Lam-rim 43: Cómo funciona el karma; inicio y fin de una acción

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Repaso

Hemos estado recorriendo las etapas graduales del camino, que son los niveles graduales de la mente, que son niveles de comprensión o entendimiento que necesitamos obtener para poder progresar hacia las metas espirituales de, primero, seguir teniendo uno de los mejores tipos de renacimientos en el futuro, luego obtener la liberación del renacimiento incontrolablemente recurrente por completo y, finalmente, alcanzar el estado iluminado de un Buda. 

Comenzamos nuestra charla con el preciado renacimiento humano, apreciando no solo cómo tenemos libertades temporales, o respiros, de las peores situaciones, que nos impedirían ser capaces de hacer cualquier progreso espiritual o incluso aprender acerca del Dharma, sino también cómo nuestra vida está llena de factores enriquecedores. Tenemos tantas oportunidades para poder estudiar, practicar y hacer progreso espiritual. Observamos lo raro que es un renacimiento humano, lo difícil que es crear las causas para obtenerlo y cómo se perderá muy fácilmente. Definitivamente terminará en el momento de la muerte. 

La muerte puede llegar en cualquier momento y no sabemos cuándo. Lo único que nos va a servir de ayuda en lo que respecta a las vidas futuras (aquí se supone que habrá vidas futuras), básicamente para evitar los estados de renacimiento más horribles, es haber tomado algunas medidas preventivas, es decir, el Dharma. Todo el dinero que hayamos podido acumular, todos los amigos y el poder que podamos tener no nos servirán de nada.

Luego analizamos los peores estados que podrían seguir: renacer como un ser atrapado en uno de los reinos sin alegría (los llamados infiernos), como un fantasma aferrado o uno de los otros tipos de espíritus, o como una criatura rastrera (un animal). Pensamos en lo terrible que sería estar en cualquiera de esas situaciones, particularmente en las de los seres del infierno y los fantasmas aferrados. Sus vidas son extremadamente largas.

Vimos entonces que la situación no es desesperada: hay una salida. Por eso, aunque tenemos cautela de experimentar estas cosas, sabemos que hay una manera de evitarlas. Hablamos de que la cautela es muy diferente del miedo, de tener miedo de algo y sentirse desesperado e impotente. 

Hemos visto lo que puede ayudarnos a evitar estos estados realmente desafortunados en el futuro, y eso es dar una dirección segura a nuestra vida, lo que se conoce como refugio. Esa dirección está indicada por el Buda, el Dharma y la Sangha. El Dharma se refiere, por supuesto, a las enseñanzas de un Buda, pero en un nivel más profundo, se refiere a las realizaciones de un Buda: (1) a la verdadera detención de todos los oscurecimientos y (2) a las verdaderas mentes que son el camino, las verdaderas comprensiones profundas, etc. Estas solo pueden ocurrir en un continuo mental. Los budas son aquellos que las tienen en su totalidad, y la Sangha Arya son aquellos que las tienen en parte. 

La importancia de la Sangha, la comunidad del Dharma

Es muy interesante. El fin de semana pasado, Dzongsar Khyentse Rinpoche estuvo aquí en Berlín y dio una conferencia sobre la sangha y su importancia. No se refería a la Joya de la Sangha más profunda, la Sangha Arya, ni tampoco a las comunidades de monjes y monjas que representan esta joya de la Sangha, aunque, por supuesto, son muy, muy importantes. Estaba utilizando el término “sangha” en el sentido coloquial occidental, que consiste en referirse a los miembros de un centro de Dharma como si fueran la congregación de una iglesia. Habló de lo importante que es una comunidad de este tipo para proporcionar controles y equilibrios en nuestra práctica. Dijo que las personas que practican por sí mismas, no como parte de una comunidad, tienden a ser bastante narcisistas. Piensan que su comprensión, su forma de practicar, es correcta y que no necesitan consultarla con nadie más. 

Eso sí, hay que reconocer que los centros de Dharma y las comunidades de personas que estudian juntas suelen incluir a algunas personas muy perturbadas, lo que también ocurre en los monasterios. No obstante, dijo que si los miembros de la comunidad están tratando de vivir de acuerdo con las enseñanzas básicas del Buda –como las cuatro verdades nobles (la presentación básica del Buda de que el sufrimiento tiene sus causas y que es posible deshacerse de ellas, básicamente, aplicando la comprensión correcta como oponente al no darse cuenta, la causa principal), los cuatro sellos (que todos los fenómenos condicionados son impermanentes, etc.) y el noble óctuple sendero tal como se explica principalmente en la presentación Teravada del mismo (que puede referirse a seres ordinarios y no solo a seres Arya)– esos miembros pueden, incluso si no están muy avanzados en el camino, actuar como un mecanismo de control y equilibrio entre sí. Pueden debatir y ayudarse mutuamente para no desviarse demasiado en un viaje del ego individual. 

Por supuesto, eso implica que la comunidad es armoniosa y que la gente que allí vive no se limita a discutir. Pero en una comunidad ideal o incluso en una que no lo es (no creo que ninguno de los centros de Dharma pueda afirmar de manera realista que es una comunidad ideal), podemos practicar con otras personas y podemos discutir cosas juntos (en los monasterios, se debate; ese es el verdadero método de control y equilibrio para asegurarse de que su comprensión es correcta). Esto es muy, muy valioso. De esto habló Dzongsar Khyentse Rinpoche. Sin duda, estoy de acuerdo con él en que esto es muy importante para apoyar nuestra práctica. 

Recuerden que, cuando se habla de las Tres Joyas, a menudo se habla de la Sangha como un apoyo. Por supuesto, hay que tener un poco de cuidado de no refugiarse en los miembros del centro o de la comunidad del Dharma: no son el refugio definitivo, de ninguna manera. Sin embargo, son una gran ayuda y un gran apoyo. Y, en cierto sentido, también podrían representar la Joya de la Sangha. Así que fue una charla muy interesante la que dio.

Luego hablamos de las formas de darle a nuestra vida esa dirección segura de Buda, Dharma y Sangha. El primer nivel para lograrlo es evitar el nivel más burdo de causas del sufrimiento, que son nuestras acciones kármicas, nuestro comportamiento, específicamente nuestro comportamiento destructivo. Esto es lo que nos ayudará a evitar peores renacimientos. Eso nos llevó a toda la discusión sobre el karma.

