Lam-rim 45: Certeza de maduración; la fuerza positiva es un factor de la naturaleza búdica

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Repaso

Hemos recorrido las etapas graduales del camino, que se refieren a los diferentes tipos de entendimientos que necesitamos obtener en un orden gradual para alcanzar las metas del Dharma, es decir, lograr mejores renacimientos futuros, particularmente preciados renacimientos humanos, para que podamos continuar en el camino, y luego alcanzar la liberación y, finalmente, la iluminación. 

Comenzamos con el preciado renacimiento humano, reconociendo en primer lugar que tenemos todos estos respiros temporales, o libertades, de los peores estados en los que no tendríamos posibilidades de seguir ninguna práctica espiritual y que nuestra vida está llena de grandes y enriquecedoras oportunidades para estudiar, practicar con personas que apoyan el Dharma, etc. Vimos que las causas de esto eran la autodisciplina ética y las fuertes plegarias para seguir teniendo preciados renacimientos humanos, complementadas con las actitudes de largo alcance de generosidad, paciencia, perseverancia gozosa, estabilidad mental y darse cuenta que discrimina. Nos dimos cuenta de lo rara que es esta oportunidad y que se perderá en el momento de la muerte, esto es seguro. 

La muerte llegará para todos y no tenemos idea de cuándo. Lo único que será de alguna ayuda en el momento de la muerte en términos de nuestra vida futura son las medidas preventivas que hayamos tomado para acumular fuerzas positivas y demás en nuestro continuo mental y eliminar las negativas tanto como sea posible; en otras palabras, la práctica del Dharma. 

Vimos que, si no hemos tomado estas medidas preventivas y morimos con fuertes potenciales negativos en nuestro continuo mental debido a nuestro comportamiento destructivo y emociones perturbadoras, podríamos renacer en uno de los tres peores estados: como un ser atrapado en los reinos sin alegría (una criatura del infierno), como un espíritu (o fantasma) aferrado, o como una criatura rastrera (o animal). Ciertamente no querríamos experimentar eso. Lo hemos experimentado tantas veces en vidas anteriores, y ya son suficientes. Por lo tanto, tenemos una gran cautela o miedo a esto, pero en un sentido positivo, no en el sentido de sentirnos desesperados e indefensos. 

Al mismo tiempo, vemos que hay una manera de evitar que tales cosas sucedan en el futuro al darle la dirección segura de Buda, Dharma y Sangha a nuestra vida, lo que se conoce como tomar refugio. Observamos lo que esto significa en el nivel más profundo, que es (1) lograr las verdaderas detenciones del no darse cuenta, las emociones perturbadoras y demás que nos hacen acumular karma negativo, y (2) alcanzar los verdaderos caminos de la mente, o caminos verdaderos, que producen estas verdaderas detenciones, es decir, la comprensión no conceptual en general de las cuatro verdades nobles y, en particular, de la vacuidad. Vimos que los budas las tienen en su totalidad en sus continuos mentales, y la Sangha Arya, la Sangha altamente realizada, son aquellos que las han logrado en parte. 

Analizamos lo que implicaría dar a nuestra vida esta dirección segura en términos de entrenamientos generales, como comprometernos con un maestro espiritual, estudiar el Dharma, adoptar la ética budista, etc., y, más específicamente, evitar las diez acciones destructivas. Eso nos llevó al tema del karma.

Hemos visto qué es realmente el karma. El karma (las) es un impulso de actuar, hablar o pensar de una determinada manera, basado en las tendencias o potenciales kármicos acumulados a partir de nuestro comportamiento anterior. 

También analizamos los principios generales, o leyes, del karma (causa y efecto conductual), el primero de los cuales es que cualquier infelicidad y sufrimiento que podamos estar experimentando es el resultado de un comportamiento destructivo y cualquier felicidad que podamos estar experimentando es el resultado de un comportamiento constructivo. La felicidad de la que estamos hablando aquí es del tipo que no dura, nunca satisface, etc., por lo que es el resultado de un comportamiento constructivo que está mezclado con confusión sobre la realidad. 

Luego analizamos los distintos factores que necesitan estar presentes para que una acción física, verbal o mental, ya sea constructiva o destructiva, tenga el máximo resultado. Si falta alguno de estos factores, la acción es incompleta o se convierte en un tipo diferente de acción.

La última vez también analizamos cómo evitar las opiniones extremas con respecto a la responsabilidad kármica y hablamos acerca de aquello de lo que realmente somos responsables. Analizamos este tema con bastante profundidad.

Criterios que determinan la certeza y la incertidumbre de la maduración de los potenciales kármicos a partir de los impulsos kármicos

Lo que me gustaría discutir ahora es la diferencia entre los impulsos kármicos sobre los cuales hay certeza (nges-pa'i las) y aquellos sobre los cuales no hay certeza (ma-nges-pa'i las). Tanto Vasubandhu como Asanga tienen sus propias presentaciones de las diferencias entre los dos. 

Según los sistemas que Vasubandhu y Asanga tienen en común, algunos impulsos kármicos tienen certeza en cuanto a la vida en la que los potenciales y tendencias que dejan en nuestro continuo mental comenzarán a madurar, y otros no tienen tal certeza. Los potenciales y tendencias kármicos pueden madurar (1) en esta vida, (2) en la vida inmediatamente siguiente, o (3) en alguna vida después de esa. Eso se refiere específicamente a cuándo empezarán a madurar, porque los potenciales y tendencias kármicos pueden continuar madurando durante muchas vidas. Independientemente de cuándo comiencen a madurar los potenciales y tendencias kármicos, no hay certeza de cuándo terminarán de madurar.  

En cuanto a los criterios que determinan qué tipos de potenciales y tendencias kármicos tienen la certeza de madurar dentro de un marco temporal específico y cuáles no, Vasubandhu tiene una presentación y Asanga tiene dos diferentes, una más simple y otra más compleja. Hablaremos de la diferencia entre las dos presentaciones de Asanga más adelante. Primero, veamos algunos puntos generales que plantea Asanga. 

Según Asanga, existen cuatro tipos de impulsos kármicos: reforzado, no reforzado, llevado a la acción y no llevado a la acción.

Hay dos variables que afectan el momento en que madurará el potencial kármico de un impulso kármico y si hay alguna certeza al respecto. Estas son si el impulso kármico ha sido reforzado o no y, ya sea reforzado o no, si se lleva a la acción o no. Un impulso kármico reforzado es aquel cuyo potencial kármico ha sido fortalecido ya sea por la base a la que se dirige la acción, el tipo de acción para el que es un impulso o la circunstancia que causó que surgiera el impulso. El impulso se lleva a la acción si da surgimiento a una acción. 

