Lam-rim 32: Segunda ley del karma: aumento de los resultados kármicos

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Hemos discutido la certeza del karma, la primera ley del karma, que es que, si experimentamos infelicidad, es seguro que es el resultado de un comportamiento destructivo, y si experimentamos felicidad, es seguro que es el resultado de un comportamiento constructivo. 

Pasamos mucho tiempo discutiendo qué se entiende por karma, qué se entiende por felicidad e infelicidad, y qué se entiende por comportamiento constructivo y destructivo. Vimos que la conexión entre el comportamiento destructivo y la infelicidad y la conexión entre el comportamiento constructivo y nuestro tipo habitual de felicidad –una conexión que es muy difícil de entender y en la que adquirir confianza– tenía que ver con si exageramos o no las cualidades positivas o negativas de las cosas. Exagerar nos hace tener emociones perturbadoras, que son las que nos hacen acumular karma negativo al involucrarnos en un comportamiento destructivo. Vimos que lo que también desencadena la infelicidad es no aceptar las cosas como son –por ejemplo, no conocer la impermanencia de las cosas. Así que, o somos ingenuos, o exageramos las cualidades buenas o malas de algo, generalmente las cualidades negativas. 

Aumento de los resultados kármicos

La siguiente ley del karma es la ley del aumento de los resultados kármicos: de una pequeña acción kármica pueden surgir grandes resultados. El ejemplo clásico que se da es que de una pequeña semilla puede crecer un gran árbol. Recuerden que el karma es el impulso mental, el impulso que nos lleva a una acción. Por lo tanto, el karma, el impulso, no es lo mismo que la acción en sí. 

Entonces la pregunta es, ¿por qué aumentan los resultados kármicos? ¿Alguna idea? Estamos hablando tanto de potenciales positivos como negativos. 

Participante: ¿Es porque se suman a los otros potenciales?

Dr. Berzin: Exacto. Eso es muy, muy bueno. Esto se debe a que los potenciales se suman a los otros potenciales que ya hemos desarrollado y a los que desarrollaremos en el futuro. Eso es parte de ello. 

Construyendo entramados de fuerza kármica

Cuando pensamos en un potencial kármico o una tendencia, es importante no pensar en ello como algo que existe por sí solo, sin relación con nada más, y que, por sí solo, da un resultado. No es así. Por eso me refiero a lo que a veces se llama la “colección de mérito”, que se refiere a la fuerza positiva (bsod-nams), o potenciales positivos, como “entramados de fuerza positiva”. Y aunque no existe un término técnico comparable en tibetano, también tenemos construcciones o entramados de fuerza negativa (sdig-pa), o potenciales negativos también. Traduzco el término que generalmente se traduce como “colección” como “entramado” porque todas estas diversas fuerzas, o potenciales, se interconectan entre sí. Entonces, si hemos acumulado muchos potenciales negativos, significa que hemos agregado más potenciales negativos a los que ya estaban allí, haciendo que la fuerza general de esos potenciales sea mucho mayor. 

Entonces, ¿cómo funciona esto?

Hay una lista de doce factores que afectan la fuerza de la maduración del karma. Uno de esos factores es el hábito. Si tenemos el hábito a largo plazo de realizar cierto tipo de acción destructiva, acumulamos cada vez más potenciales kármicos negativos cada vez que lo hacemos. Por ejemplo, si hemos cazado toda nuestra vida, salir a cazar una vez más va a conectar con todos los potenciales kármicos negativos que hemos acumulado antes de eso, por lo que la fuerza negativa acumulada por hacerlo esta vez más va a ser muy fuerte. Pero eso no explica por qué la fuerza del potencial negativo aumenta después de cometer el acto: solo explica por qué algo pequeño puede dar un gran resultado. 

Mientras no nos arrepintamos de nuestras acciones destructivas, juremos no repetirlas y mediante diversos métodos adicionales purifiquemos el potencial negativo de ellas, la fuerza del potencial aumenta independientemente de que repitamos la acción o no. Por ejemplo, si le decimos algo desagradable a nuestra pareja, cuanto más tiempo pasemos sin disculparnos, mayor será la posibilidad de que se produzca una gran discusión. Todas las acciones que realizamos mientras no nos disculpamos aumentan la posibilidad de que se produzca una gran discusión. De esta manera, el potencial kármico de un pequeño acto aumenta no solo por la creación de entramados con ocurrencias anteriores y futuras de una acción similar, sino también por no aplicar fuerzas oponentes. Tengan en cuenta que, de la misma manera, el potencial positivo de una pequeña acción constructiva también aumentará cuanto más tiempo pasemos sin arrepentirnos de haberla hecho y decidamos no volver a hacerlo. 

Por supuesto, si contrarrestamos directamente nuestra acción destructiva con acciones constructivas, podemos debilitar su potencial negativo, pero la segunda ley del karma se refiere a situaciones en las que no hacemos nada para contrarrestar el aumento del potencial kármico. 

Participante: Esta es una pregunta matemática complicada: ¿es solo sumatorio o es exponencial? ¿Exponencial en el sentido de que los mismos potenciales aumentan en fuerza solo con el paso del tiempo? 

Dr. Berzin: Creo que es exponencial, porque dice que cuanto más frecuentemente hacemos las cosas, más fuerte será el efecto. No creo que sea simplemente sumatorio. Eso no parece desprenderse de todas las anécdotas que se utilizan para ilustrar el aumento de los resultados kármicos.

