Las dos verdades según las escuelas vaibáshika y sautrántika

La explicación de las dos verdades es un tema bastante complejo y profundo dentro de la esfera del budismo y me gustaría tratar de presentarla de una manera práctica, porque no sólo es un tema de interés intelectual, sino de uso práctico. Nuestro objetivo en la práctica budista es convertirnos en un buda iluminado y eso significa que debemos superar nuestro no darse cuenta de la realidad (el no darse cuenta de todas las cosas), con el fin de estar en una mejor posición para ayudar a todos los seres.

Las apariencias engañosas y las dos verdades

Lo que todos percibimos en el mundo es bastante confuso; normalmente percibimos lo que se conoce como apariencias engañosas. Estas apariencias engañosas nos engañan al hacernos pensar que las cosas existen de la forma en que aparecen. Con base en esto, surgen todo tipo de emociones perturbadoras que conducen al comportamiento compulsivo del karma. Para convertirnos en un buda totalmente iluminado, necesitamos entender lo que se conoce como las dos verdades con respecto a lo que experimentamos en la vida.

En el budismo, cuando hablamos de estas dos verdades, ambas son válidas dentro de su propio contexto. No es que una sea más real que la otra; no es que, para comprender una verdad trascendental, tengamos que ignorar totalmente la otra verdad; no obstante, lo que se conoce como la verdad superficial, siempre esconde algo que es más profundo. Entonces, estas dos verdades pueden entenderse como la verdad superficial y la más profunda.

El significado de "superficial"

Básicamente, necesitamos entender estos dos aspectos de la realidad y deconstruir el nivel superficial para conocer también el nivel más profundo. Cuando lo hacemos con éxito, entendemos la extensión total de la realidad. En el término "verdad superficial", el gran maestro budista indio Chandrakirti ha explicado que la palabra "superficial" (kun-rdzob) tiene tres significados diferentes. "Superficial" significa:

  • Algo que impide ver la naturaleza más profunda de cómo existen las cosas. Oscurece las cuatro realidades de los nobles o la vacuidad, la ausencia de formas imposibles de existencia.
  • Algo que se basa en o depende de otra cosa, por ejemplo, partes. Esto no se refiere a algo que depende de causas y condiciones, ya que eso incluiría sólo fenómenos no estáticos.
  • Algo que depende de la convención mundana. Esto se refiere a cosas como categorías. Las categorías son convenciones, como la categoría "perro" o "bueno" o "malo". Eso oscurece la realidad objetiva a la que se refieren las categorías. Una vez más, no estamos hablando de la realidad de estas cosas, solo estamos hablando de los elementos en sí, así que volvamos a aclararlo.

Estamos hablando de alguna cosa que cubre algo más. Entonces, la apariencia de algo puede ocultar cómo existe algo realmente. Por ejemplo, algo que está hecho de partes, parece sólido, pero la apariencia cubre las partes de las que está hecho. Parece sólido, pero en realidad está hecho de partes. O cuando hablamos de categorías generales de las cosas, esto oscurece la individualidad de los elementos que pueden incluirse en las categorías.

Los cuatro sistemas de principios filosóficos

En general, tenemos cuatro sistemas de principios filosóficos en el budismo indio. Dos de ellos pertenecen al sistema Hinayana y dos pertenecen al sistema Mahayana. Dentro del Hinayana tenemos las escuelas Vaibáshika y Sautrántika y en el Mahayana tenemos a las escuelas Chitamatra y Madyámaka. Los tibetanos han dividido a la escuela Madyámaka de muchas maneras diferentes; la escuela tibetana Gelugpa la divide en: Svatántrika-Madyámaka y Prasánguika-Madyámaka. Entonces, al final revisamos cinco puntos de vista diferentes. Todos ellos son muy útiles en el proceso de deconstrucción de las apariencias engañosas, de modo que no sólo vemos el nivel superficial de las cosas, sino también el nivel más profundo.

En cuanto a los sistemas hinayana, las escuelas vaibáshika y sautrántika, cuando hablan de las dos verdades, están hablando de dos tipos diferentes de fenómenos verdaderos. Estos son dos tipos de fenómenos verdaderos y, en esencia, son dos tipos diferentes de cosas. El término técnico es que tienen naturalezas esenciales diferentes.

