Repaso
Estamos trabajando en el lam-rim, las etapas graduales del camino. Sin hacer un repaso elaborado, hemos hablado de apreciar las preciadas vidas humanas que tenemos, con sus respiros o libertades temporales de los peores estados en los que no tendríamos oportunidad de avanzar espiritualmente. Nuestra vida está enriquecida con tantas oportunidades que nos permiten hacer este tipo de progreso. Pero no va a durar para siempre. La muerte llegará con seguridad, y no sabemos cuándo.
Lo único que va a ser de ayuda en términos de nuestros futuros renacimientos es haber tomado las medidas preventivas para evitar que las cosas empeoren; en otras palabras, las prácticas de Dharma que hemos construido en nuestros continuos mentales en términos de hábitos y demás, y las medidas del Dharma que hemos tomado en términos de abstenernos de acciones destructivas, que causarían que potenciales negativos, fuerzas negativas, tomen el control y dominen cuando muramos.
Pensamos en los peores estados de renacimiento que podrían seguir y en lo horrible que sería renacer en uno de esos estados: como un ser del infierno, un fantasma aferrado, una criatura rastrera, un animal. Tenemos cautela de que ese tipo de cosas sucedan, así que buscamos una manera de evitarlo. Eso significa dar una dirección segura a nuestra vida, el llamado refugio. Esto lo indican el Buda, el Dharma y la Sangha.
La manera de evitar renacer en cualquiera de estos estados es alcanzar la Joya del Dharma más profunda. Esto significa alcanzar (1) un conjunto completo de verdaderas detenciones de todas las causas del sufrimiento en nuestro continuo mental y (2) las verdaderas mentes que son el camino, que son las comprensiones y realizaciones que producen esta verdadera detención y que son resultado de la verdadera detención. La dirección segura está indicada por ese logro –el Dharma y las enseñanzas que nos llevaron a él– y también por los budas, que tienen estos logros en su totalidad, y la Sangha Arya, que los tiene en parte. Para comenzar a tomar la medida preventiva de ir en esta dirección, necesitamos, en primer lugar, evitar la conducta destructiva tanto como sea posible, ya que eso es lo que resulta en sufrimiento y peores estados de renacimiento.
Luego, analizamos los principios básicos del karma (causa y efecto conductual). El primer principio es que, si estamos experimentando infelicidad y sufrimiento, como por ejemplo haber nacido en los reinos inferiores, esa infelicidad y sufrimiento se deben definitivamente a un comportamiento destructivo. Por lo tanto, lo que queremos hacer es adoptar un comportamiento constructivo, lo que básicamente significa abstenernos de actuar de manera destructiva cuando sentimos ganas de hacer algo destructivo, como tomar lo que no nos fue dado, gritarle a alguien o matar a ese mosquito.
Esto nos llevó a la discusión y análisis de varios tipos de comportamiento destructivo y, luego, de los factores que determinan si una acción kármica dará los resultados más plenos y completos.
Los cuatro factores que completan el camino de un impulso kármico
Hemos estado haciendo un análisis bastante detallado del karma para poder entender todos los factores que intervienen en la realización del camino de un impulso kármico, o camino del karma (las-lam). Vimos que, si faltan algunos de estos factores, la acción kármica es una acción destructiva más débil del mismo tipo o una que se deconstruye en un tipo diferente de acción kármica. Pero en cualquiera de estos casos, la acción sigue siendo una acción kármica.
Como vimos, en el momento de una acción física, verbal o mental, hay cuatro factores que deben estar presentes para que el camino del karma se complete:
- Una base a la que se dirige la acción
- Un estado mental, que tiene tres partes: (a) una distinción inequívoca, (b) una intención motivadora, (c) una emoción motivadora
- Una implementación de un método para llevar a cabo la acción.
- Un final
Las tres fases de la ejecución de una acción
Lo que me gustaría hacer es continuar y presentar el análisis de Vasubandhu de las tres fases de una acción física o verbal de su Tesoro de Temas Especiales de Conocimiento, Abhidharmakosha. Cada fase tiene su intención motivadora individual y su emoción motivadora. Los caminos del impulso kármico para las tres fases deben estar completos para que se produzcan las consecuencias kármicas más completas.
(1) Acciones preliminares, (2) Acción real, (3) Acciones posteriores
Estas tres fases son las acciones preliminares (nyer-bsdogs), la acción real (dngos-gzhi) y las acciones posteriores (mjug) que están involucradas en cualquier acción kármica física o verbal. Las acciones kármicas mentales solo tienen la acción real; no tienen acciones preliminares ni posteriores.
Matar
El ejemplo que se da en los comentarios es la acción destructiva de cazar y matar a un ciervo. Las acciones preliminares incluirían ir al bosque donde vive el ciervo y rondar por los alrededores, cazarlo y dispararle, pero solo herirlo. Ese acto preliminar es, en sí mismo, destructivo. Luego, la acción real es infligir el tiro fatal. La acción llega a su final cuando el ciervo muere. Las acciones posteriores ocurren después del final. Incluirían cosas como llevar el cuerpo a casa, desollarlo, descuartizarlo y luego comer o vender la carne o incluso regalarla. Podemos ser generosos con la carne. Mucha gente lo hace cuando sale de caza. No pueden comerse toda la carne ellos mismos.
Conducta sexual inapropiada
En el caso de incurrir en una conducta sexual inapropiada, como el adulterio o tener relaciones sexuales con la pareja de otra persona, las acciones preliminares serían, por ejemplo, ir a encontrarse con la persona para la relación sexual y tener juegos previos.
La acción real es la de mantener relaciones sexuales. El final de esa acción se alcanza con la experiencia del placer físico que produce el contacto entre los dos órganos sexuales. Siempre había pensado que uno tenía que alcanzar el orgasmo, pero pregunté específicamente sobre eso y me dijeron que uno no tiene que alcanzar el orgasmo; uno solo tiene que experimentar un placer físico intenso. El placer físico tiene que ser experimentado por la persona que realmente realizó la conducta sexual inapropiada. Si envías a otra persona a que lo haga por ti, como enviar a alguien a violar a alguien, tú como la persona que lo envía no experimentas ese placer; por lo tanto, la acción de participar en una conducta sexual inapropiada no estaría completa de tu parte. Las acciones posteriores incluirían acostarse juntos en la cama después, acariciarse mutuamente, etc.
¿Se entiende este análisis de lo que implica?
Robar
Analicemos otro tipo de acción. ¿Qué sucede con robar? ¿Cuál sería una acción preliminar?
Participante: Vas al lugar donde planeas robar algo.
Dr. Berzin: Así es, las acciones preliminares implicarían ir al lugar donde vas a robar, ponerte una máscara, lo que sea.
Participante: ¿Codiciar o desear el objeto no cuenta?
