Imaginería tántrica

Investigación de los malentendidos

Uno de los aspectos más perplejos y de más fácil mal interpretación del tantra son las sugestivas imágenes de sexo, adoración de demonios y violencia. Las figuras búdicas a menudo aparecen como parejas en unión, muchas tienen caras demoníacas, están envueltas en llamas, y pisoteando a seres indefensos bajo sus pies. Ver estas imágenes horrorizó a los primeros académicos occidentales, que a menudo tenían antecedentes victorianos o misioneros.

Aun hoy en día, algunas personas creen que las imágenes de las parejas simbolizan la explotación de las mujeres. Otras, imaginan que las parejas en unión representan la trascendencia de toda dualidad, a tal punto de no existir diferencia alguna entre “bueno” y “malo”. Piensan que en consecuencia, el tantra es inmoral y no sólo autoriza, sino que alienta el uso del alcohol y las drogas; y el comportamiento hedonista, criminal y déspota. Algunas personas han llegado a acusar a maestros tántricos respetables, de confabular un complot para tomar el control del mundo.

Los occidentales no fueron los primeros en declarar al tantra como un forma degenerada del budismo. Cuando el tantra originalmente llegó a Tibet a mediados del siglo octavo, muchos tomaron las imágenes literalmente como concediendo licencia para el libre sexo ritual y sacrificios de sangre. Subsecuentemente, a principios del siglo noveno, un concilio religioso prohibió que se siguieran traduciendo los textos del tantra y prohibió la inclusión de terminología tántrica en su Gran diccionario (sánscrito-tibetano). Uno de los principales incentivos para la invitación de los tibetanos a maestros indios en la segunda difusión del budismo en Tibet, fue la aclaración de los malentendidos acerca del sexo y la violencia en el tantra.

No todos los occidentales que tuvieron contacto temprano con el tantra encontraron las imágenes depravadas. Algunos lo malentendieron de otras maneras. Por ejemplo, algunos sintieron que las imágenes sexuales simbolizaban el proceso psicológico de integrar los principios masculino y femenino en cada persona. Otros, como muchos de los primeros tibetanos, encontraron las imágenes eróticas. Incluso ahora, algunas personas voltean al tantra esperando encontrar nuevas y exóticas técnicas sexuales o una justificación espiritual para su obsesión con el sexo. Otros, encontraron las figuras aterradoras atractivas, por su supuesta promesa de proporcionarles poderes extraordinarios. Tales personas siguieron los pasos del conquistador mongol del siglo trece, Kublai Khan, quien adoptó el tantra con el deseo primordial de que le ayudara a obtener victorias sobre sus enemigos.

Por tanto, el malentendido acerca del tantra ha sido un problema perenne. La razón para la insistencia del tantra en mantener en secreto sus enseñanzas e imágenes, es para evitar tales malentendidos, no para esconder algo perverso. Sólo aquellos con suficiente preparación en el estudio y la meditación tienen los antecedentes necesarios para entender el tantra dentro de su propio contexto.

Parejas en unión

El hacer consciente los principios masculino y femenino e integrarlos, son partes importantes y útiles en el camino a la madurez psicológica, como ha sido enseñado por varias escuelas terapéuticas basadas en los trabajos de Jung. Sin embargo, sería una interpolación inscribir el tantra budista como una fuente antigua de esa perspectiva. El malentendido viene de ver a las figuras búdicas como parejas en unión y traducir incorrectamente las palabras tibetanas para la pareja, yab-yum, como masculino y femenino. Estas palabras realmente significan padre y madre. Así como se requieren un padre y una madre en unión para producir un hijo, de la misma manera se requieren el método y la sabiduría para dar nacimiento a la iluminación.

El método, el padre, representa a la bodichita y otras varias causas enseñadas en el tantra para obtener los cuerpos físicos iluminados de un Buda, o la conciencia omnisciente de un Buda de la verdad convencional. La sabiduría, la madre, representa la realización del vacío con varios niveles de la mente, como causas para obtener la mente iluminada de un Buda o la conciencia omnisciente de un Buda de la verdad más profunda. Obtener la unión de los cuerpos físicos y la mente de un Buda, o la conciencia omnisciente de ambas verdades de todas las cosas, tanto la convencional como la más profunda, requiere practicar la unión del método y la sabiduría. Ya que las culturas tradicionales india y tibetana no comparten un sentido bíblico de pudor ante el sexo, no tienen tabúes que les impidan utilizar imágenes sexuales para simbolizar dicha unión.

