Malentendidos básicos acerca de cómo existimos
Hay, por supuesto, muchas áreas de malentendidos en el budismo: pero no están exclusivamente limitados a nuestra percepción y entendimiento del budismo. Esta carencia de entendimiento es una temática general que encontramos a través de las enseñanzas budistas. Malentendemos la realidad; malentendemos cómo existimos, cómo todos existen, y así sucesivamente. Debido a esto, proyectamos todo tipo de sinsentidos que no corresponden con la realidad. No solo proyectamos este sinsentido, sino que también lo creemos sin saberlo. Creemos que corresponde a la realidad. Aclarar los malentendidos sobre el budismo también puede ayudarnos a empezar a reconocer cómo proyectamos todo tipo de sinsentidos, no solo en las enseñanzas, sino en general, en nosotros mismos, en otros, y en las diversas situaciones que enfrentamos en la vida.
Malentender el karma
Una de las cosas sobre las que tenemos malentendidos es sobre el karma. Muchos de nosotros tendemos a pensar que el karma tiene que ver con el destino: si algo terrible nos ocurre, decimos: “ese es nuestro karma”. Tendemos a pensar que fuimos malos en vidas pasadas o previamente en esta vida, y que ahora merecemos que algo terrible nos ocurra porque fuimos malos, y porque somos culpables. Esta es una proyección de ciertos marcos conceptuales del pensamiento occidental que no tienen nada que ver con las enseñanzas budistas reales. Pero, debido a que hemos aceptado inconscientemente estos marcos, nos sentimos terriblemente. Nuestra creencia en estos esquemas solo tiende a amplificar nuestra creencia en una identidad sólida que es inherentemente mala. Esta ciertamente no es la enseñanza budista.
Si preguntamos qué es lo que realmente significa el término karma, si revisamos la palabra tibetana, es la palabra que coloquialmente se utiliza para “acciones”. A menudo, cuando escuchamos las enseñanzas sobre el karma, las personas lo traducen como “acciones”. Si pensamos sobre esto, no hace ningún sentido en lo absoluto. Esto es porque, si una de las raíces de las dificultades en nuestra vida son nuestras acciones, absurdamente implicaría que lo único que necesitamos es dejar de hacer cualquier cosa y entonces seremos libres. Podríamos simplemente sentarnos, no hacer nada y nuestros problemas desaparecerían. Claramente, el karma no se refiere a las acciones en sí mismas, a pesar de que la palabra tibetana coloquial para esto signifique acciones.
De hecho, de lo que el karma está hablando es de la compulsividad – la compulsión detrás de nuestras acciones que nos lleva a actuar, hablar, o pensar de ciertas maneras. Actuamos de estos diversos modos y eso desarrolla potenciales, tendencias y hábitos: en términos físicos occidentales, caminos neurales. Estas secuelas de nuestras acciones kármicas maduran en muchos aspectos diferentes. Nos adentraremos más profundamente en esto más adelante en nuestra clase. Sin embargo, una de las cosas en las que maduran es en nuestras ganas de hacer algo. Sentimos: “me gustaría hacer algo; quiero decir algo”. Cuando esto ocurre, el karma entra. El karma es la compulsividad que nos lleva a realmente hacer lo que tenemos ganas de hacer. Esto es lo que necesitamos superar.
Necesitamos encontrar ese espacio entre querer decir algo desagradable a una persona y de hecho decirlo. Si podemos encontrar ese espacio, eso nos da la oportunidad de usar el darse cuenta que discrimina para decidir si actuar aquello que tenemos ganas de hacer o decir será útil o dañino. Tener esta habilidad para discriminar si nuestras acciones o palabras serán útiles o dañinas es lo que nos distingue de los animales, de modo que no actuemos simplemente sobre la base del instinto o el hábito.
A esto es a lo que se refiere el karma. Puede ser el impulso compulsivo de repetir tipos de conducta similares que hemos tenido antes, o la compulsión de meternos en una situación. Por ejemplo, tenemos ganas de ir al centro comercial, así que vamos compulsivamente al centro comercial, y eso nos puede llevar a ser atropellados por un auto. La compulsión puede meternos en una situación en la que nos suceden cosas. Los resultados difíciles de esta compulsión con la que hacemos las cosas a menudo no son obvios. Pero de esto es de lo que habla el karma.
Lo que queremos hacer es, obviamente, superar estar bajo el incontrolable control de nuestro karma. Queremos deshacernos de esto y deshacernos, también, de lo que nos causa desarrollar estos diversos hábitos. Es posible que tengamos hábitos negativos destructivos o incluso hábitos positivos, que pueden ser bastante neuróticos: por ejemplo, ser un perfeccionista y constantemente querer estar limpiando, o constantemente corregir a todas las personas, o actuar como un dictador gramatical. Este tipo de síndrome, el perfeccionismo – cuando proyectamos que, de alguna manera, podemos ser perfectos – nos puede llevar a una gran cantidad de dificultades. La casa nunca está suficientemente limpia; sin importar cuantas veces la limpiemos, siempre necesita más, así que nuestra mente nunca está en calma.
Malentendidos en el tantra: El camino “fácil” a la iluminación
El tema principal en el que nos concentraremos es en el tantra. El tantra es uno de los métodos que utilizamos para superar estar bajo el control de la compulsividad de nuestro karma. Uno de los malentendidos es pensar que el tantra o el mahamudra o el dzogchen, son caminos fáciles a la iluminación. Nunca nadie dijo que eran fáciles; y, aunque es posible que sean muy eficientes, son caminos muy difíciles.
No hay modo en que podamos evitar la causa y el efecto, a pesar de que el tantra sea conocido como el vehículo resultante. Esto es porque practicamos ahora de una manera que es similar a lo que alcanzaremos como un buda. Imaginamos o pretendemos que ahora estamos en la forma de una deidad budista o yidam, una figura meditativa, y que nuestra conducta es como la de un buda, en ser capaces de ayudar a todos los seres sintientes. Imaginamos que nuestra habla es un mantra, que nuestro ambiente es un mandala puro, y nuestro modo de disfrutar las cosas es gozoso y no está asociado a la confusión. A pesar de que practiquemos ahora de un modo que es similar al resultado que queremos obtener, en realidad, ese estado resultante no ocurrirá a menos que desarrollemos las causas.
No hay modo de evitar la causa y efecto de ninguna manera; la iluminación no ocurrirá instantáneamente simplemente así. Sin embargo, escuchamos bastante que se menciona en el tantra, particularmente en los tantras de la clase superior, que nos permitirá obtener la iluminación en una sola vida. Incluso dentro del tiempo de una vida, seremos capaces de obtenerla en tres años y tres fases de una luna. Una fase lunar es el período de luna nueva a luna llena, o de luna llena a luna nueva, así que tres de estas fases suman un mes y medio. Pensamos que realmente nos gustaría una oferta así, obtener la iluminación a bajo costo. Por lo tanto, vamos por el camino tántrico.
Algunas veces, Su Santidad el Dalái Lama llama a esto “propaganda budista”. Nos anima a que podemos alcanzar la iluminación en una sola vida, pero esto es muy raro. Solo podría ocurrir sobre la base de una enorme cantidad de fuerza positiva y demás, habiéndola desarrollado en vidas anteriores.
¿Cuál es la explicación para contar los tres años y las tres fases de la luna? Viene del tantra de Kalachakra. “Kalachakra” significa ciclos del tiempo. Analizamos la respiración muy cuidadosamente en este sistema. La respiración cambia doce veces durante el día, entre ir principalmente por una fosa nasal y luego por la otra. En lo que hace esta transición entre una fosa nasal y otra, hay 56,25 respiraciones que van igualmente a través de ambas fosas nasales. Cuando hace esto, la energía sutil detrás de la respiración va dentro del canal central.
Queremos ser capaces de llevar todas las energías sutiles de las respiraciones – o lo que en la literatura india se refiere como prana o en la literatura china como qi – dentro del canal central y disolverlas allí. Esto es debido a que la compulsividad de nuestro karma es, de hecho, conducida por esta energía “neurótica”, para usar términos occidentales, que fluye azarosamente por nuestro cuerpo. Esto es lo que nos hace sentir nerviosos, estresados y tensos. En el sistema de Kalachakra, los llamamos “vientos del karma”. Queremos ser capaces de llevar todos estos vientos dentro del canal central.
Ahora, tenemos que ser muy buenos en aritmética. Hay 56,25 respiraciones que van por las fosas nasales equitativamente en doce turnos al día. Luego, tomamos el número de respiraciones que irán dentro del canal central en un periodo de vida de cien años de tales respiraciones, y las dividimos. Si tuviéramos tales respiraciones consecutivamente eso cubriría un periodo de tres años y tres fases de la luna. De ahí es de donde proviene esta figura, no es arbitraria. Es para representar que realmente queremos meter todos estos vientos dentro del canal central.
Cuando entendemos esto, nos puede dar ánimos; pero no deberíamos tener la ingenuidad de pensar que lo único que tenemos que hacer es un retiro de tres años y que luego estaremos iluminados. Las posibilidades son que estaremos muy decepcionados al final del retiro, especialmente si pasamos la mayor parte del tiempo divagando mentalmente. Necesitamos evitar la idea falsa de que será fácil y, por lo tanto, no ser flojos con nuestra práctica budista. A menudo, queremos un camino fácil y rápido porque no queremos lidiar con el trabajo duro. Estamos muy ocupados y no tenemos mucho tiempo. Por lo tanto, queremos la iluminación a bajo costo.
Las prácticas preliminares comunes
Si observamos todas las enseñanzas sin importar de qué tradición provienen, todas enfatizan que, antes de que podamos tener cualquier posibilidad de éxito en el tantra, necesitamos practicar las llamadas “preliminares”. Siempre hay dos conjuntos de preliminares y no podemos saltarnos ninguna de ellas. Unas son las preliminares compartidas o comunes: aquellas que son compartidas entre el sutra y el tantra. Si escuchamos la palabra “común”, quizás la asociemos con ordinario, como si realmente no las necesitáramos. Pero la palabra realmente significa compartidas.
También están las preliminares no comunes, aquellas que son exclusivas de la práctica del tantra. En general, muchos de los malentendidos provienen de las traducciones. Tenemos este término “preliminar” y creemos que podemos hacerlo sin estas cosas. Creemos que no las necesitamos, vamos simplemente a lo interesante. Un entendimiento más preciso del término es “preparación”. Estas son prácticas preparatorias y necesitamos prepararnos. El modo en que uno de mis maestros lo explicó fue usando una imagen del Tíbet como analogía. Si emprendiéramos un largo viaje en caravana, necesitaríamos prepararnos bastante bien. Necesitaríamos preparar el equipaje y organizar todo, de forma que quepa en las mochilas de los yaks y demás.
