los fenómenos válidamente conocibles existan de formas imposibles. Eso no tiene principio ni fin porque no hay principio ni fin para todos los fenómenos válidamente conocibles. Esa ausencia de formas imposibles de existir de todo es un hecho sobre todo – todo lo que puede ser conocido de forma precisa y decisiva. Bueno, dado que hay una gran cantidad de cosas que pueden conocerse válidamente que no tienen principio ni fin –por ejemplo, continuos mentales individuales– siempre hay cosas válidamente conocibles. Ninguno de ellos podría existir jamás en formas imposibles, y esa ausencia de ellos existiendo en formas imposibles no tiene principio ni fin porque lo que es un hecho no tiene principio ni fin. Si el hecho es acerca de algo que tiene un principio y un fin, entonces ese hecho al respecto también tiene un principio y un final. Si hay algo de lo que trata un hecho que no tiene principio ni fin, entonces el hecho sobre ello tampoco tiene principio ni fin. 

Consideren un hecho sobre mi cuerpo: "Este cuerpo no existe como una cosa monstruosa horrible". Ese es un hecho al respecto que nunca cambia. Empezó a ser verdad en mi concepción, y dejará de ser verdad en mi muerte, cuando el cuerpo ya no exista. Es solo un hecho sobre mi cuerpo que es verdadero y existe mientras el cuerpo existe y acontece en el presente. Mientras exista, decimos que no existe como monstruo. Eso nunca cambia. 

En Occidente hablamos de materia y energía como cosas que no se pueden crear ni destruir, solo transformar, ¿cierto? Por lo tanto, sin principio y sin fin. La materia y la energía nunca existieron en formas imposibles. Ese hecho acerca de la materia y la energía como un todo no tiene principio ni fin porque la materia y la energía no tienen principio ni fin. ¿Cuál es una forma imposible en que la materia y la energía podrían existir? Que la materia y la energía se pueden crear o destruir, pero no es así. Eso es un hecho acerca de ellas, que no pueden ser creadas ni destruidas. Ese hecho es siempre el caso, nunca cambia, no tiene principio ni fin porque la materia y la energía no tienen principio ni fin. 

No tenemos el término real “hecho” en los textos budistas. Estoy tratando de poner esto de una manera que espero sea un poco más fácil de entender. En nuestra forma de pensar occidental, podemos llamar a estos "hechos", y estos hechos nunca cambian. Ciertas cosas son hechos, y ciertas cosas no son hechos. Tenemos que tener cuidado porque no todos los hechos son estáticos. El peso de algo o el punto de ebullición del agua no es un hecho. Depende de la elevación y demás. Solo estamos hablando de ciertos hechos. Es por eso que en realidad no usamos esta palabra “hecho”, pero estoy tratando de que sea un poco más fácil de entender. 

Por cierto, otro ejemplo de fenómenos estáticos son las categorías. Una categoría es estática; no cambia. Como la categoría "computadora". Muchos elementos individuales encajan en la categoría "computadora". Como categoría, la categoría “computadora” no cambia. Cuando lo pensamos, podríamos tener algo que represente una computadora y eso puede cambiar. Sin embargo, lo que es una computadora, como categoría, no cambia. Tuvo un comienzo, cuando se inventaron las computadoras. Para las personas que vivieron hace 2000 años, no había una categoría de "computadora", ¿o sí? Tendrá un final cuando los futuros arqueólogos desentierren algún objeto que llamamos “computadora” y no tengan idea de qué era o qué hizo.

Fenómenos de afirmación y fenómenos de negación  

Los fenómenos existentes, tanto los no estáticos como los estáticos, también se pueden dividir en fenómenos de afirmación (sgrub-pa) y fenómenos de negación (dgag-pa). 

Los fenómenos de afirmación son cosas que se conocen por el establecimiento o afirmación de algo y sin excluir nada más. Una manzana, por ejemplo, es un fenómeno de afirmación, es conocida afirmativamente. Podemos ver una manzana y afirmar que es una manzana sin excluir que sea otra cosa. No hay nada que negar aquí. Podemos saber válidamente estas cosas. Hay muchos, muchos ejemplos.

Los fenómenos de negación, o los fenómenos conocidos por negación, son cosas que solo pueden ser conocidas mediante la exclusión de alguna otra cosa. Como, por ejemplo, "no es una manzana". “Esto no es una manzana”. Ese es un fenómeno conocido por negación. ¿Podemos ver “no es una manzana”? Sí, cuando vemos una pera, por ejemplo. “No es una manzana” existe, ¿no? Puede ser conocida de forma precisa y decisiva. Sin embargo, para saber que “esto no es una manzana”, tenemos que haber sabido de antemano qué era una manzana y haberla excluido. Mientras que saber simplemente “esto es una manzana”, no es que estemos excluyendo nada.

