Hemos estado haciendo meditaciones sobre la recordación de la muerte. Si no tenemos recordación de la muerte, no tendremos recordación de las medidas preventivas, el Dharma. Las medidas preventivas son acciones que tomamos, algo que hacemos, para evitar peores renacimientos. Por lo tanto, estamos pensando en términos de vidas futuras y más allá (más allá significa liberación e iluminación) en lugar de esta vida. Aunque pensar en términos de esta vida tiene sus beneficios, esta vida no es nuestro enfoque principal. Si lo es, estamos haciendo una versión Dharma-light de esta práctica.
Hemos comenzado las meditaciones sobre las desventajas de no tener recordación de la muerte. Hay seis de ellas. Hemos repasado las tres primeras: (1) no tendremos recordación de las medidas preventivas, (2) incluso si tenemos recordación de ellas, no las pondremos en práctica, e (3) incluso si las practicamos, no lo haremos de manera pura.
La última vez, tuvimos una larga discusión sobre la afirmación de que la pureza de nuestra práctica espiritual depende del nivel de nuestro desapego de esta vida. El desapego, como ya dijimos, es un estado mental. Estar desapegado de esta vida significa renunciar al apego a los placeres fugaces de la vida. Esto se logra teniendo recordación del hecho de que ninguna situación en la vida es estática. Nada va a durar para siempre; todo va a cambiar.
Las ocho cosas transitorias de la vida: superar nuestras actitudes infantiles
La presentación que se encuentra en el lam-rim continúa explicando que, para practicar con pureza, necesitamos abandonar las actitudes infantiles que tenemos hacia las ocho cosas transitorias de la vida ('jig-rten-pa'i chos-brgyad), u ocho dharmas mundanos, como se traduce habitualmente. Las actitudes infantiles tienen que ver con estar muy emocionados cuando las cosas van bien y muy deprimidos cuando las cosas no van bien.
Las ocho se enumeran como cuatro pares de estados opuestos. Estos son:
- Recibir regalos, atención, amor o cualquier ganancia que pueda ser; no recibir estas cosas o perder lo que tenemos
- Que las cosas vayan bien; que las cosas vayan mal
- Escuchar buenas noticias; escuchar malas noticias
- Ser elogiado; ser criticado.
El punto es que estas cosas son transitorias, que es la palabra que se traduce como "mundana", jigten ('jig-rten). La palabra tibetana en realidad significa "algo con una base que está pereciendo". Jig ('jig) es "perecer"; ten (rten) es una "base". Por eso lo traduzco como "las cosas transitorias de la vida". Me parece que esa es más la connotación aquí, especialmente porque la meditación sobre estas ocho está dirigida a lo no estático que son estas cosas, que están cambiando todo el tiempo.
¿Por qué están cambiando? Esto es algo que tenemos que entender. Es porque son cosas que maduran a partir del karma. Tenemos muchas tendencias kármicas, tanto positivas como negativas. Experimentar que las cosas van bien es el resultado del karma positivo. Experimentar que las cosas no van bien es el resultado del karma negativo. Las tendencias kármicas están madurando todo el tiempo, y es muy difícil predecir cuáles madurarán ahora y cuáles más tarde. Es por eso que el samsara tiene altibajos. Hasta que nos purifiquemos de todos estos diversos potenciales y tendencias kármicas, vamos a seguir experimentando estos altibajos. Además, obviamente, son transitorios; no duran.
Métodos para obtener ecuanimidad ante las cosas transitorias
¿Cómo lidiamos con estas cosas transitorias? Hay varios métodos que podemos usar. Uno es simplemente mirarlas con la actitud de –como decía a menudo mi maestro– “nada especial”. ¿Recibimos elogios? Nada especial. ¿Recibimos críticas? Nada especial. “¿Qué esperas del samsara?”, como solía decir Lama Yeshe, su famosa frase. Eso es realmente cierto. ¿Qué esperamos del samsara? Así que no hay nada especial en ninguna de estas cosas y, como dije, no van a durar.
