Repaso
Hemos repasado los distintos aspectos de las etapas graduales, tratando de analizar a un nivel más profundo los distintos puntos que se cubren en este material.
Para recapitular muy brevemente, hemos pasado por el preciado renacimiento humano con todas sus oportunidades y libertades y cómo todo eso se perderá cuando muramos. Sin duda vamos a morir, y no sabemos cuándo. Después de morir, nada nos servirá a menos que hayamos desarrollado algunas medidas preventivas para evitar peores renacimientos. Eso significa integrar los métodos del Dharma en nuestra vida.
Hemos analizado los estados de renacimiento que se producirían si no hubiéramos hecho eso y, en cambio, nuestra vida se hubiera llenado de formas destructivas de pensar, hablar y actuar, estando bajo la influencia de emociones perturbadoras, como la ira, los celos, la codicia, el apego, el deseo, la ingenuidad y la arrogancia. Seguramente, lo que seguiría sería un estado peor de renacimiento, porque esos tipos de comportamiento destructivo solo traerían más y más sufrimiento, más y más dificultades.
Ciertamente no hay garantía de que renazcamos como humanos, y mucho menos como humanos con preciados renacimientos humanos, con todas sus oportunidades y libertades. Por eso, analizamos los estados de renacimiento no humanos en los que podríamos nacer: como un ser atrapado en uno de esos llamados infiernos, esos reinos sin alegría, como un fantasma aferrado, un espíritu hambriento, y como una criatura rastrera, un animal. Eso sería bastante horrible, especialmente si tomamos esos renacimientos muy en serio. Incluso tener un renacimiento humano sin todas las oportunidades de estudiar, practicar y progresar espiritualmente –como si estuviéramos en una zona de guerra, o en un lugar muy primitivo donde todos son realmente violentos entre sí, o en una especie de dictadura donde las cosas espirituales están prohibidas, o siendo seriamente discapacitados– sería bastante horrible. Ciertamente queremos evitar eso, y vemos que hay una manera de evitarlo en términos de una dirección segura, lo que se llama refugio.
Vimos que lo que nos permitirá evitarlo es deshacernos de las emociones perturbadoras, la confusión y la ignorancia que dominan nuestro continuo mental ahora, lo que nos permitirá deshacernos de cualquier comportamiento destructivo, cualquier tipo de síndrome que perpetúe este tipo de ciclo de renacimiento. En otras palabras, de lo que estamos hablando es de lograr una verdadera detención de todas estas cosas y alcanzar los estados mentales, las verdaderas mentes que son el camino, que provocan esa detención y que resultan de haber eliminado a todos estos alborotadores de nuestro continuo mental por completo y para siempre. Eso es lo que realmente nos permitirá salir de este síndrome, este llamado samsara, y evitar el sufrimiento. Esas son la tercera y cuarta verdades nobles y la Joya del Dharma más profunda. Aquellos que han logrado estas verdaderas detenciones y verdaderas mentes que son el camino en su totalidad son los budas. Aquellos que las han logrado en parte son la Sangha Arya.
El verdadero refugio es el Dharma
Fíjense en lo que el propio Buda aconsejó. Dijo que el verdadero refugio es el Dharma –“Después de mi muerte, dejad que el Dharma sea vuestra guía”–, no un líder específico, ni la comunidad en sí. Aunque los budas, los maestros y la comunidad son obviamente muy, muy importantes, el Buda enfatizó el Dharma, las enseñanzas mismas, como nuestro refugio. En otros lugares, en otros textos, se enfatiza al Buda como el principal refugio, la fuente misma de dirección, porque el Buda es la fuente de las enseñanzas del Dharma. Desde ese punto de vista, sí, el Buda es lo más importante. Pero en términos de aquello en lo que realmente tenemos que confiar en nuestra vida diaria, es en el Dharma mismo, en tomar realmente estas medidas preventivas. Recibimos inspiración de los budas, obtenemos apoyo de la Sangha Arya, incluso obtenemos apoyo de nuestros compañeros practicantes, pero, al final, depende de nosotros hacer las cosas realmente.
