Las 64 cualidades del discurso de un buda

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Introducción y fuentes

El discurso iluminador de un buda tiene 64 buenas cualidades o facetas. La lista de 64 deriva de Indicando las cualidades enigmáticas de un Así Ido (Buda) más allá de los reinos de la imaginación (De-bzhin gshegs-pa’i gsang-ba bsam-kyis mi-khyab-pa bstan-pa, sct. Tathagata-acintya-guhya-nirdesha). Cuando se enumeran sesenta facetas, como en varios comentarios a la Filigrana de Sutras Mahayana de Maitreya (Theg-pa chen-po mdo-sde rgyan, sct. Mahayana-sutra-alamkara), se omiten las cualidades de la 60 a la 63 de la lista anterior. 

Aquí presentaremos la lista de 64 de acuerdo con las explicaciones de Tsongkapa (Tsong-kha-pa Blo-bzang grags-pa) en su Océano de nubes de alabanzas para complacer a Manjushri (‘Jam-dbyangs mnyes-par byed-pa’i bstod-sprin rgya-mtsho), según lo elaboró el Séptimo Dalái Lama (rGyal-dbang bsKal-bzang rgya-mtsho) en su Comentario al (texto de Tsongkapa “Océano de) nubes de alabanzas (para complacer a Manjushri”) (bsTod-sprin ‘grel-ba).           

En general, no importa cuántos seres hagan simultáneamente diferentes preguntas a un buda, cada uno en su propio idioma, un buda puede responderlas todas de manera instantánea y perfecta con un solo pronunciamiento. Cada ser escuchará el pronunciamiento del buda en su idioma y con el mismo volumen, sin importar cuán cerca o lejos esté cada uno.  

Lista de las 64 cualidades

  1. El discurso iluminador es humectante. El agua limpia puede fluir por todas partes, ablandar la tierra y hacer viable todo crecimiento. Del mismo modo, el discurso de un buda entra en los oídos de todos, de acuerdo con la disposición de cada persona y, o bien hace que su potencial positivo (mérito) germine como las raíces de un estado purificado (byang-chub, sct. bodhi) de liberación o iluminación, o fomenta cualquier crecimiento espiritual que ya ha ocurrido.         
  2. Es suave. Así como el toque de ropas divinas y celestiales es suave y da placer al cuerpo, del mismo modo, cuando escuchamos el discurso de un buda, nos da un placer mental similar al lujoso confort que vemos en este ejemplo. 
  3. El discurso iluminador va directamente a la mente, en el sentido de que indica cómo nuestra conciencia mental necesita aprehender el significado claro de las dos verdades, el surgimiento dependiente, etc.     
  4. La mente lo encuentra sensato, ya que nunca habla de una manera ridícula, o con un lenguaje quebrantado o agramatical.
  5. Es perfectamente correcto, ya que la condición dominante (bdag-rkyen) para su surgimiento es la conciencia profunda (ye-shes) que se da cuenta plenamente de la extensión total de lo que existe.  
  6. El discurso iluminador no está manchado, ya que es pronunciado sobre la base de haberse liberado de todas las emociones y actitudes perturbadoras raíz y secundarias, junto con sus tendencias.
  7. Es brillantemente claro, ya que nunca usa palabras o expresiones que no son comúnmente conocidas por las personas ordinarias.
  8. Aporta armonía al oído, ya que tiene el poder de vencer todas las perspectivas discordantes de las posiciones extremistas.
  9. Es apropiado para ser escuchado, dado que le da al escucha la determinación de ser libre (renuncia) del samsara, al actualizar simplemente lo que dice.      
  10. No puede ser dañado, ya que no puede ser eclipsado o criticado por opositores extremistas en el debate.
  11. El discurso de un buda es agradable, ya que brinda felicidad mental a quien lo escucha.  
  12. Es domesticador, en el sentido de que nos permite dominar nuestras emociones perturbadoras al indicar los antídotos que se deben aplicar contra los tres estados mentales venenosos: deseo anhelante, hostilidad e ingenuidad.    
  13. Nunca es severo, ya que nunca prescribe métodos duros y extremistas, como sentarse entre cinco fuegos o permanecer sobre un solo pie durante años. Enseña medios para evitar todos los extremos y métodos que nunca son dañinos para esta vida o futuras vidas.
  14. No es cruel, ya que no carece de métodos para recuperarse de las transgresiones de los diversos entrenamientos. No predica la condenación eterna, sino que enseña muchos medios efectivos para superar cualquier caída, como regocijarse en las acciones constructivas de los demás.  
