Lam-rim 54: El sufrimiento de no estar nunca satisfecho

Otros idiomas

Repaso

Nivel inicial

Estamos recorriendo las etapas graduales del camino. Hemos completado el nivel inicial de motivación, que consiste en evitar peores renacimientos y alcanzar mejores estados de renacimiento una y otra vez, en particular los preciados renacimientos humanos, para poder continuar el camino hasta la liberación y la iluminación. Desarrollamos esta motivación al valorar los preciados renacimientos humanos que tenemos, viendo que nos brindan libertades temporales, o respiros, de los peores estados. Pensamos en cómo nuestra vida se enriquece con tantas oportunidades maravillosas para el estudio y la práctica del Dharma, cómo las perderemos con la muerte —que llegará con seguridad y nunca sabemos cuándo— y cómo nada nos ayudará en vidas futuras a menos que tomemos medidas preventivas para evitar que las cosas empeoren. 

Analizamos los peores estados de renacimiento que podrían seguir. Desarrollamos un sano sentido de miedo a eso; realmente no queremos que suceda. Pero también sabemos que hay una manera de evitarlo, para no sentirnos impotentes ni desesperados. Esa manera es darle un rumbo seguro a nuestra vida, lo que se conoce como refugio. 

En el nivel más profundo, esto significa trabajar para lograr (1) una verdadera detención de todas las causas, no solo de los peores renacimientos, sino también de todos los renacimientos incontrolablemente recurrentes y los sufrimientos que surgen de ellas —es decir, una verdadera detención de todo esto— y (2) los verdaderos estados mentales, o mentes que son el camino, que provocan esa verdadera detención y que resultan de ella. Vimos que los budas son quienes poseen estas cualidades en su totalidad, y la Sangha Arya las posee parcialmente. Esa es la dirección en la que queremos ir. Si vamos en esa dirección, podremos protegernos, en cierto sentido, de estos sufrimientos. 

Para ir en esa dirección inicialmente y evitar peores renacimientos, necesitamos evitar el comportamiento destructivo. Esto nos llevó a la discusión sobre el karma. Con base en ella, decidimos esforzarnos al máximo por desarrollar una autodisciplina ética para no actuar de forma destructiva cuando surja el impulso de hacer algo destructivo. Esto significa usar la discriminación, discriminar que "esto no sería útil. Esto me perjudicaría a largo plazo; por lo tanto, me abstendré de actuar en consecuencia". También podemos pensar en términos de acciones constructivas, como ayudar a los demás, ser generosos, etc., pero el énfasis principal aquí está en abstenernos de actuar según estos impulsos negativos, desarrollando el autocontrol, por así decirlo. 

Pero no hablamos de represión. Eso es otra cosa: contenerse. En cambio, el autocontrol se basa en una clara discriminación: “Esto es obviamente muy destructivo; por lo tanto, no quiero hacerlo. Solo me causará un sufrimiento tremendo”. En el nivel intermedio, nos adentraremos en disolver, por así decirlo, la sensación de “yo” sólido que tenemos y que nos llevaría a un sentimiento de represión. Lo hacemos con la comprensión de la vacuidad. Pero en el nivel inicial, no lo hacemos. Sin embargo, al repasar el lam-rim una y otra vez, podríamos aplicar esta comprensión introducida en el nivel intermedio, aunque es en el nivel avanzado donde podemos desarrollar mucho más esta comprensión de la vacuidad. 

Nivel intermedio

En cualquier caso, hemos comenzado el nivel intermedio. Según lo que encontramos en Liberación en la palma de tu mano, Pabongka habla del sufrimiento de los estados superiores de renacimiento: primero, en términos del sufrimiento del samsara en general y, luego, en términos de los tres renacimientos superiores en particular. Después, se reflexiona sobre las causas y se desarrolla la renuncia, la determinación de liberarse de ello. 

En su Lam-rim chen-mo (Gran Presentación de las Etapas del Camino), Tsongkhapa comienza esta sección con la renuncia, esta determinación de ser libres. Esto es lo que realmente queremos desarrollar. Luego, presenta este material en términos de aquello de lo que estamos decididos a liberarnos, que son la primera y la segunda verdades nobles: el sufrimiento y sus causas. Por lo tanto, lo organiza de una manera ligeramente diferente, pero abarca exactamente el mismo material. 

Los seis inconvenientes generales del samsara (continuación)

La última vez, hablamos del primero de los seis sufrimientos generales del samsara: el sufrimiento de no tener certeza. No tenemos certeza sobre las situaciones en las que renaceremos, las relaciones que tendremos con otros seres, etc. No hace falta repetirlo. 

[2] El sufrimiento de nunca estar satisfechos

Hoy comenzaremos con el segundo inconveniente: la insatisfacción. Este es un punto muy importante: ¿Por qué nos atrae el renacimiento samsárico, nuestro renacimiento incontrolablemente recurrente? Porque creemos que la felicidad que podemos alcanzar en este nivel samsárico es la felicidad suprema. Esto es lo que anhelamos: alcanzar la felicidad real y duradera a través de las cosas cotidianas que disfrutamos en esta vida. 

Hay muchas cosas que disfrutamos. Disfrutamos de la amistad, el amor, la buena comida, la buena música, los deportes. Hay muchísimas cosas diferentes que disfrutamos y que nos hacen felices. Pero la cuestión es que nunca estamos satisfechos. No importa cuánto tengamos, nunca es suficiente. Nunca llegamos al punto de decir: "Bueno, ya he tenido suficiente. No necesito más. Ahora soy feliz, y esa felicidad va a durar". Eso es algo en lo que hay que pensar seriamente. ¿Es así como quiero pasar la eternidad: intentando conseguir cada vez más felicidad que no durará, que no me satisfará? 

