Introducción
Este seminario trata sobre cómo los cinco rasgos de familia búdica crean nuestra visión del universo. Este es un tema que aborda lo que llamamos en el budismo “naturaleza búdica”. La palabra “familia” en “familia búdica” es en realidad la palabra sánscrita para casta, un sistema social que se ha desarrollado en la India. Después de todo, el Buda era indio y se dirigió a una audiencia india, por lo que está hablando de la casta del Buda. En la India, la sociedad se divide en muchas castas diferentes. Lo que el Buda enfatizó fue que, cuando nos unimos a la comunidad budista -aquí se refería específicamente a la comunidad monástica- todos se vuelven parte de la casta del Buda, y las divisiones de castas sociales ya no existen. En teoría, todo el mundo pertenece a la casta del Buda.
El significado de la casta del Buda se refiere al hecho de que todo el mundo tiene el potencial de convertirse en un buda, por lo que, en este sentido, todos pertenecemos a esta única casta, familia o clan (o como queramos traducir la palabra). Cuando hablamos de la naturaleza búdica, no estamos hablando de una naturaleza en particular: estamos hablando de muchas, muchas características o rasgos diferentes de esta familia búdica o casta del Buda. Hay muchas, muchas características, aspectos o potenciales diferentes -que tenemos, que todos tenemos- que nos permitirán convertirnos en un buda. Estos son los diferentes factores de la naturaleza búdica.
Por lo tanto, cuando hablamos de las cinco familias búdicas o cualquier número de familias búdicas de las que queramos hablar, en realidad estamos hablando de cinco o más grupos diferentes de características o rasgos que todos tenemos y que nos permitirán convertirnos en buda. Es como que, dentro de una casta, hay subdivisiones; por ejemplo, tenemos diferentes miembros de la familia: el padre, la madre, la abuela, la nieta, etc. Asimismo, dentro de esa familia, existen estos grupos de características en la naturaleza búdica. Si revisamos más específicamente los factores de la naturaleza búdica, vemos que son factores que se transforman en los diversos aspectos de un buda o son responsables del hecho de que existen estos diversos aspectos de un buda. El hecho de que existan dentro de nosotros significa que también están en un buda.
Estoy explicando todo esto porque creo que es importante, antes de que comencemos a trabajar con estas diversas familias búdicas, tener una idea de la teoría de dónde viene; de lo contrario, si no lo ponemos en su contexto adecuado, podemos desarrollar ideas bastante extrañas al respecto. Dado que se llaman familias búdicas, obviamente, tienen algo que ver con el budismo, por lo que necesitamos hablar un poco sobre el contexto budista del que provienen.
La naturaleza búdica es un tema complejo, como tantas otras cosas en el budismo. ¡Pero eso es porque la vida es compleja! Para lidiar con la vida, necesitamos algo que también sea complejo y que pueda lidiar con todos los diferentes aspectos de la vida. Esa es solo la realidad de las cosas. Nuestro cuerpo es complejo, ¿no? Nuestra mente es compleja. Todo es complejo. Tenemos que lidiar con eso de esa manera y aceptar que es así. No hay nada sorprendente ni nada que deba ser motivo de inquietud. Podemos lidiar con cosas complejas. Cualquiera que use una computadora sabe que podemos lidiar con algo que es bastante complejo.
Rasgos estables y evolutivos de la familia búdica
Hay diferentes tipos de rasgos de la familia búdica. Los rasgos estables son aquellos que nunca cambian, como la naturaleza convencional y la más profunda de la mente. Son siempre los mismos; nunca cambian. Los dos aspectos diferentes de la naturaleza de la mente, nuestra mente como una persona común y la mente de un buda, siguen siendo exactamente los mismos, no cambian. El hecho de que nuestra mente limitada tenga una cierta naturaleza es consistente con el hecho de que la mente de un buda también tiene el mismo tipo de naturaleza. Debido a que nuestra mente tiene esa naturaleza, también podemos tener una mente búdica que tenga la misma naturaleza.
Otro aspecto es que los rasgos estables podrían ser cosas que nunca cambian en la naturaleza. Por ejemplo, tener cuerpo, tener habla o comunicarse, tener mente; estos hechos no cambian en la naturaleza, aunque obviamente, el tipo de cuerpo que tenemos puede cambiar. Estos son rasgos estables.
Luego, están los rasgos evolutivos. Estos rasgos pueden ser factores que siempre estuvieron ahí, pero son potenciales que pueden estimularse para crecer, como las buenas cualidades, la compasión o la bondad. Cuidar de alguien, ya sea cuidar de nosotros mismos o de otra persona, es un rasgo que siempre forma parte de la mente de todo ser; sin embargo, se puede manifestar de diferentes formas y puede estimularse para crecer. Puede evolucionar para ser como la de un buda, de modo que con el tiempo cuidemos a todos de la misma manera.
