Hay muchas explicaciones del karma dentro del budismo y es el tema más difícil según el propio Buda. Sin embargo, podemos decir que no es determinista, porque es posible cambiar lo que experimentamos; es posible cambiar lo que hacemos. Y no está predeterminado, porque la predeterminación implicaría que hay alguien externo al sistema que ha decidido lo que va a pasar. No es un libre albedrío total, lo que implicaría que hay un “yo” que es totalmente independiente de todo, eligiendo qué hacer en un menú. Más bien, todo lo que experimentamos puede explicarse: hay causas.