Y es inevitable que la gente nos decepcione. Nos decepcionamos de los demás y aquellos que creíamos que eran grandes maestros a veces se ven envueltos en escándalos y cosas así. Esto es algo muy importante por lo que no debemos desanimarnos nunca. Tenemos que recordar lo que dijo el Buda: el refugio último es el Dharma mismo. “Deja que mis enseñanzas te guíen”. Es muy importante darse cuenta de eso; de lo contrario, podemos desanimarnos fácilmente cuando las cosas van mal con aquellos a quienes admirábamos.
Luego analizamos qué significa en la práctica el primer paso para avanzar en esa dirección: ejercer el autocontrol y evitar conductas destructivas.
El segundo paso, por supuesto, sería deshacernos de las emociones perturbadoras que provocan nuestro comportamiento destructivo. Pero antes de que podamos trabajar para deshacernos de ellas, necesitamos trabajar en el ejercicio del autocontrol, para abstenernos de actuar de manera destructiva. Si podemos disciplinar nuestros cuerpos y nuestra habla, tendremos la fuerza para disciplinar nuestra mente, y no solo en términos de concentración, de permanecer concentrados en un objeto. Eso es parte de la concentración. Pero este término que me gusta traducir como estabilidad mental (dhyana), no es, como señala Shantideva, solo concentración; también es evitar todos los altibajos emocionales, todas las distracciones que nos impiden concentrarnos en el objeto. No estamos hablando solo de divagaciones mentales, que nos impiden estar concentrados, sino del deseo, la ira y este tipo de cosas que impulsan las divagaciones mentales. Por lo tanto, eso requiere una gran dosis de disciplina. Y no significa simplemente bloquear todas las emociones. Hay emociones positivas y emociones negativas. De lo que queremos deshacernos son de las emociones negativas, no de las positivas, como el amor, la paciencia, la bondad, el afecto, la compasión y la generosidad.
Luego comenzamos a hablar del karma y analizamos todos los diversos aspectos relacionados con nuestro comportamiento en términos de formas destructivas de actuar, hablar y pensar. Hemos analizado en detalle y muchísimo este tema.
Antes de pasar al nivel intermedio, quisiera, como forma de concluir la discusión sobre el karma, repasar una lista de factores que pueden afectar la intensidad del sufrimiento que experimentaremos como resultado de una conducta destructiva o la felicidad que experimentaremos como resultado de una conducta constructiva. Esta es una lista que he elaborado a partir de las presentaciones de Vasubandhu y Asanga y de los comentarios tibetanos. Cuando juntamos todos los factores, obtenemos una gran lista de cosas que afectan la intensidad. Esto demuestra que existe una gran variación en la fuerza de los resultados que podemos experimentar por haber cometido una determinada acción. Vimos esto en términos de todos los factores que intervienen en la realización del camino del karma completo. Observamos la intención y la emoción motivadoras. Observamos si la base está completa, si la acción está completa, si llega a su final, etc. Sin embargo, los factores que analizaremos aquí son otros aspectos que afectan la intensidad de los resultados que experimentaremos. Creo que esto es muy importante para comprender más plenamente lo que implica la causa y el efecto.
El karma es un surgimiento dependiente
Tendemos a pensar de una manera muy simplista que una acción produce un efecto y eso es todo: “Hice daño a alguien y, como resultado, me van a hacer daño a mí”. Sin embargo, no es tan simple. Hay muchos factores causales diferentes que afectan lo que experimentamos. Lo afectan en términos de lo que hemos hecho en el pasado. Afectan lo que está ocurriendo mientras estamos involucrados en algún tipo de acción kármica. Y continúan afectando el resultado que madurará de esa acción kármica en términos de afectar la fuerza y la certeza de la maduración de los potenciales que quedan en nuestro continuo mental después de haber cometido la acción. Cuando comenzamos a pensar en todos los factores causales, como nuestra intención, nuestra motivación, etc., comenzamos a ver que hay un enorme entramado de factores causales involucrados.