De manera similar, aunque obviamente no vamos en viajes de caravanas de yak en Noruega o en Occidente, si vamos a llevar a cabo un gran viaje espiritual, necesitamos prepararnos para él. Necesitamos preparar nuestras maletas. En este viaje, necesitamos llevar con nosotros nuestro entendimiento de las enseñanzas básicas. Esto provee el contexto con el cual vamos a practicar tantra. Sin ello, el tantra simplemente parece una locura absoluta. Para eso, bien podríamos imaginar que somos el Ratón Mickey o el Hada Roja y que conducimos a todas las personas a Disneylandia o algo similar. Esto no es para nada a lo que el tantra se refiere.
Prácticas ngondro prematuras
Estas prácticas preparatorias comunes o compartidas son absolutamente esenciales. Saltárselas lleva al siguiente malentendido, con el cual las personas instantáneamente comienzan con las prácticas preparatorias poco comunes conocidas como “ngondro”. El significado de la palabra tibetana es literalmente “algo que viene antes”. Se piensa usualmente del ngondro como conjuntos de 100.000 postraciones y de 100.000 de esto y 100.000 de aquello. De hecho, se vuelve un gran problema cuando nos involucramos en estas prácticas sin las prácticas preparatorias compartidas. En la tradición Kagyu, estas prácticas preparatorias compartidas son presentadas como los cuatro pensamientos que voltean la mente hacia el Dharma. Estas son cruciales. Sin estas, nuestra práctica del Dharma no hace ningún sentido.
Breve perspectiva general de los cuatro pensamientos que voltean la mente
Solo para repasar estos cuatro pensamientos un poco, tenemos un precioso renacimiento humano y necesitamos pensar en términos de la muerte y la impermanencia, de tal forma que no malgastemos nuestro tiempo. Estos son los dos primeros pensamientos. Necesitamos apreciar todas las cosas positivas que tenemos en la vida y no gastar todo nuestro tiempo quejándonos sobre las dificultades y demás. Por supuesto, el samsara es difícil y menos que ideal, pero no nos ayuda quejarnos sobre esto. Necesitamos mirar las cosas positivas que tenemos y aprovecharlas. Esta vida preciosa no va a durar para siempre; así que no la demos por sentado. Esto es esencial en términos de cualquier práctica en la que nos involucremos.
Luego, tenemos las leyes del karma, el tercer pensamiento que voltea nuestra mente hacia el Dharma. Necesitamos entender el funcionamiento básico de la causa y efecto conductual. Esto nos lleva a nuestro entendimiento del karma y a la necesidad de abstenernos de actuar destructivamente. Hemos desarrollado demasiados hábitos negativos. Si revisamos el tiempo que gastamos cada día en pensamientos o conductas inútiles o negativos y en pensamientos o conductas amables, las negativas superan por mucho a las positivas. Esto es especialmente evidente si comparamos estas dos a lo largo de nuestra vida entera, ya ni hablar de las vidas previas. Por lo tanto, necesitamos abstenernos fuertemente de las conductas destructivas cuando sintamos ganas de hacer algo negativo, de actuar bajo la influencia de la codicia, el egoísmo, la ira y demás. Por ejemplo, es posible que seamos ingenuos, que interrumpamos a las personas todo el tiempo con mensajes de texto, asumiendo que somos la persona más importante del mundo y que los otros deberían dejar de hacer todo y contestarnos inmediatamente. De lo contrario, si no lo hacen, nos molestamos mucho y nos enojamos. Necesitamos discriminar. ¿Es nuestra conducta útil o dañina? Usando este ejemplo, necesitamos considerar si una persona está ocupada o no, en lugar de simplemente interrumpirla cuando se nos antoje. Esto desarrolla disciplina, la cual, por supuesto, será necesaria para nuestra práctica del tantra.
Sobre la base de nuestro entendimiento de la causa y efecto kármicos, tenemos la toma de refugio. El refugio es muy importante y, de nuevo, hay muchos malentendidos sobre esto. Tendemos a trivializarlo, cuando no es algo para nada trivial. No es simplemente cortar un pedazo de pelo, obtener un nombre tibetano y llevar un cordel rojo. Ese no es para nada el significado del refugio. No es que ahora nos hayamos unido al club budista. Tomar refugio se refiere a darle una dirección segura y positiva a nuestra vida, indicada por el Buda, el Dharma y la Sangha. Estas tres son lo que anhelamos. Estos son nuestros ejemplos y modelos a seguir. Tenemos la convicción de que realmente podemos realizarlas nosotros mismos y, por lo tanto, le damos esa dirección a nuestra vida. Esto le da significado a nuestra vida.
Es importante que tengamos algún objetivo y significado en nuestra vida y que nuestra vida no sea en vano. El refugio, entonces, se vuelve un fundamento firme para toda nuestra práctica del Dharma. Ciertamente, en el tantra necesitamos un fuerte sentido de refugio que no es pasivo. El refugio no es pasivo para nada y no es un asunto de: “Oh, Buda, sálvame”, y luego simplemente nos sentamos allí, nos abrimos y esperamos ser salvados. Esto quizás ocurra en otras tradiciones, pero no en el budismo.
En la tradición budista, si queremos ayudar a otros y obtener la iluminación o simplemente la liberación, necesitamos tener las causas para poder experimentar un efecto. No va a ocurrir a menos que desarrollemos las causas. Necesitamos hacer algo. Necesitamos ir activamente en esta dirección para tomar refugio. Esto significa realmente darle esta dirección a nuestra vida e ir en esa dirección como está indicada por el Buda, el Dharma y la Sangha.
Luego, pensamos en las desventajas del samsara, el cuarto pensamiento que voltea nuestra mente hacia el Dharma. Si realmente vamos a practicar tantra y el Dharma en cualquier tipo de manera seria, es muy importante que comencemos realmente a tomarnos en serio el renacimiento. Podemos practicar aquello a lo que me refiero como la versión Dharma-light, solo pensando en términos de esta vida y trabajando para superar, de la mejor manera posible, nuestras emociones perturbadoras y proyecciones, y ser amables con los demás. Esto es perfectamente aceptable, pero no es la versión completa del Dharma. Hay muchos defectos y problemas que surgen cuando malinterpretamos que el Dharma solo se refiere a esta vida.
Por ejemplo, imaginemos que tenemos un bebé y el bebé muere. El bebé ciertamente no hizo nada negativo o terrible; ¿por qué le ocurrió esto a nuestro bebe? Este es el gran problema porque el karma no tiene ningún sentido en términos de causalidad si limitamos las cosas solo a esta vida. De nuevo, no es que el bebé haya sido malo en una vida pasada y merezca ese castigo. No es para nada esto. El karma es mucho más sofisticado y complejo que esto.
Desde un punto de vista budista, tenemos vidas desde tiempos sin principio y, aunque esto no es fácil de entender, si no lo entendemos, eso nos llevará a tener dificultades para entender la naturaleza de la mente y la pureza de la mente. ¿Hubo un creador de la mente? De ser así, hay numerosas contradicciones lógicas que se derivan de ello. Se vuelve muy difícil entender las enseñanzas sobre el vacío o la vacuidad si solo pensamos en términos de un comienzo absoluto en esta vida y un fin absoluto cuando morimos.
Por lo tanto, cuando pensamos sobre las desventajas del samsara en estos cuatro pensamientos que voltean la mente hacia el Dharma, comenzamos a entender la totalidad del proceso del renacimiento. Esto es crucial para la práctica del tantra porque en la clase superior de tantra queremos transformar y deshacernos de todo el proceso de muerte, bardo y renacimiento. Si no creemos en el bardo y en el renacimiento, entonces no tiene ningún sentido intentar transformar o deshacernos de este ciclo incontrolablemente recurrente. Esto es lo que el samsara, de hecho, significa: renacimiento incontrolablemente recurrente con todos los problemas que vienen con tener este tipo de cuerpo y mente limitados. Nos enfermamos; nos volvemos viejos, débiles y frágiles. Nuestra mente está muy confundida. Toma mucho tiempo crecer desde la infancia y dejar de ser completamente impotentes. Es terrible.
Tenemos un renacimiento incontrolablemente recurrente bajo la influencia del karma y todo esto ha de ser entendido en términos de las emociones perturbadoras que tenemos y nuestra mente limitada. Tenemos enojo y demás, y éstas gatillan nuestro comportamiento compulsivo. Es necesario, por lo tanto, que entendamos los doce eslabones de surgimiento dependiente porque explican la totalidad de cómo funciona el proceso del renacimiento.
También necesitamos entender las cuatro verdades nobles y, mediante este entendimiento, reconocer el tipo de sufrimiento más profundo, la causa más profunda, y el hecho de que podemos deshacernos de ellos. Basándonos en el entendimiento de la pureza de la mente, ganamos la confianza de que realmente es posible deshacernos de todo el sufrimiento. Ese estado de deshacernos de todo eso es la tercera verdad noble. Además, necesitamos entender el camino que realmente se deshará de este sufrimiento, la cuarta verdad noble. Si no tenemos esta confianza, ¿qué hacemos con cualquier tipo de práctica del Dharma, ni qué decir de práctica tántrica? Es esencial tener esa fuerte confianza, saber qué estamos anhelando y saber que alcanzar esa meta es posible. Entonces, no comenzaremos a tener dudas más adelante con respecto a practicar y visualizarnos de una forma realmente extraña, pensando que es una locura y preguntándonos para qué estamos haciendo eso. Eso ocurrirá a menos que tengamos una base firme en estas prácticas preparatorias.
Renuncia y Bodichita
Basándonos en el entendimiento de las desventajas del samsara, necesitamos renuncia. Queremos deshacernos de actuar bajo la influencia del enojo y de la conducta compulsiva negativa. Estas solo generan más y más problemas y se repiten, no solo en esta vida, sino también en vidas futuras. Este síndrome continuará una y otra vez si no hacemos algo al respecto. Por lo tanto, necesitamos renuncia: la determinación de liberarnos de todo esto. Pero no estamos solos en esto y también necesitamos interesarnos por los demás. ¿Para qué estamos haciendo la práctica tántrica? Para poder beneficiar a otros; es por eso que queremos lograr el estado iluminado de un buda. La bodichita es absolutamente esencial aquí.
