De acuerdo con la teoría Madyámaka, nuestra actividad mental fabrica una apariencia engañosa de un agente, objeto y acción aparentemente concretos, como los "tres círculos" de cualquier evento. La confusión que automáticamente acompaña esta actividad mental causa que creamos en la apariencia engañosa. Las emociones perturbadoras tales como la ingenuidad, la arrogancia, el deseo anhelante, los celos y el enojo surgen por proyectar y creer en estas apariencias engañosas. Bajo la influencia de estas emociones, nos volvemos insensibles o hipersensibles. A través de la deconstrucción, subyacente a ellas encontramos la clave para obtener equilibrio – nuestro entramado de cinco tipos de conciencia profunda.