Tener amigos adecuados y valorar a los maestros espirituales

Versos 5 al 8

Cuando recitamos la plegaria de refugio, tenemos la línea: “Por la fuerza de mi dar y demás…”. Es bueno saber que podemos cambiar esta línea para que se ajuste a la situación. Así, si nos estamos postrando, podemos decir: “Por la fuerza positiva de postrarnos ante los Budas y los bodisatvas”. Si estamos escuchando enseñanzas del Dharma, podemos decir: “Por la fuerza positiva de escuchar las enseñanzas del Dharma…” Es bueno hacerlo tan preciso como sea posible. Por favor, traten de recordar esto. Muy bien, ahora recitemos la plegaria de refugio. 

Tomo refugio hasta que me ilumine en los Budas, el Dharma y la Asamblea Suprema. Que por la fuera positiva de mi dar y demás, pueda alcanzar la budeidad en beneficio de todos los seres.

Repasemos rápidamente los versos anteriores y tratemos de recordar las partes más importantes. Cada día, tratemos de revisar nuestras acciones. ¿Son positivas o negativas? Si notamos algo positivo, revisemos si está incluido en estos versos enseñados por Gyalse Togme Zangpo. Si está incluido, ¡es maravilloso! Si no parece estar incluido, bueno, no podemos solo incluir lo que queramos. Entonces, revisemos la acción de nuevo. Quizás la acción esté relacionada con algo en los versos. Es realmente bueno revisar nuestras acciones de esta forma. No es que: “Oh, Gyalse Togme Zangpo lo dijo y Su Santidad lo dijo, entonces tenemos que hacer esto”. Esa no es una mala motivación, pero no es suficiente. Tiene que provenir de nuestro interior. Incluso algo tan sencillo como ir a un picnic – eso parece una vida normal, como la llamamos. Por supuesto, tenemos que salir con nuestros amigos, eso no tiene nada de malo, pero hay muchas distracciones así, y muchas de esas distracciones son muy estúpidas también. ¿Cómo podemos hacer que el picnic sea más positivo? Tratemos de pensar en lo que es constructivo y lo que es destructivo en nuestras acciones. 

La importancia de tener amigos adecuados

(5) La práctica de un bodisatva es deshacernos de los malos amigos con quienes, cuando nos relacionamos, nuestras tres emociones venenosas se incrementan; nuestras acciones de escuchar, pensar y meditar decrecen; y nuestro amor y compasión se vuelven nada.

Gyalse Togme Zangpo quiere que tengamos buenos amigos y en este verso nos brinda una definición de qué son los buenos amigos. La mayoría de nosotros tenemos mucha vida social, y mucha de la información que obtenemos la obtenemos de nuestros amigos. Así, en realidad somos muy influenciados por nuestros amigos. Un gran maestro en el Tíbet dijo que los malos amigos no aparecen con cuernos, sino que se presentarán con una sonrisa y tratarán de ayudarnos. Nosotros mismos somos los que tenemos que ver si su “ayuda” es correcta o incorrecta. Nosotros tomamos esa decisión.

Podemos buscar ejemplos en nuestra propia vida. ¿Hemos sido influenciados de forma positiva por nuestros amigos? ¿Hemos sido influenciados negativamente ¿De qué forma? Es importante notar que, cuando decimos amigos destructivos, no lo tomemos de una forma muy sólida, como si el amigo solo fuera un amigo destructivo, no es así. Hay partes buenas y malas en todos, y nosotros solo necesitamos tomar las partes buenas. Y cuando profundizamos en eso, ¿realmente en dónde está esa “maldad”? ¿En dónde está la “bondad”? Es similar a la forma de pensar cuando practicamos la meditación analítica sobre la vacuidad. Nos da la oportunidad de aquietarnos y pensar: “¿En dónde está nuestro buen amigo?”, “¿En dónde está nuestro amigo destructivo?”. En última instancia, no existe tal cosa como un buen amigo o un mal amigo. Si existieran, entonces los buenos amigos siempre serían buenos y los malos siempre serían malos. Así es como queremos pensar cuando estamos muy apegados o enojados. Esta es la razón por la que decimos: “¡Nunca le volveré a hablar!”. Y si algo bueno sucede, decimos: “Es mi amigo más querido”. Esta es nuestra forma de pensar.  

