Hemos repasado las meditaciones sobre el preciado renacimiento humano. Hemos abordado las ocho situaciones en las que no hay tiempo libre y que impiden la práctica del Dharma, para reconocer que tenemos un breve respiro y que fácilmente podríamos volver a caer en esas terribles situaciones. También hemos abordado las diez situaciones enriquecedoras que permiten la práctica del Dharma y hemos reconocido que las tenemos.
La última vez repasamos los puntos relativos a la importancia de la preciada vida humana desde tres puntos de vista:
- Podemos alcanzar la meta temporal o provisional, es decir, tener un renacimiento superior, específicamente un preciado renacimiento humano. Es sobre la base del preciado renacimiento humano que podemos seguir la ética pura, que es la causa principal de un preciado renacimiento humano.
- Podemos alcanzar los objetivos últimos: la liberación y la iluminación.
- Cada momento nos acercamos más a la consecución de estos objetivos. Podemos hacer postraciones, meditaciones, recitaciones de mantras y otros tipos de prácticas del Dharma.
El último punto que se aborda en este tema es la dificultad de obtener tal vida. Se la considera desde el punto de vista de sus causas, desde el punto de vista de las analogías y desde el punto de vista de la naturaleza de la dificultad, que se refiere al número de seres.
Dificultad en cuanto a sus causas
Mantener la ética pura
Las causas de un preciado renacimiento humano son, en primer lugar, la ética. Esta es la causa más importante: mantener una conducta ética pura, ejercer el autocontrol ético. La autodisciplina ética es lo que nos diferencia más claramente de los animales. Aunque un animal puede ser entrenado para modificar su conducta y actuar con moderación, nosotros, como humanos, somos más capaces de contenernos porque somos capaces de discriminar entre lo que es beneficioso y lo que es dañino. No estamos impulsados solo por las fuerzas de la biología.
Hacer plegarias dedicatorias
La segunda causa es la plegaria: hacer plegarias para tener preciados renacimientos humanos. No estamos rezando a Dios ni al Buda ni nada parecido; en cambio, estamos dedicando la fuerza positiva que construimos al mantener una ética pura, ayudar a los demás, etc., al logro de ese objetivo. La mejor manera de hacerlo es dedicar esa fuerza positiva a la iluminación de todos los seres sensibles (sems-can, ser limitado). Por supuesto, uno puede hacer que su plegaria sea más elaborada que eso: “Que pueda seguir teniendo preciados renacimientos humanos hasta la liberación” –después de la liberación, tenemos los cuerpos de un arhat, por lo que es un poco diferente– y “Que pueda seguir siendo el discípulo más destacado de los grandes gurús y tener todas las oportunidades para poder estudiar y continuar en el camino budista. Y que todos tengan eso”. Ese último pensamiento también es importante para incluirlo en nuestras plegarias dedicatorias, aunque querer beneficiar a todos los seres está implícito en el deseo de alcanzar la iluminación.
Siempre se dice que nuestras plegarias deben ser muy específicas. Se cuenta la historia de un monje que fue con su maestro al templo principal del monasterio de Ganden, en las afueras de Lhasa. Vieron que una vaca había entrado en el templo y se había sentado en el trono del poseedor del trono de Ganden, el líder de la tradición Gelugpa. El discípulo quedó bastante desconcertado al ver a esta vaca sentada allí, así que le preguntó a su maestro: “¿Qué es esto?”. El maestro dijo: “Bueno, está muy claro. En una vida anterior, esta vaca era un monje que hizo la plegaria: “En mi próxima vida, que pueda sentarme en el trono de Ganden”, pero no fue lo suficientemente específico en ella”. Es una historia bastante desagradable, pero ilustra el punto. No es suficiente simplemente desear: “Que pueda encontrarme con los gurús y estar cerca de ellos”. Uno podría ser un mosquito que se encuentra con los gurús o una mosca que zumba alrededor de su cabeza. Eso no es lo que queremos. Por lo tanto, debemos ser específicos.
