Detalle sobre la perfección de la paciencia
La siguiente actitud de largo alcance es la de la paciencia o la tolerancia. De nuevo, esta es una actitud, un estado mental, con el que no nos enojamos, sino que podemos soportar diversas dificultades y sufrimientos. No nos perturba ni nos molesta el sufrimiento o quienes hacen daño. Esa es la definición. Y su efecto: no significa que ya no tengamos enemigos o personas que intentarán hacernos daño, sino que no nos enojamos, desanimamos ni somos reticentes a ayudar; no nos frustramos. Realmente no podemos ayudar a los demás si siempre estamos perdiendo los estribos.
La paciencia de no molestarse por aquellos que hacen daño
Entonces, el primero es (hay tres tipos) el primero es la paciencia de no molestarse con aquellos que hacen daño. Entonces, esto involucra a personas que no solo están actuando negativamente (no nos enojamos con ellas) sino, más específicamente, personas que nos lastiman o que son desagradables con nosotros o que nos tratan mal. Y eso no significa simplemente que nos golpeen (otros que nos golpean), sino que podrían ser personas que no nos agradecen, que no nos aprecian, todas estas cosas. Gente a la que no le agradamos y debido a lo cual nos enojamos: "¡Oh, no le agrado a esta persona!".
Y especialmente cuando ayudamos a otros, es muy importante no enojarse con ellos si no siguen nuestro consejo, si no tienen paciencia o si no funciona. Hay muchas personas a las que es muy, muy difícil ayudar. Debemos intentar no enojarnos con ellas, perder la paciencia, sino soportar todas estas dificultades.
Es especialmente importante que un maestro no pierda la paciencia con los estudiantes. Incluso si alguien es extremadamente lento o muy tonto, depende de nosotros como maestro, ni siquiera necesariamente enseñando el Dharma, sino enseñando cualquier cosa, ser pacientes, no enojarnos, no frustrarnos, sino ser hábiles en la enseñanza. Es como enseñarle algo a un bebé. No podemos esperar que un bebé pueda aprenderlo tan rápido como un adulto.
Shantideva sobre desarrollar la paciencia
Y hay muchas, muchas formas diferentes de desarrollar la paciencia aquí. Shantideva, en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, explica muchas, muchas formas diferentes. Realmente no tenemos tiempo para analizar todas ellas, sino solo una o dos.
Si nos quemamos la mano en el fuego o en la estufa, bueno, no podemos enojarnos con el fuego por estar caliente; esa es la naturaleza del fuego. Y entonces, de manera similar, ¿qué esperamos del samsara? Por supuesto que la gente nos va a defraudar, la gente nos va a hacer daño, las cosas van a ser difíciles, ¿qué esperamos? Si le pedimos a alguien que haga algo por nosotros, deberíamos esperar que lo haga incorrectamente. Y si lo hace incorrectamente, de una forma que no nos gustó, ¿de quién es la culpa? Es nuestra culpa por ser perezosos, por haberlo pedido en primer lugar y no hacerlo nosotros mismos. Entonces, si nos enojamos con alguien, debemos enojarnos con nuestra propia pereza. Porque, ¿qué esperamos del samsara?
Es muy útil recordar esta línea para todos los diferentes tipos de paciencia que necesitamos desarrollar, que es básicamente: ¿Qué espero del samsara? ¿Qué esperamos? ¿Que será fácil, que todo saldrá bien? ¿Qué espero yo del samsara? La naturaleza del samsara, que es cada momento de nuestra vida, es el sufrimiento y los problemas, y el hecho de que las cosas no salen exactamente de la manera que nos gustaría, que la gente es muy difícil y nos decepciona, etc. Entonces ¿qué esperamos? No nos sorprendamos. Por eso queremos salir de eso.
Es como quejarse aquí en Letonia de que el invierno es frío y oscuro. Bueno, ¿qué esperamos del invierno, que será hermoso, cálido y que podamos caminar tomando el sol en traje de baño? ¿Qué esperamos? Es como la naturaleza del fuego. La naturaleza del fuego es que está caliente. ¿Qué esperamos? Por supuesto que nos vamos a quemar si metemos la mano, si levantamos la olla caliente de la estufa con la mano. ¿Qué esperamos? Así que no tiene sentido enojarse.