Dr. Berzin: La acción mental destructiva del pensamiento codicioso podría darse antes de que se lleven a cabo las acciones preliminares para cometer un robo. Pero ahora estamos hablando de las tres fases de la acción física en sí. Por supuesto, la emoción perturbadora del deseo anhelante y la codicia por el objeto que se planea robar podría acompañar las tres fases de la acción física.
Entonces, vas al banco, compras una mascarilla y cosas así. ¿Cuál sería la acción concreta?
Participante: Tomar el dinero.
Dr. Berzin: Correcto. ¿Cuáles serían las acciones posteriores?
Participante: Gastar el dinero.
Dr. Berzin: Exacto. Las acciones posteriores no son lo mismo que el final de la acción. ¿Cómo llega la acción de robar a su final?
Participante: Cuando tienes el dinero.
Dr. Berzin: No se trata simplemente de conseguir el dinero. Una vez que lo consigues, debes considerarlo tuyo.
Participante: ¿No es eso un acto mental?
Dr. Berzin: No, es un factor mental, una consideración incorrecta, que acompaña el hecho de tener el dinero ahora en tus manos. El final del acto de robar ocurre cuando consideras que el objeto que no te pertenecía ahora es tuyo. Con la mentira, el final de la acción ocurre cuando la otra persona cree lo que le dijiste, cuando la persona es engañada.
Participante: Pero ¿qué sucedería si robaras algo al estilo Robin Hood? No crees que sea tuyo, sino que crees que se lo darás a los pobres.
Dr. Berzin: Ese es un muy buen ejemplo. En el momento en que Robin Hood toma algo, piensa que el objeto es suyo para dárselo a los pobres; no piensa que ahora le pertenece para quedárselo. Me pregunto si la acción destructiva de robar aquí es un camino completo de karma. ¿El final debe ser pensar que lo que robaste es tuyo para quedártelo o podría ser pensar que es tuyo para hacer con él lo que quieras, por ejemplo, regalarlo? No lo sé.
En este caso, robar el dinero sería una acción preliminar a la acción constructiva de dar a los pobres, y dar a los pobres es la acción posterior al robo. Por lo tanto, dar a los pobres y robar son dos actos kármicos diferentes.
Ahora la cosa se pone muy interesante. ¿Es destructivo dar algo robado? La acción de dar es en sí misma constructiva, pero el objeto es problemático. Recuerden, aceptar algo robado de las Tres Joyas es romper uno de los principales votos del bodisatva. Me pregunto. Dar algo robado implica ingenuidad y generosidad.
Participante: Creo que depende de lo que he robado, de quién y qué hago con ello.
Dr. Berzin: Digamos que sales y matas un ciervo para regalar la carne a gente que tiene hambre.
Participante: Digamos que mis hijos se mueren de hambre y tomo un poco de pan de la panadería.
Dr. Berzin: Exacto. Eres madre. Tus hijos se están muriendo de hambre y robas pan de la panadería. ¿Es esa una acción destructiva?
Participante: Bueno, lo es, pero también es constructiva.
Dr. Berzin: Has hecho algo destructivo porque has robado. La consecuencia es que les has dado el pan a tus hijos para que se alimenten, lo cual es constructivo desde el punto de vista de la acción. Es interesante. No lo sé.
Participante: ¿Vasubandhu no lo especifica?
Dr. Berzin: No, no lo especificó. No es un ejemplo de lo que se conoce como un impulso kármico mixto blanco y negro (dkar-gnag 'dres-pa'i las). Para Vasubandhu, en el plano de los objetos sensoriales deseables, que es el plano en el que existimos, los impulsos kármicos mixtos blanco y negro se refieren a todas las acciones constructivas. Eso no significa que cualquier acción kármica por naturaleza sea a la vez constructiva y destructiva. Significa que en el continuo mental de alguien en este plano de existencia, ha habido acciones tanto constructivas como destructivas y, por lo tanto, cualquier resultado de una acción constructiva se mezclará con el resultado de alguna acción negativa. Así, por ejemplo, cualquier felicidad experimentada nunca será satisfactoria. Hay algo desagradable que acompaña a la felicidad. Por otro lado, cualquier resultado de una acción destructiva será puramente desagradable; no habrá nada agradable en él.
Cuando Asanga habla de los impulsos kármicos mixtos blanco y negro, se refiere a una situación en la que la intención es constructiva y la implementación simultánea de un método para llevarla a cabo es destructiva, como cuando se desea beneficiar a un estudiante y se le reprende con palabras duras. O lo contrario: la intención es destructiva y la implementación de un método es constructiva, como cuando se desea engañar a alguien para que crea que se es una persona amable y se le hace un regalo.
Así pues, este ejemplo de robar para alimentar a los niños hambrientos no encaja en la definición de Vasubandhu ni en la de Asanga de un impulso kármico que es una mezcla de blanco y negro. Pero sigamos con el sistema Vaibáshika de Vasubandhu.
Robar para alimentar a tus hijos cuando no hay otros medios para hacerlo es un ejemplo difícil de analizar. Creo que debemos diferenciar dos acciones físicas diferentes: alimentar a tus hijos y robar, junto con las acciones mentales de pensar en ello y decidir hacerlo. La emoción causal que motiva pensar en alimentar a tus hijos podría ser la compasión, pero la emoción causal que motiva pensar en robar y decidir hacerlo para conseguir la comida para alimentarlos es el deseo anhelante por la comida.
Vasubandhu también diferencia la emoción con la que se inicia una acción kármica física o verbal de la emoción con la que se lleva a cabo o se completa la acción. La acción kármica propiamente dicha de robar siempre se lleva a cabo con un deseo anhelante, pero podría ser iniciada por cualquiera de las tres emociones venenosas: el deseo anhelante por la comida, el enojo hacia el dueño de la tienda o la ingenuidad, pensando que no hay nada impropio en robar. Y luego también están las emociones con las que se inician y se llevan a cabo las otras dos fases de la acción de robar: las acciones preliminares y las acciones posteriores. Las emociones motivadoras en cada uno de esos momentos podrían ser bastante diferentes.
Participante: Podría haber entrado a la tienda con la intención de comprar algo, pero luego podría haber robado algo.
Dr. Berzin: Exacto. Podrías entrar a la tienda sin intención de robar nada.
Participante: Entonces no hay ninguna acción preliminar.
Dr. Berzin: Bueno, en realidad entraste en la tienda. No entraste en la tienda para robar, pero mientras estabas allí, viste que no tenías suficiente dinero para pagar todo. Realmente querías ese otro artículo, así que simplemente lo pusiste en tu bolsillo. Entonces, entrar en la tienda fue, de hecho, una acción preliminar tanto para comprar comida como para robarla. Sin embargo, la acción real no fue comprar la comida, sino robarla. Creo que comienzas a ver cuán complicado se vuelve el análisis cuando agregamos el factor mental de la intención a la presentación de las tres fases de una acción física o verbal.
