El origen del universo según Kalachakra

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Introducción 

El otro día, Su Santidad mencionó que del Big Bang se derivan los potenciales de los elementos, y de esos potenciales provienen los elementos derivados. Aunque su referencia era a la presentación budista del abhidharma de la cosmología, pensé que este sería un buen punto para desarrollar más en mi breve discusión sobre la cosmología del Kalachakra.

Las enseñanzas del Kalachakra presentan el tema de la cosmología como el contexto de su estructura de tres partes de Kalachakras o Ciclos del Tiempo paralelos externos, internos y alternativos. El externo aborda los ciclos por los que pasa el mundo exterior, como el movimiento de los planetas y el calendario, mientras que el Kalachakra interno aborda los ciclos que atraviesa el cuerpo, como el ciclo de vida y el paso de la respiración durante cada día. Estos dos ciclos ocurren debido a las fuerzas kármicas y describen el samsara, el renacimiento incontrolablemente recurrente en el universo de Kalachakra externo con un cuerpo de Kalachakra interno. Tal renacimiento está completamente plagado de problemas y sufrimiento. El Kalachakra alternativo presenta las prácticas tántricas que nos purifican de experimentar estos ciclos externo e interno y señalan la forma de alcanzar la iluminación para estar mejor capacitados para beneficiar a todos los seres. 

Para liberarnos de estar bajo la influencia de los ciclos externo e interno, necesitamos conocer su estructura y sus causas. Como en las enseñanzas del Buda de las cuatro verdades nobles, necesitamos reconocer los verdaderos sufrimientos y sus verdaderas causas para alcanzar una detención verdadera de ellos a través de las verdaderas mentes que son el camino que producirán tal detención para siempre. Con este propósito en mente, esta noche simplemente hablaré del verdadero sufrimiento que se experimenta por el renacimiento incontrolablemente recurrente una y otra vez en un universo de Kalachakra externo.

Los ciclos y elementos de un universo 

Como en la mayoría de las representaciones indias tradicionales de la cosmología, incluidas las del abhidharma budista, existen innumerables universos, cada uno de los cuales pasa por ciclos de evolución, perdurabilidad, desintegración y desnudez. Los ciclos de cada universo no están sincronizados con los ciclos de los demás, de modo que cuando un universo está evolucionando, otro estará desintegrándose o quedando desnudo. Por eso, el número incontable de seres limitados (o seres sintientes) siempre tiene disponible algún universo en el cual renacer. Aunque los textos del abhidharma brindan una gran cantidad de detalles sobre cómo se desarrollan los diversos reinos y las sociedades en ellos a través de estos ciclos, el material de Kalachakra no entra en muchos detalles sobre estos puntos.

Lo que sí explica el Kalachakra es que cada universo contiene innumerables sistemas de mundos, cada uno de los cuales está formado por diminutas partículas o “átomos” ('rdul-phran) de las fuentes elementales (khams). Estas son las fuentes de los elementos tierra, agua, fuego, viento y espacio. Cada uno de los cinco tipos de partículas en esta lista es progresivamente más sutil que el anterior, casi a la manera de sub-partículas y sub-sub-partículas, y cada uno tiene una cualidad o propiedad sensorial menos que el anterior.

  • Las partículas de tierra, que recuerdan a un elemento de solidez, son las más burdas. Tienen cinco propiedades sensoriales: olor, forma visible, sabor, tangibilidad y sonido. Las ocho partículas conglomeradas presentadas en los textos del abhidharma –cada una con partículas de elementos de tierra, agua, fuego y viento, y partículas de elementos derivados de olor, forma visible, sabor y tangibilidad– pertenecen a este nivel de partículas de Kalachakra.
  • Las partículas de agua, que recuerdan a un elemento de liquidez, son más sutiles que las partículas de tierra. Carecen de olor y tienen solo una forma visible, un sabor, son tangibles y, cuando fluyen, tienen un sonido.
  • Las partículas de fuego, que recuerdan a un elemento de calor, carecen tanto de olor como de forma visible. No podemos ver el calor. Pero las partículas de fuego tienen un sabor: podemos, en un sentido amplio, "probar" la temperatura de la comida o la bebida en nuestra lengua. También pueden ser detectados por sensaciones físicas y emitir un sonido.
  • Las partículas de viento, que recuerdan a un elemento de gas o energía, no solo carecen de olor y forma visible, sino que tampoco tienen sabor. Sin embargo, son tangibles y tienen sonido.
  • Las partículas espaciales son las más sutiles de todas las partículas. Solo tienen una cualidad o propiedad sensorial, a saber, el sonido. El espacio permite el paso de las vibraciones del sonido.