Si un impulso kármico es reforzado y llevado a la acción, existe certeza acerca del momento en que comenzarán a madurar los potenciales y tendencias kármicos construidos a partir de él. Existen tres posibilidades: 

  1. Los potenciales y tendencias kármicos de algunos tipos de impulsos kármicos comenzarán a madurar en la misma vida en la que ocurren las acciones provocadas por esos impulsos. Hay mucha discusión sobre qué acciones son estas. Por lo general, son acciones positivas o negativas muy fuertes hacia nuestros maestros espirituales, nuestros padres, etc., que se realizan con una fuerte motivación. 
  2. Los potenciales y tendencias kármicos de otros tipos de impulsos kármicos comenzarán a madurar en la vida inmediatamente posterior a aquella en la que se produjeron las acciones provocadas por esos impulsos. Estas acciones son los cinco crímenes atroces: (a) matar a nuestras madres, (b) a nuestros padres, (c) a un arhat, (d) causar división en la sangha, lo que significa iniciar nuestras propias comunidades con odio y pensamientos muy negativos hacia la comunidad monástica budista, etc., y (e) y con malas intenciones, sacarle sangre a un buda. Los potenciales y tendencias kármicos por haber cometido cualquiera de estas acciones atroces madurarán en la vida inmediatamente posterior en la forma de un renacimiento en el reino infernal más bajo.
  3. Los potenciales y tendencias kármicos de otros tipos de impulsos kármicos comenzarán a madurar en alguna vida posterior a la vida inmediatamente posterior en la que se produzcan las acciones provocadas por esos impulsos. Se refieren a todas las demás acciones provocadas por impulsos kármicos reforzados que no están incluidos en las dos primeras posibilidades.

Existen tres tipos de impulsos kármicos de los que no se sabe con certeza cuándo comenzarán a madurar sus potenciales y tendencias kármicas. Estos son: (1) impulsos kármicos no reforzados que son llevados a la acción, (2) impulsos kármicos reforzados que no son llevados a la acción e (3) impulsos kármicos no reforzados que no son llevados a la acción.   

Asanga, a diferencia de Vasubandhu, afirma que también hay impulsos para los cuales no hay certeza de que los potenciales kármicos acumulados por ellos maduren. Esto se debe a que, en el caso de los impulsos y acciones destructivos, los potenciales kármicos negativos pueden eliminarse de nuestro continuo mental mediante prácticas de purificación. 

Todos los sistemas budistas coinciden en que la cognición no conceptual de las cuatro verdades nobles o, en concreto, de la vacuidad, libera nuestro continuo mental de las emociones y actitudes perturbadoras. Sin embargo, las distintas escuelas difieren en cuanto a lo que ocurre con los potenciales kármicos negativos de nuestro continuo mental que aún no han madurado antes de alcanzar la liberación. 

¿Qué sucede con el karma no madurado que queda en nuestro continuo mental cuando alcanzamos la liberación?

La presentación Hinayana

Las teorías Hinayana afirman (es decir, Vasubandhu y los Teravada) que mientras tengamos agregados manchados, nosotros –incluso como arhats o budas– seguiremos experimentando la maduración de los potenciales kármicos (tanto positivos como negativos) y las tendencias kármicas en forma de resultados que corresponden a sus causas en nuestra experiencia. Por lo tanto, aún podrían sucedernos cosas negativas. Vasubandhu define los fenómenos manchados como aquellos elementos que causan que ocurran más fenómenos manchados (refiriéndose a emociones y actitudes perturbadoras) o que hacen que estos fenómenos manchados se hagan más fuertes. Una forma en que lo hacen es siendo el objeto focal de una cognición. Cuando dichos elementos son los objetos conocidos por nuestra propia mente o la mente limitada de otra persona, el resultado es que surgen más emociones o actitudes perturbadoras en el continuo mental de la persona que los conoce. Por ejemplo, los celos y la ira de Devadatta se hicieron más fuertes al ver al Buda. Esto provocó que se activara una tendencia kármica en el continuo mental de Devadatta, lo que luego lo llevó a intentar asesinar al Buda.  

Vasubandhu considera que todos los fenómenos no estáticos, excepto las mentes verdaderas que son el camino, están manchados, incluidos los agregados de un buda o un arhat y, por lo tanto, ambos tienen potenciales kármicos entre sus agregados que aún no han terminado de madurar. Como resultado, el Buda se encajó una astilla, algunos arhats fueron golpeados y algunos incluso fueron asesinados. Sin embargo, no experimentarían tales sucesos con el sufrimiento de la infelicidad y el dolor, la infelicidad y el dolor burdos. Debido a que tienen agregados manchados, los experimentarían con una felicidad manchada o con sensaciones neutras manchadas. Estas sensaciones, al ser no estáticas, siguen estando manchadas, según Vasubandhu. Para él, solo las mentes verdaderas que son el camino y los fenómenos estáticos – es decir, el espacio, la detención analítica y la verdadera– están no manchados.  

Es un punto interesante. Si me golpearan, no necesariamente me sentiría feliz por ello, pero digamos que, como buda, seguiría teniendo un estado mental dichoso, que no es la felicidad ordinaria, o un estado mental neutro, aunque seguiría siendo un fenómeno manchado. Como Devadatta se asustaría al observar eso, su observación activaría sus propias tendencias negativas de matar. Sin embargo, las tendencias kármicas residuales del Buda por haber golpeado a otros en vidas anteriores no madurarán en resultados que correspondan a sus causas en su comportamiento: no va a repetir acciones negativas. 

Nirvana con y sin residuo

Sin embargo, según los sistemas Hinayana, existe una diferencia entre el nirvana con residuo (lhag-bcas-kyi mya-ngan 'das), que es la liberación alcanzada en esta vida, y el nirvana sin residuo (lhag-med mya-ngan 'das), que es la liberación alcanzada en el momento de la muerte. Al morir, el continuo mental se extingue como una vela, dicen. Para entonces, todo habría terminado de madurar de una forma u otra.

Participante: ¿No es posible que un buda en cualquier vida, no solo en una vida en la que alcanzó la iluminación, haga que los potenciales negativos de otros se activen cuando lo ven?