Nuestros sentimientos pueden cambiar en cuestión de minutos. Nuestro mejor amigo, de repente, se convierte en nuestro peor enemigo. Quizás solo fue una forma de decir las cosas, solo unas cuantas palabras. Quizás no hubo nada intencional en ello, pero lo tomamos de la forma incorrecta. Puede ser así de simple. Es realmente gracioso cuán rápidamente etiquetamos a las personas como buenos amigos o como enemigos, sin más investigación o análisis. Pero, en realidad, no hay nada a qué aferrarse ni nada que odiar. 

Cuando Gyalse Togme Zangpo habla de amigos destructivos, no está necesariamente señalando algo o alguien sólido. Entonces, ¿cuál es la definición de un amigo destructivo? Dice: 

Cuando nos relacionamos [con ellos], nuestras tres emociones venenosas se incrementan;

Esto realmente está dentro de nosotros. Nos involucramos cada vez menos en estudiar, reflexionar y meditar. Es un tipo de pereza o visión errónea. Ya tenemos este tipo de pereza o visión errónea dentro de nosotros, así que cuando nos juntamos con alguien que tiene las mismas sensaciones y no trabaja para superarlas, es como un estímulo para nuestra flojera e ignorancia. La brecha entre el Dharma y nuestras propias prácticas se hace cada vez más grande. Incluso si estudiamos durante 50 años y practicamos como nos aconseja nuestro gurú, no hay un gran cambio. De hecho, ¡a menudo empeoramos! Podemos leer todos los sutras y los tantras, pero nuestra forma de pensar y vivir empeora. Decimos: “He pasado mi vida estudiando budismo, pero no me ha cambiado”. ¡No tiene sentido! Sin embargo, muchas personas dicen esto. Y la razón de ello es que no tienen amigos adecuados.  

Primero, debemos reconocer que tenemos el enemigo dentro de nosotros. Cuando elegimos un amigo que piensa igual que nosotros, nuestra propia forma de pensar obtiene cierto soporte lógico. Nuestro cerebro humano es muy inteligente. Podemos tener muchas razones de por qué nuestro pensamiento es correcto. El asunto es que no tenemos el poder para contraatacar y entonces, de alguna manera, nos damos por vencidos. Pensamos: “Este chico da muy buenas explicaciones diciendo que no existe una próxima vida, ¡esto suena más interesante!”. Así, seguimos ese camino. Es triste, porque nunca pensamos en los resultados de esa forma de pensar. Sin importar cuán hermoso sea el Dharma y nuestra práctica, perdemos todo debido a nuestro “buen” amigo. Todos tenemos este tipo de amigos. Primero tenemos que identificar estas tendencias dentro de nosotros mismos, y luego verlas en nuestros amigos. 

La mayoría de nosotros no reconocemos cómo trabajan nuestras emociones dentro de nosotros. Si alguien dice: “Dijiste algo incorrecto”, antes de enojarnos irracionalmente con nuestro amigo, deberíamos estar agradecidos con él o ella por señalarnos que hicimos algo incorrecto. Es como un maestro que nos dirige. Deberíamos pensar de una forma positiva y estar agradecidos por la oportunidad que nos han dado. Y luego podemos pensar un poco acerca de si nuestro amigo está en lo correcto o en lo incorrecto acerca de nosotros. Si no es verdad, podemos decir: “Bien, esta es su forma de pensar, no he hecho nada malo”. Cuando salimos con amigos que beben alcohol y chismean, deberíamos pensar si eso está teniendo un efecto negativo sobre nuestra práctica o no. ¿Qué podemos aprender de cada situación en la que nos encontramos?  

Compasión sin límites

En Occidente, encuentro que hay una forma errónea de pensar acerca de la compasión. Por supuesto, los occidentales dirán que la compasión es hermosa, pero muchos también dirán que la compasión tiene un límite. En 2015, cuando hubo un gran terremoto en Nepal, yo estaba viviendo en Canadá. Mi maestra había estado escuchando la radio en su camino a clase, oyendo sobre la tragedia, por lo que lo abordamos un poco en clase. Hablamos de ello por un rato y después de cinco o diez minutos dijo: “Bueno, ¡cerremos el tema! Es triste, pero esto sucede en todas partes del mundo, no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Personalmente, bastantes problemas tengo yo misma, y tener este tipo de basura en mi cabeza me vuelve loca”. ¡Este es un ejemplo de cuán limitada puede ser la compasión! Si estamos practicando el camino del bodisatva, en última instancia, esto es bastante impactante. De lo contrario, lo que ella dijo en cierto modo es verdad, ¿no es así?  