Cuando hablamos de las dos verdades en los sistemas mahayana, comparten la misma naturaleza esencial. Esto significa que la verdad superficial se refiere a la apariencia de las cosas y la verdad más profunda se refiere a su modo de existencia. Se refieren básicamente a lo mismo desde dos puntos de vista; desde el punto de vista de cómo parecen existir y de cómo realmente existen.

Los dos tipos de fenómenos verdaderos según la escuela vaibáshika

Primero veamos el sistema de la escuela vaibáshika. Aquí, lo que queremos hacer es básicamente deconstruir lo que nos parece sólido. Estas cosas que nos parecen sólidas, como si no tuvieran partes, esconden u ocultan las cosas de las que están hechas. Las verdades más profundas, por otro lado, son cosas que básicamente no son así, para decirlo en un lenguaje simple. Las definiciones reales son bastante complejas.

Fenómenos superficialmente verdaderos según la escuela vaibáshika

Los fenómenos verdaderos superficiales son cosas de las que ya no podemos conocer las identidades convencionales mientras las diseccionamos por medios físicos o las analizamos por escrutinio mental. Permítanme repetir la definición en palabras ligeramente diferentes. Los fenómenos superficialmente verdaderos son cosas que, mientras intentamos deconstruirlos física o mentalmente, ya no podemos conocer sus identidades convencionales.

Por ejemplo, esta mesa, si la deconstruimos, finalmente llegamos a los átomos (partículas) y así, mientras la analizamos y llegamos a los átomos, ya no podemos reconocer la mesa. Pierde su identidad, es sólo una acumulación de átomos. Si pensamos en una oración, no escuchamos toda la oración de una sola vez, ¿verdad? Sólo escuchamos partes de sílabas, consonantes y vocales, una a la vez; si dividimos una oración en sus sonidos componentes, pierde su significado, ¿cierto?

Aunque, por supuesto, existen oraciones, no hay problema con eso, y las mesas también existen; sin embargo, no son tan sólidas como parecen ser. Observen cómo pueden tener problemas cuando ven el mundo como entidades sólidas. Podemos imaginar un estado de ánimo: "¡Estoy de muy mal humor!" y convertirlo en algo sólido, pero en realidad está formado por pequeñas partes. Cada momento es diferente y lo que sucede en cada momento es diferente. O cuando alguien nos dice algo que tomamos como sólido y nos enojamos mucho y nos sentimos muy dolidos con lo que nos dijeron. Sin embargo, en realidad solo está hecho de partes, cada pequeño sonido de la oración que dijeron es sólo un sonido. Así, la deconstrucción en las partes componentes, las partes más fundamentales, nos ayuda a superar las emociones perturbadoras, ¿no es así? Es muy útil.

Lo mismo con el movimiento, el movimiento se compone de pequeños momentos de cambio. Sin embargo, podemos enojarnos mucho, por ejemplo, por el movimiento o la velocidad con la que funciona nuestra computadora: "es muy lenta" o por la forma en que las cosas se desarrollan con el tiempo.

Nuevamente, podemos quedar atrapados en su solidez si no lo deconstruimos en sus partes. Cuando examinamos hasta el más mínimo detalle de estos fenómenos superficialmente verdaderos, llegamos a sus partes más pequeñas. Para el objeto físico, estas partes más pequeñas, desde el punto de vista de la escuela vaibáshika, son partículas. Las escuelas vaibáshika y sautrántika afirman que, en última instancia, hay partículas más pequeñas y unidades de tiempo más pequeñas que no se pueden dividir más.

Las escuelas mahayana dicen que, en última instancia, no hay una partícula o unidad de tiempo más pequeña, siempre puedes dividirla más. Es muy interesante si pensamos en la ciencia moderna y en la búsqueda de la partícula última más pequeña: después de otra década descubren que la que pensaban que era la más pequeña en realidad está compuesta de partículas aún más pequeñas, y así sucesivamente.

La escuela vaibáshika dice: "En última instancia, hay una partícula más pequeña", y la escuela mahayana dice: "No, todo está hecho de partes". Entonces, según la vaibáshika, los fenómenos superficialmente verdaderos son aquellos que, mientras los deconstruimos mental o físicamente, pierden su identidad.

