Los cuatro concilios budistas

Cuando los historiadores observan eventos históricos destacados, como los "Cuatro Concilios Budistas", toman el material relevante, las diferentes experiencias de los testigos oculares, y lo organizan de manera coherente. Esto es lo que se denomina “historia”. Pero la historia, en el contexto budista, es solo una forma de comprender mentalmente el pasado con el fin de avanzar a través de los niveles budistas de enseñanzas hacia la liberación; no es que podamos encontrar Los Cuatro Concilios Budistas experimentados de manera única. Existen numerosas versiones de los Cuatro Concilios Budistas, de hecho, algunos ni siquiera aceptan que fueran cuatro. Todas estas versiones son útiles, y debemos considerar cada una de ellas si queremos comprender el material desde un punto de vista más amplio, sin prejuicios ni condicionamientos culturales.

¿Qué es la historia? 

La historia es una forma de organizar material anterior para comprender algún tipo de desarrollo que sucedió a lo largo del tiempo. Si revisamos una cita: "Si la historia prevalece, el hombre ha asistido a ella", podemos considerar que la historia existe de forma independiente, como una cosa en sí misma, y que el hombre era solo un espectador, observando y asistiendo como si se tratara de un evento deportivo. Pero la historia no existe como “una cosa”. Es solo una forma de organizar y ver varios temas dentro de material durante un cierto período. En la terminología budista, esta organización del material histórico es un “constructo mental”.

Podemos relacionar esta idea de constructo mental con el tema de las proyecciones. Por ejemplo, podemos preguntar: "¿La Revolución Rusa sucedió?". Aunque la respuesta sería "Sí", aún tendríamos que preguntarnos: Entonces, ¿qué sucedió realmente en ese momento? Muchas personas estuvieron allí y experimentaron algo diferente en cada momento, pero ¿acaso experimentaron “La Revolución” como si fuera un elefante que todos estaban viendo? Si no fue así, ¿qué fue la revolución? La revolución solo se describió después cuando diferentes historiadores intentaron dar sentido a las diversas experiencias de muchas personas que estuvieron allí. Estos historiadores luego juntaron los relatos de los testigos oculares en una especie de síntesis mental, una organización de experiencias llamada "historia". También podemos ver este tipo de organización del material budista que se puede presentar de varias maneras diferentes.

Si tomamos el tema de la psicología, por ejemplo, aunque hay numerosas escuelas de psicología, ¿qué tema aborda realmente? Podemos decir que la psicología es la gran cantidad de experiencias momentáneas de un gran número de personas diferentes. Luego, un psicólogo presenta estas experiencias dentro de un esquema organizacional, que se explica utilizando una teoría psicológica. Las experiencias se pueden presentar no solo dentro de un esquema, sino que se pueden organizar de acuerdo con numerosos sistemas.

Si hacemos la pregunta filosófica, ¿sucedió algo realmente antes? La respuesta sería: "Por supuesto que algo sucedió". Pero, ¿fue solo un constructo mental que lo une en una síntesis de “historia”? Esta es una pregunta importante porque nos introduce a la forma analítica budista de ver las cosas, una forma que es importante que entendamos.

Los budistas tibetanos estudian las cuatro escuelas del budismo indio como un curso gradual, es decir, un nivel conduce a otro, tanto en términos de nuestra comprensión como de comprensiones progresivamente más profundas y una deconstrucción más sutil de nuestra falsa visión de la realidad. Esta es una forma de organizar el material con el fin de obtener la liberación y la iluminación; el objetivo budista. Si estos esquemas organizacionales son meras construcciones mentales, entonces alguien, o un grupo de personas, los construye mentalmente con un propósito; como se juntan diferentes teorías psicológicas con el propósito de ayudar a los pacientes. Podemos organizar el material de las enseñanzas budistas de acuerdo con un desarrollo lógico de ideas, por lo que tenemos el principio de un concepto de cierta enseñanza que se desarrolla y luego es nuevamente elaborado o ampliado: esto es lo que se conoce como "la historia del budismo".

En nuestra forma de pensar occidental, esta idea de cómo se desarrollan las cosas, de lo que se denomina “progreso”, es algo que nos preocupa mucho. Se basa en nuestro concepto de tiempo lineal, algo que es culturalmente específico. El tiempo lineal nos brinda, como occidentales, información útil sobre cómo se desarrollan las ideas con el paso del tiempo, pero para los tibetanos e indios esta información es irrelevante. No creen en la historia en términos de tiempo lineal. Por lo tanto, ¿podemos decir que nuestro análisis histórico occidental es más válido que el indio/tibetano? El Buda enseñó todos los temas simultáneamente en numerosos reinos, por lo tanto, el tema de dividir las enseñanzas según el tiempo es bastante irrelevante. Aunque las tres transmisiones dentro de los tres giros de la rueda del Dharma se pueden dividir, las fechas reales de estas transmisiones son insignificantes.