Por ejemplo, podemos ver pelear a algunas personas. ¿Deberíamos involucrarnos? Probablemente no, porque podríamos salir seriamente lastimados. Así que simplemente observamos. Algunas veces, eso es lo único que hacemos. No siempre es fácil actuar compasivamente en la práctica.

Entonces, cuando estamos con nuestros amigos, necesitamos escucharlos, pero también deberíamos tener nuestras propias respuestas. Dado que soy fan de los bodisatvas, pensé, aun cuando lo que ella dice suena bastante cierto, me parece que no es la forma correcta de pensar. Así, llamé a mi maestra y le compartí mis pensamientos, y me dijo que sus sentimientos son verdaderos desde su lado. Pero en mi opinión, como practicantes de la bodichita, tenemos que pensar de forma inconmensurable. Eso no significa que vayamos personalmente a Nepal y alimentemos a todos y les llevemos cobijas. Nuestra mente no necesita visa para ir a Nepal. Lo que sí sentimos es una conexión con todos en nuestra mente. Así es como abrimos nuestro corazón y hacemos que nuestra compasión o bodichita sea más fuerte. 

En tibetano, tenemos el término “sem-kye”. “Sem” es la palabra tibetana para la palabra sánscrita “chitta”, que significa mente, y “kye” significa generar y agrandar. También usamos el término “sem-kye” para describir la bodichita. Todos tenemos una mente, una chitta, y todos tenemos algún tipo de compasión, pero necesitamos hacerla crecer. Todos tenemos obstáculos. ¿Por qué crecen los obstáculos? Todo es debido al egocentrismo. Cuando tenemos un buen trabajo, ganamos mucho dinero y estamos ocupados cada día, podemos volvernos un poco estrechos de miras, o solo nos enfocamos en nuestras propias cosas. Incluso podemos escuchar de un amigo que necesita ayuda urgente, pero luego pensamos: “Bueno, no lo conozco tan bien, realmente no es mi problema”. Nada resuena dentro de nuestro corazón porque nuestra conexión con los demás puede ser muy limitada. 

Esa es la razón por la que, cuando recitamos la plegaria de refugio, no solo incluimos a nuestra propia familia, buenos amigos, maestros y demás. No debería ser así. Necesitamos incluir a cada ser sintiente, los cuales tienen el derecho de ser felices y salir del sufrimiento. Todos ellos necesitan ayuda. Esto también incluye a todos los bodisatvas. Nuestro corazón es tan compasivo y nuestro anhelo es tan grande, que también incluimos a un bodisatva del décimo nivel, que es un millón de veces mejor que nosotros. Y también incluimos a una persona sumamente destructiva e ignorante en nuestras plegarias. Pero también es muy importante, aun si le damos unas cuantas monedas a un mendigo que nos encontremos en la calle, no pensar al mismo tiempo: “Oh, es un pobre mendigo indigente, no tiene nada que comer”. Este tipo de compasión no es gran compasión. Ni siquiera lo llamo compasión. Es más como menospreciar a la persona, y luego nos sentimos un poco mejor con nosotros mismos por ser capaces de darle algo. 

De hecho, en este tipo de situación en donde alguien necesita ayuda, deberíamos pensar: “Si yo no lo hago, ¿quién lo hará?”. En las mañanas, recitamos nuestras plegarias y hablamos acerca de los méritos de la generosidad, y el mendigo nos da la oportunidad de realmente practicar. Así, necesitamos estar muy agradecidos y dar a los demás con respeto. Deberíamos estar muy felices de que los demás nos den la oportunidad de practicar la generosidad y desarrollar la bodichita. Entonces, el acto de dar será muy puro. De lo contrario, es como cuando nosotros los tibetanos vemos algunos perros de la calle, sin pelo y con muchas infecciones, y pensamos: “Oh, ese pobre perro”, ¡pero eso es todo! Realmente no es compasión; es más como un tipo de menosprecio. 

Practicar realmente la compasión significaría darle al perro lo que sea que necesite. Sentiríamos profundamente cuánto ha sufrido este perro y cuánto tiempo tomará el renacimiento como perro y qué tipo de renacimiento futuro podría tener, e incluso cómo es posible que nosotros podamos tomar este tipo de renacimiento y cuán terrible sería eso. Querríamos fuertemente saber si hay alguna forma de eliminar este tipo de renacimiento. Sí – se llama “moksha”, o liberación en español. Somos capaces de alcanzar la liberación. Sin embargo, la liberación no es solo para nosotros. Este perro también es capaz de alcanzar la liberación en el futuro. Si podemos llevar la liberación a todos, ¿no sería eso lo más maravilloso? Cuando pensamos de esa forma, entonces se convierte en bodichita. 