¿Qué es la bodichita? A menudo, el malentendido es que la bodichita es lo mismo que la compasión. No lo es. La compasión y el amor son factores causales que nos llevan a tener bodichita. La bodichita misma se concentra en nuestra iluminación individual. No es la iluminación del Buda, no es la iluminación general, sino nuestra propia iluminación individual, la cual aún no ha acontecido, pero puede acontecer sobre la base de nuestra naturaleza búdica. Nos estamos enfocando en esa iluminación que aún no está aconteciendo y queremos lograr una que acontezca en el presente para poder beneficiar a todos, porque nuestras vidas son totalmente interdependientes y están interconectadas. No vivimos en un vacío aislado. Dependemos de la amabilidad de otros para poder sobrevivir.
Nuestra propia iluminación individual que anhelamos alcanzar está representada por estas figuras búdicas. ¿Qué es lo que anhelamos? Estamos imaginando lo que aún no ha acontecido pero que puede acontecer sobre la base de los factores de la naturaleza búdica. Eso es lo que estamos haciendo. La práctica del tantra está absolutamente ligada con la bodichita. Visualizamos e imaginamos que ayudamos a todos con luces que se emanan, y liberamos a todos del sufrimiento; pero si no tenemos sentimientos de amor y compasión por otros, ¿por qué estamos haciendo esto? Sería ridículo.
Los Seis Paramitas o actitudes de largo alcance
Hay también seis actitudes de largo alcance o paramitas. Queremos ser generosos y dar a los demás. La disciplina es absolutamente necesaria. Hay muchos votos involucrados en el tantra; si no tenemos la disciplina de ser capaces de mantener esos votos, jamás vamos a ser capaces de ayudar a otros. No son solo votos para abstenerse de actuar negativamente. También están las prácticas de vínculo estrecho – samaya en sánscrito, damtsig en tibetano – para actuar positivamente, y necesitamos esta disciplina para ayudar a otros. No se trata solo de que imaginemos ayudar a otros o que nos imaginemos siendo generosos, y cuando realmente se trate de ayudar a personas vivas, no queramos involucrarnos. Esta no es para nada la práctica apropiada. La práctica apropiada es aplicar las cosas en la vida real y no solo imaginarlas en nuestro cojín de meditación. Nuestro cojín de meditación es donde ensayamos, de tal forma que tengamos alguna idea de cómo proceder. Pero no solo ensayamos. Tenemos realmente que actuar en la vida real.
De manera adicional, debemos tener un entendimiento del vacío – prefiero llamarlo “vacuidad” – de otro modo, lo que estamos haciendo en nuestra práctica es una locura. Somos un tipo de persona esquizofrénica que piensa que es Jesucristo o Cleopatra. Puede que piensen, en vez de eso, que son Tara o Avalokiteshvara, Chenrezig. Esto es bastante loco a menos que realmente entendamos qué es lo que está involucrado y que esta forma de Tara y demás surge en dependencia, sobre la base de nuestros factores de naturaleza búdica, causalidad, etc. Que seamos realmente Tara no está realmente ocurriendo ahora mismo. Tenemos que entender la realidad de lo que estamos haciendo. De otro modo, el malentendido puede llevarnos a tener problemas psicológicos muy serios.
Preparar todos estos ingredientes es como preparar nuestro equipaje para el viaje. Queremos ser capaces de usar todo esto. Esa es nuestra preparación.
Las prácticas preparatorias o ngondro no compartido
Las prácticas preparatorias no compartidas implican conjuntos de 100.000 postraciones y demás. El malentendido es que éstas van a producir milagros, como si lo único que tuviéramos que hacer son 100.000 postraciones, 100.000 ofrendas de mandala, y todos nuestros problemas desaparecerán. Algunas personas quizás realmente esperen que ocurran milagros y, cuando no ocurren, se desilusionan mucho de toda la práctica del Dharma. Tenemos que entender el propósito de estas prácticas ngondro.
Estamos haciéndolas para desarrollar nuestra fuerza positiva y debilitar nuestra fuerza negativa. Cuando hablamos del karma, como resultado de nuestra conducta, acumulamos fuerza o potencial positivo o negativo. Puede que sea positivo en el sentido de ser una fuerza neurótica positiva, como en el ejemplo de un perfeccionista, o puede ser una fuerza positiva dedicada con bodichita para ser capaces de actuar como una causa para la iluminación. Debemos diferenciar estas dos formas de esa manera. Lo que queremos hacer con nuestra práctica ngondro es comenzar a desarrollar, hablando en términos científicos, caminos neurales más positivos dedicados a la iluminación.
Todos tenemos plasticidad neural con la cual el cerebro puede, en un sentido, reordenar el cableado por sí mismo. Piensen en los caminos negativos que tenemos producto de los hábitos que hemos desarrollado, especialmente si pensamos en términos de vidas sin principio. Hemos estado actuando bajo la influencia de la ira, el egoísmo, la codicia y la ingenuidad, pensando que somos la persona más importante y que siempre deberíamos salirnos con la nuestra. Necesitamos pensar en todos los hábitos negativos de las cosas, como ignorar el hecho de que otras personas tienen sentimientos, tal como nosotros los tenemos. Ignorar a otros de este modo es un tipo de ingenuidad sobre la realidad y los efectos de nuestras acciones, como si siempre pudiéramos tratar a otros de manera terrible y que no importara. Por ejemplo, pensar que podemos discutir en frente del bebé y que el bebé no entenderá, así que no importa.
Estos caminos neurales, que nos hacen actuar en modos habituales, son increíblemente fuertes. Están profundamente enraizados porque hemos hecho estas cosas de manera repetida. Este modo de analizar es entender en un nivel diferente las desventajas del samsara, de nuestra conducta incontrolablemente recurrente. Esto es karma, incontrolablemente recurrente y compulsivo. Debido a esto, queremos desarrollar caminos neurales positivos. Y esto no es fácil; requiere una gran cantidad de repetición. Mediante repeticiones es como uno desarrolla caminos neurales. Por lo tanto, hacer algo 100.000 veces no es suficiente ni un número mágico; es simplemente una gran cantidad, y eso es lo que significa.
Tal repetición comienza a desarrollar caminos más positivos y eso es lo que queremos hacer. Es por eso que hacemos estas prácticas ngondro. Estas prácticas preparatorias comienzan a desarrollar esta fuerza positiva y a debilitar el potencial o fuerza negativa. Si solo hacemos nuestras prácticas de una manera despreocupada, algunas veces meditando, algunas veces no, no hay suficiente repetición. Comenzar a desarrollar el nuevo camino requiere repetición constante y consistente. En términos del sutra, hablamos de cómo tenemos que desarrollar esta fuerza durante tres incontables eones. “Incontable” es el nombre del número más grande en el sistema matemático indio, así que podemos llamarlo también tres tropecientos eones, aunque sea una palabra vaga en español también. Tenemos que desarrollar mucho de esto para contrarrestar el hecho de que hemos desarrollado fuerza y potencial negativo incontable desde tiempos sin principio. Vamos a tener que invertir una enorme cantidad de tiempo.
El ánimo en los sutras Mahayana
Solo como acotación al margen, los sutras Mahayana están llenos de alabanza al poder de leerlos o de recitar mantras específicos, y al hecho de que llevarlos a cabo purificará, por ejemplo, 60.000 eones de fuerza negativa. Están llenos de números fantásticos como este. Es posible que parezca loco y que nos preguntemos a qué se refiere todo esto y casi nos sintamos avergonzados por ello. Si pensamos sobre esto, sin embargo, el Buda no era estúpido. Hay un propósito para todo. A pesar de que algunas personas puedan tomar estos números de eones literalmente, sin embargo, el modo en que creo que hace más sentido es en animarnos. Cuando escuchamos sobre tres billones o incontables eones de fuerza positiva, y pensamos que, si recitamos un mantra en particular, se encargará de al menos 60.000 eones, podemos disminuir ese gran número. Eso nos da ánimos.
Es importante no irse al extremo de que desarrollar suficiente fuerza positiva es demasiado fácil; pero también hay que evitar el extremo de que será imposible. Estos sutras Mahayana nos ayudan a comenzar a pensar en números muy grandes. Estos sutras dan cuenta de que el Buda enseñó a esta increíble cantidad de seres de todos los reinos que estaban allí presentes. Podemos pensar que es un cuento de hadas o podemos pensar que es un modo de abrir nuestra mente para pensar en todos los seres sintientes. Necesitamos empezar a pensar en números muy grandes y una perspectiva muy amplia; y que es posible lograr esta purificación y desarrollar esta fuerza positiva. Pero tenemos que hacerlo por nuestros propios esfuerzos. Por lo tanto, tenemos estas prácticas preparatorias preliminares.
Cómo no practicar Ngondro
Es importante no hacer las postraciones como un mero ejercicio físico sin que nada ocurra en nuestra mente. Eso no produce mucho efecto. Si este fuera el caso, bien podríamos hacer 100.000 flexiones o algo parecido. Esto ciertamente no es de lo que se trata la postración. También, necesitamos concentración. Si estamos haciendo las postraciones con nuestra mente dispersa, deseando que la sesión acabe, entonces no será muy efectivo. Queremos desarrollar un camino positivo. Hacer algo con nuestro cuerpo y nuestra palabra al mismo tiempo que con nuestra mente, es muy útil para evitar la divagación mental.
Es muy fácil adquirir el hábito de hacer todas las prácticas solo en nuestra cabeza, mentalmente. Soy culpable de esto y hablo desde la experiencia. Es mucho más difícil concentrarse si estamos haciendo algo solo con nuestra mente. Si realmente estamos haciendo algo físico al mismo tiempo, además de recitar algo simultáneamente, no hay mucho espacio para la divagación mental. Es realmente muy habilidoso juntar cuerpo, palabra y mente. Inevitablemente, como un Buda, queremos tener nuestro cuerpo, palabra y mente completamente integrados.
Por lo tanto, es muy útil adquirir el hábito de integrar nuestro cuerpo, palabra y mente en nuestras prácticas, especialmente mientras hacemos estas prácticas ngondro. No se trata solo de hacer algo físicamente y recitar bla, bla, bla. En cada tradición habrá algo diferente que recitar. No hay solo un modo de hacerlo. Si pensamos en el Dharma y la forma en que el Buda enseñó con medios hábiles y diferentes métodos para diferentes personas, entonces, por supuesto, habrá muchas variaciones en la forma de practicar. Eso está bien. Es un gran malentendido pensar que nuestra forma es la correcta y que el resto está equivocado, y traer esa mentalidad de competencia a nuestra práctica del Dharma.