Lo importante es no adoptar un punto de vista académico arrogante sesgado conceptualmente, un punto de vista que considera solo la historia verdadera y que fueron las personas las que desarrollaron más tarde todas estas ideas. Esto no es budismo. El budismo auténtico es solo lo que enseñó el Buda. Entonces, ¿sirve estudiar o construir una línea de desarrollo de las ideas, tener una perspectiva histórica? ¿Es útil para nosotros tomar el concepto de lo que es un buda durante un período para ver el desarrollo o la progresión de una idea?

Ver en términos de desarrollo o progreso es una forma de etiquetar la secuencia de tiempo, otra forma es en términos de degeneración. Cualquiera de las dos formas es igualmente válida porque así tendría sentido dentro del contexto de una determinada forma de pensar. O bien, se podría ver como que lo inventaron las personas, o que lo hicieron para obtener legitimidad – "esto es lo que el Buda realmente quiso decir" – en términos de interpretable o definitivo.

Si volvemos a la pregunta de cuál es el propósito de una historia, de construir una historia del desarrollo de algunas ideas, es posible que no tengamos una respuesta. Sin embargo, podríamos decir que, para nuestra forma de pensar, que es muy lineal, es útil porque nos ayuda a dar sentido al material dentro de nuestro propio marco conceptual. Es importante para nosotros no juzgar y, desde un punto de vista budista, no decir que adoptar una perspectiva histórica es mucho más válido que algunas de las formas budistas de entender cómo organizar el material.

Aquí, cuando nos referimos al tiempo lineal, estamos hablando de un tiempo que tiene un comienzo, ya sea creado por un ser superior o comenzando con un Big Bang. Este comienzo continuará y llegará a su fin, ya sea con la destrucción del universo o con el Big Crunch, y luego, en consecuencia, el tiempo terminará. Esto contrasta con el punto de vista budista según el cual no hay principio ni fin. En su lugar, habrá otro Big Bang, otro Big Crunch o expansión a la nada, simplemente sigue y sigue, de una manera no lineal.

Los diferentes puntos de vista de lineal y no lineal subrayan uno de los beneficios de estudiar material budista, porque lo que hace es ayudarnos a identificar cuáles son nuestras formas de pensar culturalmente específicas. La palabra "específico" aquí es importante porque muestra que es solo nuestra cultura la que piensa de esta manera, pero de hecho debemos entender que hay muchas otras formas de ver el universo y nuestra experiencia. A menudo, debido a que solo estamos familiarizados con nuestro propio punto de vista, ni siquiera consideramos la posibilidad de que haya otra forma de ver el universo, y mucho menos que pueda ser igualmente válida. Por lo tanto, estudiar algo tan diferente como la forma de pensar budista nos ayuda a identificar estas proyecciones que tenemos de formas de organizar el material. Las nociones de "una verdad", "progresión" o "degeneración" son simplemente formas de comprensión que se construyen mentalmente; no son necesariamente universales ni existen "allá afuera" como La Verdad.

Según el punto de vista de Chitamatra, “es como aparece ante nosotros”. Las situaciones se le presentan a cada persona de manera diferente dependiendo de su cultura. Por ejemplo, en la terapia familiar, la manera en que una situación se le presentará a la madre, al padre o a los hijos será diferente. Cuando abrimos nuestra mente para considerar que hay otras formas de organizar el material y entenderlo, para varios propósitos diferentes, entonces tendremos muchas otras herramientas que podemos usar para enfrentar nuestros problemas cotidianos. Considerar otras posibilidades nos muestra que es posible que hayamos estado condicionados por nuestra cultura y, de hecho, mirarla de otra manera nos ayudará a encontrar una mejor solución. O bien, podemos encontrar útil reunir diferentes puntos de vista para llegar a otra síntesis mental.

Nuestro condicionamiento, que nos hace pensar de cierta manera, no significa que tengamos que juzgar nuestra cultura, pensando que la nuestra es superior y la de los demás inferior o viceversa. Todos hemos crecido en un determinado contexto porque nadie existe fuera de un contexto. Tampoco tenemos que ver nuestro condicionamiento como limitado porque el punto es que hay otras formas útiles de ver y comprender diferentes temas.

Después de la muerte del Buda 

Si volvemos a la idea occidental de la historia, después de la muerte del Buda, sus discípulos tuvieron que lidiar con la gran cantidad de material que enseñó el Buda, del cual nada estaba escrito. Existen diferentes versiones de lo que sucedió con este material según diversas escuelas y autores dentro del mundo budista. Diferentes personas recuerdan diversos hechos y cuentan sus historias o versiones a sus alumnos o hijos, etc. Por lo tanto, como hay diferentes versiones de lo sucedido, no podemos encontrar una sola posibilidad o la “única verdad”.