El consejo correcto en el momento correcto

Volvamos al verso. Necesitamos buenos amigos. De hecho, los mejores amigos que podemos tener son la Sangha, una de las Tres Joyas. Si verdaderamente escuchamos su consejo, sabremos automáticamente cuando nuestra conducta es destructiva o constructiva. Sabremos si nuestros otros amigos son buenos o malos amigos. Y también veremos las buenas cualidades de nuestros malos amigos y las malas cualidades de nuestros buenos amigos. Cuando estamos con nuestros amigos, podemos escucharlos y tratar de guiarlos en la dirección correcta. Si podemos ayudarlos a cambiar, grandioso. Si no, entonces está bien. Algunas veces es más acerca de encontrar el momento adecuado. El momento tiene que ser correcto, por lo que tenemos que ser cuidadosos con nuestro consejo. 

Es como mi amigo Alex, quien fue mi traductor en mi vida pasada; me quiere mucho. Cuando era muy joven, realmente no me importaba estudiar. Solo quería jugar videojuegos violentos todo el día. Algunas veces era muy estricto y me decía: “Eso es muy malo, no deberías jugar esos juegos, son una mala influencia”. Sentía: “¡Oh, vamos!”. Solo quería decirle que se fuera, ¡ja, ja, ja! Por supuesto, ahora sé que lo que dijo es muy cierto. Entonces, depende mucho del momento correcto. Necesitamos saber cuál es el momento correcto de enseñar o aconsejar a nuestros amigos. Debemos ser muy hábiles. Por eso es que el Buda sintió que la liberación por sí misma no va a ayudar a otros. Necesitamos la iluminación plena, con plena omnisciencia. Sin omnisciencia, no podemos ayudar a los demás 100%. Quizás podamos ayudar en un 40%-60%. Pero con la omnisciencia, podemos ver todo y sentir que el momento es adecuado y todo funciona perfectamente. 

Rechungpa y la piedra preciosa

El estudiante del gran maestro Milarepa, Rechungpa, era muy atractivo. Sin embargo, Milarepa no era muy guapo. Esto se describe en todos los textos. Rechungpa no se sentía muy satisfecho con Milarepa como su maestro. Sentía que Milarepa no tenía ninguna educación y no era un gueshe, sino simplemente un laico, un simple practicante. Le preguntó a Milarepa: “¿Qué son las seis perfecciones?”. Y Milarepa sonrió y le respondió muy brevemente: “Ir de donde tú estás ahora a un mejor lugar, eso es una perfección”. De hecho, ¡es una respuesta corta, pero una muy fuerte! Pero para Rechungpa no era suficiente. Le dijo a Milarepa que quería ir y estudiar con gueshes muy eruditos. Milarepa dijo: “Muy bien, puedes ir”. Milarepa sabía con su mente omnisciente que tenía que dejarlo ir para que estudiara con otros maestros.

Pero, a través de su omnisciencia, Milarepa también sabía que él era el único maestro perfecto para Rechungpa. Tenían una conexión kármica que Rechungpa no era capaz de ver. Así, Milarepa lo dejó ir. En ese momento, no había taxis, por lo que Rechungpa tuvo que caminar muchos días y semanas. En su viaje, necesitó un lugar en donde quedarse y, una noche, golpeó a la puerta de una casa y una hermosa chica salió. Rechungpa le preguntó si podía quedarse esa noche y recibir algo de cenar. Ella le dijo que sí y su familia lo recibió. Hubo cierto tipo de contacto visual entre Rechungpa y la joven, ¡quién sabe qué pasó!

Rechungpa decidió quedarse un día más. Esta joven tomó su collar, que tenía una piedra preciosa, y se lo dio a Rechungpa, diciendo: “Es una señal de mi amor por ti, por favor, cuídalo”. Rechungpa asintió, lo tomó y continuó su viaje. En el camino, se encontró con muchas personas que hablaban de Milarepa, un maestro no muy agraciado, pero que daba unas enseñanzas muy buenas y era un gran practicante. 