¿Cómo podemos demostrar que las enseñanzas de Buda sobre el karma son válidas?

El karma es un tema extremadamente difícil. Siempre se presenta como el más difícil y complejo de todas las enseñanzas del Buda. También es el más difícil de probar porque la mayoría de los resultados de las acciones kármicas maduran en vidas futuras. No es algo que podamos probar mediante la observación, la percepción sensorial válida o algo por el estilo. Incluso es muy difícil probar lógicamente que alguna de las enseñanzas sobre el karma sea verdadera. La única manera, entonces, de obtener confianza en las enseñanzas sobre el karma es adquirir confianza en el Buda como una fuente válida de información, lo que conduce a toda la discusión de por qué el Buda es una fuente válida de información. Por supuesto, eso es muy difícil de discutir, porque podríamos argumentar de manera similar que la Biblia es una fuente válida de información o que el Corán es una fuente válida de información. 

Vacuidad y surgimiento dependiente

Entonces, ¿qué hace que el Buda sea la fuente confiable de información en la que confiamos? No es una pregunta fácil. Se dice que, debido a lo que el Buda enseñó sobre la concentración –que todos los maestros indios también enseñaron, así que eso no es nada especial– podemos lograr la concentración nosotros mismos y, de esa manera, verificar que lo que enseñó era verdad. Pero más específicamente, el Buda enseñó el surgimiento dependiente y la vacuidad –la vacuidad en términos de surgimiento dependiente. Esto es por lo que Tsongkhapa elogia al Buda en sus Alabanzas al surgimiento dependiente. Dice: “¿Cómo podría alguien encontrar como puerta de entrada para alabarte, Oh Guardián, algo más maravilloso que tus declaraciones sobre el surgimiento dependiente?”.

El surgimiento dependiente es algo que podemos entender en varios niveles. Un nivel de comprensión es en términos de los 12 eslabones de surgimiento dependiente, que son los que describen el mecanismo del samsara y cómo podemos salir del samsara deteniendo los factores descritos en los eslabones; básicamente, deteniendo o deshaciéndonos de las cosas que hacen que maduren las tendencias kármicas para que las tendencias ya no puedan imputarse sobre el continuo mental. Luego están los niveles más profundos del surgimiento dependiente, que son que solo podemos establecer la existencia de las cosas (1) en dependencia del etiquetado mental o (2) en dependencia de lo que es relativo, siendo algunos ejemplos que el bien solo puede establecerse en relación con el mal, lo largo en relación con lo corto, etc.

El surgimiento dependiente con relación a los 12 eslabones es el surgimiento dependiente explicado en términos de la verdad convencional o relativa de lo que experimentamos. El surgimiento dependiente con relación al etiquetado mental o la relatividad es el surgimiento dependiente explicado en términos de la verdad más profunda.

Lo que el Buda enseñó sobre la vacuidad en términos de surgimiento dependiente son cosas que podemos verificar a través de la experiencia: son efectivas. Esto es lo interesante. No es tanto que sean ciertas, porque podríamos decir que todo lo que dice la Biblia es verdad. La verdad es muy difícil de definir, en realidad. ¿Qué es verdad? 

Aquí, en el contexto de las enseñanzas del Buda, de lo que estamos hablando es de cómo superar el sufrimiento. El Buda no vino a enseñar geografía ni matemáticas ni nada parecido. Por lo tanto, estas enseñanzas, en particular las que tratan sobre el surgimiento dependiente y la vacuidad, son verdaderas en el sentido de que, si realmente logramos realizaciones estables a partir de ellas y las tenemos presentes en todo momento mediante la concentración adecuada, de hecho, nos liberamos de todo sufrimiento... para siempre. Esto es algo en lo que podemos empezar a obtener algo de confianza, incluso en etapas mucho más tempranas, antes de que hayamos alcanzado la realización total no conceptual de la vacuidad. Un poco de comprensión funciona; ayuda. Así que, es sobre esa base que podemos obtener confianza en el Buda.

Existe otro argumento que sostiene que la única manera en que el Buda pudo alcanzar su realización fue a través de la compasión; por lo tanto, no habría razón para que el Buda nos engañara. Pero también podríamos usar ese mismo argumento para cualquier líder religioso: que lograron su objetivo gracias a la compasión, etc., y, por lo tanto, ellos tampoco tenían razón para engañarnos. Por lo tanto, creo que esa es una razón secundaria, en lugar de la razón principal en la que nos basaríamos.

Por lo tanto, el karma es algo con lo que debemos trabajar según nuestro nivel de comprensión. Creo que la única forma de hacerlo es, más adelante, en las etapas del camino, aplicando la comprensión de la vacuidad a la causa y el efecto. Cómo funciona la causa y el efecto es un tema muy difícil, que podría hacernos cuestionar muchas cosas en la presentación del karma en el Dharma. 

Algunos puntos difíciles sobre cómo funciona el karma

¿Cómo algo del lado del objeto afecta la pesadez de un resultado kármico? 

Es muy difícil entender cómo algunas de las variables que afectan al karma pueden tener algún efecto sobre nosotros. Por ejemplo, si matamos a Mahatma Gandhi o matamos a una oveja, hay una gran diferencia en términos del peso del karma de quitar una vida. Bien, ¿por qué algo del objeto debería afectarnos? ¿Y qué pasa si no sabemos que matamos a alguien? ¿Cómo podrían esas cosas tener algún efecto sobre nuestro continuo mental? Son preguntas muy, muy difíciles. Podríamos decir: “Bueno, Mahatma Gandhi tuvo la posibilidad de beneficiar a otros”. Digamos que matamos a dos niños. Uno de ellos podría ser un fracaso en la vida y convertirse en un adicto o un criminal, y el otro podría encontrar una cura para el cáncer. ¿Cómo lo sabemos? El futuro no está determinado. No es como si pudiéramos predecir que un niño va a encontrar la cura para el cáncer y el otro va a ser un criminal.