Los principales discípulos del Buda contaron que quienes escribieron las enseñanzas eran todos arhats. Pero, en realidad, no tenemos idea de si los quinientos eran arhats, si eran todos seres liberados. Se dice que los quinientos arhats se reunieron y recitaron de memoria palabra por palabra lo que el Buda enseñó.

Aquí, es importante señalar que no se escribió nada de las enseñanzas del Buda durante aproximadamente cuatrocientos años desde el momento en que el Buda falleció. Después de este tiempo se escribió la versión que aparece en pali de la escuela Teravada, mientras que otras versiones se escribieron aún más tarde. Es por eso que Shantideva dijo: “Si cuestionas la exactitud de que nosotros recordamos lo que se dijo, entonces podemos cuestionar la exactitud de lo que tú recuerdas”. No podemos saber con certeza si los arhats recordaron todo palabra por palabra, porque había una enorme cantidad de material. Esta situación, en la que el material primero se transmitía oralmente y luego se escribía, no es exclusiva del budismo. De hecho, en muchas religiones del mundo no se escribió nada en el momento del fundador de esa religión, y las cosas se recordaron y se escribieron mucho más tarde.

Lenguaje escrito y memorización 

En términos de la historia del lenguaje escrito, podríamos preguntarnos, ¿por qué desarrollaríamos un lenguaje escrito? Según muchos investigadores, se desarrolló principalmente con fines militares, para enviar alguna orden, etc., a otra parte del ejército, o con fines administrativos. Al principio, particularmente en la India, el lenguaje escrito nunca se usó para asuntos filosóficos ni espirituales. Solo se usaba con fines prácticos, como en el caso de los comerciantes que anotaban lo que vendían y cuánto costaba.

Para entender si la gente realmente podía o no recordar tanto material en esos días, podemos observar a los tibetanos hoy en día. Los tibetanos pueden memorizar miles de páginas de textos y luego recitarlos. El mejor ejemplo es el de Su Santidad el Dalái Lama, quien ha memorizado una enorme cantidad de material, mismo que puede citar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Por lo tanto, no es notable que la única forma en que las personas (que no tenían libros, ni siquiera el concepto de libros) pudieran aprender era memorizando mucho.

Es difícil para nosotros imaginar cómo sería si no hubiera libros, y mucho menos computadoras e Internet, y que todo nuestro sistema educativo se basara únicamente en escuchar la explicación de las enseñanzas, que debían recordarse; esto significa, en cierto sentido, memorizarlas. La necesidad de memorizar implica que estas enseñanzas no solo se recitaban una vez, sino que tenían que recitarse de manera organizada una y otra vez. Esta repetición ayudaba a los jóvenes estudiantes, quienes al escuchar las enseñanzas muchas veces las recitaban, practicaban y aprendían continuamente. Solo sobre la base de haberlas escuchado y memorizado, un estudiante podía realmente pensar en las enseñanzas y tratar de comprender su significado.

La memorización dentro del sistema educativo existe incluso hoy entre los tibetanos en las instituciones budistas. Aunque los estudiantes ahora tienen libros, aún los recitan y memorizan. De hecho, todo el sistema educativo está orientado a aprovechar la excepcional capacidad de memorización de las mentes jóvenes. Como niños pequeños, podemos memorizar varias cosas, como canciones infantiles, y recordarlas muchos años después; mientras que recordar algo de ayer, como un número de teléfono, es mucho más difícil: la memoria a largo plazo siempre es mejor que la memoria a corto plazo.

El sistema educativo tibetano es tal que, hasta la edad de trece años, los estudiantes no reciben ninguna explicación, solo memorizan. Algunos occidentales pueden sentir que esto no es satisfactorio y es una “forma medieval” de estudiar, pero se puede argumentar que una forma medieval de aprender tiene sus beneficios. Un estudiante que memoriza no depende totalmente del Internet y de las bibliotecas. Pueden recordar algo sin tener que buscarlo.

Primer Concilio Budista 

El Primer Concilio se convocó en Rajagrha, en el reino de Magadha, al año siguiente del fallecimiento del Buda. Tengan en cuenta que el término "Consejo" es una palabra occidental que significa un órgano de gobierno elegido. Aquí, el término en realidad significa una reunión con el objetivo de que todos se reúnan para recitar las Escrituras y asegurarse de que no haya corrupciones.

Al Primer Concilio asistieron quinientos arhats. Entre estos quinientos, tres de los memorizadores más destacados recitaron una de las tres divisiones principales de las enseñanzas del Buda. Ananda, el primo del Buda (tener un familiar era una costumbre entonces y todavía se puede encontrar en la tradición tibetana), poseía una memoria fotográfica y, por lo tanto, recitaba de memoria todos los sutras. Debido a sus celos, Mahakashyapa, un monje anciano, pero relativamente nuevo, no deseaba que Ananda estuviera presente, pero como Ananda tenía la mejor memoria, los otros arhats lo invitaron a recitar los sutras. Los sutras son temas de práctica, especialmente relacionados con la concentración.