Al hacer postraciones, entendemos el refugio y que vamos en la dirección positiva del Buda, Dharma y Sangha, y que ellos son los objetos ante los cuales nos postramos. Queremos alcanzar ese estado de Buda, Dharma y Sangha nosotros mismos y les ofrecemos nuestro respeto. Es muy útil pensar en el refugio y las postraciones en términos del resultado, aquellos que lo han logrado; el camino, nuestra propia iluminación que anhelamos alcanzar con todas estas prácticas; y la base, nuestros factores de naturaleza búdica sobre cuya base podemos alcanzarlo. Entonces, mostramos respeto con nuestra mente enfocada en por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo.
Purificación de Vajrasatva basada en la renuncia
Otra práctica principal de ngondro es la de Vajrasatva. La práctica de Vajrasatva debe estar basada en la renuncia de las primeras dos verdades nobles. ¿Qué es lo que intentamos purificar con la práctica de Vajrasatva? El sufrimiento y las causas del sufrimiento. Necesitamos entender esto y tener confianza en la tercera y cuarta verdades nobles. Necesitamos tener certeza en que, de hecho, es posible deshacerse de todo el potencial negativo. Haremos esto mediante la aplicación de las fuerzas oponentes. La práctica de Vajrasatva, sin embargo, es una purificación provisional. Lo único que realmente se deshará de este potencial negativo es nuestro entendimiento de la vacuidad, de modo que no solo repitamos la conducta negativa. De cierta manera, podemos limpiar la pizarra con Vajrasatva, pero eso no garantiza que no nos vamos a comportar negativamente de nuevo.
Necesitamos tener total confianza en las cuatro verdades nobles. Por lo tanto, aplicamos las fuerzas oponentes, como Vajrasatva y demás, para purificar. Sin esto, ¿qué estamos haciendo? Estamos simplemente recitando cien sílabas y no tiene ningún sentido. Es por eso que tenemos esta práctica elaborada de Vajrasatva e imaginamos que la purificación ocurre de cierta forma gráfica.
Ofrenda del mandala
Es muy importante hacer la siguiente práctica ngondro, ofrendas de mandala, con amor, compasión y generosidad. Estamos haciendo una ofrenda y lo que queremos ofrecer son las circunstancias más conducentes a todas las personas, de tal forma que todas las personas puedan alcanzar la iluminación. La recitación estándar tradicional, como yo la traduzco, es:
Al dirigir y ofrecer a los campos de Budas esta base, ungida con aguas aromáticas, cubierta con flores y adornada con el Monte Meru, cuatro islas, un sol y una luna, que todos los que deambulan puedan ser dirigidos a tierras puras.
¿Qué es lo que esto significa? Lo que significa es que todas las personas puedan ser capaces de practicar en una tierra pura, la cual visualizamos en el modo tradicional indio con el Monte Meru y demás. Las características geográficas de esta tierra no son el punto. El punto es que estamos imaginando y ofreciendo a todas las personas las circunstancias más conducentes para que puedan alcanzar la liberación y la iluminación. En una tierra pura, que todo pueda ser perfecto para que todas las personas puedan practicar el Dharma 24/7. No es simplemente que estemos pasando el rato en una tierra pura y simplemente disfrutando. Todo el tiempo allí estamos practicando y escuchando enseñanzas para alcanzar la iluminación.
De este modo, estamos practicando la generosidad, queriendo que todos tengan esto. De otro modo, seríamos simplemente como un niño jugando con anillos y arroz y todo eso, y no tendría ningún sentido.
Yoga del Gurú
La práctica de ngondro de yoga del gurú solo tiene sentido cuando tenemos bodichita, de otro modo, es un culto a la personalidad y puede ser bastante extraño. Puede ir en una dirección bastante negativa. Queremos obtener inspiración en términos de cuerpo, palabra y mente, usualmente del fundador de nuestra tradición o alguna gran figura. ¿Qué es lo que estamos haciendo? Esta persona está representando nuestra aún no alcanzada iluminación. Queremos obtener esta iluminación con bodichita. Vemos esto reflejado en el gurú. “Pueda yo tener la inspiración para poder alcanzar el estado iluminado que usted representa”. Esto va dirigido hacia el gurú, yidam o Buda. Es yoga del gurú, no adoración del gurú. No es esto.
Entender el propósito del Ngondro
Estas prácticas preparatorias básicas no compartidas están basadas en las compartidas: los cuatro pensamientos que voltean la mente hacia el Dharma, con el refugio, las perfecciones y la bodichita basadas en ellas. El ngondro no es una cura milagrosa para nuestros problemas. No es una forma de pagar nuestras cuotas desagradables, salir de ellas tan pronto como sea posible, de modo que podamos unirnos a la gente que está en la onda y llegar a lo que vale la pena. No se hace con la idea de que somos pecadores y que este es el castigo que tenemos que hacer para compensar nuestros pecados, de modo que el Buda nos perdone. Ese es un completo malentendido del camino budista.
Tratemos de entender el propósito del ngondro. Es construir más caminos neurales positivos y no solo bajar al suelo y hacer postraciones. Ese no es el punto. Las acciones físicas y verbales son ayudas para mantenernos enfocados en estados mentales positivos.
Tomar iniciaciones e involucrarse prematuramente en prácticas tántricas
Cuando se dan las iniciaciones, es importante no asistir solo porque el resto asiste y sentimos que tenemos que seguirlos para que no piensen mal de nosotros. No deberíamos ir así. Es muy importante, y se enfatiza una y otra vez en las enseñanzas, examinar con anticipación al maestro y a la práctica tántrica específica. “¿Es esta práctica algo que realmente quiero hacer? ¿Estoy listo para hacerla? ¿Es este un maestro en quien puedo confiar? ¿Es este un maestro en el cual tengo confianza?
No se dejen llevar simplemente porque el maestro tenga un nombre importante o porque sea carismático. Hitler era carismático, pero eso no significa que debamos seguir a alguien por su fama o personalidad carismática. No todas las personas sentirán una conexión cercana con todos los maestros, incluso con todos los grandes maestros. Somos individuos. Tenemos que sentirnos inspirados por el maestro y tener algún tipo de conexión con él o ella, de lo contrario, no funciona realmente. Aunque otras personas puedan sentir esa conexión con un gran lama en particular que está dando una iniciación, puede que no sea el caso para nosotros. Eso está bien. No se sientan presionados de que necesitan ir a las iniciaciones solo porque están ocurriendo.
Lo que se afirma en las enseñanzas es que, si no estamos preparados y aun así tomamos una iniciación y nos involucramos en la práctica del tantra sin alguna etapa desarrollada de bodichita – no necesariamente la bodichita no elaborada, que significa que la tenemos todo el tiempo, sino cierto nivel profundo de bodichita –solo tiene como resultado renacer como fantasma con la forma de alguna de estas deidades tántricas. ¿Por qué? Porque el potencial positivo que quizás estemos desarrollando no está dedicado a la iluminación. Es tan solo potencial positivo samsárico. El potencial kármico samsárico nos va a llevar a algún renacimiento samsárico. Estamos imaginando que estamos en la forma de esta deidad, así que es un renacimiento en la forma de un fantasma de esta deidad.
Eso es bastante horripilante, si lo pensamos un poco. El punto es no involucrarse realmente con la práctica tántrica hasta que realmente nos sintamos preparados. Esto no significa que no podamos asistir a estas iniciaciones. Puede ser algo muy inspirador. Pero, como afirman muchos maestros tradicionales en la literatura, si asistimos a una iniciación, a menos que tomemos los votos, no hemos recibido la iniciación. Tenemos que tomar los votos. Los votos del bodisatva están en todas las clases de tantra. En las dos clases superiores de tantra, tenemos también los votos tántricos. Y, como enfatizó Atisha en Lámpara para el Camino a la Iluminación, necesitamos tener una base en al menos algún nivel del voto del pratimoksha para la liberación individual – ya sean votos laicos o monásticos – para tener un contenedor con el que seamos capaces de recibir y mantener los votos del bodisatva.
Tan solo por estar en una iniciación sin saber qué es lo que está ocurriendo, no hemos tomado los votos. Este es un malentendido que la gente tiene. “Estaba allí y no sabía qué es lo que estaba pasando. No había traducción o no entendí al traductor y ahora estoy atrapado con esto”. Ese no es el caso. A menos que conscientemente tomemos los votos, no los hemos recibido. Por lo tanto, podemos estar allí, como lo que describió Su Santidad el Dalái Lama, como un “observador neutral”. Eso está perfectamente bien. Los occidentales llaman a esto: “ir por las bendiciones”. Eso está bien; no hay nada malo en ello. Pero no sientan que, solo por haber estado allí para la inspiración como un observador neutral, significa que hemos tomado los votos y compromisos y que ahora vamos a practicar tantra.
Votos
En lo que respecta a la toma de votos, como uno de mis maestros dijo: “Es muy afortunado que no haya más conjuntos de votos, porque también los tomaríamos y no los mantendríamos tan bien”. Si tomamos los votos, necesitamos ser muy serios en que intentaremos mantenerlos y no verlos como castigo o restricción. Son, de hecho, pautas muy útiles. Estas son las fronteras o límites que no queremos traspasar. Dan una cierta forma a nuestro comportamiento. Es muy útil tener algún tipo de pauta de qué tipo de comportamiento o actitud sería la más perjudicial para nuestra capacidad de ayudar a otros.
Por ejemplo, con el primer voto del bodisatva de abstenerse de alabarse a uno mismo y menospreciar a otros debido al apego, celos y demás, si siempre estamos actuando como si: “Soy el mejor y los demás no son buenos”, entonces la gente no confiará realmente en nosotros. Las personas sienten que algo está mal, que se les está vendiendo algo, o que el maestro se está vendiendo a sí mismo o a sí misma como maestro. Esto no ayuda. Si decimos cosas malas sobre alguna persona, la gente pensará que quizá luego diremos cosas malas sobre ellas cuando no estén presentes. Causa desconfianza, y eso impedirá que seamos capaces de ayudarles. De este modo, necesitamos entender los votos.
Los votos tántricos no son fáciles de mantener – por ejemplo, meditar en la visión correcta de la vacuidad seis veces al día. Si no tenemos alguna idea de la visión correcta ¿cómo podríamos hacerlo? Hay que tomar consideraciones serias cuando asistimos a iniciaciones. ¿Hemos realmente examinado si queremos hacer esta práctica? Este es todo el punto de tomar una iniciación para una práctica específica. Es que queremos hacer esta práctica; de otro modo, ¿para qué estamos allí? ¿Para las bendiciones e inspiración? Eso está bien; pero no lo está si no estamos allí realmente para ser capaces de realizar la práctica. Quizás no estamos planeando realizar la práctica inmediatamente, pero quizá se trate de un lama muy viejo por quien sentimos un gran respeto, quien podría no estar aquí cuando estemos realmente listos para practicarla. Por lo tanto, ahora plantamos el potencial para poder hacerlo posteriormente. Eso está bien. Pero vamos a tener que mantener los votos hasta ese entonces.