También hay rasgos evolutivos que pueden adquirirse por primera vez; no siempre estuvieron ahí. Por ejemplo, la bodichita, que es una mente que se propone iluminarse para beneficiar a todos; esto es algo que pudimos desarrollar en un momento determinado, por primera vez, no siempre la tuvimos. O podría ser la comprensión correcta de la vacuidad de la realidad. No la tenemos y luego la desarrollamos por primera vez. Una vez que se ha desarrollado por primera vez, se puede estimular para que crezca; o puede reforzar otros factores que siempre estuvieron ahí.
Todos estos diferentes aspectos de la naturaleza búdica son cosas que se transforman o dan cuenta de los diversos aspectos del ser iluminado en el que nos convertiremos. No estamos hablando en general; estamos hablando de nuestra propia iluminación futura específica más adelante en nuestra continuidad mental. No la continuidad del “tiempo” general, sino la continuidad de nuestra propia continuidad mental. Eso es lo que entendemos por bodichita; es una mente que está dirigida a nuestra propia iluminación futura más adelante en nuestra continuidad mental, no dirigida a la iluminación en general - es nuestra propia iluminación futura específica. Necesitamos lograrlo lo más rápido posible para ayudar a los demás. Eso se basa en estar plenamente convencidos de que eso existe en términos de nuestra continuidad mental futura y que es posible lograrlo. De lo contrario, nos dirigimos a algo que ni siquiera estamos seguros de poder lograr, lo que hace que nuestro desarrollo espiritual sea muy inseguro.
Entonces, ¿cómo sabemos que en realidad es posible alcanzar la iluminación? Bueno, una de las formas es comprender que tenemos todos los potenciales para eso: los factores estables, los factores evolutivos, todos estos factores de la naturaleza búdica, que se transformarán en los aspectos de esa iluminación futura o permanecerán igual y darán cuenta del hecho de que tenemos estas características cuando estemos iluminados.
Ejemplo: El problema de la baja autoestima
Cuando trabajamos con estos rasgos de la familia búdica, estamos hablando de cómo usamos realmente el material de la familia búdica; lo que implica es aquietarse para reconocer los rasgos que siempre han estado ahí y luego estimularlos para que crezcan. Ese es un punto importante: tranquilizarse para reconocerlos, o estimularlos para que crezcan, o ambas cosas, especialmente si sufrimos de baja autoestima: “No soy lo suficientemente bueno” o “no tengo la capacidad. ¿Cómo podría convertirme en un buda? ¿Cómo podría hacer algo siquiera?”. Este tipo de pensamiento significa que es muy importante poder reconocer que: “Sí tengo todos estos diversos factores de la naturaleza búdica. Tengo todos estos factores, todos estos potenciales, que todo el mundo tiene. No soy diferente de los demás”. Es solo una cuestión de aquietar a nuestra mente. Por lo general, estamos tan nerviosos y tan estresados que ni siquiera reconocemos estas cosas. Sin embargo, si podemos calmarnos, entonces podemos descubrir lo que siempre ha estado ahí. Para usar la analogía que encontramos en los textos budistas: “Descubre el tesoro que siempre estuvo debajo de la superficie”. Esto nos da cierta confianza en que tenemos los materiales de trabajo para convertirnos en un buda, para ayudar a otros cada vez más.
Los problemas de baja autoestima muy a menudo giran en torno al hecho de que estamos demasiado estresados para ver realmente cuál es nuestro caso. Si estuviéramos menos estresados y nos tomáramos el tiempo para aquietarnos y reconocer lo que había allí, no habría razón para tener baja autoestima. Cuando pensamos en estos factores de la naturaleza búdica en términos de evolución (cosas que necesitan ser estimuladas para crecer) lo que entendemos es que todos estos factores están presentes en todos, pero hay un espectro en términos de qué tan bien desarrollados están y cuánto están funcionando. En cada uno de nosotros, en un momento dado, cada factor particular va a estar en un punto diferente de ese espectro, pero eso no importa. Sea cual sea el punto del espectro, en términos de intensidad, en términos de nuestra inteligencia, o en términos de nuestra compasión o lo que sea, está bien. Todo el mundo tiene cierto nivel de inteligencia. Además, todo el mundo tiene algún nivel de compasión, y eso es con lo que trabajamos, lo que sea que esté allí. En cada persona diferente, cada uno de estos factores estará en un punto diferente del espectro. En nosotros, estarán en diferentes puntos del espectro en diferentes momentos de nuestra vida, e incluso en diferentes momentos del día. Estar en diferentes puntos no es gran cosa, no es ninguna sorpresa. Es una cuestión de: “Trabajemos con el nivel que sea que tengamos ahora en general en nuestra vida, el nivel que tengamos ahora en este momento en este día”. Trabajamos con él y lo estimulamos para que crezca.