Participante: Digamos que uno hace algo una primera vez, luego una segunda vez, luego una tercera vez, y así sucesivamente. Así, la probabilidad de repetirlo una vez más aumenta. Por lo tanto, la próxima vez que decida hacerlo o no, la probabilidad es que lo vuelva a hacer.

Dr. Berzin: Exacto. Cada vez es más fácil hacerlo porque nos hemos acostumbrado.

Participante: Entonces es exponencial.

Participante: Mi confusión en esta discusión sobre el karma es que, cuando usamos la palabra “karma”, no sé de qué punto del karma estamos hablando.

Dr. Berzin: “Karma” se utiliza como una palabra muy general para referirse a todo lo que se dice sobre el karma. Sin embargo, aquí estamos hablando de tendencias kármicas y de cómo la fuerza de esas tendencias y sus resultados aumentan. 

En primer lugar, tenemos que entender que las tendencias son solo una imputación sobre el continuo mental. Hay causas, que ya no están sucediendo, y hay resultados, que todavía no están sucediendo, y entre los dos hay un período, un intervalo, que es una serie de momentos en los que las tendencias son una imputación. Es como la primera integral en matemáticas, lo que proporciona la continuidad. Una tendencia no es algo material en el continuo mental, y no es una manera de darse cuenta de algo. En lenguaje técnico, es una variable que afecta no congruente (ldan-min 'du-byed). Sin embargo, siempre que haya un punto anterior en la línea de tiempo de una instancia de un cierto tipo de acción que todavía puede servir como causa y un punto posterior en la línea de tiempo cuando una recurrencia de una acción similar todavía puede suceder como resultado, podemos decir que hay una imputación de una tendencia a repetir la acción que proporciona la continuidad entre los dos puntos. ¿Me siguen?

Participante: Entonces, una tendencia no es un impulso.

Dr. Berzin: No. El impulso es el ímpetu kármico que genera la acción. Una vez que la acción ha terminado, existe una tendencia en el continuo mental que, en el caso de repetir una acción, madurará en una sensación de gusto por realizar esa acción, lo que nos llevará a realizarla nuevamente. 

Participante: Pero querer repetir la acción tendría que ver con el hábito, no con el impulso.

Dr. Berzin: Querer hacerlo tiene que ver con la intención de hacerlo. Me refiero a un factor mental diferente, la sensación de que nos guste hacer algo, que es uno de los resultados del karma. Luego, el impulso es lo que te lleva a la acción en sí. Hemos tenido esta discusión. Primero, sientes ganas de hacerlo y luego tienes el impulso de hacerlo.

Participante: Entonces la sensación de que te guste hacerlo se hace más fuerte. 

Dr. Berzin: Exacto. Pero no es lo único. Los ejemplos que se dan tienen que ver con situaciones en las que experimentamos algo similar a lo que hemos experimentado en el pasado, pero lo experimentamos como algo peor. Por lo tanto, el resultado puede ser experimentar una situación aún peor, o puede ser experimentar una situación similar muchas veces. ¿Cuáles son los ejemplos clásicos? Le dices burro a un monje y luego renaces quinientas veces como un burro. Estos son los ejemplos que se dan para ilustrar el punto. 

Las tendencias pueden dar un resultado o muchos resultados, y varias tendencias juntas pueden dar un resultado o muchos resultados. Funciona así. Las cosas pueden interconectarse para dar un resultado más fuerte o para dar muchos resultados durante un período más largo. De cualquier manera, el resultado será más drástico. Generalmente hablamos en términos de acciones destructivas, pero el aumento de los resultados kármicos se aplica también a las acciones positivas. Por lo tanto, cuanto más hagas meditaciones positivas y demás, más fuertes serán los resultados. 

Participante: Hablamos de la tendencia. Ahora estamos hablando del resultado, ¿no?

Dr. Berzin: Estamos hablando de la capacidad de una tendencia a dar un resultado más fuerte o más grande.

Participante: La tendencia es no tener ganas de volver a realizar una acción. 

Dr. Berzin: No, una tendencia no es tener ganas de hacer una acción. Bueno, ahora tenemos que aclararlo un poco más. 

La diferencia entre hábitos kármicos constantes, tendencias kármicas y potenciales kármicos

Existe una diferencia técnica entre una tendencia y un hábito. Es terriblemente confuso porque “hábito” (bag-chags) puede usarse como un término general para referirse tanto a tendencias como a hábitos. Sin embargo, cuando uso las palabras “hábito” y “tendencia”, estoy haciendo una distinción entre las dos. En este caso, “hábito” tiene el significado específico de “hábito kármico constante”, que es un término para un tipo de repercusión kármica que madura en un resultado a cada momento hasta que se alcanza una verdadera detención de ella. 

La palabra que yo traduzco como “tendencia” (sa-bon) es la palabra que se traduce habitualmente como “semilla”. Una tendencia da surgimiento a su resultado solo algunas veces, no todo el tiempo, y puede acabar dando su resultado cuando se agota. Mientras que “hábito” (bag-chag, hábito kármico constante) se refiere al hábito de aferrarse a la existencia verdadera (bden-'dzin), que está madurando todo el tiempo, y al hábito de crear una apariencia de existencia verdadera (bden-snang) que, según el Gelugpa, también está sucediendo todo el tiempo. Solo los sistemas Mahayana afirman la existencia de hábitos kármicos constantes; los sistemas Hinayana no. Esa es una de las diferencias entre ambos. 