Reflexionemos sobre este punto. ¿Qué consideramos felicidad? ¿Qué buscamos? ¿Es posible estar satisfechos con ella una vez que la encontramos? ¿Nos conformamos con que alguien nos diga "Te amo" una vez, o con un abrazo o un beso? ¿Es suficiente? ¿O con comer bien una vez? ¿Cuánto es suficiente? ¿Existe la satisfacción? ¿Estamos satisfechos alguna vez? Y traten de pensarlo desde su propia experiencia. 

[meditación]

¿Qué opinan? 

Participante: Un profesor del monasterio de Kopan siempre lo llamaba el “síndrome del si tan solo”.

Dr. Berzin: “Si tan solo tuviera esto; si tan solo tuviera aquello”. Creo que ese es un aspecto, sin duda: pensar siempre: “Si tan solo tuviera más”, o, si no tenemos algo, pensar: “Si tan solo tuviera aquello”. 

Mientras tengamos ansia (sed), nada podrá satisfacernos jamás

Estaba pensando en este punto desde otra perspectiva. Saben que me gusta jugar con las palabras, así que pensaba que, en realidad, lo que este punto dice es que nada nunca es satisfactorio. No es necesariamente que nosotros no estemos satisfechos: es que nada es satisfactorio. Por ejemplo, podríamos estar relativamente cómodos. La ecuanimidad es algo que intentamos desarrollar con los métodos del Dharma: "Si tengo mucho, si tengo poco, da lo mismo". Eso es ciertamente algo que intentamos hacer con la práctica del Dharma. No se trata de alcanzar la liberación, pero sin duda es una forma de afrontar las cosas. Sin embargo, incluso si estamos relativamente contentos, el problema, creo, es que, sea lo que sea que persigamos, nuestra sed de más nunca se puede satisfacer. "Estoy bastante contento con lo que tengo, pero sin duda me gustaría más", este tipo de cosas. Es algo más sutil, ¿verdad? Así que, aunque tengamos relativa satisfacción, aún sufrimos por nuestras persecuciones mundanas habituales: más comida, más dinero, más amor, más amigos, etc., que, por su propia naturaleza, nunca satisfacen. No hay forma de saciar esa sed. Tenemos que liberarnos de ella. 

Participante: Entonces lo que pasa es que las cosas no duran. 

Dr. Berzin: Las cosas no duran. Y no solo no duran en el sentido de que las amistades siempre están cambiando, las personas siempre están cambiando, las circunstancias siempre están cambiando, la comida siempre está cambiando —no sigue llenándonos el estómago y el buen sabor no se renueva continuamente—, tampoco duran en el sentido de que, si tenemos demasiado de lo que deseamos, la sensación agradable que nos producen se convierte en fastidio. Se vuelve molesto; se convierte en sufrimiento. Si nuestro ser querido nos dijera "te amo" una y otra vez durante una hora, nos molestaríamos bastante, ¿verdad? "¡Ya basta!". No queremos oírlo solo una vez, pero tampoco queremos oírlo cien veces en una hora, ¿verdad? Entonces, ¿qué dice eso sobre un "te amo"?

Participante: Pero si cambias por completo tu perspectiva de ti mismo y de las cosas, y desarrollas una verdadera satisfacción, entonces, sin importar cómo sea cualquier cosa, puede hacerte feliz... a veces. No es que las cosas tengan una cualidad innata de no poder hacerte feliz.

Dr. Berzin: Bueno, sí. Si profundizamos en la discusión, vemos que, por supuesto, los objetos no tienen la cualidad innata de no poder satisfacer ni hacer feliz a nadie. Además, si alcanzáramos la verdadera satisfacción, no tendríamos esta sed, etc. Entonces, seríamos felices o tendríamos ecuanimidad ante cualquier experiencia. Es cierto. 

Lo que intentaba señalar era que el problema es nuestra sed. Los objetos nunca pueden saciarla. No es que tengan la cualidad de no poder satisfacernos; es que carecen de cualquier cualidad de ser capaces de satisfacernos, de saciar la sed. La sed es algo que nunca se puede saciar. Ese es el punto.

Participante: Pero es interesante pensar si hay algo en los objetos que los hace insatisfactorios o si hay algo en mí –mi sed– que me convierte en un gran agujero negro que nunca se llena.

Dr. Berzin: ¿Qué opinan?

Participante: El segundo.

Dr. Berzin: El segundo. 

Así que, creo que los objetos en sí mismos son neutros. Que algo pueda saciar nuestra sed o no depende de la sed, ¿no es así? 

Tomemos el ejemplo del hambre. Comer nunca puede saciarla para siempre, porque el hambre volverá. Sin embargo, si nunca tuviera hambre, sería irrelevante si una comida pudiera saciarla o no. Una comida es solo una comida. Puedo experimentarla con felicidad, pero, aun así, esa comida no tiene la capacidad de saciar el hambre para siempre. Así que hay una diferencia. Puedo disfrutar de las cosas, ¿verdad? Disfrutar de las cosas no es el problema. El problema es mi sed, mi hambre, de más y más. Mientras tenga eso, nada me saciará. Si no la tengo —si es irrelevante si un objeto puede saciar mi hambre— puedo ser feliz con el objeto. ¿Durará esa felicidad para siempre? En realidad, no, porque no se renueva. 

