Repaso
El preciado renacimiento humano
Estamos repasando la presentación de las etapas graduales hacia la iluminación. La forma en que comenzamos fue con el preciado renacimiento humano, pensando en lo afortunados que somos de haber alcanzado uno. Necesitamos reconocerlo y aceptarlo. Así que, analizamos las diversas cualidades de ese renacimiento, como las libertades temporales, o los respiros, de los peores estados en los que no tendríamos tiempo libre para practicar o desarrollarnos espiritualmente. Además, nuestra vida está llena de factores enriquecedores, oportunidades de tener maestros, enseñanzas, una comunidad que nos apoye, etc. Cuando reconocemos esto, tenemos que hacerlo en términos de comprender lo difícil que es alcanzar ese renacimiento. Eso significa comprender las causas (por las que ya hemos pasado) y apreciar la rareza de tener una oportunidad tan maravillosa.
Muerte e impermanencia
Sin embargo, esa oportunidad, ese preciado renacimiento humano, no va a durar para siempre. La muerte llegará con seguridad, y nunca podemos saber cuándo. Y como aquí se da por sentado el renacimiento –un continuo mental sin principio ni fin–, pensamos que nada va a ser de ayuda en el momento de la muerte, excepto las diversas medidas que hemos tomado para evitar un peor renacimiento en el futuro. Eso es lo que significa “Dharma”. Significa “medidas preventivas”.
Tener cautela de los peores estados de renacimiento
Hemos visto que, si no hemos tomado las medidas suficientes para asegurarnos de que sigamos renaciendo en uno de los mejores estados de renacimiento, podríamos renacer en uno de los peores estados: como un ser atrapado en un reino sin alegría (los infiernos), como un fantasma aferrado o como una criatura rastrera, un animal. Hemos repasado las descripciones de estos estados y nos hemos imaginado lo horribles que serían y cuánto tiempo nos llevaría salir de ellos. Pasaría muchísimo tiempo hasta que el karma que nos puso allí se desgastara y quedara completamente terminado. Entonces, al pensar en este tipo de experiencias horribles, desarrollamos una fuerte sensación de cautela. Realmente queremos evitar eso.
Dirección segura
¿Hay alguna manera de evitarlo? Sí, la hay. Es tomar la medida preventiva más fundamental, que es dar una dirección segura a nuestra vida, el refugio. Ir en esa dirección significa seguir el camino del Buda, el Dharma y la Sangha. El Dharma se refiere a las enseñanzas; los Budas son aquellos que las han presentado; la Sangha son aquellos que las han puesto en práctica y han tenido las principales y más profundas realizaciones y comprensiones.
Hay muchísimas cualidades de cada una de estas Joyas del Dharma, pero en el nivel más profundo, la medida preventiva a la que aspiramos es el Dharma, el supremo. Esto se refiere a la verdadera detención de todas las causas del renacimiento samsárico que se encuentran en nuestro continuo mental. En un sentido Mahayana, también se refiere a la verdadera detención de todas las causas que nos impiden ayudar a los demás, que son los oscurecimientos que no solo impiden la liberación sino también la iluminación. Lo que impide la liberación son los oscurecimientos emocionales: nuestras emociones perturbadoras, nuestro no darse cuenta, sus tendencias, etc. Los que impiden la iluminación son los oscurecimientos cognitivos. Estos nos impiden ser capaces de conocer todo plenamente, especialmente la causa y el efecto, que necesitamos conocer si vamos a enseñar.
Las verdaderas detenciones indican no solo lo que estamos buscando, sino también los verdaderos caminos de la mente, las verdaderas comprensiones, que son las cogniciones no conceptuales en general de las cuatro verdades nobles y, en particular, de la vacuidad. Estas comprensiones profundas, estos verdaderos caminos de la mente (“caminos verdaderos”) y estas verdaderas detenciones (“cesaciones verdaderas”) ocurren en un continuo mental; no ocurren en el espacio, por sí solas. Los budas son aquellos que las tienen en su totalidad, y la Sangha Arya son aquellos que las tienen en parte. Esta es la dirección en la que queremos ir.
Abstenerse de conductas destructivas
¿Cómo podemos avanzar en esa dirección? Dado que nuestra primera motivación o meta es evitar un peor renacimiento, la forma en que lo hacemos inicialmente es evitar la causa primaria de los peores renacimientos, que es el comportamiento destructivo. Entonces entramos en el tema del karma.
La certeza del karma
Comenzamos nuestra discusión sobre el karma hablando de los cuatro principios básicos, o leyes, del karma. El primer principio es la certeza del karma que es que, si experimentamos infelicidad, o un gran sufrimiento, es seguro que esa infelicidad es el resultado de un comportamiento destructivo; si experimentamos felicidad, es seguro que esa felicidad es el resultado de un comportamiento constructivo. Si el tipo de felicidad que experimentamos es en sí mismo un problema –no dura, nunca satisface, y cuanto más la tenemos, más se convierte en sufrimiento (como cuando comemos demasiado helado o chocolate)– es porque esa felicidad es el resultado de un comportamiento constructivo que se ha mezclado con confusión sobre cómo existimos o, más en general, sobre cómo existe todo. Y aunque, en la etapa inicial, queremos actuar de manera constructiva, nuestras acciones constructivas se mezclarán con confusión. Sin embargo, con el tiempo, queremos actuar de manera constructiva sin confusión. Cuando hablamos de comportamiento constructivo dentro del contexto del karma, entonces, solo estamos hablando de un comportamiento constructivo que está mezclado con confusión.
Entonces, si experimentamos infelicidad o felicidad es porque hemos creado las causas para que así sea, y esas causas son claramente definidas.
El papel de los dioses en el Sutra de la Luz Dorada
Estaba pensando más sobre esto y me gustaría mencionar algo que no hemos discutido realmente. Como mencioné hace unas semanas, he estado leyendo sutras Mahayana, particularmente el Sutra de la Luz Dorada, que sé que ha sido recomendado por muchos maestros, incluido Lama Zopa. Este es un sutra muy popular no solo en la India sino también, y particularmente, en Asia Central, Mongolia y China.