Como dije, la palabra que aquí se traduce como “hábito” también se usa como una palabra general para referirse tanto a tendencias como a hábitos, por lo que es bastante confuso. Hay que conocer el contexto, pero no entremos en eso. Es una discusión muy complicada. Tengo un artículo complicado al respecto con gráficos que muestran la diferencia en cómo se usan las palabras.

[Ver: Potenciales kármicos, tendencias y hábitos constantes ]

¿Por qué no tomamos unos minutos para pensar en todo esto? 

Participante: ¿Pensar en qué?

Dr. Berzin: ¡Esa es una muy buena pregunta! 

¿Tienes idea de lo que he estado hablando? Probablemente no, así que déjame darte algunos puntos para que entiendas de qué estamos hablando. Todavía no hemos llegado al punto de estar convencidos de esto. Para eso, necesitamos entender el tema. 

El tema tiene que ver con las tendencias kármicas, cómo se construyen en el continuo mental y cómo aumentan sus resultados. Primero, hay un impulso que nos lleva a la acción, seguido por un impulso para sostener la acción y luego otro para terminar la acción. Una vez que la acción ha terminado, hay una tendencia, una “semilla”, que es un fenómeno no especificado: no es ni constructiva ni destructiva. Pero también hay una fuerza kármica, o potencial kármico, y este es constructivo o destructivo. La acción en sí, sin incluir el impulso motivador, funciona como una fuerza kármica o potencial constructivo o destructivo obvio. Una vez que la acción ha terminado, esa fuerza kármica continúa de la misma manera que lo hace una tendencia, en otras palabras, continúa como una fuerza kármica no obvia, que es una imputación sobre el continuo mental. En lenguaje técnico, es una fuerza kármica que ha asumido la naturaleza esencial de una tendencia. Debido a esa terminología, se vuelve confuso porque “tendencia” puede usarse para los potenciales kármicos constructivos o destructivos en esta segunda fase, así como para tendencias no especificadas.

Los potenciales y las tendencias se fortalecen con la repetición de las acciones que condujeron al hecho de haber sido construidos, es decir, cuanto más repetimos las acciones y cuanto más tiempo pasa sin que dejemos de repetirlas, más aumentan con el tiempo la fuerza de los potenciales y las tendencias, así como sus resultados. Dan más resultados, resultados más intensos o dan resultados más rápidamente. Por lo tanto, el aumento puede significar un aumento en tamaño, frecuencia, duración, intensidad (por ejemplo, hacerse daño con un árbol que cae en comparación con hacerse daño con una astilla) o rapidez (la rapidez con la que se produce el resultado). Y, de nuevo, lo que es importante entender es el hecho de que las tendencias y los potenciales no son cosas sólidas. No es como si estuvieran ahí simplemente, encapsulados en plástico, e incapaces de conectarse en entramado con las tendencias y los potenciales que construimos en el futuro. Si entendemos eso, podemos comprender cómo se fortalecen. 

Vamos a digerir ese punto.  

[meditación]

Los potenciales positivos y negativos se entrelazan

Participante: ¿Es cierto que los potenciales negativos se relacionan solo con potenciales negativos y los potenciales positivos se relacionan solo con potenciales positivos?

Dr. Berzin: No. Por ejemplo, si realizamos muchas acciones destructivas, pero luego nos arrepentimos o contrarrestamos esas acciones con muchas acciones positivas, la fuerza de los potenciales negativos será menor. En realidad, ocurren dos cosas: la fuerza de otras redes positivas aumenta y la fuerza de las negativas disminuye. 

Está el ejemplo del Buda en una vida anterior, cuando mató al remero de un barco. Cuando era el capitán de un barco, mató al remero que iba a matar a los cuatrocientos noventa y nueve mercaderes del barco (o a los quinientos mercaderes, dependiendo de la versión de la historia). El Buda hizo esto como un bodisatva. Por lo tanto, tomó el karma negativo sobre sí mismo para ayudar a los demás. El punto es que, debido a la fuerza de su motivación, la fuerza del karma negativo acumulado por matar disminuyó enormemente. Entonces, se encajó una astilla o tuvo un dolor de cabeza o algo así. Además, la fuerza positiva de lo que había hecho lo ayudó a completar el primer incontable eón (o tropecientos eones) de fuerza positiva en el camino hacia convertirse en un buda. 

Por lo tanto, si realizamos acciones positivas realmente fuertes, acumularemos fuerza positiva y contrarrestaremos la fuerza negativa. Ese es uno de los doce factores que afectan la fuerza de un resultado kármico: si existen o no factores oponentes que se opongan o debiliten la pesadez de un acto destructivo.

Participante: ¿Eso lo debilitaría un poco o lo debilitaría mucho?

Dr. Berzin: Bueno, ocurre lo mismo cuando hacemos meditación Vajrasatva. Es probable que no hagamos cien mil de ellas a la perfección. Aun así, debilitará un poco la fuerza de los potenciales negativos. Tiene cierto efecto.

Participante: Entonces, solo es relativamente efectivo.