Entonces, eso nos lleva de nuevo a nuestra discusión de todos los factores que deben estar presentes para que las consecuencias de una acción kármica estén completas.
¿Cuándo ocurre realmente el primer momento del robo?
Participante: Pero es solo una etiqueta mental. Robo la comida. La tengo en la mano y pienso: “Ahora es mía”, y luego me voy. Pero ¿en qué momento la comida es realmente robada?
Dr. Berzin: ¡Muy bien! ¿Cuándo se produce realmente el robo? ¿Se produce en el primer momento en que se mueve un centímetro del estante? ¿En el momento en que se mueve dos centímetros? ¿Tres centímetros? ¿Cuándo se produce el robo?
Obviamente, la acción de robar está etiquetada mentalmente en toda la secuencia de eventos involucrados en la acción real de tomar algo que no se nos dio. Esa secuencia, que es una continuidad de momentos, tiene un momento en el que comienza y un momento en el que termina. Como acabo de explicar, puede haber una emoción motivadora diferente con la que se inicia la acción real y cuando se logra. Se logra cuando ocurre el final.
En algunos casos, el final está marcado por algo de tu parte. Por ejemplo, en el caso del robo, el final se produce cuando crees que es tuyo. En otros casos, ocurre por parte de la otra persona: cuando mientes, la otra persona tiene que creer lo que dijiste. En el caso de romper un objeto, el final se produce cuando el objeto realmente se rompe. Por lo tanto, hay muchas formas en las que puede ocurrir el final.
Participante: En el ejemplo del robo, ¿ir a la tienda cuenta como acción preliminar, aunque no hayas planeado robar nada?
Dr. Berzin: No estamos hablando de las acciones mentales de pensar y decidir robar. Estamos hablando de las acciones físicas preliminares, las acciones físicas que realizas para ejecutar la acción real, que sería caminar hasta la tienda, por ejemplo. Es la acción preliminar tanto para comprar algo como para robar algo, dependiendo de tu intención. Pensar en hacer algo y decidir hacerlo es una acción mental. Caminar hasta la tienda es una acción física preliminar para la acción física de comprar comida o robarla.
Participante: Creo que hay una diferencia entre ir de mi casa a la tienda con la intención de robar algo (es decir, todo el tiempo que camino tengo esa intención en mi mente) e ir a la tienda con la intención de comprar algo y solo decidir robar algo cuando estoy allí.
Dr. Berzin: Exacto. Eso es lo que estamos diciendo. Hay una diferencia. Pero, aun así, en ambos casos hubo una acción preliminar de ir a la tienda, ¿no es así?
Participante: Creo que si solo decides robar algo cuando llegas a la tienda, es solo entonces cuando tienes la acción preliminar: miras alrededor para ver si alguien está mirando.
Dr. Berzin: Muy bien. Con el cambio de intención, ahora has añadido una acción preliminar adicional al robo además de caminar hasta la tienda. Has añadido mirar a tu alrededor para ver si alguien te está mirando. Caminar hasta la tienda era una acción preliminar tanto para comprar algo como para robar algo. Pero mirar a tu alrededor para ver si alguien te está mirando es una acción preliminar solo para robar.
De todos modos, primero hay una acción preliminar que te lleva a la acción de robar. Luego está la acción real de robar, de agarrar esa cosa del estante y tomarla. La acción llega a su final cuando sientes que es tuya. La acción siguiente sería llevártela a casa y hacer lo que sea que vayas a hacer con ella, lo que podría incluir dársela a otra persona.
Participante: También se podría robar por error.
Dr. Berzin: Bueno, recuerda, tiene que haber una distinción clara del artículo que estás tomando.
Participante: Solo cuando regresé a casa me di cuenta que había llevado un artículo extra.
Dr. Berzin: Exacto. Tomé un objeto de más. No lo hice intencionalmente. Cometí un error.
Participante: ¿No es esto como el ejemplo de matar mosquitos sin querer matarlos?
Dr. Berzin: Ahora estamos entrando en el debate sobre la intención y cosas así. El objetivo aquí es simplemente distinguir las tres fases que constituyen una acción: la acción preliminar, la acción propiamente dicha y la acción posterior.
Continuemos.
En el caso de las acciones mentales, no hay acciones preliminares ni posteriores
Las acciones mentales constan de una sola fase, la de la acción mental en sí, ya que implican simplemente pensar algo. Pensar en ir y decidir ir no tiene una preparación previa: “Ahora voy a pensar en pensar en ello”.
¿Y qué decir de la meditación? Es una acción mental. ¿Podría ser la motivación la acción preliminar, y luego la concentración, la meditación shámata, la acción en sí misma, y la acción posterior la dedicatoria? Así es como se explican en la literatura del lam-rim. E incluso si la meditación sirve para desarrollar un hábito positivo, la meditación no entra en la categoría de acciones mentales que se incluyen en el análisis del karma. Las acciones mentales que se incluyen en ese análisis son principalmente pensar y decidir realizar una acción física o verbal.
Sin embargo, la acción de meditar, como todas las acciones mentales, no tiene acciones previas ni posteriores. No necesita otra acción mental, ni previa ni posterior, para que se produzca. Y no estamos hablando de acciones que haríamos antes, como montar el altar, sentarse, etc. Esas también están ahí, pero son acciones físicas, no mentales.
¿Cuáles son las tres acciones mentales destructivas?
Participante: ¿Ingenuidad, hostilidad y tener una actitud antagónica?
Dr. Berzin: No, esos son factores mentales, no acciones mentales. Existe el pensar con codicia, pensar y decidir cómo obtener lo que otra persona tiene. Existe el pensar con malicia, pensar y decidir cómo lastimar a alguien. Luego está el pensar distorsionadamente con antagonismo, pensar y decidir refutar la opinión correcta de alguien. Si realmente haces o no lo que decides hacer viene después. Las circunstancias pueden no permitirlo como, por ejemplo, que la persona no esté en casa cuando vas a lastimarla. Además, recuerden, la acción mental destructiva es deliberar si cometer o no la acción física o verbal y luego decidir hacerlo. No es deliberar cómo hacerlo. Eso es complementario a la acción mental destructiva, pero no es una acción posterior.
En cada uno de estos tres casos de acciones mentales destructivas, no hay ninguna acción preliminar ni ninguna acción posterior.
Participante: Digamos que estoy teniendo pensamientos codiciosos. Siento codicia.
Dr. Berzin: Exacto. Entonces, lo primero que ocurre es que, a partir del sentimiento de codicia, uno piensa en conseguir lo que tiene la otra persona y decide hacerlo. ¿Hay una acción mental previa?
Participante: Bueno, muy a menudo lo primero que veo o huelo es algo que otra persona está comiendo.