El cuerpo de un Buda
Es muy importante entender qué es lo que estamos haciendo cuando tomamos estas iniciaciones. Sin bodichita, como dije, visualizarnos como uno de estos yidams, estas figuras búdicas, desarrolla las causas para renacer como un fantasma en la forma de unas de estas figuras búdicas. Pero con bodichita, estamos dedicando la fuerza positiva de nuestra práctica a la iluminación. De nuevo, volvemos al karma. En lugar de renacer con un cuerpo samsárico y con todas sus limitaciones, queremos asumir la forma del cuerpo de un yidam. Un yidam es una figura meditativa, a veces llamada deidad. ¿Por qué? ¿Qué malentendidos ocurren sobre esto? ¿Acaso no es bastante extraño? ¿Es esto algo que queremos hacer? ¿Convertirnos en esta figura con todos estos brazos y caras y piernas y demás, sosteniendo todos estos diferentes objetos? ¿Qué es esto?
La forma del cuerpo de un buda, en otras palabras, la forma en la que un buda aparece, es para satisfacer los anhelos de otros. El Dharmakaya satisface los anhelos propios de un buda de lograr una cesación verdadera de todos los oscurecimientos, ser omnisciente, tener amor equitativo por todos, y así sucesivamente. El anhelo de un buda es poder ayudar a otros, pero es con un cuerpo y una palabra que realmente podemos ayudar a otros. Asumir la forma de estos yidams o figuras búdicas, es un método para poder ser capaces de beneficiar a otros. ¿Cómo beneficia a otros? Cada brazo, cada cara, cada pierna, representa una comprensión diferente, una realización o entendimiento diferente en las enseñanzas básicas. Por ejemplo, los seis brazos son las seis perfecciones. Las tres caras son cuerpo, palabra y mente. Todo representa algo. Estas figuras búdicas, entonces, son infográficas. Son formas que nos ayudan a integrar todas las diversas enseñanzas y tener presencia mental de ellas al mismo tiempo. Esto es lo que queremos ser capaces de realizar como un buda. Nos estamos manifestando en estas diversas formas como métodos que otros también pueden practicar. Eso es bastante importante de entender.
En lugar de que la fuerza positiva madure en un agradable ambiente samsárico, queremos que madure en un ambiente perfecto que sea ideal para la práctica. Este es el mandala. De nuevo, cada característica arquitectónica representa algún aspecto del camino budista y ayuda a que los demás tengan presencia mental de todas estas cosas.
En lugar de repetir compulsivamente hábitos samsáricos, queremos las actividades iluminadoras de un buda que realmente ayudan e inspiran a los demás. En lugar de nuestra felicidad ordinaria que proviene del potencial positivo samsárico, queremos el darse cuenta gozoso de un buda que no está asociado con ninguna confusión y que no tiene limitaciones.
Es muy importante, si vamos a involucrarnos en la práctica del tantra y tomar una iniciación, tener algún entendimiento en torno a de qué se trata el tantra. Necesitamos tener confianza en el método del tantra para poder, de hecho, involucrarnos en él. No debería ser solo sobre la base de que un maestro lo alabe o por la propaganda de que es fácil y rápido y necesitamos una cosa rápida porque no tenemos mucho tiempo. Necesitamos un entendimiento básico de qué es en lo que estamos involucrándonos.
Las enseñanzas de las Siete Joyas de los Arya
Para esto, siempre encuentro que las enseñanzas y presentación de las siete joyas de los arya es muy útil. Atisha enfatiza mucho esto en su Guirnalda de Joyas de un Bodisatva.
1. Primero que nada, hay confianza, a veces traducido como fe, pero eso no transmite realmente lo que significa. Necesitamos confianza en las enseñanzas. Si no tenemos confianza en los métodos tántricos, en que son efectivos y en que realmente podemos alcanzar la iluminación, no va a funcionar. Necesitamos confianza en lo que estamos alcanzando y en que es alcanzable, y que en verdad podemos hacerlo.
2. La segunda es la disciplina. Sin tomar los votos y sin tener la disciplina de abstenerse de la conducta negativa y de involucrarse en conducta positiva constructiva, y sin la disciplina de realmente meditar y hacer todas las prácticas, no hay tantra.
3. La siguiente joya de los arya es la generosidad. Tenemos que darle nuestro tiempo a esta práctica. También, estamos imaginando que ayudamos a todos, de modo que eso significa ser generosos con nuestro tiempo. Eso tiene que estar allí. No podemos esperar que sea un trabajo apresurado. Esto tomará mucho tiempo y esfuerzo.
4. Necesitamos también escuchar. Tenemos que obtener las instrucciones apropiadas y pensar sobre ellas de modo que tengamos confianza en nuestro entendimiento. Escuchar significa básicamente estudiar; ya sea leyendo o lo que sea, de tal forma que tengamos toda la información del Dharma y pensemos sobre ella, la entendamos y la digiramos. Luego, con confianza, podemos unirla a los métodos tántricos.
5. También hay un sentido de autodignidad moral. No transgredimos los votos y tenemos el suficiente respeto por nosotros mismos, basándonos en la naturaleza búdica, así que no vamos a actuar de algún modo alocado. Como se ha enfatizado una y otra vez, mantenemos las prácticas en secreto, como a veces es traducido. “Secreto” no da exactamente el significado correcto. En realidad, la connotación que es más útil es mantenerlas en privado. No avisamos a las personas lo que estamos haciendo. No ponemos figuras búdicas iracundas o desnudas en nuestra sala, en donde cualquiera que entra las ve, y luego esa persona se pregunta qué es eso o comienza a menospreciar nuestras prácticas o a pensar que estamos haciendo algo muy extraño. Nada será más desalentador que el hecho de que otras personas critiquen o se burlen de lo que estamos haciendo. Mantengámoslas en privado. No es asunto de nadie más qué es lo que estamos haciendo con nuestra práctica. Tómense esto en serio.
Hay una parte de una iniciación que afirma que necesitamos mantener la práctica oculta y privada, y describe todas las terribles cosas que pasarán si no lo hacemos. Es posible que entendamos cosas como que “nuestra cabeza se aplasta” de manera bastante literal; o también podemos entenderlo como que destruye completamente toda nuestra confianza y energía durante nuestras prácticas. Si estamos haciendo este método y todos se burlan de nosotros y nos critican, no queremos eso. Nuestra práctica es algo que queremos ser capaces de apreciar como algo muy especial y precioso. No la publicitamos con una camiseta de Kalachakra, por ejemplo.
6. Otra joya de los arya es cuidar cómo nuestras acciones se reflejan en los demás, especialmente en nuestro maestro y en nuestro linaje. Practicamos tantra, por ejemplo, pero luego nos emborrachamos y nos involucramos en peleas y causamos todo tipo disgustos desagradables. Eso no funcionará. Esto es especialmente relevante si no nos llevamos bien con nuestros padres y no nos preocupamos por ellos. Esto se refleja negativamente en el budismo y en nuestros maestros.
Algunas veces, le pregunto a mis estudiantes por qué no roban. ¿Por qué? ¿Es porque tienen miedo de ir al infierno? Nadie piensa eso. Usualmente, es solo que no se siente bien. Simplemente no harían algo como eso. ¿Por qué? Porque tenemos suficiente respeto propio. Este es el factor del cual he hablado durante esta joya de los arya. Tenemos tanto respeto propio que no actuaríamos de esa forma y luego consideraríamos como se refleja eso en nuestro maestro y linaje.
7. La última joya de los arya es el darse cuenta que discrimina de la vacuidad en términos de la identidad de quien está practicando, lo que estamos practicando y la práctica misma. Los tres surgen en dependencia el uno del otro. No es que seamos este gusano patético aquí abajo y allí arriba el maestro es tan maravilloso y las prácticas son tan especiales. El asunto es hacer la práctica sin estar preocupados por ello. No es que seamos un grandioso yogui haciendo esto o aquello; o que seamos tan terribles y malos practicantes y demás. No lo hagamos dualista, tan solo hagamos la práctica con un entendimiento de que todo surgirá en dependencia, basado en la causa y efecto, de vuelta a nuestras enseñanzas básicas sobre el karma. Todo ocurre de acuerdo a la causa y efecto y el surgimiento dependiente.
El error de enfatizar en exceso los detalles de la visualización y los rituales
El tema final al que quería referirme es pensar que la parte más importante de la práctica tántrica es hacer los rituales y visualizar los detalles correctamente. Esto puede ser un gran error, especialmente al comienzo si, por ejemplo, estamos preguntándonos sobre la joyería que la deidad utiliza y cómo se ve con todos esos pequeños detalles. Al principio no podemos realmente hacer que todo eso suceda en nuestra visualización. Es imposible al comienzo obtener todos los detalles. Como resultado de intentar obtener todos los detalles correctamente y luego fallar, nos desalentamos totalmente. Esto no ayuda para nada. Por otro lado, si hacemos un ritual sin que ocurra nada en nuestra cabeza, es tan solo como un niño que juega a ser doctor o a tener una casa. Es tan solo jugar y no tiene mucho efecto tampoco.
Aunque necesitemos tener alguna idea general de qué es lo que estamos haciendo, y alguna idea general de los detalles, no nos obsesionamos con los detalles. No son la cosa más importante. Lo más importante es nuestro entendimiento de lo que estamos haciendo. En la clase superior de tantra, queremos transformar la muerte, el bardo y el proceso de renacimiento. Necesitamos entender cómo ocurre eso y, en lugar de que suceda el renacimiento incontrolablemente recurrente, de forma paralela, surgimos en la forma de un buda real. Esta es la parte esencial de la práctica.
Hay dos factores que están involucrados en cualquier visualización. Visualización significa imaginar – y no pensar que es solo visual. Puede confundir llamarlo simplemente visualización, porque estamos imaginando con todos nuestros sentidos. La imaginación es una fuerza muy poderosa que tenemos y que aprovechamos en el tantra. Muchos manuales de meditación e instrucciones afirman que hay dos factores necesarios para una visualización exitosa. El primer factor es la claridad. Claridad significa, de hecho, hacer que algo aparezca en nuestra imaginación, aunque no necesariamente con un enfoque claro. El segundo factor es el orgullo de la deidad. El orgullo de la deidad significa que, con una motivación basada en la bodichita y un entendimiento correcto, consideramos esta visualización como la base para la imputación del “yo”. Esta visualización de nosotros mismos como figura búdica representa la iluminación que aún no hemos alcanzado, pero que podemos alcanzar sobre la base de los factores de la naturaleza búdica que son parte de nuestros continuos mentales. Tal como este “yo” es una imputación sobre nuestras formas ordinarias, “yo” también es una imputación válida sobre nuestros continuos mentales durante todo el camino, hasta que nos convirtamos en un buda. Sobre la base de esa imputación, el orgullo de la deidad es la sensación de que somos esta figura búdica, pero con el entendimiento de la vacuidad y no identificando sólidamente un “yo” sólido con esta figura. De hecho, convertirse en esta figura solo puede surgir en dependencia de causas y condiciones.