Dr. Berzin: Depende de lo bien que hagamos la práctica. Si divagamos mucho, etc., la práctica no es tan eficaz como cuando tenemos una concentración absoluta, una motivación adecuada, etc. durante toda la meditación.

Participante: Probablemente sea imposible acumular potenciales positivos sin debilitar los negativos y viceversa.

Dr. Berzin: Bueno, de nuevo, existen cuatro posibilidades: podemos tener una acción negativa con una motivación negativa, una acción negativa con una motivación positiva, etc.

Participante: Pero sería bastante difícil crear fuerza positiva sin destruir también alguna fuerza negativa.

Dr. Berzin: Exacto. Lo hacemos todo el tiempo. Ese era el siguiente punto que quería abordar. 

La fuerza positiva (“mérito”) puede ser devastada pero nunca destruida

La palabra que a veces se traduce como “destruir” en realidad no significa “destruir”, sino “devastar”. El enojo debilita la fuerza positiva; la derrota en cierto sentido. Si el enojo se dirige a un bodisatva, se debilita una enorme cantidad de fuerza positiva (mil eones o algo así). Por lo tanto, lo que esto significa es que el resultado de la fuerza positiva será mucho, mucho más débil y llevará mucho, mucho más tiempo para que el resultado realmente madure. 

Participante: ¿Hay alguna razón por la que los traductores lo tradujeron como “destruir”?

Dr. Berzin: La misma palabra se encuentra en el término utilizado para los arhats, por ejemplo. Algunos traductores la traducen como “destructor de enemigos”. Es la palabra chom (bcom). Puede significar “destruir”, como en chom-den-day (bcom-ldan-'das), la palabra para Bhagavan, un buda. Los Budas han “destruido” las cosas negativas y, den (ldan), poseen todas las buenas cualidades y, day ('das), superan a los dioses hindúes, etc. Los dioses hindúes también son llamados bhagavan, que literalmente sería chom-den en tibetano; por lo tanto, los tibetanos agregan la sílaba day para indicar que el Buda los supera.  

Hay muchas, muchas palabras que no tienen un único significado. Si buscas en el diccionario, verás que casi todas las palabras tienen una lista de varios significados. Así que, en este caso, según todos los comentarios, la ira no destruye la fuerza positiva por completo. Si fuera capaz de destruirla por completo, no tendrías ninguna posibilidad de liberarte. Hay un gran debate sobre si puedes o no cortar por completo, o romper, las llamadas "raíces de la virtud", la fuerza positiva. Si pudieras eliminar toda tu fuerza positiva, no podrías liberarte ni iluminarte. No podrías convertirte en un buda. Aunque hay una rama del Chitamatra que dice que puedes cortar estas raíces, las otras escuelas Mahayana dicen que no, que no es posible. 

Por lo tanto, en vista de eso, el enojo simplemente debilita muchísimo la fuerza positiva; no la elimina por completo. Los potenciales negativos se pueden eliminar por completo porque no tienen una base sólida. Los positivos sí tienen una base sólida, por lo que no se pueden eliminar por completo.

“Hábito” – Reforzar la fuerza de las tendencias mediante la repetición

Participante: ¿Por qué aumenta la fuerza de un potencial? Digamos que desarrollo un potencial negativo y una tendencia a gritarle con ira a alguien. ¿Qué me hizo gritarle con ira a alguien y así desarrollar ese potencial kármico? ¿Es mi falta de comprensión de la realidad?

Dr. Berzin: La incomprensión de la realidad es la razón más profunda. Pero si lo dejamos en el nivel del karma, diríamos que ya había una tendencia a gritar. Esa tendencia maduró hasta convertirse en ganas de gritar, lo que luego llevó a repetir la acción. Ese acto de gritarle a alguien probablemente no fue un acto aislado, ¿verdad? Si había una tendencia lo suficientemente fuerte a gritar en ese momento, es probable que haya muchos más casos de gritos en el futuro. 

Por supuesto, hay ejemplos de cosas que hacemos muy raramente. Puedo usar un ejemplo de mi propia vida: ir a pescar. Cuando era niño, tal vez tenía ocho años, mi tío me llevó a pescar en alta mar. Fui otra vez cuando un amigo me pidió que fuera a pescar con él. Esas fueron las únicas veces que fui a pescar. Fui solo porque alguien más me lo pidió. Por lo tanto, no había una fuerte tendencia por mi parte a ir a pescar. 

Sin embargo, si pensamos en las acciones destructivas en las que nos hemos involucrado, podemos ver que muchas de ellas las hemos hecho con mucha frecuencia. En otras palabras, ha habido una fuerte tendencia a hacerlas, lo que llamaríamos en términos coloquiales un “hábito”. Tenemos el hábito –“hábito” en un sentido no técnico– de perder los estribos y gritar. 

El karma no madura instantáneamente. No existe el karma instantáneo. Por lo tanto, no es que grite ahora y mañana, cuando vuelva a gritar, ese grito sea la maduración del potencial de la acción de ayer. No es así en absoluto. Nuestros gritos de ahora construyen un potencial que tal vez madure en la próxima vida. Pero como el hábito de gritar es tan fuerte, vamos a seguir gritando. Al seguir gritando, construimos un hábito de gritar cada vez más fuerte. Por lo tanto, lo reforzamos. Eso es algo en lo que realmente debemos pensar en términos de nuestros propios hábitos.