Cuando un universo está desnudo, solo hay partículas espaciales en él, ya sea solo una o muchas, hay varias visiones sobre este punto. Una partícula espacial tiene en su interior un rastro de los otros cuatro elementos más burdos, y no solo los potenciales para ellos. Sin embargo, estos rastros no están unidos entre sí, sino que están "fragmentados", como se describe en la literatura. En términos científicos modernos, esta condición sería equivalente a un estado en el que las leyes habituales de la física no están operando. Por eso, las partículas espaciales recuerdan en cierto modo a los agujeros negros, aunque, por supuesto, no tienen todas las propiedades de los agujeros negros.

No está claro si la partícula espacial de un universo desnudo es inmensamente pequeña o inmensamente grande. En el caso de afirmarla como inconmensurablemente grande, entonces la partícula espacial de un universo desnudo abarca todo el espacio de ese universo y, en él, solo hay rastros fragmentados de las partículas de los otros elementos. También en esta descripción, las leyes usuales de la física no están operando durante la fase desnuda de un universo.

Karma compartido y la evolución de un universo 

Como se mencionó brevemente, la evolución y la estructura de un universo están íntimamente conectadas con el karma de los seres limitados que renacerán en él. Estos seres limitados tienen lo que se conoce como “karma compartido” o “karma colectivo” para nacer en ese universo en particular. Ese karma compartido madurará en un “resultado dominante” compartido (bdag-po’i ‘bras-bu).

  • En un nivel subjetivo, madura en su experiencia del tipo de entorno en el que nacen y la forma en que tratan sus cuerpos y posesiones.
  • En un nivel externo, su karma compartido contribuye causalmente a la condición del entorno mismo que proporciona las circunstancias para que experimenten cómo los trata.

La forma en que ocurre esta configuración kármica del entorno es a través de la acción de los "vientos del karma compartido" que actúan sobre la partícula espacial que es el origen del universo en el que en algún momento renacerán. A través de la influencia de estos vientos del karma, las leyes de la física comienzan a operar:

  • En primer lugar, a partir del rastro de viento en la partícula espacial, las partículas de viento más burdas surgen a través de un proceso de fusión. Como resultado, surge un enorme viento cósmico.
  • Luego, debido al rastro del fuego, las partículas de fuego se unen por el movimiento de las partículas de viento. Los textos describen esto como la ocurrencia de un rayo. Esto suena como el desarrollo de partículas cargadas eléctricamente a partir de la fricción de las partículas de viento que se mueven a alta velocidad en el viento cósmico.
  • A continuación, las partículas de agua se condensan a partir de las partículas de fuego que se adhieren juntas en el viento cósmico. Aparecen como lluvia. En consecuencia, se forman cuerpos líquidos, como sucede con un gas cuando baja su temperatura y se ralentiza el movimiento de sus moléculas.
  • A medida que las partículas de agua se unen entre sí, las partículas de tierra se condensan, lo que se describe como la aparición de un arcoíris en una tormenta. Este proceso es una reminiscencia del agua líquida que se congela en hielo sólido o lava fundida que se enfría para formar roca sólida.

Con el tiempo, a través de este proceso evolutivo, se forma un número incontable de sistemas de mundos en un universo, cada uno con “mándalas” cilíndricos de viento, fuego, agua y tierra, y un Monte Meru cilíndrico encima de ellos, rodeado por anillos de continentes. Los átomos espaciales ahora constituyen el espacio arriba, abajo y entre cada sistema de mundos, así como el espacio entre cada partícula en el sistema.

Las causas del surgimiento de un universo 

Si analizamos las causas de la formación y estructura de un universo, utilizando la presentación budista de la causalidad, entonces la partícula espacial de origen de un universo es la causa obtentora (nyer-len-gyi rgyu) del universo. Una causa obtentora es aquella de la que se obtiene un elemento resultante como su sucesor y que deja de existir con el surgimiento de su sucesor, como una semilla y un brote. Una semilla y un brote forman un continuo, en el que la semilla da origen al brote como su sucesor en este continuo y deja de existir con el surgimiento del brote.