  15. Es completamente domadora, ya que indica tres vehículos de la mente para el progreso espiritual que se adaptan a las necesidades de los discípulos que tienen cualquiera de los tres tipos de rasgos familiares (rigs-gsum): los de un escucha (nyan-thos, sct. shravaka), un realizador solitario (rang-rgyal, sct. pratyekabuddha), o un bodisatva.       
  16. El discurso iluminador es agradable al oído. Es tan agradable de escuchar que automáticamente nuestros oídos lo atienden y no tenemos divagación mental.  
  17. Refresca el cuerpo, ya que, al escucharlo, nos volvemos tan absortos mentalmente que alcanzamos un estado tranquilo y estable de shámata (zhi-gnas) con su correspondiente sensación física de aptitud.  
  18. Calma la mente, al eliminar todas las dudas y aliviar la torturante incomodidad del titubeo indeciso (duda).   
  19. Hace feliz al corazón, ya que, al indicar las definiciones específicas y generales de las cosas, elimina nuestro no darnos cuenta de estos objetos.  
  20. El discurso iluminador da lugar a la felicidad y la dicha. Esto se debe a que, al indicar cuál es la naturaleza superficial (convencional) y cuál es la naturaleza duradera más profunda (última) de todas las cosas, se produce la liberación (abandono) de nuestra discriminación perturbadora con la que malinterpretamos las situaciones no estáticas (impermanentes) como estáticas (permanentes), los problemas (sufrimiento) como felicidad, los fenómenos que carecen de identidades verdaderas como su tuvieran tales identidades, etc. Establece darse cuenta de los hechos de la realidad.         
  21. Nunca nos decepciona. Esto se debe a que, al haberlo escuchado, si pensamos y desarrollamos como un hábito (meditamos sobre) el significado de lo que hemos escuchado, actualizaremos y alcanzaremos los resultados tal como se describieron. De esta manera, nunca nos arrepentiremos de que nuestra escucha fuera inútil o no arrojara un resultado significativo.        
  22. Vale la pena conocer completamente el discurso de un buda, ya que al escucharlo podemos desarrollar y continuar con el darse cuenta que discrimina excepcional (shes-rab) que surge de la escucha.      
  23. Vale la pena juntar todos sus detalles para que tengan sentido. Esto se debe a que, al pensar en su significado para ver cómo tiene sentido desde el punto de vista de los cuatro axiomas (rigs-pa bzhi), llegaremos a quedarnos con las causas para desarrollar el darse cuenta que discrimina extraordinario que surge de pensar. Los cuatro axiomas para examinar el Dharma son (a) dependencia, (b) funcionalidad, (c) establecimiento por razón y (d) la naturaleza de las cosas.       
  24. El discurso iluminador es claro en todos los detalles, ya que muestra el Dharma sin la actitud de puño cerrado de aquellos maestros que deliberadamente esconden u ocultan cosas, tal como explicar algunas medidas y no otras, o explicar solo las palabras y no su significado.
  25. Nos hace felices, porque vemos que, confiando en él, los que entran en la corriente pueden alcanzar la liberación al deshacerse de sus oscurecimientos emocionales (nyon-sgrib) y los bodisatvas pueden lograr la iluminación al deshacerse de sus oscurecimientos cognitivos (shes-sgrib).      
  26. Nos hace sentir animados. Inspira a cualquiera que aún no haya contemplado la realidad a desarrollar el deseo de comprometerse con lo que explica, para lograr sus objetivos.  
  27. El discurso iluminador nos hace conocer las cosas por completo, ya que nos muestra perfectamente aquellas cosas que son inimaginables y no pueden ser comprendidas por el pensamiento conceptual, como la naturaleza duradera de la realidad y la conciencia profunda que puede realizar esta naturaleza de forma directa y no conceptual. Puede mostrar las leyes inimaginables del comportamiento kármico impulsivo y sus resultados, los objetos inimaginables disfrutados por las concentraciones absortas de los grandes yoguis, los objetos inimaginables disfrutados por la conciencia profunda de un buda y el poder inimaginable de las medicinas y los mantras.    
  28. Causa que unamos los detalles para que tengan sentido. Esto se debe a que nos muestra, sin errores, aquellas cosas que son imaginables y que el pensamiento conceptual puede ponderar y comprender, como los cinco factores agregados de nuestra experiencia, los doce estimuladores (skye-mched bcu-gnyis, sct. dvadasha ayatana) y dieciocho fuentes (khams bcu-brgyad, sct. ashtadasha dhatu) de nuestras cogniciones, las seis actitudes de largo alcance (seis perfecciones), etc.         