Cuanto más capaces seamos de ver todos los factores, más capaces seremos de deconstruir lo que está sucediendo y de ver la vacuidad del karma en términos de surgimiento dependiente, este nivel de surgimiento dependiente, que es el nivel convencional: surgimiento dependiente en términos de causas y condiciones. No estamos hablando aquí del nivel más profundo de surgimiento dependiente, que es en términos de etiquetado mental. Eso es un añadido. ¿Entienden lo que digo? Creo que ese es el punto que es realmente esencial comprender al finalizar nuestra discusión sobre el karma. No es tan simplista. Hay tantos factores que influyen en lo que hacemos y lo que experimentaremos como resultado.
Además, no existimos en el vacío: siempre estamos interactuando con otros, y todos los factores también los afectan. Todo interactúa con todo lo demás, pero no de acuerdo con un gran plan que alguien externo al sistema diseñó. Todo simplemente funciona de alguna manera. Eso, creo, es lo que es realmente importante entender cuando se trata de la discusión de la vacuidad: que, a pesar de que nada tiene una existencia sólida e independiente, las cosas funcionan. De hecho, las cosas funcionan porque nada tiene una existencia sólida e independiente (esto es saltar a lo que finalmente queremos entender). Podemos ver muy bien cómo es ese el caso aquí, en nuestra discusión sobre el karma. Como dice Tsongkhapa, cuando hemos visto la vacuidad en términos de surgimiento dependiente, entonces realmente la hemos entendido.
Tomemos un momento para pensar en ello y digerir ese punto.
[meditación]
Me vino a la mente un ejemplo. Estamos en Berlín. En la sala hay dos personas de Alemania del Este, una persona de otra parte de Alemania Occidental, una persona de Brasil y una persona de México. Yo soy de los Estados Unidos. Todos estamos aquí, interactuando en una clase. La cantidad de factores causales que han influido en cada uno de nosotros en nuestra vida y que nos han traído hasta aquí hoy es enorme. No hay nada sólido ni concreto en el hecho de que “simplemente estamos aquí”. Por lo tanto, cuando empezamos a pensar en términos de este ámbito más amplio de factores causales y de todas las cosas que influyen en lo que cada uno de nosotros dice, en lo que cada uno de nosotros aporta a una clase, vemos que no hay nada sólido en absoluto.
Los doce factores
Así pues, tenemos esta lista de factores que afectan la intensidad de la infelicidad o la felicidad que experimentamos como resultado de nuestro comportamiento. Aquí, hablaremos en términos de comportamiento destructivo (podemos sustituir los constructivos modificando ciertas variables). El primero:
[1] La fuerza de las emociones perturbadoras que causal y contemporáneamente motivan la acción y la llevan a su final.
Entonces, aquí estamos hablando de las emociones motivadoras.
Hay varias fases de la emoción motivadora. Está la emoción motivadora causal que acompaña al impulso de pensar en hacer o decir algo y decidir hacerlo. Esa fase puede durar bastante tiempo. Luego está la emoción contemporánea que acompaña al impulso de iniciar realmente la acción, que puede cambiar durante el transcurso de hacer o decir algo. Luego está la emoción motivadora que acompaña al impulso que lleva la acción a su final, que puede ser una emoción muy diferente de la que teníamos al principio. Por lo tanto, esta variable habla de la fuerza de estas emociones perturbadoras.
[2] El tiempo durante el cual se ha mantenido la motivación causal.
Digamos que estoy muy enfadado con alguien y durante varios días pienso en gritarle la próxima vez que lo vea. Eso es mucho más grave que si me enfado y le grito en el acto.
Luego,
[3] Si una perspectiva distorsionada es o no parte de la motivación
Por ejemplo, podríamos pensar que lo que hacemos no tiene ningún efecto. He aquí un buen ejemplo: estamos en una relación con alguien que no nos presta mucha atención; nos ha estado ignorando. Sentimos que no nos ama lo suficiente, así que le gritamos: “¡Deberías prestarme más atención! ¡Deberías amarme más!”, lo que suele ser contraproducente, ¿no? Esa es una visión distorsionada: pensar que actuando así conseguiremos gustarle más. Es curioso cómo a menudo entramos en ese síndrome.