El fenómeno verdadero más profundo según la escuela vaibáshika

Los fenómenos verdaderos más profundos son aquellas cosas de las que aún podemos conocer las identidades convencionales mientras las diseccionamos o analizamos. Así, diseccionadas o deconstruidas mental o físicamente, aún podemos identificar lo que son. Eso no sólo se refiere a estas partículas o unidades de tiempo más pequeñas, sino también a las formas de fenómenos físicos o a la felicidad, etc.

Si tienes una forma y la cortas en trozos pequeños, sigue siendo una forma. Si la cortas más, sigue siendo una forma. No importa cuánto dividas esa forma en pequeñas partes, sigue siendo una forma. O con la felicidad, incluso el momento más pequeño, aún es felicidad.

Esto significa, según la escuela vaibáshika, que hay algunas cosas que son elementos constructores de la realidad básicos y fundamentales que incluyen, no sólo a las partículas más pequeñas y a las unidades de tiempo más pequeñas, sino también estas cosas más fundamentales como formas, sonidos, felicidad, etc.

El sistema teravada, que también es hinayana, pero no se discute en la tradición sánscrita tibetana, tiene un tipo similar de presentación de estas dos verdades. Tiene estos fenómenos fundamentales como los más profundos.

El espacio también es un fenómeno verdadero más profundo. En el budismo, el espacio tiene un significado muy específico. Es un hecho acerca de algo, no es el espacio que ocupa algo. Es un hecho que no hay nada que impida que este objeto material ocupe tres dimensiones. En otras palabras, no importa dónde coloque mi reloj de pulsera, no hay nada que le obstruya ocupar tres dimensiones, y no puedo ponerlo dentro de otra cosa que sea sólida. Pero ese hecho de que pueda ocupar las tres dimensiones en cualquier lugar donde lo mueva, siempre que no haya otra cosa que ocupe esas tres dimensiones, es lo que se conoce como espacio.

Aunque lo llamamos con la palabra "espacio" en nuestros idiomas occidentales, a menudo es un poco confuso para nosotros, tenemos un concepto bastante diferente de lo que significa esa palabra. De todos modos, cuando analizamos el espacio, no importa cuán pequeño se vuelva, aún conserva la identidad como espacio.

El espacio es un fenómeno estático: no se ve afectado por nada y, por lo tanto, nunca cambia. En la vaibáshika, todos los fenómenos estáticos son fenómenos verdaderos más profundos, pero no todos los fenómenos verdaderos más profundos son estáticos. Algunos fenómenos verdaderos más profundos, como las partículas más pequeñas, las unidades de tiempo más pequeñas y la felicidad, no son estáticos. Entonces, algunos fenómenos no estáticos, como una mesa, son fenómenos verdaderos superficiales, y algunos son fenómenos verdaderos más profundos.

La escuela vaibáshika afirma, sin embargo, que tanto los fenómenos estáticos como los no estáticos tienen el mismo tipo de existencia. Ambos son fenómenos sustancialmente existentes, en el sentido de que ambos realizan la función de servir como objetos de sus cogniciones.

Los dos tipos de fenómenos verdaderos según la escuela sautrántika

Aunque hay cosas que están hechas de partes y ocultan las partes de las que dependen, sin embargo, aquí en la sautrántika, estamos deconstruyendo desde un punto de vista diferente cuando hablamos de las dos verdades. Aquí dirigimos nuestro interés más hacia la mente y lo que estamos diferenciando y deconstruyendo, hablando en términos muy generales, son nuestras proyecciones.

Cognición conceptual a través de categorías

Percibimos las cosas conceptualmente por medio de categorías. Obviamente, también tenemos una cognición no conceptual (vemos, escuchamos), pero eso dura solo un pequeño instante. Encajamos en categorías lo que percibimos a través de los sentidos para darle sentido: perro, gato, mesa, estas son categorías. Las categorías se pueden designar con varias palabras o nombres en diferentes idiomas e incluso podrían ser parte de nuestro proceso mental sin ningún nombre. Los animales perciben en términos de categorías: "mi granero, mi amo", tienen categorías sin palabras. Los bebés también las tienen.