Un nivel de significado del padre como método es la conciencia gozosa. La unión del padre y la madre significa la conciencia gozosa conjuntada con la realización del vacío; en otras palabras, la realización del entendimiento de la vacuidad con una conciencia gozosa. Aquí, conciencia gozosa no se refiere al gozo que se obtiene de un orgasmo como en el sexo ordinario, sino a un estado mental de gozo alcanzado a través de los métodos de yoga para llevar los vientos de energía (lung, rlung; sct. prana) al canal central de energía. Una sucesión prolongada de momentos de tales estados mentales es conducente para alcanzar el nivel más sutil del continuum mental, el propio continuum mental de luz clara, el nivel más eficiente de experiencia para realizar la vacuidad. El abrazo del padre y la madre, entonces, también simboliza el aspecto gozoso de la unión del método y la sabiduría, pero de ninguna manera significa el uso del sexo ordinario como un método del tantra.

En las etapas finales del camino de la clase más alta de tantra, los métodos avanzados de yoga para llevar los vientos de energía al canal central involucran a un hombre y a una mujer sentados en una postura de unión. Sin embargo, dista mucho de ser una situación de explotación, se requiere que ambos miembros de la pareja hayan alcanzado los mismos niveles de avance en su desarrollo espiritual. Esto incluye el que ambos tengan un nivel de control sobre su energía sutil y su mente tales, para que aunque las puntas de la base de su canal central se toquen, ambos eviten una descarga orgásmica.

Sentarse en tal postura yógica mientras se está involucrado en complejas visualizaciones y en la meditación en la vacuidad, sólo se hace para elevar la práctica en los niveles más avanzados. No se hace como práctica principal ni se involucra en ella regularmente y definitivamente no se practica en las etapas tempranas del camino.

Más aun, para evitar cualquier posibilidad de misoginia, machismo o chovinismo, uno de los votos tántricos es el abstenerse de hablar mal de las mujeres o maltratarlas.

La no dualidad

Toda iniciación tántrica requiere la toma de votos para abstenerse de actuar destructivamente. En todas las clases de tantra, los practicantes toman los votos del bodisatva para abstenerse del comportamiento que pueda dañar a otros o su habilidad para ayudar a los demás. La base requerida es el haber tomado refugio (haber dado una dirección segura a su vida) y sostener algunos de los votos laicos o monásticos, tales como el de no matar, no robar, no mentir, no involucrarse en comportamiento sexual inadecuado y no tomar intoxicantes. Para la iniciación de las dos clases más altas del tantra también se requiere tomar los votos tántricos, para abstenerse de comportamientos que dañen el progreso espiritual, tales como el olvidar mantener la presencia mental en la vacuidad todos los días.

La vacuidad no significa que todo, incluyendo a la ética, no exista realmente. La vacuidad nunca niega las distinciones convencionales entre el comportamiento destructivo y constructivo, o el funcionamiento de la causa y el efecto en el comportamiento. La no dualidad, tal como la representa la pareja en unión, significa que categorías como “destructivo” y “constructivo” no existen independientemente una de otra. Se designan en relación una a la otra y en relación a sus causas y sus efectos. Por lo que ir más allá del dualismo no significa obtener autoridad para permitirnos un comportamiento abusivo ni deshacernos de la responsabilidad que las acciones propias conllevan. Lo que significa es la obtención de una conciencia de la totalidad de la realidad, con una visión de la interrelación y la interdependencia de todo.

Es más, cuando los practicantes tántricos aceptan una pequeña probada de alcohol o carne especialmente consagrados durante ciertos rituales, esto simboliza la purificaión y el uso de energías sutiles en su cuerpo para alcanzar la iluminación. Tal como el tomar el pan y el vino especialmente consagrados durante una comunión cristiana, dicho acto simbólico en absoluto autoriza el uso del alcohol o el abuso de las drogas.