Participante: Esa es una pregunta interesante. Es más fácil entender que el acto de matar tendrá en sí mismo un efecto en mi continuo. Pero ¿por qué algo del lado del objeto debería marcar una diferencia?

Dr. Berzin: Esa es exactamente mi pregunta. Pero el Buda lo dijo. Entonces, ¿lo creemos solo porque el Buda lo dijo? ¿O hay alguna manera de que podamos entenderlo? Esta es la pregunta interesante.

Participante: También podría argumentar: “¿Por qué el acto de matar debería tener algún efecto?”.

Dr. Berzin: ¿Por qué el acto de matar en sí mismo debería tener algún efecto sobre nosotros? Bueno, crea un hábito. Adquirimos el hábito de matar. Tuvimos una gran discusión sobre por qué eso nos produciría sufrimiento.

Participante: Lo hace desde su propio lado, ¿no?

Dr. Berzin: Exacto, nos produce sufrimiento. ¿Por qué? Podríamos decir que matar produce sufrimiento a la persona que matamos. También podríamos argumentar que entonces nos vamos a hacer de muchos enemigos y que ellos nos van a matar a cambio. Si gritamos a otras personas, ellas nos gritarán a nosotros. Es probable que eso sea lo que ocurra, pero no hay garantía. Además, hay alguna emoción perturbadora allí. Estamos actuando bajo la influencia de una emoción perturbadora. Que eso pueda tener un efecto en nuestro continuo mental es algo que podemos entender. Tiene sentido. Pero matar a la propia madre en lugar de pisar una hormiga, ¿por qué debería marcar una diferencia? Son preguntas muy difíciles.

Participante: Hace la diferencia si estás consciente del acto.

Dr. Berzin: ¿Qué pasa si no estás consciente?

Participante: Si matas, pero no sabes que habrá un efecto negativo o que hay algo malo en matar, entonces tal vez no tenga ningún efecto.

Dr. Berzin: Eso es ingenuidad. 

¿Matar a alguien sin saberlo tiene consecuencias kármicas?

Tomemos un ejemplo. En muchas culturas, la gente dispara un arma al aire para celebrar. Digamos que disparas un arma al aire y alguien muere a causa de ello. No sabes que alguien murió, y la gente que está al lado de la persona que murió no tiene idea de quién disparó, así que no van a ir por ti. ¿Tiene eso un efecto kármico? Desde un punto de vista budista, sí. 

Tuvimos una discusión muy interesante sobre cómo la mayoría de las personas se ven afectadas emocionalmente cuando matan a alguien. Incluso la persona más despiadada podría verse afectada emocionalmente, aunque sea hasta el punto de bloquear sus sentimientos o algo por el estilo. Pero, en este caso, ni siquiera sabes que has matado a alguien, por lo que no hay ningún efecto emocional.

Participante: Pero el hecho de que no sepas significa que tu mente está oscurecida. La mente del Buda es omnisciente. Si aspiras a la omnisciencia, necesitas eliminar el estado mental de no saber algo.

Dr. Berzin: Pero, ¿por qué la limitación de no saber tendría algún efecto sobre ti? Esto sería decir que, solo porque soy ignorante de algo, voy a experimentar un efecto negativo. Soy ignorante de la mecánica cuántica. ¿Eso tiene un efecto negativo sobre mí? Soy ignorante de saber el número de teléfono de todas las personas del planeta. ¿Eso tiene un efecto negativo sobre mí?

Participante: No se puede decir que la ignorancia no tenga ningún efecto. Por eso estoy de acuerdo con él. Existe una falta de darse cuenta del número de teléfono de todo el mundo y existe una falta de darse cuenta de los asesinatos. No veo que haya una gran diferencia.

Dr. Berzin: Entonces, estás diciendo que tu falta de darse cuenta es lo que realmente produce el problema.

Participante: Pero esa falta de darse cuenta no es lo que lo hace negativo, aunque es parte del problema: si fueras consciente del alcance de tus acciones, podrías evitar las acciones negativas con mayor facilidad. Pero el simple hecho de no saber algo no hace que lo que no sabes sea bueno o malo.

Participante: Pero tus acciones tienen consecuencias, aunque no lo sepas.

Dr. Berzin: Así es. Sin embargo, no sabes qué efecto tendrán tus acciones.

Participante: En el caso de matar a alguien, las consecuencias son muy grandes.

Dr. Berzin: Pero las consecuencias pueden ser muy diferentes de lo que uno piensa. Digamos que uno hace una donación a una organización benéfica que da el dinero a otro país, y luego el país es tomado por algún señor de la guerra que utiliza el dinero para financiar el cultivo de heroína. Uno prestó esta ayuda de buena fe, pero luego se utiliza para algo completamente diferente. Por lo tanto, no sabemos las consecuencias.

Participante: Entonces la bodichita no es suficiente.

Dr. Berzin: Correcto. El altruismo, la bodichita, no es suficiente para garantizar los efectos de nuestras acciones en los demás. 

Bueno, el budismo siempre habla de las consecuencias de nuestras acciones sobre nosotros mismos como un factor importante, porque no se puede garantizar cuál será el efecto sobre los demás. Ahora bien, ¿es esto ser demasiado egoísta, estar preocupado por las consecuencias que tendrán tus acciones sobre ti? Eso no es realmente altruismo. Si fueras realmente altruista, te preocuparías más por el beneficio que tus acciones traerían a los demás.

Participante: Sin embargo, tus acciones aún se reflejan en los demás.

¿Lo correcto y lo incorrecto están establecidos por ley divina?

Dr. Berzin: Según Vasubandhu, existen dos factores mentales que intervienen en la determinación de que una acción sea constructiva o destructiva. Sus definiciones de los dos factores mentales que siempre intervienen en las acciones constructivas son (1) tener un sentido de los valores, lo que significa respetar las cualidades positivas y a quienes las poseen, y (2) tener escrúpulos, el sentido de abstenerse de una conducta extremadamente negativa. Las acciones destructivas, por tanto, siempre van acompañadas de lo opuesto: no tener sentido de los valores ni escrúpulos. Sin embargo, no dice por qué siempre intervienen estos dos factores mentales. Eso nos lleva de nuevo a una discusión que tuvimos antes. 