En términos de ese orgullo de la deidad y un entendimiento correcto de la vacuidad y del surgimiento dependiente, sentimos que esto soy “yo”. Esta sensación no es algo loco, porque entendemos que, de hecho, ser un buda en la forma de una deidad no es algo que está ocurriendo literalmente ahora mismo. Con respecto a la claridad de todos los detalles, los textos dicen que el orgullo de la deidad es el más importante. La visualización puede ser bastante vaga, pero lo importante es sentir “yo soy esto”, y que es algo que podemos alcanzar. En la medida en que nuestra concentración incrementa, podremos enfocar más detalles de la visualización. Conocemos los detalles, pero no nos obsesionemos con entender, por ejemplo, toda la joyería de manera correcta, y recordar todas las cosas que sostienen con los brazos. Eso puede volvernos locos.
Consejo para el momento de la muerte
Es muy interesante cuando pensamos sobre nuestra muerte en términos de la práctica que realizaremos cuando llegue. En el tantra estamos simulando lo que ocurrirá cuando muramos. Queremos ser capaces de morir sosteniendo el estado mental de la clara luz con la comprensión completa de la vacuidad, y luego surgir en la forma de una deidad. Esto es maravilloso, pero, como Su Santidad el Dalái Lama dice, a menos que estemos súper entrenados para ser capaces de hacer esto, en el momento de morir solo nos asustará intentar visualizar y no poder recordar todos los detalles de lo que deberíamos estar sosteniendo en esta o aquella mano. Al estar estresados de ese modo, arruinaremos la oportunidad entera de poder morir en un estado mental calmo y claro, porque estaremos preocupados por todos los detalles de lo que estamos sosteniendo en nuestras manos durante la visualización. Su Santidad aconseja que es mucho mejor concentrarse en la bodichita, el amor y la compasión mientras estamos muriendo. “Pueda yo seguir teniendo un renacimiento humano precioso de modo que pueda seguir trabajando para la iluminación y el beneficio de otros”. También, pensar sobre nuestros gurús y morir de ese modo, a menos que estemos súper entrenados en nuestra práctica tántrica. Si estamos súper entrenados, está bien; pero la mayoría de nosotros no lo estamos.
Este es un consejo muy útil y encaja con el consejo de no pensar que lo más importante en el tantra es saberse todos los detalles de manera correcta.
Los tres principios del camino
Renuncia
Para una práctica tántrica exitosa, Tsongkapa enfatiza que necesitamos los tres caminos principales de la renuncia, la bodichita y la correcta comprensión de la vacuidad. ¿Por qué necesitamos la renuncia? La renuncia significa la determinación de liberarse de algo. El término tibetano literalmente significa que estamos fuertemente determinados a hacer algo. Nos volvemos certeros sobre esto. ¿De qué estamos determinados a liberarnos? Estamos determinados a deshacernos y estar libres del samsara y de todas nuestras limitaciones. Más específicamente, la mente proyecta todo tipo de basura o dualidad, o lo que sea, sobre todo, y creemos que eso corresponde a la realidad. A eso es a lo que estamos renunciando en el tantra. Es la creación de apariencias ordinarias de la mente y creer que eso corresponde a la realidad. Creemos que nosotros y todos los demás tenemos una existencia auto-establecida, una existencia establecida completamente por sí misma, independientemente de su contexto.
El ejemplo más fácil y claro de existencia aparentemente establecida por sí misma es un sitio web. Cuando un sitio web aparece en la pantalla de nuestro teléfono, se ve como si hubiese surgido allí por su propio poder. Pareciera salir de la nada y parece completa en sí misma. Allí está, zaz, establecida totalmente por sí misma. No pareciera que depende de miles de horas de trabajo de cientos de personas o más. No aparece como si necesitara del montón de dinero y de tiempo que se necesitó para construirla. No aparece de esa forma en absoluto ¿o sí? ¿Por qué no aparece así? Cómo aparece el objeto ante nosotros proviene de nuestra mente, y nuestra mente es limitada. Ésta lo hace aparecer así, como si estuviera establecido por sí mismo.
La realidad es el surgimiento dependiente. El sitio web ha surgido en nuestros teléfonos en dependencia de todas sus causas y condiciones, así como de las partes que componen el teléfono. Es sorprendente de cuántas cosas depende. Esto también es un ejemplo de las enseñanzas sobre el karma. Las cosas no surgen solo de una causa, sino de una combinación de muchas causas. El Buda lo dijo muy bien: una cubeta de agua no se llena por la primera o por la última gota, se llena por la acumulación de todas las gotas. Lo que sea que ocurra surge en dependencia de incontables causas y condiciones. Nada se establece simplemente a sí mismo por su propio poder.
Queremos renunciar a esta apariencia engañosa y falsa de existencia auto-establecida, y también a nuestra mente que produce tales apariencias. Su Santidad el Dalái Lama está siempre muy interesado en la física cuántica y tiene muchas discusiones con los científicos. Con la física cuántica, aunque no es exactamente análoga, hay una similaridad con la teoría de la vacuidad. Por ejemplo, tenemos un campo cuántico, lo cual significa que existen todas estas posibilidades simultáneas. Es solo con la interacción con un observador que el campo colapsa en partícula o en onda, o en que la partícula esté aquí o allá.
En la física cuántica, el campo cuántico solo puede colapsar una vez; pero aquí es como que tenemos un campo cuántico de surgimiento dependiente. Esto es lo que un buda percibe, este campo cuántico que contiene todo, que está interconectado con todo: todas las causas y condiciones pasadas, presentes y futuras, todos los seres y demás. Un buda percibe la totalidad del campo de surgimiento dependiente simultáneamente. Esta es la mente omnisciente de un buda. Nuestra mente limitada lo colapsa en una sola cosa, dependiente de nuestras proyecciones y nuestro hardware. Pero en lo que nuestra mente lo colapsa es en una apariencia que simplemente percibimos, y aparece ante nosotros como auto-establecida. Aún más, lo que vemos a través del hardware de nuestro tipo de ojo humano, y lo que una mosca ve a través de su ojo de insecto con múltiples prismas, son muy distintos. ¿Cuál es la realidad? La forma en que colapsamos este campo es dependiente de a través de qué lo vemos. Es lo mismo con nuestros marcos conceptuales y demás. Nuestra mente limitada colapsa este campo en una apariencia aparentemente auto-establecida, sobre la que arrojamos muchas proyecciones, tales como: “no soy bueno en absoluto” o “esto es terrible”, y luego nos quejamos.
Renunciamos a todo eso y queremos, en cambio, colapsar el campo en un mandala y en figuras búdicas, yidams y todas las deidades. Esto es porque es muy útil que otros puedan practicar con ellos. Como un buda, queremos aparecer como estos cuerpos de figuras búdicas y mandalas y ofrecerlos a los demás para que los usen en el camino, porque todos estos brazos y piernas diferentes representan aspectos diferentes en el camino. Los ayuda a integrar todos los aspectos del camino simultáneamente.
Una vez que colapsamos este campo cuántico en una sola apariencia, es incorrecto considerar esta apariencia como auto-establecida, ya sea que la colapsemos en nuestra apariencia ordinaria o en la apariencia de una figura búdica. Es por esto que el entendimiento de la vacuidad es esencial, para deconstruir cualquier apariencia como si estuviera auto-establecida, como realidad concreta. Sin embargo, aún queremos renunciar a la creación de apariencias ordinaria de nuestra mente y usar su habilidad para hacer que las apariencias colapsen el campo cuántico en una tierra pura y en estas variadas visualizaciones que hacemos. La renuncia, así como un entendimiento correcto de la vacuidad, es esencial aquí.
Bodichita
Lo que estamos visualizando e imaginando es lo que anhelamos, porque representa nuestra propia iluminación aún no acontecida. Con bodichita, queremos alcanzar esta iluminación que aún no ha acontecido y que anhelamos alcanzar para poder beneficiar a los demás. Al practicar ahora, estamos ensayando. Hacerlo desarrolla un potencial más fuerte para alcanzarlo de manera más eficiente que solo con la práctica del sutra.
El entendimiento correcto de la vacuidad
El entendimiento correcto de la vacuidad es que esta iluminación aún no acontecida con estas figuras búdicas y mandalas aún no existen, no están sentadas dentro de nosotros esperando salir cuando hayamos acumulado suficiente fuerza positiva y darse cuenta profundo. Este es un gran malentendido. La naturaleza búdica no está simplemente allí sentada en nuestra cabeza esperando salir. La iluminación no está ahí ya, pero no nos hemos dado cuenta de que ya estamos iluminados. Ese no es un entendimiento correcto de la naturaleza búdica. Hay una diferencia entre lo que está ocurriendo ahora y lo que aún no está ocurriendo, pero que puede ocurrir. No es que la iluminación sea imposible o que sea no existente.
Por ejemplo, podemos pensar sobre mañana ¿o no? Mañana no está ocurriendo hoy, pero no podemos decir que no hay mañana o que no existe. Hay una gran diferencia entre algo que no existe y algo que no está ocurriendo ahora. Nuestras iluminaciones futuras aún no están ocurriendo, pero no son algo que sea totalmente no existente. No es que la iluminación venga de ningún lado y no es que esté sentada allí en nuestra cabeza esperando salir. No va a venir de la nada; no existe de forma dualista de estar totalmente separada de nuestra mente y de nuestro continuo mental y de todos nuestros potenciales. No es que estemos nosotros por aquí y la iluminación por allá y no podamos alcanzarla.
Es esencial entender el surgimiento dependiente. Las cosas surgen en dependencia de muchas causas y condiciones y es el único modo en que nuestra iluminación puede ocurrir. Es el único modo en que podemos tener una práctica tántrica significativa. Necesitamos entender qué es lo que está ocurriendo y que vamos a tener que trabajar duro y estar preparados para ello. La práctica del tantra no es algo con lo que comenzamos nuestra práctica budista. No es para principiantes. Es un tipo de práctica bastante avanzada.