También está el hecho de que, aunque hay gente que nos alaba, también hay gente que nos critica, y viceversa. La frase que siempre me resulta muy útil cuando se trata de gente que nos critica y nos desagrada es: “Si el Buda no le gustaba a todo el mundo, ¿cómo puedo esperar que yo le caiga bien a todo el mundo?”. Si la gente encontró defectos en el Buda –su primo realmente lo despreciaba–, no es de extrañar que a algunas personas no les agrademos. Por lo tanto, nuestras expectativas no deberían ser irreales.
Cuando las cosas van bien, podemos aplicar métodos para sacar provecho de ellas y utilizarlas. Es similar a aprovechar el preciado renacimiento humano. Cuando las cosas van mal, podemos aplicar los métodos lojong (blo-sbyong, entrenamiento de actitudes) para transformar las circunstancias negativas en positivas, por ejemplo, viéndolas como una forma de agotar el karma negativo y una oportunidad para desarrollar la paciencia. También podemos hacer la meditación tonglen (gtong-len, dar y tomar), pensando en todas las demás personas que tienen el mismo tipo de problema (lo que nos saca de la actitud de “pobre de mí”) y asumiendo sus problemas. Es una práctica que nos ayuda a desarrollar la confianza en nosotros mismos y la valentía para afrontar las situaciones negativas.
Todos estos son métodos que podemos utilizar y practicar en la meditación. Así que vamos a probar con estos pares. Nuevamente, hay cuatro pares.
El primero, recibir o no recibir cosas, puede entenderse de una manera muy amplia: recibir o no recibir atención, amor, regalos, amabilidad, etc. El siguiente, que las cosas vayan bien o mal, puede estar relacionado con problemas de salud o simplemente con las cosas que suceden en nuestra vida.
Participante: ¿Qué pasa con el estado de ánimo?
Dr. Berzin: Creo que es un buen ejemplo con el que todo el mundo puede identificarse. Sin duda, nuestro estado de ánimo cambia constantemente. A veces estamos de buen humor, a veces estamos de mal humor. A veces tenemos ganas de trabajar o de hacer lo que sea, y a veces no tenemos ganas de hacerlo e incluso podemos ser bastante negativos.
Luego está escuchar buenas noticias y escuchar malas noticias, y luego el ser elogiado y el ser criticado o maltratado.
Estos pares tienden a superponerse entre sí.
Bien. Tratemos de encontrar ejemplos de nuestra propia vida en los que tengamos estas actitudes infantiles. Ser “infantil” en el sentido budista significa que no hemos avanzado mucho en nuestra práctica espiritual y no somos espiritualmente maduros. Actuamos, en cierto sentido, como niños pequeños. El ejemplo clásico, por supuesto, es el de un bebé: cuando las cosas no van bien y el bebé no consigue lo que quiere, llora. Aunque es posible que no lloremos, a menudo tenemos estados de ánimo similares a los de un bebé que llora. El otro extremo es que nos entusiasmamos demasiado porque las cosas van bien. Por lo tanto, todo esto está relacionado con nuestra discusión sobre el desapego, ¿no es así?
Elijamos algunos ejemplos, en particular ejemplos de momentos en los que nos hemos desequilibrado, y separemos las meditaciones según los distintos antídotos que podemos aplicar.
En primer lugar, pensemos en términos de “nada especial”. Debido a que experimentar estas cosas transitorias tiene que ver con la maduración tanto del karma positivo como del karma negativo, las cosas van a subir y bajar, así que no hay nada especial. “Es lo mismo”, como dicen en la India. Solo tenemos que aguantar lo que suceda. Aunque tenemos que tomarnos este tipo de cosas en serio en la medida en que tengamos que lidiar con ellas, el punto es no quedarnos demasiado atrapados en ellas. Queremos pensar en términos de nuestros objetivos a más largo plazo de alcanzar la liberación y la iluminación o incluso –como es el contexto aquí del nivel inicial– simplemente beneficiar nuestras vidas futuras.