Recuerden, tuvimos una clase en la que pregunté por qué ustedes personalmente no engañan a la gente – no por alguna gran razón del Dharma. ¿Por qué no engañan a la gente? Para la mayoría de la gente, no es porque teman un renacimiento terrible. Para la mayoría de la gente, es porque simplemente les parece correcto. No engañar a la gente simplemente les parece lo correcto. Este es el factor mental del que habla Vasubandhu. Tienen esta sensación de abstenerse de hacer lo que creen que está mal. Bueno, ese sentido de lo que es correcto e incorrecto está muy condicionado por la sociedad, ¿no es así? Eso entonces plantea las preguntas: ¿este sentido de lo correcto e incorrecto está establecido por alguna ley divina? ¿Está establecido por la sociedad? Estas son preguntas difíciles. No hay una respuesta clara, pero son cosas que necesitamos analizar y pensar.

Participante: Definitivamente tiene un efecto.

Dr. Berzin: Pero tiene un efecto. Por ejemplo, si alguien de otra religión se casa con mi hermana, yo podría pensar que tengo derecho a matar a mi hermana y al hombre con el que se casó. Y mi sociedad reforzaría eso. Entonces, ¿es eso correcto? ¿O existe algún estándar absoluto de lo que es correcto e incorrecto? Esto es muy difícil, ¿no es así? ¿Qué nos hace pensar que nuestro sistema de lo que es correcto e incorrecto es adecuado?

Participante: Se puede observar si se perjudica a los demás. Creo que se puede determinar si una acción es incorrecta si perjudica a los demás.

Dr. Berzin: Esta es otra base de la ética. En la ética occidental, normalmente hay dos presentaciones principales, dos enfoques. Uno determina lo correcto y lo incorrecto según las consecuencias de una acción, por ejemplo, si daña a otros (y los budistas tienen una variación de eso: si me daña a ). El otro determina lo correcto y lo incorrecto según principios.

Participante: El punto que mencionaste antes fue si me perjudica o no. Pero no entiendo ese punto que acaba de mencionar sobre las consecuencias.

Dr. Berzin: Según un enfoque de la ética occidental, lo más importante son las consecuencias, no el principio de lo que es correcto o incorrecto. Por lo tanto, estas son dos formas de definir un sistema ético.

Participante: Entonces, si las consecuencias me dañan a mí, también dañan a otros.

Dr. Berzin: Bueno, lo que se argumentaría desde un punto de vista Mahayana es que, si las consecuencias te dañan, obstaculizan tu capacidad de ayudar a los demás. Si tú, como consecuencia de tus acciones, renaces como pollo, tu capacidad de ayudar a los demás se ve obstaculizada. Sin embargo, si renaces como un ser humano con todas las diversas dotes de una preciada vida humana, eres más capaz de ayudar a los demás, mucho más de lo que podrías hacer como pollo.

Participante: Pero no se trata solo de que se te impida ayudar a los demás. Creo que también creas la causa para que se les haga daño a los demás.

Dr. Berzin: Bueno, ciertamente está descrito en los textos que los seres en los reinos del infierno se matan entre sí, se torturan entre sí, luchan entre sí, etc.

La vacuidad de causa y efecto

Pero lo que me gustaría traer a la discusión aquí es el punto sobre la vacuidad de la causa y el efecto. A veces queremos encontrar algo que conecte la causa con el efecto, como si el efecto y la causa fueran dos bolas conectadas por una especie de palo. El budismo describe un mecanismo de conexión, en cierto sentido, en términos de tendencias kármicas, los diversos factores que hacen que maduren, etc. Por lo tanto, describe cómo hay un continuo desde la causa hasta el efecto en términos de nuestra conducta y nuestra experiencia. Además, según el Vaibáshika y el Madyámaka, hay una cierta forma sutil e invisible que acompaña a una acción, la llamada forma no reveladora de una acción. Tal vez sea similar a una memoria muscular. Por ejemplo, un voto es una forma no reveladora. Actúa para impedir que nuestros cuerpos cometan las acciones que hemos jurado evitar. La forma reveladora se obtiene con la acción de tomar el voto, y continúa como parte del continuo mental después de que esa acción ha cesado. La única manera de perder esta forma no reveladora es tomar la firme decisión de no actuar más de esa manera, ya sea de manera positiva o negativa. Solo entonces perderemos esta forma no reveladora. Por lo tanto, la continuidad se analiza no solo en términos de cosas no físicas, como las tendencias kármicas, sino también en términos de formas sutiles de fenómenos físicos. 

Ahora bien, eso describe el mecanismo de la conexión entre causa y efecto. Pero ¿por qué funciona? Creo que aquí es donde tenemos que entrar en la discusión de la vacuidad: que el resultado no existe ya dentro de la causa, esperando a aparecer. Ni tampoco es que el resultado sea totalmente inexistente en el momento de la causa, es decir, que surja de la nada, de ninguna causa; que una cosa inexistente se convierta en una cosa existente. Estas son cosas que discutimos cuando estudiamos la vacuidad de causa y efecto. Sin embargo, debido a varias causas y condiciones, las cosas funcionan. Los resultados ocurren. Por lo tanto, una de las condiciones puede ser si se trata de un pollo o una persona como Mahatma Gandhi a quien matas. De alguna manera eso actúa como una condición que afecta el resultado. ¿Cómo afecta al resultado? Bueno, el budismo describe cómo afecta al resultado, pero ¿por qué lo afecta? Esa es una pregunta muy difícil. Desde un punto de vista, podríamos decir que, como el budismo dice que todo está interrelacionado, todo afecta al resultado. 

Participante: Matar a Mahatma Gandhi, creo, genera mucha más energía que matar un insecto.

Dr. Berzin: Entonces, todo el mundo entra en pánico. 

¿Y qué tal matar a alguien que está a punto de encontrar una cura para el cáncer? Esa es una pregunta difícil. 

Participante: Pero no sabes si la encontrarán.

Dr. Berzin: Bueno, no lo sabes. Esos son los tipos de argumentos que se utilizan contra el aborto. ¿Quién sabe lo que ese niño podría hacer?

Participante: Si el niño no vive, no podrá encontrar la cura.