Dr. Berzin: Probablemente sí. En primer lugar, en los sistemas Hinayana, el continuo mental de un buda termina con su muerte en la vida en la que alcanza la iluminación. Solo los Mahayana dicen que el flujo mental de un buda continúa. Pero es una pregunta interesante si un buda, desde un punto de vista Mahayana, podría o no hacer que otra persona se enojara. En cualquier caso, estarían de acuerdo en que Devadatta se enojó con el Buda y trató de matarlo. 

Participante: ¿No sería contrario a la vacuidad decir que nadie podría ver al Buda de manera negativa?

Dr. Berzin: He oído enseñanzas de que nadie, por ejemplo, sentiría atracción sexual por un buda, pero eso podría ser solo una enseñanza Mahayana. Un buda no provocaría ese tipo de emoción perturbadora en alguien, independientemente de la forma en que pudiera aparecer. No sé si de ello se desprende necesariamente que nadie podría desarrollar ira hacia un buda. Y no sé si el relato de Devadatta intentando matar al Buda solo se encuentra en las fuentes Hinayana. Los Mahayana dicen que el Buda se clavó una astilla en el pie o algo así solo para demostrar el karma, causa y efecto, a los demás. Pero tampoco tiene sentido que el hecho de que el Buda fuera una circunstancia para la maduración de la tendencia de Devadatta a cometer asesinatos fuera solo un espectáculo para enseñarnos la causa y el efecto kármicos. 

La cuestión es si nuestras acciones, o simplemente nuestros agregados que actúan como circunstancias para la maduración de los potenciales kármicos de otra persona, son un tipo de maduración de nuestros propios potenciales kármicos. No lo creo, ya que ese tipo de maduración no está incluida entre los efectos que maduran a partir de los potenciales y tendencias kármicos.  

En fin, sigamos adelante. No quiero extenderme demasiado en estos detalles. Me gustaría adentrarme en el proceso de purificación.

La presentación Mahayana

Lo que afirma el Mahayana, al igual que Asanga es que, cuando los arhats alcanzan la liberación, todavía pueden experimentar los resultados de las tendencias kármicas que corresponden a sus causas en la propia experiencia. Pero cuando alcanzan el nirvana sin residuos, solo termina la fase samsárica de sus continuos mentales; sus continuos mentales purificados continúan, y pueden renacer en una tierra pura, etc., con cuerpos mentales hechos de luz pura. Incluso son capaces de desarrollar allí la bodichita y continuar recorriendo las etapas finales del camino del bodisatva hacia la iluminación. Además, no acumulan más potenciales kármicos. Los hábitos del karma que quedan en sus continuos mentales solo dan sugimiento a su conciencia limitada, lo que impide su omnisciencia. Solo cuando alcanzan la iluminación se deshacen de eso.

Ahora hablemos de los budas. Según los sistemas Mahayana, un buda no alcanza ni el nirvana con residuo ni el nirvana sin residuo. Un buda alcanza lo que se llama un “nirvana que no mora” (mi-gnas-pa'i mya-ngan 'das). Por lo tanto, un buda no mora en el extremo del samsara ni del nirvana. 

Ahora bien, en todos los sistemas de principios Mahayana, excepto en el Gelug Prasánguika, se dice que un buda alcanza la liberación y la iluminación al mismo tiempo. En ese momento, un buda ha terminado con todas las repercusiones kármicas. No tiene que terminar de madurar primero porque el logro de la liberación y la iluminación las elimina por completo. El Gelug Prasánguika dice que un buda alcanza primero la liberación y, luego, la iluminación. Pero, de la misma manera, dicen que un buda se deshace de todas las repercusiones kármicas y que las repercusiones no tienen que madurar antes de que él o ella haya alcanzado la iluminación. Entonces, cuando el Buda se clavó una astilla en el pie, según el Mahayana, simplemente estaba demostrando causa y efecto.

De todos modos, estos son detalles. No es necesario profundizar demasiado en ellos. La cuestión es, ¿cómo nos purificamos del karma negativo? Ese es realmente el objetivo de todo esto. Según los diferentes sistemas filosóficos budistas, hay diferentes formas de entender cómo nos purificamos de él. Según algunos sistemas, no podemos deshacernos de él: tiene que madurar, al menos en términos de que nos suceda algo negativo, aunque no experimentemos ningún sufrimiento. Según otros sistemas, seguiremos experimentando cosas negativas en la vida en la que nos liberamos y nos convertimos en arhats. Pero en las vidas posteriores, según el Mahayana, no experimentaremos que nos suceda nada negativo. Y según los sistemas Mahayana, un buda no experimenta que le suceda nada negativo en la vida en la que alcanza la iluminación. 

Entonces, eso es en términos de cosas negativas.

¿Se puede eliminar la fuerza positiva?

“Raíces cortadas de virtud”

¿Y qué pasa con las cosas positivas? Hay todo un debate sobre las “raíces cortadas de  virtud”. ¿Han oído hablar de eso alguna vez? Tenemos estas llamadas raíces de fuerza positiva. Algunos textos dicen que es posible realizar actos tan negativos que se cortan todas las raíces de fuerza positiva, haciendo imposible liberarse o iluminarse. La mayoría de los textos en realidad no están de acuerdo con eso. Lo que dicen es que, cuando se trata de eliminar los potenciales kármicos positivos y dejar de madurar, “esto puede ocurrir a través de un proceso gradual, por la fuerza de un pensamiento repetido, muy fuerte, distorsionado y antagónico con el que negamos que la causa y el efecto del comportamiento funcionen y, por lo tanto, que haya algún valor en abstenernos de ser destructivos”. Pensar así durante mucho, mucho tiempo, dicen, cortará estas raíces. Sin embargo, también dicen que esto es temporal, que la eliminación de las raíces de virtud es solo una supuesta eliminación: no se cortan para siempre. Pueden reconectarse si posteriormente comenzamos a pensar que nuestras acciones podrían tener consecuencias, o desarrollamos una perspectiva correcta respecto de la causa y el efecto del comportamiento. 

Este es un punto muy importante: por muy negativos que seamos, la fuerza positiva que tenemos en nuestro continuo mental no se puede eliminar por completo; de alguna manera, se puede reactivar. La fuerza negativa, en cambio, se puede eliminar por completo. Así que esa es una pregunta interesante: ¿por qué? ¿Qué piensan?

Participante: Las raíces negativas no concuerdan con la realidad y las raíces positivas concuerdan con la realidad.

Dr. Berzin: Pero las positivas están construidas con karma, lo que significa que están mezcladas con ingenuidad sobre la realidad.

Participante: Pero las positivas están un poco más cerca de la realidad que las negativas.