Practicar las seis actitudes de largo alcance (paramitas)
La ética y las plegarias dedicatorias deben complementarse con las seis actitudes de largo alcance o perfecciones (las seis paramitas), para obtener un preciado renacimiento humano con las circunstancias más propicias.
Generosidad – si practicamos la generosidad, tendremos riqueza en una vida futura. Esto es importante para poder ayudar a los demás. Hoy en día, incluso para poder asistir a las enseñanzas, necesitamos algo de dinero. Si no practicamos la generosidad, es probable que nazcamos en circunstancias muy pobres.
Autodisciplina ética – si no practicamos la autodisciplina ética, no seremos respetados, la gente no nos admirará, etc. Si practicamos la autodisciplina ética, no solo seremos disciplinados, sino que también seremos objeto de respeto para los demás.
Paciencia – si no practicamos la paciencia, se dice que renaceremos feos, con una forma fea. Esto se debe a que lo opuesto a la paciencia es la ira, y cuando uno está enojado, el rostro se distorsiona mucho. Cuando uno es paciente, por otro lado, el rostro es muy tranquilo y atractivo. Ser atractivo es una cualidad útil porque los demás se sentirán fácilmente atraídos por nosotros, aunque no necesariamente. No estamos hablando aquí de atracción sexual. Se refiere a que, si somos maestros, por ejemplo, los demás se sentirán cómodos al acercarse a nosotros, querrán ayudarnos, etc. Si tenemos un aspecto repulsivo, la gente podría sentirse un poco desanimada y no estar dispuesta a escuchar lo que tenemos que decir.
Perseverancia – sin ella seremos muy perezosos y no podremos lograr mucho, mientras que con ella tendremos mucha energía.
Concentración – sin ella tendremos mucha divagación mental; con ella, nuestra mente estará muy enfocada.
Darse cuenta que discrimina – sin ella, seremos bastante torpes, lentos o estúpidos; con ella, seremos bastante inteligentes y capaces de aprender rápidamente.
Así pues, las principales causas para tener un preciado renacimiento humano óptimo son la ética y las plegarias complementadas con estas seis actitudes de largo alcance. ¿De acuerdo?
Creo que un tipo básico de meditación que se puede hacer con esto es simplemente una introspección. Examinamos si realmente estamos poniendo en práctica estas cosas y creando estas causas. Si no es así, tratamos de ver cómo podemos ponerlas en práctica. Creo que es especialmente importante examinar nuestro comportamiento ético. ¿Realmente nos comportamos mejor que un animal? ¿Ladramos y gruñimos ante cualquier cosa que nos moleste? O, cuando nos sentimos sexualmente atraídos por otras personas, ¿simplemente nos lanzamos sobre ellas, como lo haría un perro callejero? En otras palabras, ¿seguimos simplemente nuestros instintos animales o somos capaces de ejercer cierto autocontrol y practicar la autodisciplina ética? Estos son los tipos de pensamientos que podemos utilizar para examinarnos a nosotros mismos. ¿Somos como una mosca que no puede quedarse quieta ni un momento y está constantemente zumbando por todas partes, o tenemos algún tipo de estabilidad? Ese es otro factor que estaría involucrado aquí.
Así que examinémonos a nosotros mismos en términos de estas causas –la autodisciplina ética, la plegaria y las seis actitudes de largo alcance– y tratemos de darnos cuenta de que tener preciados renacimientos humanos en vidas futuras no va a suceder sin una causa. Las cosas ocurren debido a una relación de causa y efecto, por lo que es necesario desarrollar estas causas.
Si descubrimos que no hemos creado estas causas o que no hemos creado muchas, entonces nos comprometemos a esforzarnos en crearlas. Si ya hemos trabajado en esa dirección, nos alegramos de ello y nos comprometemos a hacer aún más. Si queremos añadir un toque Mahayana a esto, también podemos añadir el deseo de que todo el mundo sea capaz de crear estas causas.
[meditación]
¿Alguna pregunta sobre esto?
Participante: ¿Cuál es la diferencia entre la ética y las actitudes de largo alcance?
Dr. Berzin: Ninguna. Solo se enfatiza que la ética es la causa principal.