Dr. Berzin: Pero ¿el resultado ya existe dentro de la causa, es decir, que este niño no nacido encontrará la cura para el cáncer y que ese resultado está esperando aparecer cuando el niño alcance cierta edad? Tampoco se puede decir eso.

Participante: Pero tal vez se pueda decir que lo aún no acontecido de encontrar una cura deja de ser un potencial cuando matas a la persona.

Dr. Berzin: Bueno, es posible que simplemente estés posponiendo la maduración de ese potencial al abortar ese feto. Tal vez nazca como ser humano en otra ocasión y entonces se encuentre la cura. No lo sé. Son preguntas difíciles. 

Creo que al abordar estas cuestiones es importante tener en cuenta que hay muchas causas y condiciones diferentes que afectan las cosas y que no hay ningún tipo de “cosa” real, como un palo, que las conecte contigo. Pero, aun así, ¿cómo es que la cantidad de beneficio que el objeto podría traerte o la cantidad de bondad que alguien te mostró, como tu madre o tu padre, tienen un impacto en tu continuo mental? ¿Qué pasa si no sabes que fue tu madre o tu padre? Eso puede pasar, especialmente en una guerra. Cuando arrojas una bomba, no sabes sobre quién la arrojas. “¡Oh! ¡Mi madre estaba en esa casa!”. 

Tener confianza en nuestras razones para abstenernos de actuar destructivamente

De todos modos, esas son las cuestiones. Y hemos estado analizando muy críticamente el karma, la causa y el efecto, porque creo que es muy importante ser críticos con respecto a cómo funciona el karma y tener confianza en nuestras razones para abstenernos de actuar destructivamente. De nuevo, creo que para la mayoría de nosotros, abstenerse no tiene que ver con el miedo a renacimientos peores, porque la mayoría de nosotros no tomamos realmente en serio el renacimiento. Así que, para nosotros los occidentales, creo que realmente se trata de tener un sentido del bien y del mal. Simplemente no se siente bien actuar destructivamente.

Participante: Por ejemplo, una excusa en Estados Unidos es que todo el mundo puede tener un arma.

Dr. Berzin: Exacto. Es el derecho a la legítima defensa. No es el derecho a matar a otros, excepto el derecho a salir a matar animales, a cazarlos.

Participante: Entonces, es un derecho matar.

Dr. Berzin: Sí, es difícil. Esto es lo que dije, que hay casos como los crímenes de honor. “Te casaste con mi hermana y eres de otra religión, así que está bien matarte”.

De nuevo, ¿existe una manera absoluta de determinar qué es verdad, qué es correcto? Algunas religiones dirán que lo correcto lo determina Dios. Otras dirán que lo correcto lo determina la legislatura del gobierno, el rey o la cultura.

Participante: Además, si quieres recibir la iniciación más elevada del yoga, es importante no matar. Así que ya sabes que no puedes matar.

Dr. Berzin: Exacto. Existen varios votos. Ya sea en el tantra anutarayoga, el tantra supremo, los votos monásticos o los votos laicos, el voto de no matar está incluido. El voto está ahí básicamente porque quieres evitar el sufrimiento. Así es como siempre se enuncia. Quieres evitar las consecuencias de esa acción negativa. Claro, hay muchas religiones que también enseñan “sé bueno; sigue las leyes. De lo contrario, irás al infierno”. Pero ¿es así el budismo? ¿Realmente se reduce a eso?

Participante: Tiene más que ver con la conciencia.

Dr. Berzin: Exacto, es decir, la capacidad de discriminar. Pero se podría decir lo mismo: “Soy capaz de discriminar entre leyes religiosas y leyes que no lo son”. Por lo tanto, soy un buen abogado. Es una pregunta muy difícil, ¿no? 

La cuestión es hacer lo que el Buda dijo que hiciéramos: “Examina mis enseñanzas, como si compraras oro; no las aceptes sin más”. Creo que una de las enseñanzas más difíciles de aceptar son las enseñanzas sobre el karma. 

De todos modos, hemos tenido varias discusiones sobre los factores que determinan la completitud de una acción kármica; más específicamente, la completitud del camino de un impulso kármico. Si faltan algunos de estos factores, la acción, en el caso de una acción destructiva, seguirá siendo destructiva, pero la fuerza negativa que se acumula a partir de ella será menor y las consecuencias negativas menos graves. 

Hemos visto que estos cuatro factores son: 

  1. Una base a la que se dirige la acción. En el caso del asesinato, la base es un ser que podría morir. 
  2. Un estado mental motivador: (a) una distinción inequívoca: sabemos a quién queremos dañar; (b) una intención motivadora: tenemos un objetivo determinado en mente; (c) una emoción o actitud motivadora: en el caso de acciones destructivas, sería una de las tres emociones perturbadoras venenosas. 
  3. La implementación de un método (para hacer que ocurra la acción): realmente hacemos algo para generar el resultado. 
  4. Un final: al quitar una vida, la otra persona tiene que morir; al mentir, la otra persona tiene que creer la mentira y ser engañada por ella; al hablar con dureza, la otra persona tiene que sentirse herida por lo que decimos.

Las tres fases de una acción (continuación)

La última vez comenzamos a analizar las tres fases de la implementación de un método para provocar que se produzca una acción. Cada fase tendrá su propio efecto sobre los resultados kármicos. Usamos el ejemplo de la caza de ciervos.

  • Las acciones preliminares: ir al bosque y acechar a un ciervo
  • La acción real: dispararle
  • Las acciones posteriores: llevarlo a casa, quitarle la piel y comerlo. 

Las acciones posteriores pueden ser muy difíciles de analizar. Si tomamos la carne del ciervo que cazamos y practicamos la generosidad al dársela a los pobres o a los indigentes para alimentarlos, ¿hicimos algo destructivo o constructivo? Este es un punto difícil. Es similar a dar bienes robados a la sangha, la comunidad monástica, lo cual, según los votos del bodisatva, no es algo demasiado bueno. Por lo tanto, estos son puntos difíciles. Pero, sin duda, dar la carne a los indigentes haría que la acción kármica de matar fuera mucho menos severa.

Participante: Es una mezcla de destructivo y constructivo.

Dr. Berzin: Es una mezcla.