Mahakashyapa recitó una parte de las enseñanzas del abhidharma, según una versión. Otras tradiciones dicen que Mahakashyapa simplemente presidió y que las enseñanzas del abhidharma, impartidas por el Buda, no se recitaron en ese momento, sino que solo más tarde fueron recopiladas por varios arhats de la conferencia. Abhidharma aquí se traduce como "temas especiales de conocimiento" y aborda la metafísica: cómo se entiende el universo, de qué está compuesto el universo, los diferentes tipos de seres dentro de él, el tema de la biología, etc. Esta área de estudio ayuda desarrollar lo que se llama "darse cuenta que discrimina" para que podamos comprender los diversos factores de nuestra experiencia.

Las reglas de disciplina para la orden monástica (vinaya) fueron recitadas por el monje Upali. Hay votos tanto de monjes como de monjas, así como las divisiones de novicios, completamente ordenados, etc. El Buda formuló las reglas para resolver un incidente o problema dentro de la comunidad y no para imponer "obediencia". Dentro del monacato cristiano, uno de los principales votos es el de obediencia, un voto que no existe en el sistema monástico budista. Las leyes bíblicas o las antiguas leyes griegas divinas o monárquicas y el sistema legal judicial occidental tienen una legislatura que se debe seguir y obedecer. En estos contextos, la obediencia es sinónimo de “ser bueno”, mientras que la desobediencia debe ser castigada. Cuando observamos el sistema "judicial" occidental, la administración de justicia, encontramos que no existe tal cosa como la "justicia". Si alguien sigue la ley, entonces son buenos; si desobedecen, entonces son “culpables”. Todo este concepto de culpa es una forma de pensar muy occidental.

En cambio, la ética budista se basa en la comprensión del problema y no en la obediencia. Cuando surge un problema o dificultad, entonces se encuentra una solución o regla para ayudar a evitar que el problema se repita y cause más dificultades. Esto es relevante hoy en día en cualquier organización o sociedad con ciertas supuestas leyes o reglas que los ciudadanos deben obedecer estrictamente. Sin embargo, si la gente entendiera las razones o el motivo detrás de estas reglas, entonces no habría necesidad de policía y la sociedad funcionaría mucho mejor.

El Primer Consejo fue presidido por Mahakashyapa, un brahmán digno y mayor de Magadha. Se hizo monje cuando ya era bastante mayor. Antes de fallecer, el Buda le dio a Mahakashyapa su vieja túnica desgastada a cambio de una nueva del brahmán. En épocas posteriores, esto se tomó como una señal de que el Buda había transmitido la autoridad de su línea de enseñanzas a Mahakashyapa, por lo que él sintió que estaba a cargo.

Sin embargo, la intención del Buda siempre había sido que la autoridad de las enseñanzas se mantuviera igualitaria, es decir, sin una persona a cargo. Sin embargo, a lo largo de la historia budista, ha habido una dialéctica continua entre una figura central con autoridad, que se hace cargo de la organización para estructurar las enseñanzas y tiene cierto poder, y una comunidad monástica democrática e igualitaria, cuyos líderes son votados, en la que las decisiones se toman en conjunto. Esto es evidente hoy en día dentro de la comunidad monástica tibetana con respecto a la ordenación completa de monjas. El linaje de este tipo de votos se ha roto pero hay un fuerte movimiento para restablecerlos. Sin embargo, Su Santidad el Dalái Lama no puede simplemente volver a reintroducirlos. La estipulación del Buda fue que este tipo de decisiones no pueden ser tomadas por una autoridad central, sino que deben ser decididas por un consejo de ancianos que deben estar de acuerdo. Una decisión importante adoptada por unanimidad dentro de la comunidad monástica budista es realmente difícil en la práctica, y es un tema relevante incluso hoy, por ejemplo, con la Unión Europea. En la comunidad budista, el Buda alentó el pensamiento independiente a pesar de los patriarcas y, debido a que no había una aplicación estricta de una serie de costumbres, se desarrollaron varias interpretaciones en diferentes áreas.       

Una vez que el Buda falleció, Mahakashyapa se hizo cargo y estableció el consejo para revisar y codificar las enseñanzas del Buda. Al comienzo del primer concilio, Ananda se reunió con el primer ministro de Magadha para contarle la intención del Buda de un orden igualitario democrático, pero el primer ministro estaba demasiado ocupado preparándose para atacar el reino de Avanti, al oeste de Magadha.