Y luego una más, que es la paciencia que podemos desarrollar al ver a otras personas como si estuvieran locas o fueran bebés. Si un loco o un borracho nos grita, estamos aún más locos si le devolvemos el grito al borracho. O si nuestro hijo de dos años dice, cuando le decimos que es hora de irse a la cama y apagar la televisión: "¡Te odio!". ¿Realmente nos lo tomamos en serio y nos enojamos y molestamos porque nos odia? Es un bebé. El bebé está cansado; ponemos al bebé a dormir, a la cama. Y así, del mismo modo, al ver que otras personas están actuando de estas formas, cuando están demasiado cansadas, están de mal humor: "Son como un bebé o están actuando como una persona loca ahora". Nos ayuda a no enojarnos con ellas.
Y también si alguien nos está haciendo pasar un momento muy duro y difícil, siempre es muy útil verlo como nuestro maestro: “Este es mi maestro de la paciencia. Si la gente no me hiciera pasar un momento difícil, nunca podría aprender a tener paciencia o nunca sería desafiado. Así que son muy amables al darme este momento difícil". Su Santidad el Dalái Lama siempre dice que los chinos, los líderes chinos son... Mao Zedong es su mejor maestro, su maestro de paciencia. La persona molesta en la oficina: maestra de paciencia.
La paciencia de soportar nuestro propio sufrimiento
Entonces, el segundo tipo de paciencia es la paciencia de aceptar y soportar nuestros propios sufrimientos. Shantideva habla bastante sobre esto y dice que, si tenemos sufrimiento, una situación difícil, si hay algo que podamos hacer al respecto, simplemente lo hagamos, sin enojarnos ni molestarnos, porque eso no va a ayudar. Y si no hay nada que podamos hacer al respecto, entonces por qué enojarnos o molestarnos, porque eso tampoco va a ayudar. Entonces, si hace frío y tenemos ropa abrigadora, ¿por qué enojarse y quejarse de que hace frío? Nos ponemos la ropa abrigadora. Y si no tenemos la ropa abrigadora, por qué enojarnos y molestarnos, porque eso no nos va a calentar de todos modos.
También podemos ver nuestro propio sufrimiento como... estar muy felices por ello, en el sentido de que está quemando obstáculos negativos -el karma negativo está madurando- y recordar que es bueno deshacerse de él ahora porque en el futuro podría ser incluso peor. Y también pensar que está muy bien que esté madurando ahora de esta forma, porque por mucho sufrimiento que tengamos, siempre puede ser peor. Entonces, en cierto sentido, nos estamos deshaciendo de él con ligereza.
Si golpeamos nuestro pie contra la mesa en la oscuridad y realmente duele, bueno, eso es muy bueno, porque podríamos habernos roto la pierna. "Es mejor que suceda esto a que nos rompamos la pierna". Eso nos ayuda a no enojarnos. Y después de todo, saltar arriba y abajo y hacer una gran escena cuando nos duele el pie porque nos golpeamos, eso no va a ayudar. Incluso si nuestra mamá viene y lo besa, no va a ayudar; todavía duele.
Además, si estamos tratando de hacer algo realmente muy positivo y muy constructivo, es genial que haya muchos obstáculos y dificultades al principio. Tratar de hacer algo realmente muy positivo, como querer hacer un retiro prolongado o hacer algún proyecto de Dharma positivo o emprender un viaje para ayudar a los demás, etc. Si comienza con grandes obstáculos y problemas, no necesariamente cosas grandes (te rompes una pierna o algo así), pero si hay dificultades al principio, eso es muy bueno porque se puede ver como: “Está bien, esto es eliminar los obstáculos para que el resto del proyecto salga bien". Y entonces podemos estar felices de que se esté quemando ahora en lugar de crear un gran problema más adelante.
Como dice Shantideva, el sufrimiento y los problemas también tienen buenas cualidades. No quiere decir que salgamos a buscarlos porque el camino que tenemos que seguir es torturarnos y sufrir. No significa eso. Pero si tenemos sufrimiento, entonces hay varias buenas cualidades que podemos apreciar porque, para empezar, el sufrimiento disminuye nuestra arrogancia; nos hace más humildes. También nos ayuda a desarrollar compasión por otros que están sufriendo problemas similares. Digamos que, si contraemos una determinada enfermedad o algo, entonces podemos apreciar a otras personas que tienen esa misma enfermedad; de lo contrario, no tenemos idea de lo que están sufriendo. Al envejecer y tener los dolores de la vejez… no es muy fácil sentir compasión por las personas mayores cuando se tienen dieciséis años, pero cuando tienes sesenta y estás empezando a experimentar todo eso tú mismo, entonces tienes mucha compasión y comprensión por las personas mayores. Y también si entendemos el karma (causa y efecto conductual), si estamos sufriendo, realmente nos hace mucho más fuertes para evitar actuar destructiva y negativamente, que es la causa del sufrimiento, y para involucrarnos más fuertemente en acciones positivas y constructivas, lo cual será la causa de la felicidad. Nos da ánimos.