Las cuatro permutaciones de la iniciación de un método y la consecución de un final

También analizamos las formas en que se puede iniciar una acción (es decir, mediante la implementación de un método que la haga ocurrir) y las formas en que una acción puede llegar a su final. Hay cuatro combinaciones posibles en cuanto al inicio de una acción y el logro de un final. Aquí, nuevamente, analizaremos la acción en sí y no las acciones preliminares o posteriores. Estas permutaciones nos ayudan a determinar hasta qué punto una acción está comprometida kármicamente, si es que lo está, y la fuerza con la que madurarán los resultados.

[1] Acciones iniciadas que llegan a su fin

Podemos iniciar una acción con un objetivo específico en mente y esa acción alcanza el resultado deseado. En otras palabras, el método que implementamos para provocar que ocurra una acción específica produce el resultado deseado. Por ejemplo, comenzamos a apuñalar a la persona que queríamos matar y la acción de matar alcanzó el resultado deseado, es decir, la persona realmente muere. En este caso, el iniciador de la acción ha cometido kármicamente la acción de matar. 

Sin embargo, si el iniciador muere antes de que la acción llegue a su final –es decir, antes de que muera la otra persona–, aunque la acción haya sido cometida kármicamente, Vasubandhu dice que los resultados experimentados por el iniciador serán más leves porque el iniciador habrá tomado otro renacimiento o estará en el estado intermedio (bardo) antes de que se alcance el final. En otras palabras, no se cumple un requisito previo para que el camino del impulso kármico para la acción de matar se complete –que la base muera antes que el iniciador. 

Recuerden que puede pasar mucho tiempo entre el momento en que apuñalamos a la persona y el momento en que muere. Durante ese tiempo pueden pasar muchas cosas. Podemos arrepentirnos de la acción. Podemos intentar cuidar de la persona, aunque al final muera de todos modos. Pueden pasar muchas cosas entretanto que afecten la fuerza de las consecuencias kármicas. 

Lo mismo ocurriría si se contratara a alguien para matar a otra persona: si quien contrata muere antes que la víctima, los resultados serán menores para el instigador. 

Tres criterios diferentes para instigar la violación de un tercero 

Sin embargo, se da un ejemplo interesante: ¿qué sucede si se contrata a alguien para violar a la esposa de otro u ordena a los soldados que salgan y violen a todas las mujeres del pueblo? En ese caso, hay que analizar si el instigador, el que envía a otra persona, ha cometido o no la violación desde el punto de vista kármico. 

Existen tres posibilidades: (1) Si la motivación del instigador es la hostilidad y el objetivo es humillar a la mujer o causarle daño, la acción llega a su final cuando la víctima experimenta humillación o daño. (2) Si la motivación del instigador es el deseo y el apego al poder –querer tener poder sobre la mujer– la acción de violación llega a su final cuando el instigador siente que ha ganado poder sobre la víctima. (3) Si la motivación del instigador es el deseo y el apego al placer sexual, entonces, aunque él podría iniciar la acción de violación e incluso observarla, el acto solo puede llegar a su final cuando la persona que realmente comete la violación experimenta el placer físico del contacto sexual. El final del acto, en este caso, no tiene nada que ver con el instigador. El instigador puede experimentar placer mental, placer mental vicario, pero no el placer físico real. Entonces, como la acción no ha llegado a su final con respecto a lo que el instigador hizo y experimentó, el instigador no ha cometido la acción kármica de violación. 

Esto empieza a sonar como un libro de texto de derecho, ¿no?

Participante: Entonces, ¿la persona no ha cometido la acción de violación?

Dr. Berzin: Exacto. Sin embargo, si las palabras del instigador con las que le dijo a alguien que cometiera la violación estaban motivadas por el deseo de poder, la hostilidad, la ingenuidad, etc., el instigador habría cometido la acción destructiva de pensar de manera codiciosa, divisiva o distorsionada. No es que la acción verbal de dar la orden alcanzara su fin cuando la persona que cometió la violación experimentó el placer del contacto sexual. La acción mental del instigador, sin embargo, alcanzó su fin previsto cuando tomó la decisión de dar la orden.

[2] Acciones iniciadas que no llegan a su fin

Podemos iniciar una acción específica, pero no alcanzar su final. En otras palabras, el método que implementamos para provocar que ocurra una acción específica no produce el efecto deseado. Por ejemplo, podemos apuñalar a alguien con la intención de matarlo, pero la persona no muere a causa de la herida. O podemos mentirle intencionalmente a alguien o pedirle a otra persona que mienta por nosotros, pero la persona a la que le mienten no escucha o no entiende la mentira o no cree lo que se le dice. En tales casos, la acción prevista no se comete kármicamente y se convierte, en cambio, en una acción diferente. Teníamos la intención de quitar una vida, o teníamos la intención de engañar con una mentira, pero, de hecho, todo lo que logramos fue herir a alguien o decir palabras vanas.

Participante: Entonces, si solo herí a alguien, no completé el acto, pero aun así tenía la intención de matar.

Dr. Berzin: Exacto. Tuviste una intención negativa. Tuviste el pensamiento malicioso de dañar a alguien. Sin embargo, la acción que en realidad cometiste fue herir a esa persona; en realidad no la mataste. Por lo tanto, el resultado kármico será el resultado de tener ese pensamiento negativo y herir a la persona, en lugar de matarla. 

[3] Las acciones no se inician, pero el final de tal acción imaginada ocurre

Puede que no iniciemos un tipo específico de acción y, sin embargo, se produzca un final de ese tipo de acción. En otras palabras, puede que no implementemos ningún método para provocar que se produzca un tipo específico de acción y, sin embargo, se produzca el final de ese tipo de acción. Por ejemplo, podemos estar en una habitación con alguien y, aunque no hagamos nada en particular, la persona sufre un ataque cardíaco y muere. Incluso si previamente hubiéramos deseado que esa persona muriera, no habríamos cometido una acción kármica de matar. Imaginar que nuestra presencia era un mal de ojo, que fue nuestra presencia la que mató a la persona, sería una fantasía de paranoia. A veces, las personas paranoicas dicen cosas como que su equipo perdió el partido porque ellos estaban allí y lo vieron. “Yo estaba allí. Por eso perdimos”. 