Ejemplo: Egoísmo
Podemos reconocer estos factores en nosotros mismos de dos formas. Una forma es simplemente aquietarnos. La otra es que muchos de estos factores se mezclan con la confusión y se distorsionan, por lo que otra forma es aquietar sus distorsiones. Aquietar las distorsiones nos permite ver la cualidad subyacente que está ahí. Tomemos el ejemplo de ser egoístas, donde solo nos preocupamos por nosotros mismos, cuidando de nosotros mismos y nuestras propias necesidades. Si aquietamos eso un poco y tratamos de eliminar la confusión que existe, ¿cuál es la estructura subyacente? La estructura subyacente es cuidar de alguien. Cuidar de alguien se ha mezclado con esta confusión de que: “Solo estoy yo y soy el más importante del mundo y al diablo con todos los demás”. Se ha mezclado con esa confusión, así que solo nos cuidamos a nosotros mismos. Sin embargo, si aquietamos esa confusión, entonces ese potencial, habilidad o cualidad de cuidar a alguien se puede desarrollar y estimular para que crezca, de modo que cuidemos no solo a uno o dos más, sino que, con el tiempo, cuidemos a todo el mundo, como un buda. Esta es una forma en que trabajamos con estos diversos factores de la naturaleza búdica, y muestra la importancia de trabajar con las llamadas familias búdicas.
¿Por qué no nos tomamos un par de minutos para reflexionar sobre eso? Una vez que tengamos la base teórica, toda esta discusión quedará clara. Si vemos el contexto, entonces podemos revisar cómo trabajamos realmente con este material.
[meditación]
El punto principal aquí es comprender el significado de toda la discusión sobre las familias búdicas. ¿Por qué es un tema relevante y cómo es un tema relevante para nuestra vida? ¿Por qué querríamos trabajar con ellos? Queremos trabajar con ellos para poder reconocer los talentos que todos tenemos y tener una idea de cómo desarrollarnos y crecer. Si eso está claro, entonces el siguiente punto se refiere a los diversos esquemas de estos rasgos de la familia búdica : los sistemas de clasificación.
Diferentes sistemas
Como dije, el Buda enseñó muchas cosas diferentes para muchas personas diferentes. Estos rasgos de la familia búdica se pueden reunir en varios grupos. Es una especie de subfamilias y subcastas. También podríamos llamar a estos las diferentes familias búdicas. La pregunta es, ¿cuántos grupos hay? Este tema se discute principalmente en la división tantra de las enseñanzas budistas. Hay varias formas de dividir el tantra. Uno es un sistema que divide el tantra en cuatro clases. En las dos primeras clases, hay tres familias búdicas. En la tercera clase, hay cuatro familias búdicas. En la cuarta clase, llamada tantra anutarayoga, que es la clase superior de tantra, generalmente hay cinco familias -excepto en Kalachakra y el sistema Sakya del camino y su resultado, donde tenemos seis familias búdicas. En el sistema anutarayoga Guhyasamaja, tenemos la presentación de una familia búdica, cinco familias búdicas o cien familias búdicas. Evidentemente, no existe un sistema de clasificación fijo: se pueden agrupar de diversas formas. Aquí no hay un solo Dios, una sola Verdad. Independientemente del número de familias búdicas que analicemos, todas son relevantes para nosotros. Son solo diferentes formas de describir todos los diversos potenciales que tenemos.
Hoy hablaremos sobre el sistema de clasificación de las cinco familias búdicas, que es quizás el más conocido. Por supuesto, la presentación de las cinco familias búdicas tiene muchas, muchas variantes. No hay una sola forma de presentar las cinco familias búdicas. Conozco al menos cinco formas distintas de explicarlas, y estoy seguro de que hay muchas más. El sistema de las cinco familias búdicas con el que algunos de nosotros estamos familiarizados proviene del sistema de la “conciencia del espacio Maitri” desarrollado por Chogyam Trungpa Rinpoche. Ese es solo uno de esos cinco que yo conozco; sin embargo, hay otros.
Analogía con los sistemas de medicina
¿Cómo nos relacionamos con esto? La mejor manera de relacionarse con esto es mediante una analogía. Podríamos usar la analogía tradicional del elefante y los ciegos que usó el Buda, pero creo que podemos entender esto también a partir de la analogía de los sistemas médicos: todos tenemos un cuerpo y hay muchos sistemas médicos diferentes que podemos usar para trabajar con el cuerpo y curar el cuerpo. Cada uno de estos sistemas médicos describe el cuerpo de una manera determinada e indica una forma de equilibrar el cuerpo cuando no está equilibrado. Tenemos la descripción alopática occidental del cuerpo, con los vasos, los nervios, el sistema digestivo, el sistema respiratorio, etc. Esa es una descripción válida del cuerpo. Si hay un desequilibrio en ese sistema, entonces podemos usar varios medicamentos y cosas para devolver el equilibrio al sistema digestivo, el sistema circulatorio o lo que sea.