Muchas cosas que se ven bastante diferentes entre sí pueden encajar en una categoría. El ejemplo más fácil es la categoría "perro": perro salchicha, pastor alemán, poodle, chihuahua, gran danés, tenemos todos estos diferentes tipos de perros. Todos se ven muy diferentes y, sin embargo, tenemos una categoría de animales en la que encajan, que es "perro". No encajan en la categoría de "gato", sino en la categoría de "perro". Esa es sólo una forma de organizar conceptualmente las cosas.

Las categorías tienen características definitorias y, cuando pensamos en términos de categorías, tenemos algo que representa esa categoría. Si todos tratamos de pensar en un perro, todos tendremos una imagen mental bastante diferente para representar lo que es un "perro". Ahora, con el perro no hay tanto problema. Sin embargo, cuando todos pensamos en las palabras "amigo", "amor", "bonito", "feo”, “bueno" o "malo", todos tenemos algo muy diferente que lo representa e incluso diferentes definiciones. El problema es que, cuando percibimos a alguien, proyectamos esa categoría y lo que la representa; proyectamos sobre ellos lo que en nuestra mente debería ser un buen amigo: "no eres un buen amigo". Por eso tenemos muchos problemas, ¿cierto? Este es el pensamiento conceptual.

"Si me amas, deberías hacer esto y aquello, pero no lo haces; por lo tanto, no me amas". Eso es una proyección, ¿cierto? Es nuestro lenguaje normal, cotidiano y tiene que ver con categorías y lo que representa esa categoría.

Según la escuela vaibáshika, las categorías son fenómenos no estáticos que no son ni formas de fenómenos físicos ni formas de darse cuenta de algo. Hay perros, hay amigos y todos son no estáticos porque hacen cosas. La sautrántika no está de acuerdo y afirma que las categorías son fenómenos estáticos.

La sautrántika diferencia las entidades objetivas de las metafísicas. Los fenómenos no estáticos son objetivos; mientras que los estáticos son metafísicos. Luego afirma que los fenómenos estáticos son fenómenos verdaderos superficiales; mientras que los fenómenos no estáticos son fenómenos verdaderos más profundos.

Los fenómenos verdaderos superficiales tienen su existencia establecida meramente por ser mentalmente etiquetados por la cognición conceptual. La vaibáshika dice que nada existe así, pero la sautrántika no está de acuerdo y dice que esas categorías existen solo por el hecho de que son mentalmente etiquetadas por la cognición conceptual. Etiquetamos la categoría "perro" en animales específicos y etiquetamos la categoría "amigo" sobre personas específicas. Estas categorías no existen fuera de este proceso conceptual, son entidades metafísicas.

Las categorías no hacen nada. Los perros y los amigos individuales hacen algo, pero las categorías en sí mismas no hacen nada; son solo parte de nuestro marco conceptual. Hay categorías de objeto como "perro", "amigo", etc. y también hay categorías de audio. No importa en la voz de quién se diga el sonido de la palabra "perro", ni el volumen, la pronunciación, podemos entenderlo como el sonido de la palabra "perro". Todos esos ejemplos individuales del sonido de esa palabra son bastante diferentes, pero todos encajan en la categoría de audio del sonido de la palabra "perro". Es sorprendente que podamos entender que todos dicen la misma palabra. Esa es una categoría de audio: es una entidad estática y metafísica.

Fenómenos verdaderos superficiales y profundos según la escuela sautrántika

En la sautrántika, los fenómenos verdaderos superficiales son aquellas cosas que son establecidas meramente en términos de ser imputados por la cognición conceptual. Incluyen todas las entidades metafísicas, esto es, todos los fenómenos estáticos. No realizan ninguna función, la sautrántika no considera que servir como objeto de cognición sea desempeñar una función. Por lo tanto, no son sustancialmente existentes y aquí también incluyen la falta de identidad imposible de una persona. Ahora, lo que es el equivalente a la vacuidad se convierte en una verdad superficial en la sautrántika porque sólo se establece en términos de cognición conceptual. Esa es una afirmación bastante especial en la escuela sautrántika.