Para que algo perdure, debe haber una causa inmediata que se renueve momento a momento a momento. Si esa causa deja de existir, entonces el producto de esa causa se degenera y finalmente termina. Podemos disfrutar de una comida mientras la comemos, pero al terminar, el placer no se renueva. O al escuchar una canción: el placer de escucharla no se renueva. Se renueva mientras suena la canción, pero al terminar, el placer no se renueva; se desvanece. O el placer de estar con alguien, es lo mismo: se desvanece. 

La felicidad que obtenemos de un objeto común nunca puede ser duradera. La única felicidad eterna es la que proviene de lograr la verdadera detención de las causas del sufrimiento. Dado que esa verdadera detención dura para siempre, la felicidad de liberarse del sufrimiento y sus causas dura para siempre. Se renueva a cada instante. Hay una gran diferencia, ¿verdad? Piénsenlo. 

[meditación]

Creo que, por la forma en que Tsongkhapa presenta esta lista, queda muy claro que nos referimos a las dos primeras verdades nobles: el sufrimiento y sus causas. Al analizar estos sufrimientos, debemos considerarlos en función de sus causas. No son los objetos en sí mismos, sino las causas internas las que producen el sufrimiento. Por ejemplo, el sufrimiento de la falta de certeza: mientras nosotros y todos los demás estemos sujetos al renacimiento y bajo la influencia del karma, no habrá certeza sobre qué tipo de renacimientos tendremos ni cómo renacerán los demás con relación a nosotros. La causa de esto es este renacimiento incontrolablemente recurrente y el karma, responsable de los diferentes tipos de renacimientos y relaciones que tendremos con los demás. 

Así que, aquí, con el sufrimiento de la incertidumbre, el problema es nuestra ansia. La palabra que se usa en los 12 eslabones en sánscrito significa literalmente "sed" (trshna). Por eso usaba la palabra "sed". Estamos sedientos de la felicidad. Deseamos obtenerla, y cuando la obtenemos, no queremos soltarla. Pero esa felicidad nunca será suficiente; siempre querremos más. La razón, entonces, de nunca estar satisfechos con nada y nunca encontrar nada satisfactorio es el ansia. Así que, la causa del sufrimiento no es el objeto: es el ansia, la sed. 

Preguntas

Relaciones

Intentemos usar un ejemplo que quizás sea relevante para muchos: buscar a la pareja ideal o, si ya la encontramos, extrañarla y querer estar con ella, por ejemplo, cuando estamos fuera por trabajo o separados. ¿Qué implica esto? ¿Estaremos satisfechos alguna vez? ¿Encontraremos alguna vez a la pareja ideal? Bueno, podemos analizarlo y decir que nadie es ideal. Pero incluso si encontramos a alguien y estamos contentos con esa persona, seguimos queriendo estar con ella cuando estamos lejos. ¿Alguna vez será suficiente estar con esa persona? 

Podríamos decir: “No quiero estar con esa persona todo el tiempo. A veces necesito estar solo”. Sin embargo, mi punto es que me gustaría que analizáramos este sufrimiento de nunca estar satisfecho, de nunca encontrar nada satisfactorio en nuestras relaciones con los demás. ¿Es aplicable? ¿Cuál es su experiencia? ¿Es este sufrimiento de insatisfacción relevante para su experiencia en relaciones en las que están realmente apegados y siempre desean estar con esa persona? ¿Y ha cambiado esa experiencia según cómo era al inicio? 

Lo que intento hacer aquí, al presentar este material, es que desarrollemos nuestra capacidad analítica. Las enseñanzas afirman que no estar nunca satisfecho es uno de los sufrimientos fundamentales del samsara. Así que, ahora analicemos nuestras propias experiencias. Para la mayoría de nosotros, la que genera mayor carga emocional es estar en una relación. No se trata tanto de apegarse a una comida. Entonces, ¿cómo se aplica esto? Piénsenlo. ¿Qué significa estar satisfecho en una relación? 

[meditación] 

¿Algún comentario?

Participante: Mientras tengas apego, que se debe a la ignorancia, y estés proyectando buenas cualidades, no estarás satisfecho.

Dr. Berzin: Entonces, mientras tengamos apego, que se basa en la ignorancia (no darse cuenta), y proyectemos cualidades que la otra persona no tiene o exageremos las que sí posee, sufriremos y no estaremos satisfechos. ¿Por qué?

Participante: Porque no has cortado la raíz de la ignorancia.

Dr. Berzin: ¿Pero puedes explicarlo? Esa es la respuesta del libro. Pero ¿qué significa realmente? 

Participante: Si proyecto en mi pareja cosas que no puede cumplir…

Dr. Berzin: Correcto. Si proyectamos cualidades que la persona no puede alcanzar, por supuesto, nunca estaremos satisfechos. Bien, esa es una buena explicación.

"Necesito" 

Lo que pensaba era en la necesidad. Mientras sintamos que necesitamos algo, nunca nos sentiremos satisfechos. "De niño, no recibí suficiente cariño de mis padres; por lo tanto, necesito a alguien que sea cariñoso. Necesito afecto", o "necesito atención", o "necesito compañía; no puedo estar solo. Necesito a alguien con quien compartir mi vida". Ese necesito, necesito, necesito es algo que nunca se podrá satisfacer. Mientras sintamos que no tenemos algo o que no tenemos suficiente de algo y esperemos que un objeto o una persona pueda satisfacer esa necesidad, no estaremos satisfechos. No funciona. "Te necesito. No me dejes jamás" nunca funciona, ¿verdad? Normalmente ocurre lo contrario: ahuyenta a la persona.

Participante: En realidad, incluso si todas estas necesidades se satisfacen, el sentimiento de “necesito” es sufrimiento en sí mismo.