La paciencia de soportar las dificultades por el bien del Dharma
El tercer tipo de paciencia es la paciencia de la determinación de soportar las dificultades involucradas en el estudio y la práctica del Dharma. Cuando tratamos de meditar, trabajar para alcanzar la iluminación, etc., nos damos cuenta de que eso va a llevar mucho tiempo y una enorme cantidad de trabajo y esfuerzo, y tenemos que ser muy realistas al respecto y no desanimarnos. Tengamos paciencia con eso. Tengamos paciencia con nosotros mismos. No significa tratarnos a nosotros mismos como un bebé, sino ser pacientes.
Creo que es muy importante comprender y aceptar realmente que la naturaleza del samsara es que tiene altibajos. Y eso no significa simplemente que tenemos renacimientos más altos y más bajos, sino que sube y baja todo el tiempo. Entonces, a veces tenemos ganas de practicar; a veces no tenemos ganas de practicar. A veces nuestra práctica va bien; a veces no sale bien. ¿Qué esperamos? Esto es samsara. No va a mejorar cada día, así que tenemos que ser pacientes con esto y no frustrarnos, no enojarnos y rendirnos. “Pensé que me había ocupado de mi enojo y que nunca volvería a enojarme”, y luego, de repente, sucede algo y nos volvemos a enojar. Sucede. No vamos a deshacernos de él hasta que nos liberemos como un arhat, así que seamos pacientes.
Detalle sobre la perfección de la perseverancia
Entonces, la cuarta actitud de largo alcance se llama perseverancia. Esto se define como el estado mental con el que nos comprometemos con energía y entusiasmo en un comportamiento constructivo y mantenemos el esfuerzo en él. Una de sus características es que nos alegra hacerlo. No se refiere a disfrutar jugando videojuegos o cazando. Estamos hablando de disfrutar de algo positivo y constructivo. Y no se trata simplemente de tener una actitud de trabajo duro en la que odiamos nuestro trabajo, pero lo hacemos de todos modos por un sentido del deber o culpa, obligación o algo así, o simplemente de forma mecánica. Ya saben, como un adicto al trabajo. Y no es lo que se llama "entusiasmo a corto plazo", que es: nos entusiasmamos mucho por hacer algo e invertimos una gran cantidad de esfuerzo en ello, como un fanático, y luego nos agotamos después de una semana y nos damos por vencidos. No estamos hablando de ese entusiasmo efímero. De lo que estamos hablando es de un esfuerzo sostenido. Por eso lo llamamos perseverancia: es sostenido, sigue y sigue y sigue y sigue. Y una de las razones por las que sigue y sigue y sigue es porque disfrutamos lo que estamos haciendo y es positivo. Esta perseverancia se opone a la pereza, es lo opuesto a la pereza.
Perseverancia cual armadura
Hay tres tipos de perseverancia. La primera es la perseverancia que es como una armadura. Esta es la voluntad de seguir y seguir. Sin importar lo difícil que sea, sin importar cuánto tiempo tome, vamos a seguir adelante y a no desanimarnos ni ser perezosos. Si esperamos que el camino del Dharma (o cualquier cosa positiva que estemos haciendo) nos lleve una eternidad y estamos dispuestos a ir a los infiernos para poder ayudar a otros y demás, entonces no seremos flojos ni nos desanimaremos por cualquier problema menor que pueda surgir. "Nada me va a sacudir". Es como una armadura; nos protege de cualquier dificultad que surja. “No me importa lo difícil que sea. No me importa cuánto tiempo tome. Voy a hacerlo".
Cuanto más tiempo esperemos que nos tome alcanzar la iluminación, más rápido llegará. Si esperamos que llegue de forma inmediata y rápida, podría llevar una eternidad. Si estamos muy ansiosos por la iluminación instantánea y rápida y por encontrar el camino fácil, rápido, etc., eso es básicamente, como dicen algunos de los grandes textos y como explican los grandes maestros, es básicamente un signo de egoísmo y pereza, no queremos pasar mucho tiempo ayudando a los demás. “Vamos a alcanzar la iluminación. Será grandioso". Y básicamente somos flojos. No queremos hacer el trabajo duro que implica. Lo queremos gratis, barato, tan barato como podamos. Buscamos una ganga. Eso no funciona.