Los fenómenos verdaderos más profundos, por otro lado, tienen su existencia establecida desde el lado de su propia manera individual de permanecer sin depender de ser imputados por palabras o por la cognición conceptual. La sautrántika llama a tales fenómenos "entidades objetivas". Entonces, las entidades metafísicas son aquellas cosas que proyectamos y usamos conceptualmente para entender las cosas; mientras que las entidades objetivas incluyen todos los fenómenos no estáticos, que constituyen la "realidad objetiva".

Otra definición de fenómenos verdaderos superficiales son aquellos elementos cuyo modo de existencia no resiste el análisis por medio de la lógica. Eso significa que, cuando analizamos estas categorías, no se encuentran existiendo objetivamente fuera del contexto de nuestro proceso de pensamiento conceptual. Eso es muy significativo porque eso significa que el análisis despeja nuestras proyecciones: ya no encontramos estas verdades superficiales, mientras que los fenómenos verdaderos más profundos son aquellos elementos cuyo modo de existencia resiste el análisis de la lógica. Después de analizarlo con la lógica, descubrimos que un objeto todavía se puede encontrar existiendo objetivamente fuera del contexto de nuestro proceso de pensamiento conceptual.

Por ejemplo, estaba mirando la forma de tu apariencia física sentada allí, a través de la categoría de "mujer" o "amiga". Analizo los conceptos de mujer y amiga que tengo y veo que, fuera de ese contexto, esos conceptos no existen en ningún lado. Mientras que, si analizo tú apariencia y tu aspecto físico, todavía estás sentada allí. Te puedo encontrar fuera del proceso conceptual. Esa es la realidad objetiva.

En resumen, sólo estos fenómenos verdaderos más profundos son sustancialmente existentes. Son capaces de realizar funciones, por lo que realmente existen y son lo que se conoce como "fenómenos últimos”.

Existencia autoestablecida (existencia inherente)

Según la sautrántika, todos los fenómenos válidamente conocibles, ya sea que estemos hablando de los verdaderos superficiales o los más profundos, tienen su existencia establecida por su propia naturaleza. Tienen existencia autoestablecida. A veces eso se traduce como existencia inherente y es sinónimo de existencia establecida desde su propio lado. Se define como existencia establecida por el hecho de que, cuando uno busca el referente (la cosa real a la que se refiere el nombre o concepto, correspondiente al nombre o concepto de algo), este referente real se puede encontrar del lado del objeto que se está nombrando.

Por ejemplo, está el nombre "vaso", también está la categoría "vaso" y ¿qué establece que sea un vaso? Lo que lo establece es que en realidad hay un vaso colocado aquí, una cosa referente que corresponde a ese nombre o categoría. Ese es un referente que puede encontrarse.

La escuela sautrántika dice que todo es así, así que cuando buscamos cosas objetivas como el vaso, encontramos una cosa real que existe desde el lado del objeto, al que se refiere esa palabra. Las entidades metafísicas son iguales, no las encontramos en la realidad objetiva, pero la categoría "vaso" tiene un nombre asociado y ese nombre se refiere a la categoría y la categoría se puede encontrar realmente en esa cognición conceptual. Está allí, desde su propio lado, colocado en la cognición conceptual, aunque no se encuentre objetivamente fuera del pensamiento conceptual.

Marcas características definitorias

Además, tanto los fenómenos verdaderos superficiales como los más profundos tienen su existencia establecida por sus marcas características definitorias individuales, que se pueden encontrar desde su propio lado. Creo que la manera más fácil de entender esto es algo así como un código de barras en el costado del objeto, ya sea que se trate de categorías o de cosas objetivas, tienen un código de barras y ese código de barras establece qué es algo y cuáles son sus cualidades. Son la base para ellas y para que sus cualidades estén etiquetadas por categorías y designadas con nombres, palabras y conceptos para ellos.

Por ejemplo, te estoy mirando y a tu lado hay un código de barras y ese código de barras podría ser el código de barras de "estudiante", de "mujer", de "amiga". Podría designarte con esas palabras, pero incluso si no te designo con esas palabras, ese código de barras está ahí. Por supuesto, objetivamente eres una mujer, eres una estudiante, eres una amiga, ¿cierto? Eso es lo mismo con las categorías; tienen sus características definitorias como un código de barras. Esto no es tan diferente a todo esto de los genomas y el ADN, que caracterizan la individualidad de algo, solo estoy usando diferentes términos técnicos.

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