Transformar nuestra vida
Si ya estamos involucrados en el tantra y sentimos que no estamos listos o que es prematuro, necesitamos esforzarnos más con las enseñanzas básicas. No deberíamos pensar en las enseñanzas básicas del sutra de los cuatro pensamientos como si fuera un asunto de niños. Las enseñanzas básicas son lo que realmente transforman nuestra vida y lo más importante es ponerlas en práctica en nuestra vida. No se trata simplemente de que las ensayemos en nuestro cojín de meditación. La práctica real es la vida. En situaciones difíciles necesitamos practicar la paciencia, la tolerancia y el entendimiento. Necesitamos entender, cuando alguien está actuando de un modo muy horrible, que eso ha surgido de causas y condiciones. No somos responsables de todo lo que ocurre en el universo ni podemos controlarlo todo. Esto es completamente un mito ¿o no? No podemos tener todo bajo control, pero podemos contribuir. Sin embargo, todo surge en dependencia de muchas causas y condiciones.
Preguntas
Esto es lo que quería presentar sobre el tantra y el ngondro, alguna clarificación sobre los malentendidos básicos y algún consejo sobre cómo hacer que nuestra práctica sea significativa y efectiva. Si hay otros temas de los que quisieran que hable, quizá algunas otras áreas de malentendidos respecto de maestros espirituales, lo que sea, por favor, pregunten.
El idioma de la práctica y darle un significado a nuestras prácticas
Tengo una pregunta sobre el idioma. ¿Es importante en el budismo tibetano hacer las prácticas en tibetano o puede ser en nuestros idiomas nativos? Algunas personas enfatizan que es importante usar nuestros propios idiomas para que así pueda ser significativo y venir de nuestros corazones, y otros sugieren que el idioma tibetano o el idioma original tiene algunas cualidades espirituales y que no debería ser subestimado. ¿Puedes decirnos tus pensamientos al respecto?
En términos del idioma de la práctica, primero que nada, los tibetanos no hacen sus prácticas en sánscrito. Las hacen en tibetano; así que, los tibetanos ya habían traducido todo. Algunos mantras los mantienen en sánscrito, pero aparte de los mantras y algunos pocos nombres de flores y cosas así, todo está traducido al tibetano. Uno de los grandes lamas que enfatizó hacer todas las prácticas en tibetano fue el anterior Kalu Rinpoche. Él insistió que todos hicieran sus prácticas en tibetano porque tenía muchos centros de Dharma en diferentes países y sintió que, si todas las personas estaban haciéndolo en el mismo idioma, el tibetano, entonces las personas podrían practicar juntas desde todos esos países diferentes. No significaba que el idioma tibetano fuera mágico. Se enfatizaba recitar en tibetano a un nivel muy práctico para construir una comunidad.
Sin embargo, Su Santidad el Dalái Lama dice que es mejor entender lo que estamos haciendo. Podemos entenderlo mejor en nuestros propios idiomas; pero, el idioma también debería ser poético y rítmico, lo cual no es fácil en muchos de ellos. Necesita fluir fácilmente cuando recitamos algo como práctica de recitación. Si estamos leyendo un texto, el idioma necesita ser lo suficientemente claro para que entendamos el significado.
Dzongsar Khyentse Rinpoche lo dijo muy bien en una plática que dio recientemente en Alemania. Dijo que, si los tibetanos tuvieran que hacer todas las prácticas en alemán, escritas fonéticamente con letras tibetanas, es poco probable que los tibetanos las hicieran. Es muy útil verlo desde el otro punto de vista con relación a cuán extraño es insistir en recitar las cosas en un idioma que no conocemos. Hay pros y contras para cada punto de vista, respecto de si lo hacemos todo en el idioma tibetano original o si lo hacemos en nuestros idiomas individuales.
Mi propia experiencia personal en lo que estudiaba y entendía tibetano es que, en los primeros años de mi práctica del Dharma, hacía todo en tibetano. Pero, luego, dado que el tiempo era breve, y lo hacía todo muy rápidamente en mi cabeza, mi práctica se volvió en un acto de casi voltear páginas en vez de estar haciendo algo o de agregar significado a lo que estaba leyendo rápidamente en tibetano. Por lo tanto, después de un tiempo, cambié al inglés, porque eso tenía más significado para mí. Sin embargo, sin importar en qué idioma estemos haciendo nuestras prácticas, pueden fácilmente convertirse en un ejercicio de voltear páginas y de lectura veloz.
Si nuestro problema principal no es la divagación mental – y este es el desafío más grande – pero si no es lo más desafiante para nosotros, el siguiente problema es darle algún significado a lo que se está diciendo o leyendo. Esto es muy difícil de hacer, y de hacerlo rápido. Serkong Rinpoche solía decir siempre que deberíamos ser capaces de recorrer todas las etapas graduales del camino en el tiempo en que uno se demora en poner un pie en el estribo del caballo y pasar la pierna hacia el otro lado. Él diría que la muerte no espera a que nos acomodemos en nuestra postura y que las cosas vayan tranquila y lentamente. Cuando la muerte llega, necesitamos unir las cosas instantáneamente.
Esto es lo que anhelamos poder hacer, no solo en la muerte, sino en la vida. Si surge una situación, alguien comienza a gritarnos o algo así, no podemos decir “espera un segundo”, mientras nos sentamos en la posición apropiada, contamos nuestra respiración para calmarnos, y luego recorremos toda una línea de razonamiento acerca de cómo la persona ha sido nuestra madre en vidas previas y todo eso, y luego, finalmente, nos levantamos, tenemos paciencia y le deseamos el bien. No tenemos tiempo para eso. Nuestra paciencia tiene que ser instantánea.
Necesitamos darle significado a lo que realmente estamos haciendo. Si estamos haciendo tantra, mucha de la práctica incluye la recitación de las prácticas. La recitación es como el guión de una ópera. Recorremos los cuatro inconmensurables y el refugio. Todo el ngondro está allí al inicio de la sección de cualquier sadhana. En las formas más largas de sadhanas todo está incluido. Siempre hay Vajrasatva, yoga del gurú, ofrenda del mandala. La práctica real es poder generar, de hecho, el estado mental de cada uno de éstos y no sólo pasarlos rápidamente y simplemente voltear las páginas. Sin importar si estamos haciendo la práctica de recitación en tibetano o en nuestro propio idioma, es bastante posible hacerlo sin significado en cualquiera de los casos. El hecho de que esté en nuestro propio idioma no garantiza que lo dotemos de significado. Allí es donde está el verdadero trabajo y es difícil sentir algo realmente, realmente sentir amor, por ejemplo, y luego ir a la siguiente etapa de recitación del texto. ¿Sentimos amor realmente?
Responsabilidad colectiva y karma
Mi pregunta es sobre el karma grupal o colectivo respecto de eventos que ocurren global y localmente. ¿Cómo funciona el karma colectivo budista? ¿No estamos de alguna manera conectados como budistas con lo que está ocurriendo en Birmania, por ejemplo, de alguna manera? Hasta que fui recientemente confrontado por alguien, nunca se me había ocurrido que alguien asumiría que yo era budista como esos fanáticos en Birmania, que persiguen minorías.
La pregunta es sobre el karma colectivo y nuestra responsabilidad en términos de esto. Primero que nada, está el mito de que todos los budistas son personas buenas. No podemos decir esto de ningún grupo de personas, que todos sean así o asá. Todos somos individuos. Podemos tener cierto análisis de datos del porcentaje que es bueno y de cuándo son buenos, pero esto no es de mucha ayuda.
En términos de la responsabilidad individual, si observamos en la literatura del Abhidharma la lista de factores mentales que está siempre presente en cada acto constructivo como la base de la ética budista, estos incluyen el sentido de autodignidad moral y el interés por cómo nuestras acciones se reflejan en el grupo más grande, ya sean nuestros padres o el budismo. Cada una de nuestras acciones se refleja en otros, como las suyas se reflejan en nosotros como budistas. En este sentido, no somos responsables por su comportamiento; pero su comportamiento se refleja en el budismo y nosotros seguimos el budismo; eso es muy dañino, por supuesto.
Pero, que alguien diga que es budista o cristiano no significa que siga las enseñanzas de Jesús o del Buda. También es un mito que todos los monjes estén iluminados y que todos los tibetanos sean budas. Las personas son personas y todas tienen su propia basura samsárica con la cual lidiar.
En términos del karma colectivo, ¿somos responsables por cómo actuaron en Myanmar? No, no somos responsables por eso. ¿La gente va a decir que esto se refleja en el budismo y, por lo tanto, se refleja en “mí”? Sí, pero no podemos realmente defender su comportamiento, aunque podemos explicarles que la religión no es el único factor. Estos también son grupos étnicos involucrados y hay una historia de conflicto entre los bengalíes y los birmanos. Hay muchos factores históricos y no es simple. Pero no disculpamos lo que está ocurriendo y no decimos que sea bueno o lo condenamos. Pero sí necesitamos explicarles a otros para que no piensen que ese comportamiento es, de hecho, seguir las enseñanzas del Buda.
Necesitamos explicar que estas son solo personas confundidas ordinarias llevando a cabo una persecución. Como Su Santidad dice respecto del islam, solo porque haya algunas personas “maliciosas”, como él dice, hay personas “maliciosas” en todo grupo religioso. Decir que todas las personas son terroristas por un pequeño grupo de personas que no representan realmente a la religión es un error. Esto nos ayuda a no proyectar eso sobre las personas de otras religiones cuando hayan cometido delitos en sus comunidades. Podemos explicarles simplemente a otros que sí, que eso es terrible, que estamos de acuerdo y que los budistas lo condenan. Podemos decir que es una situación muy compleja y que no es simplemente el bien contra el mal. ¿Qué más podemos hacer?
Creo que tu pregunta lidia más con la responsabilidad colectiva que con el karma. El karma colectivo es otro tema. ¿Por qué este grupo particular de personas fue herido en un desastre natural? Ese es otro asunto.
Poner el ejemplo y enseñar a los niños valores universales
Como budistas, ¿no ha llegado el tiempo de hablar más sobre las verdaderas creencias budistas en torno a la compasión y la paz, dado que el mundo necesita saber más sobre esto?
En términos de estos problemas colectivos, ¿acaso no necesitamos pensar más en una escala global y universal? No creo que sea tanto un tema de karma colectivo como de surgimiento dependiente. No existimos simplemente como individuos por nosotros mismos. Lo que ocurre en el mundo surge en dependencia de lo que cada persona hace y de la interacción entre personas. Podemos contribuir a esto, pero necesitamos darnos cuenta de que hay muchos otros factores involucrados.