Dr. Berzin: Eso se debe a que, aunque obtengamos lo que sentimos que necesitamos, siempre habrá algo más que necesitemos. Lo que obtenemos nunca es suficiente. Por supuesto, ese "yo necesito" se basa en la sensación de un "yo" sólido. Otra forma en que experimentamos esto es como inseguridad. Siempre estamos inseguros. No importa lo que la otra persona nos dé, siempre nos sentimos inseguros. ¿No es así? 

Participante: Me pregunto si lo único que está en juego aquí es la codicia, que es algo que viene solo de mi parte, o si hay…

Dr. Berzin: ¿Codependencia?

Participante: Bueno, tienes estas enseñanzas, como las tres marcas de la existencia: que todo es vacuo, impermanente y dukkha, que a veces se traduce como “sufrimiento”, pero otras como “insatisfacción” o “nunca satisfactorio”. Entonces, debe haber algo en la interacción entre el exterior y yo.

Dr. Berzin: Ah, ya entiendo adónde quieres llegar. Entonces, no estamos hablando de codependencia. Pensaba que decías que no solo yo necesito, sino que también, lo que significa que obtenemos un tipo de codependencia. Pero lo que te preguntas es si esta insatisfacción proviene solo de nosotros o si también proviene de alguna característica de las cosas mismas: que son vacuas (sin un yo imposible), impermanentes y de la naturaleza del sufrimiento. Entonces, ¿hay algo del lado del objeto, alguna característica...?

La característica de ser “de la naturaleza del sufrimiento” – ¿dónde reside?

Ese es un punto muy interesante: ¿Qué significa que todos los fenómenos son de la naturaleza del sufrimiento, que esa es una característica de los fenómenos? Tendría que analizar con más atención el tibetano. Los objetos en sí mismos, ¿son de la naturaleza del sufrimiento? ¿O son nuestras actitudes hacia el objeto las que lo provocan? El sufrimiento es un factor mental. Por lo tanto, producen sufrimiento. Bueno, pueden provocar el sufrimiento de la infelicidad o el sufrimiento de la felicidad mundana, la felicidad que cambia y nunca dura. También pueden provocar un entumecimiento de las emociones. Este entumecimiento, que es una sensación sin rastro alguno de felicidad o infelicidad, es algo que experimentamos cuando alcanzamos el cuarto nivel de constancia mental en la meditación: el cuarto dhyana. Sin embargo, simplemente entumecerse ante todos los sentimientos de felicidad o infelicidad mediante una concentración profunda tampoco es la solución. Eso también es sufrimiento porque nunca dura. Creo que tal vez eso es lo que significa decir que el objeto es insatisfactorio. Se refiere a un estado mental con respecto al objeto.

Participante: Por eso usé la palabra “interacción”.

Dr. Berzin: ¿Es una interacción?

Participante: Una piedra no sufre, eso es obvio. Pero hay algo en cómo yo experimento...

Dr. Berzin: Correcto. Entonces, ¿existe una interacción con el objeto? Claro, hay una interacción con los objetos. Si no hubiera objetos… bueno, hay objetos. No tiene sentido decir: “Si no hubiera objetos” y especular al respecto. Así que, claro, estamos hablando de nuestra interacción con el mundo. 

Participante: Aquí hablamos mucho de objetos. Pero me pregunto si, cuando estoy satisfecho con algo, es más por su calidad que por la cantidad: cuánto tengo. Por ejemplo, cuando escucho una canción de gran calidad que me satisface, tal vez esa sensación de satisfacción sea algo así como el residuo de la canción, algo que, de alguna manera, acerca a algo, que me conmueve. Intento pensar en algo que provenga de los objetos.

Dr. Berzin: Entonces, te preguntas si hay algo que proviene del objeto, como un residuo del objeto. Por ejemplo, escuchas una canción y hay un residuo de la canción o algo así, como el regusto de una comida, que persiste en tu mente. ¿Cómo se relaciona eso con la satisfacción o la insatisfacción?

Participante: Creo que, si ansío algo, una amistad o lo que sea, no puedo sentirme realmente satisfecho. Pero si tengo un buen amigo y disfruto su compañía, aunque no sea muy a menudo, pero sin ansiar estar con él, puedo sentirme satisfecho. Es como si obtuviera algo de ese amigo que perdura después de estar con él. 

Dr. Berzin: ¿No es eso un recuerdo? ¿Pero basta con un simple recuerdo? Mientras tengamos la necesidad de estar con este amigo, no estaremos satisfechos. Si realmente no necesitamos a la persona —“Me gusta estar contigo, pero puedo ser perfectamente feliz sin ti. Puede que sea mejor estar contigo, pero no importa si no estoy”—, entonces no sufrimos tanto. Podemos disfrutar estando con esa persona, y cuando no estamos, no sufrimos. Es cierto.

Todo esto tiene que ver con nuestro estado mental y, como dije, con la sensación de seguridad. Si nos aferramos a un "yo" sólido, a un "yo" imposible, nos sentimos inseguros. Y nada puede hacernos sentir seguros. Así que, si dejamos de concebirnos como este "pobrecito yo" que necesita seguridad, podemos simplemente disfrutar de la amistad, la buena comida o lo que sea mientras dure. Y cuando se acabe, se acabó. Pasamos a otra cosa. No nos sentimos inseguros. No necesitamos tener nada. Puede que haga la vida mucho menos emocionante, por supuesto. Le quita la magia a estar con alguien. Pero la magia de estar con alguien también tiene la otra cara, su lado oscuro: el sufrimiento cuando no estamos con esa persona. 