Dr. Berzin: Esa es una acción física.
Participante: Entonces pienso: “Oh, quiero tener lo mismo”.
Dr. Berzin: Exacto. Pero estábamos hablando de acciones preliminares, acciones reales y acciones de seguimiento. ¿Las tres acciones deben estar en la misma categoría? ¿Y qué pasa con las acciones físicas y verbales?
Participante: ¿Podríamos centrarnos primero en las acciones mentales?
Participante: Lo que mencionaste, ver u oler algo que otra persona está comiendo, es un detonante. Puede iniciar una acción mental, pero las acciones mentales no tienen acciones mentales preliminares o posteriores.
Participante: Creo que primero tiene que haber una acción física o incluso mental.
Dr. Berzin: ¿Tiene que haber una acción física o mental antes de la acción mental? Tal vez haya una acción física antes de pensar en algo, como sentarse, pero eso no se consideraría una acción preliminar en el sistema de Vasubandhu de las tres fases de una acción. Y, en cualquier caso, como acabo de decir, las acciones mentales no tienen acciones preliminares o posteriores.
Pero lo que pregunto es: ¿las acciones preliminares, reales y posteriores de las acciones físicas tienen que ser todas acciones físicas y, en el caso de las acciones verbales, todas tienen que ser acciones verbales? Analicémoslo. ¿Es necesario entablar una conversación con alguien antes de empezar a gritarle? No necesariamente. Pero tendrías que ir a encontrarte con la persona. Lo primero que harías sería gritarle, ¿no? ¿Y después tendrías que decir algo?
Participante: Generalmente, en una pelea uno se va involucrando gradualmente.
Dr. Berzin: Exacto. Normalmente, la pelea se inicia gradualmente, como parte de una conversación.
Digamos que tu pareja o tu hijo están viendo la televisión. Quieres que saquen la basura, pero no la sacan. Entras en la habitación y les gritas: “¡Qué flojos! Levántense y saquen la basura”. No han iniciado una conversación antes. Entonces, ¿el paso preliminar es entrar en la habitación?
Participante: Creo que sí.
Dr. Berzin: No lo creo. Entrar en una habitación es una acción física, no verbal. Cuando los textos dicen que las acciones mentales solo tienen una fase, la de la acción real, están diciendo que no hay una fase preliminar del pensamiento. Pero ¿puede haber una acción verbal, como mi ejemplo, que solo tenga una acción real y ninguna acción preliminar o de seguimiento? No lo sé.
En cualquier caso, en el caso de las acciones mentales, ¿qué estarías pensando antes de pensar y decidir hacer daño a alguien? Por supuesto, tu mente está pensando todo el tiempo, así que, por supuesto, estás pensando algo de antemano. Pero pensar algo irrelevante no cuenta como una acción mental preliminar.
Participante: No es que se me ocurra pensar en hacerle daño a alguien.
Dr. Berzin: Exacto. No se puede decir: “Ahora voy a decidir pensar en ello”. Bueno, se podría decir: “Voy a tomarme un tiempo libre de mi ajetreado día y sentarme a pensar en cómo robar un banco. He estado tan ocupado con otras cosas que no tuve tiempo”.
Participante: Tal vez piense en mi compañero de trabajo que me hizo enojar ayer. Simplemente me viene a la mente y empiezo a pensar en lo que pasó. Luego me enojo de nuevo.
Dr. Berzin: Es cierto. Entonces podrías empezar a pensar en decirle algo desagradable a esa persona cuando la veas mañana y decidir hacerlo. ¿Cuál sería la acción mental posterior? ¿Sería realmente ir y hacerlo? No, esa es una acción física, no mental.
Participante: Estoy un poco confundido. ¿Tengo razón cuando Vasubandhu dice que debe haber tres pasos?
Dr. Berzin: Vasubandhu dice que los tres pasos –la acción preliminar, la acción real y la acción posterior– constituyen la acción física o verbal. Son tres fases de una acción física o verbal, pero no dice que tengan que estar presentes en todas las acciones.
Participante: Y tienen que ser de la misma categoría, ¿no? Tienen que ser todas acciones físicas o todas verbales, ¿cierto?
Dr. Berzin: Esto es lo que estamos analizando. Por ejemplo, un general del ejército ordena a un soldado que salga a matar al enemigo. Dar la orden es una acción verbal. Inicia la acción preliminar del soldado de salir al campo de batalla. Pero no creo que pueda considerarse parte de la acción preliminar de matar.
Participante: Pero lo que dice Vasubandhu es que, de alguna manera, estas fases están separadas. Para mí, eso no tiene mucho sentido.
Dr. Berzin: ¿Cómo es que no tiene sentido? Son acciones individuales conectadas, no acciones totalmente separadas y sin relación. Tomemos como ejemplo la matanza de un ciervo.
Participante: Lo primero es que pienso en hacerlo.
Dr. Berzin: Pensarlo y decidir hacerlo es una acción mental. Se produce antes de salir a cazar. Pero luego ir al bosque y caminar en busca del ciervo son las acciones preliminares. Dispararle es la acción real. Llevarlo a casa y comérselo es la acción posterior. Cada una es una fase. En otras palabras, esa acción destructiva implica las tres fases, y cada una es una acción física.
Participante: Pero no sería así si, por ejemplo, te arrepientes de haber robado y luego regalas lo robado. En ese caso, la última parte, el seguimiento, se modifica.
Dr. Berzin: De todos modos, lo estás regalando. Estás haciendo algo físico con él.
Cuando regalas algo robado, aunque sea con buena intención, estás regalando algo que sabes que ha sido robado. Hay una diferencia entre saber que algo ha sido robado y no saberlo. Este punto es análogo al análisis de tener relaciones sexuales con otra persona y no saber que esa persona ya tiene pareja.
De todos modos, estos son algunos de los parámetros que afectan al karma. Examinarlos en detalle, como lo hemos estado haciendo, puede ayudarnos a deconstruir las acciones kármicas y a llegar a una mejor comprensión de lo que está involucrado. Por lo tanto, no solo existe la implementación de un método para hacer que ocurra una acción y el final de esa acción, los factores tercero y cuarto que determinan la completitud de un camino del karma, también existen las tres fases de la implementación de un método. La última de las tres fases, las acciones de seguimiento, ocurren después del final de la segunda fase, la acción real. Para analizar con claridad, debemos mantener todo esto en orden.
Las tres formas en que se puede iniciar la acción real
Podemos iniciar la acción física o verbal de varias maneras. El inicio de la acción no se considera una acción preliminar. Tampoco tiene por qué ser del mismo tipo de fenómeno (físico, verbal o mental) que la acción en sí. Es la acción la que hace que se implemente un método para llevar a cabo la acción real. También hay varias maneras de llegar al final de la acción real. Veamos algunos ejemplos.