Después,
[4] La naturaleza del acto
Esto se refiere a cuánto sufrimiento es capaz de causar el acto al ser objeto de la acción en comparación con otros tipos de actos destructivos. Matar a alguien produce más sufrimiento que robarle. Robarle a alguien produce más sufrimiento que tener sexo inapropiado con esa persona o mentirle. Cuando se trata de actos constructivos, la naturaleza del acto tiene que ver con cuánta felicidad es capaz de causar el acto. Salvar la vida de alguien, por ejemplo, tiene el potencial de causar más felicidad que simplemente ser honesto con esa persona.
Participante: ¿Es esto más o menos independiente de tu motivación causal? Por ejemplo, ¿qué sucede si le dices algo a alguien que sabes que es destructivo, pero no tienes idea de que eso destruirá su autoestima y le quitará para siempre toda motivación para trabajar en un proyecto? No tienes idea de que lo que dices podría tener ese efecto, pero lo tiene.
Dr. Berzin: Bueno, esto introduce otro factor. En otras palabras, supongamos que tu motivación causal para regañar a un empleado que ha estado cometiendo muchos errores es el deseo de ayudarlo y luego lo regañas con palabras duras. No sabes cuál será el efecto a largo plazo, pero tu motivación causal fue buena. Ese es el punto central: que existen todas estas variables y que cada una de ellas afecta los resultados humanos a corto plazo y los resultados kármicos a largo plazo. Ahora bien, ¿existe una fórmula matemática? Sé que eres el Sr. Ciencia, pero no existe una fórmula matemática que podamos usar para calcular cuál será el resultado real: que será el 0,73% de esto y el 72% de aquello. No es así. Cuando observamos todas las variables involucradas, podemos ver que la fórmula (si la queremos ver como una ecuación) es muy, muy compleja.
El siguiente:
[5] El método real utilizado para llevar a cabo la acción (en términos de la cantidad de sufrimiento que es capaz de infligir al ser que es el objeto de la acción en comparación con otros métodos que podrían usarse para llevar a cabo la misma acción)
Tenemos que decir “capaz de infligir” porque en realidad no sabemos qué efecto tendrá en la otra persona. Por ejemplo, matar a alguien mediante tortura, en lugar de matarlo instantáneamente, es probable que cause más sufrimiento.
Luego el siguiente:
[6] El elemento involucrado en la realización de la acción – por ejemplo, el valor, ya sea financiero y/o emocional, de un elemento robado
Robar algo que a la persona a la que le roban no le importa es menos grave que robar algo a lo que realmente le tiene apego. Robar algo que no vale mucho es menos grave que robar algo realmente valioso. Sin embargo, depende. Algunas personas son muy ricas y no les importa si les roban un objeto, incluso si es valioso. En muchos sentidos, es el valor emocional el que tiene más fuerza. Una vez, en la India, un ladrón vino a mi casa. El tipo robó varias cosas, pero lo que más me molestó fue un suéter que mi madre me había tejido. Era lo único que me quedaba de lo que mi madre había tejido, por lo que tenía mucho valor emocional. Ciertamente no tenía valor monetario, especialmente en comparación con otras cosas que el tipo robó. De todos modos, es debido a este factor que es importante tratar de disminuir cualquier enojo y demás cuando alguien te roba algo.
También recuerdo que una vez alguien me quitó dinero. Le había dado dinero para algo y nunca me lo devolvió. Simplemente huyó con el dinero, en lugar de usarlo para lo que le había pedido que lo usara. Me agradaba esa persona. Fue una verdadera pérdida de confianza. Lo que traté de hacer con todas mis fuerzas fue disminuir mis sentimientos de ira y de estar molesto por ello pensando en las consecuencias para él. Si yo estuviera realmente, realmente enojado y molesto y siguiera estando enojado y molesto, las consecuencias kármicas para él serían mucho mayores. Entonces, al decirle: “Está bien, disfruta del dinero. Mi vida continuará sin él. No es el fin del mundo”, podría ayudar a ese supuesto amigo mío. Estas cosas son importantes si quieres ayudar a disminuir las consecuencias kármicas negativas que tendrá la persona que ha cometido una acción negativa hacia ti.