¿Cuál es la esencia de este sutra? Básicamente es una confesión, una admisión de las cosas negativas que hemos hecho en el pasado. También tiene que ver con el regocijo, regocijarse en la lectura o recitación del sutra en sí, y dedicar la fuerza positiva que se acumula a partir de eso. También encontramos en él una breve explicación de la vacuidad, así como una explicación de las causas de que el Buda haya tenido una larga vida, que fueron no matar, dar comida, incluyendo ofrecerse a sí mismo como alimento para una tigresa hambrienta, etc. Así que hay algunas enseñanzas básicas sobre la purificación y el karma.
Además, hay muchísimos elogios a los beneficios de leer o escuchar este sutra. Según un lama al que respeto mucho, Dudjom Rinpoche, una de las razones de esto es que, básicamente, en estos sutras Mahayana, querían enfatizar la escucha de las enseñanzas, lo que significa pensar y meditar en ellas, en lugar de simplemente circunvalar las estupas (aunque ciertamente no menosprecian hacerlo). Esta es una de las razones por las que encontramos elogios tan extensos de los sutras en los propios sutras. De lo contrario, es un poco extraño, un poco excesivo.
Hay algunas características que aparecen una y otra vez en este sutra que pueden resultar bastante desconcertantes en términos de nuestra discusión sobre el karma. Una de ellas es que una gran cantidad de los participantes en el púbico son dioses que vienen del Reino del Cielo de los Treinta y Tres Dioses, que es el cielo básico en el hinduismo, el cielo de todos los dioses hindúes. Se plantea la pregunta: ¿Por qué estos diez mil dioses vienen de los reinos de los dioses para escuchar este sutra? La razón es que habían escuchado profecías de futuros budas en vidas anteriores, o algún gran bodisatva les había leído este sutra cuando eran peces o algo así, y sobre la base de esto, nacieron en este cielo. Entonces, ahora vienen y escuchan.
Además, otra característica destacada de este sutra es que los diversos dioses y, en particular, las diosas, hablan de cómo van a proteger la tierra y otorgar todo tipo de cosas maravillosas, lo que llamaríamos en la terminología hindú “bendiciones” o regalos, a las diversas personas que escuchan este sutra, regalos como sabiduría más clara, prosperidad, etc. Además, los protectores de las cuatro direcciones vienen y dicen que protegerán la tierra, traerán todo tipo de felicidad, evitarán desastres, harán retroceder a los enemigos y cosas por el estilo, si el rey de la tierra proporciona las circunstancias para la enseñanza de este sutra.
Además, hay varios capítulos sobre el curso de acción que debería tomar un rey ideal. Un rey ideal sería aquel que estuviera muy interesado en hacer cumplir la ley. Si un rey hace la vista gorda ante aquellos que actúan destructivamente, etc., todo tipo de desastres llegarán al país. Pero si un rey sigue el Dharma, etc., entonces todo irá bien. Hay una larga discusión sobre cuál sería la forma correcta de que un rey gobernara en un imperio. Por eso los emperadores chinos que eran budistas siempre hacían que se leyera este sutra una y otra vez en la corte. Querían asegurarse de que todo saliera bien y de que los protectores los protegieran.
¿Cómo encaja el papel de los dioses como ayudantes en los sutras con la presentación del karma?
Es muy interesante pensar en esto. Lo que encontramos es un precedente de la práctica del protector que es tan frecuente en el budismo tibetano, que se ejemplifica en el Sutra de la Luz Dorada por los cuatro reyes protectores de las cuatro direcciones (que también se encuentran en la mitología hindú). Están alrededor del Monte Meru y brindarán protección. Además, las diversas diosas y dioses brindarán protección. Sin embargo, nunca escuchamos nada parecido en los comentarios indios, que son los que siguen principalmente los tibetanos. No hay nada en esos comentarios sobre renacer en los cielos o confiar en los dioses que puedan ayudar a que todo salga bien para los individuos y las sociedades. Nunca escuchamos mencionar eso. Entonces, la pregunta es, ¿qué hacemos con estas enseñanzas en los sutras y con el papel que desempeñan los dioses –el papel de un dios o de muchos dioses– con relación a toda la presentación del karma? Una pregunta subyacente tiene que ver con cómo esto se relaciona con el primer principio del karma que es que, si experimentamos infelicidad, es seguro que esa infelicidad sea el resultado de nuestro propio comportamiento destructivo.
Participante: Entonces, tenemos este sutra, ¿pero los comentaristas indios no dicen nada al respecto?
Dr. Berzin: No digo que hubiera comentaristas indios sobre el sutra en sí. Lo que digo es que en los textos indios sobre el karma de Asanga y Vasubandhu, que son los principales textos antiguos que presentan el material sobre el karma, y en los diversos otros textos de abhidharma que se encuentran en las otras escuelas Hinayana (cada una de ellas tiene un abhidharma), no se encuentra ninguna mención de que los dioses ayuden de alguna manera. No se menciona que, si se hacen ofrendas al sutra y todo eso, los dioses harán que todo salga bien. Entonces, ¿cómo entendemos esto?
Participante: Quizás depende de qué definición le des a los dioses.
Dr. Berzin: Este sutra budista se enseñó originalmente a un público indio, básicamente hindú, que creía en todos los dioses y en los cielos. En la India, fueras budista o no, vivías en un mundo que incluía a todos los dioses. Se suponía que todos esos dioses estaban allí. Los budistas también los tienen en su cosmogonía. Todos los cielos y todos los dioses, incluidos los hindúes, están allí.
Participante: En ese momento, la gente podría haberlo tomado bastante literalmente. Pero cuando lo leemos, podemos interpretarlo como una referencia a circunstancias que se dan cuando actuamos de cierta manera.
Dr. Berzin: ¿Cuáles serían las circunstancias?