  29. El discurso iluminador es lógico, ya que es perfectamente correcto en términos de tres puntos de análisis. No se ve socavado por (a) cognición válida directa (percepción desnuda válida) o (b) cognición válida inferencial y (c) no se contradice con sus propias afirmaciones anteriores o posteriores o por sus afirmaciones de significados definitivos (nges-don, sct. neyartha) o interpretables (drang-don, sct. nityartha).      
  30. Es pertinente, ya que nunca enseña nada que no sea adecuado para el escucha o para la ocasión, como mostrar medidas Mahayana a alguien con rasgos Hinayana. Siempre indica con precisión aquellas medidas que son necesarias y apropiadas para el oyente.       
  31. El discurso de un buda está libre de la falla de la redundancia innecesaria, aunque en una ocasión, para un significado, puede parecer repetitivo, ya que proporciona muchos sinónimos. Sin embargo, estas expresiones similares pueden estar indicando niveles progresivamente más altos de comprensión de algo. Puede haber muchas razones para dar estos sinónimos. Pueden ayudar a nuestra comprensión, ayudar a aquellos con divagaciones mentales a no perder de vista el punto en esa ocasión, dar a otros la oportunidad de ampliar lo que se ha dicho y ayudar a las personas lentas a comprender y no olvidar el significado. Dado que puede haber homónimos, con un sonido que tiene varios significados, estos sinónimos pueden ayudar a eliminar la idea errónea de que el sonido tiene uno de sus significados irrelevantes. Pueden ayudarnos a comprender los diversos nombres con los que se hace referencia a algo en la literatura, ayudarnos a juntar las palabras y los significados para ser entendidos, indicarnos que el hablante tiene pleno dominio del tema y plantar semillas en nosotros para obtener una maestría similar. Por tanto, aunque puede haber repetición, no hay falla de redundancia innecesaria.      
  32. El discurso iluminador es como el poderoso rugido de un león, en el sentido de que aterroriza a los extremistas que intentarían afirmar sus puntos de vista distorsionados y antagónicos.
  33. Es como el barritar del elefante de un ser divino, que nunca duda ni se avergüenza de hablar. 
  34. Es como el retumbar atronador del rugido de un dragón, vasto y difícil de sondear en su profundidad y extensión.
  35. Es como la voz del Rey de los Nagas, tan majestuosa y noble que todos escuchan.
  36. Es como la voz melodiosa de los músicos celestiales (dri-za, sct. gandharva) (aquellos que se alimentan de fragancias). Nada es más suave ni más agradable de escuchar.   
  37. El discurso de un buda es como el canto melodioso del antiguo pájaro cantor. Continúa de tema en tema sin ninguna interrupción y, aún después de haber terminado, nos deja con el fuerte deseo de volver a escucharlo.     
  38. Es como la voz melodiosa de un gran Brahma divino, ya que reverbera clara y sonoramente durante mucho tiempo. 
  39. Es auspicioso como el grito del antiguo faisán, pues indica que lograremos nuestros objetivos no sólo para lo que pudiera estar basado en lo perecedero (‘jig-rten-pa, mundano, terrenal), sino también para esas cosas basadas más allá de lo perecedero (‘jig-rten-las ‘das-pa, supramundano).       
  40. Es autoritativo como el mandato de Indra, un rey de los dioses, ya que nadie podría transgredirlo u obstruirlo. 
  41. Es como el sonido de un tambor de batalla, que nos impulsa a ser victoriosos sobre las fuerzas demoníacas (bdud, sct. mara) y las perspectivas extremistas. 
  42. El discurso iluminador no tiene ningún sentimiento de vanidad. Cuando un buda indica el Dharma, aunque otros pueden elogiar sus palabras y decir: “Bien dicho”, nunca tiene emociones perturbadoras que surjan de esta alabanza, con la que se aferraría a sí mismo como el mejor. 
  43. No tiene ningún sentimiento de desesperanza. Incluso si otros dicen que ha explicado algo mal, un buda nunca se siente desanimado, deprimido u oprimido por la idea de que ha sido criticado.
  44. El discurso iluminador entra en todo lo que ha sucedido, está sucediendo o sucederá, ya que revela y profetiza todos los fenómenos ya pasados, presentes o aún no acontecidos.
  45. Nunca está incompleto ni le faltan palabras. Dado que un buda nunca se cansa, nunca olvida ni omite nada de lo que pretendía decir por estar exhausto.