Participante: Para mí suena como construir neuronas en el cerebro.

Dr. Berzin: Creo que podríamos describirlo como algo similar a eso: engrasar las vías neuronales, por así decirlo. 

Todas estas cosas que tienen que ver con la mente seguramente tienen algún tipo de base física. Sin embargo, la base física no es necesariamente lo que causa el hábito. Lo que diríamos es que la explicación fisiológica es simplemente otra forma de describir el mismo síndrome. Podemos describir el síndrome en términos de conducta, o podemos describirlo en términos de fisiología. Simplemente describen lo mismo desde dos puntos de vista.

Participante: Pero la base fisiológica no es necesariamente la causa.

Dr. Berzin: Exacto. No es que la base fisiológica sea lo primero que provoque el hábito, pero hay una forma fisiológica de describirlo. ¿Por qué no?

Participante: Pero eso es probablemente lo que dirían los científicos. Dirían que existe una base fisiológica y que, a partir de esa base, surge el hábito.

Dr. Berzin: Correcto. De todos modos, ese es un tema completamente diferente. 

Tratemos de entender el punto del que estaba hablando y examinemos lo que está sucediendo en nosotros mismos. Cuando actuamos de alguna manera destructiva, ¿lo que estamos haciendo es un evento único o es parte de un patrón destructivo de comportamiento que repetimos todo el tiempo? Si es parte de un patrón, hacerlo una vez más va a reforzar ese patrón. Por lo tanto, claro, el potencial de hacerlo nuevamente será cada vez más fuerte. 

Podemos pensar en términos de adicciones. Fumar cigarrillos, por ejemplo, es un hábito que crece exponencialmente, ¿no? No creo que sea sumatorio en el sentido de que cada cigarrillo que fumes te haga tener un hábito más fuerte, pero el hábito se hace cada vez más fuerte cuanto más lo consumes. Pensemos en el ejemplo de la marihuana: cuanto más te acostumbras a ella, más necesitas drogarte. O el café. El café es un ejemplo perfecto. Tu cuerpo se acostumbra a él y necesitas más. Para permanecer despierto, necesitas cada vez más tazas. Sin embargo, la cantidad de tazas que necesitas no crece ilimitadamente. Solo hay una cierta cantidad de café que puedes beber en un día antes de enfermarte. Solo estoy usando esto como un ejemplo para ilustrar mi punto.

Participante: Lo importante no es tanto la cantidad de café sino la relación que tienes con él, ¿no?

Dr. Berzin: Bueno, con la cafeína, probablemente también exista un componente fisiológico. De todos modos, traten de pensar en términos de nuestro comportamiento. No se obsesionen con el ejemplo de los cigarrillos y el café. Solo estoy tratando de ilustrar el punto.

Participante: ¿Empezamos con una tendencia?

Dr. Berzin: Creo que nacemos con distintas tendencias. Estas tendencias maduran y se convierten en sensaciones de que nos gusta repetir las acciones que hemos realizado antes, y entonces eso genera los impulsos de hacer esas acciones similares nuevamente. Luego actuamos en función de esos impulsos y generamos aún más tendencias. Pero lo importante es que reforzamos el patrón, por lo que las tendencias se hacen cada vez más fuertes.

Participante: ¿De dónde vienen estas tendencias?

Dr. Berzin: Provienen de vidas anteriores, por lo que no hay un comienzo para las tendencias.

Participante: Entonces, eso es karma.

Dr. Berzin: Eso es parte del cuadro kármico, claro. Por lo tanto, podría haber una tendencia a no tener enfrentamientos, a no pelear, a no entrar en discusiones. O podría ser lo opuesto: podría haber una tendencia a discutir todo el tiempo. 

[meditación]

Preguntas 

Participante: Inicialmente, cuando empezamos a estar más atentos a lo que sucede en nuestra mente y con nuestro comportamiento, parece que el comportamiento negativo va aumentando.

Dr. Berzin: Exacto. El ejemplo que se da a menudo es el de la meditación: al principio, cuando intentamos desarrollar la concentración total, la concentración en un solo objetivo, parece que aumenta nuestra divagación mental, pero lo que ocurre es que nunca antes le habíamos prestado atención. Por ejemplo, supongamos que vivimos en una calle muy transitada. Si nunca nos hemos fijado en la cantidad de coches que pasan por delante de nuestra casa, tal vez no pensemos que pasan muchos coches. Sin embargo, si nos detuviéramos a contarlos, pensaríamos que hay más de lo habitual. Eso se debe simplemente a que no les habíamos prestado atención antes. 

Participante: Según tengo entendido, las semillas kármicas están en el flujo mental y, al crear un hábito, se fortalecen las semillas kármicas antiguas. De alguna manera, las nutres y les das más fuerza.

Dr. Berzin: Exacto. Si pensamos en una tendencia como una fuerza o un potencial más que como algo concreto, es más fácil imaginarla como algo que puede fortalecerse o debilitarse, dependiendo de lo que hagamos. Y si pensamos en nuestros hábitos destructivos, podemos ver que suelen ser mucho más fuertes que nuestros hábitos positivos. Eso es lo que estoy diciendo: los potenciales destructivos se hacen cada vez más fuertes. 