Dr. Berzin: ¿Es así?

Participante: Tal vez los cristianos dirían que es por la gracia de Dios o algo así que no estás condenado.

Dr. Berzin: Bueno, aquí se dice que nadie está condenado para siempre.

Participante: “Condenado” – se podría mirar de esa manera.

Dr. Berzin: Sí, pero ¿cuál sería una explicación budista de ello?

Participante: Estoy de acuerdo con Mark en que, aunque seamos ingenuos respecto de la realidad, el comportamiento constructivo que realizamos nos acerca a la realidad.

Dr. Berzin: Nos acerca a la realidad. Vale, eso está un poco mejor.

Participante: Bueno, hay dos niveles de ignorancia involucrados en hacer algo negativo.

Dr. Berzin: ¿Cuáles son estos dos niveles?

Participante: Ignorancia sobre causa y efecto e ignorancia sobre la realidad.

Dr. Berzin: La ignorancia de la causa y el efecto y la ignorancia de la realidad. Muy bien. ¿De qué hablaba el punto anterior? Hablaba de tener una actitud negativa hacia la causa y el efecto; no hablaba de no tener una visión correcta de la realidad. Muy bien: prestaste atención. Decir que no hay causa y efecto –que nuestro comportamiento no tiene efecto y que, por lo tanto, no importa lo que hagamos– es lo que realmente destruye las raíces de cualquier fuerza positiva que hayamos construido. 

Pero, en cualquier caso, la fuerza positiva se va a mezclar con la ingenuidad sobre la realidad, al igual que el comportamiento destructivo.

Participante: Eso es cierto, pero al menos la ignorancia sobre causa y efecto ha desaparecido o se ha reducido fuertemente.

Dr. Berzin: ¡Muy bien!

Participante: Además, las acciones positivas y constructivas son al menos compatibles con una comprensión correcta.

Dr. Berzin: Eso también es cierto: son compatibles con una visión correcta de la vacuidad. 

¿Qué pasa con la naturaleza búdica? ¿Acaso incorporamos a la naturaleza búdica? Piénsenlo.

[meditación]

Los factores de la naturaleza búdica son características innatas de nuestros continuos mentales

Bien, si todos tenemos la naturaleza de Buda, ¿existe alguna manera en la que podamos hacer que nos resulte imposible llegar a ser algún día un buda?

Participante: No.

Dr. Berzin: No, pero esa es la cuestión: todo el mundo puede convertirse en un buda. ¿Por qué todo el mundo puede convertirse en un buda?

Participante: Porque todo el mundo está vacío de existir desde su propio lado.

Dr. Berzin: Entonces, ¿puede la mesa iluminarse?

Participante: No. No hay nada inherente en los continuos mentales.

Dr. Berzin: ¿No hay nada inherente? Tengan cuidado con lo que quieren decir con “inherente”. ¿No hay ninguna buena cualidad?

Participante: No inherentemente.

Dr. Berzin: Seamos claros. Hay cualidades innatas que forman parte del continuo mental, del continuo mental de todos. Inherente significa que esas cualidades tienen el poder por sí mismas de establecer su propia existencia, y ese poder no lo tienen. 

La razón, básicamente, por la que todos pueden convertirse en un buda es porque el continuo mental no está inherentemente manchado por las formas imposibles de existencia, las emociones perturbadoras, etc.: es, por naturaleza, puro. 

Factores de la naturaleza búdica: entramados de fuerza positiva y conciencia profunda

Es algo interesante. ¿Cuáles son los factores de la naturaleza búdica? ¿Qué dice el sutra? Tenemos un entramado de fuerza positiva y un entramado de conciencia profunda. Todo el mundo tiene estos dos entramados. El entramado de fuerza positiva es la causa obtentora de los Cuerpos de Forma de un Buda. Tiene que ser complementado con el entramado de conciencia profunda. El entramado de conciencia profunda, complementado por el entramado de fuerza positiva, es la causa obtentora de la mente de un buda. Además, existe la capacidad del continuo mental de ser inspirado. Eso está en el Uttaratantra, rGyud bla-ma en tibetano, La continuidad interminable, el texto de Maitreya, un texto fundamental. ¿Por qué se dice que esos son los factores que se transformarán en los cuerpos de Buda? Eso se convierte en una pregunta interesante: ¿Por qué? 

En lo que se refiere a la conciencia profunda, tenemos los cinco tipos de conciencia profunda. Aunque el entramado real de conciencia profunda solo se construye mediante la cognición no conceptual de la vacuidad, existe, sin embargo, esta presentación de los cinco tipos de conciencia profunda: que el continuo mental de todos tiene estos cinco: (1) recibe información como un espejo, que es la conciencia profunda cual espejo; (2) coloca las cosas en categorías, que es la conciencia profunda de la igualdad; (3) individualiza las cosas, que es la conciencia profunda individualizadora; (4) sabe cómo relacionarse con las cosas, que es la conciencia profunda del logro; (5) sabe qué son las cosas, que es la conciencia profunda dharmadhatu. Todos tenemos esas en cada renacimiento. Por lo tanto, podemos decir que son parte de la naturaleza búdica. 

Pero ¿qué pasa con esta fuerza positiva? ¿Qué es lo positivo que todos tenemos? Esa es la pregunta. ¿Es porque somos básicamente buenos? Esto es lo que encontramos mucho en el pensamiento chino, que básicamente proviene de la filosofía confuciana de Mencio (Mengzi), es decir, que la humanidad es básicamente buena. ¿Es eso de lo que habla la naturaleza búdica en el budismo? Ni siquiera usan esas palabras, ¿verdad? ¿Qué tiene de bueno?

Participante: Desde un punto de vista tántrico, ¿dirías que todo el mundo tiene la mente más sutil?

Dr. Berzin: Sí. 

Participante: Está ahí, así que de alguna manera siempre puedes aproximarte a ello. 

Dr. Berzin: Correcto. Pero esto plantea un punto interesante: ¿La mente más sutil no está especificada, en otras palabras, no está especificada por el Buda como constructiva o destructiva, o es constructiva? Es constructiva según el tantra. Esto es algo que, nuevamente, está abierto al debate porque entonces tenemos la pregunta: si la mente de luz clara es constructiva, ¿es también constructiva la mente de luz clara de la muerte? Hay quienes dicen que no, que la mente de luz clara, ciertamente desde el punto de vista del sutra, no puede decirse que sea constructiva. Pero hay muchos textos que dicen que es constructiva, pero eso es ver principalmente desde un punto de vista del tantra. Pero, nuevamente, ¿qué pasa con la mente de luz clara de la muerte? Si es constructiva, entonces, por supuesto, tenemos allí una fuerza positiva básica. 