En especulación, el hecho de que Mahakashyapa fuera un líder fuerte e iniciara la codificación de las enseñanzas probablemente contribuyó a la supervivencia de la orden budista en esos tiempos difíciles. Viniendo de Mahakashyapa, más tarde se desarrolló una línea de patriarcas -linaje o sucesión- que estaban a cargo de toda la comunidad budista. Los tibetanos cuentan una línea de siete patriarcas, mientras que en la tradición zen (japonesa) cuentan 28 patriarcas, siendo el último Bodhidharma, quien trajo el zen a China y comenzó la línea de patriarcas chinos de la tradición Chan. Más tarde, ramas de estas tradiciones fueron a Corea, Japón, etc. En los países Teravada del Sudeste Asiático, los patriarcas nacionales comenzaron una línea de sucesión, por ejemplo, “El Gran Patriarca de Tailandia”, etc. En el Tíbet, un tipo similar de posición como patriarca se desarrolló con la institución de los Dalái Lamas. Tanto en el caso de un patriarca como del Dalái Lama, no se les considera como un Papa: infalibles con una línea directa con el Buda, con autoridad legal sobre la orden monástica. En cambio, básicamente tienen la responsabilidad de mantener unida a toda la orden y velar por el bienestar de las comunidades monásticas y laicas dentro de sus países.

Un punto interesante en el desarrollo histórico de las enseñanzas del Buda es la separación de varias escuelas dentro de lo que generalmente se conoce como la tradición Hinayana. Estas escuelas tienen versiones ligeramente diferentes del abhidharma, además de adaptar o alterar el Vinaya según sus diversas necesidades. Esta adaptación fue decidida de manera democrática por un grupo de ancianos y no autocráticamente. Los ancianos siguieron la costumbre de los jainistas. El sistema religioso/filosófico jainista comenzó cincuenta años antes que el Buda, y el Buda adoptó muchas ideas de él. Los monjes jainistas recitaban sus votos cada dos semanas de memoria porque no estaban escritos.

Fue después del Primer Concilio cuando se hizo costumbre que la asamblea de monjes recitara las diversas enseñanzas de memoria, para escuchar primero las palabras correctas de las enseñanzas a través de la transmisión oral (¡entenderlas no es un requisito en este momento!) y luego memorizarlas correctamente. La transmisión oral es una característica importante dentro de los monasterios tibetanos incluso hoy en día. La recitación en grupo de los sutras es una costumbre importante en los monasterios budistas tradicionales de toda Asia.

Segundo Concilio Budista 

Aproximadamente cien años después del Primer Concilio (hay diferentes opiniones en cuanto a la fecha, ya sea 386 a.e.c. o 376 a.e.c), se celebró un Segundo Concilio en Vaishali en la república de Vajji.

Hay diferentes versiones que describen el objetivo principal del Segundo Concilio, por ejemplo, la división dentro de la comunidad. Tengan en cuenta aquí que "división" no significa un cisma, como Devadatta había hecho con el Buda. No era que la gente se odiara y desearan matarse unos a otros; fue solo un desacuerdo sobre las costumbres. Una versión es que, de los diez temas controvertidos que se discutieron, el tema principal en este momento fue la diferencia de opinión sobre si a los monjes se les permitía o no manejar oro (dinero) de acuerdo con las reglas monásticas.

El grupo que sintió que el Buda pretendía que los monjes no manejaran oro fue el Teravada. Eran muy estrictos, el grupo conservador. Teravada significa “los proponentes según los ancianos”. En la tradición Teravada, incluso hoy en día, a los monjes no se les permite manejar o llevar dinero, y deben tener asistentes o novicios que se ocupen de cualquier tipo de asuntos financieros. El Mahasánguika, que significa “la comunidad mayoritaria”, fue el grupo que se separó y dijo que era apropiado que los monjes tuvieran oro.       

Este punto sobre el manejo del oro es controvertido porque algunos monjes estaban empezando a acumular dinero y eso empieza a causar problemas en una comunidad que se supone que es igualitaria. Incluso es un problema hoy en día en las diversas órdenes monásticas. En la tradición Teravada, por ejemplo, en Tailandia, el dinero se maneja de manera muy estricta y los monjes no pueden tocarlo. En los países Teravada, los monjes y las monjas no pagan nada. Se supone que deben vivir de la mendicidad y aceptar cualquier alimento que se les dé. Los laicos que apoyan a la comunidad monástica, al dar su propia comida y colocarla en los cuencos de mendicidad, acumulan fuerza positiva, lo que se conoce como “mérito”. Esta situación difiere de la del Tíbet, donde hace demasiado frío y las distancias son demasiado grandes para mendigar descalzo, especialmente en invierno. En el sistema tradicional tibetano, varias personas llevaban alimentos a los monasterios, quienes luego los distribuían a los monjes. En diferentes países, estas reglas se desarrollaron de manera diferente a lo largo de la historia. 