Entonces, ¿cómo hacemos la meditación? Primero tratamos de recordar una situación específica y la sensación que tuvimos. Luego tratamos de verla desde un punto de vista más objetivo: “Bueno, no hay nada especial en esto. Las cosas han ido bien; las cosas no han ido bien. No es realista esperar que las cosas siempre vayan bien, así como no es realista esperar que las cosas no vayan siempre bien”. Como dicen sobre la meditación en general, haz esto sin esperar que mejore o sin preocuparte por que no mejora ahora. Simplemente pasamos por la vida tratando de construir las causas para que las cosas vayan mejor y purificando el karma que maduraría en que las cosas salgan mal. Por supuesto, nuestro objetivo es que las cosas vayan mejor, pero ese no es el punto. El punto no es tener estas actitudes infantiles cuando sucede lo que ocurre naturalmente en el samsara. También es examinar qué tipo de actitudes realistas o irreales tenemos sobre la vida.
Además, creo que es importante tratar de reconocer el grado en que tenemos estas actitudes infantiles (como entusiasmarnos demasiado cuando las cosas van bien y deprimirnos mucho cuando no van bien) y ver las desventajas, es decir, el sufrimiento que causan.
Hagámoslo durante cinco minutos.
[meditación]
¿Algún comentario o pregunta?
Participante: La verdad es que me resultó difícil encontrar un antídoto.
Dr. Berzin: Hemos enumerado los distintos antídotos habituales. La cuestión es encontrar uno que sea eficaz.
Participante: Pero lo he estado buscando durante un año.
Dr. Berzin: Bueno, el antídoto más eficaz, por supuesto, es meditar sobre la vacuidad del “yo” que está tan emocionado o tan deprimido. Obviamente, ese es el antídoto más profundo. Los demás son solo antídotos provisionales.
Participante: Traté de aplicar eso. Lo que estaba pensando era que mi estado de ánimo a menudo está muy relacionado con el Dow Jones. Siempre estoy revisando mi informe bursátil.
Dr. Berzin: Esto es cierto para muchas personas en la actual crisis económica. Su estado de ánimo está relacionado con el comportamiento del mercado de valores. Pero si has estado siguiendo el mercado de valores durante muchos años, sabes que sube y baja constantemente. Incluso si sube unos pocos puntos, sabes que al día siguiente es probable que baje. En última instancia, son solo números en un papel o números en una pantalla.
Si tienes suficiente dinero para invertir en el mercado de valores, no te afectará lo que suceda en el día a día. Si no tienes suficiente dinero, el mercado de valores es irrelevante. Entonces solo tienes que vigilar el dinero que tienes. Pero preocuparse por eso ciertamente no ayuda. Es transitorio: subirá y bajará durante toda tu vida. Lo importante es: "¿Tengo lo suficiente para poder cuidar de mí mismo y de mi familia?". Cualquier cosa más allá de eso es adicional. Piensa en todas las personas que son mucho más pobres que tú y que se las arreglan.
Como dije, puedes pensar en la impermanencia. Puedes pensar: “No es nada especial. No se trata solo de la maduración de mi karma” –bueno, es tu karma el que tengas suficiente dinero para invertir en la bolsa– “sino también de la maduración del karma de la sociedad en general, el karma colectivo. Y no tengo ningún control sobre eso; por lo tanto, ¿por qué enojarse por eso?”. Como dijo Shantideva, si hay algo que podemos hacer al respecto, ¿por qué preocuparse? Simplemente, hazlo. Si no hay nada que podamos hacer al respecto, preocuparse no ayudará. Entonces, en cualquier caso, no te preocupes.
Cuando tenemos ecuanimidad, ¿dejamos de sentirnos felices o infelices?
La cuestión en la que estaba pensando y que está relacionada con nuestra discusión sobre el desapego era: ¿la ecuanimidad, la actitud de “es lo mismo” ante las cosas que van bien o las que no van bien, significa que no tenemos ningún sentimiento de felicidad o infelicidad? Cuando desarrollamos una actitud equilibrada hacia las ocho cosas transitorias, ¿ya no nos sentimos infelices cuando las cosas van mal ni felices cuando las cosas van bien?