Iniciar acciones que produzcan resultados no deseados 

Una variación de esto es implementar un método activo para provocar que se produzca una acción específica, pero el método implementado produce un resultado no deseado. Por lo tanto, no implementamos intencionalmente un método para provocar que se produzca la acción que se produce. Por ejemplo, gritamos palabras duras a alguien para regañarlo, y la persona sufre un ataque cardíaco y muere. 

Eso fue lo que le pasó a mi abuelo. Un mendigo se acercó a la puerta y pidió dinero, y mi abuelo le dijo: “No te voy a dar dinero, pero eres bienvenido a entrar y cenar con nosotros”. La persona gritó y le gritó todo tipo de cosas desagradables a mi abuelo y, muy poco tiempo después, sufrió un ataque cardíaco y murió. Así que estas cosas pasan.

Esta es una forma de acción no intencional. Hubo una intención de gritar con palabras duras, pero no hubo intención de que esa acción llegara a su fin matando a la persona. Por lo tanto, para analizar los resultados kármicos, tenemos que observar los factores que están presentes. Un acto no intencional aún tiene sus consecuencias.

[4] Acciones que no se inician ni llegan a un final

Es posible que no iniciemos una acción, y el final de dicha acción, de hecho, no ocurre. Por ejemplo, podemos disparar a alguien solo para herirlo, no para matarlo, y la persona no muere a causa del disparo, o podemos gritarle a alguien solo para que nos escuche, no para provocarle un ataque cardíaco, y no tiene un ataque cardíaco y no muere. Por lo tanto, en ambos casos, no hemos cometido la acción de matar. En el primer ejemplo, sin embargo, hemos cometido la acción de herir a alguien disparándole.

En resumen, tenemos que iniciar intencionalmente una acción implementando un método que haga que la acción ocurra, y la acción tiene que alcanzar su final previsto para que la acción kármica se complete. Si iniciamos una acción y esa acción no alcanza su final previsto, la acción puede ser una acción kármica incompleta de ese tipo, o puede deconstruirse en otro tipo de acción por completo. Por otro lado, si no hacemos nada que pueda causar que suceda un determinado final (en lugar de abstenernos conscientemente de realizar una acción) o hacemos algo destinado a producir un determinado resultado y en su lugar sucede un resultado no deseado, entonces tenemos que utilizar el análisis de los caminos kármicos para determinar si hemos cometido o no una acción kármica y, si la hemos cometido, qué acción kármica hemos cometido realmente. Deben estar presentes muchos factores y el análisis puede volverse bastante complejo.

Preguntas

Resultados no deseados de nuestras acciones

Participante: Si, por ejemplo, un padre se suicida, el hijo y la esposa podrían volverse locos de dolor. 

Dr. Berzin: ¿El suicidio de la persona hizo que se volvieran locos? Bueno, esto es difícil debido a la variable de que el iniciador de la acción, el que se suicidó, ya no estaba vivo en el momento de ese resultado. Pero digamos que la persona vive. Intentó suicidarse, pero en realidad no murió. ¿Es responsable de que los miembros de la familia sufrieran daños al volverse locos? La persona no tenía la intención de que ocurriera ese resultado, pero el final de que otra persona se volviera loca por el dolor sí ocurrió. ¿Podemos siquiera decir que su intento de suicidio fue una causa del daño, o fue simplemente una circunstancia para que los miembros de la familia se causaran a sí mismos el daño de volverse locos? Pero incluso si solo proporcionara circunstancias, no tenemos idea de cuál será el efecto de nuestras acciones. 

Participante: Con la mayoría de las cosas, no sabemos qué va a pasar.

Dr. Berzin: Exacto. Por ejemplo, si te preparo una comida con toda la intención de complacerte, pero tú la odias o tienes una reacción alérgica y te enfermas. 

Participante: Cuando las personas se sienten heridas por las palabras de otra persona, en la mayoría de los casos, no había ninguna intención de que se sintieran heridas.

Dr. Berzin: Exacto. Puedes decir algo sin tener la intención de herir los sentimientos de la otra persona, pero de todas formas puede resultar muy herida. Entonces, ¿has cometido la acción kármica negativa de hablar con dureza? Aunque herir los sentimientos de otra persona no era la intención, ese fue el resultado. 

Participante: Fue por ignorancia.

Dr. Berzin: ¿De quién es la ignorancia, tuya o de ellos? ¿No fue por sus propios problemas psicológicos y emocionales que la otra persona se enojó y se sintió herida por lo que tú dijiste?

Participante: Lo mismo ocurre con las cuestiones medioambientales. Aquí, en Occidente, utilizamos toda esa electricidad, petróleo, etc., y mucha gente sufre por esa explotación, pero no queremos que sufran.

Dr. Berzin: Exacto. Utilizamos electricidad, petróleo y agua sin intención de dañar a las generaciones futuras. Sin embargo, el resultado será, sin duda, dañarlas. ¿Hay una acción kármica en esto? Hay una acción kármica. ¿Somos responsables? Esa es la cuestión, ¿no?

Participante: En cierto modo, somos responsables.

Dr. Berzin: ¿Lo somos? ¿Aunque no tengamos idea de cuáles podrían ser las consecuencias? Eso nos lleva a todo el viaje occidental de la culpa: el sentimiento de culpa. ¿Debo sentirme culpable cuando algo que digo con total inocencia hiere tus sentimientos? ¿O simplemente digo que estás siendo estúpido y tonto?

Participante: Tiene que ver con no ser ingenuo.

Dr. Berzin: Bueno, en lo que respecta a la cuestión del medio ambiente, la energía, etc., somos ingenuos en cuanto a la relación causa-efecto. Pero ¿qué clase de ingenuidad hay en herir los sentimientos de alguien diciendo algo totalmente inocente? 

Participante: El sufrimiento que todo lo impregna.

Dr. Berzin: ¿Sufrimiento que todo lo impregna? Bueno, el sufrimiento que todo lo impregna tiene que ver con el renacimiento. Creo que lo que estamos diciendo aquí tiene más que ver con lo que dice Shantideva: que es imposible complacer a las personas infantiles. Les dices las palabras más bonitas con buenas intenciones y se enfadan contigo.