Sin embargo, también existe la descripción ayurvédica del cuerpo en términos de los humores del viento, la bilis, la flema y varias otras cualidades como rajas, tamas, sattva y este tipo de cosas que obtenemos en los sistemas de yoga que también describen la funcionamiento del cuerpo. Eso también es exacto. Cuando eso está desequilibrado, existen algunos métodos que podemos aplicar para volver a equilibrarlo, y funciona; el resultado es buena salud. Luego, está la descripción tibetana del cuerpo y sus diversos componentes, que también tiene que ver con la bilis, el viento y la flema, pero en un sistema diferente que tiene que ver con los elementos, etc., que también pueden volver a equilibrarse. En la medicina china, la descripción del cuerpo incluye los distintos canales de acupuntura, el yin y el yang y los cinco elementos chinos (que son diferentes de los cinco elementos indios). También es un sistema funcional que describe con precisión el cuerpo, que puede equilibrarse cuando está desequilibrado.
No podemos decir que un sistema sea el sistema correcto por excelencia. Todos son útiles y todos indican formas en las que podemos restablecer el equilibrio en el cuerpo. Es lo mismo con las familias búdicas. Incluso si nos limitamos a las cinco familias búdicas, hay diferentes descripciones de las cinco familias búdicas y lo que encaja en cada familia. Hay muchos sistemas, pero cada uno de ellos indica un sistema holístico completo con el que podemos trabajar no solo para lograr el equilibrio, sino también para desarrollar todas estas cualidades para convertirnos en un buda. Cada uno tiene su propia validez y utilidad, al igual que estos diferentes sistemas de medicina.
Confusión potencial
Señalo esto porque cuando trabajamos con estas familias búdicas, cuando leemos literatura diferente, etc., puede ser increíblemente confuso, porque puede que no sea obvio que un libro esté hablando de las cinco familias de acuerdo con un sistema y otro libro habla de las cinco familias según un sistema diferente. Esto se debe a que, independientemente del sistema del que estemos hablando, todos tienen los mismos cinco nombres estándar. En cada sistema, hablamos de un tipo diferente de conciencia. Yo lo llamo "conciencia profunda"; algunas traducciones lo llaman "sabiduría de buda". Sin embargo, hay un tipo de conciencia o sabiduría; hay un elemento, color y tipo de actividad asociado a cada una de estas familias. Hay un tipo específico de distorsión neurótica de la misma. Sin embargo, en cada uno de estos sistemas, qué elemento va con qué familia, qué conciencia va con qué familia y qué color va con qué familia, es diferente.
Por ejemplo, tenemos la familia ratna (la familia joya) y, en algunos sistemas, la tierra está en esa familia; en otro sistema, el agua está en esa familia; y en otro sistema, el fuego está en esa familia, y podríamos pensar: “¿Qué demonios está pasando aquí?”. Es importante no asustarse por eso porque, como a menudo escuchamos en la explicación budista, en cualquier aspecto particular de estas cinco familias podrían incluirse las otras cinco familias. Todo podría estar entrelazado con todo; ¡es muy budista!
Esto no es tan extraño si lo pensamos. La imagen que se utiliza es la red de Brahma (está en el hinduismo también), la cual está hecha de espejos. En cada pequeño hilo cruzado de la red hay un espejo, y en cada espejo se reflejan todos los demás espejos. Es este tipo de imagen. También tenemos esto en la ciencia; por ejemplo, si tomamos una célula madre, se puede desarrollar cualquier cosa a partir de una célula madre o se puede clonar cualquier cosa. Todo el cuerpo de un ser se puede clonar a partir de una célula, por lo que todo se refleja en cada pequeña parte.
¿De cuál familia búdica soy?
¿Cuál es la conclusión de esto? Muy a menudo, el acercamiento a las familias búdicas es: “¿De cuál familia búdica soy?”. Entonces, obtenemos todas las características de esa familia búdica en particular, pero eso es solo de acuerdo con un sistema. Obtendríamos una imagen completamente diferente de una familia búdica si revisamos un sistema diferente (por ejemplo, con respecto a la familia ratna) porque hay un elemento diferente. Me parece que no es tan útil tratar de identificar de qué familia búdica en particular podríamos ser si lo vemos de una manera muy absoluta, como el asunto de “una sola Verdad”. Cuando tomamos iniciaciones tántricas, en cada iniciación que tomamos, arrojamos una flor al mandala, ¡y resulta que somos de una familia búdica diferente cada vez! Evidentemente, podemos ser de cualquiera de ellas. Es como el I Ching, tiramos las monedas, y en cualquier momento puede ser cualquiera de los hexagramas, y todos son aplicables. Asimismo, todas las familias búdicas nos son aplicables en diferentes momentos en cada una de sus formas de ser presentadas.
