Meditación analítica y estabilizadora sobre la compasión

Diferencias en la dirección de la energía en la meditación de discernimiento y estabilizadora 

Dado que Su Santidad fue tan increíblemente profundo y útil al explicarlo, debo compartir con ustedes la diferencia entre hacer meditación analítica (un tipo de meditación vipáshana) y shámata (meditación estabilizadora formal). La diferencia es en términos de energía, la dirección de la energía. Aquí, revisaremos la diferencia entre ambos tipos de meditación utilizando la meditación sobre la compasión como ejemplo. 

Es muy importante tratar de aquietar nuestra mente de tal forma que seamos lo suficientemente sensibles a nuestra energía. No necesitamos hacer una meditación profunda de tantra para lograrlo. Simplemente estamos hablando de estar lo suficientemente tranquilos como para ser sensibles a nuestra energía y a cómo fluye. 

Cuando hacemos la llamada meditación analítica (prefiero llamarla meditación de discernimiento), no es que estemos analizando algo durante la meditación. Más bien estamos tratando de percibir algo de una forma que ya habíamos analizado antes. En el proceso de pensamiento, acerca de la compasión en este ejemplo, ya hemos pensado en todas las razones por las que deberíamos desarrollar compasión y todos los pasos en torno a cómo desarrollaríamos la compasión (al pensar: “Todos han sido mi madre” y demás). Ahora, queremos hacer la meditación de discernimiento para discernir a los demás con compasión. 

En un nivel inicial, quizás primero tengamos que pensar en todos los pasos para generar esa compasión (“Todos han sido nuestra madre”, etc.). Cuando estamos muy familiarizados con ello, no tenemos que recorrer los pasos; somos capaces de simplemente generarla. 

En la meditación de discernimiento, queremos enfocarnos en todos los seres limitados y discernirlos con compasión. Entonces, al haber generado el deseo: “Que puedan todos estar libres del sufrimiento y de las causas del sufrimiento”, nuestra energía sale hacia los demás con compasión.

Entonces, ¿cómo hacemos la meditación estabilizadora en la compasión después de eso? Su Santidad explica que, en este caso, la dirección de la energía va hacia adentro en lugar de salir. Aún está presente esa sensación de compasión, pero no es que la energía salga hacia los objetos de compasión. Nos damos cuenta de los objetos de compasión, no es que perdamos darse cuenta de ellos, pero la energía va hacia adentro, lo cual significa que se vuelve más sutil. Sin embargo, si la energía se vuelve muy débil, tenemos que alternar el tipo de meditación que estamos haciendo al hacer que la energía salga de nuevo con la meditación de discernimiento. 

En mis 50 años de estudiar el Dharma nunca había escuchado ninguna explicación de lo que realmente era la diferencia entre estos dos aspectos de la meditación en la compasión, pero Su Santidad lo explicó muy claramente. 

Esta sensibilidad a nuestra energía y a cómo se mueve es algo que también podemos desarrollar en el nivel sutra. Obviamente, en la práctica de Kalachakra, esto se vuelve muy significativo, tener esta sensibilidad. Realmente solo requiere aquietarse y prestar atención. 

Meditación de discernimiento sobre la compasión  

Para generar y meditar en la compasión, necesitamos construir esa emoción positiva. Primero que nada, nuestra meditación necesita ser una práctica Mahayana. Estamos pensando en términos de todos, no solo unas cuantas personas, de tal forma que nuestra meditación tiene un alcance enorme. 

Hay muchas formas diferentes de compasión y muchas formas diferentes de desarrollarla. La compasión puede ser generada con un entendimiento del sufrimiento de los objetos de nuestra compasión, o un entendimiento de su impermanencia o su vacuidad. Hay muchos tipos diferentes de compasión descritos por Chandrakirti y otros en la literatura. Chandrakirti habla de esos tres tipos de compasión. Solo estoy hablando aquí de compasión básica. 

Desarrollar ecuanimidad

La forma más básica de generar compasión implica primero desarrollar la ecuanimidad con la que no nos sentimos atraídos hacia algunos, repelidos por otros e indiferentes hacia otros. 

Reconocer que todos han sido nuestra madre

Luego, sobre la base de esa ecuanimidad, podemos desarrollar más nuestra emoción al pensar que todos han sido nuestra madre en una vida previa o igualando nuestra actitud hacia el yo y hacia los demás. Hay muchas formas de alcanzar esa emoción de una compasión Mahayana hacia todos. 