Entonces, si tenemos esta compasión de que: "Voy a trabajar durante tres trillones (grangs-med, incontables) de eones acumulando fuerza positiva para ayudar a otros", ese enorme alcance de compasión es lo que nos traerá la iluminación mucho más rápidamente.
La perseverancia aplicada a las acciones constructivas
Luego, el segundo tipo de perseverancia es la perseverancia en la realización de acciones constructivas y positivas para construir una fuerza positiva que nos lleve a la iluminación. En otras palabras, realizar un esfuerzo entusiasta sostenido y no ser perezosos en cuanto a hacer las prácticas preliminares (postraciones, etc.), estudiar, aprender y meditar, y todas estas cosas que tenemos que hacer, y sentirnos felices de hacerlas.
La perseverancia de trabajar en beneficio de los seres limitados
Luego, el tercer tipo de perseverancia es la perseverancia que implica trabajar para ayudar o beneficiar a otros. Esa perseverancia en trabajar para ayudar a los demás también se explica en términos de estas cuatro formas de reunir o hacer que los demás sean receptivos a nosotros y las once formas de ayudar a los demás (los once tipos de personas a las que ayudaríamos). Recordemos, teníamos la autodisciplina ética para ayudar en estos once tipos de situaciones. La paciencia que está involucrada en la práctica del Dharma también es ... podemos discutir eso, la paciencia, en términos de ayudar de estas once formas. Y tenemos aquí la perseverancia de ayudar de estas once formas. Entonces, lo que esto significa es que no son idénticas. A lo que nos referimos es a cuando en realidad estamos ayudando a este tipo de personas en las diversas formas que serían apropiadas; entonces, con esta perseverancia gozosa, nos complace y estamos realmente felices de esforzarnos por ayudarlos. Y, con paciencia, toleraremos las dificultades que se presenten. Y, con la autodisciplina ética, evitaremos todas las emociones perturbadoras que nos impedirían ayudar a los demás. Entonces se apoyan mutuamente.
Los tres tipos de pereza
Estos diferentes tipos de perseverancia son interrumpidos por la pereza, por lo que para practicarlos y desarrollarlos hay que superar la pereza. Y hay tres tipos de pereza:
La pereza de la procrastinación
La primera es la pereza de la procrastinación, posponer las cosas para mañana. Para ello debemos meditar sobre la muerte y la impermanencia -la muerte puede llegar en cualquier momento- y la dificultad de obtener una preciosa vida humana que nos dé la oportunidad de hacer algo constructivo.
Pero en relación con esto, me hace pensar en mi koan Zen favorito: "La muerte puede llegar en cualquier momento, relájate". Muy bueno pensar en eso. Lo que eso significa es que es cierto que la muerte puede llegar en cualquier momento, pero si estamos muy tensos y nerviosos por eso, nunca podremos lograr nada: "Tengo que hacer todo hoy", y podemos volvernos fanáticos. Sí, la muerte puede llegar en cualquier momento. Si queremos aprovechar y hacer las cosas ahora, tenemos que estar relajados al respecto, no tener un tenso miedo a la muerte: "No vamos a tener suficiente tiempo".
La pereza de estar apegados a asuntos triviales
Luego, el segundo tipo es la pereza de estar apegados a asuntos triviales, ¿cierto? Perdemos tanto tiempo viendo televisión, o simplemente charlando con amigos y hablando de deportes… Todo este tipo de cosas desperdicia una enorme cantidad de tiempo y es básicamente pereza. Es mucho más fácil sentarse frente al televisor que meditar. O simplemente estar apegados a las cosas mundanas comunes y corrientes, ya que eso nos parece divertido, ya sea sobre astrología o lo que sea- estos tipos de cosas a las que, de nuevo, estamos apegados porque somos perezosos, es pereza, y no queremos intentar hacer algo que tal vez sea más difícil y más significativo.
Esto no significa que nunca nos detengamos para entretenernos o relajarnos. A veces necesitamos eso para revitalizarnos, pero el punto es no estar apegados a todo eso y hacer demasiado esas actividades por pereza. Nos tomamos un descanso, salimos a caminar o algo así, pero no nos apegamos a ello. Cuando hayamos tenido suficiente, regresamos a cualquier otra cosa que estemos haciendo que sea más positiva.