¿Es el instinto de autoconservación un factor innato positivo?

La compasión se considera un factor de la naturaleza búdica. Podría estar mezclada con el aferramiento al yo, etc. Podría estar dirigida solo hacia nosotros mismos en términos de autoconservación. ¿Qué es la compasión? Es el deseo de que los demás se liberen del sufrimiento y de las causas del sufrimiento. Si ese deseo está dirigido hacia nosotros mismos –“Quiero liberarme del sufrimiento”–, es autoconservación. El instinto de autoconservación está ahí, sin duda, ¿no es así? Todo el mundo lo tiene. Incluso una hormiga o un gusano lo tienen. Así que esto podría tomarse como algo positivo, ¿no es así? Está simplemente mezclado con el aferramiento al yo. Eso sí, podríamos tener esa compasión dirigida hacia los demás y mezclarla también con el aferramiento a ellos. 

Piénsenlo: ¿qué hay de positivo y constructivo de forma innata que explique el hecho de que nunca podamos liberar al continuo mental de toda la fuerza positiva, pero sí de toda la fuerza negativa? Además de esto, cuando comprendemos la vacuidad, no nos liberamos de la fuerza positiva, porque la fuerza positiva tiene que ver con la comprensión de la realidad. Sin embargo, nos liberamos del potencial kármico positivo manchado, porque éste se basa en una comprensión incorrecta de la realidad. Si nos deshacemos de ese potencial kármico positivo manchado, así como del negativo, nos liberamos de todo el potencial kármico. 

Participante: Puedo entender cómo podríamos asociar el impulso de autoconservación con la naturaleza búdica, pero no creo que sea necesariamente algo positivo. Creo que sería exagerado decir eso.

Dr. Berzin: Lo planteo simplemente como una sugerencia, que la autoconservación podría considerarse algo positivo, pero dices que no es necesariamente algo positivo, que la autoconservación es muy egoísta.

Participante: Podría ser egoísta.

Dr. Berzin: Bueno, definitivamente es egoísta.

Participante: Y podría ser destructivo.

Dr. Berzin: También puede ser positivo: “Quiero vivir mucho tiempo para poder beneficiar a los demás”. Pero, sin duda, podría ser destructivo.

Participante: Creo que ya es constructivo querer ayudarme a mí mismo. Eso es una base para entender que quiero ser feliz. 

Dr. Berzin: ¡Muy bien! La autoconservación es una consecuencia de uno de los axiomas básicos del budismo: todo el mundo quiere ser feliz y nadie quiere ser infeliz.

Participante: Si todos tienen esta comprensión, entonces no puede ser destructivo.

Dr. Berzin: Bueno, todo el mundo tiene ese impulso, no esa comprensión, de ser feliz. Y eso es constructivo, aunque sea egoísta. ¿O no?

Participante: Supongo que algunos animales tienen este instinto muy fuerte. Probablemente matan a mil o dos mil animales solo para comer.

Participante: Entonces, por un lado, tienes el aspecto positivo de “quiero ser feliz” y, por el otro lado, tienes dos mil víctimas como consecuencia.

Dr. Berzin: Correcto. Ahora bien, este es un punto interesante. Un animal, digamos un león, tiene este aspecto positivo –si lo vamos a ver de esa manera– de querer ser feliz. Pero, por otro lado –y como dice en las enseñanzas, todo el mundo quiere ser feliz, pero la mayoría de la gente no sabe cuál es la verdadera causa de la felicidad– el león mata a muchos miles de otros animales y, así, acumula todas estas cosas negativas. Ahora bien, ciertamente, la fuerza positiva podría debilitarse por todas estas cosas negativas de modo que se vuelva muy ineficaz. Aun así, lo que este punto está diciendo es que no podemos eliminar la fuerza positiva por completo. Nada puede eliminarla por completo. El animal ciertamente no sabe acerca de la causa y el efecto, ¿no es así?

Participante: Sí, el animal no cambiará y comenzará a buscar la infelicidad.

Dr. Berzin: Exacto. El animal no va a elegir la infelicidad. Incluso si uno es masoquista, el dolor que uno elige se considera felicidad.

Participante: Eso es cierto incluso si uno se suicida.

Dr. Berzin: Incluso en el caso del suicidio, lo haces porque quieres ser feliz y crees que seguir vivo no es la forma de ser feliz. 

Participante: Estoy de acuerdo en que este instinto primario es una base para las acciones constructivas, porque creo que es difícil querer hacer algo positivo por los demás si uno no tiene este instinto de ser feliz. ¿Cómo puede uno querer compartir la felicidad o hacer felices a los demás si uno no lo tiene?

Dr. Berzin: Hay quienes incluso se sacrifican para hacer felices a los demás. Incluso una madre pájaro lo hace: se priva de comida para alimentar a sus polluelos. No hace falta ser una forma de vida muy sofisticada para eso. Es la preservación de la especie.

Participante: Me preguntaba qué es lo que ya tenemos que es positivo. Pensaba que la forma en que llegamos a la vida ya es, de alguna manera, un acto de amor. 

Dr. Berzin: Este es también un buen punto. Su Santidad el Dalái Lama señala que la compasión es algo biológico. La mayoría de las madres sienten compasión por el bebé, y el bebé instintivamente va hacia la madre en busca de calor, protección, leche, etc. Tan pronto como salen del útero, trepan por el vientre de la madre para llegar a los pezones en busca de leche. Por lo tanto, este aspecto básico del amor y la compasión es bastante innato. 

Su Santidad siempre menciona el ejemplo de las tortugas marinas que ponen sus huevos, se van y nunca vuelven. Por lo tanto, nunca ven a las crías. Siempre quiere que alguien realice un experimento trayendo a la tortuga marina madre de regreso después de que las crías hayan eclosionado para ver si existe algún tipo de vínculo entre ellas. Bueno, nadie ha sido capaz de hacer eso. No es tan fácil identificar qué tortuga marina pone qué huevos.

Participante: El acto sexual también es como intercambiar: dar y recibir.

Dr. Berzin: No tiene por qué ser así. Podría tratarse de una violación.

Participante: Es cierto, pero creo que también es un acto de autoconservación.

Dr. Berzin: Bueno, no necesariamente. Puede ser solo por placer. También puede estar motivado por la ira, por ejemplo, por querer humillar a la otra persona.