Recordar la amabilidad del amor maternal

Luego pensamos: “Todos han sido mi madre en alguna vida y me han mostrado una increíble amabilidad”. En el nivel mínimo, no tuvo un aborto. Independientemente de lo terrible que pudo haber sido como madre, no tuvo un aborto. 

Retribuir la amabilidad del amor maternal

Aquí hay un punto que a menudo se malentiende ligeramente. A menudo se traduce como pensar: “Quiero compensar la bondad de mi madre”. Suena como si tuviéramos una deuda y nos sintiéramos obligados: “Es mi deber recompensarla; de lo contrario, soy un mal hijo o una mala hija”. Esa forma de traducirlo sugiere que debemos sentirnos culpables si no compensamos esa amabilidad, y entonces somos amables con los demás por un sentimiento de culpa. Eso no es en absoluto lo que estamos buscando.  

Las palabras son muy fuertes con sus connotaciones y pueden sugerirnos inconscientemente algo que en nuestra práctica budista no nos conduce a practicar de la forma apropiada, sino de una forma muy neurótica. En lugar de ello, ¿cuál es la emoción que tenemos que generar cuando pensamos en lo amables que han sido los demás con nosotros? Es una emoción de gratitud y aprecio. Nos sentimos muy agradecidos por lo que hicieron y esa es la razón por las que nos sentimos automáticamente atraídos a querer ser amables con ellos. 

Amor reconfortante y compasión

Lo que sigue de la gratitud se llama amor reconfortante; estamos tan agradecidos que, con solo verlos, nuestro corazón se reconforta y se abre porque estamos muy agradecidos por lo amables han sido. Automáticamente, la emoción surge de este amor reconfortante. Tiene sentido. Si el paso previo a sentir amor reconfortante fuera la culpa por no ayudarlos, ¿por qué nos sentiríamos tan complacidos y contentos, con una sensación cálida al verlos? Por el contrario, sentiríamos: “Válgame, tengo que ayudar a esta persona. Bueno, será mejor que lo haga porque fue muy amable conmigo”.  

En lugar de ello, esta secuencia consiste en que, cuando tenemos este amor reconfortante, lo primero que surge de él es un pensamiento de amor: “Realmente me encantaría que seas feliz y tengas las causas de la felicidad”. Sin embargo, entonces, vemos que la persona está sufriendo, lo cual es horrible, y entonces pensamos: “Pero estás sufriendo así que espero que puedas estar libre del sufrimiento y de las causas del sufrimiento. De esta forma, en secuencia, después surge la compasión de forma natural.

Si estamos tan agradecidos por lo que han hecho, por supuesto, nos sentimos muy felices de ver a la persona, nos animamos, estamos completamente abiertos, y entonces el amor y la compasión surgen naturalmente.  

La dirección de nuestra energía en la meditación de discernimiento  

Al enfocarnos en la compasión, nos estamos enfocando en varios seres o grupos de seres a la vez. Es difícil enfocarse, literalmente, en todos los seres limitados. Pero, como explica Tsongkhapa, basando su explicación en Asanga -un maestro indio, en el contexto de la generosidad, pero también aplica aquí-, que en quienquiera que nos estemos enfocando es solo una parte de la perspectiva Mahayana más amplia. El alcance de nuestra compasión son todos los seres limitados, todos. Esta persona o grupos de seres en los que enfocamos nuestra compasión es solo una pequeña parte de esta gran imagen de “todos”, por lo que necesitamos darnos cuenta de ello y no perder de vista el panorama general. Es muy profundo lo que Asanga y Tsongkhapa elaboran en este punto.

Además, en cuanto al sufrimiento en el que nos estamos enfocando, al pensar: “Que puedan liberarse de este sufrimiento y la causa de ese sufrimiento”, necesitamos reconocer que esa es solo una pequeña parte de todo el sufrimiento, del sufrimiento que todo lo impregna, cada tipo de sufrimiento que ellos tienen. Esta es solo una parte de eso que todo lo impregna cuando deseamos: “Que puedas liberarte de eso”. No perdemos el panorama general ni se ha convertido solo en un tipo de compasión mundana, muy limitada, por algunos seres. 