Y la forma en que superamos esto es pensar en cómo los placeres y la satisfacción de estos supuestos logros y actividades mundanas nunca pueden traernos una felicidad duradera. Solo entrenándonos realmente con los métodos del Dharma seremos capaces de hacer esto. Si somos capaces de patear una pelota entre dos postes hacia una red, y pasamos todo nuestro tiempo haciendo eso y entrenando eso, con ello no conseguiremos un mejor renacimiento. Ciertamente poder patear una pelota recta no nos va a dar la liberación o la iluminación.
Entonces, el punto es no estar apegados. Si hacemos eso para relajarnos o algo así, eso es una cosa. Pero simplemente estar apegados a eso y dedicar todo nuestro esfuerzo a eso porque somos perezosos para hacer algo más constructivo, eso es pereza; este es un oponente, un obstáculo para disfrutar realmente de hacer algo constructivo.
Superar la pereza de no cambiar la pila de la grabadora.
La pereza del engaño de incapacidad
El tercer tipo de pereza es la pereza del engaño de incapacidad: “Esto es demasiado difícil para mí. No puedo hacerlo. ¿Cómo puede alguien tan humilde como yo alcanzar la iluminación o hacer alguna de estas cosas?". Esa es una forma de pereza. Ni siquiera lo intentamos, porque pensamos: "Soy incapaz".
Entonces, para esto, pensamos en la naturaleza búdica, las diversas cualidades que tenemos, etc. Hay muchas cosas que podemos recordarnos a nosotros mismos que nos ayudarán a contrarrestar esto. “Si tantas personas son capaces de pasar todo el día trabajando para obtener un poco de ganancia vendiendo chicles o algo así, y están dispuestas a sentarse allí durante horas y horas y horas al día, entonces soy capaz de dedicar tiempo para poder hacer algo más significativo. Si soy capaz de hacer fila durante horas y horas para conseguir un boleto para ir a un concierto, o hacer fila para comprar pan durante muchas horas, no debería pensar que soy incapaz de hacer algo que es más constructivo para poder alcanzar la iluminación".
Los cuatro apoyos para desarrollar la perseverancia
Shantideva explica cuatro apoyos que nos ayudarán a desarrollar la perseverancia.
Convicción en los beneficios del Dharma
Primero está la firme convicción de las cualidades positivas y los beneficios del Dharma.
Estabilidad basada en la confianza en uno mismo y la naturaleza búdica
El segundo es la constancia y la estabilidad basadas en la confianza en uno mismo y en la naturaleza búdica. Si estamos realmente convencidos de la naturaleza búdica -las habilidades básicas están ahí- entonces tendremos confianza en nosotros mismos; y si tenemos confianza en nosotros mismos, seremos constantes y estables en nuestro esfuerzo. Entonces esto es un apoyo.
Regocijarnos en lo que estamos haciendo
Luego, el tercero es regocijarnos por lo que estamos haciendo. Un sentimiento de autosatisfacción. Es muy satisfactorio y gratificante trabajar para desarrollarnos a nosotros mismos, trabajar para ayudar a los demás, de modo que nos da una sensación de alegría.
Saber cuándo descansar
El cuarto es saber cuándo descansar. No esforzarnos demasiado hasta el punto en que simplemente nos dejamos caer, nos rendimos y no queremos volver. No presionarnos demasiado. Pero, por otro lado, no tratarnos como a un bebé: cada vez que nos sentimos un poco cansados, nos acostamos a dormir la siesta.
Y, de hecho, ese es un punto muy interesante. Trijang Rinpoche, el difunto Tutor de Su Santidad, dio el siguiente consejo. Dijo que cuando estamos de muy, muy mal humor y nos sentimos muy negativos y demás, y ninguno de los otros métodos del Dharma parece estar funcionando o ayudándonos, lo mejor es tomar una siesta. Tomar una siesta corta, y cuando nos levantemos, nuestro estado de ánimo será diferente, simplemente por la naturaleza de tomar una siesta. Muy práctico. ¿Les gusta este consejo?