  46. Nunca deja nada sin terminar, ya que un buda trabaja todo el tiempo por el bien de todos y nunca ignora o descarta ni por un momento a alguien que necesite ser domesticado.    
  47. El discurso iluminador no tiene ningún sentimiento de insuficiencia, ya que cuando un buda explica el Dharma, no tiene miedos ni dudas sobre sí mismo al pensar: “Si debato con un oponente extremista, es posible que no pueda mantener mi posición”.    
  48. No tiene ninguna sensación incontrolable de deseo o atracción, ya que alguien que ha superado y obtenido todo, no tiene apego a recibir servicio, respeto, alabanza u objetos materiales. 
  49. Es gozosamente estimulante. Cuanto más explica un buda, más se siente libre de fatiga mental y malestar físico.
  50. El discurso de un omnisciente es integrador. Puesto que ha dominado por completo los cinco grandes campos del saber (rig-gnas lnga), sus explicaciones del Dharma están relacionadas y se integran muy bien con estos cinco temas. Los cinco campos principales de conocimiento son: (a) arte y artesanía, (b) medicina, (c) idiomas y gramática, (d) lógica, y (e) autoconocimiento interno o excepcional.       
  51. Estimula el crecimiento, ya que es de beneficio significativo para todos los seres limitados (seres sensibles), ya sean rígidos y necesiten que un nuevo potencial positivo sea plantado en su continuidad mental para que actúe como una raíz, o no sean rígidos y puedan aumentar su potencial ya arraigado.    
  52. El discurso de un buda es continuo. Nunca sucede que a veces tenga ganas de explicar las medidas del Dharma y, en otras ocasiones, esté demasiado cansado o no se le pueda molestar. Además, cuando enseña, explica sin romper la continuidad de su fluir. Nunca pausa, duda, dice “uh” o se queda sin palabras. 
  53. Es relacionado. Un buda no explica usando solo una palabra, frase o expresión sin ningún contexto, sino que usa muchos ejemplos y frases relacionadas que están bien conectadas.
  54. El discurso iluminador tiene todos los idiomas completos. Cuando un buda habla en un idioma determinado, aunque tiene una sola naturaleza de ser un idioma, los seres divinos (dioses), los humanos, los nagas, las criaturas rastreras (animales), los espíritus aferrados (espíritus hambrientos), etc., cada uno comprende lo que dice de acuerdo con sus propios sonidos y dialectos.
  55. Se adapta y satisface los poderes de todos. Cuando un buda enseña un punto, como que ninguna situación permanece estática, cada uno que escucha sus palabras las entiende de acuerdo con su poder de creencia en los hechos, perseverancia, recordación, concentración, inteligencia, etc. Por ejemplo, cada uno comprenderá en términos de aquello en lo que cree respetuosamente y se sentirá totalmente complacido y satisfecho con la explicación.    
  56. El discurso iluminador no puede ser criticado. Dado que un buda nunca actúa en contra de lo que ha prometido, nadie puede decir que no cumplió su palabra. Del mismo modo, cuando él promete que se obtendrán ciertos resultados de la adopción de medidas específicas del Dharma, esto no puede ser criticado, ya que cualquiera que adopte correctamente estas medidas actualiza ese resultado.
  57. Nunca se desvía. No importa dónde o cuándo sea, cuando llegue el momento en que la continuidad mental de alguien esté lista para madurar, el discurso de un omnisciente lo llevará a la madurez sin perder un momento.     
  58. Nunca tiene prisa nerviosa. El discurso iluminador es firme y tranquilo, no es un torrente de confusión y embrollo.  
  59. El discurso de un buda resuena en todo el círculo de quienes lo rodean. Ya sea que el oyente esté cerca o lejos, todos escuchan su voz con el mismo volumen, como si estuvieran sentados enfrente.   
  60. El discurso iluminador apacigua nuestros encaprichados apegos.
  61. Doma nuestras profundas hostilidades.
  62. Borra nuestra ingenuidad. 
  63. Pone fin a las fuerzas demoníacas de mara. Cuando practicamos el significado de lo que describe, podemos obtener la victoria sobre los cuatro tipos de tal interferencia: las emociones y actitudes perturbadoras, los cinco factores agregados de la experiencia, la muerte y los hijos de los dioses (es decir, las visiones extremas distorsionadas de los sistemas filosóficos indios no budistas).    
  64. Y finalmente, el discurso iluminador de un buda puede hacer que todo adquiera un aspecto supremo ya que, al explicar el Dharma, puede usar cualquier cosa conocida en el mundo como ejemplo y explicar en relación con él. 
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