Participante: No es que haya alguien sentado allí haciendo que las cosas sucedan.
Dr. Berzin: Entonces, no hay nadie –es decir, los dioses– que esté ahí haciendo que estas cosas sucedan. ¿Cuál es entonces el papel de los dioses? ¿Tienen algún lugar en esto? ¿O simplemente vamos a sentirnos avergonzados por los sutras, en particular los sutras Mahayana? ¿Los vamos a poner en un estante y recitarlos ceremoniosamente, pero sin tomarlos realmente en serio?
Participante: Podrían ser seres que existen y que, por el karma y las circunstancias, tienen la capacidad de actuar de determinadas maneras para ayudar a los demás.
Dr. Berzin: Ella dice que estos son seres que tuvieron el karma de nacer como dioses (lo cual es cierto) y que tienen la capacidad de hacer eso, de hacer que ciertas circunstancias o cosas sucedan. Tratemos de ser más específicos aquí.
Recuerden la diferencia entre causas y circunstancias. ¿Tienen los dioses algún papel en lo que nos sucede? Esa es la pregunta. Es una pregunta importante, porque la gente en Occidente reza a Dios de manera similar. ¿Tiene ese tipo de cosas algún papel aquí en la presentación budista?
Participante: Creo que mientras no pienses en los dioses mundanos como el último refugio, está bien que les pidas ayuda, siempre que sean positivos y compasivos. Puedes establecer algún tipo de conexión con ellos, pero no los conviertes en tu último refugio.
Dr. Berzin: Karsten dice que, desde un punto de vista budista, mientras no sean el refugio final y sean compasivos y bondadosos, ¿por qué no dejar que ayuden de alguna manera? Pero, ¿cómo ayudan? ¿Por qué dice que la diosa hará que todos sean prósperos y capaces de comprender las cosas rápidamente y que los protectores, los cuatro reyes guardianes de las cuatro direcciones, harán retroceder a los enemigos y traerán prosperidad a la tierra o que causarán daños a la tierra si la gente ignora este sutra?
Si las personas proporcionan las causas, los dioses pueden proporcionar las circunstancias
Participante: Pero el pueblo todavía tiene que aportar las causas; por ejemplo, el rey tiene que hacer cumplir las leyes.
Dr. Berzin: Así es. Por ejemplo, el rey tiene que hacer cumplir las leyes y el pueblo tiene que actuar conforme al Dharma.
Participante: Entonces, tal vez sea una especie de trabajo conjunto.
Dr. Berzin: Por eso dije “causas y circunstancias”.
Participante: Pero la gente común, los humanos, son los que ponen las causas. Puede ser que ellos planten las semillas y que los dioses den el sol.
Dr. Berzin: Exacto. Los dioses son como el sol: ayudan a que las semillas crezcan.
Participante: Entonces, son las circunstancias, o ayudan con las circunstancias.
Dr. Berzin: Así que, los dioses tienen cierta capacidad para proporcionar las circunstancias. Pero tengan en cuenta que el rey mantiene las leyes y demás para todos los demás, y todos los demás disfrutan de los frutos de lo que él hace. No obstante, los dioses ayudan a proporcionar las circunstancias, ¿para qué? Para que maduren los resultados de las causas kármicas plantadas por la gente. Los dioses proporcionan las circunstancias para que maduren los resultados.
Participante: Es como canalizar una energía.
Dr. Berzin: Entonces, ¿los dioses tienen algún poder?
Participante: Yo diría que también podría ser una especie de método hábil: confiar en los dioses y todo eso.
Dr. Berzin: El método hábil. Eso es absolutamente cierto. El Buda enseñó con medios hábiles, de acuerdo con lo que la gente creía, para poder guiarlos por el camino. Esas personas creían en los dioses y sus habilidades y en los cielos.
Participante: Entonces, si el Buda afirma que los dioses están actuando en esta dirección, la gente podría relajarse.
Dr. Berzin: Dice que, si el Buda enseñara en términos de lo que la gente aceptaba, es decir, la existencia de dioses y cielos, la gente se sentiría relajada y eso la ayudaría a crecer. No sentirían que el Buda los está menospreciando por creer en todo eso.
Participante: En realidad, lo que está haciendo es decir que no hay ningún obstáculo con los dioses.
Dr. Berzin: Exacto. El Buda dice en este sutra que no hay problema en pedir ayuda a los dioses y que ellos nos ayudarán.
Los dioses no son todopoderosos
Pero lo que me gustaría preguntar es: ¿qué poder tienen los dioses? ¿Recuerdan que hablamos de esto cuando estudiamos a Shantideva (Chandrakirti y muchas otras personas también tratan este tema), las refutaciones de un dios todopoderoso? Entonces, ¿cómo encaja esto?
Participante: Justo ayer estuve hablando de religión con una amiga. Ella me dijo que no creía en Dios. Su respuesta fue simplemente que si hubiera un Dios no habría tantas cosas tristes e injustas sucediendo. Yo no tenía una respuesta. Pero me hizo pensar que si Dios existiera no tendríamos ningún problema. Estaríamos poniendo la responsabilidad de todo en algo externo. Lo que quiero decir con respecto a tu pregunta es que, aunque los dioses podrían tener el poder de hacer todo esto, nosotros necesitamos enfrentarnos a dificultades y desafíos para no apegarnos a tantas cosas.
Dr. Berzin: La pregunta de por qué Dios permite el sufrimiento si es todopoderoso es una pregunta clásica, una pregunta de Job en la Biblia. La respuesta que ella dio, que es en realidad la respuesta que encontramos en la Iglesia Ortodoxa Oriental y en muchas otras iglesias diferentes, es que Dios podría, por supuesto, permitir que el sufrimiento no existiera porque Dios es compasivo; sin embargo, eso no nos va a ayudar a crecer, por eso Dios nos da estos desafíos. Depende de nosotros, entonces, enfrentarlos. Están ahí para ayudarnos a crecer, a superar el apego y este tipo de cosas.