Participante: Si estás haciendo esta pregunta, supongo que estás indicando que todavía podemos sentirnos felices, pero tal vez no demasiado emocionados.
Dr. Berzin: Sí, ese es el punto.
Participante: Nuestra felicidad no depende, entonces, de cosas externas.
Dr. Berzin: En definitiva, es cierto. Por supuesto, hay alegría porque las cosas van bien.
Creo que los sentimientos de felicidad e infelicidad son suaves, tranquilos y fáciles. No son tan fuertes. Te sientes triste, pero pasa y no es una tristeza profunda.
Participante: Supongo que lo que estamos haciendo es agregarle perspectiva, en lugar de eliminar el sentimiento. Lo estamos poniendo en perspectiva de acuerdo con nuestra comprensión del karma.
Dr. Berzin: Exacto. No es que seamos robots, pero la sensación de infelicidad o de felicidad ordinaria no es necesariamente perturbadora (zang-zing). Esa es la cuestión. No es un estado mental perturbador y no es terriblemente extremo.
Participante: Podrías estar en un estado de ecuanimidad y morar en uno de estos estados dhyánicos, ¿no es así?
Dr. Berzin: Bueno, podrías estar en un estado de ecuanimidad en uno de los dhyanas superiores (bsam-gtan, sct. dhyana), estos niveles de estabilidad mental, pero entonces estarías sentado en meditación y no mirando los rendimientos de tu bolsa de valores. En cambio, estarías absorto en la meditación sobre algo un poco más significativo. Pero seamos realistas, ¿quién va a ser capaz de alcanzar realmente estos dhyanas? Así que, hablemos de la ecuanimidad en términos más realistas.
Existen varias definiciones de ecuanimidad. Desde el punto de vista de los preliminares de la meditación de causa y efecto en siete partes para desarrollar la bodichita, la ecuanimidad significa estar libre de apego y repulsión. Creo que ese es el significado principal aquí. Significa no estar apegado a que las cosas vayan bien y no estar deprimido cuando las cosas no vayan bien. Eso no niega ni excluye el sentirse feliz o infeliz. Pero creo que también significa que el nivel de felicidad o infelicidad que sentimos será menor. Es un viaje más suave, por así decirlo.
Participante: No hay emociones perturbadoras, creo. Es felicidad e infelicidad sin ninguna emoción perturbadora.
Dr. Berzin: Es una situación de felicidad y de infelicidad con menos emociones perturbadoras. Además, si una situación en la que todo iba bien llega a su fin, no nos enojamos, y si nos encontramos en una situación en la que las cosas no van bien, tampoco nos enojamos. Por supuesto, es agradable cuando las cosas que no van bien llegan a su fin, pero no tenemos la expectativa de que ahora todo siempre va a estar bien.
Participante: No hace que la mente esté alterada.
Dr. Berzin: Exacto. No altera las energías. Obviamente, es más fácil lidiar con las cosas que van bien que con las que no.
Participante: Creo que, si tus expectativas ya se han cumplido, puedes pensar que no tienes expectativas. Es cuando las cosas empiezan a ir mal cuando realmente te das cuenta de las expectativas que tenías. Entonces, cuando las cosas van bien, es bastante fácil pensar: “Las cosas podrían ir de otra manera, pero, aun así, podría afrontarlas perfectamente”. Pero, luego, cuando las cosas van de otra manera…
Dr. Berzin: Exacto. Pero creo que podemos considerar que las cosas van bien o no como algo normal. Es como con mi sitio web: cuando llegan donaciones o cuando la gente envía correos electrónicos diciendo que realmente lo agradecen, no me emociono mucho. Eso está bien, porque también hay períodos en los que no llega nada o en los que llegan críticas.
La pregunta entonces es: ¿el desapego significa que no tomamos las cosas en serio y, por lo tanto, que no nos sentimos felices o infelices? No creo que sea así. Eso sería negar la verdad convencional. Gran parte de esto se reduce a aceptar la realidad: “Esto es lo que está sucediendo ahora y cambiará. Nada permanece para siempre”.