Dificultad en términos de analogías
El siguiente punto sobre la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano se ve desde el punto de vista de las analogías. Una famosa analogía es la de Shantideva en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva: En el fondo del océano, vive una tortuga marina ciega que sube a la superficie una vez cada cien años, y en la superficie, flota una argolla dorada que es soplada de un lado a otro por los diversos vientos. ¡Qué raro sería que la tortuga subiera a la superficie justo donde está la argolla dorada y metiera su cabeza a través de ella!
Somos como la tortuga marina, que pasa la mayor parte de nuestro tiempo en las partes más bajas del océano de la existencia samsárica y está ciega por el no darse cuenta. La argolla dorada es el preciado renacimiento humano. Los vientos que soplan de aquí para allá son los vientos del karma. Salimos a la superficie muy raramente y tenemos esa oportunidad –en otras palabras, tenemos la maduración de algún karma positivo– de tener un preciado renacimiento humano.
También existe la analogía de las semillas de mostaza vertidas sobre una aguja: lo difícil que sería para una de ellas clavarse en la punta de la aguja. Eso se encuentra en una escritura. Otra analogía común es la de hacer rodar una piedra cuesta arriba, es decir, trabajar para alcanzar renacimientos superiores, la liberación o lo que sea: lo fácil que sería para esa piedra volver a caer cuesta abajo si no seguimos empujando.
Creo que podemos unir este punto con el tercer punto, que tiene que ver con la rareza de un preciado renacimiento humano visto desde el punto de vista de su naturaleza, que se refiere al número de seres.
Dificultad en función del número de seres
Se dice que el número de seres en el samsara es como el número de granos de arena en la orilla del río Ganges. Aquellos que tienen preciados renacimientos humanos son como el número de granos en una pequeña pizca de arena entre tus dos dedos, y aquellos con otros tipos de renacimientos son como el resto de los granos de arena. Podemos ver que esto es cierto especialmente cuando consideramos que hay muchos más animales que humanos, muchos más insectos que animales, y así sucesivamente. Cuanto más bajo es el reino, mayor es el número de seres sintientes.
Incluso entre aquellos que han tenido renacimientos humanos, muy pocos han tenido renacimientos humanos valiosos. Hay muchos humanos, pero no hay muchos que estén sinceramente interesados en la práctica espiritual, en el budismo, que tengan una mente abierta, etc., y que aprovechen las oportunidades que se les brindan. Incluso con Internet y la difusión de cada vez más información en todo el mundo, incluso con maestros que viajan por todas partes, etc., el número de quienes aprovechan estas oportunidades es bastante pequeño en comparación con la población total del planeta.
Así que pensamos en términos de estas analogías y números para tratar de apreciar lo raro que es tener la oportunidad que tenemos ahora.
Creo que, con todos estos puntos, lo que hacemos es utilizar una línea de razonamiento: “El preciado renacimiento humano es difícil de obtener por esta y esta y aquella razón. Realmente es raro. Aprecio lo difícil que es encontrarlo; por lo tanto, quiero aprovecharlo”. Luego dejamos que eso se asiente en nosotros: la razón por la que es tan difícil encontrarlo, la rareza de tener esta oportunidad y el fuerte sentimiento de agradecimiento. Nos damos cuenta de lo mucho peor que podría ser nuestra situación, y lo será si no hacemos algo al respecto. Entonces tenemos un fuerte deseo y determinación de aprovechar este preciado renacimiento humano.
¿Alguna pregunta?
Participante: Comprendí que es como una pirámide: la mayoría de los seres están en los reinos inferiores, los reinos del infierno; menos están en los reinos fantasmales; menos aún en los reinos animales, y así sucesivamente.
Dr. Berzin: Correcto. Eso es lo que dicen las enseñanzas. El número de seres se hace más pequeño a medida que se asciende por los reinos. Hay comparativamente pocos seres en los reinos de los dioses – no es que queramos estar en ellos. Para renacer en esos reinos, tienes que haber alcanzado un estado increíblemente avanzado de concentración meditativa y estar apegado a estar en ese estado. Esa es la principal causa del renacimiento como uno de estos dioses de los reinos con forma y sin forma, por ejemplo. Muy pocos lo lograrían.