Sí, ese es un punto. Pero el punto que quería explorar y aclarar es: ¿qué están refutando los maestros budistas indios en sus refutaciones sobre la existencia de Dios? Por supuesto, cuando hablaban de “Dios” en esa época, se referían al dios hindú Ishvara (Shiva).
Participante: Él no es un dios creador.
Dr. Berzin: ¿Pero, qué significa ser creador?
Participante: Él no depende de nada.
Dr. Berzin: Eso es exactamente. Estaban refutando que un dios puede actuar de manera totalmente independiente de cualquier cosa, porque un dios así tendría que tener una existencia verdadera (bden-par grub-pa), lo que refutaría la causalidad, la causa y el efecto. Por lo tanto, lo que se afirma en el sutra es que, sí, los dioses tienen la capacidad de actuar, pero de manera dependiente. Dependen de que el rey defienda las leyes y de que la gente lea, escuche y estudie este sutra, lo que también significa hacer la purificación, comprender la vacuidad, practicar la generosidad, etc. Dependiendo de eso, los dioses pueden actuar. Por lo tanto, la refutación budista no es una refutación de la existencia de los dioses o de Dios. La refutación es que los dioses sean capaces de actuar de maneras imposibles. No están diciendo que no actúan: lo hacen.
Menciono todo esto porque la semana que viene asistiré a una conferencia budista/musulmana en la que este será un tema importante. Estoy entrenándome y practicando para esto porque es un punto importante.
Así pues, la pregunta es: ¿existe un punto en común? Sí, lo hay. El budismo acepta la existencia de dioses (no importa si son dioses o un dios en términos del principio básico) y el hecho de que ayuden a los demás, proporcionen circunstancias, etc. Lo que se refuta, sin embargo, es que hagan todo eso por sí solos, de manera totalmente independiente de lo que haga cualquier otra persona.
Participante: Entonces, ¿cuál crees que sería la respuesta de los musulmanes a esto?
Dr. Berzin: Lo principal que se discute en la literatura que he leído es que, además de la compasión, la pureza y todo eso, tanto el budismo como el islam aceptan algún principio trascendente, ya sea en términos de vacuidad, nirvana o la mente de luz clara. Hay muchos niveles de comprensión de la trascendencia. Por lo tanto, hay un punto en común. Además, están los mil nombres de Alá. Hay muchos, muchos nombres. También se habla de que Alá está “más allá de los nombres, más allá de las palabras”, lo que también encontramos en el budismo tibetano, particularmente en las presentaciones Nyingma, Kagyu y Sakya. Por lo tanto, hay muchos puntos en común.
Pero encuentro muy interesante leer este sutra. Este sutra no es el único que habla de todos estos dioses que vienen de los cielos y de lo maravilloso que es ir a esos cielos. Y cuando en el lam-rim se habla de mejores renacimientos, no se mencionan solo los preciados renacimientos humanos. Hago hincapié en el preciado renacimiento humano, supongo, porque en nuestro contexto se hace hincapié en él. Pero para aquellos que creen en los cielos, el Buda utilizó medios hábiles. Así que dijo: "Oigan, todos los dioses también pueden venir de estos cielos y escuchar los sutras. La audiencia está llena de ellos". En los sutras no se escucha que la audiencia estuviera llena de 10.000.000 de granjeros y 10.000.000 de comerciantes. Están llenos de 10.000.000 de dioses, 10.000.000 de yakshas (lo que ellos sean) y 10.000.000 de este y aquel tipo de seres celestiales.
Participante: En el islam solo hay un dios.
Dr. Berzin: Sin embargo, el principio es el mismo, es decir, el de la trascendencia. Este es el punto central que se tratará en la conferencia. Pero creo que es importante entender qué es lo que el budismo refuta. Básicamente, es lo que refuta la vacuidad: la existencia inherente independiente, que las cosas se establecen por sí mismas, que pueden existir y actuar de manera totalmente independiente.
Participante: Podría imaginar, aunque no estoy seguro, que este concepto musulmán es exactamente el opuesto: que Alá en realidad no depende de nadie.
Dr. Berzin: Correcto. Pero ¿qué se encuentra en las refutaciones? ¿Recuerdas lo que dijo Shantideva? Si existe el deseo de crear, la voluntad o el deseo de crear, entonces el creador depende de esa voluntad, de ese deseo.
Participante: No es eso lo que queríamos decir.
Dr. Berzin: Shantideva no está hablando de si un dios depende de lo que hace la gente; está hablando del principio de dependencia en su conjunto, es decir, el principio del surgimiento dependiente.
Participante: Sí, lo entendemos. El problema es que los musulmanes que participan en tu debate opinan que Dios es independiente.
Participante: Y no solo los musulmanes, también los cristianos.
Dr. Berzin: Correcto. No quiero profundizar demasiado en esto, pero la refutación tiene que ver con la forma en que actúan los dioses. Si dices que un dios tiene la voluntad de crear pero que también puede actuar independientemente, en realidad no estás usando “independientemente” en un sentido absolutamente literal. Si lo tomas en sentido absolutamente literal, un dios que pudiera actuar independientemente tendría que ser independiente de la voluntad de crear. Y eso no tiene sentido.
Participante: No estoy seguro de que hayan pensado alguna vez en si Alá tiene voluntad de crear y si puede actuar independientemente de su voluntad. Creo que nunca pensaron en eso.
Dr. Berzin: Bueno, no importa si lo analizan o no. Lo que estoy diciendo es que tenemos estos sutras, que varios lamas alientan a sus estudiantes a leer. Al mismo tiempo, estamos estudiando el lam-rim. Ambos parecen contradecirse totalmente en lo que respecta al debate sobre el karma. No hay lugar para los dioses en el debate sobre el karma.
Participante: O en el lam-rim.
Dr. Berzin: En el lam-rim o en cualquiera de las presentaciones indias o tibetanas del karma en el abhidharma, no se habla de ellos en absoluto.