Ahora bien, aquí, en este lugar en particular del lam-rim, se dice que para tener recordación de la muerte y practicar el Dharma, uno necesita desapegarse de estas ocho cosas transitorias. Ahora bien, ¿por qué es eso?
Participante: Porque estamos preocupados con lo que está pasando en esta vida.
Dr. Berzin: Además, lo que sucede es que el samsara sube y baja continuamente, lo cual es absolutamente normal.
Participante: Pero también es al revés: cuando tengo recordación de la muerte, no me preocupo tanto por esas cosas transitorias.
Dr. Berzin: Exacto. La recordación de la muerte es el antídoto que se está explicando aquí. Si pensamos en términos de muerte, podemos ver que todas estas cosas que van bien o que no van bien son irrelevantes. Como dije, cuando van bien, podemos sacar ventaja de la situación. Cuando no van bien, tratamos de transformarlas cambiando nuestras actitudes.
Pensemos en esto durante otros cinco o siete minutos. Si hay un tipo de situación que nos resulta problemática (como el mercado de valores, por ejemplo), apliquemos el antídoto específicamente a esa situación.
Además, tenemos que relajarnos. Esto es algo importante. Si estamos totalmente preocupados por una determinada situación y luego tratamos de aplicar el antídoto, ya sea tener recordación de la muerte, la impermanencia o lo que sea, nos resistiremos: “¡Pero el mercado! ¡Pero mi cartera! ¡Mi dinero! ¡Y los impuestos! ¡Y tengo que pagar esto y aquello!”. Nos resistiremos. Por otro lado, si estamos convencidos de que el antídoto es correcto –que las cosas son impermanentes, que en el momento de la muerte, no va a importar en ningún caso, etcétera–, entonces también podemos relajarnos, en cierto sentido, casi rendirnos y dejarnos llevar. Por supuesto, también podemos pensar: “¿Quién es el que se aferra a todo esto?”.
[meditación]
¿Algún otro comentario sobre esto?
Participante: Dijiste que tenemos que estar convencidos de que el antídoto es correcto.
Dr. Berzin: Sí.
Tonglen
Participante: Cuando hago tonglen, puedo pensar: “Que todo el sufrimiento de todos los seres venga a mí, y que madure a través del sufrimiento que estoy experimentando ahora”. Pero es imposible que su karma madure a través de mí.
Dr. Berzin: Exacto. Si, por ejemplo, padecemos cáncer y hacemos la práctica de dar y tomar, pensando: “Que el cáncer de todos venga a mí y madure en mí. Que les dé felicidad y salud, y que nadie tenga que sufrir cáncer”, ¿sucedería realmente que les quitamos el cáncer? No, eso no sucedería. De lo contrario, el Buda ya lo habría hecho y no habría sufrimiento.
Pero lo que esa práctica puede hacer en algunos casos muy, muy especiales es actuar como una circunstancia para que madure en nosotros parte de nuestro karma negativo y, también, parte del karma positivo de los demás madure en ellos. Pero eso es muy, muy raro, solo si hay una súper conexión kármica. Pero para lo que es eficaz es para desarrollar una perspectiva más amplia. No estamos pensando solo en “pobre de mí”, sino en todos los demás que tienen el mismo tipo de problema. Además, pensar en asumir sus problemas significa tener la valentía de lidiar con sus problemas, lo que significa tener la valentía de lidiar con nuestros propios problemas, en lugar de pensar solo en “pobre de mí”. Además, cuando pensamos en darles felicidad, estamos cambiando nuestras propias actitudes para que nosotros mismos lleguemos a sentir felicidad en esa situación. No es que “oh, estoy tan feliz de tener cáncer”, es que estamos lidiando con ello de una manera muy positiva. Así que podemos ver que este es un método muy eficaz, uno que no debe tomarse de manera absolutamente literal.
Participante: ¿Pero es ese realmente el tipo de pensamientos que tienes mientras estás haciendo la práctica?