El siguiente es:
[7] La frecuencia con la que se ha cometido la acción en el pasado.
El siguiente es:
[8] La frecuencia con la que se vuelve a cometer posteriormente
Cuanto más se repite una acción, más fuertes son sus consecuencias. Esto lo podemos entender: la tendencia a cometer esa acción se hace cada vez más fuerte con la repetición.
Luego,
[9] Las buenas cualidades, los logros y la situación del objeto de la acción, así como el respeto que se le rinde.
Recuerdo que cuando mencionamos esto anteriormente, algunas personas objetaron que robarle a alguien que tiene muchas buenas cualidades es una acción kármica más pesada que robarle a alguien que no tiene ninguna. Debo decir que es muy difícil de entender y aceptar. Por ejemplo, podríamos pensar que robarle a una persona pobre es peor que robarle a una persona rica. Si fuera así, ¿cuál sería la buena cualidad? ¿Sería ser pobre?
Participante: Eso no suena bien.
Dr. Berzin: Entonces, ¿a qué podría referirse esto?
Participante: Tiene sentido, en cierto modo, que uno no tenga respeto por las buenas cualidades de alguien y que esa sea la razón por la que uno le roba a alguien que tiene buenas cualidades.
Dr. Berzin: Muy bien. Recuerden, según Vasubandhu, uno de los factores mentales que siempre está presente en una acción destructiva es no tener sentido de los valores, no respetar las buenas cualidades ni a quienes las tienen. Esto es exactamente lo que está en juego aquí. No tenemos respeto por las buenas cualidades. Ahora bien, ¿eso significa que está bien robarle a alguien que no tiene buenas cualidades? No significa eso. Pero creo que lo que quieres decir es probablemente la manera de entender esto.
Participante: Estaba pensando que, si le robas a alguien que tiene muchas buenas cualidades, disminuyes su capacidad de actuar de manera constructiva.
Dr. Berzin: Correcto. Pero ese es el siguiente factor:
[10] La cantidad de beneficio que el iniciador de la acción y/u otros han obtenido del ser que es el objeto de la acción.
Obviamente, es más grave herir a una persona que hace mucho bien que a una que hace mucho daño. Creo que el factor anterior tiene que ver con el grado de falta de sentido de los valores. Sin embargo, esto no significa que esté bien robarle a alguien que no tiene buenas cualidades.
Participante: O que está bien ejercer la pena de muerte.
Dr. Berzin: Es un buen ejemplo. Este factor no indica que sea bueno ejecutar a los criminales.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre matar a todos los intelectuales, profesores y médicos de un país –como hicieron en Camboya bajo el gobierno de Pol Pot– y ejecutar a todos los criminales? ¿Existe alguna diferencia entre ejecutar a un gran intelectual o a un médico y a un criminal? Si la hay, ¿por qué hay alguna diferencia? Desde el punto de vista de la naturaleza del acto, matar es matar. La naturaleza del acto no es una variable relevante en este caso.
Creo que esto es algo que debemos recordar: no estamos diciendo que ninguna de estas variables actúe independientemente de las demás. Cada una de ellas es simplemente un factor adicional. Por lo tanto, además de estas otras variables (cuánto sufrimiento puede causar el acto a la otra persona, el método que implementamos, la fuerza de las actitudes y emociones perturbadoras que nos motivan, la frecuencia con la que hemos cometido la acción en el pasado, etc.), existe la variable de si tenemos o no el estado mental de respeto por las buenas cualidades y por quienes las tienen. Creo que ese es el punto.
Participante: Lo que siempre se menciona –y lo que cae dentro de esta categoría– es que robar a la sangha es especialmente grave.
Dr. Berzin: Sí, pero eso tiene que ver con no respetar las buenas cualidades y a las personas que las poseen. Pero, repito, ¿cuál es la diferencia entre robarle a una persona rica y robarle a una persona pobre? ¿Tiene una persona rica buenas cualidades? El mero hecho de ser rico no es una buena cualidad y, por sí mismo, no genera respeto por la persona. Entonces, ¿qué es una buena cualidad? ¿De qué estamos hablando aquí? ¿Es que una persona es educada y otra no? Eso no puede ser el caso, porque mucha gente no tiene la oportunidad de educarse. Entonces, ¿cuáles son las cualidades de las que estamos hablando aquí que serían dignas de respeto?