Participante: Creo que debemos diferenciar entre la satisfacción momentánea —como al escuchar una canción, estar con un amigo o comer— y la satisfacción permanente. Puede que esté satisfecho momentáneamente y me sienta muy contento y feliz, pero esto no durará. Querré volver a estar con este amigo más adelante o escuchar la canción más tarde. Así que no basta con escuchar una canción solo una vez y no volver a escucharla nunca más. 

Dr. Berzin: Este es un punto crucial: Podemos sentirnos satisfechos temporalmente tras una buena comida, escuchar un buen concierto o una buena canción, o pasar un buen rato con un amigo, pero la satisfacción o felicidad que nos brindan esas cosas no dura para siempre. Querremos volver a comer. Querremos volver a ver a nuestro amigo. Querremos ir a otro concierto o escuchar otra canción, o la misma canción otra vez, lo cual, por supuesto, nunca disfrutaremos exactamente igual que antes. Es como la primera vez que hacemos el amor con alguien o nos enamoramos por primera vez: nunca lo volvemos a experimentar de la misma manera. En fin, ¿es suficiente una vez? Bueno, quizá sí para algunas personas. 

Participante: Si algo es bonito, de alguna manera, en lo más profundo de tu ser, quieres repetirlo.

Dr. Berzin: Por supuesto. Piensa en el sexo. Creo que es lo más apremiante. ¿Quién se conformaría con tener sexo o un orgasmo solo una vez y no volver a tenerlo nunca más? Claro que lo deseas de nuevo. Este, creo, es el ansia más fuerte. O una picazón. Una picazón es perfecta. "Solo me voy a rascar una vez. Y aunque vuelva, no me voy a rascar otra vez". ¡Vamos! La picazón volverá.

Participante: Como dijo Mark, el problema empieza con un "yo" sólido. Con ese "yo" sólido, nos separamos del mundo exterior. Luego necesitamos reconectarnos y necesitar lo que sea, como los drogadictos.

Dr. Berzin: Es una muy buena manera de decirlo. Cuando nos aferramos a un "yo" sólido, en cierto sentido nos encapsulamos y nos aislamos. Nos separamos de todo lo demás. Entonces queremos conectar de nuevo. "Te necesito", "necesito amor", "necesito atención", "necesito...", lo que sea. El problema es este "yo" subyacente y encapsulante que me aísla de todo lo demás. Cierto. Una vez que lo logramos, nunca podemos estar satisfechos.  

¿Podremos alguna vez estar libres de la necesidad mientras estamos en el samsara?

Participante: Hablaste de liberarte de la necesidad, pero eso es imposible. Creo que con el tipo de cuerpo samsárico que tenemos, no es posible liberarse por completo de la necesidad. Todos necesitamos a la sociedad, por ejemplo.

Dr. Berzin: Tienes toda la razón. Con el tipo de cuerpo samsárico que tenemos, ¿podríamos alguna vez liberarnos completamente de las necesidades? Creo que no, no podemos. Señalas que necesitamos la sociedad, que somos animales sociales. Hay personas que son ermitañas y viven en retiros de meditación solitarios el resto de sus vidas, pero antes de eso… 

Participante: Estos ermitaños no necesitan contacto con la sociedad. Milarepa vivía de ortigas que él mismo recolectaba.

Dr. Berzin: Sí, pero hablo del nivel más burdo: con este cuerpo samsárico necesitamos comer, beber, dormir e ir al baño. Y no es que necesitemos ir al baño solo una vez, comer solo una vez o dormir solo una vez, que eso sea suficiente. Por eso, para liberarnos del samsara, necesitamos liberarnos del renacimiento con este tipo de cuerpo. ¿Renacer como humano, o incluso como animal, significa necesariamente que somos animales sociales, que necesitamos afecto, amor y cuidado de los demás? Sí, por supuesto. Eso se ha demostrado biológicamente. Un bebé necesita afecto, necesita contacto humano; los adultos también. Aunque podemos vivir sin contacto humano, sin contacto físico, es mucho mejor para nuestra salud si lo tenemos. Eso es desde un punto de vista puramente biológico. 

Entonces, tu punto es llegar a un nivel mucho más profundo de lo que realmente significa la determinación de ser libre. Debemos estar decididos a liberarnos también de este tipo de renacimiento, de este tipo de cuerpo que, por su propia naturaleza, tiene y seguirá teniendo necesidades que nunca podrán satisfacerse por completo. 

Participante: Y se está deshaciendo.

Dr. Berzin: Y también se está deshaciendo. Y se enferma. Y si te golpeas, duele. 

¿Necesitamos la belleza?

Participante: Solo quiero ver si entiendo correctamente. Hemos estado hablando de las necesidades del cuerpo: que este cuerpo samsárico necesita dormir, etc. Las relaciones también forman parte de eso, según mi punto de vista. Pero también existe la satisfacción de ver un rayo de sol en un bonito día de otoño o ver una hoja caer en la acera, cosas así. No es una necesidad, en realidad, pero también es satisfactorio.

Dr. Berzin: Hemos estado hablando de las necesidades del cuerpo, como la alimentación, el sueño, la necesidad de contacto social, etc., pero ¿qué hay de —si pudiera englobar lo que dijo— la necesidad de belleza? Ya es otoño, así que las hojas empiezan a cambiar de color. ¿Y qué hay de la necesidad de ver cosas así? ¿Necesitamos belleza? Bueno, ¿alguna vez nos satisface? ¿Alguna vez es suficiente? "He visto una hermosa puesta de sol. Eso es suficiente". Bueno, no. Es un punto interesante: ¿Necesitamos belleza? Supongo que es una cuestión filosófica, algo que no creo que se discuta realmente en el budismo tibetano, al menos. El énfasis en la belleza como virtud parece ser algo que encontramos más en los antiguos griegos.