Si hay muchos budistas autoproclamados actuando en un modo muy no budista, como en Birmania, podemos intentar poner el ejemplo de cuál sería el camino budista apropiado. Pero somos solo un individuo y, cuando hablamos sobre una visión colectiva más amplia, eso es realmente una imputación, para usar un término técnico, sobre muchos individuos. Podemos observar y ver la tendencia, casi como un análisis de datos, sobre x número de personas que son buenas, x número de personas que no son buenas, y esto como una imputación, podemos decir que es un grupo de personas buenas y que un grupo es de personas no buenas. Esas son las tendencias, y las estadísticas tienen cierta validez. Pero las estadísticas están creadas por cada persona individual actuando de cierto modo.
Creo que lo importante es poner el ejemplo de lo que significa realmente practicar las enseñanzas budistas. El Buda enseñó de dos maneras: están las enseñanzas basadas en las escrituras sobre lo que él realmente dijo y enseñó, y están las enseñanzas indicadas por su ejemplo, basadas en sus realizaciones. También podemos enseñar en ambos modos, verbalmente y en términos del ejemplo que ponemos. Esto solo puede ser realizado individualmente. Podemos inspirar a otros, y podemos ver la tendencia más amplia como una imputación sobre eso, si más de una persona está inspirando a otras con su ejemplo. En ese sentido, intentamos influenciar y mejorar las cosas.
Tenemos que ser realistas. Su Santidad el Dalái Lama es muy sabio en su acercamiento. Es muy difícil cambiar los hábitos y patrones de los adultos en este punto de sus vidas, en términos de la forma en que lidian con problemas en el mundo, solo con agresión, violencia e interés propio. Lo que necesitamos hacer es cambiar el sistema educativo, de tal forma que, en lugar de solo enseñar valores materialistas, también agreguemos lo que él llama “valores universales” o “valores humanos básicos”. Esta llamada “ética secular” es aceptada por todas las religiones e incluso por aquellos que no aceptan ninguna religión. Esto incluye la amabilidad, la paciencia, el perdón, ser afectuosos y cuidar de los otros – tales cosas básicas.
Podemos empezar a enseñar estos valores a niños muy jóvenes. Se están desarrollando programas, tales como los de una universidad en América y una en la India, para que se incluya esto en el sistema educativo. Está hecho con ejercicios muy simples. He visto el material que están trabajando y es brillante. Por ejemplo, tienen un ejercicio para niños en preescolar, en el cual los niños se paran en un círculo y el maestro se coloca en el centro. El maestro dice: “A todas las personas a las que les guste que alguien sea amable con ellas, caminen al centro de este círculo”. Todos los niños van al centro del círculo. Luego los niños vuelven. El maestro dice: “A todas las personas a las que les guste que los demás sean malos con ustedes, vengan al centro del círculo”. Nadie va al centro del círculo.
De este modo, a los niños se les enseñan los valores de la amabilidad, y, de forma sencilla, que ser bueno es mucho mejor que ser malos con alguien. Hay una diferencia. De este modo, podemos introducir gradualmente estas ideas en un contexto no religioso en el sistema educativo. Los proyectos piloto hasta ahora han sido muy exitosos. Si hablamos colectivamente sobre cambiar las cosas, tenemos que comenzar en el nivel en donde realmente puede ser efectivo. Necesitamos ser pacientes, ya que esto tomará tiempo. Es realmente sobre la futura generación, estos niños pequeños.
Con programas como este, puede haber una esperanza para el futuro; esto, si podemos lograr que la gente joven levante la cabeza de su teléfono y, de hecho, se involucre con otras personas. Este será el gran desafío. Cuando los anteojos de la realidad virtual se adueñen todo, será realmente difícil que la gente que los usa se involucre en el mundo real. Creo firmemente que es nuestra responsabilidad, como personas que tienen confianza en las enseñanzas budistas, tratar de explorar formas en las que podamos ayudar a la gente en el futuro. Ya podemos ver cuáles problemas tendrá la generación más joven. Necesitamos pensar por adelantado cómo vamos a ayudar a las generaciones futuras a evitar los peligros, cuando la mayoría de las personas sean reemplazadas por robots e inteligencia artificial. ¿Cómo lidiarán con su vida y cómo harán que sea significativa?
Necesitamos pensar sobre esto ahora. Nuestra responsabilidad colectiva es para las generaciones futuras y los niños jóvenes de ahora, aquellos que, al año y medio de edad, ya están con una pantalla de Tablet. ¿Cómo van a ser cuando crezcan? Este es el desafío real si vamos a ser budistas responsables de ayudar a otros.
Último consejo sobre producir nuevos caminos neurales benéficos
En resumen, lo que hemos estado discutiendo, cuando hablamos sobre meditación, significa desarrollar un hábito positivo, un mejor camino neural. Esto es lo que estamos haciendo. Por supuesto, para comenzar, tenemos que calmarnos; pero simplemente calmarse, ciertamente, es solo un comienzo. Esta es la preparación; el trabajo real es generar algún estado mental positivo.
Si vamos a estar involucrados en estas prácticas tántricas muy efectivas y maravillosas, por ejemplo, necesitamos estar preparados de forma apropiada. Necesitamos pensar en términos de que todo va a surgir en dependencia de causas y condiciones. Si queremos lograr un resultado, necesitamos acumular las causas. Así, las cosas surgirán por causa y efecto. Todas las diversas piezas que queremos integrar dentro de nuestra práctica del tantra primero necesitan ser trabajadas individualmente. Luego, gradualmente tratamos de juntarlas todas.
Incluso si solo pensamos en términos de compasión y sabiduría, necesitamos las dos. Pero primero tenemos que practicar la compasión y luego la sabiduría, o en el orden inverso. Luego, aprendemos a combinarlas. Lo que realmente necesita asentarse en nosotros es que la práctica del Dharma es un trabajo serio. Como uno de mis maestros dijo: “Si practicas métodos de fantasía, obtienes resultados de fantasía. Si practicas métodos realistas, obtienes resultados realistas”. Necesitamos aproximarnos a nuestra práctica del Dharma de una manera realista. Si queremos alcanzar un objetivo, necesitamos hacer esto, esto y esto otro, de manera ordenada, con significado y con todo nuestro corazón. Mientras más nos acostumbremos a practicar de ese modo, más se asentará nuestra práctica en nosotros.
A menudo las personas preguntan sobre la diferencia entre un entendimiento intelectual y un entendimiento “visceral” o emocional. Esto tiene que ver con cuán convencidos estamos de algo. Con un entendimiento intelectual, sabemos algo y podemos estar convencidos de que es verdadero y benéfico. Pero no se trata solo de estar convencidos. Necesitamos habituarnos tanto a algo que realmente lo sintamos. De esta forma, obtenemos un sentimiento “visceral” del amor o la compasión, por ejemplo. Estamos muy acostumbrados a él. No se trata de simplemente pensar: “Debería amar a todas las personas, han sido tan amables conmigo”. Podemos saber esto y aun así molestarnos. Podemos incluso estar convencidos de que desarrollar la compasión es constructivo. Podemos estar de acuerdo en que todo el mundo depende del trabajo de otros y que son muy amables, porque hacen el trabajo y nosotros no tenemos que hacerlo. Pero, si meditamos, realmente cultivando esto una y otra vez, eso desarrolla caminos neurales positivos y lo sentimos.
Esto es lo que tenemos que hacer con la plasticidad neuronal. Necesitamos cambiar el modo en que nuestra mente está cableada. El único modo en que podemos hacerlo es mediante la causa y el efecto. Lo inicial es entender y convencernos de que las enseñanzas del Dharma son correctas. Entonces, tenemos la confianza para comenzar a digerirlas.
Debo mencionar, ya que proviene de una de las instrucciones de Asangha, que, para desarrollar estos hábitos benéficos, quizás necesitemos recordarnos con palabras. Cuando estamos intentando concentrarnos en algo, hay un malentendido de que tenemos que aquietar a nuestra mente completamente y obtener concentración perfecta. Hay un énfasis exagerado en la concentración completamente desprovista de todo pensamiento verbal. El texto dice que, recordarnos a nosotros mismos con palabras el estado mental que estamos intentando generar, no es una distracción. Una distracción, o divagación mental, es pensar sobre algo completamente diferente. Para poder mantenernos concentrados, algunas veces tenemos que recordarnos con alguna palabra clave como “compasión” o “amor”. De otro modo, es posible que estemos sentados y nos distraigamos y ese no es el punto. Cuando comenzamos a divagar y no está ocurriendo nada, tenemos que recordarnos a nosotros mismos. No tiene que ser una cadena larga de palabras, solo una palabra clave.
Tomémonos algunos momentos para que esto se asiente en nosotros.
Ver la práctica como un entrenamiento mental
Creo que es muy útil ver nuestra práctica tántrica, especialmente la práctica de recitación de la sadhana, como un entrenamiento mental. Muchos de nosotros hacemos ejercicio físico, en el cual hacemos diversos ejercicios y los repetimos una y otra vez de modo que nos volvemos físicamente más fuertes. Nuestra práctica del tantra es un ejercicio mental, y realmente es un ejercicio si hacemos la práctica de la sadhana de manera correcta. Necesitamos tener inspiración de los gurús, los cuatro inconmensurables, el refugio, la bodichita, Vajrasatva, el yoga del gurú, y una cosa tras otra. Es todo un ejercicio. Podemos ir simplemente bla, bla, bla y voltear las páginas, o podemos de hecho usarlo como un ejercicio mental, tratar de generar estos estados mentales uno tras otro. Sin embargo, necesitamos estar preparados y eso significa que hemos trabajado en cada uno de ellos con anticipación, de modo que no requiera una enorme cantidad de tiempo generar cada parte. Tenemos que estar ya familiarizados con esto; entonces, como un ejercicio, lo recorremos todo. Es maravilloso poder hacerlo. Tal como un ejercicio físico puede hacernos más fuertes, en un nivel mental y emocional, estas introspecciones y realizaciones nos hacen más fuertes.
Si revisamos nuestra práctica de este modo, entonces, cuando hagamos el compromiso de hacer cierta recitación tántrica y visualización cada día por el resto de nuestra vida, no pensaremos que es algo aburrido. Cuando lo vemos de este modo, es tremendamente desafiante. Nuestro manual de práctica de la sadhana es nuestro manual de ejercicio, y va a tomar más de una vida tener maestría en ella. Pero entonces apreciamos cuán grande es tener estos tipos de prácticas y sentimos un gran respeto por el método tántrico.
Dedicatoria
Cualquiera que sea el entendimiento y la fuerza positiva que haya surgido de esto, que se profundice más y más y actúe como causa para que todos puedan alcanzar el estado iluminado de un buda, para el beneficio de todos nosotros.