Participante: Ser constructivo, ser útil.
Dr. Berzin: Se trata de ser una persona constructiva y amable, no necesariamente una persona creativa. Recuerdo que, en los viejos tiempos de los hippies, visité una comunidad que solo quería gente creativa: artistas, escritores, poetas, etc. Si no eras creativo, no se te consideraba el tipo adecuado de persona para la comunidad. Entonces, ¿es ser creativo una buena cualidad? Creo que, desde el punto de vista budista, las buenas cualidades son ser amable, paciente y generoso, y tener actitudes de largo alcance.
Participante: Tener estos factores mentales saludables.
Dr. Berzin: Exacto, tener estos factores mentales positivos. No hemos repasado todos los que se enumeran en el abhidharma (podemos llegar a ellos más adelante en el nivel intermedio), pero está el ser respetuoso y amable... hay todo tipo de buenas cualidades que podríamos añadir. Por tanto, una persona que tiene este tipo de cualidades es el tipo de persona que suscitaría respeto si nosotros mismos valoráramos estas cosas positivas. En cierto sentido, las cualidades que respetaríamos son positivas, las llamadas cualidades espirituales que aspiramos a alcanzar nosotros mismos, en contraposición a las cualidades mundanas, como ser muy rico o poderoso.
Así pues, se podría considerar que existen dos tipos diferentes de respeto: el respeto por las llamadas buenas cualidades espirituales, como ser amable, generoso y paciente, y el respeto por las llamadas buenas cualidades mundanas, como ser joven, atractivo, rico, poderoso, sexy, cualidades que mucha gente respeta en el mundo, ¿no es así? ¿Son esas cualidades mundanas dignas de respeto? Bueno, no desde un punto de vista budista. Es un tema interesante, el respeto. ¿Cuáles son las buenas cualidades y qué debemos respetar?
Serkong Rinpoche explicó que la palabra “buena cualidad” en tibetano (yon-tan) es un aspecto útil o talento beneficioso de una persona que corrige alguna deficiencia o incompetencia. No estamos hablando aquí de una deficiencia mundana, como ser pobre. No lo sé. Buena cualidad: eso es algo difícil de definir.
Lo que me viene a la mente es la lista de ocho cualidades que hacen que un preciado renacimiento humano sea aún más efectivo. Estas ocho cualidades son fenómenos no especificados: no son ni constructivas ni destructivas; pueden ir en ambos sentidos. Una de ellas es ser rico, otra es pertenecer a una buena familia; otra es ejercer una fuerte influencia sobre los demás. Son cosas que pueden usarse para bien o para mal (para usar estas categorías occidentales). Entonces, ¿son buenas cualidades? En cierto sentido, creo que debemos hablar de una buena cualidad como algo que se usa con fines positivos y constructivos. Por ejemplo, alguien que tiene mucho dinero y lo usa de manera filantrópica para apoyar todo tipo de causas positivas es digno de respeto, a diferencia de alguien que tiene una gran cantidad de dinero y lo usa de manera egoísta para comprar cosas solo para sí mismo.
En el noveno caso se dice: “buenas cualidades, logros, situación y respeto que se le da al objeto de la acción”. “Logros”, creo, también se refiere a logros espirituales, a diversos logros. Pero supongo que también podría referirse a lo que se ha logrado para beneficiar a los demás. No estoy seguro de a qué se refiere “situación”, pero tal vez podría referirse a una persona mayor. En la sociedad asiática, a los ancianos se los trata con gran respeto.
De todos modos, la cantidad de beneficio que el iniciador de la acción u otros han recibido del objeto de la acción es un factor que está claro. Impedir que una persona así ayude a otros es bastante grave.