Participante: ¿No es la belleza una experiencia?

Dr. Berzin: Supongo que sí. No lo sé. 

Viví con los tibetanos durante muchos años. Cuando me mudé a la India, viví con un monje tibetano. Esto fue solo diez años después de que los tibetanos salieran del Tíbet. Vivía en la cima de una colina muy alta y solía salir a ver la puesta de sol. Las puestas de sol eran extremadamente hermosas: tantos colores hermosos, etc. Una vez, mientras la miraba, el monje se me acercó y me preguntó: "¿Qué estás haciendo?". Le dije: "Mirando la puesta de sol". Y él preguntó: "¿Por qué?". Y le dije: "Es hermosa". Pensó que estaba completamente loco. No podía entender en absoluto por qué querría ver esto cada noche. Así que, querer ver algo hermoso, valorarlo, incluso teniendo la variable de bello/no bello, es realmente una cuestión cultural. No es que los tibetanos no tengan una palabra para la belleza, pero la belleza no se considera una virtud.

Participante: Quizás, en este caso, sea porque los hermosos atardeceres eran parte integral de sus vidas. Vivían en este hermoso lugar y nunca se separaban de la belleza. 

Dr. Berzin: Tienes razón. Para los tibetanos, los paisajes hermosos —montañas hermosas, atardeceres y cosas así— eran algo completamente común. Así que no les daban ninguna importancia. Pero nosotros estamos, en cierto modo, aislados de todo eso. Vivimos en ciudades con smog, con muchísimas luces y cosas así. 

Participante: También creo que históricamente, digamos hace cuatrocientos o quinientos años, nadie veía la naturaleza con romanticismo. Era más bien algo aterrador. Nadie habría dicho: “¡Ah, sí! Es tan bonito poder ver estas cosas hermosas”. En cambio, habrían dicho: “¡No te adentres en el bosque, es peligroso!” y cosas así.

Dr. Berzin: La adoración a la naturaleza es algo cultural e históricamente específico. Pero no nos desviemos del tema. 

Participante: Lo que consideramos belleza puede variar culturalmente con el tiempo. Aun así, creo que la belleza puede brindar satisfacción temporal.

Dr. Berzin: Correcto, ese es el punto. Lo que valoramos, lo que sentimos que necesitamos… Creo que se reduce a eso: “Necesito belleza”, “necesito una situación hermosa”, “necesito que todo esté en orden”, “necesito tener el control de todo. Necesito que todo sea perfecto”. Las cosas nunca pueden estar totalmente bajo nuestro control porque eso es imposible. Hay demasiadas variables involucradas. ¿Puede todo estar en total orden, totalmente perfecto? Bueno, tal vez en una tierra búdica. Pero el Buda, sus enseñanzas, se dirige a personas samsáricas. Y el samsara ciertamente no es perfecto, ¿verdad? Así que esta necesidad es el problema.

Participante: No creo que necesite la belleza. Aun así, le da sabor a la vida. 

Dr. Berzin: Bueno, sí, no necesito picante en mi comida, pero la hace más interesante. ¿Y luego qué? ¿Cuál es la consecuencia?

Participante: Dijiste que necesitas belleza, y no creo que sea cierto. Creo que hay cosas que realmente necesitas, cosas sin las cuales no puedes vivir. 

Dr. Berzin: Exacto. Hay cosas que realmente necesitamos, como la comida. Pero otras, como la belleza, podríamos prescindir de ellas, aunque sin duda harían la vida un poco más agradable, para algunos. Para otros, algo como la belleza podría no hacer la vida más agradable. Pienso en la gente pobre de la India. ¿Les interesa la belleza? Creo que la belleza es un lujo. Solo quieren comida y techo. No les importa la apariencia. 

Participante: Estaba pensando que disfrutar de algo como la belleza o una relación puede ser muy constructivo siempre y cuando no tengamos la intención de obtener esa profunda satisfacción de ello.

Dr. Berzin: Es muy cierto. Lo que ella dice, con palabras ligeramente diferentes, es que podemos disfrutar de las cosas, las relaciones o lo que sea, si no necesitamos nada de ellas ni esperamos obtener nada de ellas. Esto nos lleva a lo que dijiste antes sobre no proyectar sobre el objeto cualidades que no posee y luego esperar que ese objeto satisfaga alguna necesidad que tengas. 

Participante: Ya sea una puesta de sol o una persona.

Dr. Berzin: Ya sea una puesta de sol, una persona, una comida o, incluso, un encuentro sexual.

Participante: En un nivel muy básico, necesitamos estar seguros. En la Edad Media, por ejemplo, no era así: no se podía estar seguro. Así que no es solo la belleza ni nada parecido lo que necesitamos.

Dr. Berzin: También necesitamos una sensación de seguridad. Sin duda. Y no solo en la Edad Media era peligroso salir. Piensen en la gente de Afganistán, Irak o cualquier otro lugar donde es muy peligroso simplemente ir a la tienda porque podría haber una bomba o algo así.

Participante: Cuando venía para acá, me sorprendió mucho ver a dos ancianos discutiendo en la calle, justo aquí en la esquina. Uno de ellos tenía la espalda contra la barandilla y golpeaba al otro. El otro era un poco más joven y se contenía. Es una escena que, hoy en día, es muy extraña. Es inusual ver gente agresiva. 