[1] Iniciar activamente la acción
Podemos hacer algo de forma activa para que la acción ocurra. Por ejemplo, podemos intentar matar a alguien disparándole con un arma. La acción se inicia al apretar el gatillo. Sin embargo, en el caso de acciones físicas como quitarle la vida a alguien, el método que utilicemos para iniciar una acción no tiene por qué implicar una acción del cuerpo; podría implicar, en cambio, una acción del habla o de la mente. Podríamos, por ejemplo, decir una maldición en voz alta: “Te hechicé”, para iniciar la acción de matar. También podríamos recitar la maldición en nuestra mente. Todos son métodos que podríamos implementar para matar a alguien, suponiendo, por supuesto, que alguien pudiera morir como resultado de que lo hechicemos.
[2] Abstenerse de hacer algo para evitar que la acción ocurra
Podemos abstenernos de hacer cualquier cosa para evitar que la acción ocurra, permitiendo así que ocurra.
¿Se les ocurre algún ejemplo? ¿Cómo podrían matar a alguien sin hacer nada?
Participante: Dejar que alguien se ahogue.
Dr. Berzin: Alguien se está ahogando y nosotros nos quedamos de brazos cruzados. No hacemos nada cuando podríamos hacer algo. Sí, eso está muy bien. O alguien podría estar ahogándose y no intentamos ayudar, aunque sepamos nadar. O podríamos no cooperar intencionadamente con el equipo de rescate. En inglés, este tipo de falta se conoce como “pecado de omisión”. Por lo tanto, también son acciones que implican matar.
[3] Involucrar a otra persona para que lleve a cabo la acción
Además, podemos hacer que otra persona realice la acción en nuestro lugar como método para lograrla. En otras palabras, podemos hacer que otra persona la haga por nosotros. Por ejemplo, podríamos contratar a alguien para que mate a alguien a quien odiamos. Podríamos obligar a alguien, por ejemplo, en un campo de concentración, a ejecutar a alguien. O podríamos insinuarle a alguien desesperado por conseguir nuestro favor que nos haría muy felices si pudiera eliminar a esa otra persona.
En estos tres ejemplos, hacemos que se produzca una acción al implementar un método y, por lo tanto, asumimos las consecuencias kármicas. El método que implementamos puede ser un método activo, un método pasivo de no hacer nada o un método indirecto de pedirle a alguien más que lo haga por nosotros. Aunque el método que implementamos puede ser para hacer que se produzca nuestra propia acción verbal (como en el ejemplo de ordenar a un soldado que ejecute a un prisionero), inicia la acción física del soldado de dispararle a la persona.
Las cuatro maneras en que la acción real puede llegar a su final
El final de la acción es un resultado creado por el hombre. Un resultado creado por el hombre es aquel que ocurre casi mecánicamente. Puede ser una experiencia física o mental producida por la acción o en respuesta a ella. Por ejemplo, inmediatamente después de golpearse el pie, el resultado creado por el hombre es que se forma un moretón y duele. Esto contrasta con un resultado kármico que madura después de algún tiempo a partir de las repercusiones kármicas acumuladas por el acto.
Tengan en cuenta que sentir dolor en este ejemplo es tanto un resultado provocado por el hombre al golpearse el pie como un resultado madurado de las consecuencias kármicas de alguna acción destructiva anterior que hayamos cometido. En otras palabras, golpearse el pie fue tanto la causa directa de que experimentara dolor como la circunstancia para la maduración de esas consecuencias kármicas en forma de dolor.
[1] Por vía de la víctima de la acción
Cualquier acción iniciada de una de las tres maneras mencionadas anteriormente puede llegar a su fin mediante una experiencia física o mental de la víctima. Por ejemplo, en el caso del asesinato, la víctima muere como resultado directo de la acción que iniciamos; en el caso de la mentira, la persona a la que se le miente cree y es engañada por el engaño; en el caso del lenguaje rudo, la persona siente sufrimiento, se siente herida por lo que decimos.
[2] Por vía de la persona que realiza la acción
Otras pueden llegar a su final mediante una experiencia de la persona que realmente realiza la acción. Por ejemplo, en el caso de la actividad sexual inapropiada de tener relaciones sexuales con la pareja de otra persona (que, por definición, tiene que estar motivada simultáneamente por el deseo y el apego), la acción llega a su final cuando la persona que participa en la acción experimenta placer físico. Por lo tanto, si alguien le pide a otra persona que viole a otra (como en el ejército, los generales pueden hacer que los soldados violen a las mujeres del pueblo), la acción de violar llega a su final cuando quien la comete experimenta el placer físico. Para la persona que pidió que se hiciera, la acción de violar no estaría completa.
Participante: La violación tiene una parte violenta.
Dr. Berzin: Eso es otra cosa. Aquí solo estamos hablando de las formas en que una acción llega a su final.
[3] Por vía del iniciador de una acción realizada por otra persona
Otros pueden llegar a su final con una experiencia del iniciador de una acción llevada a cabo por otra persona. Digamos que contrato a alguien para que robe algo para mí. La acción de robar llega a su final cuando siento que el objeto me pertenece, no cuando la persona que roba toma el objeto.
[4] Por vía del objeto hacia el cual se dirige la acción
Otras pueden llegar a su final cuando algo le sucede al objeto hacia el cual se dirige la acción. Por ejemplo, cuando la acción es destruir algo que pertenece a otra persona, el final se alcanza cuando la cosa efectivamente es destruida.
Participante: Solo para asegurarme de que entendí estos tres puntos correctamente, cuando no soy yo quien realiza la acción, entonces las formas en que podría hacer que suceda son contratando a alguien para que lo haga, forzando a alguien a hacerlo, y el tercero fue algo que sonó bastante indirecto.
Dr. Berzin: El tercero es insinuarle a alguien que lo haga.
Participante: ¿Pero eso no es pasivo?
Dr. Berzin: No. Estás pensando en la segunda manera de implementar un método, que es no hacer nada cuando podrías hacer algo.
Participante: Lo siento, pero sigo volviendo al tema de comer carne, del que hablamos en conferencias anteriores. Si obtengo el karma de matar al insinuarle a alguien que mate, ¿por qué no obtengo el karma de matar al comer carne? Al comer carne, le estoy insinuando a un carnicero que quiero que mate.
Dr. Berzin: De acuerdo. Esto es muy bueno. Ella dice que, al comprar carne, estoy insinuando a los carniceros que maten a los animales. En ese caso, ¿no acumularía karma por matar? Es un buen punto. ¿Estaría iniciando indirectamente la matanza? No es lo mismo que ordenar directamente la matanza, diciendo: “Si matas esto, te pagaré dinero y compraré la carne”. Esto es diferente. Insinuarle a alguien que mate por nosotros, como decirle a alguien que cría pollos: “Me encantaría comer pollos”, comunica directamente el mensaje. Pero ¿qué pasa con comunicar indirectamente el mensaje al comer carne? ¿Eso no provoca también la matanza de animales? Esa es una buena pregunta para analizar. Nunca antes había oído que se expresara de esa manera.