Otra versión dice que el tema principal que se deliberó en el Segundo Concilio se refería a la situación de los conocidos como arhats, seres liberados. Estos seres no lo sabían todo, es decir, no eran omniscientes. Por ejemplo, si se perdían, tenían que pedir indicaciones en la carretera. Sin embargo, a pesar de las limitaciones de su conocimiento, los Teravada admitieron que tenían conocimientos sobre el Dharma; que sabían cómo enseñar a otros y conocían el significado de las enseñanzas. Los Teravada insistieron en que los arhats, similares a un Buda, estaban completamente libres de emociones perturbadoras, como el deseo.

Sin embargo, el otro grupo, los Mahasánguika, basándose indudablemente en su experiencia, dijeron que los arhats aún podían ser seducidos en sus sueños, podían tener sueños eróticos y emisiones nocturnas. Cuestionaron el hecho de que, si los arhats aún estaban influenciados por los sueños sexuales, podían seguir siendo arhats. Este fue un tema muy práctico ya que surgió debido a las experiencias de los practicantes. Los Mahasánguika afirmaron que un buda no estaba influenciado en absoluto por los sueños. Esta declaración resultó en un mayor énfasis en cuanto a la diferencia entre un buda y un arhat. Para los Teravada no había tanta diferencia entre un arhat y un buda. Para ellos, el Buda enseñó a audiencias más amplias, mientras que los arhats solo enseñaron a un número limitado.

Si observamos el desarrollo histórico del grupo Mahasánguika, parte de los Mahasánguika fueron desde el centro de la India hacia el noroeste, un área que ahora es el norte de Pakistán. Otro grupo se dirigió hacia el sur, al área que ahora es Andhra Pradesh, en la costa oeste de India, a mitad de camino. Fue particularmente en el área de Andhra donde surgió por primera vez el Mahayana, y más tarde el tantra también evolucionó tanto allí como en Pakistán. Históricamente, la idea de lo que es un buda se desarrolla cada vez más hacia la dirección de la omnisciencia; la idea de que un buda sabe absolutamente todo simultáneamente y puede manifestarse en innumerables formas, enseñando y siendo entendido en todos los idiomas. El concepto de un buda se amplió continuamente, hasta que llegamos a la visión Mahayana que presenta la mayoría de las cualidades de un buda. 

Tercer Concilio Budista   

Algunas fuentes no registran la tercera reunión como un concilio. Las fuentes que lo registran afirman que el Tercer Concilio tuvo lugar alrededor de ciento cincuenta años después del segundo. Según diferentes versiones, la fecha del Tercer Concilio fue alrededor del 237 a.e.c. o el 247 a.e.c.

Ochenta años antes de esto, se fundó el Imperio Maurya en el norte de la India, y así, en la época del Tercer Concilio, gobernó el famoso emperador Ashoka. Este emperador fue cruel y al principio dirigió muchas guerras, en las que murió una gran cantidad de gente. Pero después de escuchar más tarde las enseñanzas budistas, se arrepintió y se convirtió en un fuerte seguidor y partidario de las enseñanzas budistas, enviando a varios maestros para explicar las enseñanzas budistas tanto en su imperio como en las regiones adyacentes. El gobierno de Ashoka es el momento en que el budismo Teravada fue por primera vez a Sri Lanka, así como a los actuales Afganistán, Cachemira, Birmania, etc.

Según una versión, el enfoque principal del Tercer Concilio fue que, debido a que varios grupos se reunieron con numerosos puntos de vista diferentes, los Teravada estaban preocupados por mantener la pureza de las enseñanzas. Por lo tanto, el monje principal del concilio escribió una refutación analítica de todos los diferentes puntos de vista actuales que consideraba interpretaciones incorrectas de las enseñanzas budistas. Aquellos que tenían diferentes interpretaciones o puntos de vista sobre el abhidharma - cómo existen las cosas en el pasado, presente y futuro (temas metafísicos)- formaron una escuela separada, "la tradición Sarvastivada", y se separaron de los Teravada.

Según los sarvastivadins, toda la materia está formada por partículas o átomos, en el sentido no occidental, por lo que todo existe: el término sánscrito "sarvasti" significa todo existente. Afirman que la materia (partículas) en el universo básicamente permanece igual en el pasado, presente y futuro, cambiando únicamente su configuración. Por ejemplo, los átomos de un cuerpo provienen de los átomos del esperma y el óvulo de los padres. Estos átomos serán los mismos que se disuelven en la tierra al morir o se convierten en cenizas si el cuerpo es incinerado. De esta manera, existe el concepto de todo lo que existe en el pasado, presente y futuro. Este tema es relevante hoy en día en términos de la ciencia moderna. Podemos considerar si una cierta cantidad de materia y energía en el universo persiste en el tiempo, cambiando su forma, o si se está creando nueva materia y energía.   