Participante: ¿Queremos también renunciar a los reinos de los dioses? ¿Acaso lo que anhelamos es solo una preciada vida humana?
Dr. Berzin: Aunque alcanzar un estado superior –es decir, uno de los tres mejores estados de renacimiento– es el objetivo provisional, en realidad no queremos renacer en el reino de los dioses. Lo que queremos es específicamente un preciado renacimiento humano. Recuerden, el renacimiento como un ser divino está incluido entre las situaciones en las que no hay descanso. Por lo tanto, no estamos buscando eso. No obstante, está incluido como uno de los mejores estados de renacimiento. Como expliqué en una de las clases anteriores, creo que es posible alcanzar el estado de un arya en uno de estos reinos de los dioses, pero eso es bastante raro.
[meditación]
¿Alguna pregunta?
Participante: Me sorprende un poco la progresión de estas diversas meditaciones. En cierto sentido, empiezas desde el final y vas avanzando hasta llegar a comprender lo importante que es el preciado renacimiento humano. ¿Por qué no es al revés, es decir, que empiezas por apreciar la oportunidad que tienes, luego pasas a considerar cómo podrías no tener esa oportunidad y luego analizas cuáles son las causas de eso?
Dr. Berzin: Ese es el orden. Empezamos por reconocer las ocho situaciones en las que no tenemos descanso, esas situaciones terribles en las que no podríamos practicar el Dharma y de las que tenemos un respiro temporal. A continuación, pasamos a los diez factores enriquecedores, observando todas las oportunidades que tenemos. Después pensamos en lo valiosas que son esas oportunidades, en lo difícil que es conseguirlas y en lo importantes que son en términos de lo que podemos hacer con ellas. Después pensamos en cuáles son las causas para obtener un preciado renacimiento humano, es decir, valorar lo poco común que es.
Los tres puntos para desarrollar la determinación de aprovechar el preciado renacimiento humano
Luego tenemos un paso final, que consta de tres puntos.
- Pensar en la necesidad del desarrollo espiritual
- Analizar si tenemos la capacidad de desarrollarnos espiritualmente. Así pues, reconocemos que tenemos las circunstancias externas enriquecedoras, como un maestro espiritual. También tenemos las circunstancias personales enriquecedoras: tenemos preciados renacimientos humanos y somos bastante saludables, inteligentes, etc.
- Entender que no tenemos excusa: que necesitamos practicar el Dharma ahora y no posponerlo.
El ejemplo que Gueshe Ngawang Dhargyey siempre utilizaba para el tipo de excusas que damos es que, incluso si un concierto está extremadamente lleno, nos abrimos paso a empujones. Estamos dispuestos a sacrificar mucho para ir a un concierto de rock, pero no estamos tan dispuestos a ir a un evento espiritual si va a estar lleno de gente o es difícil llegar. O preferimos ir a una fiesta de cumpleaños en lugar de ir a una enseñanza del Dharma. Así que nuestros valores se invierten. No sabemos qué vendrá primero, si practicar mañana o morir hoy.
Hagamos este último paso. Luego podremos juntar todo.
En primer lugar, pensamos en la necesidad de desarrollarnos espiritualmente. ¿Cuál es esa necesidad?
Participante: Es para evitar el sufrimiento.
Dr. Berzin: Exacto. Y se trata de evitar el sufrimiento no solo en esta vida, sino también en las futuras. No queremos caer en estados sin descanso, los peores estados; de ahí la necesidad del desarrollo espiritual.
En segundo lugar, ¿tenemos la capacidad? ¿Tenemos un maestro espiritual? Bueno, el lam-rim suele comenzar con la apreciación del maestro, porque se supone que uno tiene un maestro. ¿Tenemos las circunstancias personales enriquecedoras de un preciado renacimiento humano? Hemos identificado que las tenemos.
