Postración a la gran compasión.
Punto uno: Los preliminares
Entrenar primero en los preliminares [el precioso renacimiento humano, muerte e impermanencia, causa y efecto conductual, las desventajas del samsara].
Punto dos: El entrenamiento real en la bodichita
Entrenarse en la bodichita más profunda
Considerar que los fenómenos son como un sueño. Discernir la naturaleza básica del darse cuenta que no tiene surgimiento. El propio oponente se libera a sí mismo en su propio lugar. La naturaleza esencial del camino es asentarse dentro de un estado de la base que lo abarca todo. Entre sesiones, actuar como una persona ilusoria.
Entrenarse en la bodichita convencional
Entrenarse tanto en dar como en tomar alternadamente, montando ambos en la respiración.
(Con respecto a) los tres objetos [aquellos seres a quienes encuentro atractivos, no atractivos o neutros], (tomar) las tres actitudes venenosas [deseo anhelante, repulsión o ingenuidad] y (dar) las tres raíces de lo que es constructivo [desapego, imperturbabilidad o falta de ingenuidad], (mientras) se entrena con palabras en todas las sendas de la conducta.
En cuanto a la orden de tomar, comenzar conmigo mismo.
Punto tres: Transformar las circunstancias adversas en un camino hacia la iluminación
Transformar con nuestros pensamientos lo relativo a nuestra conducta
Cuando el ambiente y sus habitantes estén colmados de fuerzas negativas, transformar las condiciones adversas en un camino hacia la iluminación, desterrando una cosa [mi actitud egoísta] que (cargue) con toda la culpa y meditar con gran bondad hacia todos.
Transformar con nuestros pensamientos lo relativo a nuestra visión
Vacuidad, de meditar en las apariencias engañosas como los cuatro cuerpos del Buda, es el protector incomparable.
Transformar con nuestras acciones
El método supremo implica utilizar las cuatro acciones, [(1) acumular fuerza positiva, (2) purificarme a mí mismo de fuerza negativa, (3) realizar ofrendas a los espíritus dañinos y (4) solicitar la influencia iluminadora de los protectores del Dharma]. (Así que) – aplico instantáneamente a la meditación lo que sea que pueda encontrarme.
Punto cuatro: Síntesis de la práctica en una vida
Durante nuestra vida
En resumen, la esencia de las enseñanzas quintaesenciales es – aplicar los cinco poderes [(1) intención, (2) semilla blanca, (3) habituación, (4) eliminarlos todos al mismo tiempo y (5) aspiraciones.]
Al momento de la muerte
La enseñanza quintaesencial para la transferencia mahayana de la mente son los cinco poderes mismos, mientras dé importancia a mi senda de conducta.
Punto cinco: La medida de haber entrenado nuestras actitudes
Si toda mi práctica de Dharma se reúne en una intención [eliminar el egoísmo];
Si, de los dos testigos [otros y yo mismo], me tomo [a mí mismo como] el principal [para verificar si me he convertido en (1) un ser de gran corazón, que piensa principalmente en los demás; (2) un gran ser entrenado en la conducta constructiva; (3) un gran ser capaz de soportar las dificultades de superar mis negatividades; (4) un gran poseedor de la disciplina de mantener mis votos; (5) un gran yogui, unido al anhelo de la bodichita].
Si puedo confiar continuamente en que mi mente solamente sea feliz;
Y si aún distraído sigo siendo capaz [de no tener egoísmo]; entonces me he entrenado.
Punto seis: Dieciocho prácticas de vinculación para el entrenamiento de actitudes
(1–3) Entrenar siempre en los tres puntos generales: [No contradecir lo que he prometido. No involucrarme en conducta vergonzosa. No caer en la parcialidad].
(4) Transformar mis intenciones, pero permanecer normal.
(5) No hablar de los aspectos deficientes o deteriorados (de otros).
(6) No pensar nada acerca de (las fallas de) otros.
(7) Purificarme primero de cualquiera que sea mi mayor emoción perturbadora.
(8) Deshacerme de esperanzas de frutos.
(9) Renunciar al alimento envenenado.
(10) No confiar (en mis pensamientos perturbadores) como mi excelente apoyo.
(11) No desviarme a malas jugadas.
(12) No tenderme en emboscada.
(13) No menospreciar (a nadie) sobre un punto sensible.
(14) No dar la carga de un dzo a un buey.
(15) No competir.
(16) No invertir el amuleto.
(17) No convertir a un dios en un demonio.
(18) No buscar el sufrimiento (para otros) como un complemento para (mi) felicidad.
Punto siete: Veintidós puntos para entrenarse en el entrenamiento de actitudes
(1) Hacer todos los yogas con una [intención – ser más capaz de ayudar a otros].
(2) Anular lo que está distorsionado con una [práctica – dar y tomar].
(3) Al comienzo y al final, tener las dos acciones [la intención de ser más capaz de ayudar a otros y dedicar las fuerzas positivas].
(4) Cualquiera de las dos que ocurra [cosas que van bien o cosas que van mal], actuar pacientemente.
(5) Salvaguardar las dos a costa de mi vida [mis compromisos espirituales en general, y específicamente, estas prácticas y puntos para entrenar en ellos].
(6) Entrenar en las tres cosas difíciles [tener presencia mental de cuáles son los oponentes, tener presencia mental para aplicarlos, tener presencia mental para mantenerlos].
(7) Tomar las tres causas mayores [para ser capaz de practicar estos puntos – conocer maestros espirituales de ellos, aplicar sus enseñanzas, obtener las circunstancias favorables].
(8) Meditar en las tres cosas que no declinan [confianza y aprecio de mis maestros espirituales, voluntad para practicar sus enseñanzas, estabilidad al mantener estas prácticas y entrenamientos].
(9) Poseer los tres inseparables [mi cuerpo, habla y mente inseparables de- ayudar a otros].
(10) Actuar puramente, sin parcialidad hacia los objetos.
(11) Valorar (el aplicar) amplio y profundo entrenamiento hacia todo.
(12) Siempre meditar hacia aquellos apartados (como cercanos).
(13) No ser dependiente de otras condiciones.
(14) Practicar principalmente ahora.
(15) No tener entendimientos inversos.
(16) No ser intermitente.
(17) Entrenar resueltamente.
(18) Liberarme a través – de la investigación – y el escrutinio.
(19) No meditar con un sentido de pérdida.
(20) No restringirme con hipersensibilidad.
(21) No actuar meramente por un corto período.
(22) No desear gratitud (alguna).
Versos concluyentes
(De esta forma,) transformar en un camino a la iluminación este (tiempo cuando) los cinco deterioros [del periodo de la vida, las emociones perturbadoras, la perspectiva, los seres y las épocas] están desenfrenados.
Esta esencia del néctar de las enseñanzas quintaesenciales proviene del linaje de Serlingpa.
Del despertar de los residuos kármicos de haber entrenado previamente, mi admiración (por esta práctica) abunda. Y debido a esa causa, ignorando sufrimiento- e insulto-, solicité las instrucciones para domar mi aferramiento al yo. Ahora, aún si muero, no tengo remordimientos.