Dr. Berzin: Ahora nos adentramos en la necesidad y nos alejamos un poco más de nuestro tema del sufrimiento por la insatisfacción. ¿Necesito venganza? ¿Necesito defenderme? ¿Necesito afirmarme? ¿Necesito encontrarme a mí mismo? ¿Necesito demostrar mi valía? Creo que el problema es la necesidad. 

Participante: Quería retomar el punto sobre escuchar una canción y ver una hoja caer de un árbol. Creo que cosas como una puesta de sol, que está afuera y que uno no posee, son cosas por las que uno siente menos apego. Y al tener menos apego, uno puede disfrutarlas de otra manera. Creo que el apego sigue ahí, pero es más sutil. Así que experimentar estas cosas es más satisfactorio porque uno no se aferra a ellas. Una hoja es solo una hoja. No me aferro a la hoja. Así que es más satisfactorio que cuando uno se aferra a algo.

Dr. Berzin: Estoy de acuerdo en que podemos disfrutar de la belleza de la naturaleza —la caída de las hojas en otoño, una puesta de sol, etc.— sin tanto apego, porque no nos pertenece. Y, por supuesto, sabemos que la caída de las hojas terminará cuando termine la temporada y que la puesta de sol terminará cuando se ponga el sol. Pero cuando se trata de cosas que podríamos poseer, que podríamos tener como mías —así que, de nuevo, volvemos al yo, yo, yo—, nunca estamos satisfechos porque ese "yo" nunca tiene suficiente. 

Es muy cierto. Esto forma parte del sufrimiento del samsara en general: que mientras tengamos la sensación de un “yo” sólido, nunca podremos estar satisfechos. Ese “yo” siempre querrá más. Y parte del sufrimiento del cambio es que la felicidad que obtenemos de las cosas cotidianas nunca durará. Y desearemos más. Puede que no consigamos más, pero desearíamos más. 

Sentir que nunca hemos practicado el Dharma lo suficiente 

Ahora bien, es interesante, por otro lado, que en lo que respecta al Dharma, se dice que nunca deberíamos sentir que hemos tenido suficiente: suficientes enseñanzas, suficiente introspección, suficiente meditación, o que hemos acumulado suficiente fuerza positiva y, por lo tanto, que ya no tenemos que ayudar a nadie. Entonces, en este caso, ¿es perturbador o no sentir que nunca hemos tenido suficiente? ¿Cuál es la diferencia entre no estar nunca satisfecho con la cantidad de meditación que practicamos y no estar nunca satisfecho con la cantidad de amor y atención que recibimos? ¿Existe alguna diferencia en cuanto a la sensación emocional? 

Participante: Es lo mismo.

Dr. Berzin: Creo que puede ser lo mismo. Bueno, me pregunto. Uno podría sentir: "No he meditado lo suficiente". Por otro lado, si uno tiene mucha hambre, también podría sentir: "No he comido lo suficiente". En fin, analicen. 

Participante: Creo que la diferencia radica en el poder del objeto. Uno tiene el poder de sacarte del samsara y el otro no.

Dr. Berzin: Entonces, dices que la diferencia está en el objeto: que un tipo de objeto, como la práctica de meditación, la acumulación de fuerza positiva o la obtención de cada vez más conocimiento y comprensión, tiene el poder de sacarnos del samsara y que el otro tipo, como recibir amor, atención o comida, no tiene el poder de sacarnos del samsara. 

Como solía decir Serkong Rinpoche, uno tiene un objetivo final; el otro no. La práctica del Dharma puede llevarnos a una meta. El placer samsárico, en cambio, nunca puede llevarnos a ninguna meta porque nunca satisface y nunca tenemos suficiente.

Participante: Creo que depende del tipo de relaciones que tengamos. Una relación con alguien también puede brindarte una especie de liberación y un placer que no está ligado al objeto. Puedes disfrutar sin dudar ni estancarte.

Dr. Berzin: Entonces, una relación también podría funcionar en el sentido de que podríamos trabajar juntos sin apego y simplemente disfrutar de la compañía mutua; así, en cierto sentido, liberarnos de emociones perturbadoras. ¿A eso te referías?

Participante: Sí. Y esto es algo que podríamos trasladar a otras áreas de la vida. 

Dr. Berzin: Me pregunto. Esta es la filosofía de: “Yo tengo problemas samsáricos; tú tienes problemas samsáricos. Resolveremos las cosas juntos. De alguna manera, todo funcionará y lo solucionaremos”. Es difícil encontrar dos personas con el mismo compromiso y la misma capacidad para lograrlo.

Participante: No, perdón, no hablaba de relaciones. Solo quería decir que puede haber una similitud entre... ¿qué estábamos comparando?

Dr. Berzin: Estábamos comparando no estar satisfechos con haber practicado lo suficiente, meditado lo suficiente y no estar satisfechos con haber ganado suficiente dinero, por ejemplo.

Participante: Solo estaba tratando de decir que también podemos obtener esta sensación de liberación al ver una puesta de sol, tener una relación con un maestro o cualquier otra cosa.

Dr. Berzin: ¿Qué quieres decir aquí con “liberación”?

Participante: Me refiero a tener algún tipo de placer y sentirse satisfecho sin querer más y sin querer hacer nuestro lo que sea.

Dr. Berzin: Sin duda, podemos. Pero ¿es ese el objetivo? Creo que esa es la pregunta. ¿Es ese el objetivo final? ¿O es solo un objetivo intermedio, aunque definitivamente debemos alcanzarlo? Pero ¿es necesario ir más allá? 