Participante: Digamos que en una vida pasada acumulé un potencial kármico negativo a partir de una acción negativa. Entonces, si repito la acción en esta vida, ¿los potenciales simplemente se suman o aumenta el potencial de la acción original? 

Dr. Berzin: ¿Hacer más del mismo tipo de acción simplemente genera más semillas o fortalece la fuerza de la semilla original? Entiendo que se trata de ambas cosas. El potencial original aumenta en fuerza y también se generan más potenciales. Todos ellos se interconectan para crear un entramado cada vez más poderoso de fuerza negativa o positiva. 

Dedicatoria: un ejemplo de cómo aumentan los resultados

Por ejemplo, si con la dedicatoria sumas el potencial positivo que has acumulado a todo el potencial positivo acumulado por todos los bodisatvas y dedicas ese potencial positivo combinado a la iluminación de todos los seres, acumulas un potencial positivo enorme. El ejemplo que se utiliza es el de emprender un viaje: si, al emprender un viaje, añades un grano de arroz al gran saco de arroz que se va a utilizar para las provisiones, compartes todo el asunto. Así, como tu contribución aumenta la cantidad de provisiones, la fuerza de tu contribución aumenta. O digamos que se está construyendo una estatua y contribuyes con cinco euros del millón de euros que se necesitará para construirla. El poder de tus cinco euros se vuelve mucho mayor que solo cinco euros. El tesoro se hace más grande con tus cinco euros, y el poder de tus cinco euros para lograr el resultado aumenta porque acerca mucho más la finalización de la estatua.

Participante: Entonces sería más inteligente hacer contribuciones a tantos proyectos como sea posible.

Dr. Berzin: Si estás pensando en hacer contribuciones a muchas organizaciones benéficas diferentes en lugar de darlo todo a una sola, claro que es genial. ¿Por qué no? Eso es como ayudar a un gran número de seres en lugar de ayudar a uno solo, o enseñar a un gran grupo de personas en lugar de a una sola, o matar a un gran número de personas en lugar de a una sola. Ese es otro factor. Además, el karma acumulado al hacer cosas con otras personas juntas en un grupo es más fuerte que al hacerlo individualmente. Por lo tanto, hacer una puya con un grupo genera potenciales positivos más fuertes que hacerlo solo, potenciales positivos más fuertes para ti.

Participante: Entonces, ¿se puede decir que, al cultivar acciones positivas, en realidad activas acciones positivas de innumerables vidas pasadas?

Dr. Berzin: Exacto. Hacer algo positivo ahora sumará a tu entramado de fuerza positiva, a tu “colección de méritos”, lo que fortalecerá toda la red. Y cada cosa positiva que agregas a esa red se fortalece porque se vuelve parte de lo que dará un resultado más fuerte. 

Otro ejemplo que utilizo mucho o que solía utilizar mucho es el de tener una discusión con tu pareja. Cuanto más tiempo pases sin disculparte, peor será la situación. Ese es otro ejemplo de cómo las cosas aumentan. Los malentendidos aumentan; el resentimiento aumenta. Y siguen aumentando cuanto más esperes para disculparte. Ese es otro ejemplo que puede utilizarse para demostrar por qué es importante, si haces algo negativo, aplicar las fuerzas oponentes del arrepentimiento y demás lo antes posible, y si lastimas a alguien, disculparte lo antes posible.

Participante: Pero si te disculpas demasiado rápido –digamos que tienes una discusión y luego cinco minutos después dices: "Oh, lo siento mucho"– podrías dar la impresión de que no lo has pensado adecuadamente, de que te estás disculpando solo por disculparte.

Dr. Berzin: En otras palabras, en realidad no lo dices en serio.

Participante: Es solo una disculpa y no cambia nada.

Dr. Berzin: No sé si eso tiene que ser así. Creo que depende mucho de la historia de la persona. Si gritas y te disculpas, y luego, diez minutos después, vuelves a gritar y te disculpas otra vez, y luego otros diez minutos después vuelves a gritar, obviamente, la disculpa no es sincera.

El efecto no existe en el momento de la causa

El otro punto que quería plantear se remonta a nuestras discusiones sobre la posición Samkhya y la refutación de la posición Samkhya, que es que el resultado no existe ya en el momento de la causa. No es que el resultado esté ahí, en la tendencia kármica, y que cuando llegue el momento adecuado, aparezca. El resultado no es fijo. El resultado de algo se verá afectado por las circunstancias y por todo lo demás que hagas después de haber cometido la acción kármica. Ese es un punto muy, muy importante que hay que entender. De lo contrario, pensamos que todo ya está determinado. No es así. Tampoco es que el resultado esté ahí, pero no sea fijo y pueda cambiarse. Tampoco es como un huevo fertilizado: el pollo sigue desarrollándose hasta que está “maduro”, y entonces sale.

[meditación]

El miedo al infierno implica mucho ese tipo de pensamiento: “He pecado y voy a ir al infierno”, como si ese resultado ya existiera, estuviera fijado, dentro del potencial, sin posibilidad de ser cambiado. Entonces uno siente una culpa muy, muy fuerte.

Participante: Pero, por otro lado, no hay que ir al otro extremo y decir que el comportamiento destructivo no conduce a ningún resultado.

Dr. Berzin: Correcto. Eso nos lleva a la tercera ley del karma. Pero hablaremos de eso la próxima vez.