Participante: Está motivado por el apego.

Participante: Pero no es solo eso. No es necesariamente que todo el mundo esté lleno de apego, odio o lo que sea. De vez en cuando, hay algunas motivaciones positivas.

Dr. Berzin: Exacto. Entonces, ¿acaso incluso el peor dictador que masacra a millones de personas –Hitler, Stalin, etc.– tiene raíces de fuerza positiva en sí mismo?

Participante: Sí. Hitler era muy bueno con su perro.

Participante: Y amaba a una mujer.

Dr. Berzin: Él amaba a una mujer. Al final, también la mató.

En cualquier caso, lo que este punto está diciendo es que no importa cuánto se debilite la fuerza positiva, hay una fuerza positiva básica que es parte de la naturaleza del continuo mental. Y lo que se ha debilitado se puede revitalizar; por lo tanto, nada puede eliminarlo. Por otro lado, la fuerza negativa se puede eliminar mediante la comprensión de la vacuidad. Y la parte de la fuerza positiva que se puede eliminar es la parte que está manchada, que está mezclada con confusión. La fuerza positiva que se construye con la comprensión de la vacuidad continuará. Eso continuará. 

Participante: Esto es solo una idea. Los científicos no saben realmente qué desencadenó el Big Bang porque creen que todo lo anterior podría haber estado en completo equilibrio. Pero debe haber habido alguna deficiencia entre la energía y la materia o lo que sea que haya desencadenado el fenómeno. Tal vez esto sea lo que desencadena nuestra existencia: que tenemos una falla en nuestro equilibrio de lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, y que lo positivo es más prominente desde el principio.

Dr. Berzin: Lo que está diciendo es que los científicos están desconcertados en cuanto a qué pudo haber causado el Big Bang, qué pudo haberlo desencadenado. Si todo estaba en un estado de equilibrio antes del Big Bang… pero se supone que el Big Bang es la fuente de todo, por lo que nada podría haber existido antes del Big Bang, según esa teoría. Pero si algo existía antes del Big Bang, obviamente no podría haber estado en un estado de equilibrio; por lo tanto, se produjo el Big Bang. Por lo tanto, se pregunta si ocurre lo mismo con la naturaleza del continuo mental (que no tiene principio, ¿eh?), que no hay un equilibrio entre las cosas positivas y negativas, sino que hay un predominio de lo positivo. Ahora bien, el budismo no está diciendo que, al principio, el continuo mental era positivo y luego entró lo negativo, como Adán cayendo en desgracia cuando comió la manzana. No está diciendo eso. 

Participante: Y, en un momento dado, el continuo mental podría tener más de lo negativo.

Dr. Berzin: Sin duda, ha habido filósofos que han dicho que la naturaleza humana es básicamente mala y otros que han dicho que es básicamente buena. ¿Acaso el budismo dice que la naturaleza humana, no solo la naturaleza humana sino la naturaleza del continuo mental, es básicamente constructiva, básicamente positiva? ¿Es ese un axioma general en este caso?

Participante: Es una condición de lo que somos. Es simplemente cómo llegamos a ser lo que somos.

Dr. Berzin: Bueno, decir que así es como llegamos a ser todos supone que hubo un comienzo. Desde el punto de vista budista, no hay comienzo. La ignorancia no tiene comienzo, así que nuestros potenciales negativos no tienen comienzo. Pero nuestros potenciales positivos tampoco tienen comienzo. Ninguno de los dos tiene comienzo. Sin embargo, uno de ellos puede eliminarse. Los potenciales negativos solo pueden estar manchados: están mezclados con confusión. Los positivos pueden estar mezclados con confusión o no. Así que esto nos lleva de nuevo a lo que dijiste originalmente, Mark. No lo dijiste exactamente así, pero los positivos no serán eliminados por la comprensión de la vacuidad, aunque sí lo será el aspecto manchado de ellos. ¿Por qué?

Participante: Están sostenidos por la comprensión de la vacuidad.

Dr. Berzin: ¿Por qué? ¿Por qué los potenciales positivos se verían sostenidos por la comprensión de la vacuidad? Cuando comprendemos la vacuidad, podemos seguir actuando de manera constructiva. Por otro lado, cuando comprendemos la vacuidad, ¿podemos seguir actuando de manera destructiva? Si pienso que matarte no importa porque eres como una ilusión –por lo tanto, no existes– ¿tengo una comprensión correcta de la vacuidad?

Participante: No.

Dr. Berzin: No. Entonces, piensen en ello: ¿por qué ser constructivo concuerda con la realidad?

Participante: Con la comprensión correcta, uno comprende la interdependencia de todo y también la ley de causa y efecto.

Dr. Berzin: Correcto. Como enfatiza Tsongkhapa, cuando entendemos la vacuidad correctamente, entendemos el surgimiento dependiente, tanto el nivel más profundo de surgimiento dependiente, que se da en términos de etiquetado mental, como el nivel convencional, que se da en términos de causa y efecto conductual.

Participante: Entonces tendríamos mucho cuidado.

Dr. Berzin: ¿Por qué querríamos ser cuidadosos?

Participante: Porque no queremos hacernos daño a nosotros mismos ni a los demás.

Dr. Berzin: ¿Por qué?

Participante: Porque queremos ser felices. Todo el mundo quiere ser feliz. Así ha sido desde el principio de los tiempos.

Dr. Berzin: Ya he planteado esta pregunta antes, pero no creo que hayamos encontrado una buena respuesta. ¿Por qué todo el mundo quiere ser feliz? ¿Por qué queremos ser felices?

Participante: No creo que haya una respuesta racional a esto. Solo tiene sentido si lo tomamos tal como está.

Dr. Berzin: Recuerden, hay cuatro axiomas para analizar la validez de algo. Uno es su funcionalidad. Otro es de qué depende. Otro es el establecimiento por la razón. El cuarto es la naturaleza de las cosas: es simplemente como son las cosas. No parece muy agradable lo que estás diciendo: que simplemente tenemos que aceptar ciertas cosas: “Así es como son las cosas”. “¿Por qué existe algo llamado mente?”. “Bueno, simplemente existe”.

Participante: Pero puede ser un axioma. En ciencia hay muchas cosas así.

Dr. Berzin: Exacto. Lo que estás diciendo es por qué no puede haber axiomas. En la ciencia hay ciertos axiomas, y en el budismo también hay ciertos axiomas. “Simplemente es así, todo el mundo quiere ser feliz”.