Participante: ¿Cuál es la fuente del Sutra de la Luz Dorada?
Dr. Berzin: Dicen que el Buda. No sé cuándo apareció por primera vez. Este sutra, junto con el Sutra de la Tierra Pura (Sukhavativyuha-sutra), fue uno de los sutras más populares de todos los tiempos, particularmente en Asia Central, Mongolia y China.
Participante: Es sorprendente que nunca haya oído hablar de un lama que enseñara este sutra.
Dr. Berzin: Exacto. Los lamas no lo enseñan. Los tibetanos no lo enseñan. Sin embargo, algunos lamas recomiendan que sus estudiantes lo lean una y otra vez porque es lo que se hacía tradicionalmente, particularmente en Asia Central, Mongolia y China. No sé si los tibetanos lo hacían tanto. Tal vez sí. Era un canto muy, muy popular.
Participante: Como has dicho, en todos los sutras se afirma que este sutra es mucho más precioso y único que cualquier escritura que se diga que procede de Ishvara y de todos los demás dioses. Creo que todas las religiones afirman esto: que la nuestra es la más profunda.
Dr. Berzin: Correcto, cada uno se alaba a sí mismo como el mejor. Eso es lo normal. ¿Debe tomarse eso literalmente? Es difícil decirlo. Ningún sutra va a decir: “Bueno, los demás también son buenos; nosotros somos solo uno de los buenos”. No venderías un coche de esa manera; no venderías nada de esa manera. El Prasánguika dice que son los mejores. El Chitamatra dice que son los mejores. Todo el mundo dice que son los mejores. Lo mismo ocurre con los diversos tantras: cada uno dice que es el mejor.
Participante: Hay algunas oraciones que se han vuelto populares recientemente. En la religión cristiana, las alabanzas a María se hicieron muy populares. Por eso, en diferentes épocas y lugares, la gente pone sus esperanzas en diferentes figuras. Depende de las circunstancias. O bien, un dicho se vuelve muy popular. No se puede decir que una figura o un dicho sea más especial que otro. Es simplemente un movimiento que ocurre en ese momento.
Dr. Berzin: Exacto. Pero tiene que haber una causa para que algo sea popular. No mencionaste por qué, durante un momento determinado, algo se vuelve más popular que otro. Pero, de nuevo, es como la moda. ¿Por qué algo se vuelve popular?
Participante: Para la Iglesia católica, fueron las figuras de María.
Dr. Berzin: O bien se debió a una buena publicidad: “Si recitas esto, obtendrás 90.000.000 veces más mérito que si recitas otra cosa”.
Participante: No quiero decir que sea inútil.
Dr. Berzin: Entonces, mi pregunta es: ¿cómo encaja esto con las enseñanzas?
Es interesante. En el budismo, hay algunas “marcas”, llamémoslas así, ya que estamos usando analogías publicitarias aquí, que se centran solo en la meditación o solo en la psicología. No existe nada de eso de recitar los sutras. La idea es que “solo los asiáticos hacen eso”. Los Theravadins en el sudeste asiático recitan sutras, pero la mayoría de la gente vipáshana en Occidente no recita sutras. En muchos de los centros de Dharma en Occidente, la gente puede recitar las Alabanzas a Tara. Pero eso es lo mismo: ¿Por qué uno recita las Veintiún Alabanzas a Tara? En el monasterio de Serkong Rinpoche, los tibetanos las recitan durante una hora todos los días en el centro de debates antes de sus debates.
Participante: Porque es muy potente, muy bueno.
Dr. Berzin: Exacto. Se promociona como algo muy poderoso, etc. Existen muchos centros occidentales que solo hacen puyas, como la puya de Chenrezig o la puya de Tara, por ejemplo.
Entonces, ¿cómo encajamos esto con nuestra discusión sobre el karma? Estamos hablando del karma. Por eso menciono todo esto. El karma puede presentarse, y generalmente lo hace, de una manera casi mecánica. No hay dioses ni otros poderes que vengan a ayudar. Ciertamente no hay juicio ni nada por el estilo.
Participante: Cuando leo los sutras y escucho todas esas historias sobre todos los dioses, realmente dudo que existan todos esos yakshas o lo que sea.
Dr. Berzin: ¿Dudas de los yakshas? Los yakshas, por cierto, para aquellos que no lo saben, son ayudantes de los dioses de la riqueza o formas de demonios. Hay dos significados. Aquí, son ayudantes de los dioses.
Participante: Para mí, no hay ninguna diferencia. Simplemente parece que todas las personas importantes y elevadas quieren escuchar este sutra. Todo el mundo está realmente interesado en esta enseñanza. Así que uno tiene la sensación de que todo es muy grande. Hay miles y miles de millones de seres, y yo soy solo uno muy pequeño aquí. Así que también puedo participar en esta escena. Puedo imaginar que, cuando se trata del karma, es mucho más fácil entrar en contacto con las enseñanzas después porque uno ya ha desarrollado un aprecio por ellas.
Dr. Berzin: De acuerdo. Entonces, dices que eso te hace tener mucho más respeto y te brinda inspiración para participar en las enseñanzas, lo cual es muy cierto.
A menudo, si tienes algún obstáculo, por ejemplo, algún tipo de dificultad, los tibetanos te recomiendan que hagas ciertos rituales para purificarte y evitar obstáculos. Uno de ellos es leer estos sutras. O bien los lees tú mismo o –la versión del perezoso– patrocinas a todos los monjes del monasterio para que lo reciten durante un día o dos, todos juntos, en masa, y haces que te lo dediquen.
Pero ¿cómo te ayudaría esto a superar los obstáculos? Creo que, en un nivel, leer los sutras proporciona circunstancias para superar los obstáculos, y por eso los dioses, como dice el propio sutra, te van a ayudar. Pero, en otro nivel, leer los sutras (ya sea que tomes a los dioses literalmente o no) te da cierta confianza de que las cosas van a salir bien. Así, tienes una mente mucho más relajada y abierta, lo que sin duda fortalece el sistema inmunológico, si quieren hablar en ese nivel.