En tercer lugar, considerando que es necesario practicar y que tenemos las circunstancias y la capacidad para hacerlo, no tenemos excusas para no practicar. Somos conscientes de la dificultad y la rareza de tener estas oportunidades y no queremos perder el tiempo en comportamientos animales u otros tipos de comportamiento que nos lleven a un renacimiento en el que no tendríamos oportunidades. Vamos a intentar aprovechar al máximo este preciado renacimiento humano siguiendo una práctica espiritual, que serán las prácticas del lam-rim que nos pueden llevar a la liberación y la iluminación.
[meditación]
¿Alguna pregunta o comentario al respecto?
Participante: Me gustó el enfoque de Su Santidad, que consistía en mostrar los beneficios de la práctica del Dharma desde otro punto de vista. Dijo que su sistema inmunológico estaba mejor, que estaba más sano, que tenía la mente más tranquila, que no tenía miedo a las operaciones y cosas así.
Dr. Berzin: Sí, hace unos días en Frankfurt, Su Santidad el Dalai Lama habló sobre los beneficios de la práctica del Dharma, por ejemplo, tener una mente más tranquila y un sistema inmunológico más fuerte. Así, después de la operación de vesícula biliar, pudo recuperarse a un ritmo fenomenalmente rápido, a pesar de tener setenta y tres años. Además, pudo afrontar la operación con una mente muy tranquila, etc.
Creo que hay que diferenciar los beneficios de practicar el Dharma de los beneficios de tener simplemente un preciado renacimiento humano. Los beneficios de tener un preciado renacimiento humano son que podemos usarlo para acumular la fuerza positiva para obtener más paz mental, más calma, etc. Lo que estás diciendo es un paso más allá: las ventajas de practicar el Dharma en comparación con tener simplemente este tipo de renacimiento.
El ejemplo de Su Santidad es acerca de lo que podemos lograr con un preciado renacimiento humano. Es algo realmente fenomenal. El ejemplo que siempre se utiliza es el del propio Buda Shakyamuni: comenzó en la misma situación en la que nos encontramos nosotros y miren lo que logró. Nosotros podemos lograr lo mismo si ponemos la misma cantidad de esfuerzo. Es el mismo tipo de ejemplo, pero llevado aún más lejos.
Repaso de la meditación sobre el preciado renacimiento humano
Para poner todo esto junto, pasamos por todos los pasos. Nos damos cuenta de que estamos libres de las ocho situaciones sin descanso para practicar y que tenemos un respiro, solo un descanso temporal de estas situaciones.
Recuerden, cuando hacemos este tipo de meditación, imaginamos estas ocho situaciones como cargas pesadas sobre nuestra espalda que nos impedirían practicar. Luego sentimos la ligereza y la libertad de quitarnos estas cargas de encima.
- Temporalmente no soy un ser atrapado en un reino sin alegría, una criatura del infierno.
- Por el momento no soy un fantasma aferrado desesperadamente, un espíritu hambriento.
- Temporalmente no soy una criatura rastrera, un animal.
- Temporalmente no soy un dios longevo, un ser divino.
- No nací como bárbaro en una región fronteriza salvaje.
- No nací como humano en una tierra donde el Dharma no está disponible.
- No nací con discapacidades graves de aprendizaje.
- No tengo instintivamente una visión distorsionada o negativa de la vida que me haga cerrarme a las enseñanzas.
Estamos temporalmente libres de todo eso. En cambio, tenemos todas las oportunidades de
- Haber nacido como humano,
- En una región budista central, donde hay monjes budistas y laicos que mantienen sus votos,
- Con facultades mentales y físicas completas,
- No seguir experimentando las repercusiones de haber cometido las acciones destructivas más extremas,
- Tener creencia instintiva en lo que es espiritualmente beneficioso y verdadero.
Hemos nacido en una sociedad, en un tiempo y en un lugar donde y cuando
- Un Buda realmente ha venido
- Ha enseñado el Dharma,
- El Dharma todavía se mantiene después de tantos siglos,
- Con una comunidad monástica que sigue el ejemplo del Buda,
- Con otros apoyando compasivamente a las comunidades monásticas y laicas.
¡Qué oportunidad tan increíble!
Con este preciado renacimiento humano que es tan importante,
- Puedo mantener una disciplina ética básica, lo que me permitirá tener preciados renacimientos humanos y continuar trabajando hacia los objetivos finales.