Los rastros de los elementos en la partícula espacial son la causa que surge simultáneamente (lhan-cig ‘byung-ba’i rgyu) de un universo. Surgen simultáneamente – en otras palabras, continúan existiendo con el surgimiento del universo que los contiene, al igual que los elementos constituyentes de un objeto material y el objeto material mismo. “Continuar existiendo” no significa que los elementos sean estáticos y nunca cambien. Las partículas de los elementos sufren cambios momentáneos, pero sin perder sus identidades convencionales. Son el material que constituye un universo.

El karma compartido de los seres que nacerán en ese universo es la causa de maduración (rnam-smin-gyi rgyu) para que experimenten este entorno como parte de sus agregados en un futuro renacimiento en este universo. Debido a que su karma compartido también actúa como la causa de maduración para que experimenten un cierto tipo de cuerpo cuando renacen en este universo, el Kalachakra presenta las estructuras del universo y el cuerpo humano como paralelos entre sí. Desde otro punto de vista, también podríamos decir que este karma compartido es una de las potentes causas que actúan (byed-rgyu nus-ldan) de su universo, al igual que un alfarero es una de las potentes causas que actúan de una vasija de barro que él o ella modela.

La duración y la desintegración de un universo 

Durante la fase de duración de un universo de sistemas de mundos, los ciclos externos de tiempo que atraviesa provocan la experiencia del sufrimiento de los seres limitados que nacen en él. Los ciclos del calendario marcan el paso del tiempo, que afecta a sus cuerpos con un envejecimiento gradual, alternando enfermedad y buena salud, y finalmente la muerte. Los ciclos de configuraciones astrológicas afectan sus personalidades y lo que les sucede en cada período de la vida regido por un cuerpo celeste diferente. Ciclos de guerra y paz, sequía y abundancia, etc., les causan también innumerables dolores.

La fase de desintegración de un universo comienza cuando las partículas de la tierra no desean unirse. Esto es seguido a su vez por las partículas de agua, fuego y viento que ya no se adhieren entre sí, sino que se separan. Podríamos describirlo como un período en el que las partículas de un universo se separan unas de otras a tal distancia que ya no existe ninguna fuerza gravitacional que las una. La situación es, una vez más, la de una partícula espacial.

Se nos recuerda aquí la teoría científica actual de cómo nuestro universo terminará en constante expansión. En algún momento, las estrellas y todos los elementos constituyentes del universo se separarán unos de otros a tal distancia que la gravedad dejará de operar. Debido a eso, las estrellas se quemarán, seguidas por el deterioro de protones y el llamado "Gran congelamiento", dejando atrás solo agujeros negros. Pero a diferencia del modelo occidental en el que los agujeros negros en algún momento también se evaporarán, una fase de evolución seguirá a este período desnudo una vez más, para comenzar otro "ciclo de tiempo".

La descripción de Kalachakra de la evolución y desintegración de un universo es también como una de las líneas en el Uttaratantra (La continuidad interminable). Allí, Maitreya dice que todos los elementos se desarrollan a partir del espacio y se disuelven en él, pero el espacio en sí mismo no toma posición sobre nada, lo que significa que tiene la vacuidad como su naturaleza.

Vacuidad de causa y efecto 

Aquí es importante aplicar la comprensión de la vacuidad de causa y efecto a esta presentación de Kalachakra de las cuatro fases de un universo. En el Kalachakra, meditamos en la vacuidad de acuerdo con los “cuatro portales hacia la liberación” (rnam-par thar-pa’i sgo-bzhi).

  • La falta de un signo (mtshan-ma med-pa) – no hay un signo de una causa imposiblemente existente. Esto se refiere al hecho de que el resultado, a saber, un universo, no existe ya en su causa – en los rastros de los elementos en su partícula espacial – completamente determinado y esperando "aparecer" cuando sean activados por los vientos del karma colectivo. Por otro lado, un universo no surge de algo totalmente separado de estos rastros de los elementos, ni surge de la nada en absoluto.
  • La falta de esperanza (smon-pa med-pa) – no hay esperanza para un resultado imposiblemente existente. El universo que surgirá no existe ya verdaderamente, ni tampoco es totalmente inexistente. Algo que ya existe verdaderamente no puede surgir, mientras que algo que no existe en absoluto tampoco puede surgir. En otras palabras, un “algo” no necesita volver a convertirse en “algo” otra vez, y una “nada” no puede convertirse en “algo”.
  • La vacuidad misma (stong-pa-nyid) se refiere a la vacuidad de la vacuidad misma. La vacuidad no es una base verdaderamente existente sobre la cual el espacio “toma su posición”, para usar las palabras de Maitreya; ni la vacuidad es una nada absoluta. La “vacuidad misma” también puede referirse a la falta de existencia verdaderamente establecida independientemente de las tres esferas involucradas en la evolución de un universo: (1) los seres limitados que nacerán en un universo y los vientos de su karma compartido, (2) el átomo espacial y los rastros de los elementos en ellos, y (3) la evolución misma.
  • La falta de una acción que afecta (mngon-par ‘du mi-byed-pa) – las etapas a través de las cuales evoluciona un universo, no existen como fases independientemente establecidas por sus propios poderes.