Si hemos generado compasión de la forma Mahayana apropiada, entonces nuestra energía – si somos sensibles a nuestra energía – está completamente abierta a todo el universo. Ahora, nos estamos enfocando en esta pequeña parte, como el telescopio está abierto a una pequeña parte del cielo, y este individuo en el que nos estamos enfocando es representativo. No hay nada especial en este individuo en el que nos estamos enfocando, así que no hay apego, repulsión ni indiferencia. No es nada especial. Eso siempre está ahí. En la meditación de discernimiento, nuestra energía sale hacia esta persona. Dirigimos nuestra energía hacia ella pensando: “Que puedas estar libre del sufrimiento y de las causas del sufrimiento”, dentro de esta perspectiva mucho más amplia. 

La dirección de nuestra energía en la meditación estabilizadora  

Luego, una vez que esa compasión es establecida, queremos estabilizarla. Con la meditación estabilizadora, no es tanto que la energía salga hacia la persona. Esto es muy, muy difícil de describir, debo decir. Generalmente lo describo solo como que la energía penetra, pero eso es muy vago. Su Santidad explicó que es la energía que va en dirección interna, así que se mueve hacia adentro, no hacia afuera. 

¿Qué podría significar eso? Es muy interesante examinar eso en nuestra propia meditación. En cierto sentido, la energía se está volviendo más sutil. No es que estemos perdiendo nuestra gran perspectiva. Aún es Mahayana, pero la dirección de la energía no es tanto en términos del objeto como en términos de solo conservar la emoción misma (pero sin perder de vista el objeto). Es un asunto del movimiento de la energía y, obviamente, eso está en nuestra mente. ¿Se está moviendo hacia el objeto, hacia el holograma mental del individuo que se está discerniendo, o se está estabilizando, sin moverse realmente, retirándose del holograma? 

Alternar los dos tipos de meditación

Ahora, esto se vuelve muy complicado, y se describe en los textos de meditación. ¿Cómo se describe? Se describe que, cuando la meditación estabilizadora se vuelve muy débil, necesitamos alternarla con la meditación de discernimiento. Cuando estamos tratando de estabilizar esa compasión, la energía está, en un sentido, entrando, volviéndose un poco más estable, no yendo hacia afuera tan activamente en discernimiento. La diferencia a veces se explica utilizando los términos activa y pasiva, pero pasiva no es correcto. Pasiva implica que algo nos está sucediendo. Así, la diferencia es entre activa y no activa. Cuando no está activa, la energía no se mueve mucho. Entonces lo que sucede es que la verdadera fuerza de esa emoción tiende a debilitarse. Realmente no sentimos esa emoción tan fuertemente porque no estamos enfocados activamente en aplicarla a un objeto. Así, cuando empieza a alcanzar el punto en el que realmente no estamos sintiendo nada, entonces tenemos que proyectar esta compasión activamente hacia el holograma mental del objeto representativo por el que estamos sintiendo compasión. 

Pregunta

¿Podemos hacer este tipo de meditación estabilizadora cuando hacemos la práctica de mantras?

No, no realmente. Podemos hacer la meditación de discernimiento con un mantra, pero la energía se mueve demasiado con un mantra como para hacer la meditación estabilizadora. Quiero decir, no estoy hablando de etapas avanzadas, como la etapa del discurso separado (ngag-dben) del tantra completo, en donde hemos unido la respiración y el movimiento de las energías con el mantra OM AH HUM. No estoy hablando de ese nivel. Estoy hablando de la recitación básica de OM MANI PADME HUM mientras se hace tonglen, por ejemplo. El discurso separado, en donde hacemos que la respiración, la energía y el mantra sean inseparables, ese es completamente otro nivel. 

Veamos la práctica de tantra. En la etapa de generación, recitamos el mantra junto con la visualización, en donde salen luces y todo este tipo de cosas, así que es algo muy activo. En esta etapa, obtenemos más de este desarrollo de la sensibilidad del flujo de la energía donde tenemos cosas que se generan y emanan (energía que sale) y cosas que son reabsorbidas (energía que entra). Pienso que quizás, si hemos hecho suficiente de ese tipo de práctica, entonces empezamos a volvernos sensibles a cómo se siente nuestra energía. Con esa práctica, obtenemos la sensibilidad de la dirección de nuestra energía, no solo al aquietarnos.  

Conclusión 

Así es como se hace realmente la meditación de discernimiento y la meditación estabilizadora sobre la compasión. 

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