- Puedo alcanzar los objetivos finales de la liberación y la iluminación.
- Cada momento puedo acercarme a esos objetivos al realizar prácticas espirituales: estudio, meditación, postración, etc.
Un renacimiento así es muy difícil de obtener,
- Dada la dificultad de crear las causas –la autodisciplina ética, las plegarias y las actitudes de largo alcance–
- Dado que, al igual que la posibilidad de que la tortuga marina introduzca la cabeza por la argolla dorada, la oportunidad de obtenerlo es muy rara,
- Dado que realmente muy pocos lo han conseguido.
Finalmente nos damos cuenta de que:
- La práctica espiritual es muy importante. Sin ella, no podré evitar el sufrimiento, en especial los peores renacimientos, y no podré ayudar a los demás.
- He conocido las enseñanzas y maestros calificados, y tengo todas las situaciones personales enriquecedoras de un preciado renacimiento humano que me permiten practicar.
- No tengo excusas. Definitivamente tomaré estas medidas preventivas del Dharma y me entrenaré sin demora. No lo voy a posponer, porque ¿quién puede decir qué vendrá primero: practicar mañana o morir hoy?
Traten de sintetizar todo eso en un solo sentimiento, en una sola comprensión: libre de esos estados peores y lleno de oportunidades positivas; la importancia y la rareza del preciado renacimiento humano; lo que podemos hacer con él; el deseo de aprovecharlo. Todo eso está en un momento de cognición, en un momento de la mente. Lo mismo ocurre con la bodichita o la iluminación: está libre de ciertos factores y dotada de otros; la apreciación de su valor; la intención de utilizarla. Todo eso está junto en una sola mente.
[meditación]
El objeto focal de la meditación son nuestros cinco agregados
¿Pudieron unirlo todo? En el proceso de unirlo todo, cada estado mental necesita tener un objeto focal. ¿Cuál es el objeto focal?
Participante: La emoción de tenerlo todo junto.
Dr. Berzin: Ese no es el objeto focal. La emoción acompaña al estado mental.
Participante: El objeto focal es la ausencia de estos factores.
Dr. Berzin: Ese es un aspecto del asunto. Pero ¿existe un contexto más amplio, algo más abarcador que sea el objeto focal?
Participante: El preciado renacimiento humano.
Dr. Berzin: Exactamente. El objeto focal son básicamente nuestros cinco agregados –nuestro cuerpo, mente, emociones, inteligencia, etcétera– que constituyen nuestros preciados renacimientos humanos. Por supuesto, podemos enfocarnos en estos agregados desde el punto de vista del sufrimiento que supone tener agregados contaminados; sin embargo, también podemos enfocarnos en ellos desde el punto de vista de las ventajas de tener un preciado renacimiento humano, etcétera.
Con el tiempo, queremos ser capaces de unir todo el lam-rim y darnos cuenta simultáneamente de todos los diferentes puntos del lam-rim, enfocarnos en ellos y comprenderlos en términos de los cinco agregados que estamos experimentando en cada momento: estos agregados constituyen cada momento de un preciado renacimiento humano, pero no van a durar y conllevan diversos tipos de sufrimiento. Necesitamos entonces incluir entre los agregados la renuncia a los agregados y su sufrimiento, la determinación de superar todo eso. Los agregados también pueden contener la compasión y los métodos para aumentar la compasión, y también la bodichita. También necesitamos incluir la impermanencia y la vacuidad de los agregados y los agregados también necesitan incluir la comprensión de ambos. Todo eso finalmente necesita encajar en un momento de cognición.
Participante: ¿Es necesario tener presentes estas cosas en todo momento? ¿No es más bien necesario tener un estado mental que abarque todos estos aspectos?
Dr. Berzin: Exacto. No es que tengas que pensar conscientemente en todas estas cosas todo el tiempo, sino que tienes un estado mental que las abarca todas.