Entonces, hay cosas que se conocen afirmativamente y cosas que se conocen por negación, y todos estos son fenómenos existentes. Realmente no tenemos tiempo para entrar en esto con demasiado detalle, ya que realmente se complica. Algunos de ellos son estáticos y otros son no estáticos. Cuando hablamos de estos fenómenos que se conocen por negación, algunos son temporales y otros son eternos. 

Hay diferentes tipos de fenómenos conocidos negativamente. Hay fenómenos de negación implicativa (ma-yin dgag). “Implicativo” significa que cuando hemos negado algo, deja atrás, como una huella, algo más que está implícito. Por ejemplo, “Esto no es un vaso” deja atrás “esto es otra cosa”, pero el fenómeno de negación “no hay vidrio” no deja nada atrás. Es un fenómeno de negación no implicativa (med-dgag). 

Hay dos variedades de estos fenómenos de negación no implicativa. Uno es "ahora no hay vaso", pero existen cosas tales como los vasos; podría haber un vaso, ¿verdad? “No hay ningún perro en esta habitación”, pero podría haber un perro en esta habitación. La otra variedad es “no existe tal cosa como…”. Entonces, aquello de lo que no hay nada podría ser algo que no existe. "No hay ningún monstruo en la habitación". Eso es bastante diferente de "no hay ningún perro en la habitación". La ausencia del perro y la ausencia del monstruo son negaciones no implicativas, pero una es la ausencia de algo que podría existir y la otra es la ausencia de algo que nunca podría existir. 

Estas distinciones son extremadamente importantes cuando se trata de la meditación sobre la vacuidad. No existe tal cosa como formas imposibles de existir. “Imposible” significa que nunca existió tal cosa, y no implica nada más. No deja nada más atrás cuando meditamos en ello; simplemente "no existe tal cosa". 

Tres tipos de fenómenos no estáticos  

Finalmente, veamos las divisiones de los fenómenos no estáticos. Hay tres tipos. Primero, hay formas de fenómenos físicos (gzugs), formas o tipos de fenómenos físicos. Estos incluyen lo visible, sonidos, olores, sabores, sensaciones físicas como calor y frío, movimiento, suave y áspero, etc. Estos son tipos de fenómenos físicos: "formas de fenómenos físicos" los llamamos. También están los elementos físicos, que en el budismo son tierra, agua, fuego y viento. Luego, están los sensores cognitivos físicos. Estas son las células fotosensibles de los ojos, las células sensibles al sonido de los oídos, las células sensibles al olfato de la nariz, las células sensibles al gusto de la lengua y las células sensibles a las sensaciones del cuerpo. A veces se traducen como "poderes de los sentidos" (dbang-po). Esa es una traducción engañosa. No estamos hablando de poderes. Estamos hablando de los sensores, las células mismas. Entonces, son materiales. 

Además, hay formas de fenómenos físicos que solo pueden ser conocidas por la mente, no por los sentidos. Hay una lista completa de estas, pero el ejemplo más fácil de entender serían las imágenes, los sonidos, los olores, etc. que ocurren en los sueños. Solo son conocidas por la mente. En realidad, no las vemos ni las escuchamos. También hay muchas otras cosas en esta categoría, como los átomos, etc. En realidad, no podemos verlos. Son formas de fenómenos físicos. O enormes distancias astronómicas; en realidad no podemos verlas. 

La segunda división de los fenómenos no estáticos son las formas de darse cuenta de algo (shes-pa). Cuando se traducen como "fenómenos mentales", eso es engañoso, ya que podríamos etiquetar las imágenes que aparecen en los sueños como fenómenos mentales. Estamos hablando aquí de una actividad, una forma de darse cuenta de algo. Ya sea ver u oír, o estar enojado con eso o que nos agrade, estar feliz por eso, y así sucesivamente. Es una forma de darse cuenta de algo, de estar enojado con algo. El enojo, la codicia, el amor, son formas de darse cuenta de algo. 

La tercera división son los fenómenos no estáticos que no son formas de fenómenos físicos ni formas de darse cuenta de algo (ldan-min ‘du-byed), por ejemplo, la edad. La edad es siempre la edad de algo y cambia de un momento a otro. No es algo físico. No es una forma de darse cuenta de nada. Hay muchos ejemplos y, de nuevo, no hay tiempo para repasarlos. Hay una larga lista de ellos, y cómo existen, cómo se conocen, etc. 