Y luego,
[11] La fuerza de la confianza del iniciador de la acción
Eso tiene que ver con el nivel de respeto y compromiso de una persona con respecto, por ejemplo, a los votos. En otras palabras, realizar una acción destructiva después de haber hecho un voto de no hacerlo tiene consecuencias kármicas más graves que hacerlo sin haber hecho un voto de no hacerlo. “Hice el voto laico de no robar, y aun así robé”. Eso es más grave que hacerlo sin haber hecho el voto. Ahora bien, esto también podría suceder al revés. Digamos que hice un voto de bodisatva –un voto de bodisatva general, no los específicos– para ayudar a los demás, y lo hago. Eso es más fuerte que ayudar a los demás sin haber hecho un voto.
Lo que estoy pensando es en una cuestión que surge con los votos de los laicos, especialmente el voto de evitar el comportamiento sexual inapropiado. Este voto cubre una amplia gama de comportamientos sexuales. Mucha gente podría no estar dispuesta a renunciar a todas las cosas que están incluidas en el voto. Yo podría estar dispuesto a renunciar a violar a alguien, a forzar a alguien o a tener sexo de una manera que sea dolorosa para la otra persona, pero no estaría dispuesto a renunciar al sexo oral, la masturbación o algo por el estilo. En este caso, uno no hace el voto. Como me han explicado varios gueshes, el voto es el voto. Es todo o nada. Sin embargo, uno puede adoptar una forma intermedia de no revelación, que no es exactamente el voto laico. Es una promesa de no hacer ciertos aspectos del voto. Eso no es tan fuerte como hacer el voto completo, pero es más beneficioso que no hacer nada. Esto, pensé, fue muy, muy útil.
Esta forma intermedia no reveladora es especialmente útil con el alcohol. El voto del profano es no beber ni una gota de alcohol. El Buda dijo: “Ni siquiera la cantidad de alcohol que cabe en la punta de una brizna de hierba”. Eso está claro: sin alcohol significa sin alcohol. Hay algunas excepciones cuando se trata de sustancias medicinales. La medicina homeopática, por ejemplo, contiene algo de alcohol. Algunos jarabes para la tos contienen alcohol (no estamos hablando de que esté bien beber una botella entera de jarabe para la tos para drogarse). Así que, o haces el voto, o no lo haces.
Sin embargo, hay mucha gente que diría: “Bueno, voy a controlar mi consumo de alcohol y no me emborracharé”. Es difícil evitar una copa de vino o una cerveza, sobre todo en la sociedad europea, o, en Rusia, el vodka. “¿Eres mi amigo? Si no bebes vodka conmigo, no eres mi amigo”. Esa es una situación muy, muy incómoda en la que uno puede encontrarse en Rusia. Podríamos, entonces, adoptar esta forma intermedia no reveladora: “Voy a establecer un cierto límite en mi consumo de alcohol. Esto es lo que prometo”. Eso es más beneficioso –si realmente lo cumplimos– que no limitarnos en absoluto. Creo que es bastante útil tenerlo en cuenta.
Es importante no comprometer los votos, pensando: “Bueno, lo que el voto significa en realidad es no emborracharse. En realidad, no es un voto de no beber”. Creo que esto no es ser justo con la tradición. Hay varios maestros del Dharma que lo interpretan de esa manera, pero no creo que sea de mucha ayuda. Sin embargo, todo depende. Si lo que están haciendo es defender esta medida a medias, está bien. Sin embargo, si están llevando a otros a creer que eso era lo que el Buda dijo que era realmente el voto, entonces eso es un poco extraño.
Luego, el último es:
[12] El número de acciones constructivas realizadas por el iniciador de una acción destructiva que contrarrestarían la destructiva.
Si estamos involucrados en hacer muchas cosas positivas y luego decimos una mentira, nuestra mentira es menos pesada que si no estuviéramos involucrados en hacer nada positivo.
Esa es, pues, la lista que quería repasar. Tomemos unos minutos para digerirla.