Dr. Berzin: ¿El hecho de considerar estos pensamientos mientras hacemos la práctica significa que no somos sinceros con ella? No. Creo que estas cosas se entienden implícitamente. Para hacer la práctica, tenemos que ser sinceros: “Realmente quiero asumir este sufrimiento”. Por eso hacemos estas visualizaciones muy fuertes con la práctica: primero, de sustancias sucias como alquitrán, suciedad, agua sucia o lo que sea que entre. Eso tiene que ver con “no quiero ensuciarme las manos”. Luego, hacemos visualizaciones más fuertes, visualizando heces, orina, vómito, pus y este tipo de cosas. Luego, visualizamos lo que más nos da miedo: ratas, arañas, cucarachas, fuego, etc. Tenemos que ser muy fuertes para hacer estas visualizaciones. No se recomiendan en absoluto para personas emocionalmente inestables. Pero hacerlas desarrolla la valentía para enfrentar cosas con las que realmente no queremos lidiar.
La práctica de tonglen es muy, muy avanzada, en realidad, y no es para personas ligeras, como dicen. No es solo una versión ligera del Dharma de “entra luz negra y sale luz blanca” y eso es todo. Esa es una versión muy, muy ligera de la práctica. La práctica real es mucho más pesada.
Participante: Entonces, ¿qué recomendarías para nuestro nivel?
Dr. Berzin: Depende del nivel de cada persona. Ciertamente no recomiendo el tonglen como práctica para principiantes, en absoluto. Aquí, el punto es la meditación sobre la muerte, pensar: “Cuando muera, no importará cuántas personas fueron o no fueron amables conmigo, cuántas cartas recibí o no de mis seres queridos, o cuántas discusiones tuvimos o no. Todo será absolutamente trivial. Entonces, ¿por qué estaba tan molesto? ¿Por qué gasté tanta energía emocional en mi vida involucrándome en eso en lugar de practicar métodos del Dharma?”. Este es el punto aquí. Es la meditación sobre la muerte. Podemos ver que ese es el caso a partir de lo que sigue, que es aún más pesado.
Las diez actitudes internas cual gemas de la tradición Kadam
La ecuanimidad hacia los ocho fenómenos “de base perecedera” (mundanos) se puede lograr mediante la adopción de las diez actitudes internas cual gemas de la tradición Kadam (bka'-gdams phugs-nor bcu). Estas son las cuatro aceptaciones confiadas (gtad-pa bzhi), las tres convicciones firmes como el diamante (rdo-rje gsum) y las actitudes maduras hacia la expulsión, el hallazgo y el logro (bud-rnyed-thob gsum).
Las cuatro aceptaciones confiadas
- Como nuestra perspectiva más íntima sobre la vida, estar dispuestos a aceptar con total confianza el Dharma, las medidas preventivas.
¿Confío plenamente en estas medidas preventivas y me entrego a ellas? ¿Confío en que el Dharma es realmente lo más importante en la vida y en la muerte?
- Como nuestra actitud más íntima hacia el Dharma, estar dispuestos a aceptar con total confianza incluso convertirnos en mendigos.
No importa si pierdo todo mi dinero en la bolsa. Sé que ese no es el objetivo final ni la fuente máxima de felicidad. Por eso, estoy dispuesto a practicar y a poner todo mi esfuerzo en ello, incluso si eso significa convertirme en un mendigo.
- Como nuestra actitud más íntima hacia el hecho de convertirnos en mendigos, estar dispuestos a aceptar con total confianza incluso tener que morir.
Voy a pasar todo mi tiempo o al menos la mayor parte de mi tiempo haciendo práctica del Dharma.
- Como nuestra actitud más íntima hacia la muerte, estar dispuestos a aceptar con total confianza incluso tener que morir sin amigos y solos en una cueva vacía.
Ahora estamos hablando de un nivel muy avanzado. Aun así, no tenemos que entender esto literalmente como si fuéramos como Milarepa e irnos a vivir a una cueva.
Participante: A veces tengo miedo de morir solo en un apartamento de un barrio marginal.
Dr. Berzin: Sí, exactamente. En otras palabras, me encomiendo al Dharma poniendo todo mi esfuerzo en la práctica.