En resumen, las cuatro fases de un universo surgen de manera dependiente unas de otras y de una miríada de otros factores causales; y todo lo que implica carece de existencia verdaderamente establecida.

Diferentes apariencias de un universo 

A menudo surge la pregunta sobre cómo es que un universo puede aparecer de diferentes maneras para diferentes personas. El mismo Buda dio dos descripciones: una en el abhidharma y otra en el Kalachakra; mientras que la ciencia nos da otra imagen. ¿Solo uno de estos es válido y, si los tres son válidos, cómo podemos entender esto?

La respuesta a esta pregunta se encuentra en la explicación de que el mismo objeto focal de la cognición puede aparecer válidamente y ser visto como pus por los fantasmas aferrados, como agua por los humanos y como néctar por los dioses. Tsongkhapa y su discípulo Kaydrubjey explican que no es el caso que el objeto focal exista real y verdaderamente como agua, y que solo aparezca como pus o néctar. Tampoco existe un objeto focal verdaderamente existente que exista como un lienzo en blanco -o incluso como un líquido genérico- que pueda aparecer de estas tres formas diferentes de acuerdo con cómo la mente que lo percibe lo “pinta” con una apariencia proyectada, y lo etiquete. Más bien, el objeto focal de la cognición tiene características convencionales (cha, facetas, partes) permitiendo estas tres diferentes percepciones válidas en conexión con el marco conceptual de su perceptor. Sin embargo, estas características no se pueden encontrar, ni en última instancia ni de manera convencional, en el objeto focal. Además, estas características no tienen poder por sí mismas, incluso en coordinación con el etiquetado mental, para dar surgimiento a estas diferentes percepciones válidas.

Para entender esto, usemos el ejemplo de doce huevos. Hay características de doce huevos que les permiten dividirse en seis grupos de dos, cuatro grupos de tres, tres grupos de cuatro y dos grupos de seis. Estas características no se pueden encontrar en ningún huevo individualmente o en el grupo de huevos en sí. Si añadimos un huevo más al grupo, el sistema que forman ya no tiene estas tres características. Sin embargo, dependiendo del marco conceptual del sistema numérico y la intención y las acciones potenciales, etc., de un agente que percibe los doce huevos (como querer hacer tortillas de dos huevos, tres huevos, cuatro huevos o seis huevos) el perceptor puede percibirlos y etiquetarlos mentalmente en seis, cuatro, tres o dos grupos iguales. Cada una de estas percepciones y etiquetas mentales es válida y surge en dependencia de estas características de los doce huevos y del etiquetado mental. En términos más técnicos, la existencia de estos grupos solo puede establecerse como aquello a lo que la etiqueta “seis grupos de dos” se refiere, etc., con base en estas características de los doce huevos que permite que sean etiquetados válidamente como “seis grupos de dos” y así sucesivamente. Y todos estos grupos existen convencionalmente, a pesar de que no podamos identificar ninguna de estas características del lado de los doce huevos.

El mismo análisis se aplica a la partícula espacial origen de un universo y los rastros de los elementos dentro de él. Tienen características imposibles de encontrar que permitirán que los seres limitados con el karma apropiado perciban lo que evoluciona de ellos desde el Kalachakra, el abhidharma o de una forma científica occidental, y todas sus percepciones serán cogniciones válidas. Para aquellos que tienen conexiones kármicas prominentes y potencial para alcanzar la iluminación a través de los métodos del Kalachakra, las características en el universo y en sus cuerpos sutiles que permiten la percepción válida de ellos en formas paralelas entre sí y con la práctica de Kalachakra serán dominantes. Por eso, los vientos de su karma harán que el universo y sus cuerpos sutiles aparezcan válidamente ante ellos en esa forma de Kalachakra.

