El no darse cuenta (ma-rig-pa, ignorancia) en el budismo tiene que ver con el no darse cuenta de la causa y efecto conductual o de la naturaleza misma de la realidad (de-kho-na-nyid). Cuando se traduce de forma imprecisa, el asunto de la naturaleza misma de la realidad es el tema de cómo existen las cosas. Más precisamente, sin embargo, es el tema de qué establece la existencia de un fenómeno válidamente conocible (shes-bya). Después de todo, los fenómenos existentes (yod-pa) se definen como aquellos que son válidamente conocibles.
Los diferentes sistemas de principios budistas (grub-mtha’) ofrecen diferentes soluciones a esta importante pregunta, dado que el no darse cuenta de ella es la causa verdadera del sufrimiento. Limitemos nuestro análisis a la interpretación Gelug de esos sistemas.
Algunos de los sistemas explican que diferentes criterios establecen la existencia de diferentes categorías de fenómenos válidamente conocibles, aunque algunos criterios básicos aplican a todo lo que en realidad existe. Algunos de los sistemas afirman que aplica el mismo criterio para todas las cosas válidamente conocibles. El estudio gradual de los sistemas de principios nos puede conducir al análisis más preciso.
Todos los sistemas de principios menos sofisticados que el Prasánguika afirman que la existencia de todos los fenómenos válidamente conocibles es establecida por el hecho de que cada uno de estos fenómenos tiene una marca característica definitoria individual (rang-gi mtshan-nyid) desde su propio lado que lo convierte en un elemento individual válidamente conocible. También afirman que su existencia es establecida por el hecho de que se pueden encontrar como “cosas” referentes (btags-don) que corresponden a los nombres y conceptos para ellos. Esta manera de establecer su existencia es conocida como “existencia establecida por una auto-naturaleza” (rang-bzhin-gyis grub-pa, existencia inherente).
El Prasánguika Gelug afirma que no hay nada del lado del objeto que establezca su existencia. Por lo tanto, no necesitamos primero aprehender algo del lado del objeto que establezca su existencia para que solo entonces podamos conocerlo válidamente como un fenómeno válidamente conocible. Lo único que podemos decir que establece la existencia de los fenómenos válidamente conocibles es meramente el hecho de que pueden ser etiquetados válidamente (btags-tsam). Son objetos referentes (btags-chos) de nombres y conceptos para ellos, aunque las “cosas” referentes que corresponden a los nombres y conceptos no se pueden encontrar por mentes que escrutan válidamente (dpyod-pa, analizar) la verdad superficial (kun-rdzob bden-pa, verdad convencional, verdad relativa) o la verdad más profunda (don-dam bden-pa, verdad última) de las cosas.
Sin embargo, los nombres y conceptos no crean sus objetos referentes. Tampoco los objetos referentes de palabras y conceptos existen independientemente de las palabras y conceptos para ellos. Ni los objetos válidamente conocibles existen independientemente de ser válidamente conocibles como los objetos referentes de las palabras y conceptos para ellos, aunque podemos conocerlos válidamente de forma no conceptual – sin apoyarnos en palabras y conceptos. Si existieran independientemente de todos los procesos mentales válidos, ¿cómo podríamos saber que existen? No hay nada del lado de los objetos que establezca su existencia, independientemente de todos los procesos mentales válidos, de lo contrario, ¿cómo podríamos saber que establecen su existencia?
Por lo tanto, solo la cognición válida (tshad-ma) de la mente que etiqueta los fenómenos establece su existencia, no la establece nada del lado de los fenómenos mismos. De acuerdo con el maestro indio Chandrakirti, una mente etiqueta válidamente un fenómeno si este:
- No contradice la cognición válida de él que sigue una convención establecida (tha-snyad)
- No contradice la cognición válida de su verdad superficial
- No contradice la cognición válida de su verdad más profunda.
El Prasánguika Gelug concluye, entonces, que la cognición válida de los objetos válidamente conocibles no requiere la aprehensión previa de nada del lado del objeto. Lo único que se necesita es una mente válida. La cognición válida de un fenómeno de negación (dgag-pa), tal como “no es una manzana”, requiere cognición previa de un objeto a ser negado (en este caso, “una manzana”). Sin embargo, la cognición previa del objeto a ser negado de igual manera ocurre sin necesitar conocer algo encontrable del lado del objeto a ser negado.