Cuando se trabaja con las familias búdicas, en lugar de hacer la pregunta: “¿cuál de las cinco soy yo?”, es más relevante tratar de reconocer los cinco aspectos dentro de nosotros mismos. Traten de no preocuparse tanto por cómo se integra en una familia búdica en particular, a menos que nuestra mente sea bastante flexible y podamos trabajar con muchos, muchos sistemas. Si nuestra mente no es tan flexible, especialmente si esto es nuevo para nosotros, a menudo puede resultar confuso. Es mejor, creo que es más útil, reconocer que siempre hay cinco tipos diferentes de conciencia; siempre hay cinco tipos diferentes de actuación; cinco tipos diferentes de comunicación, y tenemos el potencial para ser todos y cada uno de ellos. Entonces, podemos trabajar con ellos, en lugar de pensar: “Yo soy solo uno”.
Ese es el enfoque que seguiremos este fin de semana. Indicaré algunas de las variaciones que tenemos en los diferentes sistemas, pero no nos detengamos en: “Este tipo particular de conciencia profunda está en esta familia, este tipo está en esa familia, y ese sistema va de la mano con eso”. Puede volverte loco a menos que tengas una mente muy ordenada. Prefiero simplemente trabajar con las cinco. No haremos un ejercicio de taxonomía, como en qué clase ponemos este insecto o ese insecto, como en biología. No tendremos un ejercicio como ese en términos de familias búdicas, sino más en términos de una aplicación práctica.
Listado de las cinco familias búdicas
Primero que nada, debemos nombrar las cinco familias búdicas:
- Una familia se llama la "familia Tathagata", que es otra palabra para un buda; por lo tanto, a menudo se le llama la "familia búdica". Cada familia está representada por un símbolo: una rueda representa a la familia búdica. Suele haber una figura búdica asociada a esto; es como una representación de esta familia búdica, la forma de un buda. Este es el Buda Vairochana.
- Luego está la familia joya, ratna en sánscrito. Es representada por una joya, y la figura búdica principal es Ratnasambhava.
- Luego está la familia loto o familia padma en sánscrito. Está representada por un loto. La figura búdica principal es Amitabha, pero también caben otras figuras como Avalokiteshvara.
- Luego está la familia karma o acción. Es representada por una espada. La figura búdica principal es Amoghasiddhi, pero Tara también pertenece a esta familia.
- La última es la familia vajra. Vajra es como un rayo o un relámpago; en realidad es un pequeño instrumento ritual. La figura principal búdica es Akshobhya.
Esos son los nombres generales. Bien podríamos conocerlos, aunque no trabajaremos tanto con ellos. Como información general, quizás sea útil saberlo.
Cinco aspectos
Independientemente de qué aspecto encaja en qué familia en diferentes sistemas, trabajemos ahora con un nivel de los cinco. El sistema más general de los cinco rasgos familiares serían las cinco cosas que se convertirían en todos los aspectos de un buda. Los cinco aquí son (1) actividad mental. Siempre hay algún tipo de actividad mental, el surgimiento de una apariencia, el conocimiento de las cosas. Luego hay (2) buenas cualidades que vienen con eso, en términos de compasión, comprensión, etc. Hay (3) expresión corporal. Todos tenemos un cuerpo. Hay (4) expresión verbal. Todos tenemos habla. Todos tenemos (5) algún tipo de actividad que influye en los demás o en nosotros mismos. Por lo general, hablamos de eso en términos de cuerpo, palabra, mente, cualidades y actividades. También se pueden explicar en diferentes órdenes.
Estas son cosas que todos tenemos. No cambian en términos de su naturaleza. En nuestra vida diaria los tenemos todo el tiempo y también tendremos estos cinco aspectos como budas. (1) Siempre vamos a tener alguna actividad mental: saber algo, ver, oír o lo que sea. (2) Eso será con ciertas buenas cualidades. (3) Esto tendrá algún tipo de expresión física. Podría tener una expresión burda en términos de nuestro cuerpo: el lenguaje corporal, la expresión de nuestro rostro, cómo nos vemos realmente. (4) Tendrá una expresión verbal. Puede que no estemos hablando todo el tiempo, pero existe algún tipo de comunicación, incluso una comunicación silenciosa. Sin embargo, si pensamos en términos de expresión verbal, eso también va a tener el tono de nuestra voz, el volumen, la suavidad: todas estas cosas comunican, no solo las palabras. (5) Esto va a tener algún tipo de influencia: si nuestro estado de ánimo y la expresión que tenemos influye en los demás, si estamos con otros o incluso cuando no estamos con otros. Cuando estamos solos, influye en nosotros mismos, en cómo nos sentimos, etc., ¿no es así? Siempre tenemos estos cinco aspectos.