Participante: Podemos ver cómo, incluso si alguien ha tenido una infancia muy, muy destructiva, algo positivo puede desarrollarse independientemente de esas experiencias.

Dr. Berzin: Exacto. Por tanto, todo el mundo quiere ser feliz y todo el mundo tiene al menos algún aspecto de un entramado de fuerza positiva. Por tanto, incluso si alguien ha tenido una infancia terrible, puede que aún tenga algunas cualidades positivas que pueda desarrollar independientemente de esas experiencias terribles. Es cierto. Eso nos da cierta esperanza, ¿no?

Así pues, esa era la visión del Hinayana: que la supuesta eliminación de estas raíces de fuerza positiva es solo temporal. No se cortan para siempre; se pueden volver a conectar. Los maestros Mahayana indios posteriores de la escuela Madyámaka, como Chandrakirti y Shantideva, aclararon lo que dijo Vasubandhu. Explicaron que en realidad no es posible perder nuestros potenciales kármicos positivos de modo que nunca maduren. Decir lo contrario contradeciría las enseñanzas básicas del Mahayana sobre la naturaleza búdica. Esto es lo que estaba diciendo: que parte de la naturaleza búdica es este entramado de fuerza positiva. 

Fuerza positiva dedicada y no dedicada

Ahora bien, aquí viene un buen punto: “Si la fuerza positiva se dedica formalmente a nuestro logro de la iluminación, no se agotará hasta que alcancemos la budeidad”. En otras palabras, no podemos deshacernos de ella. Estos maestros afirman que “incluso un momento de ira puede devastar eones de fuerza positiva no dedicada” –como el karma positivo para un mejor renacimiento, etc.– “de modo que su maduración se retrasará y la fuerza de su maduración se debilitará”. Por lo tanto, lo que está diciendo es que es la fuerza positiva no dedicada la que se devasta. Si la fuerza positiva se dedica, nunca desaparecerá. 

Algunos comentarios tibetanos dicen: “Esta afirmación se refiere específicamente a la ira que es extremadamente fuerte, no se lamenta más tarde y está dirigida hacia un bodisatva, y también al potencial kármico positivo que se construye sin el método de dedicatoria de la bodichita ni una comprensión de la falta de identidad” –por ejemplo, la falta de identidad verdadera–. “Pero incluso en casos tan extremos, ni la ira ni el pensamiento antagónico distorsionado destruyen o cortan por completo nuestras raíces de virtud”. 

“Devastar” versus “Destruir”

Tsongkhapa explica en el Lam-rim chen-mo (Gran presentación de los niveles graduales del camino) que “la palabra bcom” –aquí traducida como “devastar”– “puede, de hecho, también ser entendida literalmente como ‘destruir’, pero específicamente en el sentido de que la ira destruye totalmente la fuerza de un potencial kármico para madurar en el nivel de intensidad de felicidad en el que de otra manera maduraría. Sin embargo, ese potencial kármico aún tiene la fuerza para madurar en un nivel más débil de intensidad de felicidad”.

Participante: ¿Es esa la única forma en que lo describe: que esta es la única manera de destrucción?

Dr. Berzin: No lo sé. Esta es la cita que tengo. No sé si la explica en otro lugar. Probablemente hayas estudiado esto con más profundidad.

Participante: En un comentario del Madhyamaka-avatara (Involucrarse en el camino medio), Tsongkhapa parece explicar que ciertas maduraciones pueden detenerse por completo. Uno tiene un cierto potencial positivo y, si la ira es lo suficientemente fuerte, puede, en el peor de los casos, impedir por completo que ese potencial dé surgimiento a algún resultado positivo. Es uno de los tres niveles de intensidad que describe. Y parece que incluso la fuerza positiva dedicada puede destruirse.

Dr. Berzin: Pero eso está abierto al debate, sin duda.

Participante: El propio Tsongkhapa parece decir que la dedicatoria impide que la maduración del resultado agote el potencial, pero no protege al potencial de ser destruido por algo negativo.

Dr. Berzin: No lo entiendo. ¿La maduración no se puede agotar?

Participante: La maduración no agota el potencial. Por lo tanto, cuando el potencial da surgimiento a un resultado, el potencial no se agotará. Todavía puede dar surgimiento a otros resultados.

Dr. Berzin: Estás hablando de algo que está dedicado a la iluminación y que madura en la iluminación.

Participante: Sí.

Dr. Berzin: Bueno, entonces el potencial continúa. Incluso si madura hasta convertirse en iluminación, continúa madurando hasta convertirse en la actividad iluminadora de un buda.

Participante: Y no es algo que pueda madurar hasta convertirse en algo pequeño y luego dejar de madurar.

Dr. Berzin: Exacto. No madura hasta convertirse en algo pequeño y luego deja de madurar. Pero estábamos hablando de sentir ira hacia un bodisatva antes de alcanzar la iluminación y de lo que sucede con la fuerza positiva que hemos acumulado y dedicado a la iluminación.

Participante: Supuestamente esa fuerza positiva todavía podría ser destruida.

Dr. Berzin: ¿Esta ira podría destruirla por completo? No lo sé. En el Lam-rim chen-mo, lo que Tsongkhapa dice es que destruye su capacidad de madurar en aquello en lo que originalmente maduraría. Así que aclara: el potencial todavía tiene la capacidad de madurar en algo, pero aquello en lo que maduraría sería mucho, mucho más débil. Pero luego Tsongkhapa da diferentes respuestas en diferentes comentarios. Ese es ciertamente el caso. 

Participante: Quizás hubo respuestas diferentes para diferentes discípulos.

Participante: Tengo un problema con la idea de la destrucción total.

Dr. Berzin: Tienes un problema con eso, pero esto es lo que dijo Gueshe Thekchog.

Participante: Incluso lo entendí así a partir del comentario de Tsongkhapa.

Participante: ¿Es posible que Tsongkhapa cambiara de opinión a medida que envejecía?

Dr. Berzin: Bueno, Tsongkhapa cambió de opinión sobre muchas cosas a medida que envejecía. 

De todos modos, en el Lam-rim chen-mo, dice que “devastar” es la forma habitual de entenderlo: que la ira debilita la fuerza positiva, o potencial; pospone su maduración y hace que madure en algo mucho más débil cuando finalmente madura. Luego Tsongkhapa comenta que la palabra “destruir” también puede significar realmente destruir, no solo devastar, lo que significa que la ira puede destruir la capacidad del potencial de madurar en lo que hubiera madurado si uno no se hubiera enojado.