Participante: Al comprar estoy insinuando que compraré otro.
Dr. Berzin: Bueno, tendríamos que analizar eso más a fondo. ¿Es como un boicot: “No voy a comprar productos que se fabrican en fábricas que tienen condiciones horribles”? De esa manera, indirectamente haces que dejen de hacerlo. Por lo tanto, eso podría verse como una acción constructiva. Comprar productos que sabes que se fabrican con mano de obra esclava podría alentar al fabricante a seguir utilizando mano de obra esclava. Supongo. No estoy muy seguro. Pero esto es exactamente lo que resulta útil aquí: usar estas clasificaciones para analizar nuestras acciones.
Participante: Abstenerse de comprar productos realmente ayuda.
Dr. Berzin: Abstenerse de comprar productos, es decir, boicotearlos, ayuda. Por supuesto. Pero comprar productos, por otro lado, alienta a los fabricantes a producir más.
¿Y qué decir de conducir un coche y consumir una gran cantidad de gasolina y petróleo, lo que supone un enorme consumo de energía y es una causa de calentamiento global? Esto hace pensar que, en realidad, hay cosas que se podrían hacer que serían indirectamente constructivas o destructivas. Eso es muy bueno.
Las emociones o actitudes perturbadoras con las que las diez conductas destructivas llegan a su fin
Quitarle la vida a los demás, hablar con dureza y pensar con malicia: hostilidad
Vasubandhu dice que no importa cuál de las tres emociones o actitudes perturbadoras venenosas pueda ser parte de la emoción motivadora causal, quitar una vida, hablar con dureza y pensar con malicia siempre llegan a su final con la hostilidad como emoción motivadora contemporánea. En otras palabras, para que la acción llegue a su final, se necesita hostilidad. Se necesita hostilidad para que realmente suceda. Al matar, tu intención es el deseo de que realmente muera. Para lograrlo, necesitas la hostilidad de querer dañar o deshacerte de una persona cuyas malas cualidades o mala situación exageras. Al hablar con dureza, realmente quieres herir a la persona insultándola, criticándola o burlándote de ella, sea cierto o no lo que digas.
¿Qué pasa si no tienes intención de herir a nadie? Algunas personas usan un lenguaje muy grosero, pero no tienen intención de herir a nadie. ¿Es eso lenguaje rudo? Hablar con dureza llega a su fin cuando otra persona resulta herida por ello. Si la otra persona no resulta herida, la acción no llega a su fin. Pero incluso si no tienes intención de herir a nadie al decir palabrotas (es decir, solo hay ingenuidad, no hostilidad), otras personas podrían resultar heridas u ofendidas por ello.
Por ejemplo, ¿podría decirse que el Buda ofendió a Devadatta? O Su Santidad el Dalái Lama: hace un viaje a algún país y los chinos se ofenden. ¿Es destructivo para Su Santidad viajar a ese país?
Participante: Esta es una pregunta difícil.
Dr. Berzin: Es una pregunta difícil.
Participante: Pero está bastante claro, creo.
Dr. Berzin: ¿Qué es lo que está claro? Hay un resultado provocado por el hombre: China corta algún acuerdo comercial con el país o algo así. Ese es un resultado provocado por el hombre. ¿Su Santidad acumula consecuencias kármicas negativas como resultado de eso?
Participante: ¿Lo hizo por inconsciencia?
Dr. Berzin: “Quiero ofender a los chinos, por eso me voy”.
Participante: Quise decir si lo hizo sin saber qué iba a pasar.
Dr. Berzin: ¿No lo sabe? Sabe perfectamente que los chinos se van a enfadar. No es ingenuo.
Digamos que haces bien tu trabajo y consigues un ascenso, lo que provoca envidia en los demás trabajadores. Por lo tanto, causas dolor a los demás al hacer bien tu trabajo. ¿Es destructivo hacer bien tu trabajo?
Participante: En la India, sí lo sería.
Dr. Berzin: En la India, sí.
Participante: Es como trabajar en el campo: no puedes hacer otra cosa que matar. Creo que cuando vives una vida normal, siempre vas a ofender a la gente.
Dr. Berzin: Exacto. Pase lo que pase, vas a ofender a alguien con lo que hagas. A alguien podría no gustarle la camisa que llevas puesta. A alguien podría no gustarle el perfume que llevas puesto.
Participante: Y dicen: “¡Demasiado perfume!”
Dr. Berzin: Exacto. “¡Demasiado perfume! Me molesta la alergia”, y cosas así.
Participante: Creo que siempre es así. No puedes hacerlo bien para todo el mundo.
Dr. Berzin: Exacto. Es imposible. Shantideva dijo, hablando de personas infantiles, que es imposible complacer a todo el mundo.
¿Eso significa que no lo intentas? Si vas a un país musulmán y sabes que vas a ofender a los demás si llevas minifalda o besas a tu novio en público, ¿lo haces o no?
Participante: Te abstienes.
Dr. Berzin: Te abstienes porque sabes que vas a ofender a todo el mundo.
Participante: También depende. Hace cuarenta años en Alemania era un problema besar a un chico en la calle. Hoy en día, a nadie le importa.
Dr. Berzin: Exacto. Hoy en día, las parejas que se besan en la calle no ofenderían a nadie porque los valores han cambiado. Bueno, por supuesto que los valores cambian, pero si sabes cuáles son, puedes evitar ofender a los demás.
Así pues, los ejemplos que estamos analizando aquí son de acciones que llegan a su fin, pero en las que no había intención de producir los resultados que se derivaron de ellas. Pero, como dije, ya hablaremos de este tipo de acciones.
De todos modos, la acción de pensar con malicia siempre llega a su final con la hostilidad como emoción motivadora: querer hacerle daño a la persona.
Tomar lo que no ha sido dado, participar en conductas sexuales inapropiadas y pensar con codicia: el deseo anhelante
Tomar lo que no se da, entregarse a una conducta sexual inapropiada y pensar codiciosamente llegan a su final con el deseo anhelante, el apego o la codicia.
Pensar distorsionadamente con antagonismo: ingenuidad
Pensar distorsionadamente con antagonismo llega a su final con ingenuidad.
Mentir, hablar divisoriamente y parlotear sin sentido: cualquiera de las tres emociones perturbadoras
Mentir, hablar divisoriamente y parlotear sin sentido pueden llegar a su final con cualquiera de las tres emociones o actitudes perturbadoras: puedes mentir por enojo; puedes mentir por apego –queriendo obtener algo-; puedes mentir por ingenuidad –pensando que es divertido mentir o algo así-.