Participante: Te relaja y te hace más abierto. Entonces puedes ver mejor las soluciones.
Dr. Berzin: Exacto. Bueno, ese es exactamente el mecanismo que interviene en la recitación de mantras, etc., y funciona.
Participante: Se disminuye el ego cuando uno lee estas cosas.
Dr. Berzin: ¿Disminuye el ego? ¿De qué manera?
Participante: Hay una gran audiencia. Uno no es el punto central de lo que está sucediendo.
Dr. Berzin: Hay una gran audiencia y uno no es el centro de atención, sino un participante muy pequeño en la parte de atrás de la sala.
Pensemos en todo esto. Como digo, me parece muy importante considerar cómo encajan los dioses en nuestro análisis del karma, especialmente dado que la presentación del karma es tan mecánica y directa, casi como las leyes de la física. ¿Hay un lugar para los dioses en el análisis del karma? ¿Y por qué están ahí en todos los sutras? ¿Y podemos sentirnos cómodos con estas dos presentaciones diferentes sin verlas como contradictorias o compartimentarlas en nuestra mente como “bueno, los textos y las enseñanzas son una cosa; los sutras son otra? Solo los recitan los devocionales o los asiáticos; no tenemos que hacer eso”.
[meditación]
¿Hasta qué punto estamos abiertos a la idea de otros reinos?
Una idea que me vino a la mente fue: ¿realmente creemos en todos estos reinos de los dioses y en todos los seres que los habitan, ya sea que los llamemos “ángeles” o “dioses menores” o cualquier otra cosa? Y si, de alguna manera, creemos que existen y que podemos renacer en estos mejores tipos de renacimiento, ¿aceptamos también la existencia de peores tipos de renacimiento? ¿Hasta qué punto estamos abiertos a estos otros estados de renacimiento?
Participante: Acepto ambos. ¿Por qué debería creer o aceptar estos reinos superiores y no los inferiores?
Lo que también quería mencionar es cómo la discusión se cierra en términos de lo que mencionaste acerca de que los dioses no tienen existencia inherente. El sutra termina con Bodhisattvasamucchaya alabando al Buda y, en la última oración, dice algo como: “Incluso tú, Buda, no existes desde tu propio lado”.
Dr. Berzin: Exactamente. Todo esto se refiere a lo que he dicho antes, que es que los dioses no actúan, no pueden actuar – nadie puede actuar – de forma independiente, como si existieran de una forma autoestablecida. Y la forma en que termina este Sutra de la Luz Dorada, que estoy de acuerdo en que es extremadamente significativa, es con las líneas: “Incluso tú, Buda, estás desprovisto de existencia verdadera”. “Los Shrávakas – todos los seres – están desprovistos de existencia verdadera”. Así que, de alguna manera, eso une todo el asunto en términos de cuál es realmente el mensaje que hay allí – que no significa que estos seres no existan. Este es el punto: el budismo no está refutando que estos seres existan.
Aceptar la existencia de estos dioses es bastante difícil, pero aceptar que se puede renacer en estos estados es aún más radical, ¿no es así? Se puede aceptar su existencia como si fuera una película. O se puede aceptar que están en algún lugar allá afuera, es decir, que no son algo con lo que uno realmente se puede relacionar o en lo que uno puede participar. Tal vez uno crea que puede beneficiarse de su ayuda, pero ¿creemos que podemos ser uno de estos dioses? ¿Y nos gustaría ser uno? Para aquellos que se sienten muy atraídos por la idea de renacer en uno de los cielos, como sin duda fue el caso de los oyentes originales del sutra, es genial escuchar esto: “Escucha este sutra: renacerás en un cielo y luego vendrás del cielo para escuchar más enseñanzas”. Eso es lo que vas a hacer cuando seas uno de estos dioses en uno de estos cielos: vas a recibir más enseñanzas.
Ahora bien, eso entra un poco en conflicto con la descripción del nivel intermedio de lo terrible que es morir en un reino de los dioses. Implica todo tipo de sufrimientos, por lo que es algo que realmente no deseas. Pero esta enseñanza sobre el karma está en el nivel inicial. En el nivel inicial, estás apuntando a estos renacimientos en reinos superiores. Ese es el resultado que estás tratando de lograr al actuar de manera constructiva. Pero, de nuevo, esas acciones están mezcladas con confusión sobre cómo nosotros y todo lo demás existe. Entonces, en el nivel intermedio, lo que quieres hacer es deshacerte de esa confusión, el aferramiento a la existencia verdadera, mientras actúas de manera constructiva. Entonces, no tienes como objetivo el renacimiento en un reino de los dioses, sino la liberación. Así que es muy hábil.
Entonces la pregunta es, ¿se relaciona conmigo? ¿Realmente quiero renacer en uno de los cielos? Esa es una pregunta interesante. Como personalmente no me atraen los renacimientos celestiales o incluso las tierras puras, siempre hago hincapié en el renacimiento humano. Como humano, puedes beneficiar a la gente ahora mismo. No quiero un tiempo de descanso en una tierra pura donde puedo ir más rápido y tal vez regresar más rápidamente. Para muchas personas, sin embargo, esa es una opción muy atractiva. Y funciona. Entonces, tienes ambas opciones.
El siguiente paso después de renacer en un reino de los dioses, donde puedes escuchar las enseñanzas, pero donde vas a tener una muerte miserable al final, es renacer en una tierra pura. ¿Qué haces en una tierra pura? Todo lo que haces es practicar: escuchar las enseñanzas y practicar. No haces nada más. Y al final, ¿qué tienes? Tienes la liberación y la iluminación. No tienes una caída horrible a un reino inferior como ocurre cuando mueres en un reino de los dioses y todo tu karma positivo se acaba.