Estas son cosas que pueden operar en diferentes niveles, pero siempre están ahí; pueden desarrollarse, en otras palabras. Al menos la mayoría de ellas pueden desarrollarse, en términos de cuándo somos conscientes de algo, entonces las cualidades que están dentro pueden desarrollarse con más compasión, menos compasión, más comprensión y menos comprensión. La expresión que tenemos en nuestro rostro o la forma en que sostenemos nuestro cuerpo puede ser completamente indiferente, o podría ser un ceño terrible en nuestro rostro, o podría ser una sonrisa. La apariencia que damos es algo que está ahí todo el tiempo, ¿no es así? Podría ser una apariencia agradable, que podría ser más útil para los demás, o podría ser indiferente, y eso jugará un papel en nuestra interacción con los demás. Estas cosas también tendrán un efecto en nosotros mismos; si siempre estamos encorvados y nuestros músculos siempre están tensos, así es como tenemos nuestro cuerpo, y definitivamente tiene una influencia en nosotros, ¿no es así? Estoy seguro de que lo entienden, ya que muchos de ustedes tienen experiencia en yoga y son muy conscientes de este aspecto. La forma en que nos comunicamos verbalmente puede ser con palabras apropiadas o inapropiadas. Podemos expresarnos con claridad o sin claridad. El tono emocional que hay en las palabras es muy, muy importante. Volumen. Todas estas cosas se pueden ajustar, trabajar y desarrollar.
A menudo, lo que sucede es que estas cinco partes no están en armonía entre sí. Podríamos decirle palabras amables a alguien, pero en realidad no sentimos ninguna amabilidad. Simplemente las decimos, y al mismo tiempo, tenemos una expresión indiferente en nuestro rostro. Estas cosas no están del todo en armonía y la influencia que tiene en los demás es que no nos creen. No está teniendo la influencia que nos gustaría que tuviera. Cuando decimos: “¡Fue un placer verte!” o “¡qué bueno verte de nuevo!” y en realidad no estamos pensando eso en absoluto, quiero decir, en realidad estamos pensando: “¡Dios mío, ahí está esa persona otra vez!”, pero estamos siendo muy educados. Decimos: “¡Oh, es un placer verte!”, pero el sentimiento o la cualidad detrás de eso no está del todo ahí. Tal vez nuestra expresión facial no coincida con lo que decimos. Si nos damos cuenta y reconocemos que, en cada momento, tenemos estos cinco aspectos, entonces de alguna manera verificamos lo que está sucediendo con estos cinco aspectos y podemos tratar de ponerlos más en armonía y trabajar con ellos.
Este es el punto central de cómo trabajamos con estas familias búdicas. Incluso con el aspecto de la actividad mental, podemos estar diciendo: “¡Qué maravilloso es verte!”, pero en realidad, con nuestra mente, estamos pensando en otra cosa. No es que nuestra mente esté totalmente concentrada en lo que estamos diciendo. Estamos pensando: “¡Qué terrible es verte!”, pero estamos diciendo algo diferente. Eso también puede estar fuera de armonía.
Ejercicio
Lo que sugeriría como ejercicio es que nos dividamos en pequeños grupos de tres personas. Lo que tenemos es una persona hablando con otra persona. Están el hablante, el oyente y el observador. Uno, el hablante, diría, por ejemplo: “¡Qué hermoso verte!” o “¿cómo estás?”. Tenemos este pequeño tipo de interacción allí. No se queden solamente con esas preguntas, continúen la conversación. Entonces todos, las tres personas, informan lo que estaba sucediendo con estos cinco aspectos. ¿Qué estaba pasando con la mente? ¿Qué cualidades estaban presentes? ¿Qué sentimientos tuviste? ¿Qué emociones tuviste? ¿Qué estaba pasando con el lenguaje corporal, la apariencia? ¿Qué estaba pasando en la expresión facial? ¿Qué estaba pasando con el tono de voz, las palabras reales? ¿Qué influencia tuvieron desde el punto de vista del hablante, desde el punto de vista de la persona que escuchó esto y desde el punto de vista del observador? Discutan esto en su grupo.
[ejercicio]
Aquietémonos por un minuto ya que muchos de ustedes se emocionaron mucho durante nuestra discusión. Aquietémonos enfocándonos en la respiración antes de continuar. Después de enfocarse en la respiración por un momento, intenten digerir la experiencia. Piensen: “¿Qué he aprendido de este ejercicio?”.
Discusión
¿A alguien le gustaría compartir con el grupo lo que aprendió de esta experiencia, este ejercicio?
Para ella, fue muy interesante darse cuenta de cómo la aproximación – la aproximación física, mental y verbal de una persona - induce un movimiento en tu propio cuerpo.
¿Qué quieres decir con “induce un movimiento en tu propio cuerpo”?
En el cuerpo del oyente, da una fuerte impresión, no solo en la mente sino también en el cuerpo.