Finalmente, conoció a un gran maestro con muchos estudiantes. Escuchó a este maestro y, al final de las enseñanzas, el maestro llevó sus manos al corazón y dijo que, aunque no había conocido directamente a Milarepa, había aprendido mucho de él. Brotaron lágrimas de los ojos de ese gran maestro. Rechungpa estaba realmente sorprendido, pensando: “Quizás debería regresar y quedarme con Milarepa. No pude obtener nada estando cerca de él, pero todos estos maestros están obteniendo mucho de él a la distancia”. 

Así, Rechungpa emprendió el camino de regreso hacia Milarepa. En el trayecto, se acordó de la hermosa joven y pensó en visitarla. Antes de llegar, se encontró con un mendigo que tenía verdadera necesidad de algo para comer y vestir. Dentro de Rechungpa surgió una gran compasión, y se preguntó qué podría ofrecerle a este mendigo. Recordó la piedra preciosa que la joven le había dado. Pensó que el mendigo estaría muy feliz y podría comprar muchas cosas para comer y vestir; así, se la dio. Luego fue a la casa de la joven. Ella preguntó cómo había salido todo y también le preguntó dónde estaba su piedra preciosa. Rechungpa dijo: “Había un mendigo que la necesitaba más que yo, así que se la di”. Ella gritó, lloró y perdió los estribos. Él vio su lado desagradable y cualquier cariño que había sentido por ella desapareció automáticamente. 

Al día siguiente se fue y regresó con Milarepa, hizo tres postraciones y compartió algunas de las historias y de la educación que había recibido del gran maestro. Antes de que pudiera continuar, el maestro le dijo: “La joven te dio una piedra preciosa y se la diste a un mendigo; cuando regresaste, encontraste el lado feo de esta mujer”.  Rechungpa dijo: “Sí”. Milarepa sonrió: “Piensas que ese gran maestro es mucho mejor que yo, pero, al final, regresas y me alabas. Yo hice que te pasaran todas esas cosas. Si te vas de nuevo ¡no encontrarás nada!”. 

Esta es la hermosa magia de cómo pueden ayudarnos los budas. La moraleja de la historia es que, con la bendición del Buda, aun si el Buda o un gran maestro no están con nosotros físicamente, podemos aprender algo de todas las cosas buenas y malas que nos pasan. Las enseñanzas de los budas y nuestros maestros se aprenden dentro de nosotros, pero siempre lo olvidamos. La gran enseñanza de Milarepa a Rechungpa son todas las cosas que hizo que Rechungpa atravesara. 

Valorar a nuestros maestros espirituales

(6) La práctica de un bodisatva es valorar más que a nuestro cuerpo a nuestros mentores espirituales sagrados, con quienes, al confiarnos a ellos, nuestras faltas llegan a agotarse y nuestras buenas cualidades aumentan como la luna creciente.

Este verso es muy cierto. Cuando tengo algunos problemas, acudo a mi maestro. No le hago ninguna pregunta; por el solo hecho de estar sentado a su lado, surgen cosas positivas. Cuando surgen pensamientos destructivos, de manera directa y automática decido: “¡No, no puedo pensar de esta forma!”. Sin embargo, lo más estúpido es que escucharé a mi maestro y pensaré: “¡Sí, esto es lo correcto!”, pero después de 20 o 30 minutos, ahí está el viejo yo. Escuchamos a nuestro maestro hablar acerca de la gran compasión y nos sentimos muy inspirados y quizás después reflexionemos sobre los puntos más importantes, pero luego la inspiración se desvanece rápidamente. Es como si hubiéramos perdido algo precioso. De hecho, deberíamos sentir como si hubiéramos perdido un diamante precioso y entonces pensar: “¡Necesito recuperarlo ahora!”. Así, podemos escuchar nuevamente a nuestro maestro y obtener más y más fortaleza. Esta es la forma.  

Si alguien te pregunta cuánto respetas a Su Santidad el Dalái Lama seguramente dirás: “Mucho”. ¿Cuán preciado es Su Santidad? “Muy preciado”. ¿Puedes entregarle tu vida? “¡¿Qué?!”. Pero si te enamoras profundamente, sin duda harías cualquier cosa para proteger a tu ser amado. Estarías a su lado para protegerlo siempre que tuvieras que hacerlo. Cuando pienses en tus maestros y en su preciado conocimiento, y cómo eso te ayuda y te conduce a la iluminación, deberías sentir: “si pierdo esto, ¿qué me pasará? Quiero conservar esto”. Eso es muy importante. 