Entonces, pasos sucesivos. Esa es la idea central del lam-rim: pasos sucesivos. ¿Puedes saltarte algunos de los pasos? Bueno, no los principales. ¿Puedes saltarte el paso de querer ser un dios? Personalmente, creo que sí. Sin embargo, no puedes saltarte el paso de querer tener un preciado renacimiento humano. Eso es necesario. Entonces, todos los diferentes temas encajan entre sí.
Participante: Por experiencia propia puedo decir que cuanto más me lo paso bien, menos practico. Así que, si fuera un dios, ¡no tendría tiempo para practicar!
Dr. Berzin: Eso es lo que se enfatiza en el nivel intermedio: que los dioses pasan todo el tiempo haciendo cosas triviales. Siempre me burlo de eso diciendo que es como sentarse junto a la piscina en un asilo de ancianos y jugar a las cartas todo el día. ¿Y luego qué? Entonces no se llega a ninguna parte. Pero ¿qué se dice acerca de los reinos de los dioses en los sutras? Todos los dioses están llegando –por la autopista– a las enseñanzas del Buda. ¡Allí están!
Entonces, es interesante. ¿Qué vas a enfatizar? En el nivel inicial, enfatizas lo maravilloso que es el preciado renacimiento humano. En el nivel intermedio, enfatizas lo horrible que es: los sufrimientos del nacimiento, la muerte, la vejez, la enfermedad. Nunca consigues lo que quieres, siempre estás frustrado, etc. Entonces, hay aspectos positivos y aspectos negativos, ¿no es así? Primero deseas el preciado renacimiento humano, pero luego, como no quieres todos esos sufrimientos, quieres ir más allá de él.
Participante: Tal vez los dioses vengan solo porque se está enseñando este maravilloso sutra. Si no fuera así, solo perderían el tiempo.
Dr. Berzin: Esa es una posibilidad: que los dioses vengan simplemente porque hay un espectáculo realmente bueno en marcha: el Buda enseñando este sutra. De lo contrario, simplemente seguirían jugando a las cartas en el cielo alrededor de la piscina. Bueno, entonces el Buda es muy compasivo. Los dioses pueden ir prácticamente a cualquier lugar donde el Buda enseñe.
De todos modos, este es un tema que sé que no es muy fácil: cómo combinar los sutras con las enseñanzas de los pandits indios sobre el karma, la vacuidad y todo eso.
Participante: Si le rezo al Buda por algo o le rezo a Amitabha para renacer en una tierra pura o lo que sea, ¿no es lo mismo que rezar a los dioses para pedir ayuda?
Dr. Berzin: Ella plantea un tema completamente diferente: ¿Cuál es la diferencia entre rezar a estos dioses para pedir ayuda y rezar, por ejemplo, a Amitabha para renacer en una tierra pura y cosas así? Bueno, en principio, es lo mismo: solo proporcionan circunstancias. Pero en lo que respecta a proporcionar circunstancias, tienen el poder de proporcionar circunstancias. Por lo tanto, no son impotentes. Pero actúan de manera dependiente. Las circunstancias que proporcionan dependen de las acciones positivas que realices. Pero no es como si, en cierto sentido, te recompensaran. Los budas son compasivos, por lo que ayudan. Ésta estaba en la lista de las cualidades de un buda: te ayudarán independientemente de lo que hagas, siempre que seas receptivo.
Participante: ¿No es la devoción la que te hace receptivo?
Dr. Berzin: Depende de cómo definas la “devoción”. Ser receptivo significa que estás abierto, que estás dispuesto a aceptar; no eres de mente cerrada. En el islam, existe la “entrega” a la voluntad de Alá, a la voluntad de Dios. ¿Te entregas a Amitabha?
Rendirse: confiar en el poder del otro en lugar de en el poder del yo
Esto se vuelve muy interesante. Cuando rezas a Amitabha para renacer en una tierra pura (ahora entramos en el budismo chino y japonés, particularmente el japonés), estás confiando en el poder del otro, en lugar de en el poder del yo. “Todo lo que tienes que hacer es recitar el nombre de Amitabha una vez, y allí estás en una tierra pura”. ¿Cómo diantres entiendes eso? Según las explicaciones que he escuchado y que tienen sentido para mí, no es que puedas hacer cualquier cosa mientras digas las palabras mágicas. “Di las palabras mágicas; entonces te salvarás”. No es eso. Confiar en el poder del otro significa no confiar en el poder de un “yo” sólido y autoexistente que está recitando. Estás confiando en el poder de lo que es diferente a eso; en otras palabras, lo que no es autosuficientemente existente. No es como si Amitabha fuera este dios todopoderoso. Entonces, si esa es la explicación, entonces estas enseñanzas de la Tierra Pura encajan perfectamente con todas las demás enseñanzas budistas.
Participante: ¿Entendí bien que el “otro” no es el poder de Amitabha, sino que significa no confiar en el yo inherente?
Dr. Berzin: No depender del yo inherente significa confiar en el poder del otro. ¿Es confiar en Amitabha? Bueno, Amitabha podría representar este no-yo.
Participante: Pero esa es solo una interpretación.
Dr. Berzin: Así es. Pero es la interpretación que, para mí, tiene más sentido. Encaja con el resto de las enseñanzas budistas.
El tema del que hablábamos era rendirse, estar abierto. Surgió del tema de ser receptivos a los budas.
Participante: ¿Qué significa “rendirse”?
Dr. Berzin: Decir “me rindo”, como en una guerra, significa “me doy por vencido”. Pero “rendirse” no tiene una connotación tan negativa aquí. Rendirse significa que uno deja de intentarlo por su lado, que Dios proveerá.
¿Te rindes a los dioses y al Buda? ¿Te rindes al karma? No, no exactamente. Ser receptivo no significa eso. Cuando estás en una tierra pura, ¿te entregas al poder de Amitabha? No lo creo.