Los Teravada no estaban de acuerdo con la opinión de los Sarvastivadins. En cambio, solo afirmaron el presente y dijeron que las únicas cosas que existen son los fenómenos presentes. Para ellos, los eventos pasados aún no han producido sus resultados, como una discusión entre una pareja que tuvo lugar en el pasado pero que aún es efectiva en el sentido de que podría conducir al divorcio.

Durante varios siglos, después del Tercer Concilio, más y más escuelas comenzaron a separarse cada vez más, en función de sus diferentes entendimientos: algunas del Teravada, mientras que otras del Mahasánguika o de las escuelas Sarvastivada. Unos cincuenta años después, la Escuela Dharmaguptaka se ramificó. Aquellos dentro de esta escuela elevaron el estatus de los budas, enfatizando la importancia de ofrecer primero a las estupas (monumentos que contienen las reliquias del Buda o de un maestro realizado), luego a los budas y, finalmente, de menor importancia, a los monásticos. Aquí, el aspecto devocional se convirtió en el foco principal.

La escuela Dharmaguptaka fue la principal escuela budista Hinayana que se encuentra en Gandhara, la región que abarca el actual norte de Pakistán y el este de Afganistán. Fue aquí donde se hizo la primera versión escrita de las enseñanzas budistas, a partir del siglo I a.e.c., y estaban en el idioma gandhari.

Uno de los temas principales en ese momento era la cuestión de "¿quién o qué era el Buda?". A medida que pasan los siglos, podemos comprender que el fundador de cualquier orden (o “religión”) sea cada vez más glorificado. Cuando observamos las otras tradiciones Hinayana (dieciocho de ellas), encontramos dentro del desarrollo histórico a lo largo de los siglos antes de la era común, que el Buda se vuelve cada vez más sobrenatural, en el sentido de que gana más poderes y se vuelve más omnisciente. Por lo tanto, la diferencia entre un arhat y un buda se vuelve mayor. Podemos notar aquí que el Buda enseñó hábilmente a varias audiencias para que las enseñanzas se adaptaran a la necesidad específica, en ese momento, de un aspecto devocional de la práctica religiosa, también evidente en la literatura no budista. La necesidad de una figura devocional corresponde con el hecho de que el Buda se convierta cada vez más en un ser glorificado, así como con el enfoque en la adoración de las estupas, reliquias y monumentos, no solo del Buda, sino también de otras grandes figuras. 

En reacción a este aspecto devocional, las escrituras o sutras Mahayana enfatizaron los grandes beneficios, la fuerza positiva o el mérito, que se obtienen al recitar y estudiar textos. Históricamente, las escrituras Mahayana comenzaron a aparecer por primera vez entre los siglos I y IV e.c. en el área de la actual Andhra Pradesh en la parte oriental del sur de la India. Esta era la región a la que se había trasladado la rama Mahasánguika del Hinayana, y que había establecido al Buda como una figura sobrehumana, ampliando la brecha entre los logros del Buda y los de un arhat. Los primeros sutras principales del Mahayana que surgieron fueron los Prajnaparamita Sutras, que el Buda enseñó en el Pico del Buitre sobre la vacuidad de todos los fenómenos: la segunda puesta en marcha de la rueda del Dharma.

El enfoque de los sutras Mahayana no está en la devoción excesiva, donde la gente simplemente enciende incienso y velas, etc. en los monumentos, sino en la necesidad de estudiar y recitar los textos. En estos sutras, los beneficios del estudio se repiten continuamente con números dados, como que es treinta y seis millones de veces más mérito estudiar y recitar un texto que hacer ofrendas a una estupa. Pero como señaló Shantideva, un gran maestro budista indio del siglo VIII e.c., aun así, no es inútil hacer ofrendas.

El aspecto devocional también está presente dentro de la Escuela Dharmaguptaka, una escuela que se desarrolló más en Asia Central. Los seguidores de esta escuela formaron un cuerpo de lo que se llama "dharanis". Un dharani es básicamente una oración corta o fórmula que se recita continuamente para que la mente permanezca enfocada y atenta a una determinada enseñanza, un tipo de devoción. El uso de dharanis evolucionó en un momento en que se estaba desarrollando el hinduismo devocional. Es difícil decir si el hinduismo influyó en el budismo o viceversa. Ambos ocurrieron al mismo tiempo, con los hindúes cantando, como en el caso de Hare Krishnas, y los budistas cantando dharanis.

El aspecto devocional del movimiento Dharmaguptaka se ve claramente en el budismo chino, donde los seguidores ingresan a los templos para encender incienso y velas, recitando constantemente dharanis. En la mayoría de las escuelas budistas de China, por lo general no se pone tanto énfasis en el estudio. Los dharanis no solo influyeron en el aspecto devocional del budismo, sino también en el desarrollo del tantra. Por lo tanto, más adelante en la historia budista, la recitación de mantras, que suelen ser mucho más breves que los dharanis, se repite constantemente en la práctica tántrica para mantener al practicante atento al significado de una enseñanza específica.