Paralelos con Kalachakras internos y alternativos 

Esta presentación de partículas espaciales meramente con la calidad del sonido y que contienen rastros de los otros elementos en el Kalachakra externo, tiene paralelos en los sistemas de Kalachakra interno y alternativo. De acuerdo con la presentación del Kalachakra interno, durante nuestra existencia de muerte, nuestra conciencia más sutil de luz clara se une, no solo con nuestro viento de energía más sutil, sino también con nuestra gota seminal más sutil (khu-ba phra-mo). Como una partícula espacial, esta gota seminal más sutil contiene en su interior rastros de los cuatro elementos más burdos y tiene la cualidad del sonido más sutil. En cada vida, debido a los vientos de nuestro karma individual no compartido, surgimos con un cuerpo, una mente y facultades vocales (habla) que evolucionan a partir de esta combinación de mente, viento de energía, gota seminal y sonido más sutiles. El proceso evolutivo implica que nuestro continuo mental tome como su base física, en pasos, los elementos progresivamente más burdos del esperma y el óvulo unidos de nuestros padres. Cuando morimos, los niveles más burdos de nuestro cuerpo, mente y habla se desvanecen, y nuestro continuo mental se retrae, por etapas, de los elementos más burdos de nuestro cuerpo. Lo único que mantiene nuestra continuidad a través de la muerte y en nuestro próximo renacimiento es, una vez más, esta mente, viento de energía, gota seminal y sonido más sutiles, con nuestro “yo” convencional etiquetado sobre ellos.

Para superar estar bajo la influencia de nuestros vientos kármicos colectivos e individuales que contribuyen a nuestra experiencia de estos ciclos de tiempo paralelos de Kalachakra externo e interno, tenemos las prácticas de Kalachakra alternativo. Estos también tienen una estructura que es paralela a los procesos que hemos estado describiendo. En la meditación, primero solo en nuestra imaginación y luego utilizando varias características de nuestro cuerpo sutil, retiramos nuestra conciencia de sus niveles más burdos y de crear apariencias basadas en los elementos burdos de nuestro entorno y cuerpo. Al final de un proceso de disolución de diez pasos, nos queda solo un punto azul, paralelo a una partícula espacial y una gota seminal muy sutil. Dentro de esta gota azul, que tiene la cualidad del sonido más sutil, hay una rayita negra, un cabello negro, y la apariencia de formas desprovistas (stong-gzugs). Al igual que los rastros de elementos en una partícula espacial y en una gota seminal más sutil, las formas desprovistas en la línea del cabello de un punto azul son formas que están desprovistas de partículas más burdas condensadas. No estoy seguro de a qué se refiere el cabello negro, pero me recuerda un poco a la teoría de cuerdas con cuerdas vibrantes en el nivel más sutil, responsables de los niveles más burdos de la materia y las fuerzas del universo. Sin embargo, los Kalachakras interno y alternativo son temas extensos que se encuentran más allá del alcance de mi presente charla.

Conclusión 

En resumen, con la práctica del Kalachakra alternativo estamos tratando de impedir para siempre que los vientos de nuestro karma actúen externamente sobre las partículas espaciales del universo e internamente sobre nuestra gota seminal más sutil para que dejen de producir para siempre nuestra experiencia de los ciclos de tiempo samsáricos externo e interno del Kalachakra. Hacemos esto trabajando en meditación para alcanzar el punto azul al final del proceso de disolución de diez pasos. Junto con esta experiencia de punto azul, nuestra mente de luz clara más sutil se enfoca de manera no conceptual en la vacuidad con un darse cuenta dichoso ('gyur-med bde-ba) y tiene como aspecto de apariencia un cuerpo de forma desprovista que es un reflejo de la luz clara de la mente misma. Tal mente y cuerpo, cuando se alcanzan plenamente, son las causas directas (dngos-rgyu) que dan surgimiento, en el siguiente momento de su continuo, al cuerpo y la mente iluminadores de un buda. Tal procedimiento meditativo es efectivo porque las estructuras de la partícula espacial, la gota seminal más sutil y el punto azul son todos paralelos de acuerdo con el esquema de los Kalachakras externo, interno y alternativo.

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