En cualquier caso, el punto es que este comentario sobre un momento de ira que destruye toda nuestra fuerza positiva –que es todo lo que dice en los versos– tiene que ser entendido correctamente. No significa que, si me enojo con el perro porque hizo sus necesidades en el suelo, eso es todo, que nunca voy a liberarme o a iluminarme. Tenemos que entender que es bastante específico: tenemos que enojarnos con un bodisatva. Es por eso que se dice que tenemos que ser cuidadosos. Nunca sabemos quién es y quién no es un bodisatva. 

Pero lo que realmente subraya este punto es la importancia de la dedicatoria. La dedicatoria a la iluminación es muy importante; de lo contrario, las cosas no serían estables. 

Reflexionemos sobre ello durante unos minutos antes de terminar.

[meditación]

Resumen

Bien. ¿Qué hemos cubierto? Hemos dicho que tenemos fuerza kármica positiva, o potencial, y fuerza kármica negativa, o potencial, y que continuamos construyendo más potenciales kármicos positivos y negativos. Algunos potenciales tienen certeza en cuanto a la vida en la que madurarán: esta vida, la vida inmediatamente siguiente o alguna vida después de esa. Algunos no tienen certeza en cuanto a la vida en la que madurarán; por ejemplo, aquellos que se acumulan tras haber pensado durante un largo período en realizar una acción, pero sin haberla llevado a cabo realmente. 

Además, algunos tipos de karma que hemos construido nunca madurarán. Por ejemplo, cuando alcanzamos la etapa de la paciencia de una mente que es el camino de aplicación –el llamado camino de preparación, la segunda de las cinco mentes que son el camino – el potencial kármico negativo para renacer en reinos inferiores ya no madurará (incluso los teravadins están de acuerdo). Esos potenciales se acabaron. Por lo tanto, no habrá ningún karma que arroja que nos lleve a renacer en uno de los tres peores estados de renacimiento. Así, de manera similar, cuando alcanzamos la liberación, los potenciales kármicos para renacer en mejores renacimientos tampoco madurarán. Según algunas teorías, en la vida en la que alcancemos la liberación, todavía experimentaremos cosas que nos sucederán que son similares a lo que hemos hecho antes. Experimentaremos eso hasta que muramos en esas vidas. Otras teorías dicen que ese es el caso de los arhats, pero ciertamente no de los budas. Hay muchas opiniones diferentes. 

En cualquier caso, hemos visto que hay una diferencia entre lo que se puede eliminar para siempre y lo que no. La fuerza kármica negativa se puede eliminar para siempre con la comprensión de la vacuidad, y la fuerza kármica positiva no se puede eliminar. Y aunque la ira puede devastar esa fuerza positiva, siempre habrá alguna fuerza kármica positiva ahí, que es la que nos permitirá convertirnos en budas. 

En particular, lo que tenemos que enfatizar es la dedicatoria a la iluminación, a convertirse en un buda, para garantizar que ese tipo de potencial kármico esté asegurado. Ese potencial puede debilitarse de tal manera que la consecución de la budeidad se retrase mucho; eso, por supuesto, puede suceder; sin embargo, ese potencial no puede ser completamente destruido. Por lo tanto, lo que es muy importante es esa dedicatoria a la iluminación. 

La próxima vez, veremos todo el proceso de purificación para deshacerse de los potenciales kármicos negativos. Veremos cómo funciona y qué podemos lograr con la purificación de Vajrasatva, etc. 

Hacer que la dedicatoria sea significativa

Así que, terminemos con una dedicatoria. Pensamos: “Cualquier fuerza positiva, cualquier comprensión que haya surgido de esto, que se profundice cada vez más y actúe como causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos”. Y cuando digan eso, no simplemente lo digan. ¿Qué significa realmente dedicar una fuerza positiva? ¿Qué se siente? ¿Alguien? No se trata simplemente de decir “bla, bla, bla”.

La dedicatoria actúa como una fuerza kármica positiva, y esa fuerza kármica continuará. Entonces, ¿cómo se dedica realmente esa fuerza positiva? ¿Es simplemente decir palabras? Puedes decir palabras sin ningún sentimiento. E incluso si comprendes lo que significan las palabras, ¿esa comprensión realmente produciría el resultado al que estás dedicando? ¿Qué significa dedicar? ¿Cómo lo haces?

Participante: Imaginas que esta fuerza positiva va aumentando el entramado de cualidades positivas hasta alcanzar la meta.

Dr. Berzin: Entonces, ¿te imaginas que esta fuerza positiva se deposita en una especie de alcancía?

Participante: ¡Sí, el banco de méritos!

Dr. Berzin: ¿Entonces, imaginas que la iluminación se está volviendo cada vez más plena? ¿Es eso lo que piensas?

Participante: Uno imagina de qué se trata la iluminación.

Dr. Berzin: Entonces, ¿te imaginas de qué se trata?

Participante: Además, cuando ofreces una acción, algo que crees que es bueno, no estás simplemente esperando obtener los resultados para ti mismo. Es una ofrenda. 

Dr. Berzin: Ese es un punto muy importante. No lo estás haciendo con la idea de “voy a ganar algo con esto y voy a ser eternamente feliz”. Lo estás haciendo como una ofrenda. Entonces, ¿cómo es la acción mental? ¿Qué se siente?

Participante: Apertura.

Dr. Berzin: Apertura – realmente tienes que sentirlo.

Participante: Tienes que creerlo.

Dr. Berzin: Es cierto. Tienes que creerlo y tienes que sentirlo de verdad. Siempre lo describo como un empujón mental en esa dirección. ¿Cómo es para ustedes?

Participante: “Quiero ser un Buda”.

Dr. Berzin: Así es. Es un deseo muy, muy fuerte.

Participante: Y sé que lo haré. ¡Lo conseguiré!

Dr. Berzin: Este también es un punto importante: tener cierta confianza en que realmente funcionará, que realmente actuará como causa para alcanzar la iluminación. 

Hay muchos factores que intervienen para que la dedicatoria sea verdaderamente significativa, ¿no es así? Así que, considerémoslo cuando hagamos nuestra dedicatoria.

Participante: Y se siente como felicidad, creo.

Dr. Berzin: Eso también es un factor: regocijarse, sentirse feliz por ello.

Participante: Especialmente cuando sabes que funciona.

Dr. Berzin: Así es, especialmente cuando estás convencido de que funciona, es decir, cuando tienes la convicción.

Está bien, gracias.

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