Figuras pacíficas y figuras enérgicas

Las figuras búdicas pueden ser pacíficas o enérgicas, como se puede notar en el nivel más simple a partir de sus caras sonrientes o mostrando los colmillos. Más elaboradamente, las figuras enérgicas tienen caras terribles, sostienen un arsenal de armas, y aparecen rodeadas de llamas. Sus descripciones especifican sangrienta y detalladamente las distintas maneras con las que aplastan a sus enemigos. Parte de la confusión que surge acerca del rol e intención de estas figuras enérgicas, viene de la traducción común de la palabra con que se les designa: trowo (khro-bo, sct. krodha), como deidades iracundas o airadas.

Para muchos occidentales con una crianza bíblica, el término deidad airada implica la connotación de un ser todopoderoso con un enojo de justicia vengativa. Tal ser emite un castigo divino como una retribución a los malvados que han desobedecido sus leyes o de alguna manera le han ofendido. Para algunas personas, una deidad airada puede incluso tener la connotación del diablo, o de un demonio trabajando desde el lado oscuro. El concepto budista no tiene nada que ver con estas nociones. Aunque el término budista se deriva de una de las palabras para definir el enojo, el enojo aquí tiene más la connotación de repulsión, un estado mental burdo dirigido directamente a un objeto con el fin de deshacerse de él. Por tanto, una traducción más apropiada para “trowo” podría ser: figura enérgica o poderosa.

Las figuras enérgicas simbolizan los medios fuertes y poderosos que a veces se requieren para atravesar los bloqueos mentales y emocionales que no permiten que uno sea claro de mente o compasivo. Los enemigos que la figura aplasta, incluyen a la pereza, al sopor y al egocentrismo. Las armas que usan, representan las cualidades positivas desarrolladas a lo largo del camino espiritual, tales como la concentración, el entusiasmo y el amor. Las llamas que las rodean son diferentes tipos de conciencias profundas (ye-shes; sct. jnana, sabiduría) que queman los obscurecimientos. Imaginarse a uno mismo como una figura enérgica nos ayuda a utilizar la energía mental y a decidirnos a vencer a los “enemigos internos”.

Desde la perspectiva budista, la energía más sutil del continuum de luz clara puede ser pacífica, o poderosa. Cuando está asociada con la confusión, las energías pacíficas y poderosas y los estados emocionales a los que subyacen, se convierten en destructivos. Por ejemplo, la energía pacífica se convierte en letargo y la energía poderosa se convierte en enojo y violencia. Cuando no tienen confusión, las energías se pueden combinar fácilmente con concentración y conciencia discriminatoria (shes-rab; sct . prajna, sabiduría), para que se puedan usar de una manera positiva y constructiva. Con la energía pacífica, uno se puede calmar a sí mismo y a otros, para poder lidiar con las dificultades de una manera equilibrada. Con la energía poderosa, uno puede despertar en uno mismo y en otros la posibilidad de tener más fuerza, coraje e intensidad mentales para superar situaciones peligrosas.

Comentarios finales

La publicidad y el entretenimiento occidental contemporáneo derivan su éxito parcialmente de la fascinación de la mayoría de la gente por el sexo y la violencia. El tantra les es atractivo a muchas personas por esta misma fascinación; sin embargo, su atracción puede llevarlos a metas más altas.

En general, observar, escuchar o involucrarse en sexo y violencia, excita las energías de la gente, las hormonas fluyen y la mente se vuelve intensa. La violencia no necesita ser sangrienta, sino usarse en deportes extremos o de contacto. Algunas personas, desde luego, experimentan aversión o están tan hartas de tales cosas que ya no sienten nada. Consideremos sin embargo a aquellos que se fascinan o que se obsesionan. Si la confusión acompaña sus energías, despertadas por sus pasiones, tales personas pueden causar problemas a sí mismos y a otros, por ejemplo si son alborotadores. Si, por otro lado, la gente acompaña sus energías con atención, concentración y destellos de entendimiento (insights), pueden transformar y usar las energías para fines positivos. El tantra proporciona los métodos hábiles para que la transformación se lleve a cabo, específicamente para el beneficio de los demás. Sin embargo, para obtener los beneficios completos de la práctica del tantra, se requiere un entendimiento profundo de los procesos involucrados.

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