Tomemos unos minutos porque realmente no nos hemos tomado el tiempo para pensar en esto. 

[meditación]

Participante: Esta idea de que las tendencias se interconectan entre sí hace que las cosas sean muy confusas. Parece que todo está mezclado, que todo está kármicamente interconectado con todo. Lo positivo entra, se mezcla con lo negativo, pero luego lo positivo madura de nuevo. Por lo tanto, eso también significa que el resultado no es puramente positivo o negativo.

Dr. Berzin: En primer lugar, hay que darse cuenta de que en cada momento están madurando una enorme cantidad de cosas. Un tipo de maduración tiene que ver con experimentar algo similar a lo que hemos hecho en el pasado, otro tiene que ver con sentir un nivel de felicidad, y otro tiene que ver con cómo nos comportamos realmente en esa experiencia. En todo eso intervienen los diversos factores mentales y emociones perturbadoras. Estos maduran a partir de diferentes potenciales, tendencias o hábitos. Por lo tanto, hay una tremenda combinación de cosas que maduran todo el tiempo. Y todos los componentes maduran a ritmos diferentes, cambian a ritmos diferentes. 

Ahora bien, ¿mantienen estos diversos potenciales, tendencias y hábitos su identidad individual? Sí. Aquí es donde debe entrar en juego toda la comprensión de la vacuidad: que las cosas no son como pequeñas pelotas de ping-pong o huevos, totalmente aislados, que existen por sí mismos. Esa no es la forma en que mantienen su individualidad. Tampoco es que, al interactuar entre sí, se fusionen para convertirse en una sopa. Interactúan y se afectan entre sí mientras mantienen sus identidades individuales. Sin embargo, en ninguno de ellos ya existe el efecto. Claro, todo influye en todo lo demás, pero todo sigue manteniendo su propia identidad individual. Eso es lo difícil de entender acerca de la vacuidad y el surgimiento dependiente: un aspecto del surgimiento dependiente.

Participante: Pero no podemos probar esto.

Dr. Berzin: Bueno, si las tendencias y los potenciales fueran partículas totalmente aisladas o pelotas de ping-pong, no podrían interactuar entre sí. 

Para empezar a entender cómo se interconectan, hay que tener algún tipo de concepto al respecto; de lo contrario, no se puede ni siquiera pensar en ello. Lo que ayuda es tener una imagen mental. Estoy hablando de mí mismo: lo que me ayuda es una imagen mental. Una imagen mental no es una imagen de cosas concretas. Ni siquiera es una imagen, en realidad; es una especie de sensación de entidades amorfas pero definidas que interactúan entre sí. Pero no son sólidas. Así que hay que tener una sensación de eso. “Sentir” no es la mejor palabra, pero algún tipo de…

Participante: ¿Comprensión intuitiva?

Dr. Berzin: “Intuitivo” es una palabra muy vaga. Tienes que tener algún tipo de… Solo puedo pensar en la palabra “concepto”. Tienes una categoría y luego tienes algo que representa la categoría. Entonces, tienes que tener algo que pueda representar la categoría según tu propia comprensión; de lo contrario, tu concepto de ella será demasiado vago. Y decir, “simplemente siéntate allí y vuélvete no conceptual” es totalmente irreal porque eso simplemente no sucede.

Participante: ¿Es parte del camino? ¿O es simplemente convencerte a ti mismo del karma?

Dr. Berzin: ¿Qué es parte del camino? ¿Poder meditar sobre el karma y meditar sobre la vacuidad?

Participante: ¿No puedes simplemente confiar en el maestro cuando el maestro habla de cuestiones de karma?

Dr. Berzin: Bueno, eso vendrá más adelante, después de estas cuatro leyes del karma. Tiene que ver con el siguiente punto que voy a tratar: ¿Por qué crees en algo que dijo el Buda? Decir que matar da como resultado una vida corta... bueno, ¿cómo lo sé yo? "Bueno, el Buda lo dijo". Entonces, ¿por qué creo en el Buda? Eso entra en toda la discusión sobre cómo uno se convence de que el Buda es una fuente válida de información. Pero eso vendrá después de que terminemos con estas cuatro leyes. 

Lo mismo ocurre con el profesor. ¿Cómo sabes que tu profesor es una fuente válida de información? Creer que algo es así solo porque tu profesor lo dijo es, si nos fijamos en las siete formas de saber, una suposición, que es lo que uno sigue al principio. Para que esa suposición sea fiable, tiene que basarse en el tercer tipo de inferencia, que es la comprensión inferencial válida basada en la confianza: se infiere que el profesor es una fuente válida de información. Por lo tanto, como es una fuente válida de información, lo que dice debe ser cierto.

Participante: Hasta cierto punto, puedes comparar el karma con la realidad.

Dr. Berzin: Es muy difícil contrastarlo con la realidad, pero no nos adelantemos. Eso se tratará en el debate sobre si el Buda es una fuente válida de información sobre el karma. Tratemos de abordar primero estas cuatro leyes de la certeza.

Participante: Cuando el profesor dice o explica algo, es necesario tener alguna idea que represente tu comprensión de lo que dice el profesor para poder estar convencido de ello.

Dr. Berzin: Correcto. 

Participante: Con el karma, ¿no es suficiente atenerse a las leyes del karma y dejarlo así?