Darle una dirección segura a nuestra vida

(7) La práctica de un bodisatva es tomar dirección segura de las Joyas Supremas, al buscar protección de quienes nunca nos han engañado – ¿a quién pueden proteger los dioses mundanos cuando ellos mismos están aún atados en la prisión del samsara? 

Algo relacionado con este párrafo hizo que Su Santidad se enredara en una controversia. En estos días, Su Santidad no habla mucho de la adoración a una figura en particular, pero hizo una declaración muy fuerte acerca de ello, y por una buena razón. Estaba preocupado por nuestro refugio. Si nuestro refugio no es puro, entonces no vamos en la dirección de ser budistas. Él estaba muy preocupado. ¿Qué tipo de refugio necesitamos? Necesitamos tomar refugio en algo que sea mucho más fuerte que nosotros. Esta fuerza no se refiere a fuerza física sino mental, por ejemplo, el Buda, el omnisciente, su amor hacia nosotros, el poder, su forma de saber cómo nos sentimos. Conoce todo completamente. Cuando hablamos del poder del Buda de ayudarnos, se refiere a sus enseñanzas, el Dharma. El Dharma no son solo discursos o algunos textos hermosos. Es la propia experiencia del Buda. Él mismo lo revisó y encontró que es el único camino a la iluminación, por lo que nos entregó las enseñanzas. Ese es el Dharma y esa es la cesación misma.  

Necesitamos ayuda en este camino a la iluminación, la cual obtenemos de la Sangha. Es como en el hospital, está el doctor, la enfermera y la medicina. El Buda es como un doctor que prescribe la medicina – el Dharma – para nuestra enfermedad, que es el sufrimiento. Son las enfermeras – la Sangha – quienes nos ayudan a tomar la medicina. Pero algunas veces nos olvidamos de la importancia de los tres. De hecho, los occidentales sin antecedentes en el budismo tradicional lo están haciendo mejor que las personas en Spiti, de donde provengo. Son tradicionalmente budistas, y hacen todos los rituales hermosamente, pero no tienen mucho conocimiento sobre el Buda, el Dharma y la Sangha. Especialmente del Dharma. De hecho, no están muy interesados. Cuando un lama da una iniciación y viste hermosos hábitos, automáticamente sienten que todos sus obstáculos se han ido mágicamente. Este tipo de pensamiento también viene a Occidente. Es peligroso, es como una enfermedad. Es como sucede con la mayoría de las religiones, la mayoría de los países budistas están perdiendo la pureza del budismo. 

Yo estudié en un monasterio en el sur de la India, y muchos tibetanos acudían por las puyas. Teníamos miles de monjes, y con frecuencia hacíamos puyas y plegarias. Los tibetanos solían acudir y hacer ofrendas al Buda con las manos juntas. Bueno, se quedaban solo por unos segundos y luego se iban a las capillas del protector. ¡Ahí mucha gente está haciendo rituales! El olor ahí es muy diferente, con lámparas de mantequilla y otras ofrendas. Ahí se quedan para realizar plegarias muy largas. Incluso Su Santidad el Dalái Lama constantemente nos enseña todas las enseñanzas budistas necesarias, pero aun así las ignoramos. Cuando tenemos obstáculos, rápidamente hacemos puyas protectoras. Nos olvidamos completamente que el protector por excelencia es el Buda mismo. En nuestras plegarias al gurú, decimos: “Tú eres mi gurú, mi Buda, mi protector”, pero aun así sentimos que hay algún protector especial, como Palden Lhamo, que es totalmente diferente y más poderoso que Su Santidad. Su Santidad solo nos enseña sobre budismo, eso es todo, ¡ja, ja, ja!

Pienso, pues supuesto, que Gyalse Togme Zangpo enseñó esto específicamente para los tibetanos, al decir que los dioses mundanos aún son seres sintientes atascados en el samsara. Tienen celos y aversión igual que nosotros, así que ¿cómo podrían ayudarnos verdaderamente, y cómo podrían ser nuestro refugio? Si la característica definitoria de que tomemos refugio es que queremos salir del samsara, ciertamente ellos no son nuestro refugio. Si nuestra mente es estrecha y lo único que queremos es una buena vida o vengarnos de nuestros enemigos, entonces estos dioses mundanos podrían ser nuestro refugio, pero esa es una pérdida de tiempo. Nuestro anhelo es alcanzar la plena iluminación, no solo buena comida, ropa linda, reputación y fama. Estamos buscando la iluminación plena. Nuestro refugio solo es el Buda, el Dharma y la Sangha. 