Creo que, desde la perspectiva budista, necesitamos ir más allá. En otras palabras, si buscamos alcanzar ese nivel de satisfacción —sin exigir nada a nadie, sin esperar nada de nadie, sin exagerar nada y disfrutando de todo lo que nos llega—, eso es muy bueno. Sin embargo, habrá otros problemas. Siempre tendremos que comer. Siempre tendremos que dormir. Siempre tendremos que ganar suficiente dinero para pagar el alquiler. Hay otras cosas con las que tendremos que lidiar.

Participante: Lamento que esta comparación haya sido… 

Dr. Berzin: No, lo que dices es muy importante. ¿Cómo lidiamos con esta situación samsárica? ¿Cómo podemos encontrar satisfacción, dado que mientras tengamos este tipo de cuerpo y esta ansia, siempre tendremos necesidades insatisfechas y siempre ansiaremos más? Así que, bien, intentamos alcanzar la satisfacción. Eso es algo que intentamos lograr: sentirnos satisfechos con lo que tenemos. Pero, aun así, existen necesidades básicas, cosas que necesitamos.

Participante: Perdón, no quería comparar. Es solo que estábamos intentando...

Dr. Berzin: No hay necesidad de disculparse. Planteaste un buen punto.

Participante: Es que yo entendí que decías que los dos siempre iban en direcciones diferentes, y yo creo que, no, no siempre van en direcciones diferentes.

Dr. Berzin: Tienes razón. Buscar el placer mundano y el placer de la liberación son dos caminos diferentes. Es cierto. Sin embargo, como dices, intentar encontrar satisfacción lidiando con los placeres mundanos es un paso en el camino hacia la liberación. Definitivamente. Es correcto.

Participante: Pensé que la palabra "más" podría ser un poco engañosa. A veces es que quiero más, tener un coche más grande o lo que sea. Pero muchas veces es que simplemente quiero volver a tenerlo.

Dr. Berzin: Definitivamente. 

Dhamma-Chanda

Participante: Lo que mencionaste acerca de nunca recibir suficientes enseñanzas del Dharma y cosas así me hace pensar en el término Pali, dhamma-chanda, “anhelo por el Dharma”, que se supone que es un buen estado mental. 

Dr. Berzin: ¿Dhamma-chanda? Qué interesante. “Chanda” significa “intención”. Así que hay una fuerte intención o deseo por el Dharma. El deseo anhelante es sentir: “¡Ay, no puedo vivir sin él!”, exagerar, etc. Sin embargo, hay un fuerte esfuerzo por alcanzar esa meta, sin duda. 

Participante: Es un buen estado mental, a menos que tengamos el Dharma como objeto de consumismo, como con….

Dr. Berzin: ¿Cómo se llama? Materialismo espiritual. Si tenemos esa actitud hacia el Dharma, por supuesto que nunca estaremos satisfechos.

Participante: La semana pasada, Dagyab Rinpoche dijo que, antes de ir a enseñanzas o iniciaciones, deberíamos preguntarnos: “¿Realmente necesito esta enseñanza y realmente practicaría el tipo de iniciación que voy a recibir allí?”.

Dr. Berzin: Creo que esto es muy relevante, especialmente al asistir a una iniciación tántrica: preguntarnos antes de asistir a una enseñanza: "¿Realmente necesito esto? ¿Voy a practicarlo?". Por supuesto. La gente va solo para coleccionar iniciaciones. Es como observar aves: "¿Cuántas aves he visto?", "¿A cuántas iniciaciones he asistido?". Es muy cierto.  

Hay un punto más: ¿Podemos sentirnos satisfechos con un logro? 

Participante: Temporalmente.

Dr. Berzin: Temporalmente. "Estoy satisfecho de haber hecho un buen trabajo". Creo que ese es otro significado de satisfacción, uno que se asemeja más al regocijo. "Me siento muy satisfecho de haber hecho mi mejor esfuerzo", etc. "En el futuro, podría hacerlo aún mejor, pero estoy satisfecho de haber hecho lo mejor que pude". 

Participante: Eso tampoco dura.

Dr. Berzin: Correcto. Pero en lo que respecta a la práctica del Dharma, creo que es importante no ser demasiado exigentes con nosotros mismos: "No soy lo suficientemente bueno. No hice lo suficiente. Tengo que hacer más". Esta es, creo, una forma muy neurótica de practicar, una forma muy infeliz de practicar. Si sinceramente hemos hecho lo mejor que pudimos para ayudar a los demás (la práctica no tiene por qué consistir necesariamente en sentarse a meditar), es importante alegrarnos de lo que hemos hecho y no sentirnos mal por no haberlo hecho aún mejor. Por lo tanto, esforzarnos por avanzar cada vez más en nuestra práctica y obtener más y más comprensiones no debería ir en detrimento de valorarnos a nosotros mismos y a lo que hemos logrado hasta ahora. Sentir que no hemos hecho o logrado lo suficiente no significa necesariamente que debamos sentirnos mal con nosotros mismos. Analicemos esto por un momento y luego terminaremos. 

[meditación]

Pero sentirnos satisfechos de haber hecho lo mejor que pudimos no significa que esté bien ser perezosos. Siempre podríamos hacer más. Así que hay un equilibrio muy delicado. 

Participante: Así es el aprendizaje.

Dr. Berzin: Correcto.

Participante: Uno siempre se siente estimulado por un significado más profundo.

Dr. Berzin: Pero sin pensar que somos estúpidos porque no hemos ido más allá.

Participante: Entonces nos sentimos satisfechos y hacemos más.

Dr. Berzin: Nos sentimos satisfechos, nos alegramos y seguimos adelante. Correcto.

Top