Dr. Berzin: Eso es como decir: “Aquí están los diez mandamientos. Fueron dados por Dios. Son estos. Yo los creo y no los cuestiono”. De la misma manera, se podría decir: “Esto es lo que dijo el Buda. No lo cuestiono”. Para algunas personas eso puede funcionar muy bien. Sin embargo, el enfoque que estoy usando con todo este tema del lam-rim es examinar muy cuidadosamente estas cosas que a veces no examinamos. Lo que estoy tratando de ayudar a todos ustedes a hacer es desarrollar el hábito de lo que se llama “meditación analítica”: analizar todo, en lugar de aceptarlo solo porque “mi maestro lo dijo”. El Buda dijo: “No aceptes lo que yo digo porque yo lo dije. Examina”. 

Participante: No me convence.

Dr. Berzin: ¿Qué es lo que no te convence: el karma o el método?

Participante: Simplemente no encaja.

Dr. Berzin: Eso es una indicación de que se requiere una reflexión y una contemplación profundas. No es sencillo. Se podría partir de la base de “mi maestro me lo dijo y eso es suficiente”. Sin embargo, esa creencia tiene que estar basada en alguna razón válida. De lo contrario, ¿por qué debería creerle a esa persona?

Participante: Hasta cierto punto, creo que funciona simplemente guiarse por lo que dice el profesor.

Dr. Berzin: Estoy de acuerdo: hasta cierto punto funciona. Pero si llegas a un punto en tu desarrollo en el que necesitas convencerte más…

Participante: Entonces uno se preguntará por qué es así.

Dr. Berzin: Y luego surge la pregunta. Entonces surge lo que se llama una “crisis espiritual”, que la mayoría de las personas acaban teniendo si han estado practicando durante mucho tiempo. Es algo así como una crisis de la mediana edad. La mayoría de las personas que son practicantes a largo plazo tienen crisis espirituales: “He estado haciendo esto durante quince o veinte años. ¿Qué estoy haciendo?”.

Participante: Pero creo que puedes comparar el karma con la realidad. 

Dr. Berzin: Pero hay gente que engaña, miente y demás y se sale con la suya. No es tan fácil evaluar el karma si lo consideramos solo en términos de lo que sucede en esta vida.

De todos modos, no entremos en la cuestión de si el Buda es una fuente válida de información esta tarde, especialmente porque han pasado cinco minutos de nuestra hora. 

Resumen de la segunda ley del karma

Me gustaría terminar la segunda ley del karma con un repaso de lo que es, que es que estos potenciales y tendencias kármicos aumentan, es decir, aumentan en fuerza y dan resultados cada vez mayores. Esto se debe a que no existen de forma aislada. Las tendencias y potenciales que conducen a un impulso kármico (recuerden, las tendencias y potenciales no maduran directamente en impulsos kármicos) y la acción kármica posterior que genera más tendencias y potenciales kármicos, siguen estando allí en el continuo mental cuando se generan nuevas tendencias y potenciales kármicos, a menos que, por supuesto, se agoten por completo, lo que casi nunca es el caso. Por lo tanto, es probable que, especialmente en el caso de los potenciales destructivos, produzcan cada vez más tendencias a repetir el mismo tipo de acción. Por lo tanto, las tendencias y potenciales recién creados se interconectan con lo que ya hemos creado. Se interconectarán también con otras cosas que están sucediendo, como las tendencias a que se repitan diversas emociones perturbadoras. Y el resultado, que no existe ya dentro de la tendencia o potencial, se hará cada vez más fuerte. Como hemos dicho, tiende a hacerlo de forma exponencial, no sumatoria. 

Meditar sobre esto no es muy diferente a observar los peores estados de renacimiento. ¿Recuerdan? Nos examinamos a nosotros mismos pensando: “¿Qué es lo que más he hecho en mi vida? ¿He pensado con mucha ira, codicia, celos, pereza, etc. y, por lo tanto, he creado las causas para un peor estado de renacimiento?”. La mayor parte del tiempo, la mayoría de nosotros hemos sido bastante negativos, bastante perturbadores y no hemos actuado muy bien. Entonces, ¿qué tipo de renacimiento creemos que seguirá? 

Este es el mismo tipo de meditación, pero aquí estamos pensando en términos de lo que va a hacer que los potenciales y tendencias kármicas sean más fuertes: “Si lo que he estado haciendo la mayor parte del tiempo ha sido destructivo, si no hago nada al respecto, simplemente continuaré, por hábito, haciendo las mismas cosas destructivas”. Sabemos que, a medida que envejecemos, nos quedamos cada vez más estancados en nuestros hábitos y menos capaces de cambiar. Nos volvemos menos flexibles y, por lo tanto, simplemente continuamos con nuestros mismos patrones. Estamos en una especie de piloto automático. Nos volvemos cada vez más tercos y cada vez más anclados en esos patrones. 

Todo esto nos lleva a tomar una decisión muy firme: “Voy a hacer un gran esfuerzo para dejar de actuar destructivamente y empezar a actuar de forma constructiva”, que es el objetivo de este nivel inicial. Primero, empezamos con la conducta: ¡no la hagas! Luego, en el nivel intermedio, nos ocupamos de las emociones perturbadoras. Luego, en el nivel avanzado, abordamos el no darse cuenta o ignorancia que subyace a las emociones perturbadoras. Así que, paso a paso.

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