Esto es muy cierto. Esta es la influencia que tenemos sobre los demás. Nuestra actitud les influye. Nuestra expresión corporal influye. Lo que decimos y cómo lo decimos tendrá una influencia y, a veces, lo realmente interesante es ver cómo le estamos dando mensajes contradictorios a la otra persona en términos de lo que estamos diciendo en contraste con lo que realmente estamos haciendo. Podríamos estar diciendo algo realmente muy agradable, pero en realidad, estamos distraídos y no los estamos viendo; estamos viendo hacia otro lado mientras hablamos con ellos, y eso da un mensaje bastante diferente de lo que podrían estar diciendo nuestras bonitas palabras. A menudo, ni siquiera somos conscientes de eso porque realmente podríamos estar enfocados solo en el sentimiento que tenemos y, muy a menudo, no prestamos atención en absoluto. No somos conscientes del hecho de que quizás nuestras manos estén saltando hacia arriba y hacia abajo.
Por ejemplo, conozco a alguien, una buena amiga mía, que cuando habla siempre golpea la mesa y hace ese ruido horrible, fuerte y violento, a pesar de que está diciendo algo muy suave y muy inocente. Ella hace estos gestos realmente fuertes que dan un mensaje completamente diferente, pero no se da cuenta en absoluto. Golpear la mesa de esa manera me pone nervioso; es molesto. No hay una interacción gentil con ella cuando hace gestos tan violentos, y ella lo ignora por completo.
De una manera más sutil, ella se dio cuenta de que el hablante era bastante inseguro y él aceleró. Él se volvió rápido y eso indujo en ella la impresión también de acelerarse, e impresiones que no estaban completamente ordenadas.
Hay dos tipos de influencias que la interacción tiene sobre nosotros. Una es la influencia en términos de la impresión que tenemos de la otra persona, y la otra influencia es en términos de cómo nos sentimos en respuesta a eso.
Su punto es que la secuencia no es siempre la misma. Puede cambiar lo que viene primero. Puede diferir durante una interacción.
¿Dio algunos ejemplos?
Sí, lo que hay en la mente se muestra en el cuerpo, pero también el cuerpo puede influir en la actitud de ella. Entonces, no siempre es la misma secuencia.
Bueno, eso es muy cierto, especialmente si tenemos algún dolor muscular o algo así. Aunque el sentimiento básico, ese tipo de interés por alguien, podría estar ahí; sin embargo, debido a que tenemos dolor de cabeza o algún dolor muscular, eso influye en la sensación y luego eso comunica algo un poco diferente. ¿Alguien más?
Descubrió que se da cuenta, escucha y siente más con el sentimiento que con la mente clara. Ella asimila más sintiendo que asimilando con la mente clara.
Bueno, esta es la influencia que alguien tiene sobre nosotros. Este aspecto puede ser en términos solo de nuestra percepción, nuestros sentimientos a nivel emocional o en términos de una sensación física. Quiero decir, existen todas estas dimensiones en las que influimos en nosotros mismos y en los demás. Podemos estar con alguien, y como esa persona está muy nerviosa, nos pone nerviosos y afecta nuestros sentimientos, o hace que automáticamente tengamos nuestros músculos tensos, o automáticamente puede hacer que nuestros músculos se relajen estando con la otra persona. Hay muchas dimensiones.
También está la calidad de nuestra propia actividad mental.
Que nuestra actividad mental al estar con la otra persona tenga la cualidad de sentir simpatía o repulsión hacia ella, también está influenciado por la otra persona, y obviamente también está influenciado por nuestro propio estado de ánimo y disposición. Un punto importante es darse cuenta de que estas cinco familias, estos rasgos de familia búdica, se conectan entre sí porque también, incluso si encontramos a la persona agradable, lo que podría afectar cómo nos sentimos en respuesta también podría ser si tenemos un dolor de cabeza o no. Eso también lo va a influir. Por ejemplo, si estamos muy ocupados y distraídos, entonces estamos pensando en otra cosa. Todas estas cosas interactúan como un entramado, ¿cierto?
Percibir a alguien como agradable, ¿significa que los cinco aspectos se han armonizado con éxito?
No necesariamente. Una persona podría estar completamente enojada y gritarnos y todo eso podría estar en armonía en términos de su expresión facial, cómo está hablando y la ira que siente, etc. No necesariamente significa que nos va a parecer agradable. La influencia cuando todas las cosas están en armonía es que recibimos un mensaje claro. En términos de aquello hacia lo que podemos ser más auténticos, creo que si recibimos mensajes contradictorios, información contradictoria de alguien, ¿cómo podemos responder si no es con confusión? No sabemos muy bien qué hacer. Sin embargo, si el mensaje está en armonía, entonces podemos responder de una manera mucho más clara.