[meditación]
Lo que yo sugeriría es que revisemos algunas de las cosas destructivas que hemos hecho y consideremos estos doce factores en términos de todas las diversas cosas que hemos cubierto en nuestra discusión sobre el karma. Esta es nuestra última sesión sobre el karma. ¿Con qué frecuencia he realizado el acto? ¿Cuál era mi estado emocional antes de hacerlo? ¿Cuál era mi estado emocional cuando realmente lo estaba haciendo? ¿Cuál era mi estado emocional después? ¿Hubo algún arrepentimiento? ¿Estoy contrarrestando estos aspectos negativos de mi vida con algo positivo? ¿Quiénes son las personas con las que he actuado negativamente? ¿Qué nivel de respeto he tenido por las buenas cualidades de los demás? Cuando he actuado de manera destructiva, ¿lo planeé de antemano o lo hice por capricho? A veces hago cosas por accidente. A veces soy muy consciente de lo que hago.
Por cierto, es muy importante que, cuando estemos haciendo la práctica de purificación de Vajrasatva, revisemos este tipo de cosas y también tomemos algún tipo de decisión sobre cómo vamos a tratar de comportarnos en el futuro. Creo que sería muy útil hacerlo en los minutos que nos quedan.
[meditación]
Puntos finales
Tomar en serio el nivel inicial de motivación
Para concluir este nivel inicial de motivación, les recordaré que la motivación para evitar la conducta destructiva, aquí, en el nivel inicial de motivación, es evitar las consecuencias de la conducta destructiva, que son los peores renacimientos. Creo que es muy fácil perder de vista eso cuando se trabaja con este material. Creemos que queremos evitar la conducta destructiva en general porque, por las razones que sean, no nos parece correcto actuar destructivamente. Pero para ser alguien que realmente tiene la motivación del nivel inicial, necesitamos tomar muy en serio toda la cuestión del renacimiento y estar muy interesados en seguir teniendo preciados renacimientos humanos en vidas futuras y no querer arruinarlo.
Si realmente queremos alcanzar la liberación y la iluminación, tendremos que vivir preciados renacimientos humanos hasta que alcancemos esa liberación. La principal forma de asegurarnos de ello es evitar la conducta destructiva. Además, tenemos que practicar actitudes de largo alcance (aunque no tengamos la motivación de la liberación o la iluminación), como querer ser generosos, pacientes, etc., y hacer plegarias para tener un preciado renacimiento humano. Estas cosas, en particular la autodisciplina ética y abstenernos de la conducta destructiva, son las causas de un preciado renacimiento humano.
Una pregunta que debemos hacernos es, entonces, ¿hasta qué punto nos tomamos en serio toda esta cuestión de las vidas futuras y la importancia de hacer algo para asegurarnos de no arruinarlas? Creo que, si no nos tomamos en serio las vidas futuras, lo que tenemos, en realidad, es la versión Dharma-light del nivel inicial. Claro, queremos ir en esta dirección segura y evitar el comportamiento destructivo, pero queremos hacerlo solo en términos de esta vida, porque parece lo correcto.
Así que, de nuevo, reflexionemos sobre la seriedad con la que pensamos en términos de vidas futuras y sobre las medidas preventivas que tomamos para evitar que nuestra vida futura empeore. Si no valoramos las vidas preciadas que tenemos, si no tomamos en serio que vamos a morir y que podríamos enfrentarnos a peores renacimientos (y si no hacemos algo al respecto), no tenemos la motivación inicial del Dharma Auténtico. Y no nos engañemos: tener realmente esta motivación en un nivel muy profundo y sincero del corazón es muy, muy difícil, especialmente para nosotros los occidentales, a menos que hayamos sido criados con algún tipo de creencia y miedo al infierno, etc. En ese caso, tal vez lo tomemos en serio, aunque dentro de un contexto diferente. Pero no se trata solo de tener miedo de ir al infierno. Lo que tememos es perder la oportunidad de continuar en el camino espiritual. Eso es lo que tememos. Así que, reflexionemos sobre eso durante los últimos dos minutos.
[meditación]
Y no basta con adoptar una conducta constructiva, pensando: “Bueno, estoy haciendo muchas cosas constructivas, así que puedo hacer algunas cosas destructivas. En realidad, no quiero ejercer autocontrol sobre esta cosa destructiva, pero está bien. Haré más cosas constructivas”. Eso no es suficiente.