El desarrollo de la Escuela Dharmaguptaka no solo condujo a un mayor enfoque en el aspecto devocional, sino que también creó una versión diferente de los votos monásticos tanto para monjes como para monjas. Esta tradición pasó por Asia Central y luego a China. Entre los siglos IV y V e.c., otra rama se separó de Sarvastivada, conocida como Mulasarvastivada, cuya versión de las reglas monásticas de disciplina es seguida por los tibetanos. Por tanto, en la actualidad existen tres linajes principales de ordenación monástica: primero, los Teravada en el sudeste asiático; segundo, el Mulasarvastivada, que fue al Tíbet y luego a Mongolia y las regiones circundantes; y tercero, el Dharmaguptaka, que fue a China, luego a Corea, Japón y Vietnam.

Cuarto Concilio Budista 

Hubo dos consejos separados que se llamaron “el Cuarto Concilio Budista”. El anterior se llevó a cabo dentro de la tradición Teravada a fines del siglo I a.e.c. en Sri Lanka. En ese momento hubo una hambruna severa y muchos monjes habían muerto de hambre. Por lo tanto, para preservar las enseñanzas que habían sido transmitidas oralmente hasta ese momento, las enseñanzas fueron escritas. Esto fue en el idioma pali, el dialecto en el que se habían transmitido las enseñanzas Teravada.

En cuanto al otro Cuarto Concilio Budista, a fines del siglo I e.c. en Cachemira y el norte de la India, dentro de la Escuela Sarvastivada, Kumaralata rechazó la autoridad de los textos del abhidharma, a favor de confiar exclusivamente en los sutras Sarvastivada. La tradición que derivó de él se llamó "Sautrántika". También en este momento, en el siglo I e.c., los Kushan, provenientes de Asia Central, conquistaron Gandhara, Cachemira y el norte de la India y establecieron la dinastía Kushan. Durante el reinado del emperador Kushan Kanishka, este otro consejo llamado “Cuarto Consejo” fue convocado en Cachemira bajo Vimalamitra. Allí, los miembros del consejo rechazaron las afirmaciones Sautrántika y codificaron las enseñanzas del abhidharma Sarvastivada en el Mahavibhasa Sutra. Esto se convirtió en la base de la división Vaibáshika del Sarvastivada. Tanto las enseñanzas Vaibáshika como Sautrántika se impartieron en las universidades monásticas de la India y continúan hoy en día en los monasterios tibetanos.  

Resumen 

Los tibetanos/indios ven la historia como no lineal, basada en los niveles de las enseñanzas budistas, mientras que los occidentales ven la historia como lineal, organizando el material histórico lógicamente en función de fechas y hechos. Desde la perspectiva occidental de la historia, las enseñanzas budistas no se escribieron durante muchos siglos después de que el Buda las enseñara, sino que se transmitieron oralmente, se recitaron continuamente y se memorizaron, una costumbre que existe en la actualidad. Los Consejos se establecieron para que los seguidores de todas las escuelas budistas recitaran las enseñanzas juntos e identificaran posibles corrupciones. Al Primer Concilio asistieron quinientos arhats, de los cuales tres de ellos recitaron cada uno una de las principales divisiones de las enseñanzas del Buda. Mahakashyapa se hizo cargo de este consejo, a pesar de la intención del Buda de que la comunidad monástica siguiera siendo igualitaria. La autoridad de Mahakashyapa condujo a la codificación de las enseñanzas y a los linajes de los patriarcas. 

El Segundo Concilio se formó para deliberar sobre si los monásticos debían manejar oro o no, y la situación de los arhats en relación con el deseo. Debido a una diferencia de opinión entre los monjes, siguió una división en la comunidad monástica entre las tradiciones Teravada y Mahasánguika.

En el momento del gobierno del emperador Ashoka, se estableció el Tercer Concilio para determinar la pureza de las enseñanzas y armonizar las diversas interpretaciones a la luz de la ruptura y el desarrollo de varias escuelas. Como resultado de más diferencias en la interpretación de las enseñanzas, el Sarvastivada se separó del Teravada.

El Cuarto Concilio, en Sri Lanka, fue convocado para escribir las enseñanzas budistas. El Cuarto Concilio en Cachemira fue convocado para compilar las enseñanzas que formaron la base del sistema de principios Vaibáshika dentro del Sarvastivada, mientras rechazaba las interpretaciones Sautrántika.

De esta manera, debido a la falta de una figura central de autoridad, surgieron naturalmente diferentes interpretaciones y opiniones en diferentes áreas geográficas y así se desarrolló el budismo.    

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