En cualquiera de las acciones mencionadas anteriormente, la emoción causal motivadora que te lleva a pensar en realizar la acción puede ser diferente de la emoción motivadora contemporánea que lleva esa acción a su final. Por ejemplo, podrías robar un libro de una tienda por una motivación causal constructiva para ayudar a alguien con la información que contiene o por una motivación no especificada para aprender a arreglar un grifo que gotea en la cocina. La emoción causal motivadora también podría ser destructiva; podría ser odio hacia el dueño de la tienda, deseo anhelante de acumular libros o confusión debido a no entender la causa y el efecto, como pensar que robar va a demostrar que eres un hombre o que no hay nada malo en robar. Sin embargo, para realmente levantar la mano para tomar el libro y ponerlo en tu bolso de modo que el acto llegue a su final de pensar que el libro ahora es tuyo -incluso si lo estás robando para dárselo a otra persona- la acción tiene que estar motivada contemporáneamente por el deseo anhelante por el libro; de lo contrario, no querrías hacerlo tuyo robándolo.
Y, de nuevo, la emoción motivadora contemporánea puede cambiar durante el curso de la acción. También puede haber un retraso entre el momento en que se ha cometido la acción real y el momento en que llega a su final. Por ejemplo, un cazador podría herir fatalmente a un ciervo, pero podría pasar un tiempo antes de que el animal muera. El acto solo llega a su final cuando el animal muere. Durante este período, el cazador puede sentir arrepentimiento y una fuerte compasión por el animal mientras sufre y muere. Lo que Vasubandhu está especificando aquí, sin embargo, no es la emoción que ocurre en el momento inmediatamente anterior a que la acción llegue a su final: la muerte del ciervo. En cambio, está especificando la emoción motivadora contemporánea con la que uno lleva a cabo la acción real -en este caso, la hostilidad, desearle daño al ciervo- que hace que la acción llegue a su final. Así que aquí tenemos un buen ejemplo de arrepentimiento antes de que la acción llegue a su final. Pero, aun así, para dispararle, el cazador tuvo que tener la emoción motivadora contemporánea de desearle daño.
Solo las acciones de matar y hablar con dureza alcanzan su final cuando el objeto de la acción experimenta sufrimiento
Así pues, de las formas en que las siete acciones destructivas del cuerpo y del habla llegan a su fin, solo el quitarle la vida a otra persona y hablarle con dureza y abusivamente llegan a su fin cuando el objeto de la acción experimenta sufrimiento. En el caso del asesinato, la víctima tiene que morir. En el caso del habla con dureza y abusiva, la otra persona tiene que resultar herida por lo que hemos dicho. En el caso de las otras cinco acciones del cuerpo y del habla, no es necesario que el objeto de la acción experimente sufrimiento alguno para que la acción destructiva llegue a su fin. En el caso de la mentira, por ejemplo, la otra persona solo tiene que creer nuestra mentira. El hecho de que creerla acabe causando daño a esa persona no es la cuestión aquí.
Por lo general, especialmente según las éticas de tipo humanitario, pensamos que mientras la acción no haya hecho daño a nadie, no importa. Pero, aquí, lo que se dice es que estas otras cinco acciones son destructivas incluso si la otra persona no resulta herida. Por lo tanto, no importa si, por ejemplo, cuando robas, el dueño descubre o no la pérdida, o si, por ejemplo, cometes adulterio, la pareja de la persona con la que tienes relaciones sexuales se entera o no y resulta herida por ello. Eso no importa.
Es interesante, ¿no? En cierto sentido, esto de tener sexo con la pareja de otra persona es básicamente utilizar algo que no te pertenece. Creo que tiene algo que ver con la antigua creencia india de que la esposa pertenece al marido o al padre y cosas así.
Participante: Pero incluso aquí, en Europa, una cosa así suele acabar en dolor.
Dr. Berzin: Pero lo que se está diciendo aquí es que no importa si la pareja de esa persona se entera o no. Incluso si nadie se entera, sigue siendo destructivo.
Mientras la persona que inicia el robo sienta que el objeto robado ahora le pertenece, o la persona que comete adulterio experimente placer en la unión sexual, la acción sigue siendo destructiva. ¿Por qué? Porque, según Vasubandhu, la característica definitoria de una acción destructiva –lo que hace que una acción sea destructiva– es que esté motivada simultáneamente por una emoción o actitud perturbadora. Lo que la hace destructiva no es si causa sufrimiento a otra persona.
Así que esto es realmente muy interesante en términos de nuestro análisis del karma. Lo principal no es tanto la intención, ni tanto el sufrimiento experimentado por otra persona: es la emoción perturbadora. Eso es en lo que realmente quieres trabajar, en lo que debes concentrarte. Lo que es crucial, desde el punto de vista de la ética budista, es el estado mental, especialmente la emoción motivadora, con la que realizas una acción. No es si la persona a la que le robas, por ejemplo, realmente necesita ese objeto, lo echa de menos o emprende alguna acción legal. Eso no es lo que importa.
Preguntas
Eutanasia – ¿La motivación contemporánea es la compasión o la hostilidad?
Participante: ¿Qué tal si matamos a alguien por compasión?
Dr. Berzin: ¿Matar a alguien por compasión? Bueno, eso lo acabamos de analizar. La compasión es la motivación causal cuando piensas en quitarle la vida y decides hacerlo. Pero para que la acción real de quitarle la vida llegue a su fin, tienes que hacer algo que realmente haga que la persona muera. Y no importa si muere instantáneamente o un día después.
Pero ¿con qué emoción se le aplica a una persona una inyección letal? ¿Es hostilidad? La intención es que se quiera acabar con la vida de esa persona. La hostilidad implica exagerar las cualidades negativas de algo y desear deshacerse de ello o hacerle daño. Cuando se aplica la inyección, ¿se exageran las cualidades negativas del dolor que siente la persona enferma y se quiere acabar con él? ¿Hay también ingenuidad presente? En realidad, la ingenuidad de no saber el efecto de nuestra conducta, especialmente el efecto a largo plazo sobre uno mismo, siempre está presente. Así que se trata de una cuestión difícil de resolver. Sin embargo, para acabar intencionadamente con su vida, hay que tener la emoción motivadora de la hostilidad y realmente querer hacerlo.
Participante: Pero, ¿cuál era el otro punto, el que tiene que ver con el sufrimiento de la persona que muere?
Dr. Berzin: Bueno, depende de lo que entiendas por sufrimiento. El sufrimiento no significa necesariamente dolor. El sufrimiento de la persona que muere es que obtiene una “desventaja” de todo el asunto: muere.
¿Qué pasa cuando alguien quiere que le quites la vida? Digamos que la persona está en fase terminal con un cáncer muy doloroso y te dice: “Por favor, por favor, ponme una inyección”.
Participante: No creo que sufran tanto.