Cuando Atisha viajó al Tíbet desde la India, los lamas tibetanos y los académicos acudieron a darle la bienvenida montando caballos y ataviados en hermosos brocados. Eran monjes. Cuando Atisha vio eso, se fue corriendo. Les dijo a dos de sus estudiantes: “¡Rápido, corramos, ahí vienen los maestros tibetanos!”. Esta es la primera enseñanza que dio en el Tíbet. No deberíamos impresionarnos con cosas mundanas como esas, debemos ser muy cuidadosos.  

Refrenarnos de la conducta destructiva

(8) La práctica de un bodisatva es nunca cometer ninguna acción negativa, aun al costo de nuestras vidas, porque el Sabio Capaz ha declarado que los sufrimientos extremadamente difíciles de soportar de los peores estados de renacimiento son el resultado de acciones negativas.

Aquí, Gyalse Togme Zangpo habla acerca de los reinos inferiores. Primero que nada, necesitamos examinar si hay reinos inferiores o no. No hablemos de vidas pasadas y futuras – solo enfoquémonos en esta vida. Hemos hecho muchas cosas, positivas y negativas. Todas estas acciones son causas que crean efectos. En budismo, decimos que si haces cosas buenas entonces vendrán buenos resultados, y si haces cosas malas, sucederán cosas malas. Le llamamos a esto causa y efecto. 

No nos preocupemos de las cosas malas por ahora. Pensemos en las cosas buenas. Hemos hecho mucho por los demás, por los tibetanos, por ejemplo. Apoyamos a Su Santidad y practicamos lo que nos indica – muchas cosas grandiosas. Cuando llegue el momento en que tengamos que dejar este mundo, ¿qué pasará con nosotros y a dónde irán todos estos esfuerzos y cosas buenas que hemos hecho? Cuando alguien muere, su nombre permanece por un corto tiempo, pero luego incluso eso desaparece. La pregunta realmente es si nuestra conciencia continúa o no. Esta es una gran pregunta. Los científicos no tienen una buena explicación acerca de la conciencia; siguiendo los diálogos que mantienen con Su Santidad, aún están muy confundidos. No están seguros de si deberían seguir las explicaciones budistas de Su Santidad sobre qué es la conciencia, o si deberían quedarse en su caja.  

Todos conocemos el poder de la mente. Si entrenamos a nuestra mente, aun si estamos en un muy mal humor, podemos cambiar nuestra forma de pensar fácilmente. Por eso lo llamamos “entrenamiento mental”. El poder de la mente es sumamente grandioso, en realidad. También hemos visto muchos ejemplos de personas que recuerdan sus vidas pasadas. En las enseñanzas, el Buda Shakyamuni habla mucho de las vidas pasadas y futuras. Nagáryuna, Lama Tsongkhapa, todos estos grandes maestros hablaron acerca de las vidas futuras. Se explica muy bien qué es la conciencia y cómo funciona. Esto es algo increíble. Nuestra conciencia pasa de vida en vida y viene con un paquete llamado “huellas”. 

En una familia, puede haber dos hermanos con dos formas totalmente diferentes de pensar. La forma de sus cerebros es la misma, pero tienen formas completamente diferentes de pensar. Esto es muy complicado de explicar. Nacen en la misma familia de los mismos padres y tienen la misma educación, entonces ¿no deberían tener formas muy similares de pensar? Pero, si creemos en la conciencia, y en las huellas, podemos inferir que todo tiene sentido. Y, de hecho, nuestra esperanza está en las huellas que tenemos. Las huellas positivas que hacemos en esta vida, por las acciones positivas que cometemos, resultarán en algunos efectos positivos en nuestras vidas futuras. Esa es la razón por la que, para algunas personas, las cosas son realmente negativas y, para otras, son realmente positivas. No es que a las personas que experimentan resultados negativos de acciones previas les guste ser “malas” o quieran experimentar resultados negativos. Hicieron lo que hicieron porque les gustaba mucho y, en ese momento, no les importaba si el resultado sería bueno o malo. Todo es acerca de nuestras acciones. Cada uno de nosotros seres sintientes ha hecho tantas cosas positivas y destructivas en nuestra vida, y los resultados surgirán un día u otro. 

Podemos ver cuántas personas hay que no es esfuerzan mucho, pero logran muchas cosas. Y también hay personas que trabajan muy duro, pero apenas logran algo. Es muy interesante. Todo esto tiene que ver con nuestro mérito y huellas.  