Como dice Su Santidad, la mayoría de nosotros no podemos dedicarnos al cien por ciento a la práctica del Dharma. Aun así, en lugar de tener ambiciones mundanas, buscar fama, riqueza, etc., podemos contentarnos con ser mendigos. En otras palabras, podemos elegir vivir con un ingreso muy modesto para poder dedicar más tiempo a la práctica del Dharma, en lugar de dedicarlo todo a ganar dinero. Y estamos dispuestos a confiar en él, incluso si eso significa morir. Ahora bien, ¿cómo entendemos eso? ¿Estamos hablando de morir de hambre? ¿De qué estamos hablando?
Participante: Mantener los preceptos. Por ejemplo, en los cuentos de Jataka, hay historias de monjes que renuncian a sus vidas para mantener sus preceptos.
Dr. Berzin: No sé si esos ejemplos extremos (darnos como alimento a tigres hambrientos, etc.) son los que alguno de nosotros seguiría. Tendríamos que ser súper aryas para poder hacer algo así. De lo que estamos hablando aquí es de estar dispuestos a morir confiándonos al Dharma y prefiriendo vivir una vida de pobreza, en lugar de una de éxito mundano. “De alguna manera sobreviviré, incluso si tengo que morir solo”, ese tipo de actitud. Como dijo Shantideva: “No es tan importante cuántos amigos tengo. Solo van a ser distracciones”.
Participante: Esto podría ser un problema si vives en un país donde el budismo está prohibido.
Dr. Berzin: Bueno, sí, es posible que tengas que ir a un campo de concentración o a una prisión para mantener tus creencias.
Participante: Como los tibetanos en China.
Dr. Berzin: Correcto.
Las tres convicciones fuertes como el diamante
Las tres siguientes son las convicciones fuertes como el diamante:
- Seguir adelante con nuestra práctica del Dharma sin tener en cuenta lo que piensen los demás.
Por ejemplo, tú, Christian, estás dejando tu trabajo y tu carrera aquí.
Participante: Pero no es que me afecte lo que piensen los demás.
Dr. Berzin: Bueno, pero la principal preocupación no era lo que pensaban los demás. Otras personas podrían pensar que estás loco por dejar un trabajo bien pagado para ir a hacer un curso intensivo de estudio del Dharma durante cuatro años y medio. Pero este es el tipo de cosas de las que habla. Estás dispuesto a confiar en ti mismo hasta el punto de estar dispuesto a vivir una vida de pobreza, incluso si eso significa estar en una situación terrible y tal vez incluso morir. Esto es lo que dice: sigue adelante sin tener en cuenta lo que piensen los demás.
El siguiente:
- Mantener la compañía constante de la conciencia profunda de nuestros compromisos.
A esto es a lo que te referías, Dirk: a cumplir con firmeza nuestros compromisos, votos, etc.
El siguiente:
- Sigue adelante sin dejarte atrapar por preocupaciones inútiles.
Preocupaciones inútiles, como mirar la bolsa de valores cada hora. Hay muchas otras preocupaciones inútiles que tenemos. Tengo que confesar que soy un adicto a las noticias. Miro las noticias en Internet muchas más veces al día de lo necesario. Es una distracción de mi trabajo y una forma de pereza. Pero esto es lo que está diciendo: no te dejes atrapar por preocupaciones inútiles.
Las tres actitudes maduras
Las tres últimas son estas actitudes maduras:
- Estar dispuesto a ser expulsado de las filas de las llamadas personas normales.
En cierto sentido, te conviertes en un raro del Dharma.
Participante: Sí, va en contra de la corriente social.
Dr. Berzin: Sin duda va contra la corriente social dejar un trabajo, por ejemplo, para hacer un retiro espiritual de tres años.
- Estar dispuestos a encontrarnos considerados entre las filas de los perros.
Nuestros padres, por ejemplo, podrían pensar muy mal de nosotros si dejamos nuestro trabajo o algo por el estilo, aunque es muy importante, sobre todo si nos hacemos monjes o monjas, tener la aprobación de nuestros padres. Es absolutamente necesario. Pero los demás podrían pensar que estamos locos.