Dr. Berzin: ¿Sufren? Bueno, nuevamente, depende de tu definición de sufrimiento. El nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte se denominan “sufrimientos”. Suceden tanto si queremos que sucedan como si no.
Participante: Matar podría entonces ser realmente un acto puro de dar alivio a la persona.
Dr. Berzin: Entonces, dices que podría ser un acto de pura compasión. Sin embargo, cuando le aplicas esa inyección, realmente deseas que su vida termine. Pero no es que odies a la persona ni que estés enojado con ella.
Participante: Creo que uno realmente podría tener la motivación de querer terminar con su sufrimiento en lugar de la motivación de querer terminar con su vida.
Dr. Berzin: Pero para hacer eso, hay que matarla, lo cual les causa daño.
Participante: Pero la motivación es acabar con el sufrimiento, no acabar con la vida de esta persona.
Dr. Berzin: Pero entonces estás siendo ingenuo porque, por supuesto, para lograrlo, tienes que acabar con su vida, y no hay forma de saber qué tipo de sufrimiento pueden experimentar en el bardo y en su próxima vida. No es una acción destructiva muy fuerte, de ninguna manera, no en comparación con matar a alguien a quien odias. La motivación causal de la compasión, al ser tan fuerte, debilitará muchísimo las consecuencias kármicas de la acción de quitarle la vida. Pero para darle una inyección lo suficientemente fuerte para que muera y no hacer un trabajo a medias, ¿cuál tiene que ser tu estado mental? Tienes que desear realmente que muera, ¿no?
Participante: Pero no sería malicioso. No sería como matar a un animal o a un enemigo.
Dr. Berzin: Exacto. No hay intención maliciosa. Pero, de nuevo, depende de lo que entiendas por malicia. ¿Querer causar dolor? ¿Eso es malicia? ¿Querer provocar que la otra persona experimente algo que no desea? Bueno, quieren morir.
Participante: Creo que, de alguna manera, quieres hacer feliz a la otra persona. Cuando está sufriendo tanto y te suplica: “Por favor, por favor, ponme una inyección”, quieres hacerla feliz haciendo lo que te pide.
Dr. Berzin: Pero somos budistas. ¿No van a tener una próxima vida? ¿Y si lo que estamos haciendo es llevarlos rápidamente al infierno, en cuyo caso las cosas serán peores cuando mueran?
Participante: Pero la intención es aliviarles su sufrimiento.
Dr. Berzin: Lo que estoy diciendo es que la intención está mezclada con la ingenuidad. Aquí dice que la intención tiene que estar mezclada con la hostilidad: junto con la intención de querer realmente que la persona muera, se incluye la hostilidad de desearle daño. Si no se tuviera eso, no se daría una medida lo suficientemente fuerte para que muera. No se quiere simplemente hacerle daño. Y acabar con la vida de alguien es causarle daño.
Participante: Pero lo que dudo es que realmente esté mezclado con hostilidad.
Dr. Berzin: Bueno, ¿en realidad está mezclado con hostilidad?
Participante: Como usted ha dicho, se puede matar a alguien sin hacer nada. Tomemos el caso de mi abuela. Tenía ochenta y cinco años y no quería vivir más. Empezó a no comer y se debilitó cada vez más. Luego tuvo fiebre y los médicos y enfermeras decidieron no alimentarla, y luego murió.
Dr. Berzin: Bueno, aquí hay un buen ejemplo. Alguien quiere morir y tiene una voluntad anticipada con instrucciones de no ponerlo en una máquina de soporte vital, de no mantenerlo con vida artificial, es decir, de no alimentarlo a través de un tubo, etc. Cuando no haces nada y lo dejas morir así, dejándolo morir de muerte natural, ¿estás provocando pasivamente su muerte?
Participante: Hay gente que dice que sí.
Dr. Berzin: Hay gente que dice que sí, que eso es matarlos porque se podrían mantener vivos artificialmente con una máquina… lo que costaría un millón de euros a la semana.
Participante: También hace que la persona sufra durante más tiempo.
Dr. Berzin: Bueno, podrían estar en coma y no sentir nada. Estarían en estado vegetativo.
Se trata de verdaderos dilemas éticos. ¿Qué haces con tu perro o gato? ¿Lo sacrificas? En cierto sentido, la situación es un poco más peligrosa con los humanos, pero mucha gente sacrifica a sus mascotas cuando ya están muy viejas y enfermas. Se las entregan al veterinario, lo que hace que el veterinario las mate. Pero ¿es eso lo que hay que hacer? ¿Hay que dejar que el perro o el gato muera de muerte natural, aunque sufra mucho dolor? ¿Cuál es la diferencia entre un perro y una persona? Es un dilema terrible al que se enfrentan muchas personas. Puede que no se enfrenten a este dilema con sus abuelas, pero sí con sus mascotas. Entonces, ¿qué se puede hacer?
Participante: Creo que, de nuevo, depende de si estás dispuesto a asumir las consecuencias.
Dr. Berzin: Si tu motivación es la compasión, entonces lo haces si estás dispuesto a asumir las consecuencias kármicas. Bueno, entonces, por supuesto, el asunto es que tal vez la persona o el animal podrían haberse recuperado. Hay casos así. Entonces, por ingenuidad, por compasión idiota, los mataste.
Participante: Tratamos de limitar este riesgo de acortar la vida.
Dr. Berzin: Exacto. Intentamos limitar el riesgo. La cuestión es que se trata de una situación realmente difícil.
De todos modos, terminemos aquí porque ya se nos pasó un poco el tiempo. Pero creo que el final de todo esto –y profundizaremos más la próxima vez– es que uno realmente tiene que analizar. Hay tantos factores diferentes involucrados en lo que hace que nuestro comportamiento sea destructivo o constructivo. Y tratamos de disminuir la destructividad al ver qué factores están involucrados y cuáles podemos cambiar.
Participante: ¿Puedo agregar algo de información médica?
Dr. Berzin: Nuestro médico habla.
Participante: Gracias a la medicina occidental, las personas que están muriendo no necesitan sentir dolor. Se puede ajustar la medicación para evitar que sufran y se puede hacer sin causarles la muerte.
Dr. Berzin: Exacto. Cuando alguien sufre un dolor intenso, la medicación para el dolor (morfina o lo que sea) se puede ajustar de forma que no sea una dosis letal. Por lo tanto, habría que querer matar a la persona para administrarle una dosis tan alta.
Participante: No, lo que quería decir es que a veces se habla de por qué se debe permitir que la gente muera o incluso ayudarla a morir. Pero creo que, si la medicación es buena, la gente puede vivir un tiempo sin dolor.
Dr. Berzin: Básicamente lo que está diciendo es que, desde un punto de vista médico, debido a que se puede controlar el dolor para que la persona no sufra, no hay necesidad de eutanasia.