Revisemos todas las cosas negativas que podemos haber hecho. De hecho, hemos hecho tantas cosas destructivas en nuestras vidas pasadas, y madurarán. Esa es la razón por la que enfrentamos obstáculos y problemas en nuestra vida ahora, pero hay muchas otras huellas. Wow. ¡Es realmente algo bastante impensable! Deberíamos detenernos y pensar en ello: “Estas cosas destructivas que me gusta hacer, el resultado es una huella que se lleva a la siguiente vida y, en ese momento, tendré que enfrentar algo que realmente no quiero”. Y no solo se trata de nosotros, no solo nos afecta a nosotros. No podemos ayudar a otros si estamos atrapados en una mala situación. No podemos realmente cumplir con nuestro papel como bodisatvas si nosotros mismos estamos enfrentando grandes problemas. 

Amamos mucho a los demás y necesitamos ayudarlos en sus situaciones críticas. Para hacerlo, necesitamos no involucrarnos en acciones destructivas. Sentimos esto con tanta fuerza que no nos involucraremos en acciones destructivas aun a costa de nuestra propia vida. Implica un gran esfuerzo, pero si realmente queremos, lo haremos. Esa es la razón por la que las personas que son muy adictas a las drogas harían lo que fuera para conseguirlas. No les importa si mueren, siempre y cuando consigan sus drogas. Sin arrepentimientos. Por supuesto, la forma de pensar de un bodisatva es muy diferente. El propósito de nuestra vida como bodisatvas es beneficiar a los demás, conducirlos en la dirección correcta y estamos dispuestos a hacer lo que sea para que suceda. Estamos dispuestos a dejar de involucrarnos en cualquier cosa negativa, llevarnos al estado en el que realmente podamos ayudar a otros. Si hacemos algo destructivo, sabiendo que, en el futuro, a su vez, algo negativo nos pasará a nosotros, no seremos capaces de ayudar a los demás. Esta es la actitud con la que los bodisatvas combaten las acciones negativas. Lo que sea que hayamos hecho en el pasado está hecho, son causas y tendrán sus resultados. Pero ahora, en este momento, podemos poner un alto a este ciclo. Si seguimos involucrándonos en acciones negativas ahora, entonces con toda seguridad en la siguiente vida tendremos que lidiar con los resultados, y si las emociones negativas se apoderan y corrompen nuestra mente, no seremos capaces ayudar a los demás. 

Es como cuando hay una gotera en tu casa. Una o dos gotas están bien, pero si la dejas, solo empeorará. Si no la detenemos desde su fuente principal, terminaremos en un gran problema y con una casa inundada. Por eso, la arreglamos en cuanto la vemos. Es lo mismo aquí. Corregimos nuestras acciones de inmediato, de tal forma que no tengamos mayores problemas después. Para hacer esto necesitamos conocer el propósito de la vida. De lo contrario, desperdiciaremos nuestra vida solo disfrutando los placeres del samsara. 

Dedicatoria

Detengámonos aquí por ahora y dediquemos el potencial positivo que todos hemos creado el día de hoy. 

Nos hemos esforzado al escuchar estos versos de Gyalse Togme Zangpo y al recordar las enseñanzas de Su Santidad y otros gurús. Sin importar si podemos ponerlas en práctica todas ahora, simplemente escuchar, aunque sea por unos cuantos minutos, y establecer nuestra mente en esa dirección, es algo maravilloso. Nuestra mente escucha, pero es posible que no trabaje tan bien. Entonces, tenemos que tener la motivación de despertar a nuestra mente. Ahora sabemos un poco de las enseñanzas y podemos unir las cosas por nosotros mismos. Mi maestro siempre decía que el mejor compromiso que podemos hacer es que, cada día, durante 15 o 30 minutos, estudiemos y reflexionemos sobre nuestra práctica. ¿Cómo nos ayuda nuestra práctica en la vida? Pensemos en cómo queremos tener este tipo de práctica por el resto de nuestra vida. Como dedicatoria, deberíamos dedicar esto a nuestros maestros, para que vivan mucho tiempo y podamos escuchar sus enseñanzas. Así, el mejor compromiso es practicar 15 minutos, 30 minutos, una hora. Sentiremos que nuestra vida cambia a través de esto. Con esta dedicatoria, acumularemos mucha fuerza positiva. ¡Gracias! 

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