Aplicar el esquema de la división de fenómenos  

El tema de las divisiones de los fenómenos, como hemos visto, es bastante complicado; sin embargo, es muy importante y útil aprender no solo sobre estas diversas divisiones, sino también sobre las diversas formas en que podemos saberlas o conocerlas. Cuando tenemos un esquema como este, nos ayuda a analizar lo que realmente estamos experimentando. El propósito de analizar lo que estamos experimentando es eliminar el sufrimiento y los aspectos insatisfactorios de lo que estamos experimentando. Permítanme ilustrar una aplicación de la mayoría de los elementos de este esquema para que tal vez quede un poco más claro cómo se aplica realmente y cuál es el beneficio de tal esquema.

Podemos hablar de nuestro sufrimiento por el miedo a que los monstruos nos ataquen. Ese miedo es un fenómeno existente y acontece en el presente. Lo que es no existente, sin embargo, son los monstruos. El fenómeno válido aquí es el miedo que acontece en el presente, y ese es un fenómeno de afirmación, el miedo. También un fenómeno válido es el aún no acontecer de nuestra liberación, estar separados de este miedo. Entonces, podemos tener eso como objetivo. Ese es un fenómeno de negación: estar separados del miedo, ya no tener miedo. Es un fenómeno de negación. 

Lo que es un fenómeno no válido aquí es un alejamiento o separación de ese miedo que acontece en el presente, ¿verdad? No acontece en el presente. Podríamos pensar que estamos separados de él, pero no lo estamos. Entonces, en este momento, una separación que acontece en el presente es un fenómeno existente no válido; los monstruos que acontecen en el presente son fenómenos no existentes. Nunca podrían ser válidos o no válidos.

Lo siento, no agregué una cosa que tengo que especificar aquí. Tenemos que hablar de un incidente de miedo. No tenemos este miedo todo el tiempo. Tenemos el incidente número uno de miedo (llamémosle miedo número uno), y luego el miedo número dos, otro incidente que aún no ha ocurrido. Ahora, estamos en el intervalo intermedio, entre uno y dos. El ya no acontecer del miedo número uno y el aún no acontecer del miedo número dos (otra ocasión) son ambos fenómenos existentes durante ese intervalo. Pero un miedo que acontezca en el presente podría volver a existir. 

El no miedo durante ese intervalo es un fenómeno de negación. Hay una gran diferencia entre "negativo" y "negación", así que tengan mucho, mucho cuidado de no confundir los dos. Ese no-miedo, durante este intervalo, es un fenómeno de negación. Tiene un principio y tiene un final. No es estático porque cambia de un momento a otro a medida que ocurre ese período. El ya no acontecer del miedo número uno es también un fenómeno no estático. Ya no sucedió hace un minuto, y eso cambia a ya no sucedió hace dos minutos, y luego ya no sucedió hace tres minutos. Está cambiando. Ese intervalo también tiene un principio y un final. 

El nunca volver a acontecer del miedo, cuando estemos liberados del miedo, tendrá un comienzo, pero no un final. Es estático. En ese momento, no hay miedo. Esa es una negación no implicativa (med-dgag). No hay miedo, se ha terminado. No implica nada más. Durante ese intervalo entre el tiempo uno y el tiempo dos, ¿qué experimentamos? Estamos experimentando el no-miedo. Ese no-miedo que estamos sintiendo es un fenómeno de negación implicativa. Implica que lo que estamos sintiendo es otra cosa.

El nunca volver a suceder de monstruos que nos atacan es una negación no implicativa. No implica nada más, pero su objeto, los monstruos, es un fenómeno no existente. Hay una diferencia entre el nunca volver a suceder del miedo y el nunca volver a suceder de los monstruos. Podemos separarnos para siempre del miedo, pero no podemos separarnos para siempre de los monstruos porque los monstruos nunca existieron.

Verán, si analizamos nuestra situación de tener miedo a los monstruos con estas categorías, queda bastante claro con qué estamos trabajando: qué es estático, qué no estático, de qué podemos separarnos. Es muy, muy útil para comprender un curso de tratamiento, en cierto sentido, de cómo superaríamos este miedo; porque, aunque los monstruos no existen, el miedo sí existe. Entonces, tenemos que ver qué curso de acción vamos a tomar. ¿Vamos a hacer que un caza fantasmas entre y se deshaga de los monstruos, o vamos a intentar deshacernos del miedo?

Espero que este ejemplo ayude a aclarar un poco cómo podemos aplicar este esquema. Obviamente, tenemos que trabajar mucho con ese esquema para poder aplicarlo fácilmente.

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