Dos factores más para desarrollar la perseverancia
Junto con estos cuatro apoyos para la perseverancia, Shantideva señala dos factores más que ayudan. Esto es (a) aceptar lo que necesitamos practicar y aceptar lo que necesitamos dejar de hacer, y (b) aceptar las dificultades involucradas, todo esto basado en examinar de manera realista los tres y nuestras habilidades para lidiar con ellos. Aceptar que necesito hacer esto y esto y esto para ayudar a otros, o alcanzar la iluminación o cualquier cosa constructiva que quiera hacer. Y aceptar el hecho de que voy a tener que dejar de hacer esto y aquello, y aceptar el hecho de que habrá dificultades involucradas. Y lo aceptamos, asumiéndolo nosotros mismos, habiendo examinado muy bien, de manera realista, lo que implica hacer esto y nuestra capacidad para hacerlo.
No tener una actitud poco realista. Si vamos a hacer postraciones, cien mil postraciones, veámoslo de manera realista. Habrá dificultades involucradas, nos van a doler las piernas, nos vamos a cansar, todo este tipo de cosas, pero nos recordamos los beneficios. ¿Y qué voy a tener que dejar de hacer? Voy a tener que hacerme tiempo para hacerlo y va a ser difícil. Y entonces nos examinamos a nosotros mismos de manera realista para ver: "¿Puedo hacer esto?" ¿Tengo artritis o reumatismo que me va a impedir hacerlo, este tipo de cosas? Y luego aceptamos que esta es la realidad de lo que está involucrado. Si aceptamos eso, entonces podemos poner nuestro corazón en ello con entusiasmo.
Luego, el segundo de ellos es que, basándonos en esta actitud realista de aceptar lo que está involucrado, debemos tomar el control para aplicarnos. En otras palabras, con fuerza de voluntad, este tipo de cosas. No nos dejamos actuar de la manera que solíamos hacerlo, de cualquier forma, sino realmente: "Está bien, no voy a caer bajo el control de mi pereza y demás". Tomar el control y realmente aplicarnos a esta cosa positiva que queremos hacer. “Poner nuestro corazón en ello”, decimos en inglés.
Detalle sobre la perfección de la estabilidad mental
Ahora no tenemos demasiado tiempo para las dos últimas actitudes de largo alcance. Cada una de ellas, particularmente en la literatura del lam-rim, se trata muy, muy brevemente. Y luego está la gran sección que trata sobre cómo se desarrolla la concentración y la meditación y cómo se desarrolla la comprensión de la vacuidad.
Pero con respecto a la estabilidad mental, en algunos textos se habla de eso como el estado mental que es capaz de enfocar nuestra atención en un solo punto en cualquier objeto constructivo positivo adecuado, sin permitir que esa atención divague o se adormezca, se aturda, etc. Es así, sea que estemos meditando o simplemente ayudando a alguien o escuchando lo que dice.
La forma en que Shantideva lo explica es en términos de estabilidad mental. Que además de esto, lo que realmente está involucrado para conseguir ese tipo de concentración es la estabilidad mental en la que no vamos subiendo y bajando con las emociones perturbadoras. Porque son las emociones perturbadoras las que hacen que tengamos divagaciones mentales para volar hacia algo que es atractivo, o para volvernos aburridos y pesados. Y así lo describe en un ámbito más amplio de estabilidad mental y emocional. Y hay muchas divisiones, muchas formas diferentes de dividir los diversos tipos de estabilidad mental. Casi todos los textos y tradiciones lo dividen de manera diferente, por lo que no tiene sentido entrar en una larga discusión sobre todas las diferentes formas en las que se puede dividir, en términos de aquello en lo que nos estamos enfocando, concentración en términos de hacer esto, en términos de hacer eso, y así sucesivamente.
Detalle sobre la perfección del darse cuenta que discrimina
Y el darse cuenta que discrimina, a veces traducido como sabiduría, es el estado mental con el que podemos discernir correcta y decisivamente todos los fenómenos conocibles, la forma real en que existen. Podemos discriminar entre lo que es útil, lo que es dañino, lo que es apropiado, lo que es inapropiado y todas estas cosas. Por lo tanto, se puede aplicar a la discriminación entre la forma en que las cosas realmente existen y la forma en que no existen (lo que es imposible). Pero también puede tener un alcance mucho más amplio, no solo con respecto a comprender la vacuidad.
De nuevo, eso se puede dividir de muchas maneras diferentes, y varios textos lo hacen de manera diferente dependiendo de a qué se dirija este darse cuenta que discrimina, ya sea en términos de realidad, ya sea en términos de cosas convencionales: cuál es la medicina apropiada para administrar y el medicamento inapropiado para dar si somos médicos y demás. Hay muchos esquemas para dividirlo.