Rendirse también podría significar que renuncias (ahora estamos jugando con la palabra inglesa) a intentar hacer algo sobre la base de un ego grande y sólido, un “yo” grande y sólido. Entonces uno tiene que entender lo que significa “sin esfuerzo”. Tienes que hacer algo. No es que puedas sentarte allí sin hacer nada y que luego algo suceda. Pones esfuerzo, pero no sobre la base de un “yo” sólido: “Yo voy a hacer esto. Yo tengo este objetivo sólido. Esto es lo que estoy haciendo y estoy contando puntos. Estoy llevando la cuenta y al final, voy a ganar. ¡Yo!”. No es así.
Participante: ¿Cómo encajaría todo este canto de Amitabha?
Dr. Berzin: Bueno, ¿cómo encaja el canto de cualquier mantra, ya sea el de Amitabha o el que sea? Hay muchas explicaciones. Hay una explicación tántrica de las energías y de cómo moldearlas para llegar a un nivel más sutil de energía, que no creo que sea lo que se pretende aquí, al menos no explícitamente. ¿Qué hace el canto? Díganme ustedes. ¿Qué hace el canto, repetir algo una y otra vez?
La analogía en la que estoy pensando es la música techno. Señor Gran Fan de la Música Techno (a nuestro amigo mexicano le encanta la música techno), dime: ¿Cuáles son los puntos buenos y los beneficios de la música techno? Estoy hablando del tipo de música que simplemente toca las mismas tres notas una y otra vez durante diez o quince minutos. ¿Cuál es el beneficio de eso? ¿Y es esto análogo a cantar un mantra una y otra vez?
Participante: Te pone en una especie de trance.
Dr. Berzin: Entonces, ¿este trance es necesariamente un trance de desconexión? Podría serlo.
Participante: No necesariamente.
Dr. Berzin: Pero podría ser un momento de desconexión. O uno de claridad.
¿Qué pasa con esos bateristas japoneses que tienen ese tambor increíblemente grande que da una vibración de base tan fuerte, por así decirlo, como la música techno?
Participante: Bueno, por ejemplo, el feto escucha los latidos del corazón de la madre. Eso también es algo que siempre está haciendo “bum, bum, bum”.
Dr. Berzin: Exacto. El feto escucha los latidos del corazón de la madre. Y probablemente sean muy fuertes para el feto.
Participante: Sí, es muy ruidoso. La música techno tiene el mismo ritmo que el latido del corazón.
Dr. Berzin: Entonces, la música techno utiliza ritmos del corazón.
Pero sigamos con nuestro tema. La pregunta tenía que ver con rendirse, con renunciar al ego. Si así es como entiendes rendirse, es decir, que te estás abriendo a la inspiración de los dioses o de los budas, ¿es eso lo que estás haciendo cuando te dedicas al canto rítmico? ¿Estás rindiendo tu ego? Sin duda, te ayuda a renunciar a todo tipo de pensamientos confusos, que suelen estar asociados con el yo, yo, yo.
Participante: Te da un descanso de la auto-identificación.
Dr. Berzin: Exacto. Te permite escapar de la auto-identificación y de la preocupación por ti mismo.
Participante: Puede ser relajante.
Dr. Berzin: También puede resultar molesto si se trata de una determinada frecuencia. Si no está sincronizada con el latido del corazón (si es más rápida, por ejemplo), podría producir lo que los tibetanos llaman “lung” (rlung), una perturbación de las energías. Eso nos lleva de nuevo a lo que uno de ustedes dijo sobre la importancia de la frecuencia.
De todos modos, estos son algunos temas que quería discutir esta noche.
Participante: Lo que me vino a la mente fue que necesitamos rendirnos sin poner toda nuestra esperanza en algo exterior.
Dr. Berzin: Exacto. Rendirse no significa poner toda nuestra esperanza en cosas externas, como los dioses, por ejemplo.
Participante: En otro sutra se cuenta que un esclavo murió y renació en el reino de los dioses. Esto se debió a que, en el momento de su muerte, estaba recitando el nombre del Buda con una mente pura.
Dr. Berzin: Lo que esto me hace pensar es que esto no puede suceder por el poder de algún salvador o algo por el estilo. En cambio, tiene que ver con dejar de depender del “yo”, del ego. En el budismo, “con una mente pura” significa con una comprensión del no-yo o de la vacuidad. Así que, con esa comprensión, uno renacería en un reino puro.
Esto es lo interesante: ¿nos rendimos al karma? “Sea lo que sea, ese será mi karma”. “Esto es el destino”.
Participante: Si confías en el karma, lo utilizas.
Dr. Berzin: Exacto. Tenemos que tener confianza en las leyes de causa y efecto. Eso es algo que siempre se enfatiza. Para relacionarlo con lo que has estado diciendo, rendirse no significa poner todas las esperanzas en el poder de algún ser externo o algo por el estilo; significa tener una mente pura. Esa es la clave para entender el karma. Queremos hacer cosas constructivas, ya sea escuchar el nombre de un Buda, que nos da la esperanza de que podemos convertirnos en Budas, etc., o escuchar un sutra que enfatiza la vacuidad, la purificación, la confesión y todo eso, con una mente pura. Y eso significa hacer esas cosas constructivas con la comprensión de que no existe un “yo” autosuficiente, independiente y todopoderoso. Actuar de manera constructiva sobre esa base es lo que produce la liberación y la iluminación. Construye los entramados de fuerza positiva, el llamado mérito, que necesitamos para alcanzar esas metas.
Así que, desde un punto de vista budista, está bien pensar que los dioses, Tara o los protectores nos van a ayudar, siempre que entendamos cómo funciona la causa y el efecto. Ellos pueden ayudarnos con las circunstancias. No actúan de forma independiente, no actúan por sí solos. No es que, si somos buenos, nos vayan a recompensar. Así que, rendirse no significa que, en cierto sentido, estemos poniendo todas nuestras esperanzas en ellos: tenemos que hacer algo. A lo que nos estamos rindiendo es a actuar sobre la base de un “yo” sólido, de dioses sólidos o de acciones sólidas, acciones que realizamos.