- Estar completamente involucrado en alcanzar el rango divino de un buda.
En otras palabras, estamos completamente enfocados en convertirnos en un buda. ¿De eso se trata la bodichita? No me importa si la gente me considera anormal o incluso si me consideran entre los perros: mi objetivo es convertirme en un buda.
Estas son, entonces, las maneras de superar el hecho de quedar atrapado en las ocho cosas transitorias de la vida y tener actitudes inmaduras o infantiles hacia ellas.
Pensemos en estos puntos en su conjunto: ¿Hasta qué punto confío realmente en el Dharma y me encomiendo a él? ¿Estoy dispuesto a convertirlo en mi vida? ¿Estoy dispuesto a ignorar lo que piensen los demás y a no preocuparme por ganar un montón de dinero, conseguir fama y todo eso? ¿Cuáles son mis prioridades?
[meditación]
Reflexiones finales
Hay muchas personas que han seguido estas enseñanzas, estas pautas. No tenemos que mirar a Milarepa como el único ejemplo. Muchos lamas y Gueshes entraron en monasterios sin ningún apoyo financiero. Vivieron vidas muy, muy pobres, apenas consiguieron comida –solo lo que conseguían en las puyas, que es muy poco– para poder seguir el Dharma. Muchos se fueron a vivir a cuevas para meditar y cosas así. También hay muchos occidentales que fueron a la India o Nepal durante mucho tiempo y que vivieron con muy, muy poco.
Yo seguí ese camino en mi vida, no es que quiera alardear de ello. Mi objetivo era convertirme en profesor universitario, un profesor universitario de primer nivel de Harvard. Mi profesor en Harvard me había encontrado el trabajo más maravilloso para empezar en una de las mejores universidades de la Ivy League en Norteamérica, y yo le dije: “No, gracias. Me voy a la India para hacer mi vida allí”. Pensó que estaba completamente loco. Todos ellos pensaron que estaba completamente loco, pero fui. Allí viví con casi nada, aunque tenía un amigo que me ayudó un poco. Durante veintinueve años viví en una choza sin agua corriente ni retrete. Esto de vivir como un mendigo... Todavía no tengo un salario. Sigo viviendo con muy, muy poco, pero no renunciaría a mi vida. Esta es la actitud de estar dispuesto a morir. No hay manera de que deje lo que estoy haciendo y me convierta en profesor universitario, lo cual podría hacer si quisiera.
Esta idea de confiarse al Dharma no es tan descabellada. Podemos inspirarnos en las personas que lo han hecho, así como obtener confianza en que realmente es posible. Gueshe Dhargyey siempre decía que nunca ha habido un practicante del Dharma completamente sincero que haya muerto de hambre. De alguna manera, reciben apoyo.
Esto no significa que todo el mundo tenga que ir a la India o a Nepal. Solo necesitamos saber cuáles son nuestras prioridades en la vida. Para ayudarnos a establecerlas, hacemos estas meditaciones. Tenemos esta preciada vida humana; tenemos esta oportunidad de hacer algo con ella; no va a durar. Si no hemos hecho mucho, hay muchas probabilidades de que, después de morir, no tengamos otra oportunidad durante mucho, mucho tiempo. Así que todo esto es parte de la meditación sobre la muerte.
Participante: ¿De qué tradición provienen estos diez puntos?
Dr. Berzin: Están en el lam-rim. Se llaman “las diez actitudes internas cual gemas de la tradición Kadampa”.
Participante: ¿De qué texto los tomaste?
Dr. Berzin: Está en el lam-rim de Pabongka, pero hay lam-rims del Quinto Dalái Lama, del Tercer Dalái Lama, del Primer Panchen Lama y del Tercer Panchen Lama. Hay muchos lam-rims diferentes, así que no estoy seguro de si aparecen antes en alguno de ellos.
Estos diez, por cierto, se pueden encontrar en mi libro de enseñanzas de Gueshe Ngawang Dhargyey, Antología de consejos bien expresados. Probablemente haya una nota al pie que indique de dónde los obtuvo.