Construir un estado mental no elaborado
Es como lo que dice el primer capítulo del Bodhicharyavatara: “Una vez que has desarrollado la bodichita, estás constantemente construyendo más fuerza positiva día y noche. No importa lo que pase, incluso si estás borracho o inconsciente, la fuerza positiva sigue acumulándose”. ¿Qué significa eso? En primer lugar, significa que tienes un estado de bodichita no elaborada. No tienes que construirla paso a paso; simplemente la tienes todo el tiempo. Entonces es cuando has alcanzado el primero de los cinco caminos: el camino de la acumulación, la primera mente que es el camino. Cuando tienes eso, significa que la bodichita es la dirección completa de tu vida. Es tan fundamental para ti que no tienes que pensar en ella conscientemente todo el tiempo.
Lo mismo ocurre con todos estos puntos: el preciado renacimiento humano, la muerte, la impermanencia, etc. Están tan arraigados que no tienes que pasar por todos los pasos para darte cuenta de ellos. Los has integrado. Son parte de ti, en cierto sentido. Ciertamente no piensas conscientemente las palabras, “preciado renacimiento humano, oooh”. No tienes que recordártelo a ti mismo. Sin embargo, hasta que hayas alcanzado esas etapas de las mentes que son el camino, probablemente tendrás que pasar por todos los pasos para recordarte a ti mismo y recuperar la valoración. Más adelante, es posible que solo necesites usar unas pocas palabras. ¿De acuerdo?
Bueno, faltan ocho minutos. En lugar de pasar a la siguiente meditación, que es la meditación sobre la muerte y la impermanencia, tal vez podamos aprovechar el tiempo para hacer una meditación final sobre el preciado renacimiento humano.
¿Necesito recorrer todos los pasos, o pueden recordarlos? ¿Pueden recordarlos? Ocho estados de libertad, el descanso, que tenemos; las diez oportunidades o enriquecimientos que tenemos; luego la importancia – cómo podemos usar este preciado renacimiento humano; la dificultad y rareza del mismo; así que ahora voy a aprovecharlo realmente. Lo construimos por etapas. Cada vez nos quitamos más peso de encima; hay cada vez más ligereza y alegría por lo que tenemos. Luego agregamos la valoración de eso, cuáles son las causas, la rareza, cómo podemos usarlo y la intención de usarlo. ¿De acuerdo?
Es difícil de describir, pero en lo que nos enfocamos es en los fenómenos siempre cambiantes que conforman cada momento de nuestra experiencia. Así que no es como si estuviéramos visualizando un buda o algo así. Básicamente, en lo que nos enfocamos es en los diversos aspectos de la base para etiquetar al “yo”. Esa sería una forma más técnica de describirlo. Esa base está libre de los estados sin descanso, tiene estos enriquecimientos, es importante y rara, y puede usarse para esto y aquello. Así que lo que sentimos es casi como el orgullo de la deidad, lo que no significa sentirse arrogante. Es simplemente el sentimiento de “yo” etiquetado sobre esa base, que es, por supuesto, un muy buen oponente al “pobre de mí”, a la lástima hacia nosotros mismos.
[meditación]
Una última cosa: creo que es apropiado acompañar esta meditación al final con regocijo. Siempre se dice que la fuerza positiva aumenta con el regocijo. Así que nos regocijamos por tener los preciados renacimientos humanos que tenemos. Nos sentimos felices por eso, no arrogantes, sino felices. Y aunque puede que no sea algo habitual de incluir, podemos tener un sentimiento de valoración por nuestras vidas anteriores en las que habíamos creado las causas para tener preciados renacimientos humanos ahora. También podemos pensar en nuestras vidas futuras y en cómo, en nuestras vidas futuras, realmente apreciaremos haber creado las causas en nuestras vidas anteriores para tener preciados renacimientos humanos, no renacer como una cucaracha. Eso es algo análogo a recordar la bondad de nuestras madres, apreciar esa bondad y querer retribuirla. Sin embargo, aquí estamos dirigiendo ese aprecio hacia nosotros mismos.
Recuerden: al final, con la meditación formal no decimos nada en nuestra mente. Solo hay una sensación y una comprensión de todos estos factores mentales que se van asentando... pero tampoco es distanciarse de todo.
[meditación]