Participante: Pero también es no saberlo todo.

Dr. Berzin: Esto nos lleva de nuevo a lo que dijiste: el problema aquí es nuestra limitación: no somos budas. No sabemos cuáles serán los efectos de nuestra conducta. ¿Cuáles son las consecuencias de eso? ¿Significa que no deberíamos hacer nada porque podríamos cometer un error?

Participante: ¿Cómo es que no haces nada?

Dr. Berzin: Bien, ¿cómo es que no haces nada? 

Participante: Creo que cuando se trata de otras personas, el grado de conciencia que tengo de sus problemas psicológicos marca la diferencia. Si realmente no soy consciente de los problemas psicológicos de alguien, no hay mucho que pueda hacer. Podría hablar de coleccionar revistas o algo así y esa persona podría sentirse herida. Pero en el caso de mi marido, por ejemplo, si sé que su punto neurótico puede ser desencadenado por algo que estoy pensando decir, podría, en ese caso, observar mi mente antes de hablar.

Dr. Berzin: Entonces, hay una diferencia, dice ella, entre decir algo que hiere los sentimientos de otra persona cuando no tienes idea de qué herirá sus sentimientos y decir intencionalmente algo que sabes que herirá a la otra persona.

Participante: No, no lo hago a propósito.

Dr. Berzin: Entonces, sería por falta de atención plena que dirías algo que le hiciera daño. Bueno, hay toda una lista de cosas que pueden hacer que cometas una acción negativa. Está en la lista de lo que puede hacer que violes tus votos. Una de ellas es simplemente olvidar, no ser consciente, no prestar atención a lo que dices. Esa es una de las razones para no emborracharte: pierdes todo autocontrol, por lo general, en términos de lo que dices.

¿Qué es más importante, la intención o el final de una acción?

Participante: Tengo una pregunta. Hay dos casos: en uno, una persona dispara una bala al aire para celebrar y mata accidentalmente a alguien; en el otro, una persona intenta matar intencionalmente a alguien con una bala, pero falla. ¿Cuál sería más pesado?

Dr. Berzin: Bueno, ¿qué es más pesado, la intención o el final de la acción? 

Participante: La intención. Está más directamente relacionada con tu propia mente.

Dr. Berzin: Esto tiene que ver con lo que preguntaba antes: ¿por qué el hecho de que la acción llegue a su final tendría algún efecto sobre ti? Pero lo tiene, ¿no es así?

Participante: Yo diría que la intención tiene mucho más efecto porque está directamente relacionada con la mente. Tiene más efecto que algo que está lejos y no está claro y de lo que uno no puede darse cuenta. 

Dr. Berzin: Entonces, ¿piensas que la intención es más fuerte que la acción que llega a su fin? No sé la respuesta a esa pregunta. ¿Alguien más tiene una opinión al respecto?

Participante: Estoy de acuerdo con Mark. Pero, además, si alguien quiere dispararle a otra persona, existe una motivación hostil.

Dr. Berzin: Exacto. Y si disparas una bala al aire para celebrar, eres simplemente ingenuo si piensas que no va a caer y posiblemente le dé a alguien. Bueno, ¿es la hostilidad una acción negativa más fuerte que la ingenuidad? Todas ellas tienen sus grados, ¿no?

Participante: Es una cuestión de ingenuidad.

Dr. Berzin: Exacto. La hostilidad es una consecuencia de la ingenuidad y, de hecho, la ingenuidad es una consecuencia de todas las emociones destructivas. 

Entonces, ¿qué podemos concluir de todo esto? Incluso cuando tenemos las mejores intenciones o no tenemos intención de hacer daño, aún tenemos que ser conscientes. No es suficiente tener buenas intenciones.

Participante: En alemán tenemos el dicho: “Las buenas intenciones a veces son las peores”. 

Dr. Berzin: En inglés tenemos el dicho: “El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones”. 

Participante: Me pregunto. Tuve un caso con un niño de tres años. Nació un hermanito y el niño de tres años lo vio como un rival. Dijo: “¡Quiero matar a este rival!”. El niño tenía solo tres años. En cierto modo, no tenía control. No mató, pero tenía la intención: “Quiero matar a mi hermano”. ¿Qué tipo de acción kármica negativa es esa?

Dr. Berzin: Bueno, mucho depende de si realmente hace algo para matar al bebé, como levantarlo y tirarlo al suelo o algo así. Pero las intenciones negativas –es decir, aquí, mientras se piensa con malicia– tienen efecto solo si llega a su final, tomando la decisión de matar al bebé. De lo contrario, es solo un pensamiento ocioso. Entonces la pregunta es, si la acción llega a su final, ¿la acción kármica se debilita por el hecho de que es un niño de tres años quien la comete en lugar de un adulto, quien, en cierto sentido, debería saber más? No lo sé. ¿Qué piensan ustedes? 

¿Qué pasa con un animal de caza, un león que mata a un ciervo? ¿El león sabe más o simplemente actúa por instinto? Este niño de tres años también podría haber estado actuando por instinto. ¿Actuar por instinto hace que la acción sea una acción kármica más pesada? Hay otra variable que abordaremos, que es si la acción ha sido pensada, decidida y luego llevada a cabo o no pensada ni decidida de antemano y simplemente llevada a cabo en el impulso del momento. Un niño de tres años probablemente no lo piensa. ¿O sí? 

¿Un león piensa bien antes de decidir matar? Bueno, se acerca lentamente al ciervo y espera, y se dirige a un lugar donde el viento no lleve su olor en dirección al ciervo. Por lo tanto, debe decidir que tiene una oportunidad de matar a este ciervo antes de llevar a cabo esta estrategia de caza. Por lo tanto, incluso cuando actúa por instinto, creo que el león mata intencionalmente después de haberlo pensado y decidido intentarlo.

Creo que el objetivo de todo esto es que, incluso si haces algo sin intención o por accidente, o lo haces porque no sabes qué hacer o no quieres que la acción llegue a su fin, puede haber consecuencias kármicas negativas. Por supuesto, la pregunta es: ¿por qué? Pero esa es una pregunta muy difícil. ¿Por qué debería haber consecuencias kármicas negativas?

De todos modos, quizá deberíamos dejarlo aquí.

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