Desarmonía
Por supuesto, en términos de nuestra propia respuesta, los cinco también deben estar en armonía; de lo contrario, también habrá algunas dificultades. A menudo es el caso que nuestro cuerpo puede estar muy tenso y nervioso a pesar de que nuestra mente está más relajada. A veces no es posible hacer que todos estos cinco estén en armonía o sean congruentes. Por ejemplo, cuando tenemos un resfriado y estamos tosiendo y estornudando, nuestro cuerpo está dando un mensaje sin importar lo que estemos diciendo, sin importar lo que estemos sintiendo; tenemos que aceptar que ese va a ser el caso. Una vez más, es una cuestión de cuál será el mensaje más fuerte, ¿queremos estar en armonía con el resfrío y simplemente quejarnos con la otra persona, o queremos ignorarlo y no hacer un gran escándalo por el hecho de que tenemos un resfriado?
No obstante, debemos ser bastante sensibles a esto. Este es, me parece, el punto importante. Por ejemplo, a veces tengo asma, por lo que tengo dificultad para respirar. Cuando tengo dificultad para respirar, eso podría darle un mensaje a alguien de que tal vez algo anda mal y se preocupan un poco por mí. Es importante, en ese momento, decirles: “Oye, tengo esto desde que era un bebé. No es la gran cosa. Puedo manejarlo. Si es demasiado difícil, me rocío la garganta. Por favor, no prestes atención a eso”. De esta manera, podemos suavizarlo. Es lo mismo con: “Tengo un resfriado, así que no nos acerquemos demasiado porque no quiero contagiarte”. Así, lo suavizamos para que no se convierta en el foco de la información más importante que la persona está sintiendo: “¡no quiero contagiarme de tu resfriado!”.
Lo que encuentro más útil con este tipo de ejercicio, y este sistema, es tratar de tomar conciencia, y muchas veces se requiere de otra persona. Es por eso que tenemos al oyente y al observador aquí para señalar ciertas cosas en nosotros, digamos nuestra expresión corporal, o la forma en que actuamos, etc., de las que ni siquiera somos conscientes, que comunica algo muy diferente de lo que nos gustaría comunicar. Daré un ejemplo de mí mismo. Esto me lo señaló un buen amigo, algo de lo que nunca fui consciente, que es que suelo caminar muy rápido (cuando estoy solo o con otras personas) porque una de las cosas que me motiva es que no me gusta perder el tiempo. Por ejemplo, si voy al U-Bahn (el metro) y bajo las escaleras, voy rápido y casi corro por las escaleras para asegurarme de tomar el tren porque a menudo sucede que el tren está allí y se va porque has bajado demasiado despacio las escaleras y tienes que esperar diez o veinte minutos. Eso no me gusta en absoluto, ya que es una pérdida de tiempo. Prefiero llegar a donde vamos y hacer lo que vamos a hacer, en lugar de pararme en la estación de U-Bahn.
Lo que pasa es que hago eso con frecuencia cuando estoy con gente y ni siquiera soy consciente de que voy delante de ellos; no camino con ellos. Estoy corriendo escaleras abajo, y ellos bajan lentamente por las escaleras, por lo que la impresión, la influencia que tiene en ellos, es que no estoy interesado en estar realmente con ellos y no tengo tiempo para ellos, solo estoy corriendo. Esa no es la intención que tengo. Piensan que solo quiero terminar esta reunión lo más rápido posible para poder volver a mi trabajo.
Lo que señalaron fue, ¿qué pasa si nos quedamos en la estación de U-Bahn durante diez o veinte minutos, si podemos hablar durante esos diez o veinte minutos y seguir pasando un rato agradable entre nosotros? Esta fue una gran comprensión que obtuve, nunca me había dado cuenta de que mi forma de caminar tenía una impresión tan contradictoria en la otra persona de lo que realmente estaba sucediendo en mí. Estaba fuera de armonía.
Esta, creo, es la importancia aquí, porque en realidad, la mayoría de nosotros no somos conscientes en absoluto de los tipos de hábitos que tenemos, estos hábitos inconscientes que comunican mensajes muy diferentes a otras personas de lo que realmente queremos decir, y eso podría ser cambiado. Eso es lo importante de estas cualidades de naturaleza búdica; pueden cambiarse una vez que reconocemos que lo que hacemos influye en los demás, se comunica con los demás, entonces podemos cambiarlos y desarrollarlos. Si comemos demasiado lento, bueno, si estamos con otras personas que comen lentamente, está bien, pero si estamos con otras personas que tienen que ir a algún lado y están comiendo un poco más rápido, y solo estamos sentados allí, jugando con nuestra comida, tomándonos una eternidad porque tenemos la idea de que debemos disfrutar de nuestra comida y no apresurarnos, eso está completamente fuera de armonía con la situación. Ni siquiera somos conscientes de la falta de armonía porque estamos acostumbrados a comer despacio. Esto es un poco sobre esta dimensión de estas familias de naturaleza búdica.